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Serbia y Cuba por más cooperación en educación y ciencia

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La Sociedad debe organizarse desde la solidaridad y la cooperación. México

Por: Pedro Rendón

Hoy más que nunca los grandes problemas estructurales de México, del modelo político y económico imperante, muestran que “la sociedad requiere nuevas formas de organización y de ejercicio del poder, desde la solidaridad y la cooperación”, consideró la licenciada Dulce Cerecedo Beltrán, alumna distinguida de la Generación 2019 del Diplomado Acompañamiento a víctimas de violencias y catástrofes, impartido por la Dirección de Educación Continua (DEC) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.


Al hablar en nombre de sus compañeros(as) durante la clausura de las generaciones 2019 y 2020 del diplomado, Cerecedo dijo que son tiempos muy difíciles a nivel mundial y más aún para México, porque a los más de 83 mil desaparecidos(as) se suman las casi 170 mil personas fallecidas por la pandemia de COVID-19, que ha exacerbado las condiciones de pobreza, desempleo, orfandad, endeudamiento y violencia en contra de las mujeres y los niños y niñas.

Además, la mayoría de la población mexicana no tiene garantizado el derecho fundamental a la vida, “con un sistema de salud colapsado, un sistema de justicia paralizado e insuficiente, que no permite hacer valer el ejercicio de otros derechos”.

Cerecedo opinó que las instituciones están detenidas y la sociedad dividida entre el miedo al contagio de COVID-19 y la indiferencia ante las injusticias sufridas por miles de personas. Por ello, el Diplomado Acompañamiento a víctimas de violencias y catástrofes se inserta en un espacio de visibilización de la realidad nacional, al reflexionar sobre “una de las grandes tragedias que nos aquejan”; la violencia.

Este diplomado, que inicialmente representó para quienes lo cursaron una plataforma multidisciplinaria para adquirir conocimientos novedosos y alternos para su desarrollo profesional, en el camino fue más allá, al constituirse “en una herramienta personal que nos interpeló todo el tiempo, desde una posición ética sobre nuestros valores y la manera en cómo desarrollamos nuestro quehacer cotidiano en el acompañamiento que brindamos a las personas, colectivos y pueblos víctimas de violencias. Sin duda alguna, ahora somos mejores acompañantes, porque somos más solidarios, más humanos”.

Todo el tiempo el diplomado fue un espacio de diálogo y reflexión, que de ese modo permitió al alumnado lograr comprender las causas y contextos de las violencias y las estructuras que permiten su perduración. Además, les hizo conectar con el sufrimiento humano de personas reales, con nombre y apellido, que han perdido sus proyectos de vida y, pese a lo sucedido, se siguen enfrentando a una sociedad indiferente y a una autoridad indolente, incapaz e insensible al dolor humano.

La perspectiva psicosocial en la cual se basó el diplomado les permitió darse cuenta de los contextos políticos y culturales bajo los cuales ocurren las experiencias traumáticas de las víctimas y sus familiares, y también resaltó la fortaleza y los mecanismos de afrontamiento que surgen de las víctimas “para hacer frente a todo un sistema depredador. Hoy en día no podríamos tener ni entender la legislación amplia y diversa en materia de derechos humanos que permea en nuestros sistema jurídico sin el trabajo y movimiento político de las víctimas, colectivos y organizaciones. Ahora nos toca operarla y exigir su cumplimiento”.

Cerecedo dijo que en clases enfrentaron con gran pesar el hecho de que las siete letras de la palabra víctima representan más y más sufrimiento, impunidad y corrupción, falta de investigación, violaciones al debido proceso, ocultamiento de la verdad, desplazamiento, estigma social, criminalización, enfermedad y muerte. Pero a la vez, también representan mucha dignidad, empatía, compasión, ruptura del silencio, defensa de derechos, redes de apoyo, resiliencia, autocuidado y fuertes recursos de afrontamiento ante la adversidad.

Con fuerza, coraje y determinación, e incluso con todo su dolor, las personas que directa o indirectamente son víctimas de grandes violaciones en México “apuestan todos los días a la construcción de un mejor país para todos nosotros, aunque en el camino vayan recibiendo más y más sufrimiento ante la cadena de agravios recibida en un Estado con instituciones y estructuras sistémicas tan violentas”.

Ya que las atrocidades están siendo cometidas por humanos, Dulce Cerecedo mencionó que para emprender acciones colectivas más efectivas, las preguntas que se deben ir resolviendo son: ¿qué estamos haciendo como padres, hijos, pareja, amigos, ciudadanos, vecinos, empresarios y servidores públicos, para que la violencia en todas sus formas se siga normalizando y generalizando; cuáles son todos los privilegios con los que contamos que disminuyen los derechos de otros; qué papel estamos jugando diariamente para visibilizar las injusticias de las que somos testigos y también víctimas; realmente acompañamos desde la igualdad, la cooperación y la solidaridad?

Es así que entre los retos que dejó el diplomado están: mirar la resolución de los casos emblemáticos; dar voz de manera activa y comprometida a todos aquellos que siguen en el absoluto silencio y abandono, ante la precariedad y nulo ejercicio de sus derechos más elementales; y mirar nuevas formas de organización y participación ciudadana, como muestran desde hace mucho tiempo aquellas familias, colectivos y pueblos que cada día aportan un grano de arena a la reconstrucción del tejido social.

Acompañamiento a víctimas de violencias y catástrofes también dejó en el horizonte de sus egresadas(os) el repensar la manera en cómo son víctimas y victimarios, ya sea al generar la violencia o al aceptarla, normalizarla e invisibilizarla, “haciendo que la lucha contra el delito y la impunidad no sea real”, finalizó Cerecedo Beltrán.

Aprendimos a humanizar nuestras profesiones

La licenciada Claudia Selena Talamantes Carrillo, alumna distinguida de la generación 2020 del diplomado, mencionó que lo compartido en éste les permitió crecer y ser mejores personas, y algunas(os) “aprendimos a humanizar nuestras profesiones y, sobre todo, las actividades que realizamos día con día”. Aprendieron además a reconocer y comprender los contextos en que se desarrollan las violencias a derechos humanos, a integrar dichos contextos de violencia y a analizar los impactos psicosociales causados a las personas víctimas.

Igualmente aprendieron a no “patologizar” lo que las personas han enfrentado, visibilizando y fortaleciendo los recursos de afrontamiento. Al leer sus realidades y las de otras personas, las y los estudiantes pudieron entender que deben incorporar una perspectiva psicosocial, de género, intercultural e interseccional para poder entender los impactos diferenciados que enfrentan las víctimas.

Entendieron que ser neutral no es carecer de postura, “es más bien ser parte de la horda de cómplices de las violencias estructurales cometidas por un estado fallido, que se encuentra muy lejos de proteger, respetar y garantizar los derechos humanos de las víctimas”.

Por lo anterior, este diplomado les permitió reflexionar, deconstruirse y reaprender. Les invitó a ser sujetos de cambio y a reconocer que dentro de ellas(os) hay muchas construcciones sociales que deben cuestionar y transformar. “Ir de a poco cambiando nuestro sentipensar, para luego materializarlo en nuestra vida diaria dentro de nuestra familia, colectivos y círculos sociales, es más de lo que parece, porque el cambio vendrá como efecto dominó, quizás lento, pero cada día más fuerte”.

“Segura estoy que este diplomado es formación indispensable para las diversas actividades que realizamos en nuestras labores; sin embargo, se vuelve más útil y necesario en la situación que actualmente enfrentamos con la pandemia, ante el dolor y las pérdidas que ha producido dicha catástrofe”.

La Clausura de las generaciones 2019 y 2020 del Diplomado Acompañamiento a víctimas de violencias y catástrofes fue presidida por el Dr. Saúl Cuautle Quechol, S. J., Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México; y la Dra. Mily Cohen, Presidenta delMuseo Memoria y Tolerancia. También estuvieron presentes la Mtra. Valeria Moscoso, coordinadora del Diplomado; el Mtro. Randolfo González de la Mora, Director de Educación Continua de la IBERO; y el Ing. Iván Blanco Esteban, Director del Centro Educativo Truper del Museo Memoria y Tolerancia.

Fuente:  IBERO

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2021, un año para reorganizar las prioridades de la humanidad

La covid-19 seguirá marcando la agenda global, pero el incremento de la pobreza, el hambre y la desigualdad, junto con el cambio climático, no pueden quedar aparcados por más tiempo, según siete expertos en desarrollo.

Dejamos atrás un 2020 que estaba llamado a ser el definitivo en el progreso del mundo. La ONU bautizó al período que comenzaba como la Década de la Acción con la mirada puesta en 2030, cuando se deberían conseguir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): acabar con el hambre y la pobreza extrema, erradicar la violencia de género y disminuir la desigualdad, garantizar educación de calidad para todos los niños y trabajos dignos para los adultos, asegurar el acceso universal a la sanidad y seguir habitando el planeta sin destruirlo definitivamente. Pero el virus SARS CoV-2 lo cambió todo.

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La covid-19 ha truncado vidas, ha puesto al límite los sistemas sanitarios ―incluso de las naciones más ricas―, ha destruido empleos y sumido en la miseria a millones de personas. Por primera vez desde 1990, el desarrollo humano ha retrocedido. Los derechos de las mujeres han quedado invisibilizados, pese a que ellas son las que más sufren las consecuencias de la pandemia. Y la lucha contra el cambio climático ha quedado en suspenso. Este 2021 tiene que ser el año en que la humanidad venza al virus y recupere la senda del avance hacia un mundo más justo, pacífico y sostenible. Así lo defiende un grupo de expertos en desarrollo sostenible que exponen cuáles serán, en su opinión, las prioridades para este año que comienza.

¿Cuáles cree que deberían ser las tres prioridades en materia de desarrollo? Esta es la pregunta planteada a siete especialistas: Ángeles Moreno Bau, Secretaria de Estado de Cooperación Internacional; Olivier Longué, director general de Acción Contra el Hambre; Franc Cortada, director general de Oxfam Intermón; Leire Pajín, presidenta de la Red Española de Desarrollo Sostenible (REDS); Andrés Rodríguez Amayuelas, presidente de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo; Antoni Plasència, director general de ISGlobal; y Gustavo Suárez Pertierra, presidente de Unicef España.

1. Los problemas de siempre (pero peor)

Destacan los expertos la urgencia de abordar las consecuencias socioeconómicas de la pandemia, que son en definitiva los problemas que ya arrastraba la humanidad, pero exacerbados por la crisis sanitaria. Son el hambre, la pobreza, la desigualdad, el acceso a la educación y la sanidad universal.

“La irrupción de la pandemia por el coronavirus supone que, de nuevo, llueva sobre mojado en los países de renta baja y media en todo el mundo, y de manera más destacada en el continente africano y en América Latina”, subraya Plasència. “Las prioridades de apoyo al desarrollo deben adaptarse al contexto, en un complejo equilibrio entre la atención a las nuevas necesidades y a las ya existentes, y atendiendo a los compromisos de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. En su opinión, 2021 tiene que ser el año en el que a la par que se asegura “una adecuada cobertura vacunal frente al coronavirus para los grupos prioritarios”, se refuercen los programas frente a “las otras pandemias” como el VIH, la malaria, la tuberculosis, las neumonías y diarreas infantiles. Para ello, remata, hay que “fortalecer los sistemas de salud, en especial la atención primaria y comunitaria, la vigilancia epidemiológica y las capacidades de preparación ante los riesgos emergentes globales, tanto de origen infeccioso, como medioambiental y climático”.

No ir a la escuela expone a los niños ante una enorme vulnerabilidad

La covid-19 ha interrumpido muchos servicios clave y ha ejercido una presión sin precedentes en los sistemas de salud. “Muchos niños y niñas se han quedado expuestos al hambre, a enfermedades y sin centros de salud a los que acudir para ponerse una vacuna, obtener un tratamiento contra la malaria o la neumonía, dos de las enfermedades más mortales para la infancia”, expone Suárez Pertierra. Pero las consecuencias de la pandemia van mucho más allá de lo sanitario, anota Longué. “Hay que pensar que para 2.000 millones de trabajadores informales en el mundo (en los países más pobres constituyen más del 80% de la población activa) el confinamiento ha supuesto una reducción drástica de sus ingresos”. Por eso, dice, “hay mucho tejido económico que reconstruir y es urgente dar prioridad a los más desprotegidos y a quienes ven peligrar su alimentación diaria por esta crisis”.

La prioridad, para el presidente de Unicef España, debe ser “lograr que todos y cada uno de los niños y niñas vuelvan a clase”. El cierre de las escuelas durante los momentos más críticos de la pandemia afectó a más de 1.000 millones de estudiantes. “Y los más vulnerables se llevaron la peor parte porque no tuvieron acceso al aprendizaje a distancia”, destaca. “Muchas escuelas en África y Asia están abriendo gradualmente, pero en América Latina, el 38 % de los países aún tienen que decidir cuándo será el regreso a clase. Y ya se anticipa que millones de niños de todo el mundo no volverán nunca. Concretamente, 5,9 millones en Asia y 5,3 en África subsahariana, según estimaciones de Unicef. “Estamos ante una crisis de educación. No ir a la escuela expone a los niños ante una enorme vulnerabilidad”.

2. El cambio climático

“Somos la última generación que puede frenar las peores consecuencias del calentamiento global y se nos está acabando el tiempo”, recuerda Rodríguez Amayuelas. “Nuestra casa está en llamas y no hay tiempo que perder. Y es una cuestión que tiene profundas repercusiones en las condiciones de vida de miles de millones de personas en el planeta. Precisamente las que más están sufriendo estas consecuencias son las que menos responsabilidad tienen en el calentamiento global”. Así lo confirma el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en su último informe que mide el progreso de los países en relación con la presión que ejercen sobre el planeta.

Somos la última generación que puede frenar las peores consecuencias del calentamiento global y se nos está acabando el tiempo

No solo estamos viviendo una terrible pandemia, estamos en medio de una emergencia climática. “Con un incremento de la presencia de gases de efecto invernadero en la atmósfera o de las temperaturas; huracanes y tormentas de una fuerza nunca vista…”, recuerda Suárez Pertierra. “Si no logramos revertir esta situación, condenaríamos a la infancia de hoy y a las generaciones venideras a un mundo de destrucción, miseria e inestabilidad. Hay que actuar ahora”, pide.

A Rodríguez Amayuelas, de hecho, le gustaría ver en 2021 “compromisos ambiciosos en la reducción de los gases de efecto invernadero y medidas decididas para frenar la pérdida de biodiversidad”. “Caemos en la tentación de pensar en insectos, peces o aves cuando hablamos de biodiversidad, pero las variedades de plantas o animales adaptadas a su medio y que sirven de alimento a la especie humana, también están en peligro”, describe.

3. Acceso universal a la vacuna contra el SARS CoV-2

Coinciden los expertos en subrayar que, una vez conseguida la proeza de desarrollar en tiempo récord varias vacunas contra la enfermedad que ha cambiado al planeta, este debe ser el año de suministrarla equitativamente a las personas en riesgo, vivan donde vivan. “Es un objetivo concreto: que en 2021 todos los países tengan acceso a la vacuna y tratamientos contra la covid-19. Lo tenemos que lograr”, apunta Pajín.

Es un objetivo concreto: que en 2021 todos los países tengan acceso a la vacuna y tratamientos contra la covid-19

“En la actual situación, en 2021 el mundo rico estará mayoritariamente vacunado y avanzando en su recuperación, aunque de forma muy limitada al ser la covid-19 todavía un riesgo en la mayor parte del planeta. Mientras tanto, el mundo en desarrollo tendrá que esperar, sufriendo la prolongación de los efectos sanitarios y económicos del aislamiento y las limitaciones comerciales hasta 2024″, denuncia Cortada. “Esto es inaceptable: la recuperación debe ser universal y la prioridad debe centrarse en las personas que lo necesitan, no en los derechos de compañías farmacéuticas o en los privilegios de los países más ricos”, agrega.

Desde Unicef aseguran que en 2021 quieren suministrar y distribuir 2.000 millones de dosis de vacuna y casi 750 millones de tests y tratamientos en los países con pocos recursos. En este sentido, Moreno Bau comenta que la estrategia covid en España tiene como foco “el acceso universal y distribución de las vacunas”. Por eso, el país ha contribuido con 50 millones de euros al fondo COVAX AMC, una herramienta multilateral y multi-actor para garantizar la adquisición y suministro de vacunas para las naciones que no pueden permitirse competir en el mercado. Sin embargo, España se ha posicionado, junto con la Unión Europea y los países más ricos del planeta, en contra de liberalizar las patentes de las inmunizaciones y medicamentos contra la covid-19. Una petición que India y Sudáfrica han planteado en la Organización Mundial del Comercio como vía para incrementar la capacidad de producción y reparto de las vacunas y tratamientos, y que aún está por dirimirse.

Además, los países ricos “han acaparado el 75% de las dosis disponibles”, indica Rodríguez Amayuelas. “Lo que impedirá que la vacunación en los países más empobrecidos no empiece, como pronto, hasta 2022″. Por eso, insiste en la necesidad de una distribución equitativa, de no hacerlo “tarde o temprano, el virus nos acabará volviendo”.

4. Derechos Humanos

El último informe de Cívicus pone de manifiesto que las libertades civiles han sido las grandes perjudicadas de la gestión gubernamental del coronavirus en todo el mundo. “Remover los obstáculos para conseguir el disfrute efectivo de los derechos humanos para todas las personas en todo el mundo” es una de las prioridades que deben tenerse en cuenta en este año que comienza, según Rodríguez Amayuelas. “Sin libertad, participación o transparencia no se pueden erradicar las causas de la pobreza, la desigualdad o la insostenibilidad global. Un cambio en la posición de la UE en relación con el tratado vinculante de derechos humanos y empresas de Naciones Unidas, y la aprobación de una ley de debida diligencia en el estado español sería pasos adecuados en esta dirección”, opina. En palabras de Cortada, una de las cuestiones ineludibles en 2021 debe ser “proteger los derechos humanos evitando que la desigualdad y el nacionalismo imperen en la respuesta a la crisis”.

Amnistía Internacional también lo ha denunciado. Muchos gobiernos han hecho de su capa un sayo y han aprovechado para reprimir aún más a los ciudadanos, incluso a aquellos ya retenidos o encarcelados, advertía en su informe Atreverse a defender los derechos humanos durante una pandemia de agosto de 2020. En su estudio, la ONG identificó que 131 personas en todo el mundo habían sido víctimas de hostigamiento, enjuiciamiento, homicidio o encarcelamiento bajo pretextos relacionados con la covid-19. “La legislación sobre noticias falsas, las restricciones de la circulación, la menor protección policial y la mayor intolerancia a la crítica han dado lugar a una nueva oleada de represión en todo el mundo contra quienes han denunciado irregularidades en el sector sanitario o han señalado respuestas inadecuadas a la pandemia”, indicaban.

5. Gobernanza global frente a nacionalismos

“Hay que reforzar y fortalecer los mecanismos de gobernanza global. La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de tener una herramienta de respuesta conjunta. Los retos son comunes y no tenemos instrumentos suficientemente operativos para responder”, solicita Pajín. “Se trata de ceder soberanía hacia arriba, que haya gobiernos globales que puedan tomar decisiones”, explica.

En este apartado, Moreno Bau da relevancia a los deberes en casa: “Todas nuestras prioridades pasan por una primera urgencia: la reestructuración institucional, jurídica y financiera del sistema de la Cooperación Española, algo absolutamente imprescindible para adecuarnos a la realidad la Agenda 2030 y la transversalidad de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. Esta reforma, dice, está ya en marcha y su deseo es que esté lista a finales de 2021. “España es un socio confiable y clave del sistema multilateral, pero hay que actualizarse. En realidad, todo el engranaje de la cooperación internacional está cambiando para ser capaz de afrontar los nuevos desafíos del cambio climático, la salud global, las migraciones o la pobreza”, puntializa.

“Los gobiernos de los países afluentes van a recibir mucha presión interna para atender al fuerte impacto socioeconómico negativo y a las expectativas de sus poblaciones, en competencia con sus compromisos de apoyo al desarrollo”, recuerda Plasència. La primera respuesta a la covid-19 “ha ofrecido señales esperanzadoras”, considera Cortada. Pero al mismo tiempo ha evidenciado la incapacidad de constituir en un Gobierno global “que establezca la recuperación como prioridad por encima de los beneficios de grupos particulares”.

Esa es, insiste Pajín, una tarea urgente para este año, aunque el populismo y el nacionalismo representan una amenaza. Coincide Cortada: “Nuestros Gobiernos han tenido una visión nacionalista, y de forma tácita, han permitido que prevalezca el interés particular y los beneficios de grupos de interés muy poderosos sobre el bien común, la protección de la salud pública y las ayudas a las personas y países más vulnerables afectados por la covid-19. Cambiar la dirección de esas decisiones, y que se privilegien los bienes comunes, desde un nuevo multilateralismo es el mayor reto del 2021″.

6. Financiar el desarrollo

Tener instituciones fuertes, que primen el bien común frente al particular, no es el único ingrediente para poder luchar contra a pobreza, la desigualdad, el hambre o garantizar educación y sanidad a los ciudadanos. Los fondos son igualmente necesarios. Pero “existe un riesgo evidente de que las economías más desarrolladas contraigan su ayuda y hagan un repliegue hacia dentro de sus fronteras, dejando de financiar otras crisis como el hambre masiva en África o en el sudeste asiático”, advierte Longué

Mientras los países más ricos se han ayudado a sí mismos con 11 billones de dólares, la ayuda oficial al desarrollo ha permanecido estancada

Lo mismo teme Pajín. “No se debe reducir la financiación. Ahora va a haber una reorientación de fondos hacia la urgencia, que además pone de manifiesto problemas estructurales”, reconoce. Los datos apuntan que ese repliegue se está produciendo. “Mientras los países más ricos se han ayudado a sí mismos con 11 billones de dólares, la ayuda oficial al desarrollo ha permanecido estancada y el alivio de la deuda ha sido de tan solo de 5.700 millones para los países que más apoyo necesitan”, enumera Cortada.

Rodríguez Amayuelas lo tiene claro: la financiación del desarrollo a nivel global se va a ver recortada porque los Estados van a destinar sus fondos a recuperar sus economías. “Y porque, en general, la bajada de las rentas nacionales de todos los países como consecuencia de la crisis va a suponer un menor porcentaje de ayuda al desarrollo en términos absolutos”, advierte. Moreno Bau promete que el Gobierno de España mantiene el compromiso de “elevar de manera gradual el porcentaje de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) hasta el 0,5 % de la Renta Nacional Bruta a final de legislatura”.

Y un deseo…

¿Qué le piden a 2021 los expertos a los que hemos consultado?

  • Leire Pajín (REDS): “Me gustaría que este año sea definitivo e importante en la lucha contra la violencia de género. La pandemia no debe ocultar otras tareas olvidadas como esta. Hay que volver a colocarla en el corazón de la agenda”.
  • Gustavo Suárez Pertierra (Unicef España): “Lograr la reapertura de las escuelas en condiciones de seguridad, retomar las campañas de vacunación y conseguir que los servicios sociales y sanitarios vuelvan a estar 100% operativos en todos los países del mundo”.
  • Antoni Plasència (ISGlobal): “Me gustaría que se avanzase en la cooperación al desarrollo a través de los programas de investigación, innovación y formación, con partenariados de centros y universidades de países del Norte con sus homólogos en los países del Sur global, especialmente en África y Latinoamérica”.
  • Andrés Rodríguez Amayuelas (Coordinadora ONGD): “Concitar un amplio respaldo de la sociedad española a una nueva ley de cooperación para el desarrollo sostenible que reconozca que vivimos en un mundo interdependiente y que impulse medidas radicales y de modo urgente. Es una cosa pequeñita en el contexto global, pero es en lo que podemos empujar para que sea realidad”.
  • Ángeles Moreno Bau, Secretaria de Estado de Cooperación: “Desearía que fuéramos capaces de trasladar a la ciudadanía el sentido profundo de la cooperación, ahondar en la perspectiva humana de esta profesión que, sostenida sobre imperativos éticos, supone una gran empresa de progreso y bien común”.
  • Franc Cortada (Oxfam Intermón): “Un gran acuerdo para convertir todas las vacunas covid-19 en un bien público de acceso universal, libres de patentes. Y un compromiso universal por una recuperación sostenible, justa y que priorice a las mujeres y niñas”.
  • Olivier Longué (Acción Contra el Hambre): “Nos gustaría ver un avance decisivo hacia la consecución del segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible: Hambre Cero”.

Fuente: https://elpais.com/planeta-futuro/2021-01-03/2021-un-ano-para-reorganizar-las-prioridades-de-la-humanidad.html

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Estas son las claves para involucrar a las familias en el aula

Por: Educación 3.0

Encontrar un horario adecuado para las familias, cooperar y entenderse con ellas, hacer que asuman distintos roles y ofrecerles un apoyo extra en Secundaria es fundamental para que las familias participen de la educación de sus hijos dentro del aula. Nos lo cuenta Francesc Vicent Nogales, docente en el colegio San Enrique de Quart de Poblet, en Valencia.

Durante los últimos años hemos vivido una auténtica vorágine metodológica en las aulas: aprendizaje basado en proyectosgamificación, aprendizaje-servicio, o los proyectos cooperativos, entre otros. Tras mucho tiempo aplicando estas estrategias metodológicas, hay una constante que siempre nos ha dado garantías de éxito: la implicación de las familias en la realidad del aula. Las familias llevan décadas reconocidas como miembros de la comunidad educativa, pero también llevan años relegadas al apoyo en el hogar, con estudio y deberes, y con una importante desconexión del aula.

Involucrar a las familias enseñándoles cómo aprenden sus hijos

Pero, ¿cómo pueden apoyar la educación de sus hijos si aplicamos unos métodos que ellos mismos desconocen? Es incoherente esperar que comprendan cómo reforzar contenidos con el método ABN (Algoritmo Basado en Números) si aprendieron con una metodología diferente cuando eran estudiantes. Un ejemplo: un cirujano de hace 80 años se sentiría completamente inútil en un quirófano actual, y a las familias les sucede algo similar si entran ahora en un aula en la que se encuentran a los estudiantes trabajando en cooperativo o desarrollando una sesión de ABP. La mayoría de las familias desconocen las rutinas de pensamiento que hoy son habituales en nuestro día a día, y nos miran con extrañeza cuando sus hijos les dicen: “Hemos estado jugando en clase”.

Familia y escuela

Por ello, es fundamental permitirles ser miembros activos dentro del aula haciendo que comprendan el aprendizaje basado en juegos, la gamificación o las matemáticas manipulativas, entre otras metodologías. A estos beneficios debemos añadir la importante carga motivadora que supone para los estudiantes y, por supuesto, la tarea y responsabilidad compartida con los padres y madres.

¿cómo pueden las familias apoyar la educación de sus hijos si aplicamos unos métodos que ellos mismos desconocen?

En el momento en el que abrimos las aulas y las familias entran, ven y observan su punto de vista cambia completamente. Las familias comprenden que no jugamos, sino que es aprendizaje basado en el juego o que ‘Lápices al centro’ o ‘Folio giratorio’ son herramientas muy potentes para gestionar el trabajo cooperativo dentro de clase.

Claves para que las familias participen en clase

Por otra parte, muchos docentes siguen sintiéndose más cómodos sin la presencia de otros adultos en la clase. En los centros es fácil encontrar mitos que giran en torno a la participación de las familias como: “No pueden venir al aula”, “están trabajando”, “no nos apoyan”, “no podemos permitir que nos cuestionen, nosotros somos los expertos en educación” o “en Infantil las familias siempre están disponibles, vente a Secundaria y verás la realidad”. Pero, la realidad es totalmente distinta. Muchas familias pueden acudir al aula, pero hay que ir probando distintas alternativas y claves, como las siguientes:

  • Encontrar un horario adecuado para las familias: Hace siete años, en mi centro empezamos invitando a las familias a las nueve de la mañana, una hora ideal porque los niños están más tranquilos, pero la asistencia no solía ser mayor de cuatro o cinco personas por sesión. Otro año probamos a hacerlo de cuatro a cinco de la tarde, y desde entonces la asistencia siempre supera las diez personas por sesión.
Familias y aulas
  • Cooperación. Las familias son expertos respecto a sus hijos y nosotros a veces les cuestionamos afirmando, por ejemplo, que no ponen límites, pese a que no estamos presentes en sus casas. Familias y docentes estamos llamados a entendernos y cooperar, sin prejuicios ni juicios, sin cuestionar. Si ellos nos cuestionan no debemos entenderlo como una amenaza sino como oportunidad de mejora. Si una familia no entiende una actividad, nos están ofreciendo una oportunidad para explicarla de forma más clara, para darles a conocer lo que vivimos en clase, para crecer juntos.
  • Asignar distintos roles. Invitando a las familias a la clase, les enseñamos cómo hacerlo. Les invitamos a ser partícipes asumiendo en unos momentos el rol de observador de la sesión, el de explicar o exponer desde su experiencia personal o un papel dentro de un equipo cooperativo, por ejemplo.
  • Secundaria: una ayuda extra. En este nivel educativo, las familias necesitan toda la ayuda para comprender a sus hijos, y ahí es aún más importante nuestra labor. El problema puede ser que desde hace años han recibido un mensaje que no respondía a sus necesidades. ¿Nos sentimos cómodos si siempre recibimos mensajes negativos? ¿Acudiríamos a una reunión si me van a contar algo muy similar a lo que escuché los últimos tres años? En Secundaria los padres siguen necesitando ayuda, necesitan comprender cómo gestionar los cambios de sus hijos, cómo acompañarles y a la vez dejar el espacio que reclaman, o cómo generar corresponsabilidad, ahí el papel del profesorado es vital.

Implicar educativamente a las familias es una necesidad y no siempre sabemos cómo hacerlo. Para ello el libro ‘Escuela y familia: misión posible’ ofrece 27 proyectos educativos con actividades, pautas, programaciones y todo lo necesario para lograr que las familias quieran venir a clase con sus hijos y nosotros, como docentes, sepamos convertirlos en los agentes educativos que son.

En definitiva, si creamos un modelo de escuela en el que todos estamos implicados, y en el que todos tenemos ‘voz y voto’, lograremos implantar ese modelo de educación de 360 grados, en el que la escuela y su entorno cooperan generando espacios abiertos de aprendizaje.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/estas-son-las-claves-para-involucrar-a-las-familias-en-el-aula/

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Enfoques cooperativos, Hoy: Explicitar las consecuencias de la falta de Educación Cooperativa Escolar en los educandos.

“Partiendo de que la educación cooperativa escolar está dotada de atributos pedagógicos y didácticos en su estructura”.

Por José Yorg  y Ana María Ramírez Zarza.

“Nos preguntamos los educadores si todo lo que está ocurriendo en el mundo no es consecuencia de una educación mal encarada, de un concepto equivocado del actual cambio social y de la inoperancia de nuestras instituciones educativas”. Horacio Ratier

 

Escuela de «aula abierta». Una escuela viva, activa, social, alegre, solidaria, comunicativa, donde se aprende y enseña por la recíproca colaboración, de compañerismo, de ayuda mutua; de estudios e investigación por la acción de grupos afines, procedentes de diversos establecimientos escolares, comparten, alumnos y docentes, unidos sin discriminaciones, en la búsqueda de resultados comunes en una sana amistad de énfasis fraterno; vale decir, en una aula de «puertas abiertas». Para este evento cabe la implantación de excursiones escolares conforme un plan respectivo de enseñanza e investigación cooperativa en diversas reuniones del país, con un adecuado sentido cultural a nivel estudiantil. Horacio Ratier

Prosiguiendo con la publicación de los hallazgos investigativos, nosotros, docentes cooperativos, Ana María Ramírez Zarza y José Yorg, en función, precisamente, investigativa pedagógica por disposición del Ministerio de Educación de Formosa (Arg.), damos la segunda comunicación, recordemos que la primera fue sobre  los resultados muy satisfactorios en las evaluaciones comparativas desde la educación cooperativa escolar con respecto a la educación tradicional, ahora abordaron las consecuencias de la falta de Educación Cooperativa Escolar en los educandos.

Ramírez Zarza: Nosotros en nuestro  método investigativo-para el análisis de información- usamos una herramienta fiable denominada correlación comparativa  para lograr conclusiones derivadas de las correlaciones entre dos universos, cual son, respectivamente, el universo de los educandos cooperativos y el universo de los educandos tradicionales, sin menoscabo  ni competencia, sencillamente exhibimos la realidad comprobable, partiendo de que la educación cooperativa escolar está dotada de atributos pedagógicos y didácticos en su estructura.

El informe de cotejo.

Yorg: Se consideran dos aspectos  relevantes  de la trayectoria y gramática escolar, sin entrar a exponer en tablas y gráficos estadístico, la cuantificación de la  gradualidad (%) que superan o están por debajo de la media ponderada. y correlación  de los indicadores de la variable en estudio, Se consignan, sin embargo, las primeras conclusiones obtenidas de los mismos y que cada quien saque su conclusión:

Universo de los educandos tradicionales

Campo disciplinar: alumnos no organizados en la realización  de tareas áulicas, (atenta escucha de las exposiciones del docente y pares)  institucionales, (recreos, formación en el inicio y salida de los educandos), comunitarias (en los actos escolares poco adeptos a sujetarse a pautas de comportamientos formales). La disciplina que asumen es una disciplina impuesta por la institución, al cual los docentes deben recurrir al sistema de premios y castigos para lograr su acatamiento parcial.  Algunas de las posibles causas observables de ello, es su no comprensión del mismo, así como los educandos “no son oídos” en sus reclamos Y por lo tanto no tienen participación alguna en el gobierno escolar. Todo lo es impuesto por coerción: Ej. Firma del libro, ir de castigo a la dirección, cuidado con la directora, etc.

Campo Pedagógico – Didáctico: Las observaciones  arrojan  que el P E-A  y las evaluaciones realizadas apuntan más a medir resultados del nivel cognitivo alcanzado, que otros logros alcanzados no explícitos en la misma. Desconocen y no participan de la formulación de los criterios de acreditación con que serán evaluados. Se observó también una ruptura entre la teoría y la práctica, las dos raíces de la educación (Juan Mantovani). La integración inter área es muy débil. El “aprender con otros” no es una metodología aplicada según sus preceptos.

Universo de los educandos cooperativos

Campo disciplinar: alumnos auto-organizados en la realización de tareas áulicas, institucionales, comunitarias, lo hacen por grupos organizados de trabajo y estudio, acorde a criterios propuestos por los mismos, tratados en  asambleas áulicas y aprobados, conforme a una simple mayoría, registrados en cuadernos y firmados por los educandos (Integración curricular, áreas de Lengua,  Ciencias Sociales y Educación Física). La disciplina que asumen no es impuesta por las autoridades pedagógicas, surge de su propia elección y decisión, por lo cual se les torna mejor la convivencia escolar. No hay un sistema de coerción, si, un sistema de reflexiones sobre las inconductas y definición de posibles soluciones ante ello. Los educandos cooperativos al estar organizados bajo la forma de una cooperativa escolar, su participación en determinados aspectos de la gestión escolar, son escuchados y atendidos. Alumnos y docentes asumen responsabilidades integradas y graduadas.

Campo Pedagógico – Didáctico:  las mediciones  realizadas del P E-A, en función de las evaluaciones realizadas, están centrados en el desarrollo de sus capacidades cognitivas, destrezas, habilidades  como así también, en el apego a los valores y principios de la cooperación escolar. Su rendimiento escolar, al estar integrados las áreas y a no haber entre las mismas separación, permiten integralidad horizontal de las teorías curriculares, con la práctica organizada de las mismas, y  como eje medular que las aduna, la Cooperación Escolar.  El aprender con otros orgánicamente, es una constante del proceso de E-A. Los criterios de acreditación para las pruebas formales están bien delimitadas, son conocidas y comprendidas  por los educandos, pues han participado de su elaboración. Se debe agregar también que el docente valora y centra  su preocupación y ocupación  en el “silencio de las evaluaciones”, es decir, merita integralmente.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

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Mundo: 2030 Internet para todos

Mundo/14-06-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

Suena a slogan de campaña política. Pero esa es la propuesta que Naciones Unidas presentó ayer en un informe sobre acciones urgentes para que las nuevas tecnologías beneficien a todo el mundo y se controlen algunos sus riesgos, además de poner como objetivo que en 2030 todos los ciudadanos tengan un acceso asequible a Internet.

Las prioridades delineadas por el jefe de la ONU, António Guterres, se basan en una serie de recomendaciones que le presentó hace un año un “grupo de sabios” presidido por Melinda Gates y el fundador de Alibaba, Jack Ma.

Cooperación es la salida

Se necesita un refuerzo de la colaboración entre Gobiernos, empresas, académicos y sociedad civil para que las oportunidades de la tecnología desemboquen en más prosperidad y más oportunidades.

19% en países menos desarrollados Naciones Unidas, tras consultar con los Estados miembros y más de 300 entidades, ha asumido ese eje central y plantea ocho prioridades de actuación, que van desde garantizar que para 2030 todos los ciudadanos tengan un acceso asequible a internet hasta un proceso global para mejorar la seguridad digital.

El diplomático portugués subrayó que la crisis de la COVID-19 hace más evidente la necesidad de mejoras.

Población con acceso a Internet (2019) 87%  en países ricos Guterres destacó que la tecnología digital es clave en la respuesta a la pandemia -desde la investigación de una vacuna al hecho de que millones de personas puedan trabajar y estudiar desde casa- y que amenaza con aumentar la desigualdad en el mundo.

En 2019, un 87 por ciento de la población en los países ricos utilizaba internet, un porcentaje que en los países menos desarrollados cae hasta el 19 por ciento.

A la vez, Guterres advirtió que la COVID-19 está ofreciendo «pruebas dramáticas de las amenazas que plantea el uso sin gobierno de la tecnología», con cibercrimen y abusos de derechos humanos, y que ha desencadenado «algunas de las técnicas de vigilancia más intrusivas» vistas nunca.

Agenda planteada

Para impulsar igualdad y protección de DDHH en lo digital

  • Conectividad universal para 2030
  • Facilitar ‘inclusión digital’ para los más vulnerables’
  • Reforzar formación y capacitación
  • Promover el ‘código abierto’
  • Implementar ‘bienes digitales públicos’
  • Cooperación en inteligencia artificial
  • Mejorar seguridad en Internet
  • Construir arquitectura eficaz de cooperación digital

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102320397/2030-internet-para-todos

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Covid-19: o cooperamos o no tenemos futuro

Por: Leonardo Boff

 

 Una pregunta siempre presente en las búsquedas humanas es: ¿cuál es nuestra esencia específica? La historia conoce innumerables respuestas, pero la más contundente, convergencia de varias ciencias contemporáneas como la nueva biología evolutiva, la genética, las neurociencias, la psicología evolutiva, la cosmología, la ecología, la fenomenología y otras, es esta: la cooperación.

Michael Tomasello, considerado genial en el área de la psicología del desarrollo infantil de 1 a 3 años, sin intervención invasiva, reunió en un volumen lo mejor de ese campo con el título: Por qué cooperamos (Warum wir kooperieren, Berlín, Suhrkamp 2010). En su ensayo inicial afirma que la esencia de lo humano está en el “altruismo” y la “cooperación”. «En el altruismo uno se sacrifica por el otro. Es la em-patía. En la cooperación muchos se unen para el bien común» (pág. 14).

Una de las especialistas principales en psicología y evolución, de la Universidad de Stanford, Carol S. Dweck, afirma: «Más que la excepcional grandeza de nuestro cerebro y más que nuestra inmensa capacidad de pensar, nuestra naturaleza esencial es ésta: la aptitud para ser seres de cooperación y de relación» (Por qué cooperamos, op. cit. 95).

Otra, especialista de la misma ciencia, famosa por sus investigaciones empíricas, Elizabeth S. Spelke, de Harvard, afirma: nuestra marca, por naturaleza, la que nos diferencia de cualquier otra especie superior como los primates (de los cuales somos una bifurcación), es “nuestra intencionalidad compartida” que propicia todas las formas de cooperación, comunicación y participación en tareas y objetivos comunes” (op. cit. 112). Va pareja con el lenguaje, que es esencialmente social y cooperativo, un rasgo específico de los humanos, tal como lo entienden los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela.

Otro especialista –éste, neurobiólogo del conocido Instituto Max Plank– Joachim Bauer, en su libro El gen cooperativo (Das kooperative Gen, Hoffman und Campe, Hamburgo 2008), y especialmente en el libro Principio-humanidad: por qué cooperamos por naturaleza (2006) apoya la misma tesis: el ser humano es esencialmente un ser cooperativo. Refuta rotundamente al zoólogo inglés Richard Dawkins, autor del libro El gen egoísta (1976/2004). Y afirma que la tesis de este último «no tiene base empírica ninguna; por el contrario, representa el correlato del capitalismo dominante, al que parece así legitimar» (op. cit. 153). También critica la superficialidad de otro libro suyo: El espejismo de Dios (2007).

Sin embargo, dice Bauer, está científicamente comprobado que «los genes no son autónomos y de ninguna manera ‘egoístas’, sino que se agregan con otros en las células de todo el organismo» (El gen cooperativo, 184). Y añade: «Todos los sistemas vivos se caracterizan por la cooperación permanente y la comunicación molecular, hacia adentro y hacia fuera» (op. cit. 183). Es notorio para la bioantropología que la especie humana dejó atrás a los primates y se convirtió en ser humano cuando comenzó a recoger y a comer lo que recogía de manera cooperativa.

Una de las tesis centrales de la física cuántica (W. Heisenberg) y de la cosmogénesis (B. Swimme) consiste en afirmar la cooperación y la relación de todos con todos. Todo está relacionado y nada existe fuera de la relación. Todos cooperan unos con otros para coevolucionar. Tal vez la formulación más bella la encontró el Papa Francisco en su encíclica Laudato Sì, sobre el cuidado de la Casa Común: «Todo está relacionado, y todos nosotros, los seres humanos, caminamos juntos como hermanos y hermanas, en una maravillosa peregrinación… que nos une también, con tierno afecto, al hermano Sol, a la hermana Luna, al hermano río y a la Madre Tierra» (nº 92).

Un brasileño, profesor de filosofía de la ciencia en la UFES de Vitória, Maurício Abdala, escribió un convincente libro El principio cooperación, en línea con las reflexiones anteriores.

¿Por qué decimos todo esto? Para mostrar lo antinatural y perverso que es el sistema imperante del capital con su individualismo y su competición, sin ninguna cooperación. Es el que está llevando a la humanidad a un fatal callejón sin salida. Con esta lógica, el coronavirus nos habría contaminado y exterminado a todos. La cooperación y la solidaridad de todos con todos es lo que nos está salvando.

De aquí en adelante tenemos que decidir si obedecemos a nuestra naturaleza esencial, la cooperación, a nivel personal, local, regional, nacional y mundial, cambiando nuestra forma de habitar la Casa Común, o comenzamos a prepararnos para lo peor, por un camino sin retorno.

Si no escuchamos esta lección que la Covid-19 nos está dando, y volvemos con más furia aún a lo de antes, para recuperar el atraso, nos pondremos en la cuenta regresiva de una catástrofe todavía más letal. ¿Quién nos garantiza que no podrá ser el temido virus NBO (el Next Big One, ¡el gordo!), aquel próximo y último virus avasallador e inatacable que pondrá fin a nuestra especie? Grandes nombres de la ciencia como Jacquard, de Duve, Rees, Lovelock y Chomsky entre otros, nos advierten sobre esta emergencia trágica.

Sólo me queda recordar las últimas palabras del viejo Martin Heidegger en su última entrevista a Der Spiegel, que sería publicada 15 años después de su muerte, refiriéndose a la lógica suicida de nuestro proyecto científico-técnico: “Nur noch ein Gott kann uns retten” = “Sólo nos podrá salvar un Dios”.

Es lo que espero, y creo, pues Dios se ha revelado como “el apasionado amante de la Vida” (Sabiduría 11,24).

Fuente: http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=988

Imagen: https://pixabay.com/

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