Madrid: Marta Harnecker, luchadora incansable

Otros hablarán con mayor propiedad sobre su obra. Yo, que fui su amiga y colaboradora durante las dos ultimas décadas, voy a centrarme en aquella mujer que la producía y la compartía.Proveniamos de diferentes orígenes aunque ambas chilenas. Ella de la Acción Católica, yo de la educación y demás círculos laicos. En tanto que yo en Chile me dedicaba al activismo estudiantil y estudiaba arquitectura, ella fue becada a la Ècole Normal de Paris donde estudió con Louis Althuser. Esa enriquecedora experiencia la hizo abandonar su militancia en el catolicismo en favor del marxismo. Dejó de ser sólo periodista y psicóloga para desempeñarse también como educadora popular, lo que fue su pasión y que siguió desarrollando hasta el final.

Esta transformación personal se plasma en su primer libro, publicado por Siglo XXI en 1969. El mas conocido y leído de todos los suyos , el generador de consciencias, Los Conceptos Elementales del Materialismo Histórico. En el, estudiantes, militantes revolucionarios y estudiosos en el mundo entero han encontrado en lenguaje sencillo y motivador un instrumento teórico que les permita el estudio critico del marxismo. Su intención era entregar los conceptos teóricos necesarios para el conocimiento científico de la realidad concreta, sin el cual sería imposible intentar transformarla. La evidente efectividad de esta obra motivó a Marta, ya con un mayor bagaje intelectual y experiencia internacional, publicarlo en edición revisada en en 1971 y en una nueva revisión en 1984. Entre toda su obra: libros, artículos de opinión, cuadernos de educación popular, y audiovisuales, pongo el acento en esta obra porque refleja tanto su propia transformación como su afán por ayudar a los demás en similar empresa.

Ambas vivimos activamente los días políticamente mas extraordinarios en Chile colaborando con el Gobierno de Salvador Allende, aunque seguíamos moviéndonos por círculos diferentes. Vino el horror y para ella el exilio a Cuba donde se integró totalmente y donde formó su familia. Para mi la lucha clandestina y una posterior ilegalidad inicial en España. Nos conocimos en Caracas durante una clase que daba su segundo esposo, el eminente economista canadiense Michael Lebowitz, en el Auditorio de la Facultad de Economía. Ella había sido requerida por el gobierno de Hugo Chávez para actuar de asesora en temas puntuales que el Presidente fuera señalando, y para actuar como su consciencia crítica. Chávez escuchaba a todo el mundo. Eso es cierto. Pero tenía especial interés y respeto por las opiniones de Marta.

Fiel a su pensamiento, ella recorría las comunidades conversando con sus habitantes antes de proporcionar sugerencia alguna. Para ella, la pedagogía popular no sólo significa ba transmitir su conocimiento. Mas importante aún, significa ba también ser una “aprendedora”. Ella e nseña ba lo que iba aprendiendo. Se sumerg ía en la realidad popular, especialmente en las luchas de los pueblos por cambiar una realidad generalmente adversa. La documenta ba , la sistematiza ba y la dev olvía a sus orígenes para que pudiera ser útil. En ese afán estaba cuando me invitó a integrarme a su equipo para viajar al interior del Estado de Lara y estudiar los procesos de profundización de la democracia a través de los Consejos Comunales .

Marta iba grabadora en mano conversando con la gente. Para nuestra sorpresa, llegó corriendo una maestra de escuela con un ejemplar de L os C onceptos Elementales  solicitando un autograf o . Lo mismo se repitió con una funcionaria municipal. “Ahora, yo también soy gente” le dijo una campesina. Era su forma de expresar la diferencia. La mujer pertenecía a un Consejo Comunal, participaba en desarrollar un diagnóstico de su territorio, en elaborar un plan de proyectos prioritarios, en administrar el presupuesto público descentralizado correspondiente, y en gestionar su ejecución. Pero, además, a ella, como vocero de su comunidad, se le abrían las puertas del ayuntamiento donde era recibida, reconocida, donde negociaba la solución a los pequeños problemas y donde se le presta asistencia técnica para los proyectos más complejos. Ella era parte del nuevo Estado V enezolano. Ya no sólo era “gente” , también era “autoridad pública” (usando el viejo lenguaje autoritario).

Marta s iempre est a ba en el lugar donde ha bía que estar. Donde se están produciendo cambios. Donde surge la esperanza. Por eso no vio razón de volver a Chile. No solo ha estado en Venezuela. Estuvo en su día en Nicaragua, en El Salvador, en Uruguay, en Porto Alegre, Brasil, en Bolivia, en Ecuador, etc. y mas recientemente en Grecia, en el Estado de Kerala en India, y mas. En este permanente andar y conversar, Marta ha demostrado una gran sabiduría. No sólo por su capacidad de entender y explicar los procesos sociales y su articulación con el Estado. Ni tampoco sólo porque ha sido capaz de entregar oportunamente los señalamientos necesarios que contribuyan a orientar los caminos. También ha sido sabia al saber distinguir “lo negro del blanco” como diría Violeta Parra. S upo distinguir entre lo importante y lo superfluo. Entre lo que construye futuro colectivo y lo que lo estanca.

Por todo esto es que puedo decir que Marta era fundamentalmente generosa y no sólo porque el afán de lucro jamás ha motivado su trabajo. Lo ha sido precisamente porque compartía lo aprendido con aquellos que mas lo necesitaban. Con l os que luchan. También fue generosa porque estimuló y apoyó las iniciativas de otros, abriéndoles espacios para enriquecer sus caminos. Como colaboradora puedo decir que también fue

generosa e integradora al escuchar. Para ella la opinión de los demás era siempre importante. Son innumerables las personas que nos hemos beneficiado de sus esfuerzos, de su generosidad y de sus múltiples sabidurías.

Hace 10 años atrás, celebrábamos 40 años de su trayectoria y 100 obras publicadas. Pero hubo mas. En 2013 el Viejo Topo le publicaba Un Mundo a Construir y mas adelante, Planificando desde Abajo . Se nos ha ido est a titán ida incansable, plen a de energía física, intelectual y creativa. La realidad actual nos hace pensar que no la merecíamos. En cualquier caso, nos ha dejado con una tarea clara.

Madrid, Junio de 2019

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=257276

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Conoce el legado de Simón Rodríguez, maestro de América Latina

Por: Telesur

Fue uno de los intelectuales americanos más importantes de su tiempo e impartió ideales de libertad y educación popular.

El catedrático, escritor, filósofo y mentor venezolano Simón Rodríguez ha dejado un eterno legado en América Latina de lucha por la educación popular, que sigue vigente tras 165 años de su fallecimiento.

Rodríguez nació en Caracas el 28 de octubre de 1769, pero algunos historiadores afirman que fue en 1771. Era hijo de Rosalía Rodríguez y de un hombre desconocido, de apellido Carreño.

Sin embargo, su procedencia está rodeada de impreciones. Se dice que fue abandonado en las puertas de un monasterio, se crió en la casa de un clérigo de nombre Alejandro Carreño, quien se presume era su padre. Allí estuvo junto a su hermano Cayetano Carreño, que se convertiría en un famoso músico de la ciudad.

Los restos del maestro Simón Rodríguez fueron traslados el 28 de febrero de 1954 al Panteón Nacional de Venezuela, en la capital Caracas, desde el Panteón de los Héroes de Lima, Perú.

Legado social y educativo

Fue uno de los intelectuales americanos más importantes de su tiempo, por su profundo conocimiento de la sociedad hispanoamericana, que transmitió a Simón Bolívar al desempeñarse como su maestro y mentor. Por este motivo, popularmente es conocido como “El maestro de El Libertador», pero en realidad impartió por todo el mundo sus ideales de libertad y derecho a la formación de los ciudadanos por medios del sabler.

En 2003, el Gobierno venezolano impulsó la misión educativa Robinsón en honor a Simón Rodriguez. Un proyecto que hizo posible que la nación fuera declarada Libre de Analfabetismo por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco..

Rendimos tributo a la obra y el pensamiento creador del Maestro Simón Rodríguez, en el marco de los 165 años de su siembra eterna. La enseñanza profunda y el espíritu humanista que cultivó, se encuentra presente en los corazones de los pueblos de nuestra América.
Los viajes de Simón Rodríguez

En abril de 1801, el maestro viaja a Bayona (Francia), para por París y allí traduce la Atala de Chateubriand. En esa ciudad se encontró con Simón Bolívar en 1804 y desde ese momento se convirtió en una figura decisiva en el camino del futuro Libertador de América.

Rodríguez y Bolívar partieron en abril de 1805 a Lyon y Chambery para luego atravesar los Alpes y entrar a Italia. Cuando estuvieron en Milán presenciaron la coronación de Napoleón Bonaparte como rey de Italia.

Su peregrinaje por Europa también lo llevó a Alemania, Prusia, Polonia, Rusia e Inglaterra, donde se encontró con Andrés Bello. En 1823 retorna a América.

En 1835, tras el terremoto de Concepción, Rodríguez se marchó a Santiago de Chile, donde volvió a reunirse con Andrés Bello. De esta reunión nació el impulso de crear la Universidad de Chile.

Simón Rodríguez, a sus 82 años tenía un aspecto atlético y dictó una conferencia para la historia. El público fue deleitado con sus ideas revolucionarias y sus experiencias.

El maestro quiso volver a Europa en 1853 con la ilusión de que allí todavía se podía “hacer algo”. Pero se trasladó a Amotate, ciudad peruana, en la que falleció al año siguiente a los 83 años de edad.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/simon-rodriguez-venezuela-maestro-legado-america-latina-20190228-0025.html

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Educación para lo irreconciliable

Por: Fernando Buen Abad

“El procedimiento moralizador del filisteo consiste en hacer creer que son idénticos los modos de actuar de la reacción y los de la revolución…El rasgo fundamental de esas asimilaciones e identificaciones lo constituye el ignorar completamente la base material de las diversas tendencias, es decir, su naturaleza de clase, y por eso mismo su papel histórico objetivo”. León Trotsky

Algunos preceptores “pos-modernos”, metidos a ideólogos (y viceversa), se han empeñado en esfumar de la educación básica (y la no tanto) el indispensable mundo de los temas y las cosas irreconciliables. Con el argumento de que “nada es para tanto”, que “todo es relato”, que todo es “relativo”, o que “la realidad es según el cristal con que se mira” deslizan una lógica de lo blandengue, servil al olvido o al perdón de las cosas más imperdonables. Así, las dictaduras no fueron tales, el holocausto es una exageración, Hiroshima fue menor de lo que dicen y Videla junto a Pinochet realmente no fuero tan “malos”. Y algunos se lo creen. La historia entera de la humanidad lavada en “cloro” ideológico para “cerebros” ambiguos.

Es la dictadura Intelectual de una corriente burguesa, nada ingenua, que se ha cargado, con cierto “revisionismo” caritativo, a generaciones enteras bajo el cuento del perdón funcional para toda ocasión. Y eso, también, es inadmisible. Existe un punto en que la intransigencia crítica es provechosa porque estructura procedimientos lógicos y les da firmeza frente al caos con que se fabrican, y presentan, ciertos eventos ideológicos o históricos. No hay lucha emancipadora que no posea bastiones principistas irreconciliables. Como la lucha de clases. No hay corpus moral dignificante que no requiera, para su grandeza, de los pilares axiológicos provistos por una intransigencia crítica y dialéctica. Ni uno solo de los grandes inventos científicos o tecnológicos hubiese conseguido visa sin los bastiones de ciertas concepciones inamovibles.

No hay leyes, no hay Estados y no hay normas capaces de dar contención a los “contratos” sociales sin una estructura consensuada y sistemática de preceptos intocables. Así, entonces, la moda de barnizarlo todo con permisividad, relativismos y blandura, seria imposible sin una dosis de rigidez en sus causas primeras o en sus fines. Aunque lo nieguen.

Es la moral filistea que tanto conviene a los comerciantes interesados en quedar bien con todos. Es la mentalidad de los mercenarios decididos a ensanchar su cartera de clientes. Es la ética de los mercaderes de noticias empecinados en abarcar a la mayor cantidad de personas lábiles y superficiales. La ideología de los blandengues no requiere compromiso. De ahí su éxito. Extrañamente, para su propaganda de la ambigüedad, son muy rígidos.

Y a propósito: no se puede ser neutrales con la “neutralidad”. Mucho menos cuando intencionalmente se confunden (o equiparan) lo “neutral” con lo “objetivo”. Y más cuando por “objetivo” se pretende hacer creer que no se toma parte, que existe un lugar (o no-lugar) donde todo se ve con claridad por que no se toma partido, porque no se tiene influencia y ni herencia que tiña pensamientos, palabras o acciones. De tal falacia hacen su comidita quienes trafican la “objetividad” (que también es una ideología) buscando llegar a muchos. Así, dicen que la tecnología no tiene ideología, que la ciencia no tiene ideología… y que su ideología es la mejor porque sus silogismos no tributan ni adeudan ante escuela alguna. Y en eso sí que son intransigentes.

Asumir principios no supone petrificarlos. Cada convicción, que afirma sus herencias y sus consecuencias, requiere del antídoto metodológico de la crítica, y de la auto-critica, para no convertirse en dogma. Un “convicción” poderosa lo es si es coherente con su historia y con los fines a que sirve… si es necesaria, posible y realizable. Y no por eso es infalible. Una “convicción”, tenga la base que tenga, debe mantenerse en evaluación permanente y debe ser permeable a las fuerzas dialécticas que le dan origen y finalidades. Debe consensuarse, contrastarse y perfeccionarse sobre el crisol de la práctica y desde ahí debe producir su desarrollo si no quiere convertirse en soliloquio o en homilía de sordos. Y, especialmente debe ser paradigma elevado a la acción donde saldarán sus aportes y sus deudas sin transigir reconciliaciones con lo que combate.

No pocas veces, la velocidad de los acontecimientos históricos va generando lecciones que desnudan debilidades y contradicciones fuertes donde son necesarias habilidades especiales para corregir (sin traicionar) el todo o las partes de los principios y los fines. Parte de la inteligencia social consiste en entrenar esa capacidad de modelado permanente en la praxis (Sánchez Vázquez) como expresión de la dialéctica de las luchas emancipadoras que enfrentan, sin cesar, enemigos expertos en mutaciones, ambigüedades y disfraces de todo tipo. No se trata de habilidades para la “adaptación” ni para el “acostumbramiento”, sino de destrezas teóricas y prácticas para desarrollar, en la lucha misma, posiciones cada vez más poderosas. Sin renuncias por banalidades.

Son de esa estirpe las convicciones y las tesis contra la esclavitud en todas sus expresiones. Son producto de esa dialéctica los valores humanistas clásicos (sin individualismos), el respeto por la naturaleza y el respeto por la vida en lo concreto (sin idealismos). Son de esa envergadura los principios éticos que defienden la dignidad, el trabajo, la justicia social y el derecho a vivir sin amos y sin miedos… (sin demagogias legalistas de coyuntura). Intransigentes.

No se puede transigir ni reconciliar ideas con los comerciantes de la muerte, con las industrias bélicas; no se puede transigir con los manipuladores de conciencias ni con los secuestradores de la educación pública y gratuita. No podemos reconciliarnos con los que usurpan tierras y usurpan mares ríos y lagos… por más saliva que inviertan en justificarse. No se puede transigir con los especuladores bancarios o financieros ni con la usura de las “tasas de interés”. No hay conciliación posible con el hambre, con la insalubridad o con la ignorancia. No se puede transigir con con los valores humanistas comunitarios ni con las plusvalías. Y por más que leguleyos o preceptores de la alienación quieran nuestra mansedumbre como “presa de caza” para sus amos, alguna vez y en algún lugar hemos de rescatar nuestro derecho y nuestra obligación de ser irreconciliables con todo aquello que, mientras esclaviza o mata seres humanos, hace grandes negocios. Educarnos, pues, para lo irreconciliable necesario.

Fuente: https://www.telesurtv.net/bloggers/Educacion-para-lo-irreconciliable-20180323-0001.html

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Lamentable partida física de Theotonio dos Santos (1936-2018)

Brasil/ 27 de febrero de 2018/ Prensa OVE

Hoy, lamentablemente estamos llenos de tristeza el equipo del portal Otras Voces en Educación, por la partida física de otro de los grandes intelectuales latinoamericanos contemporáneos,  Theotonio dos Santos Júnior, quien nació en Carangola, Minas Gerais, en Brasil, el 11 de noviembre de 1936 y falleció hoy 27 de febrero del corriente año en Río de Janeiro, a los 81 años, víctima de un cáncer en el páncreas.

Santos, fue uno de los principales formuladores de la teoría marxista de la dependencia. El economista fue uno de los más influyentes pensadores latinoamericanos en la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI, con su decenas de obras publicadas. También ocupaba el puesto de coordinador de la cátedra UNESCO en Economía Global y Desarrollo Sostenible, era profesor emérito de la Universidad Federal Fluminense  y profesor visitante de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la Universidad del Nrte de Illinois, de la Universidad de Estado de New York, de la Universidad Federal de Minas Gerais, del Instituto Bennett de Río de Janeiro, entre otros.

Además, recibió diversos Doctorados Honoris Causa, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en la Universidad Ricardo Palma y en la Universidad de Buenos Aires.

Siempre quedará su legado y siempre permanecerá en nuestros corazones.

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Sin tenacidad, el talento y la suerte son inútiles

Valeria Sabater

Alcanzar un sueño, lograr una meta o conseguir un propósito vital no siempre depende de la suerte. Los auténticos héroes tienen la maestría de la paciencia, el doctorado en la tenacidad y la virtud de la insistencia. Porque quien crea lo contrario se equivoca: hay que luchar por lo que se quiere y quien no lo haga no merece lo que desea.

En la actualidad, son muchos los sociólogos y filósofos que nos advierten de algo muy concreto: estamos inmersos en la cultura de la falta del esfuerzo, de la ausencia de tenacidad. Para justificarlo, argumentan que vivimos un presente regido por la gratificación inmediata, ahí donde las redes sociales o la sociedad del consumismo nos hacen creer que existe un camino fácil y rápido hacia el éxito.

Si bien es cierto que en una determinada época de nuestra vida puede alimentar la creencia de que todos los sueños tienen atajos o caminos cortos, siempre llega un instante en que la realidad nos abre los ojos con un jarro de agua fría. Ese momento en nuestro ciclo vital es como una inflexión, un cruce de caminos decisivo y determinante.

La tenacidad psicológica, expresada en muchas ocasiones como resiliencia, es la mejor estrategia que podemos aplicar en estos casos. Estamos ante una herramienta de crecimiento personal donde confluyen múltiples procesos emocionales y cognitivos en los que invertir tiempo y esfuerzo. Lo que de ella podemos obtener, no tiene límites. Te proponemos profundizar en este tema tan útil como enriquecedor.

Los auténticos héroes tienen la maestría de la paciencia, el doctorado en la tenacidad y la virtud de la insistencia.

La adversidad y la tenacidad intelectual

Simon Sinek es un escritor, motivador británico y experto en liderazgo que expuso una serie de hechos en una entrevista sobre los Millenials (generación nacida a partir de 1984) que se convirtió, al poco, en viral. Según este autor, nuestros jóvenes son ese grupo poblacional brillantemente preparado a quienes se les prometió éxito y felicidad. Sin embargo, el actual mercado laboral dista mucho de poder dar respuesta a estas expectativas.

La insatisfacción y la falta de un proyecto vital determinan que los índices de depresión sean cada vez más elevados entre todos estos chicos con edades comprendidas entre los 20 y los 33 años. Por otro lado, y según el propio Simon Sinek, a ello se le suman otras dimensiones que intensifican aún más esta realidad social y psicológica: adicción a las redes sociales, la baja autoestima, la poca resistencia a la frustración y la falta de paciencia y tenacidad.

Ahora bien, queda claro que hay muchas diferencias personales entre nuestros jóvenes. Los hay perseverantes, exitosos, tenaces y también quienes se sumen en su universo de pasividad. Sin embargo, existe un dato que admite poca réplica: la sociedad actual exige ahora aptitudes distintas a las de hace solo unos años; unas aptitudes que todos -jóvenes y no tan jóvenes- tenemos que tener desarrolladas en alguna medida si queremos ser competitivos.

Porque los conocimientos instrumentales no bastan, como tampoco bastan los títulos, los idiomas, las experiencias, los deseos incluso las ganas. Nada de esto es suficiente si no somos TENACES.
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Son muchos los estudios psicológicos que nos señalan algo importante que debe servirnos de aliento: los tiempos difíciles aumentan la tenacidad intelectual. Según un trabajo publicado en la revista “Current Directions in Psychological Science”, la adversidad es ese desafío vital que tarde o temprano nos empuja a todos nosotros a desarrollar nuevas estrategias de afrontamiento.

Es ese bache en nuestro sendero vital donde abrir más la mirada para dejar a un lado nuestros entornos cotidianos, nuestra zona de confort y el derrotismo. Son instantes en que solo cabe un tipo de respuesta: ser valientes.

A continuación, te explicamos cómo ponerlo en práctica.

La tenacidad intelectual y la mente virtuosa

La tenacidad intelectual marca la diferencia entre el éxito y el fracaso, entre el cumplimiento de los objetivos vitales y la frustración. Muchos equiparan esta dimensión a una virtud, a una especie de entidad divina que a algunos les viene de fábrica. No es así.La tenacidad es un valor, de hecho, hay quien la aplica ya en su día a día porque así se la inculcaron sus padres. Otros, en cambio aprendieron a desarrollarla por sí mismos como otra dimensión más de su propio crecimiento personal.

Veamos ahora qué claves vertebran la tenacidad intelectual.

Las dimensiones de la mente virtuosa

Entendemos la mente virtuosa como esa mente en la que se producen un conjunto de procesos psicológicos que nos permiten ser tenaces y hábiles en todos nuestros entornos para invertir en nuestro propio potencial humano. Estos serían los principales puntos para lograrlo:

  • Debemos aprender a desarrollar un enfoque mental flexible, abierto e intuitivo. Algo así implica dejar a un lado ese enfoque mental rígido donde hay resistencia al cambio, donde la adaptación al entorno es pobre y donde uno no es capaz de ver sus propios errores o limitaciones.
  • Por otro lado, otro enfoque mental que caracteriza a una parte de la población es lo que se conoce como la “mente líquida”. Es aquella que se define por ser voluble, cambiante, despersonalizada y dependiente solo de los estímulos del exterior sin ahondar en los propios valores y en un locus de control interno.
  • La mente virtuosa invierte en su propia autoestima y en su autoconcepto, sabe que la falta de amor propio es un modo de autodestrucción.
  • La tenacidad se practica a diario, no sabe de descansos cuando hay un propósito claro, y a su vez, no se rinde ante las presiones del entorno, ante los comentarios ajenos.
  • Una mente tenaz y virtuosa es, además, una mente creativa. La creatividad exige de calma interior y apertura exterior. Además, sabe aplicar adecuados filtros perceptivos para encontrar fuentes de inspiración y puertas de oportunidad.

Para concluir, más allá del talento y más allá de la suerte está ante todo la tenacidad personal. No importa que en un momento de nuestras vidas nos sintamos atascados, hundidos en las arenas movedizas del miedo, el fracaso o la incertidumbre. Todos somos aptos para el triunfo, todos somos merecedores de nuestra felicidad y todos somos potencialmente tenaces.

Pongamos en práctica este valor.

 

Fuente del articulo: https://lamenteesmaravillosa.com/sin-tenacidad-el-talento-y-la-suerte-son-inutiles/

Fuente de la imagen: https://lamenteesmaravillosa.com/wp-content/uploads/cursos//tenacidad-1.jpg

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Adiós a Sartori

Blanca Heredia

Cáustico y polémico, sin duda, pero también pensador lúcido, creativo y preciso, como pocos. Leí la noticia acerca de su muerte y sentí un quiebre interno con la historia. Con la mía, sí, pero también con la grande, con la de todos. Sartori, eminente politólogo e intelectual público italiano, encarnaba uno de esos goznes privilegiados entre el conocimiento acumulado de Occidente y la realidad presente, abarcada y escudriñada, desde una mirada filosa, ordenada, sabia e irreverente.

Giovanni Sartori nació en Florencia en 1924, estudió filosofía y ciencias sociales en Italia y fue el primer catedrático en ciencia política en ese país. Hacia mediados de los setenta, se mudó a Estados Unidos y fue profesor de esa misma disciplina en Stanford, Harvard, Yale y Columbia. En esta última, ocupó la Cátedra Albert Schweitzer para las Humanidades entre 1979 y 1994, y a su retiro fue nombrado profesor emérito.

Tras su retiro de la Universidad de Columbia, regresa a vivir a Italia, pero no para de viajar por el mundo (y de visitar, con frecuencia México y América Latina). En su tierra natal, sigue escribiendo y asume un rol crecientemente visible como intelectual público y como crítico de todo lo que ve como negador y empobrecedor de la razón y la democracia (Berlusconi, el multiculturalismo, el predominio de la imagen por sobre el pensamiento abstracto). Publica su último libro –El camino hacia ningún lugar: Diez lecciones sobre nuestra sociedad en peligro– en el 2015 y alcanza, en una entrevista en 2016, a referirse a la posible victoria de Trump como el augurio y símbolo de la “la consagración del homo cretinus”.

Sartori es especialmente conocido por sus contribuciones centralísimas al estudio de la democracia, los partidos políticos y la ingeniería constitucional comparada desde una perspectiva que, sin renunciar a los ideales, concentra su atención en analizar las realidades del poder y la política. Menos conocidas (especialmente en castellano), aunque igualmente significativas, son sus aportaciones sobre los aspectos metodológicos y conceptuales de la ciencia política, en particular, y de las ciencias sociales, en general.

Nuestro conocimiento de la realidad, señaló Sartori una y otra vez en su obra, está irremediablemente mediado por el lenguaje. Si el lenguaje que empleamos para preguntarnos sobre de qué está hecho y qué significa un determinado fenómeno es impreciso, el conocimiento resultante tenderá a ser, inevitablemente, deficiente. Coincido con Sartori: somos prisioneros del lenguaje. Sólo vemos y aquello para lo cual tenemos palabras y conceptos; sólo podemos pensar, en sentido fuerte, si contamos con términos y conceptos precisos. Sin ellos, no podemos ver ni entender nada.

Las palabras son como lentes: entre más borrosos y carentes de foco, menos útiles para orientarnos y para distinguir unas cosas de otras. La ambigüedad de un concepto o de un término puede resultar muy provechoso para el político que no tiene ninguna intención de comprometerse realmente con nada o para evitarnos a todos (en público o en privado) tener que fijar una posición y asumir la responsabilidad correspondiente. Para conocer la realidad y para intentar transformarla, así como para comunicarnos en serio con alguien con quien nos interese comunicarnos, el dejar en el aire el posible significado de un término no suele resultar especialmente útil.

Lo de Sartori eran la precisión conceptual, la claridad analítica y una capacidad inigualable para nombrar lo no nombrado y, en ese acto, organizarnos el mundo. A esa habilidad genial suya para conceptualizar y nombrar lo antes informe o invisible le debemos, entre otros, conceptos tales como “partido hegemónico” (el PRI) u “homo videns” (el que sólo puede aprehender lo que ve y es incapaz de pensamiento abstracto).

Hombre singularmente elegante y singularmente intolerante frente a la ignorancia y la tontería. Amante de la buena vida, conversador extraordinario y polemista brillante. Pensador, reitero, capaz de traer a colación, para iluminar el presente y el futuro de nuestra vida social y política, lo mejor de la tradición intelectual de Occidente (la duda metódica, el amor por las palabras bien definidas). Una mente poderosa en la que combinaban, de manera inusualmente clara y consistente, el rigor lógico, la crítica exigente y la creatividad a borbotones.

Una mirada valiente y ordenada, siempre abierta a las sorpresas y vicisitudes del presente. Una mirada abarcadora y aguda, comprometida con el valor de la libertad y la necesidad imperativa de hacerse cargo de las realidades luminosas y oscuras del poder político.

Nos quedan sus libros, sus entrevistas, su artículos académicos y los del Corriere della Sera. Se nos fue, sin embargo, ese hombre con porte de príncipe que reunía, en una misma persona, la honestidad intelectual a pruebas de balas; el crítico implacable de la democracia liberal y su defensor más denodado; el maestro inigualable; y esa presencia suya, fortísima, animada por la pasión no por glosar el devenir social y político, sino por entenderlo y hacer comprensible su arquitectura de fondo.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/adios-a-sartori.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2017/04/04/58e3e0a206693.jpg

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Uruguay: Impulsan el dictado de una materia obligatoria en escuelas para prevenir las adiccionesnot

El diputado provincial Gustavo Zavallo (UNA-Frente Renovador), presentó un proyecto de ley mediante el cual propone la creación de una currícula obligatoria para niveles primarios y secundarios de la provincia, destinada a trabajar herramientas de prevención en adicciones.

“El proyecto que hemos compartido y nutrido mediante el aporte de profesionales, tiene como objetivo abarcar herramientas para fortalecer la formación emocional, intelectual, cultural y social de niños, adolescentes, jóvenes y adultos que concurren a todos los establecimientos públicos y privados de Entre Ríos”, destacó el legislador de Viale. A través del proyecto queda de manifiesto el espíritu del mismo, que busca abarcar la problemática “no solo desde el consumo específico de sustancias psicoactivas, sino desde la prevención, trabajando el entorno y el vínculo entre el alumno, el docente y la familia; reforzando los mecanismos actitudinales como la confianza, la autoestima y las emociones”.

Si bien por una cuestión de tiempos legislativos el proyecto fue presentado y tomó estado parlamentario en la cámara baja, la meta del diputado es nutrirlo aún más con el aporte y los conocimientos de profesionales “que puedan darle mayor valor agregado a la idea central”.

“Para eso -agregó al respecto-, pensando en el futuro trabajo en comisión, hemos tomado contacto con técnicos del CGE, quienes nos han dotado de un enfoque conceptual más abarcativo; como así también del Copnaf, quienes por intermedio de su presidente, Marisa Paira, analizarán la propuesta para aportar su visión sobre esta iniciativa que busca convertirse en una política de Estado para nuestra provincia”.

Así, vale destacar que entre los objetivos específicos de la currícula a crear, Zavallo enumeró que se encuentran “la concientización respecto a los diversos tipos de sustancias y conductas adictivas; la promoción de actitudes y acciones de compromiso entre el universo que compone la escuela y la familia; la capacitación del personal docente y no docente, alumnos y alumnas que cursen carreras de formación docente; y la identificación de factores de riesgo y protección que existen en el ambiente familiar, escolar y comunitario”, entre otros.

“Creo que así como la violencia de género y la necesidad de declarar la emergencia ante este tema tan preocupante, tratar las adicciones desde un plano educacional y preventivo es una responsabilidad con la que debemos comprometernos como representantes del pueblo, a través de bases sólidas que cambien el paradigma y aporten herramientas para mejorar como sociedad y no profundizar el estancamiento y achatamiento cultural”, puntualizó el legislador.

Fuente:

http://www.maximaonline.com.ar/Nota-43918-impulsan_el_dictado_de_una_materia_obligatoria_en_escuelas_para_prevenir_las_adicciones

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/SGVFVP-9FrlqOaKHj584w9y1Qog3wc0x4N4fF1x4V_gtvWtsFF6LRqOAIEpJ0YVyIAGXYw=s85

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