A 90 días de rebelión social popular y ciudadana, ¿Hacia dónde va el proceso político actual?

Por: Juan Carlos Gómez. 

A tres meses de la rebelión social es un hecho concreto que el gobierno de Sebastián Piñera ha logrado no superarla, pero si instalar e imponer –con diversas dificultades- una salida política institucional a la crisis abierta, el 18-O de 2019. Para, ello ha contado con la activa, eficiente y estratégica participación de la oposición política parlamentaria. Especialmente, de aquella que se manifiesta en la Cámara de Senadores. Aunque, en la Cámara de Diputados, la oposición política, menos compacta que en el Senado, también, le ha brindado los apoyos legislativos necesarios para avanzar en las iniciativas gubernamentales, especialmente, de aquellas destinadas a frenar, obstruir o criminalizar la protesta y la movilización social. Y, sobre todo, para viabilizar la salida político institucional. A pesar de los costos políticos que ella ha tenido para la derecha, por ejemplo, el quiebre interno y conflicto entre los partidos del Chile Vamos, el cual tiene como trasfondo, el ofrecimiento de parte Renovación Nacional, Evopoli y del propio presidente Piñera de ofrendar de manera sacrificial, el bien más preciado de la derecha, especialmente, para la UDI, la Constitución Política de 1980.

La suspensión de su participación, de la UDI, en el Chile Vamos, tuvo como consecuencia en que el principal referente de RN, Andrés Allamand, se retractara de su intención inicial de apoyar el cambio constitucional de la CP80, y en compañía de senadores y diputados de RN, comunico al país que rechazaría, en el plebiscito del 27 de abril, dicha posibilidad. Más tarde la UDI, adopto la misma decisión. En otras palabras, la derecha política, defenderá la continuidad de la CP80. Aunque Evopoli, aún no ha tomado como colectividad una decisión sobre de apoyar o rechazar el cambio constitucional. No obstante, que su presidente Hernán Larraín Matte, planteo que su postura individual es por el Apruebo.

Más allá de estas escaramuzas internas en la coalición de gobierno, la estrategia elaborada para controlar o salir de la crisis política, con todo, ha sido exitosa. El apoyo opositor, ha resultado crucial, para ello. Pues, le ha dado “aire” y “vida” a un gobierno y, sobre todo, a un Presidente, que de acuerdo a la encuesta CEP N° 84, cuenta con un muy bajo nivel de apoyo ciudadano, tan solo, el 6%.

Independientemente, de ese guarismo, la cooperación política entre gobierno y oposición parlamentaria, especialmente, desde el día 15 de noviembre de 2019, ha resultado fundamental y crucial para proteger y defender el sistema en crisis. Entre ambos sectores han construido el muro de defensa que busca evitar el colapso del gobierno como del régimen político y, en última instancia, de la dominación neoliberal. Cabe señalar que el neoliberalismo está amenazado; pero, de ninguna manera, derrumbado. La estrategia del cambio constitucional tiene como objetivo, justamente, evitar la “muerte” del neoliberalismo.

Como ya se ha dicho reiteradamente, la rebelión social popular y ciudadana puso en “jaque” no solo al gobierno de Piñera sino también, a toda la clase política parlamentaria. El rechazo a los partidos políticos y al parlamento, por parte de la ciudadanía es total. Tan solo un 2% y 3% de la ciudadanía tiene confianza en dichas instituciones. Por tanto, la rebelión social estremeció a todo el edificio político institucional.

Ahora bien, la única forma para evitar tanto el colapso del sistema político: estuvo en procurar evitar la división política de las elites en el poder y del poder. Había que impulsar una activa colaboración política de apoyo mutuo. Es lo que impulso el gobierno con el llamado al acuerdo nacional por la paz y contra la violencia. Este no fue dirigido a la ciudadanía sino, justamente, a la elites políticas parlamentarias y partidarias. Especialmente, de los sectores más acordes con el sistema político, principalmente, con los partidos que conformaron la exConcertación y la exNueva Mayoría. Estos, más algunos partidos del Frente Amplio, concurrieron a dicho acuerdo. La firma del Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución, del 15 de noviembre de 2019, puso las primeras piedras y pilares del muro de defensa.

La construcción de este muro de defensa, evito, en primer lugar, la caída del gobierno y del Presidente, al estilo Fernando de la Rúa, 2001, en Argentina. En segundo lugar, dado que el sistema de gobierno predominante en Chile, el presidencialismo reforzado, es, políticamente imposible exigir o demandar la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales y parlamentarias, por lo consiguiente, el gobierno y el parlamento continuaran en ejercicio hasta el año 2022. Tercero, logro introducir una poderosa cuña política al interior del proceso de rebelión ciudadana, al instalar el proceso constituyente. Elaborando y acordando, entre el ejecutivo y el legislativo, una cronología para esos efectos.

Esta cuña, independientemente, del curso que tome la Rebelión Social, en los meses venideros, va dividir a la ciudadanía descontenta, entre aquellos, que tomaran el camino constitucional con la esperanza que se va cambiar la CP80, a la cual se le atribuyen las principales responsabilidades de los problemas que tiene la sociedad neoliberal actual. Y, aquellos, que continuaran la lucha social directa en contra del capitalismo neoliberal. Es más, al interior de los sectores ciudadanos que tomaran la vía constitucional también se va producir una división, que ya es observable, entre los sectores democráticos liberales que aceptan la “hoja de ruta” señalada por el poder constituido y, los sectores democráticos autónomos, que buscan realizar un proceso constituyente popular de manera independiente y autónoma del poder constituido. Este es un fuerte dilema político para los sectores ciudadanos que buscan modificar lo existente.

Sin embargo, esta estrategia política del poder constituido, no fue exitosa del todo, pues, fracaso en detener y contener la Rebelión Social popular y ciudadana. El episodio más significativo de esta fue protagonizado, por las y los estudiantes secundarios: el boicot a la Prueba de Selección Universitaria, PSU, organizada, impulsada y realizada por la ACES.

Este boicot puso en alerta y en aviso a la clase política parlamentaria, al gobierno como también a la ciudadanía que la Rebelión Social esta “viva” y en acción. Así, lo demuestran, por otro lado, las diversas acciones colectivas territoriales que se realizan en distintas poblaciones de la Región Metropolitana como de otras ciudades, y los cientos de ciudadanos que se reúnen todos los días viernes en la Plaza Dignidad. Y, todos los datos e informes que señalan que se prepara para una nueva ofensiva política para el mes de marzo.

II.

Como he señalado, la opción implementada en Chile, para evitar la caída de régimen político, ha sido la reconfiguración el bloque dirigente. Pero, a diferencia de otros casos, con un adicional, el ofrecimiento de parte del poder constituido a los sectores sociales y políticos movilizados, la promesa política de cambiar la Constitución Política vigente. Es decir, ofrecer un cambio político-institucional a cambio de paz política. Este cambio tiene como objetivo, no necesariamente, dar solución a los problemas que dieron origen a la Rebelión Social, sino reconstruir el régimen político con el fin de conservar -los sectores dominantes- intacto la estructura de poder social de la sociedad chilena, en otras, palabras el capitalismo neoliberal. Aunque deban cambiar la institucionalidad política.

El cambio constitucional ha sido el “caramelo” o la “zanahoria” que el poder político ha entregado a la ciudadanía para evitar, supuestamente, la radicalidad de la rebelión social. Y, justamente, ese “caramelo” que ha endulzado la actividad política de ciertos sectores de la oposición política como de la ciudadanía, quienes, van aceptando, integrando y, por ende, legitimando el proceso constituyente activado y dirigido por el poder constituido. Mientras que otros sectores sociales y políticos ciudadanos se mantienen en lucha y buscan alterar el calendario y la legitimidad de ese proceso constituyente.

De manera que finalizada la primera quincena del mes de enero del 2020 y a 90 días de rebelión social tenemos el siguiente escenario político.

A.- Se ha establecido una alianza política, en los hechos concretos, entre el gobierno de S. Piñera y el parlamento, especialmente, con los partidos opositores, en defensa no del gobierno sino del sistema político en riesgo por la contundencia de la Rebelión Social.

B.- Establecimiento de un proceso constituyente destinado a modificar la CP80, a fin de reconstruir el régimen político, reconfigurar el bloque dirigente, evitar la división de las elites de poder y en el poder, modificar aspectos menores del proceso de acumulación neoliberal, etc.

La apuesta del bloque dominante es producir los menores cambios posibles en la estructura económica del país, integrando algunos “derechos sociales”, sin que estos modifiquen lo sustantivo del patrón de acumulación. Sin cambiar ni modificar la forma de Estado-nación. Impensado será, por ejemplo, el establecimiento de un Estado Plurinacional, ni tampoco instalar, en vez, de la democracia liberal-representativa la democracia social participativa u otra. El proceso de cambio constitucional diseñado entre los partidos de gobierno y la oposición, posee, límites y fronteras muy altas, que impedirán un cambio político histórico y profundo de las estructuras del poder social actualmente vigente.

Aunque los partidos de la alianza Chile Vamos, han presentado ciertas fisuras como la señalada entorno a apoyar el cambio constitucional de la CP80, lo cierto, es que están preparados para enfrentar los dos escenarios posibles de concretarse: a) que gane la opción Apruebo y Convención Constitucional 100% compuesta por ciudadanos; y b) que gane la opción No Apruebo. Por cierto, de ganar esta última opción, sería un triunfo notable de la clase dominante y dirigente. La única posibilidad que se produzca es que los sectores más conservadores de la oposición, especialmente, de la Democracia Cristiana, de los sectores sociales ciudadanos, especialmente, los “no políticos” (sectores evangélicos, exmilitares y mayores de 50 años), apoyen el no apruebo. Aquí hay una apuesta, que no es posible soslayar ni considerar en los análisis. Tanto RN y la UDI, han convocado a sus bases a rechazar el cambio constitucional. Lo mismo ha realizado los grupos más de extrema derecha vinculados al Partido Republicano de J. A. Kast.

C.- La configuración de actores políticos y sociales que se preparan a participar activamente el proceso constituyente. Por un lado, la Democracia Cristiana, levanta su movimiento #YoApruebo, bajo la dirección de la mítica y simbólica figura de Carmen Frei, hija del expresidente Eduardo Frei Montalva, presentado como un tenaz opositor al CP80. Y, que supuestamente, fue asesinado por la dictadura cívico-militar por esa postura. Obviando, el hecho que más allá de la postura de Frei Montalva, fue el primer presidente de la democracia protegida, el DC, Patricio Aylwin (1990-1994) quién planteo en 1984, o sea, cuatro años más tarde de la aprobación de la CP80 y a dos años del “asesinato” de Frei Montalva, que había que dejar de discutir la “legitimidad” de esa constitución y aceptarla de hecho. Lo que permitió que dicha Constitución continuara su vida útil hasta el día de hoy. Esta opción busca representar, por cierto, a la ciudadanía moderada, pro-sistema, que rechaza la violencia social y política que se ha manifestado en la Rebelión social. La campaña apunta a las y los ciudadanos de la clase media y los sectores adultos.

Por otro lado, el 19 de enero se configuró un segundo conglomerado de partidos y organizaciones sociales el Comando Chile Digno. Cuyo fin último será participar activamente en el proceso constituyente convocando por el poder constituido, para votar Apruebo en el plebiscito del 26 de abril. Este conglomerado conformado por varios partidos y agrupaciones políticas como el PRO (Progresistas), el Partido Comunista de Chile, Federal Regionalista, Partido Igualdad, Izquierda Libertaria, Wallmapuwen y otras organizaciones sociales. Su ciudadanía objetivo serán las bases militantes de estos partidos compuestas por sectores medios estudiantiles, pobladores, trabajadores, etcétera.

Cabe señalar que también se han ido conformando y organizando algunos nuevos partidos políticos, señalados como instrumentales, con la intención de participación a los independientes en el plebiscito de 26-A; tales como, el Partido por la Dignidad; el Movimiento por una Constituyente Ciudadana, entre otros.

Estos son sectores sociales y políticos vinculados a la oposición política institucional al gobierno de S. Piñera. Pero, no necesariamente, son sectores anti-sistema. Su posición es bastante ambigua, tanto frente a la institucionalidad como a la Rebelión social.

Estos conglomerados estarían convocando entre el 68 o 70% de las y los ciudadanos que desde octubre a la fecha no han participado en las manifestaciones ni tocando una cacerola, ni asistiendo a una marcha.

D.- Por otro lado, a lo largo y ancho de la sociedad popular se ha ido configurando cada día con mayor fuerza la idea de impulsar un proceso constituyente directo que concluya en la formación de una Asamblea Plurinacional Constituyente Autoconvocada. Tal vez, la más importante de estas organizaciones ciudadanas sea la Coordinadora de Asambleas Territoriales (CAT).

Consideramos que esta iniciativa introduce una inflexión política al interior de la demanda por una Asamblea Constituyente que la ciudadanía nacional ha venido planteando desde hace algunos años. Y, quiebra con la idea que la noción liberal o socialdemócrata que algunos sectores han venido hegemonizando. El surgimiento de la CAT que se reconoce como “hijas de la rebelión popular”, por lo tanto, eso marca el fin de esa hegemonía. E, inicia la lucha por conducir no la rebelión social, sino el movimiento social hacia una Asamblea Constituyente Autónoma, ACA.

Por cierto, que el objetivo central de este movimiento social será impugnar el proceso constituyente estatista. Aunque, la CAT, ha dispuesto que serán las y los ciudadanos los que van dirimir el qué hacer con “el proceso propuesto por el gobierno y el parlamento, esto es: el plebiscito de abril”.

El surgimiento de esta propuesta popular es claramente anti partidos políticos tradicionales y parlamentarios. Dice relación con la división en la ciudadanía descontenta con las formas políticas de la democracia protegida, el sistema económico neoliberal, etcétera. Y, probablemente, las diversas asambleas territoriales estén compuestas por ciudadanos que en los últimos años han rechazado, a través de su abstención electoral, las diversas ofertas y programas políticos que los partidos políticos del orden han presentado.

E.- Por último, en este cuadro estaría incompleto si no contempláramos en nuestro análisis el rol de los sectores rebeldes, especialmente, de aquellos sectores que se identifican con la 1° línea y el “ejercito” de ciudadanos rebeldes que actúan en la Plaza Dignidad desde el 18 O hasta la actualidad.

Estos sectores son los antisistema y anticapitalistas. No tienen ninguna lealtad ni fidelidad con el sistema social que durante décadas los margino y los condeno a una vida sin sentido. Hoy, el estallido social del 18-O les ha dado una razón de estar y de ser. Son vistos y reconocidos. Son considerados e inclusive protegidos, etcétera. El enfrentamiento con los “pacos”, con los organismos policiales del Estado, les mantiene “en lucha”. Lucha que no están dispuestos a deponer. Aunque no tengan claro el objetivo final de ella.

Difícilmente, este actor acepte participar en el plebiscito de abril, pero, tampoco, en el proceso constituyente popular autoconvocado, pues, este último también es conformar una institucionalidad política que a la larga termina por oprimirlos y disciplinarlos. Ellos son la libertad en acto y en potencia. Por esa razón, no los veo participando en un orden institucional, como será, el proceso constituyente popular. Pero, si serán centrales en, una posible, radicalización del proceso de Rebelión Social. De no producirse esa radicalidad, este sector, ira viendo menguada su fuerza. Y, en la medida que cualesquiera de los dos procesos constituyente, se vaya institucionalizando, los rebeldes dejaran de der actores políticos estratégicos como lo han sido hasta ahora. Por cierto, que no van desaparecer, sino, como tantas veces en el pasado, las y los rebeldes pasaran a ocupar la retaguardia. Volverán a caminar detrás, de los actores institucionalizados. En conclusión, este actor social y político, abrió la coyuntura critica actual, pero, no serán los que la cierren. Salvo, que las expectativas de la ciudadanía depositadas en la solución constitucional resulten un fraude, un engaño, o una artimaña del poder constituido para mantener las estructuras de dominación neoliberal.

A 90 días del “estallido social” los actores sociales y políticos han comenzado a ordenarse en torno a la solución constitucional de la crisis abierta por la rebelión social.

El problema central que hoy evidencia la coyuntura critica es que el gobierno de Sebastián Piñera, sigue gobernando, sigue tomando decisiones que influyen directamente en la vida cotidiana de la ciudadanía. Y, lo hace, con el apoyo de la oposición parlamentaria.

Más allá del cuadro situacional que hemos delineado en este texto, el problema central que tienen los actores sociales y políticos que miran con recelo la acción gubernamental es qué hacer con Piñera y su gobierno. Exigir su renuncia, significaría incrementar la movilización social, a través de la desobediencia civil, la paralización del proceso económico por medio de una huelga general y aumentar los niveles de la violencia social y política, entre otras acciones colectivas. El punto, es que solo los grupos rebeldes estarían dispuestos a asumir esas tareas. Pues, mayoritariamente, la ciudadanía optaría por no impulsar la radicalidad de la rebelión social.

Por esa razón, considero equivocado sostener que el gobierno de Piñera, dejó de gobernar o funcionar. La tarea principal que hoy se han trazado es sostener y defender el neoliberalismo. No están inmovilizados, ni derrotados, están atrincherados en los espacios del poder. Para vencerlos y derrotarlos, hay expulsarlos de esos espacios. Hasta ahora, solo la primera línea, estarían por impulsar y apoyar esa misión histórica y política. No hay que esperar a marzo y menos abril, para ello, hay que hacerlo, ya.

Fuente de artículo: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=264833

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Toque de queda, toque de queda, toque de queda

Por: Alejandra Costamagna.

 

Hay que retroceder hasta la mismísima dictadura y a su Constitución política que aún nos gobierna para acordarnos que en esa transición pactada a la democracia estuvo todo. O casi todo

No sabíamos lo que era el toque de queda. Era 1973 y nuestras mentes de tres y cinco años no comprendían el significado de esas tres palabras juntas. Sabíamos, supongo, que no era algo bueno. Sabíamos, supongo, que era una especie de castigo. Y quizás por qué vaga asociación mi hermana y yo veíamos a las hormigas como a las víctimas de ese castigo. La escena del recuerdo es esta: estamos en la cocina, una fila de hormigas sube por el muro y mi hermana las va aplastando una a una con su dedo índice mientras murmura “toque de queda, toque de queda, toque de queda”. El dedo le va quedando negro, afuera ya está el pudridero.

Conté ese recuerdo años después, varias veces, cuando tuve conciencia de lo que había detrás del inquietante juego infantil. Lo conté y lo escribí, incluso. Lo escribí como quien repasa una anécdota trágica de la que ya está a salvo, como si creyera en la linealidad y la progresión de la historia. Pero ya vemos, a golpe de evidencias, que la historia es porfiada y vuelve como un huracán para sacudirnos y recordarnos la fragilidad de lo que creíamos más o menos firme. Nunca pensé que cuarenta y seis años después de la escena de las hormigas estaría escribiendo “golpe de Estado” para referirme al presente de Chile. Pero ese es el escenario hoy, 23 de octubre de 2019.

Si esto que escribo ahora mismo, con la urgencia del presente, fuera una historia lineal, una historia redondita, con principio, clímax y desenlace, debería partir con Juan Andrés Fontaine, el ministro de Economía del presidente Sebastián Piñera, quien a comienzos de octubre anunció el incremento en las tarifas del Metro y llamó a la población a levantarse más temprano para aprovechar una tarifa más baja. La historia lineal seguiría con la ola de críticas a sus palabras y haría foco puntualmente en la indignación de los estudiantes de enseñanza media. El clímax llegaría con la imagen de cientos de escolares saltando barreras, echando abajo rejas, rompiendo torniquetes al ritmo de la nueva consigna: “Evadir, no pagar, otra forma de luchar”. Y con una multitud de jóvenes, adultos y ancianos apoyándolos, porque en un país donde las familias de menores ingresos gastan cerca del treinta por ciento de sus sueldos en transporte y donde el salario mínimo es de 301.000 pesos (equivalente a 373 euros), el anuncio de alza fue una bofetada en la cara. Entonces si esta fuera una historia redondita, con principio, clímax y desenlace, debería terminar con el Gobierno reestudiando la medida y echando pie atrás. O buscando una forma, un sustituto, cualquier salida política para aplacar el descontento.

Pero ya vemos que en esta historia real el clímax no hace sino superarse y superarse y parece nunca acabar desde el minuto en que el viernes 18 de octubre las autoridades decidieron cerrar las estaciones de Metro y custodiarlas con policías para evitar las evasiones. Y dejaron así a los ciudadanos que dependen del transporte público sin medios para regresar a sus hogares. Horas y horas de caminata, una ciudad después de una catástrofe: eso parecía Santiago aquel eterno atardecer de viernes. Pero el clímax todavía no llegaba. Porque luego vendrían el masivo cacerolazo ciudadano, las protestas, los disturbios en las zonas periféricas, las calles repletas de manifestantes y, como si viviera en otro país o habitara en una dimensión paralela, el presidente de la República cenando pizza con su familia en un restaurante del barrio alto de Santiago. Alguien capturó la escena y subió la fotografía a redes sociales. Las cacerolas retumbaron con fuerza, el malestar se multiplicó. Y entonces vino la reacción de Piñera: desplazarse al Palacio de Gobierno y, pasada la medianoche, decretar Estado de Emergencia. Como si esto fuera una catástrofe natural y no un sismo político.

A esas alturas la demanda ya no era por los treinta pesos de alza en el Metro, sino por los treinta años de implementación de un modelo neoliberal extremo, cuyo germen estuvo en la dictadura, precisamente. Un país con una desigualdad social abismante, con los derechos sociales mercantilizados y un sinfín de prácticas de abuso normalizadas. Un país con un malestar demasiado tiempo acumulado, en el que la elite política y empresarial evade impuestos, evade sanciones por colusión, evade responsabilidades por fraude al Fisco, evade multas e intereses millonarios, mientras el resto de la población vive rasguñando para llegar a fin de mes, endeudado hasta sus últimos días, esquilmado por un sistema de pensiones inmoral, con una salud y una educación cada vez más inaccesibles. La demanda se resume en una palabra que vimos proyectada en un edificio céntrico, como un gran recordatorio que iluminó la protesta: “DIGNIDAD”. Así, con mayúsculas, en una intervención urbana a cargo de los mismos artistas que hace unos meses proyectaron el rostro del comunero mapuche Camilo Catrillanca, asesinado por Carabineros de Chile.

El caso es que a partir del Estado de Emergencia la progresión dramática de la historia no hizo sino aumentar: las calles se repletaron de manifestantes, la protesta se extendió a regiones, empezaron las barricadas, los infiltrados, el fuego. Y el designado jefe de Defensa Nacional en Santiago, el general Javier Iturriaga, decretó toque de queda. “Tienen dos horas para llegar a sus hogares. Los invitamos a que, por favor, vayan y disfruten de este sábado en la noche, que se protejan como familia, que estén en sus casas y mañana podamos tener un mejor día”, ordenó Iturriaga. Hormigas subiendo por el muro: la escena se repetía. Militares en las calles, golpeando y disparando a la gente, carabineros lanzando bombas lacrimógenas al cuerpo de los manifestantes, miles de detenidos, denuncias por vejaciones, torturas y abusos sexuales en centros de detención, cientos de heridos a bala y una cifra de muertos que al momento de escribir esto que escribo va en los dos dígitos. Los noticieros de la televisión, en su gran mayoría, apuntaban durante estas primeras jornadas a los desmanes y los saqueos más que a la brutalidad de la represión.

Nuevo clímax: Sebastián Piñera habla de enemigos organizados, dice que estamos en guerra, que los vándalos, que los delincuentes, que la seguridad del país, que nos cuidemos. Se filtra un audio de la primera dama, Cecilia Morel, de un supuesto diálogo con una amiga en el que dice que esto “es como una invasión extranjera, alienígena” y se lamenta de que “vamos a tener que disminuir nuestros privilegios y compartir con los demás“. Y la sensación de esta historia abierta, con un clímax infinito, sin un desenlace visible, es que es imposible contarla de acuerdo con el libreto que se origina con el ministro invitándonos a madrugar, porque el principio es muy anterior y hay que retroceder hasta la mismísima dictadura y a su Constitución política que aún nos gobierna para acordarnos que en esa transición pactada a la democracia estuvo todo. O casi todo. Hormigas caminando laboriosamente por un muro sin mirar hacia atrás ni hacia el costado ni hacia arriba. Sobre todo hacia arriba, donde el dedo amenazador puede aplastarnos con un clic, clic, clic. Toque de queda, toque de queda, toque de queda.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2019/10/25/opinion/1572029826_094816.html?prod=REGCRART&o=cerrado&event=fa&event_log=fa&event_log=fa

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México: Pide fomentar igualdad de género desde primera infancia

América del Norte/ México/ 01.10.2019/ Fuente: www.imagenradio.com.mx.

 

La coordinadora del PRD en la Cámara de Diputados, Verónica Juárez Piña, presentó una iniciativa para modificar de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, con el propósito de fomentar desde la primera infancia el derecho de la educación y una interacción con mayor equilibrio e igualdad entre los géneros.

Juárez Piña propuso que se defina una instancia multidisciplinaria responsable que establezca mecanismos para la prevención, atención y canalización de los casos de maltrato, perjuicio, daño, agresión, abuso o cualquier otra forma violenta de relación entre las niños y adolescentes.

Refirió que el artículo tercero de la Constitución Política establece que “toda persona tiene derecho a la educación”, de calidad en condiciones de equidad, además de que todos los habitantes del país deben contar con las mismas oportunidades de acceso, tránsito y permanencia en el sistema educativo nacional.

La legisladora expuso que si bien se ha avanzado en la cobertura escolar, se ha descuidado la calidad de la infraestructura de los planteles educativos, lo que influye de manera significativa en el aprendizaje de los estudiantes.

Dijo que el proceso educativo también debe incluir calidad en la forma en que la niñez recibirá una educación con visión de igualdad de género, sociedad futura más equilibrada, menos violenta y equitativa, por niños y adolescentes que en el futuro tengan más oportunidades y sean más libres en una sociedad con igualdad sustantiva.

Por ello, propuso reformar los artículos 57 y 59 de dicha ley, a fin de garantizar servicios educativos en infraestructura óptima para el buen desempeño de la tarea docente y el logro del aprendizaje que coadyuve al pleno desarrollo y una adecuada integración social de los estudiantes.

Planteó que se deben elaborar protocolos especiales de actuación sobre situaciones de emergencia por fenómenos naturales, acoso o violencia escolar para el personal y para quienes ejerzan la patria potestad, tutela o guarda y custodia.

Fuente de la noticia: https://www.imagenradio.com.mx/pide-fomentar-igualdad-de-genero-desde-primera-infancia

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Derecho a la educación

México / 26 de mayo de 2019 / Autor: Roberto Rodríguez / Fuente: Educación Futura

El artículo tercero de la Constitución comienza así: “Todo individuo tiene derecho a recibir educación.” Pero va a cambiar una vez que se decrete la reforma educativa en trámite. Entonces dirá “Toda persona tiene derecho a la educación”. Parece un cambio mínimo de redacción y ha pasado prácticamente desapercibido en la discusión parlamentaria y en los debates en medios y redes a propósito de la reforma. Pero no es así, la nueva formulación implica un cambio trascendente en la base conceptual del derecho educativo mexicano y tiene consecuencias.

Parece mentira, pero hasta la reforma de 1993 este artículo no declaraba expresamente quién era el beneficiario de la obligación del Estado de impartir educación. Se daba por entendido que, al formar parte del título de Garantías Individuales de la Carta, el derecho a la educación amparaba a todos. La iniciativa enviada al Congreso por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari optó para la declaración expresa, aunque originalmente limitada a “todos los mexicanos”. El Congreso modificó la expresión “mexicanos” por la de “individuos” ampliando el alcance de la disposición, aunque mantuvo la limitación establecida por el término “recibir educación”. Es decir, que el derecho a la educación quedaba definido a partir de la garantía de recibirla por parte del Estado y solo eso.

El texto de nuestra primera Constitución Política (1857) enunciaba “La enseñanza es libre. La ley determinará qué profesiones necesitan título para su ejercicio, y con que requisitos se deben expedir.” (Art. 3ro.). Habrá quien extrañe esta concisión y su espíritu liberal, pero la primera formulación del derecho educativo constitucional no garantizaba el acceso de las personas a las escuelas ni obligaba al Estado a impartirla con un enfoque determinado. La Constitución de 1917 mantuvo el espíritu liberal, aunque se concentró en introducir el principio general de laicidad: “La enseñanza es libre; pero será laica la que se dé en los establecimientos oficiales de educación, lo mismo que la enseñanza primaria, elemental y superior que se imparta en los establecimientos particulares.”

En octubre de 1934 se aprobó un cambio constitucional de gran envergadura para el campo educativo. No había iniciado el sexenio de Lázaro Cárdenas, pero desde su candidatura se había pronunciado por impulsar la educación socialista. El Congreso favoreció su propuesta y modificó la redacción del artículo, cuyo primer párrafo indicaba: “La educación que imparte el Estado será socialista, y además de excluir toda doctrina religiosa combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear en la juventud un concepto racional y exacto del universo y de la vida social.”

Fue breve la etapa de la educación socialista (1933-1945). Al inicio de la presidencia de Miguel Alemán se publicó una nueva reforma, que modificaba a fondo el enfoque y la redacción de la previa. El cambio fue propuesto por el gobierno de Manuel Ávila Camacho y acordado con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el SNTE fundado en 1943. La redacción final de la iniciativa, obra de Jaime Torres Bodet, diría en su primer párrafo: “La educación que imparta el Estado -Federación, Estados, Municipios- tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.” En 1993 se adoptó la redacción que por primera vez reconocía a “todos los individuos” como titulares del derecho educativo, y la reforma de 2013 al inicio de la presidencia de Enrique Peña Nieto, dejó intocada esa formulación.

¿Qué implica la modificación que incorpora la reforma al artículo Tercero a punto de aprobarse? En primer lugar, quizás lo más importante, lo que declara el dictamen de las comisiones unidas de Puntos constitucionales, Educación y Estudios legislativos del Senado: “Las dictaminadoras estiman que el reconocimiento en la Constitución debe ser expresado como el derecho a la educación, el cual debe ser de manera plena y efectiva, por lo que consideran eliminar la referencia que esta prerrogativa sea solo a recibir el servicio público, sino de manera general al derecho reconocido.” (pág. 509).

El “derecho reconocido” al que se refieren las comisiones de la cámara alta es el conjunto de principios, fines y criterios que se incorporan al artículo, incluido el derecho a la participación en la dinámica educativa. También es de interés la sustitución del término “individuo” por el de “persona”, un poco por aquello del lenguaje no sexista y otro poco porque “persona”, a diferencia de “individuo”, es propio del ser humano.

En 2011 se reformó la Constitución para incorporar en ella el enfoque de derechos humanos sustituyendo el de garantías individuales. Esta modificación, en cierto modo un cambio paradigmático, implica: la incorporación de los derechos humanos reconocidos en tratados internacionales en calidad de derechos constitucionales; el principio pro-persona en la interpretación del texto constitucional y normas secundarias; y la obligación del Estado de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos.

La nueva redacción guarda armonía con el derecho internacional sustantivo. En primer lugar, con la Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU), cuyo artículo 26 señala: “Toda persona tiene derecho a la educación”, redacción que se replica, para la infancia, en el artículo 28 de la Convención de los Derechos del Niño (Unicef): “Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación.”
En resumen: quedó mejor, mucho mejor.

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ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 26 de mayo de 2019: hora tras hora (24×24)

26 de mayo de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 26 de mayo de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Colombia: Gobernadora exigió al Ministerio de Educación devolución de dinero por no construir colegios

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01:00:00 – Justo Sierra, personaje ilustre de la educación y orgullo campechano

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02:00:00 – Argentina: El ajuste llega a los comedores escolares

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03:00:00 – Fue un triunfo del magisterio

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04:00:00 – Sistema educativo de Noruega #infografia #infographic #education

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05:00:00 – El teatro en las aulas como método pedagógico

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06:00:00 – Libro: Análisis histórico de la formación de docentes mexicanos a través de los planes y programas de estudio de la escuela nacional de maestros (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/310433

07:00:00 – Derecho a la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309954

08:00:00 – Libro: Enfoques, experiencias y saberes en la formación docente (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/310436

09:00:00 – Pedagogía al Día: El rol histórico del maestro (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309968

10:00:00 – Libro: Las ganas de aprender son las que te llevan a tomar un objeto que tenga letras (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/310439

11:00:00 – ¿Es Finlandia donde mirar educativamente?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/310142

12:00:00 – México: Siguen igual los maestros

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309800

13:00:00 – Manuel Area Moreira: «Tenemos que tener la capacidad, aptitud y competencia para estar predispuestos a la innovación»

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309973

14:00:00 – Argentina: Marcha de las Antorchas en defensa de la educación pública (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/310128

15:00:00 – Evaluación de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309978

16:00:00 – Más de un millón de personas defendieron la educación pública en Brasil (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/310132

17:00:00 – Presentación del libro La educación en la era corporativa (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309961

18:00:00 – Cuba: Por nuestra América: Unidad, lucha antimperialista y educación emancipadora

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/310139

19:00:00 – Artículo 3o. Constitucional: Observaciones Críticas

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20:00:00 – España: Madrid es la comunidad que menos invierte en sus escolares

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/310135

21:00:00 – Congreso pedagogías y sindicato: Por una educación pública y popular para la emancipación (Video)

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22:00:00 – Infografía: Masacres escolares en Estados Unidos

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23:00:00 – Diferencias entre Facebook y Twitter en Educación (Video)

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ove/mahv

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