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Otra perspectiva pedagógica para desmitificar el relato clásico

Con su «Pedagogía de la desmemoria» el psicólogo Marcelo Valko propone pensar la historia desde otra perspectiva.

Alfredo Montenegro / La Capital
por Alfredo Montenegro / La Capital

El investigador Marcelo Valko
El investigador Marcelo Valko, en el patio de la sede de Gobernación.
«Al hablar de la pedagogía de la desmemoria, buscamos pensar la historia desde otra perspectiva, desmitificar el relato nacional y la imagen de las grandes figuras de la historia argentina», indica Marcelo Valko, psicólogo, especialista en etnoliteratura y en investigar el genocidio indígena cometido por el Ejército Argentino.

El investigador se presentó el viernes de la semana pasada en el seminario de antropología «Crónicas y estrategias del genocidio invisible», organizado por el Museo Gallardo (ver aparte). El encuentro recorrió parte de la investigación de Valko, que se refleja en su nuevo libro «Cazadores de poder. Apropiadores de indios y tierras (1880-1890)», de editorial Continente.

Con el apoyo de imágenes de fotos de la avanzada militar, documentos de la Iglesia Católica, de Tribunales y del Ejército Argentino, además de recortes de diarios de la época y otras investigaciones, como la del historiador Osvaldo Bayer, Valko enfoca lo sucedido tras la irrupción de las tropas militares, el despojo y reparto de los territorios que habitaban ranqueles, tehuelches y mapuches. Con documentos de la época se comprueba el arrebato de esos campos por las familias de renombre y el ultraje de coleccionistas de huesos que profanaban tumbas de las tribus.

Marcelo Valko remueve el relato del pasado y documentado con los ocultados registros oficiales, revela los «métodos civilizados» que se aplicaban en las prisiones, la destrucción de familias, los trabajos forzados, el hambre, las enfermedades y las muertes que diezmaron a los primeros pobladores.

El trabajo del investigador se fundamente en el registro de documentación del Obispado porteño, donde consta la situación de los originarios confinados en la isla Martín García, los bautismos a la fe católica y las muertes producidas por enfermedades y pésimas condiciones de vida.

También retoma la emblemática vida del rebelde Calfucurá, su hijo Namuncurá, el vencido capitanejo que fue padre de Ceferino, el niño tomado por y nombrado beato.

Cambios en la formación

Sobre la articulación de las nuevas investigaciones al pasado nacional, impulsadas desde espacios informales de la educación y autores, Valko explica que la apertura a profundas y distintas investigaciones, «ya no es tan informal, al contrario. Trabajos de Osvaldo Bayer fueron declarados lectura obligatoria en varias provincias patagónicas. En mi caso, «Pedagogía de la desmemoria» y «Los indios invisibles del Malón de Paz», ingresaron ya hace varios años a distintas cátedras universitarias e institutos de formación docente. Esta lucha crece desde el pie y está más crecida de lo que parece».

En relación a los cambios curriculares que incluyan esta visión que no contempla la educación tradicional, señala que «al ingresar en las universidades estos temas y en planes de estudio de institutos de formación docente, van ganando espacios».

«Hay próceres como Sarmiento que están muy instalados en la historia y la educación, pero en muchos sitios hay mucha movida para que sea recordado Carlos Fuentealba, docente y militante asesinado por la espalda por la policía neuquina el 4 de abril de 2007, sobre la ruta nacional 22. Es difícil que acontezca, pero hay una fuerte corriente innovadora», advierte.

Burocracia educativa

«Se avanza, —dice—, pero la burocracia educativa, con esos expedientes que tapan escritorios hacen que todo quede ahí y que no pase nada nuevo, que nada cambie y se mantenga el status quo. Pero también hay grupos que se mueven, como en el caso de Santiago del Estero, donde ex seminaristas trabajan en ese sentido y forman un grupo muy comprometido».

También cita el caso de maestras de la ciudad bonaerense de San Carlos de Bolívar, «en cuya plaza central, junto a la bandera argentina flamea la bandera mapuche. Hemos dado charlas allí, pero ya tenían un gran trabajo de divulgación con la comunidad y la inclusión».

Además, agrega: «Hace poco, un editor me dijo que hace treinta años no se hubiera podido editar libros como los que escribí». El investigador también dirigió diversos proyectos sobre el imaginario andino, es autor de los libros «Los indios invisibles del Malón de la Paz» (2007), «Pedagogía de la desmemoria» (2010), «Ciudades Malditas, Ciudades Perdidas» (2012), «Desmonumentar a Roca» (2013), además de «Cazadores de poder…» (2015) y el reciente «Descubri-Miento de América».

«Desmemoria hereda olvido»

Valko sostiene que «lo ocurrido durante la Dictadura Cívico Militar Eclesiástica de 1976 de desaparición de personas, secuestro y sustitución de identidad de niños, abusos sexuales, apropiación de bienes y utilización de una red de campos de concentración tuvo un antecedente que guarda una siniestra similitud con lo padecido por los indígenas en el ultimo cuarto del siglo XIX. Como expuse al comienzo de «Pedagogía de la desmemoria». Todo genocidio es heredero de un genocidio anterior. Matanza hereda matanza. La desmemoria hereda olvido. La impunidad traslada el espanto una y otra vez y la invisibilidad se instala». Precisamente eso es lo que acontece en nuestro país que profesa un culto del olvido, un catecismo de la desmemoria y una celebración de la impunidad mediante una historia oficial creada para justificar hasta las pretensiones más inadmisibles de la elite de turno.

   Sobre ese antecedente, cabe recordar que el general Roca (1843 ? 1914), al ser ministro de Guerra y Marina del gobierno de Avellaneda, aseguró en una proclama que difundió el diario La Prensa el 29 de abril de 1879: «En poco tiempo habéis hecho desaparecer las numerosas tribus de la pampa que se creían invencibles con el pavor que infundía el desierto… Extinguiendo estos nidos de piratas terrestres y tomando posesión real de la vasta región que los abriga, habréis abierto y dilatado los horizontes de la patria hacia la comarca del Sud, trazando, por decirlo así, con vuestras bayonetas un radio inmenso para su desenvolvimiento y grandeza futura».

Sobre la pedagogía del exterminio

En una pregunta de los asistentes al seminario surgió el tema de los dichos del ministro de Educación, Esteban Bullrich, al decir en una sede de la Universidad Nacional de Río Negro: «Esta es la nueva campaña del desierto».

   Valko señaló que «es lógico que el ministro defienda a estos próceres, al cabalgar sobre la llamada conquista de desierto me hace recordar al genocida Videla, cuando en 1979, en el mismo lugar del sur, relacionó a esa campaña con la política de la Junta militar de 1976». Y remarcó: «No debería sorprender que un gobierno que tiene toda las características de la derecha, con un grupo de gerentes en los ministerios, crea que estuvo bien la llamada conquista del desierto».

   También indicó que cuando el ministro admite «que ese discurso donde habla de la campaña de Roca, había sido improvisado, en verdad demuestra que ese es su profundo pensamiento y que su inconsciente afloró a borbotones diciendo esas barrabasadas, en una región donde hay mestizaje, población criolla y mapuches».

   En ese marco, recuerda que el actual secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, impulsó desalojar el galpón del Espacio de la Memoria de la ex Esma, donde medio centenar de artistas construyen el Monumento a la Mujer Originaria.

Por el Espacio de Memoria

El seminario fue organizado por el Museo Provincial de Ciencias Naturales Angel Gallardo y el Centro de Estudios e Investigación de Arqueología y Memoria de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), área de antropología y paleontología. «La idea de convocar a Marcelo surge porque es un referente en los ejes temáticos que venimos investigando: primeros habitantes, genocidio, memoria, historia reciente de la región», indicó María Belén Molinengo, miembro del grupo.

   »La actividad —explica— se realiza en el marco de la puesta en marcha de la muestra denominada ‘Relatos, crímenes, territorios y gigantes'».

   Los organizadores realizaron con Valko un recorrido por el Espacio de Memoria, ex Servicio de Informaciones de la policía de Santa Fe donde funcionó entre 1976 y 1980 el principal Centro Clandestino de Detención de la provincia. En ese marco, Valko le indicó a una ex detenida de la dictadura, que «durante el tribunal de Núremberg no se llegó a 50 condenas, mientras que en la Argentina ya son más de mil los condenados y es un tema sensible a la sociedad, aunque algunos quieran que queden tapados en una grieta o brecha cerrada».

Fuente: http://www.lacapital.com.ar/otra-perspectiva-pedagogica-desmitificar-el-relato-clasico-n1249590.html

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Cultivar la memoria histórica es más necesario que antes, pero debemos hacerlo bien

Por: Nestor del Prado

Insisto en que los recursos minerales pueden quedar guardados bajo tierra por muchos años para decidir el mejor momento de su extracción, en cambio la memoria histórica si no se cultiva se pierde. Una nación sin memoria histórica es una nación perdida. Y no es que el pasado sea factor decisorio para construir el futuro, pero sí muy importante para tal objetivo. Hay muchas maneras de enseñar la historia y muchas más todavía de aprenderla. El libro de texto es la manera clásica o más extendida, no hay porqué desecharlo, pero considero que es muy importante complementarlo con otros recursos tales como: la película, la novela, el testimonio, la anécdota, etc. Claro que en estos tiempos un buen libro de texto en soporte electrónico podría contener todos o partes de los recursos complementarios. La enseñanza de la historia siempre tiene una cuota de intencionalidad política; en algunos casos es notablemente tendenciosa y parcial, tanto en las posiciones contrapuestas sin matiz alguno, como en la ausencia de coloración de las personalidades que se ganaron un lugar destacado en la historia. O lo pintamos totalmente buenos o totalmente malos.

Mi formación universitaria es de la ciencia matemática, en particular en análisis numérico y computación; luego la vida profesional me condujo a la ciencia de la educación, a la ciencia de la dirección y de las tecnologías de la información. Un excelente profesor de Historia en el preuniversitario me motivó a interesarme por su estudio, posteriormente el destino quiso que fuese dirigente estudiantil universitario, lo que propició que dicho interés aumentara.

A continuación abordaré algunas aristas polémicas sobre esta temática.

Comienzo por la necesidad de indagar en la historia contando con los hechos protagonizados por todos y no por una parte; con los testimonios de los vencedores y de los derrotados, de los preclaros y de los supuestamente confundidos. Esto se hace más difícil cuando los protagonistas están vivos, pero indudablemente habrá más oportunidad de llegar a la verdad histórica. Cuando los protagonistas no están vivos, entonces hay que acudir a documentos creíbles, con el riesgo de que los historiadores se abroguen el derecho de darle continuidad al pensamiento de los muertos. Casi siempre la historia la hacen los que ya no están y la escriben los que no estuvieron.

Mientras los protagonistas estén vivos, es necesario crear un clima de libertad de expresión, una cultura del debate, para desarrollar un debate culto.

Un aspecto extremadamente polémico es la participación o exclusión en el debate de los hechos históricos, de los que podíamos calificar de traidores, disidentes, oportunistas, de los equivocados, de los arrepentidos, de los resentidos, y otros calificativos de mayor o menor pegada. Puede suceder que algunos no quieran debatir, es su decisión y debe respetarse, pero qué hacer con los que sí quieran hacerlo. Para mí resulto una lección de vida, los eventos científicos que se han realizado sobre la invasión mercenaria por Girón, con la participación de importantes figuras del gobierno de los EEUUAA y de jefes de brigadas invasoras. Hubo testimonios de un enorme valor para el esclarecimiento de aquel devenir histórico de 1961.

La segunda arista de gran relevancia es la de escribir la historia de procesos relevantes, en los que resulta indispensable la consulta a documentos clasificados como secretos o limitados.

¿Quién escribirá la historia de la evolución económica de la Revolución? (1959-2015)

Para escribir segmentos notables de esta historia, se hará necesario desclasificar documentos de estado y de gobierno. Solo así los historiadores y los economistas podrán escribir con veracidad esa parte de la historia.

Una tercera arista polémica es la referida a los testimonios y anécdotas de protagonistas de edad avanzada, o no tanto pero con ciertos atisbos de problemas de memoria, sin que llegue a ser un enfermo de Alzhéimer; o inclusive se trate del portador de un cerebro sano.

Un artículo publicado en el 2013 en la BBC, titulado “La mente, una fábrica de recuerdos falsos”, por Melissa Hogenboom, plantea que la memoria humana se adapta y se moldea para ajustarse al mundo, y para ello es capaz de crear falsos recuerdos. Todos creamos recuerdos imaginados.

Los neurocientíficos dicen que muchos de nuestros recuerdos cotidianos están falsamente reconstruidos porque nuestra visión del mundo cambia constantemente.

“Nuestros sistemas preceptivos no pueden notar absolutamente todo de nuestro entorno. Recibimos información a través de todos nuestros sentidos pero hay huecos. Así que cuando recordamos un evento, lo que hace nuestra memoria es rellenar esos huecos con lo que sabemos sobre el mundo”.

Por tanto los testimonios y anécdotas de protagonistas de hechos históricos remotos, hay que tratarlos con suficiente rigor científico.

Teniendo en cuenta que un grupo de antiguos dirigentes de la UJC (entre 60 y 77 años de edad) hemos estado intentando reconstruir una parte de la memoria histórica, me propuse pensar en un algoritmo que minimizara la aparición y aceptación por el grupo de los llamados “falsos recuerdos”. Realmente tenía aplazada la tarea, pero mi participación en un Taller Académico convocado por el Instituto Cubano de Investigaciones Culturales ICIC Juan Marinello, la catalizó positivamente.

Propongo un sencillo sistema para evaluar la calidad de los testimonios.

Comienzo por decir que el término calidad abarca los siguientes atributos:

    Correspondencia con el hecho o proceso histórico

    Datos y juicios de valor que aporta

    Amplitud y profundidad del testimonio

    Veracidad, es decir ausencia de falsos recuerdos

    Evidencia documental

    Reafirmación o confirmación de otros protagonistas

    Utilidad para el esclarecimiento de los hechos

De estos atributos derivamos 10 variables para conformar el modelo de evaluación. Pueden ser más o menos de 10 variables, la herramienta informática se encargará de la estandarización.

A cada variable se le puede dar un mayor peso específico mediante el sistema de ponderación. Propongo que la ponderación sea de 1 de 2 o de 3.

La ponderación debe colegiarse entre los investigadores y participantes.

Una vez aceptada la ponderación para cada variable, se pasa a otorgarle un valor entre 0 y 10. Cero para descalificarla y diez para otorgarle la mayor confianza o respaldo. Empleo el sistema endecadario, para una posible utilización de la llamada matemática borrosa o Fuzzy.

No          Variables

  1. Confirmación de participación
  2. Correspondencia con el hecho
  3. Amplitud y profundidad
  4. Coherencia
  5. Evidencia documental
  6. Respaldo de otros protagonistas
  7. Exposición pública con otros protagonistas o participantes
  8. Respaldo de historiadores especializados
  9. Fiabilidad memorística
  10. Pertinencia y utilidad del testimonio

Suponemos que el testimoniante no padece de demencia senil ni de otra dolencia mental que lo haga no elegible para testimoniar.

Tengo una herramienta informática que posibilita realizar los cálculos automáticamente.

Se podrían cambiar las variables a criterio de la institución que la aplique.

Como regla utilizo la siguiente tabla para calificar el resultado, pero también podría ser modificada por la institución o grupo científico responsable.

Puntuación en %             Calificación         Observaciones

Más de 95           Excelente

Entre 90 y 94      Bien

Entre 85 y 89      Aceptable

Entre 80 y 84      Dudosa

Menos de 80     No aceptable

También se podría aplicar la regla que menos de un valor prefijado en alguna variable, implique directamente la calificación de No aceptable.

Hasta aquí una versión resumida del sistema que propongo.

Espero que los foristas interesados en tan importante temática colaboren en la mejora de lo planteado en este artículo.

Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2016/09/09/cultivar-la-memoria-historica-es-mas-necesario-que-antes-pero-debemos-hacerlo-bien/#.V9feNRJGT_s

Fuente de la imagen: http://sobrehistoria.com/las-fuentes-historicas-materia-prima-de-la-historia/

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Estados Unidos: A textbook debate over minorities and civic education

América del Norte/Estados Unidos/19 de Agosto de 2016/Autor: Durba Ghosh/Fuente: San Francisco Chronicle

RESUMEN: Cuando se reanuden las clases, los estudiantes de los Estados Unidos van a recibir los libros de texto de estudios sociales que se han debatido, reescritos y actualizados con los nuevos conocimientos. En California, los debates sobre lo que debe incluirse y cómo debe ser presentado ha sido objeto de un intenso debate en los últimos 20 años, y más reciente acaba de resolverse. ¿Cuáles son realmente estos debates, y por qué  escribir la historia es tan importante? La primavera pasada, los padres y los estudiantes de la India, con el apoyo de las bases Uberoi e hindúes americanos revisaron  los libros de texto de estudios sociales de secundaria. Ellos abogaron por el uso de «India» sobre «el sur de Asia» para referirse a los territorios del subcontinente indio, con el argumento de que el sur de Asia no reflejaba su identidad como indios. Asia del Sur incluye a las naciones de la India, Afganistán, Pakistán, Bangladesh, Nepal, Sri Lanka y las Maldivas. Además, el grupo instó a que los libros de texto borran toda mención de castas en la India, representan el Islam y el sijismo como ajeno al sur de Asia, y muestran que el tratamiento de las mujeres ha sido históricamente una alta prioridad para las personas que viven en el subcontinente indio.  Quienes se oponen a los cambios incluyen una amplia coalición de académicos, padres, maestros y miembros de otras diásporas del sur de Asia (Sri Lanka, Afganistán, Nepal, Dalit). Ellos argumentaron que los hechos acerca de la casta y la situación de la India como una sociedad secular que había sido receptivo a la aparición del budismo, el sijismo y el Islam debe recibir prioridad históricamente establecida.Después de varias audiencias públicas y reuniones, la Comisión de Calidad de Instrucción de California acordó mantener todas las referencias a la naturaleza jerárquica del sistema de castas, pero accedió a cambiar el sur de Asia hasta la India, salvo en unos pocos lugares.Estos debates sobre qué términos a utilizar en un libro de historia puede parecer poco importante. Sin embargo, se obtienen de las preguntas que son fundamentales en cualquier democracia, preguntas acerca de la participación ciudadana y cómo las minorías deben ser tratadas por las comunidades mayoritarias. Por un lado, activistas ciudadanos que tienen un interés en el proceso cívico que lleva a los libros de texto que se adoptan en un programa de estudios es el tipo de activismo cívico positivo que las democracias liberales deben apoyar; por el contrario, estas formas de activismo pueden introducir al pensamiento mayoritario en la educación, empujando a los estudiantes a excluir a las minorías y a los que son diferentes.

As schools reopen, students across the United States will be receiving social studies textbooks that have been debated, rewritten and updated with new knowledge and research. In California, debates over what should be included and how it should be presented has been the subject of fierce debate over the past 20 years, with the most recent just resolved.

What are these debates really about, and why is writing history so important?

This past spring, Indian parents and students, supported by the Uberoi and Hindu American foundations, mobilized over middle-school social studies textbooks. They advocated for the use of “India” over “South Asia” to denote the territories of the Indian subcontinent, arguing that South Asia did not reflect their identities as Indians. South Asia includes the nations of India, Afghanistan, Pakistan, Bangladesh, Nepal, Sri Lanka and the Maldives.

In addition, the group urged that textbooks erase all mention of caste in India, represent Islam and Sikhism as alien to South Asia, and show that the treatment of women was historically a high priority for those living on the Indian subcontinent. Many of those proposing changes argued from a position of injury and suggested that they were harmed or were at risk for being bullied because of Americans misunderstanding Hindu cultures.

Notably, the historical perspective that the Hindu American and Uberoi foundations supported led to a particular kind of history for India (not South Asia) that came at the expense of diversity.

Opponents to the changes included a broad-based coalition of scholars, parents, teachers and members of South Asia’s other diasporas (Sri Lankan, Afghan, Nepali, Dalit). They argued that historically established facts about caste and India’s status as a secular society that had been receptive to the emergence of Buddhism, Sikhism and Islam should receive priority.

After several public hearings and meetings, the California Instructional Quality Commission agreed to keep all references to the hierarchical nature of the caste system, but agreed to change South Asia to India in all but a few places.

These debates about what terms to use in a history textbook may seem unimportant. But they draw from questions that are central to any democracy, questions about civic participation and how minorities should be treated by majority communities. On the one hand, citizen activists taking an interest in the civic process that leads to textbooks being adopted in a school curriculum is the kind of positive civic activism that liberal democracies should support; on the other hand, these forms of activism can introduce majoritarian thinking into education, prodding students to exclude minorities and those who are different.

Common to these debates in India and the United States is a tension between majorities and minorities and the question of how to create a culture of diversity and inclusion when one group challenges another over what counts as historical knowledge about “their” communities.

If we can agree that social studies is intended to inform civic education, with the hope that young students will be engaged and involved citizens in the future, we should teach children a history that is complex and sensitive to what is positive about a given society or culture, as well as what is problematic (such as a caste system in which some members of communities were seen to be inauspicious or polluted).

In California, a process of public debate was intended to be inclusive and sensitive to a broadly conceived public, but it pitted several minority groups against one another. In the compromise forged by the commission, the textbooks ended up excluding any mention of “South Asians,” thus further marginalizing populations whose existence has been relegated to a time and space outside history. They should be working toward the goal of inclusion.

Schoolchildren should receive the kind of education that clarifies that the United States of America was built on a diversity that honors the unique histories of all minority groups.

Fuente: http://www.sfchronicle.com/opinion/openforum/article/A-textbook-debate-over-minorities-and-civic-9171711.php

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La Enseñanza de la Historia y los jóvenes

Centroamérica/Cuba/24 de Julio de 2016/Autor: Yasel Toledo Garnache/Fuente: Granma

Bostezos, dibujos en las libretas y el deseo de que el tiempo transcurra más rápido constituyen parte de la realidad durante algunas clases de Historia de Cuba y en ciertos centros es­colares del país, aunque duela ad­mitirlo.

Conozco de estudiantes que mi­ran constantemente por las persianas, unos escriben carticas y otros hasta son vencidos por el sue­ño, cuando la impartición de la asignatura se convierte en un tedio.

Algunos profesores repiten siem­pre las mismas palabras, extraídas del libro de texto o de manuales, con­feccionados hace poco o mu­cho. Y eso cansa, levanta una especie de muro entre ellos y los alumnos.

Afortunadamente, no siempre su­­cede así y existen buenos ejemplos de lo contrario. Mi mente pasa, cual rollo de cine en blanco y negro, mo­mentos en las aulas, y siento otra vez la emoción transmitida por quie­nes lograban llevarnos a combates, asambleas y más sucesos en la manigua y otros sitios.

Por las mareas de mi cuerpo circula otra vez la tristeza, después de preguntar sobre la infancia de Carlos Manuel de Céspedes…, y recibir un largo silencio como respuesta. ¿Por qué las omisiones de contenidos tan importantes como lo relacionado con las primeras edades del Padre de la Patria, incluidas sus preferencias, juegos y cómo era la familia, además de acaudalada…?

Los héroes también son seres humanos y sus gustos y hábitos terrenales los acercan más a las personas deseosas de conocerlos. To­dos los profesores debieran ser co­mo manantiales de conocimientos y tener la creatividad suficiente para lograr, o al menos intentar, que las palabras cobren vida y cautiven a quienes escuchan.

Hace poco una abuela me contó con pena que a su nieto no le supieron explicar, de forma detallada, el significado correcto de la bandera. Y eso me dolió. Según agregó, en la casa tampoco recordaban, llamaron por teléfono a varios amigos y nada, hasta que por fin encontraron unas páginas “salvadoras”.

Lo ideal es que todos nos sumerjamos en los textos sobre hechos del pasado con pasión y tengamos siem­pre deseos de aprender, pero muchos no tienen el impulso y tampoco pueden ser obligados.

Resulta esencial aprovechar ma­neras más creativas para enseñar y motivar la búsqueda de saberes. La literatura, a pesar de sus deudas con el reflejo de sucesos transcendentes de la historia nacional, puede ser una vía atractiva.

Las multimedias, dramatizados, animados y otros materiales audiovisuales de calidad sobre temas históricos también son escasos en el país, y eso es bastante lamentable en un contexto caracterizado cada vez más por la preferencia por lo digital y las imágenes en movimiento.

Es preciso aprovechar sitios históricos cercanos y las experiencias de combatientes y más personalidades de la localidad. Sería propicio incrementar las visitas a otras zonas exactas donde ocurrieron los acontecimientos y se pueden impartir algunas de las mejores clases.

Jamás olvidaré los momentos en La Demajagua, donde Céspedes en­cendió con más fuerza la llama del anhelo de libertad. Cerca de la campana emblemática, utilizada el 10 de octubre de 1868 para convocar a todos en el entonces ingenio, parece gravitar su voz y el ejemplo de aquellos hombres, decididos a empuñar las armas para acabar con el sufrimiento en Cuba.

Me emociono cada vez que re­cuerdo una de las rememoraciones del desembarco de los expedicionarios del yate Granma. El 2 de di­ciembre del 2015, como cada año, 82 jóvenes abordamos dos pequeñas embarcaciones y antes del amanecer nos tiramos al mar, por donde se estima lo hicieron quienes llegaron provenientes de México en 1956.

En el agua, el frío entraba a nuestros cuerpos, y seguimos hacia la orilla con la emoción de saber que por allí llegaron y continuaron los corajudos guiados por Fidel. Todos teníamos la luz del orgullo en nuestros ojos.

La Comandancia General del Ejército Rebelde en La Plata, intrincado paraje de la Sierra Maestra, es otro de los sitios que enamora y donde se respiran las esencias de la nación.

Allí crece una leyenda respecto al bohío de tablas, piso de madera y techo de guano, ocupado por el Co­mandante en Jefe. Cuentan trabajadores del lugar que la fuerza del hu­racán Dennis, en el año 2005, prácticamente arrasó con las demás edificaciones, sin embargo, la referida edificación sobrevivió con apenas unos rasguños. Aña­den que, con un gesto protector, la potencia del viento apartó un árbol que amenazaba con caerle encima.

Ningún libro transmitirá jamás la emoción percibida en lugares que constituyen altares de la Patria, en los cuales se pueden observar y palpar objetos reales.

La historia es una de las mayores fortalezas de Cuba, fuente de saberes y certezas, que es importante preservar como un ser vivo, para el bien de todos.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2016-07-21/la-ensenanza-de-la-historia-y-los-jovenes-21-07-2016-23-07-36

Fuente de la imagen: http://sociales.uaslp.mx/licenciaturas/historia

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España: Las aulas y la memoria

España/21 de julio de 2016/ Fuente: el periódico

La enseñanza de la guerra civil en los institutos aún cojea. Prima el empollar datos. Pero hay maestros que enseñan a comprender y proyectar al presente.

Hace unos meses, cuando ya había entrado de lleno en el tema de la Guerra Civil, la profesora Elvira Fernández invitó a clase aAssumpta Montellà para que hablara de la Maternidad de Elna. La historiadora, autora del famoso libro sobre la también conocida como Maternidad Suiza, el lugar donde centenares de mujeres embarazadas, refugiadas de la guerra y confinadas en los campos de concentración del sur de Francia pudieron dar a luz en condiciones dignas, se sentó ante la clase y relató la historia de aquel edificio milagroso, lo que a ella misma le habían contado algunas mujeres que habían alumbrado allí así como la propia directora, la enfermera suiza Elisabeth Eidenbenz. «Se hizo un silencio sepulcral», recuerda la profesora. Los estudiantes estaban cautivados y escucharon sin parpadear.

«La historia recientees la que explica dónde estamos», dice dice el catedrático Joan Pagès

Unas semanas después, los mismos alumnos le propusieron hacer un recorrido por los escenarios de la guerra en Barcelona. «Les interesaba el tema y querían saber más». La idea tuvo éxito y se materializó, pero no en una ruta por la ciudad sino en una visita a los escenarios de la guerra en el Ebro, a donde fueron en junio, «con el curso ya acabado y las notas puestas», es decir, cuando el conocimiento tenía valor por el conocimiento en sí. «La guerra les interesa», dice la maestra que consigue interesar a sus alumnos en la guerra. La anécdota tuvo lugar en el Institut Icària, en Barcelona, con la profesora Fernández y sus alumnos de 2º de Bachillerato, y retrata lo que los expertos en educación creen que debería ser la enseñanza de la guerra civil en los institutos.

«Una enseñanza no basada solo en los libros de texto sino en un sistema de aprendizaje por descubrimiento, en el que se motiva al alumno para que quiera descubrir no solo lo que pasó sino por qué pasó, así como las consecuencias que tiene eso sobre su vida», explica Joaquim Prats, catedrático del Departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universitat de Barcelona y coordinador del Grupo DHIGECS (Didáctica de la Historia, la Geografía y otras Ciencias Sociales). Prats, como otros expertos, lamenta que el tipo de enseñanza de la maestra Fernández no sea la regla. “Es minoritario”, dice.

POCO TIEMPO, MUCHO CONTENIDO

La enseñanza de la guerra civil en los institutos ha evolucionado desde la llegada de la democracia y sigue haciéndolo. «En los años siguientes a la transición la visión era más ideológica según quién impartía la materia –explica Prats–. Creo que actualmente es más objetiva y correcta según el nivel historiográfico que tenemos». Liberada de sesgos ideológicos, durante años se basó en la memorización de fechas y acontecimientos clave, en «aprender cuatro cosas que luego el alumno olvida para siempre», y en hacerlo, a veces, a toda prisa, bajo el acoso de un calendario siempre apretado y de un currículo cargado que había que despachar a como diera lugar. Mucho de eso sobrevive hoy, y no como una anécdota. «Un problema que hay es que a buena parte del profesorado no se le ha enseñado a enseñar –dice Joan Pagès, profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales de la UAB–. Además, como es un tema que en el currículo aparece muy al final, apenas se llega, y si se llega, el profesor prefiere aferrarse a lo que dice el libro, básicamente para no comprometerse. Porque sigue habiendo un cierto temor a abordar el tema, lo cual es sorprendente, con los años que han pasado ya».

«Es minoritario», dice Joaquim Prats sobre las iniciativas para enseñar la guerra de otra forma

La guerra civil se trabaja en 4º de ESO y en 2º de Bachillerato. En ESO, el tema figura en el último lugar de un bloquehistórico que incluye, entre otras cosas, la economía del periodo de entreguerras, el estudio del fascismo y del nazismo, la evolución de la URSS, la Segunda República y la Catalunya Autónoma de 1931 a 1936. En bachillerato, el currículo dicta trabajar en las causas de la revuelta militar, las fases de la guerra, la evolución política y la represión en las retaguardias de ambos bandos; el contexto internacional, la situación de la Generalitat republicana durante la guerra y el desenlace del conflicto, así como sus consecuencias. Todo eso en un número de horas de clase que, todos lo saben, son muy inferiores a lo que manda una auténtica comprensión de la historia. «Los currículos son enciclopédicos e inabordables, y así es imposible entrar en una visión profunda de los acontecimientos –dice Prats–. Aquí de lo que se trata es de intentar que los alumnos comprendan, y el comprender es muy lento. De este modo la formación histórica pierde su valor y su capacidad formativa».

¿Por qué es importante estudiar la guerra civil, y hacerlo bien? “Porque la historia reciente es la historia que explica dónde estamos –dice Pagès–. Claro que hay que estudiar a los romanos, pero si uno quiere comprender por qué el mundo es como es hay que estudiar la historia reciente, y en el caso de España y de Catalunya pasa obligatoriamente por estudiar la guerra”.

LA IMPORTANCIA DEL TESTIMONIO

Naturalmente, aquella visita de Montellà al Institut Icària no fue un acontecimiento aislado, sino una actividad que era fruto de una manera afín de entender las cosas. «Me interesa menos que mis alumnos sepan muchas cosas de historia y más desarrollar su pensamiento histórico crítico», dice Fernández, de la corriente “minoritaria” que apuesta por hacer bien las cosas. «Del currículo –explica– los profesores tenemos que seleccionar, establecer prioridades, y para mí, la guerra civil, el franquismo y la transición son temas fundamentales, temas que todo alumno al terminar la ESO debería haber trabajado bien». A sus alumnos, Fernández les proyecta documentales, les recomienda películas sobre la guerra; lleva a clase –llevó, mientras fue posible– a los que vivieron directamente el conflicto, y sigue llevando a los que apenas eran niños cuando estalló, y que recuerdan poca cosa, quizá el ajetreo de las bombas, quizá un paseo entre los escombros («el testimonio directo es importantísimo»); trabaja con los carteles de la guerra y con las fotografías de la guerra, que estudia y analiza con los alumnos; y los anima a hacer de historiadores y a preguntar sobre la guerra en sus casas, a ver con qué se encuentran. «Ytambién intento hacer una educación en valores. Porque cuando se trabajan los totalitarismos siempre hay una parte de valores que es importante».

La selectividad pesasobre la enseñanza de la guerra en bachillerato

Hay profesores que lo hacen bien. «El objetivo es que comprendan lo que ocurrió y que sean analíticos», sentencia Neus Alcarraz, profesora de Historia en 2º Bachillerato de la Escola IPSI,en Barcelona. Su abordaje de la guerra civil siempre acaba con una ruta del exilio que pasa por el Memorial de La Jonquera, las playas del sur de Francia, la Maternidad de Elna y la tumba de Machado en Collioure; pero antes de eso los puso a ver documentales, a hacer investigación de la guerra en sus familias, a leer a Pierre Vilar y su ‘Historia de España’ («que no es un libro de historia al uso, es un ensayo histórico, muy analítico»); les trazó paralelismos con la actualidad, y les trasladó «los valores morales, éticos, de pacifismo y respeto que se deben extraer de enseñar la guerra, y más una guerra civil»; les trasladó, en resumen, «una visión lo más completa posible» del tema. Aunque penda sobre la clase el fantasma de la selectividad, y que la guerra civil siempre sale en las pruebas, ni la profesora Alcarraz ni la profesora Fernández ceden a lo que otros: la tentación de estudiar para la selectividad. «Puedes preparar la selectividad así», dice Alcarraz. «Es otro condicionante, es cierto, al igual que el poco tiempo de que disponemos para enseñar algo tan importante, pero que tenga presentes las pruebas no significa que solo nos vamos a sentar a leer libros», dice Fernández.

INICIATIVAS PARA EL CAMBIO

Ensenyament y el Memorial Democràtic pusieron en marcha hace unos años un grupo de profesores cuya misión es elaborarpropuestas didácticas para trabajar la guerra en las aulas:el tipo de iniciativas que buscan el cambio. «Se trata de asegurar que no solo se trabaje el currículo, sino que el tema de la recuperación de la memoria, con lo que significa en términos de valores democráticos, quede recogido», dice Gemma Simon, responsable del Servicio Pedagógico del Memorial. Dice algo capital Simon: «Cada profesor tiene libertad para hacer las clases según la metodología que considere conveniente». Al fin y al cabo, en eso se basa todo: en el profesor. En su libertad para hacer las cosas como considere conveniente: poniendo a los chicos a memorizar o poniéndolos a pensar. «Si tiene sentido que exista este grupo es porquedesgraciadamente tenemos la situación que tenemos, pero estamos viendo un cambio de tendencia». De camino hacia el día en que las Fernández y Alcarraz no serán minoría.

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/ensenanza-guerra-civil-espanola-institutos-5271502

Imagen:http://estaticos.elperiodico.com/resources/jpg/2/2/julio-1936-inicio-guerra-civil-espanola-1468583865122.jpg

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La Bandera Que Trajo Miranda

Autor: Luis Britto García

América del Sur/Venezuela/14 de Julio de 2016/Fuente: Correo del Orinoco

En 1790 Miranda expresa al primer ministro William Pitt en Londres que “la América española desea que la Inglaterra le ayude a sacudir la opresión infame en que la España la tiene constituida”. En Francia pelea en 1792 en la batalla de Valmy. En 1798 pide infructuosamente al presidente estadounidense John Adams “seis u ocho buques de guerra y cuatro o cinco mil hombres de tropa”. En 1806 invade inútilmente el territorio de Venezuela por la Vela de Coro con un bergantín financiado por los británicos, ondeando el tricolor que desde entonces será la bandera de Venezuela, y de varios de los países comprendidos en su colosal proyecto libertario, denominado “Colombia”.
Rebelión Y Capitulación En Venezuela
Pero la libertad americana no llegará como un don de las grandes potencias. Reventará con el movimiento del 19 de abril de 1810 en Caracas, y se extenderá como reguero de pólvora. El muy joven Bolívar va a Londres en misión diplomática para solicitar inútilmente el apoyo británico, y convence a Miranda de retornar a la patria. Miranda es designado por las autoridades independentistas Generalísimo de los ejércitos de Venezuela. Los oligarcas mantuanos desconfían del brillante hombre de mundo al cual discriminaron por ser hijo de canario comerciante y blanco de orilla.
Miranda será incapaz de controlar las fuerzas dispersivas de la patria recién liberada; las provincias de Coro, Maracaibo y Guayana se alinean contra la Independencia; la pérdida de Puerto Cabello, estratégica guarnición portuaria bajo el mando de Simón Bolívar, hace precaria la situación.
“¡Venezuela est blesée dans le coeur!”, exclama en francés el Generalísimo al enterarse de la noticia. Poco después firma una capitulación con los españoles. Un grupo de jóvenes patriotas animado por Bolívar la considera traición, y lo detienen cuando está a punto de abordar un barco en La Guaira. Lo encierran en el fuerte de San Carlos, bajo la custodia del comandante militar del puerto, coronel José María de las Casas. Éste se pasa al enemigo, y entrega a Miranda a las fuerzas de Monteverde, que toman la ciudad y se apoderan asimismo del hombre universal, a quien remiten prisionero a la metrópoli.
Ello borra cualquier sospecha de connivencia suya con los realistas. De ser así, lo habrían premiado, en lugar de encerrarlo. También ello destruye el infundio de que Bolívar habría entregado a Miranda a los españoles. Por lo mismo que creía que el Generalísimo estaba de acuerdo con los realistas, para el joven oficial no hubiera tenido sentido ponerlo en manos de los supuestos cómplices, quienes por otra parte no solo se habían apoderado del anciano, sino de todo el territorio de lo que fue la Primera República.
Muerte En La Carraca
Violando el salvoconducto previsto en la capitulación, los realistas expiden a Miranda a la prisión de la Carraca, en Cádiz, donde rendirá la vida el 14 de julio de 1816. No es una muerte inútil, sino prematura. Antes de tres lustros, lo que fueron las colonias hispanoamericanas son una franja de gobiernos independientes del Missisipi a la Patagonia. Les falta solo la unidad política. El colosal proyecto está cumplido, o a medio cumplir. Es la única herencia del atormentado hombre universal: un legado que solo podrán culminar hombres de su talla.
Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/opinion-libre/bandera-que-trajo-miranda-opinion/

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Venezuela: En julio Caracas será sede del Congreso Internacional sobre el pensamiento emancipador de Francisco de Miranda

América del Sur/Venezuela/ Julio de 2016/ Prensa Centro Nacional de Historia

Autora: Jeylú Paredes
La profesora Carmen Bohórquez, coordinadora de la Comisión Bicentenario Francisco de Miranda, anunció que los próximos días 11, 12 y 13 de julio se llevará a cabo, en Caracas, el congreso internacional titulado: El Pensamiento Emancipador de Francisco de Miranda y su Vigencia en la Actual Coyuntura de Nuestra América.
El encuentro forma parte de las actividades que se realizarán en el país para conmemorar los 200 años de la muerte del Precursor de la Independencia. Para esa jornada se instalarán mesas temáticas en las que se presentarán diversas ponencias. También se organizarán foros públicos y una gran plenaria de clausura.
El día 14 de julio —fecha exacta del Bicentenario— se celebrarán los actos protocolares correspondientes y se instalará el Congreso de la Patria Internacional. Bohórquez enfatizó que es importante que las venezolanas y los venezolanos estén al tanto de estas actividades; “no para recordar a Miranda muerto”, sino para reflexionar sobre “sus ideas por emancipar a América”.
EN TODAS LAS REGIONES
Los honores y las reflexiones sobre el pensamiento mirandino ocuparan todas las regiones del país. Los días 8, 9 y 10 de julio historiadores, cronistas e intelectuales se encontrarán con el pueblo en sus localidades para conversar sobre la gesta del Generalísimo.
El 9 de julio el Museo Boliviano abrirás sus puertas con una exposición en homenaje al Ciudadano Universal. Enrique Nóbrega, director del Museo Nacional de Historia, adelantó que —“entre otras sorpresas”— se exhibirán el sable, el escritorio de campaña y el cinturón de gala que pertenecieron a Miranda.
La Biblioteca Nacional y el Archivo General de la Nación (AGN) también se sumarán a la programación con la muestra de la Colombeia digital; así como de bibliografía y papeles que no son de conocimiento público.
El cronograma bicentenario además contempla actividades en las escuelas y la presentación de un cortometraje animado. Se convocará a artesanos y pintores a trabajar a “Miranda en el Imaginario Popular”.
Asimismo, se anunció el nuevo Premio Francisco de Miranda. La distinción será de edición anual y tendrá la misión de reconocer la obra y trayectoria de aquellas personas que se han dedicado a trabajar por la unidad de América.

NUEVAS PUBLICACIONES
La profesora Bohórquez informó que en el contexto del Bicentenario de Miranda se presentarán 15 nuevos libros. Destacó el apoyo de las editoriales Monte Ávila, El Perro y la Rana y la Biblioteca Ayacucho.
Pedro Calzadilla, director del Centro Nacional de Historia (CNH), confirmó que la revista Memorias de Venezuela dedicará una edición especial a Miranda. La Filven 2016 continuará recorriendo el país con seminarios, exposiciones y textos sobre el Generalísimo.
Bohórquez consideró que una vez más sobran los motivos para estudiar a Miranda y seguir aprendiendo del “precursor de muchas ideas que animaron la lucha por la independencia”.
Fuente: http://www.cnh.gob.ve/index.php/component/content/article/133-congreso-de-miranda/543-en-julio-caracas-sera-sede-del-congreso-internacional-sobre-el-pensamiento-emancipador-de-francisco-de-miranda

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