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España: 1.000 jóvenes de ocho países construirán un robot en Badajoz

Europa/España/29 de octubre de 2016/www.elperiodicoextremadura.com

Mil niños y jóvenes de ocho países participarán en diciembre en Badajoz la Feria Ibérica de Robótica RoboRave, una competición en la que podrán construir robots de una forma lúdica y que también tiene un carácter solidario al ayudarse con la recaudación a los niños con lesiones cerebrales.

La consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, ha presentado hoy en Mérida esta actividad junto al presidente de la Fundación Primera Fila, José Antonio Lagar, y el de la Fundación de Robótica de Extremadura, Juan José Ortega.

Esther Gutiérrez ha señalado que se han distribuido 95 kits de robótica en los centros educativos de la comunidad autónoma y que la feria, que se celebrará entre el 1 y el 4 de diciembre en la Institución Ferial de Badajoz (Ifeba), es «una excelente herramienta» para impulsar la innovación educativa.

En este sentido, ha continuado, los alumnos podrán trabajar en la solución de problemas, en el desarrollo del pensamiento lógico y en la cooperación en equipo, entre otros aspectos, con el objetivo de «convertir a la escuela en un campo de aprendizaje».

Ha añadido que una de las «señas de identidad» de la consejería es la apuesta por la innovación y que, por esto, se incluye también la robótica educativa ya que «aporta una forma totalmente motivadora y divertida de trabajar con el alumnado».

A su juicio, promueve el trabajo de habilidades en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM), que «son tan útiles y demandadas en la sociedad globalizada y digital en la que vivimos».

Ha dicho que el uso de la robótica permite que el alumnado active su curiosidad, su capacidad de análisis de la información y de búsqueda de soluciones a los problemas.

Por eso, la consejería distribuyó durante el curso pasado más de 950 kits de robótica en 125 centros educativos, 48 de ellos en Primaria, 55 en Secundaria, en 18 Centros de Profesores y Recursos (CPR), en 3 Centros de Educación de Personas Adultas (CEPA) y en un Centro de Educación Especial (CEE).

Estos kits están compuestos por placas controladoras, similar al cerebro del robot, múltiples sensores de luz, de contacto, piezas para cubrir la carcasa, ruedas, brazos articulados y soportes, así como baterías, transformadores e impresoras 3Dm, y el software necesario para que puedan programarse.

Todo esto es compatible con el sistema operativo libre Ubuntu, basado en Linux, que lleva promueve la Junta desde 2002.

Por su parte, José Antonio Lagar ha explicado que la Fundación Primera Fila trabaja con colectivos en riesgo de exclusión social y que en la Feria los alumnos podrán construir sus propios robots de una manera educativa.

Además, es una iniciativa solidaria ya que los beneficios se destinarán a los niños que ahora sufren lesiones cerebrales.

También ha señalado que participarán escolares de ocho países, además de España Estados Unidos, Colombia, Venezuela, Francia y Egipto, entre otros.

Ha explicado que Badajoz será en diciembre «la sede» de la robótica del país.

A su vez, Juan José Ortega ha subrayado la trascendencia de la Feria «RoboRave» ya que «el juego de hoy es el empleo de mañana», a lo que ha agregado que los niños y jóvenes podrán inventar sus robots para cumplir su retos.

El foro pacense contará con la presencia de 300 equipos, 150 entrenadores y 100 inventores, y se espera la visita de unas 20.000 personas.

Tomado de: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/extremadura/1-000-jovenes-ocho-paises-construiran-robot-badajoz_972442.html

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EE.UU: Stephen Hawking says most of our history is «the history of stupidity»

América del Norte/EE.UU./28 de octubre de 2016/Por: Fiona MacDonald

Resumen: En una conferencia en la Universidad de Cambridge esta semana, Stephen Hawking realizo una afirmación sobre la creación de la inteligencia artificial será «sea el mejor, o lo peor, nunca le pase a la humanidad». Dijo que a pesar de todo el tiempo que pasamos mirando hacia atrás en los errores del pasado, parece que cometer los mismos errores una y otra vez. «Por lo que es un cambio positivo que las personas están estudiando en cambio el futuro de la inteligencia», explicó. Cabe destacar, que no es la primera vez que Hawking se ha preocupado por la inteligencia artificial,incluso ha afirmado en otros espacios que la inteligencia artíficial pudiera representar el fin de la raza humana, por ello, insiste en que se debe utilizar el desarrollo de la revolución telcnológica para fines para benévolos. 

And we’re about to make another big mistake.

In a lecture at the University of Cambridge this week, Stephen Hawking made the cold claim that the creation of artificial intelligence will be «either the best, or the worst thing, ever to happen to humanity».

The talk was celebrating the opening of the new Leverhulme Centre of the Future of Intelligence, where some of the best minds in science will try to answer questions about the future of robots and artificial intelligence – something Hawking says we need to do a lot more of.

“We spend a great deal of time studying history,» Hawking told the lecture, «which, let’s face it, is mostly the history of stupidity.»

But despite all our time spent looking back at past errors, we seem to make the same mistakes over and over again.

«So it’s a welcome change that people are studying instead the future of intelligence,» he explained.

It’s not the first time Hawking has been worried about artificial intelligence.

Last year, he joined Elon Musk and hundreds of other experts in writing an open letter asking the governments to ban autonomous weapons that might one day be able to turn against humans.

He’s also previously sais that «the development of full artificial intelligence could spell the end of the human race».

In Wednesday’s lecture, he admitted he was still worried about «powerful autonomous weapons» and «new ways for the few to oppress the many», which come with artificial intelligence.

But he said if we can think about and address these issues now, the technology also has the potential to do good.

«We cannot predict what we might achieve when our own minds are amplified by AI,» he said.

«Perhaps with the tools of this new technological revolution, we will be able to undo some of the damage done to the natural world by the last one – industrialisation. And surely we will aim to finally eradicate disease and poverty.»

The Leverhulme Centre of the Future of Intelligence at the University of Cambridge, where Hawking is also a professor, has received more than USS $12 million (£10 million) in grants to run research projects that will enhance the future potential of artificial intelligence, while carefully addressing the risks.

The centre was inspired partly by the university’s Centre for Existential Risk, which already offers courses in subjects such as «Terminator Studies», in order to examine future potential problems for humanity.

While that centre focusses on a range of threats – such as climate change and war – the new Leverhulme Centre will look specifically at the issues that could arise from machines that think and learn like humans.

«Machine intelligence will be one of the defining themes of our century, and the challenges of ensuring that we make good use of its opportunities are ones we all face together,»said director of the Leverhulme Centre, Huw Price.

«At present, however, we have barely begun to consider its ramifications, good or bad.»

With Google already developing artificial intelligence that can learn from its own memory; Elon Musk worrying about humans become the dumb «house pets» of AI in the future; and computer systems already rivalling four-year-olds in IQ test, it’s definitely something worth thinking about sooner rather than later.

As Hawking says, it might end up being «crucial to the future of our civilisation and our species».

Tomado de: http://www.sciencealert.com/stephen-hawking-says-most-of-our-history-is-the-history-of-stupidity

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Venezuela: Está abierta la Convocatoria 2016 para proyectos científicos que promuevan una economía productiva.

Según el viceministro para Investigación y Aplicación del Conocimiento, Guillermo Barreto, el financiamiento favorecerá el desarrollo de iniciativas que tributen, directamente, a la estructura socioproductiva nacional.

América del Sur/Venezuela/25.10.2016/Autor y Fuente:http://www.mppeuct.gob.ve/

El Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología invita a participar en la Convocatoria para Proyectos de Investigación, Innovación y Socialización de Conocimientos 2016. Según el viceministro para Investigación y Aplicación del Conocimiento, Guillermo Barreto, el objetivo es fomentar experiencias científicas y tecnológicas que promuevan una economía productiva y den respuestas a los principales problemas que afectan a nuestro país.

“La novedad de esta convocatoria es que favorecerá proyectos de socialización orientados a la apropiación social de conocimientos y al empoderamiento comunitario para fortalecer procesos productivos y de transformación cultural, en áreas altamente estratégicas para el país”, exalta el Viceministro.

Serán elegibles aquellas iniciativas innovadoras con las cuales se aspira adelantar, progresivamente, la sustitución del modelo económico rentista, y construir un nuevo sistema productivo. Podrán presentar sus proyectos: universidades, centros de investigación, liceos, unidades productivas, comunas; mujeres y hombres tecnólogos, campesinos, científicos, maestros, productores, periodistas, comunicadores populares, estudiantes. “No necesitan estar inscritos en el Programa de Estímulo a la Investigación y a la Innovación (PEII)”, tal como precisa Barreto.

Esta convocatoria, que toma vida en el marco de los motores para activar una economía productiva, se mantendrá abierta hasta el próximo 13 de noviembre. Los interesados o las interesadas pueden ingresar en www.mppeuct.gob.ve, con el fin de registrar sus iniciativas y conocer los términos de referencia, las áreas estratégicas y algunos referentes metodológicos. Si necesitan y quieren acompañamiento técnico, pueden comunicarse a través de los siguientes teléfonos: 0212-5052517/2537/2523; o solicitar apoyo en las Unidades Territoriales de Ciencia y Tecnología.

Fuente: http://www.mppeuct.gob.ve/actualidad/noticias/esta-abierta-la-convocatoria-2016-para-proyectos-cientificos-que-promuevan-una

Imagen: http://www.mppeuct.gob.ve/sites/default/files/styles/medium/public/media/images/3_convocatoria-2016_ougueto.jpg?itok=H5lM8Or8

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Las neurociencias no revolucionan la educación

Por: Daniel  Brailovsky

El fenómeno mediático y comercial que explota los valiosos aportes de la neurociencia contemporánea como un hito revolucionario del campo educativo, reedita conservadurismos y asordina una mirada política y propiamente pedagógica sobre los desafíos que enfrenta el sistema educativo.

El impulso de un proyecto de ley sobre Dificultades Específicas del Aprendizaje (1) ha suscitado una oleada de reacciones por parte de educadores, profesionales de la salud y científicos sociales que reconocen en esta iniciativa otra expresión de las miradas cientificistas y reduccionistas sobre el aprendizaje escolar. Si bien la iniciativa se funda en la intención de garantizar derechos, evitar estigmatizaciones y ampliar el compromiso del Estado asumiendo mayores compromisos en materia de salud y educación, tras la apariencia científica de los argumentos, el aprendizaje escolar (y sus dificultades) aparece definido como un problema puramente biológico o neuronal. Esto supone valoraciones sobre la sociedad, la cultura y la educación que van desde el reduccionismo y la falacia, hasta la más pura eugenesia o el darwinismo social. Los portavoces de esta perspectiva asumen que hasta el 10% de los problemas escolares se debe a la falta de diagnóstico temprano de un proceso de índole neurobiológico con base genética. La puesta en segundo plano de las principales dimensiones del fracaso escolar (pedagógica, didáctica, social, cultural, económica y política), convive en el debate amplio con argumentos tan escandalosos como la formulación de una explicación neuronal de la pobreza, descripta en términos de “capital mental” (figura teórica que podría leerse como una caricatura fisiológica del capital cultural de Pierre Bourdieu) y que es presentada en forma mediática y bajo el auspicio de grandes empresas por los principales promotores de esta corriente de pensamiento.

Pero ni el proyecto ni sus promotores constituyen el centro del problema, pues éste es la expresión más reciente de un fenómeno más amplio. En perspectiva, se inscribe en el contexto de iniciativas análogas que han visto la luz en los últimos años. Probablemente una de las más pintorescas sea el proyecto de una ley de “educación emocional” que busca “desarrollar mediante la enseñanza formal las habilidades emocionales” (p.e. autorregulación emocional, motivación o aprovechamiento productivo de las emociones), convirtiendo algo tan complejo, inasible y sanamente ingobernable como la emoción en una especie de currículum afectivo normalizador. (2) Esta mirada neopositivista de las dificultades de aprendizaje se reconoce también en el llamado “Trastorno por déficit de atención con hiperactividad” (ADD o ADDH), que con demasiada frecuencia es lisa y llanamente un eufemismo médico para aludir al hecho de que no todos los alumnos se quedan quietos escuchando cuando las clases son aburridas, están mal pensadas o desconocen la necesidad de construir la enseñanza desde la alteridad y el diálogo. La experiencia con el ADD/ADDH, además, ha mostrado contundentemente lo que sucede cuando los problemas de aprendizaje son sacados de contexto y adjudicados a una patología del alumno: severas situaciones de abuso de los medicamentos, adicciones y situaciones recurrentes de estigmatización.

Hasta aquí, nada nuevo. Neurólogos (o psicólogos, o gurúes del credo que fuere) desbordan de entusiasmo y creen que sus postulados están llamados a revolucionar la educación. Ya ha sucedido muchas veces. Y no es curioso que, como en todas las versiones anteriores, muchos de los textos que hablan de neurociencias y educación se digan portadores de visiones críticas acerca de la escuela tradicional, y hasta se autoproclamen revolucionarios. “La revolución del cerebro”, “la nueva educación basada en el cerebro” o “la revolución de la neuropedagogía”, son algunos de los estandartes que sostienen. Para cualquier pedagogo, sin embargo, es evidente que los hallazgos en materia de neurobiología no aportan a la pedagogía lo bastante como para considerarse revolucionarios. La asombrosa posibilidad de observar mediante complejas tecnologías el funcionamiento de un cerebro vivo, es fascinante. Sólo la buena ciencia ficción ha anticipado este increíble avance. Pero creer que este logro se traduce en revoluciones educativas es un exabrupto que desconoce por completo el sentido del hecho educativo.

Pero ya se ha dicho tanto, y tan bien dicho, sobre estas iniciativas como emergentes de un nuevo conservadurismo educativo, que optaré aquí por entrarle al asunto desde otro ángulo. Me gustaría analizar la cuestión a partir de la pregunta por el autoproclamado carácter “revolucionario” de los enfoques neurocientíficos aplicados a la vida escolar, y esbozar algunos argumentos que podrían ayudar a pensar la cuestión desde una perspectiva más que legítima: la propiamente pedagógica.

La enseñanza se enfrenta a enormes dilemas. Los profesores se aferran a modelos “tradicionales” aun cuando desde hace siglos existen voces críticas que intentan desterrarlos de las aulas. Los manifiestos escolanovistas de principios del siglo XX ya expresaban (mucho antes de las resonancias y las tomografías, y de un modo mucho más ordenado y elocuente) todos los principios que hoy proclama la neuropedagogía. Una excelente recopilación de estas ideas clásicas puede hallarse en el libro más reciente de Philippe Meirieu, el punto de partida es su cólera hacia los panfletos que difunden las tesis clásicas de la educación nueva presentándolas como paquetes fáciles de vender. (3) Y traigo a Meirieu simplemente para mostrar que son muchos en todo el mundo los que observan con preocupación cómo los gurúes mediáticos del momento presentan, simplificadas y vulgarizadas, ideas que ameritan pensarse mejor.

La mayor parte de las prácticas “tradicionales” criticadas tienen que ver con el excesivo centramiento de la enseñanza en la figura del docente, que explica y despliega sus saberes, y con el olvido de los intereses auténticos y las necesidades de los alumnos, que quedan relegados a una posición de espectadores pasivos. Algunos partidarios de los enfoques neuropedagógicos suponen que conocer mejor el cerebro equivale a conocer mejor al alumno y sus potencialidades, y creen que este conocimiento devendrá en una revitalización del olvidado lugar del estudiante en el aula. Sin embargo, en este razonamiento hay una falacia evidente: las razones del olvido del lugar del alumno no pueden buscarse sólo ni principalmente en los misterios del cerebro. No sólo porque el organismo no es el cuerpo, sino porque este dilema educativo tiene explicaciones mucho menos lineales, que es preciso mirar pedagógicamente.

Ensayemos entonces una explicación desde la pedagogía, presentando tres argumentos.

Primer argumento: mirar el cerebro, no es mirar al alumno. La enseñanza es dos cosas a la vez. Por un lado, es una relación que involucra el encuentro (emotivo, intenso, comprometido) de personas que ahondan en algo tan íntimo y profundo como el saber, las creencias, las convicciones y la ideología. Y al mismo tiempo, la enseñanza es un sistema político y social, de proporciones industriales, que distribuye credenciales, habilitaciones y títulos profesionales. A la enseñanza le cuesta mucho ser ambas cosas a la vez, pero necesita imperiosamente ser las dos cosas. Necesita ser una relación, porque sin alteridad, no podría haber aprendizaje profundo y significativo. Y necesita ser un sistema público, porque de otro modo no podría estar al servicio de un proyecto social, y sería un abanico atomizado de experiencias individuales. Cuando discutimos sobre las tareas que la maestra manda para hacer en el hogar, por ejemplo, pensamos la enseñanza como una relación. Cuando opinamos sobre la inclusión en el currículum oficial de la educación sexual, en cambio, la pensamos como un sistema. Ambas cosas son necesarias. Pero –y aquí viene el problema– algunas demandas del sistema influyen fuertemente en las relaciones de enseñanza. El ejemplo más obvio: la existencia de contenidos obligatorios, como la mitocondria, los ángulos consecutivos, el Peloponeso, las dicotiledonias, los anticiclones, los afluentes del Paraná, etc. El programa oficial es necesario, pero hace más difícil para los profesores partir del puro interés de los alumnos, y vuelve a la enseñanza más proclive a centrarse en la explicación del docente. Este antiquísimo dilema, como es evidente, no se resuelve conociendo mejor las bases fisiológicas o neuronales del aprendizaje, sino pensando mejor las relaciones entre las dimensiones didácticas y políticas de la educación.

Segundo argumento: conocer científicamente el aprendizaje no es el único modo (ni el mejor, tal vez) de mejorar la enseñanza. Las neurociencias que miran la educación con la esperanza de revolucionarla, emplean la expresión “enseñanza basada en el cerebro”. El punto de partida, dicen, debe ser un conocimiento más detallado de los mecanismos del aprendizaje. Los argumentos que se utilizan en general son parecidos a los de la psicología evolutiva clásica: “si entendemos cómo funciona la mente, educaremos mejor”. En ambos casos el riesgo es similar: se intentan reemplazar los esfuerzos que demandan las relaciones educativas (complejas, cambiantes, políticas, insertas en instituciones) por fórmulas esenciales sobre “el alumno” o “el aprendizaje”.

Desde un lugar muy diferente, las pedagogías críticas (en plumas como las de Paulo Freire, por nombrar un destacado referente) sostienen que el punto de partida de la enseñanza es el marco cultural, ideológico, político y social de los alumnos. Esta idea se reafirma desde muchos ángulos, incluidas las nuevas visiones psicológicas sobre el aprendizaje, representadas en las lecturas actuales de la teoría sociohistórica de Lev Vigotsky, donde el aprendizaje no es escindido de las relaciones sociales en las que tiene lugar. Desde esa visión, está claro que no hay recetas ni verdades absolutas. Hay que saber mirar, y desarrollar en forma más artesanal que metódica una mirada sensible sobre las relaciones que van tejiendo la trama de lo educativo. Y aunque esta idea es más o menos incompatible con la que sostiene que el punto de partida de la educación es el conocimiento del cerebro, paradójicamente muchos autores de la corriente neurocientífica se dicen afines a las pedagogías críticas, y a la corriente de la escuela nueva. Sin embargo, si uno toma algunos de los principios generales de las pedagogías críticas o del movimiento de la escuela nueva, observará que las coincidencias son pocas, y las diferencias muchísimas.

En lo que sí coinciden es en algunas de las recomendaciones prácticas propuestas. Repasando el artículo 6 del proyecto de ley sobre Dificultades Específicas del Aprendizaje, por volver al ejemplo, pueden leerse ideas tan interesantes como “brindar mayor cantidad de tiempo para la realización de tareas”, “asegurar que se han entendido las consignas”, “facilitar el uso de ordenadores, calculadoras y tablas”, “ajustar los procesos de evaluación a las singularidades de cada sujeto” o “asumirse como promotores de los derechos de niños (…)”. Se agregan otros del orden de: “evitar copiados extensos y/o dictados” y evitarle a los niños “exposiciones innecesarias frente a sus compañeros”. Todas estas recomendaciones, eclécticas herederas de tradiciones tan diversas como la didáctica clásica, la psicopedagogía diferenciada, el escolanovismo, la educación especial y el sentido común, existen todas ellas desde hace muchísimo tiempo en la teoría y en el currículum oficial, que es donde suelen hallarse referencias a recomendaciones tan específicas. En lo que claramente no se basan, es en un crucial conocimiento acerca del cerebro. Todo parece apoyar la idea de Steven Rosede que la dirección de la utilidad es la contraria: “Esto es menos sobre lo que los educadores puedan aprender de nosotros, y más acerca de cómo su experiencia de la enseñanza puede ayudar a enmarcar las preguntas que los neurocientíficos hacen sobre el cerebro”.

Los conocimientos científicos acerca del aprendizaje siempre han sido un insumo del trabajo escolar. Sirven para acompañar hipótesis de trabajo de los docentes y para brindarles una formación amplia y general. Pero no son el único modo de fortalecer el lugar de los alumnos en las relaciones educativas. Y no lo son, porque en lugar de acercar a maestros y alumnos en una relación más libre, más sincera y más comprometida, estos saberes (psicológicos antaño, neurocientíficos más recientemente) ponen al aprendizaje y a la enseñanza en lugares rígidos y supuestamente asépticos. Puede ser útil saber qué límites impone la biología a los tiempos de un bebé, por ejemplo, o cada cuántos minutos la mente debe descansar, o cuán necesaria es la hidratación para prestar atención. Pero lo cierto es que las acciones de los maestros se significan en sus relaciones con los alumnos, y no hay un modo de estandarizar ni medir en forma absoluta sus efectos.

En el caso puntual de la dislexia, puede ser interesante saber que las dificultades para aprender a leer y escribir (que cualquier maestro detecta y reconoce sin un certificado médico) incluyen en su origen componentes biológicos. Pero ello no cambia el hecho de que el trabajo pedagógico para acompañar el aprendizaje de esos niños y niñas no se nutre de (ni se basa exclusivamente en) el diagnóstico. Resulta difícil imaginar en este caso efectos diferentes a los de la misma estigmatización que se pretende prevenir. La experiencia con el ADD/ADDH ha mostrado claramente a qué puede conducir la medicalización de los problemas de aprendizaje. El terreno para construir esta reflexión no es el de la ciencia dura, sino el de la ética. El lugar de la ciencia no es clasificar a los alumnos según su condición sino, en todo caso, formar parte del amplio conjunto de instancias con las que cuentan los docentes y el Estado, para dar forma a los proyectos educativos.

Por último, el tercer argumento reposa en el hecho de que el fenómeno de las neurociencias en educación es uno de orden discursivo, con todo lo que ello implica: tribus que crean y habitan sus jergas, y lenguajes que, al decir de Foucault, tallan los objetos que nombran. En ese punto, el cruce entre ambas disciplinas (neurobiología y pedagogía) se funda en una serie de malentendidos, el primero de los cuales es la visión deformada que cada una de ellas tiene de la otra. Muchos educadores aceptan con demasiada ingenuidad todo lo que proviene de las investigaciones neurológicas, tal vez por la misma razón que aportaron cinco millones de “me gusta” al sitio en Facebook que promueve la ley de educación emocional. ¿Quién va a estar en contra de hablar de las emociones en la escuela, ante tanta tradición racionalista en los sistemas de enseñanza? ¿Quién se va a oponer a tomar aquello que los científicos descubren como plataforma de la enseñanza, con lo serios y asépticos que se ven en sus delantales, igual que en las propagandas de jabón para la ropa? Los expertos en neurociencias, por su parte, tienen en general una visión algo simplificada de lo que significa educar. Los relatos de sus experiencias en la escuela y algunas estadísticas generales suelen ser toda la evidencia que aportan para reconocer en la escuela un recipiente ideal de los avances en las investigaciones. Los reduccionismos a ambos lados de la relación, entonces, no ayudan.

Finalmente, lo que parece haber detrás de esta euforia por los avances neurocientíficos como panaceas capaces de revolucionar la educación es la vieja idea iluminista del progreso, siempre solidaria con los afanes de control. La misma idea que Pablo Minini expresó muy bien en su artículo del 24 de septiembre en este diario: una conducta o una emoción generan cierta actividad neuronal medible, y la expectativa de estos enfoques es lograr que la conducta se adapte a la norma. “Lo que en verdad les importa”, dice Minini, “es lo que las neuronas les hacen hacer a las personas. Y cómo un técnico puede controlarlo”. Por eso, desde una visión crítica parece improbable que los aportes de las neurociencias a la educación constituyan algún tipo de revolución copernicana para la educación, la enseñanza y las prácticas escolares. Los modos de la educación de cambiar de paradigma, de atravesar sus “revoluciones”, en general tienen que ver con cosas pequeñas, pero muy trascendentes: cómo establecemos una conversación entre maestros y alumnos, cuánto y cómo sabemos escucharnos, cómo imaginamos el futuro común, qué permisos habilitamos para ser uno mismo dentro del aula y, por supuesto, cómo conciliamos las demandas que la enseñanza presenta a nivel de las relaciones individuales y a nivel de las utopías sociales.

(1) Se trata del proyecto de ley S-1680/15, presentado por la senadora María Laura Leguizamón.

(2) Puede hallarse más información al respecto en el sitio en Facebook del proyecto:https://www.facebook.com/fundacioneducacionemocional/about/

(3) Philippe Meirieu, Recuperar la Pedagogía: de lugares comunes a conceptos claves, Buenos Aires: Paidos, 2016.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/las-neurociencias-no-revolucionan-la-educacion/

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El futuro del empleo y las competencias en el eje de una conferencia mundial de la UNESCO y del Cedefop

22 Octubre 2016/UNESCO

La influencia de las tendencias mundiales y los retos locales en la tarea de conjugar las competencias con los cambios del mercado laboral fue objeto de examen durante una conferencia que tuvo lugar en la Sede de la UNESCO en París, el 20 de octubre de 2016.

Más de 125 invitados, encargados de formular políticas, interesados y expertos del mundo entero participaron en la conferencia, que tuvo por título Skills, jobs and sustainable development: global trends, local challenges [Competencias, empleos y desarrollo sostenible: tendencias mundiales y retos locales] y que fue coauspiciada por la UNESCO y el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop).

En el evento se promovió la colaboración internacional y se examinaron las estrategias para abordar los desafíos que plantea el mercado laboral, haciendo hincapié en la necesidad de un diálogo entre la educación y la formación profesional en las diversas regiones del mundo y de una plataforma para intercambiar prácticas idóneas en lo tocante a la previsión y conjugación de competencias en un mercado laboral en constante transformación.

Al inaugurar la conferencia, el Director de la División de Políticas y Sistemas de Aprendizaje a lo Largo de toda la Vida, David Atchoarena, dio la bienvenida a los participantes, procedentes de más de 50 países, insistió en la importancia de la cooperación internacional y se refirió a la importancia de la Educación y Formación Técnica y Profesional (EFTP) en el marco de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y en el contexto del aprendizaje a lo largo de toda la vida.

“Los jóvenes y los adultos necesitan mejores competencias para participar plenamente en la sociedad y la economía. En todos los sectores, los empresarios buscan empleados calificados que practiquen el aprendizaje permanente. Con frecuencia cada vez mayor, los gobiernos ven a la EFTP como un instrumento de políticas para promover el empleo, la inclusión y el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Lo que está en juego es muy importante, sobre todo para los jóvenes. Su transición de la escuela al mundo laboral plantea desafíos a todos los países”, afirmó.

La ‘vigencia limitada’ de las competencias modernas

La Sra. Mara Brugia, Directora Adjunta del Cedefop, habló con entusiasmo de la vigencia limitada de las competencias actuales en comparación con las del pasado, señaló que era preciso desarrollar todos los talentos potenciales y dijo que era necesario facilitar la movilidad entre las regiones.

“Los marcos de evaluación de capacidades, basados en los resultados del aprendizaje, en combinación con políticas que permitan convalidar las competencias adquiridas en el trabajo o/u otros ámbitos, pueden contribuir a respaldar la movilidad del talento y las competencias. Esos marcos también pueden ayudar a que las calificaciones sean más pertinentes para el mercado laboral y las necesidades de los estudiantes. Incluso podrían llegar a ser el nuevo baremo mundial para el intercambio de competencias. La labor conjunta que llevan a cabo la UNESCO, la Fundación Europea de Capacitación y el Cedefop en lo relativo a los marcos de evaluación más allá de las fronteras europeas podría contribuir a este proceso”.

La Sra. Saadia Zahidi, oradora invitada y Directora de Empleo e Iniciativas de Género del Foro Económico Mundial (FEM), presentó los resultados de investigaciones recientes realizadas por el FEM y explicó cómo la revolución informática está cambiando el mundo laboral.

“Estamos en el comienzo de la cuarta revolución industrial, de manera que tenemos la oportunidad de modificarla. Es preciso crear una nueva narrativa que nos permita darle forma, porque los relatos son la manera de generar un propósito común, que vincule a la gente a lo largo y ancho de sectores, culturas, empresas y otros ámbitos. De modo que ese relato debería ser poderoso, influyente, común y positivo”, afirmó.

Unos 25 oradores y panelistas debatieron e intercambiaron prácticas idóneas para abordar los retos mundiales en la tarea de conjugar la oferta y la demanda de competencias, afrontar el desempleo y debatir sobre la garantía de calidad de las calificaciones en un mundo laboral que está en rápida mutación.

La conferencia abarcó, entre otras, reuniones sobre la informatización de las economías y la necesidad de nuevas competencias en la era digital, la desigualdad entre hombres y mujeres, y entre generaciones y comunidades, y por qué se necesitan políticas relativas a las competencias para mejorar la calidad y reducir dichas desigualdades.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/the_future_of_jobs_and_skills_at_heart_of_unesco_global_conf/#.WApEyOjhDIU

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Físicos rusos están construyendo la Torre de Tesla para generar energía libre para todo el planeta

Europa/Rusia/22 Octubre 2016/Fuente: Ecoportal

Un equipo de RT habló con los dos físicos rusos que tratan de replicar la legendaria Torre de Wardenclyffe, que fue creada a principios del siglo XX por el gran Nikola Tesla, para generar energía limpia que se remitirá a manera Inalámbrica.

Nikola Tesla decía así: “Será la más intensa emoción para un inventor el ver una de sus creaciones trabajando” esta es una de las frases más famosas de la física de Nikola Tesla (1856­ – 1943)? para algunos, el inventor más grande en la historia de la humanidad. Y aunque en física hizo esta declaración después de ver logrado muchos de sus proyectos, tal vez el más importante de ellos no fue tan afortunado.

La torre de Wardenclyffe, también conocida como la Torre de Tesla, fue construida cerca de la isla de Manhattan (EE.UU.) en el comienzo 1900, pero fue no se completó por razones desconocidas hasta ahora, aunque se alega que su cierre era por problemas financieros. De acuerdo a las teorías de Tesla, este proyecto podría ser el sistema más eficaz en el mundo para la producción y transmisión de electricidad.

Ahora los físicos rusos Leonid y Sergey Plejanov proponen implementar este proyecto, utilizando los materiales y la tecnología contemporánea.

“Imagínese la posibilidad de poner paneles solar a una distancia de 100.000 kilómetros en el Sahara, y construir una torre de transmisión de alto voltaje industrial allí. Esto será suficiente para suministrar energía al mundo. Ya podríamos olvidarnos de las estaciones de servicio, plantas de carbón, centrales nucleares, etc. “, comentó a RT los hermanos Plejanov.

Fuente: http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/Fisicos-rusos-estan-construyendo-la-Torre-de-Tesla-para-generar-energia-libre-para-todo-el-planeta

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UNESCO calls for promotion of STEM education in Africa

África/Octubre de 2016/Fuente: Ghana Business News

RESUMEN: ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha instado a los países africanos para fomentar la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Educación matemática (STEM) para acelerar el desarrollo socio-económico del continente. El Sr. Tirso Dos Santos,  representante  de la UNESCO en Ghana, dijo que la organización, es el único organismo especializado de las Naciones Unidas contempla la ciencia como una de sus mandatos básicos, se da cuenta de que la promoción de la innovación y STEM requieren de la cooperación en varios niveles. «Por lo tanto, fomentar y sacar adelante la sub-region, a través de la colaboración regional norte-sur, sur-sur, con el fin de resolver los urgentes problemas de desarrollo», declaró el Sr. Santos en Accra en un Taller Regional de Consulta sobre el fortalecimiento de la cooperación en la educación STEM en el África occidental.

The United Nations Educational, Scientific and Cultural Organisation (UNESCO) has urged African countries to promote Science, Technical, Engineering and Mathematics (STEM) education to speed up the continent’s socio-economic development.

Mr Tirso Dos Santos, the UNESCO Country Representative in Ghana, said the organisation, being the only specialized UN agency with science as one of its core mandates, realizes that promoting STEM and Innovation would require cooperation at various levels.

“We therefore encourage and pursue sub-regional, regional, south-south and north-south collaboration in order to solve pressing developmental challenges,” Mr Santos stated in Accra at a Regional Consultative Workshop on Strengthening Cooperation in STEM Education in West Africa.

The two-day workshop was organised by UNESCO in collaboration with the Directorate of Technical Cooperation in Africa (DTCA) under the Ministry of Foreign Affairs of Nigeria and the Ecowas Parliament.

It was attended by 35 participants from seven out of the eight countries covered by the UNESCO Multisectoral Office in Abuja.

The participating countries include Ghana, Nigeria, Benin, Cote d’Ivoire, Guinea, Liberia, and Togo.

Mr Santos said most countries in West Africa might struggle to attain the Sustainable Development Goals (SDGs) unless there was substantial investment in science education, promotion of scientific research, cooperation in education and development of human resource capital in the region.

“Indeed, in formulating the agenda 2030, science cuts across almost all of the 17 SDGs.

“Science has therefore, been recognized as being critical to meeting the challenge of sustainable development,” he said.

He explained that science was universal and cut across cultural and political borders, stating that “this is in no way to say that humanities or the arts are less important than the sciences”.

“The point here is that we all need to recognize what science could give to society and to harness that for our own good,” he said.

He said STEM education and capacity building should be promoted in low and middle income countries, particularly in cases where a widespread appreciation of the benefits and the resources for STEM education were lacking.

Mr Santos said: “To reduce the dependence on industrialized nations, we need to be scientifically literate.”

Mr Mahama Ayariga, Ghana’s Minister of Environment, Science, Technology and Innovation, in a speech read on his behalf by Mr John K. Arthur, a Director at the Ministry, said “although STEM education has become a priority in most parts of the world, sadly we cannot say the same for our sub-region”.

He said in Ghana’s case, a report by the National Council for Tertiary Education showed that only 39 per cent of the 127,502 students who were admitted to the eight public universities in the 2012/2013 academic year were admitted to science-related programmes.

He said this percentage was below the target of 60 per cent enrolment in science and technology-related disciplines for all universities in Ghana mentioned in the 2010-2020 Education Strategic Plan of the Ministry of Education.

He said Ghana had plans and policies in place to ensure that STEM education was supported, adding: however, the sad trend observed is that more and more students are fleeing from the study of science.”

Hajia Khadija Bukar A. Ibrahim, Nigeria’s Minister of State, Ministry of Foreign Affairs and Chairperson Presidential Inter-Ministerial Committee on the DTCA, in a speech read on her behalf, said STEM education was essential for accelerating the West Africa sub-region’s growth and development.

Mr Mohammed Kachallah, Acting Director General, DTCA, Nigeria Ministry of Foreign Affairs, gave an overview on “The Role of Secondary Education in Regional Integration and Development”.

He said there was an urgent need for the realignment of the curriculum as well as emphasises on the need to strengthen the teaching of STEM education in Africa.

Dr. Nelson Magbagbeola, Secretary General, ECOWAS Parliament, said in order to ensure a vibrant technology platform through STEM education, ECOWAS member-states must enthrone and sustain a culture of innovation and strengthen intellectual property systems.

Fuente: https://www.ghanabusinessnews.com/2016/10/19/unesco-calls-for-promotion-of-stem-education-in-africa/

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