La Lectura y Escritura en las y los Jóvenes como Motores del Cambio en la Digitalización Educativa

Por: Luz D Palomino M/CII-OVE

En la era de la digitalización, donde la tecnología está en constante evolución, la lectura y escritura continúan desempeñando un papel fundamental en la formación y desarrollo de las y los jóvenes. La combinación de estas habilidades cognitivas e instrumentales no tiene por que conflictuar con el acceso a recursos digitales y herramientas tecnológicas, ya que estas últimas han abierto nuevas oportunidades para que las y los jóvenes se conviertan en agentes de cambio en la sociedad actual. En este artículo, exploraremos las posibilidades de la hibridación de lectura, escritura y digitalización educativa, analizando su impacto, los desafíos que enfrentan y las posibles alternativas para maximizar su potencial transformador.

Comenzamos reafirmando que lo digital-virtual se ha convertido en un hecho omnipresente en la sociedad actual, claro está, mediado por las diferencias de origen social y sus posibilidades de acceder a las innovaciones. Ello no se limita al uso operario de dispositivos, sino que implica reconocer que para una parte importante de la juventud, leer y escribir no están hoy solo vinculados al papel impreso, sino que cada día interpretar, comprender y escribir están asociados a una pantalla y teclado, es decir implica contar con capacidad de utilizar las tecnologías de la información y comunicación (TIC) de manera efectiva y crítica para la esfera de la comunicación. En consecuencia, la alfabetización digital implica el desarrollo de habilidades y capacidades para  buscar, evaluar y utilizar la información de manera responsable, así como de comunicarse, escribiendo y leyendo en entornos digitales.

Así, la lectura y escritura se configuran como elementos centrales y esenciales en cualquier dinámica de alfabetización digital. La lectura digital implica habilidades para comprender y analizar textos en formatos electrónicos, como páginas web, documentos en línea y medios digitales. La escritura digital, por su parte, involucra la capacidad de expresarse de forma clara y efectiva a través de diferentes medios digitales, como blogs, redes sociales y correos electrónicos. Incluso, el uso de la Inteligencia Artificial (IA) demanda un manejo adecuado de la lectura y escritura en entornos digitales.

Aunque la aproximación que hacen los más jóvenes a la lectura expresa diferencias entre la lectura tradicional y la lectura digital, ambas son complementarias y esencialmente necesarias en la educación. La lectura tradicional en papel se suele usar aún, para  el acceso a textos largos y complejos, aunque comienza a incrementarse la franja de lectores digitales de textos largos en herramientas como el Kindle, Se suele decir que la lectura tradicional, en papel impreso favorece la concentración y la comprensión profunda, pero el creciente número de descargas de e-books parecieran indicar que lo digital cada vez tiene un uso más complejo. Por otro lado, la lectura digital se suele vincular al acceso instantáneo a una amplia variedad de contenidos, recursos y perspectivas, es innegable que herramientas como los periódicos impresos que manejan contenidos más densos migran aceleradamente del formato impreso al digital, siendo las y los jóvenes un sector importante de los y las lectoras, así como de suscriptores. Una ventaja competitiva de la lectura digital es que permite interactuar con contenidos a través de hipervínculos, multimedia y herramientas de búsqueda, que en la lógica cognitiva de los más chicos hace mas corto el camino de las relaciones entre información y su uso.

La lectura digital también fomenta habilidades como la lectura crítica y la evaluación de fuentes. Los más jóvenes están aprendiendo a diferenciar lo veraz de las falsas o fake news, ya que en línea encontramos una gran cantidad de información basura, de dudosa calidad, pero el ejercicio de discriminar es una forma de fomentar el pensamiento crítico, racional y científico a través de la lectura. Las y los jóvenes cada vez han aprendido más a discernir y diferenciar entre fuentes confiables y no confiables, y analizar la información de manera contrastable.

En la era digital, la escritura adquiere un nuevo nivel de importancia y relevancia. A través de la escritura digital, las y los jóvenes pueden expresar sus ideas, opiniones y creatividad en una amplia gama de formatos, desde publicaciones en blogs hasta comentarios en redes sociales. La escritura digital brinda una plataforma para que ell@s se hagan escuchar y se conecten con audiencias más amplias.

Además, la escritura digital empodera a las y los jóvenes al permitirles participar activamente en la creación y difusión de contenidos que tienen un uso social más nítido  e inmediato, en oposición a los rituales de publicación del formato impreso.  Esto tiene implicaciones muy claras en las formas sociales de aprendizaje ético que se está dando, aunque ante la falta de referentes claros esto ocurre muchas veces por ensayo y error. Las y los jóvenes hoy pueden convertirse en creadores de contenido digital, compartir sus perspectivas y contribuir a la conversación en línea. Esto fomenta su sentido de pertenencia, autonomía y capacidad para influir en su entorno.

Si bien es cierto que la digitalización educativa ha abierto nuevas oportunidades para la lectura y escritura, también presenta desafíos y barreras que deben ser abordados. Estos desafíos pueden afectar la forma en que las y los jóvenes se relacionan con la lectura y escritura, y pueden obstaculizar su desarrollo y aprovechamiento de estas habilidades en el entorno digital.

Uno de los principales desafíos en la digitalización educativa es la brecha digital y el acceso desigual a recursos digitales. No todos las y los jóvenes tienen acceso a dispositivos electrónicos confiables o a una conexión a Internet estable. Esto limita su capacidad para acceder a materiales de lectura digitales, bibliotecas en línea y herramientas de escritura. La falta de acceso equitativo dificulta que los jóvenes aprovechen al máximo las oportunidades que ofrece la digitalización educativa y puede acentuar las desigualdades educativas existentes. Si la digitalización no está accesible para todos y todas por igual, ello genera nuevas formas de exclusión y odiosas diferencias que afectan el derecho a la educación.

También, en esta era digital ha llevado a una sobreabundancia de información, lo que puede dificultar que los jóvenes encuentren fuentes confiables y relevantes para la lectura y escritura académica. La capacidad para evaluar críticamente la calidad y la veracidad de la información se vuelve fundamental. Las y los jóvenes están contribuyendo en la creación de protocolos y procesos que permitan marcos institucionales y sociales para discernir entre información confiable y no confiable, evaluar la credibilidad de las fuentes y filtrar la información relevante para sus necesidades de lectura y escritura. La falta de estos protocolos y de habilidades para interactuar en estas dinámicas selectivas puede facilitar la propagación de información errónea y la falta de rigor en la escritura académica, algo que debemos evitar con urgencia

La digitalización educativa también trae consigo el desafío en materia de aprendizaje, fundamentalmente debido a los cambios  en las dinámicas de concentración-distracción y las metódicas de focalización en entornos digitales. Los dispositivos electrónicos y las plataformas en línea pueden ser una fuente constante de interrupciones, producto de las notificaciones de redes sociales, mensajes instantáneos y contenido no relacionado con el objetivo de lectura o escritura, pero ello puede ser evitado con programación simple de los aparatos, como las de desactivar las notificaciones mientras se desarrollan dinámicas de enseñanza-aprendizaje, así el dispositivo deja de ser un elemento de perturbación y puede convertirse en material de apoyo. A veces lo que ocurre, es que el personal docente no ha sido formado para trabajar en entornos digitales y desconoce muchos temas que se vinculan a su uso, diferenciado la dinámica escolar de la social, quizá por ello se suele decir que los dispositivos virtuales solo sirven para distraer a las y los jóvenes y evitan que se mantengan la concentración y el compromiso necesario para una lectura profunda y una escritura efectiva. Las y los jóvenes, así como los y las docentes, deben aprender a no solo gestionar estas distracciones y desarrollar estrategias para mantenerse enfocados en su trabajo académico, sino que resulta perentorio construir consensos de trabajo en el aula, alejados del adultocentrismo.

La promoción de la lectura y escritura en los jóvenes en la era digital requiere la implementación de estrategias y soluciones efectivas. A continuación, se presentan algunas propuestas para potenciar estas habilidades en los jóvenes:

  • Integración de la lectura y escritura digital en el currículo educativo

Es fundamental que la lectura y escritura digital sean integradas de manera transversal en el currículo educativo. Esto implica incluir actividades y proyectos que fomenten la lectura de textos digitales, como blogs, artículos en línea, libros electrónicos, y la escritura en diferentes formatos digitales, como ensayos, presentaciones multimedia y debates en línea. Asimismo, se deben proporcionar oportunidades para que las y los jóvenes utilicen herramientas tecnológicas y recursos digitales en sus tareas de lectura y escritura.  Esto no se debe ver como algo en oposición al libro impreso, sino complementos el uno del otro.

  • Promoción de prácticas de lectura crítica y análisis de fuentes digitales

En la era de la información digital, es esencial promover prácticas de lectura crítica y análisis de fuentes digitales. Las y los jóvenes deben aprender a evaluar la credibilidad y la calidad de la información en línea, identificar sesgos y reconocer fuentes confiables. Esto implica enseñarles estrategias de búsqueda y selección de información, así como el desarrollo de habilidades de lectura crítica para interpretar y evaluar textos digitales de manera rigurosa. Contrastar con distintas fuentes y donde sea posible con la propia realidad ayuda a despertar conciencias.

  • Uso de herramientas tecnológicas para fomentar la escritura creativa y colaborativa

Las herramientas tecnológicas ofrecen una amplia gama de posibilidades para fomentar la escritura creativa y colaborativa en los jóvenes. Se pueden utilizar aplicaciones y plataformas en línea que permitan la creación de textos en diferentes formatos, como blogs, wikis, foros y redes sociales. Estas herramientas facilitan la colaboración entre los jóvenes, la retroalimentación de pares y la publicación de sus escritos en un entorno digital, en tiempo real, algo que se corresponde a la forma de entender la temporalidad por parte de las nuevas generaciones.

  • Desarrollo de programas de alfabetización digital inclusivos y equitativos

Es importante desarrollar programas de alfabetización digital inclusivos y equitativos que garanticen que todas y todos las y los jóvenes tengan acceso y oportunidades para desarrollar sus habilidades de lectura y escritura en el entorno digital. Esto implica brindar acceso a dispositivos y conectividad confiable, así como promover la capacitación de docentes en el uso de herramientas digitales y en la enseñanza de la lectura y escritura en entornos digitales. Además, se deben considerar las necesidades de los estudiantes con discapacidades y asegurar que los recursos digitales sean accesibles para todas y todos.

En conclusión, la lectura y escritura desempeñan un papel fundamental en la digitalización educativa. La alfabetización digital se ha vuelto esencial en la sociedad actual, y tanto la lectura como la escritura son componentes claves de la construcción compartida de habilidades. La lectura tradicional y la lectura digital, enfocadas adecuadamente y superando el maniqueismo entre una y otra, se complementan entre sí, brindando a las y los jóvenes acceso a una amplia gama de información y desarrollando habilidades críticas. Por su parte, la escritura digital ofrece plataformas para expresarse, conectar con otras y otros y participar activamente en la sociedad digital. La integración de la lectura y escritura en la educación digital es crucial para prepararl@s para un mundo en constante evolución y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la era digital.

Esta digitalización educativa critica presenta desafíos y barreras para la lectura y escritura. La brecha digital y el acceso desigual a recursos digitales, la saturación de información y la dificultad para evaluar su calidad, y las distracciones y falta de enfoque en entornos digitales son algunos de los desafíos que deben ser abordados. Es importante implementar estrategias y políticas que promuevan un acceso equitativo, desarrollen habilidades de evaluación de información y fomenten el enfoque y la concentración en los entornos digitales, para que las y los jóvenes puedan aprovechar al máximo las oportunidades de la digitalización educativa. No miremos el futuro de la lectura como neo inquisidores que se niegan a encontrar el vínculo indisolubre entre tradición e innovación.

Bibliografías Consultadas:

Marquès, P. (2017). Aprender y enseñar en entornos digitales: La alfabetización digital en la sociedad del conocimiento. Octaedro.

Valverde, J. (2014). Alfabetización digital y competencias informacionales en América Latina: Desafíos y propuestas. Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación.

Aguaded, I., & Cabero, J. (Eds.) (2018). Competencias mediáticas y digitales: Dimensiones e indicadores. Comunicación Social.

Bárcena, F., & Cabello, F. (2013). Enredados: Aprendizaje y conocimiento en la sociedad digital. Fondo de Cultura Económica.

Gros, B., & Sánchez-Valverde, B. (2015). Tecnologías para la transformación educativa: La digitalización en el aula. Octaedro.

Luis Bonilla Molina. (2023) Nueva cruzada conservadora en las escuelas y universidades: el lápiz contra la inteligencia artificial

Prendes, M. P., & Gutiérrez, I. (2016). Educación expandida: Nuevas formas de aprendizaje y enseñanza en entornos digitales. UOC Press.

Torres, J. (2017). Alfabetización mediática y competencia digital. Hacia un modelo integrado para la educación mediática. Gedisa.

Anexo:

Aquí se adjunta un listado de recursos digitales y herramientas tecnológicas recomendadas para la lectura y escritura en la era digital, junto con enlaces y descripciones breves de su funcionalidad. Estos recursos pueden ser utilizados por los jóvenes como apoyo adicional en su proceso de lectura y escritura.

Goodreads (www.goodreads.com): Plataforma en línea donde los jóvenes pueden descubrir, seguir y recomendar libros. También permite llevar un registro de lecturas, escribir reseñas y unirse a grupos de discusión sobre libros.

Grammarly (www.grammarly.com): Herramienta de corrección gramatical y ortográfica que ayuda a mejorar la calidad de la escritura en inglés. Proporciona sugerencias de corrección en tiempo real y también ofrece explicaciones detalladas sobre errores comunes.

Google Docs (docs.google.com): Una herramienta de procesamiento de textos en línea que permite a los jóvenes escribir y colaborar en documentos de forma simultánea. También cuenta con funciones de revisión de texto y comentarios para facilitar la retroalimentación entre los usuarios.

Scribd (www.scribd.com): Una biblioteca digital que ofrece acceso a una amplia variedad de libros electrónicos, audiolibros, documentos y revistas. Los jóvenes pueden explorar diferentes temas y leer contenido relevante para sus intereses y necesidades académicas.

Zotero (www.zotero.org): Una herramienta de gestión de referencias bibliográficas que facilita la organización y citación de fuentes para trabajos académicos. Permite recopilar, guardar y formatear las referencias de manera automática en diferentes estilos de citación.

Flipboard (flipboard.com): Una aplicación que permite a los jóvenes crear su propia revista digital personalizada. Pueden seleccionar temas de interés y recibir noticias, artículos y contenido relevante de fuentes confiables en un formato visual y atractivo.

Padlet (padlet.com): Una plataforma en línea que permite crear murales virtuales donde se pueden organizar y compartir ideas, notas, imágenes y enlaces. Es útil para la planificación y la recopilación de información durante el proceso de escritura.

TED-Ed (ed.ted.com): Una plataforma que ofrece una amplia gama de charlas y lecciones en video sobre diversos temas. Las y los jóvenes pueden encontrar inspiración, ampliar sus conocimientos y obtener ideas para la escritura a partir de las conferencias y presentaciones disponibles.

Evernote (evernote.com): Una aplicación que permite tomar notas, capturar ideas y organizar la información de manera digital. Las y los jóvenes pueden utilizarla para tomar apuntes durante la lectura, crear listas de tareas y mantener un registro de ideas para sus proyectos de escritura.

Readability (www.readability.com): Una herramienta que simplifica la presentación de contenido en línea para una lectura más fácil y agradable. Permite eliminar distracciones, ajustar el tamaño de la fuente y guardar artículos para leer más tarde.

Estas son solo algunas de las muchas herramientas y recursos digitales disponibles. Cada una de ellas puede ser una valiosa adición al proceso de lectura y escritura de los jóvenes, brindando apoyo adicional y facilitando la experiencia en la era digital.

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Alfabetización académica: ¿por qué y para qué?

Por: Emilio Vargas Santiago 

Nadie puede enseñar lo que no sabe, por tanto, los docentes actuales de la Educación Secundaria y la Educación Superior tendrían que recibir la formación previa necesaria.

Según la RAE, el término alfabetización proviene del verbo alfabetizar y trata de la acción de enseñar a leer y escribir. ​ Para Richard L. Venezky, alfabetizar “es la habilidad mínima de leer y escribir una lengua específica, como también una forma de entender el uso de la lectura y la escritura en la vida diaria”. De modo que la alfabetización es tanto el acto de enseñanza como la capacidad adquirida para leer y escribir por cuenta propia.

Desde hace tiempo, la alfabetización de la población se ha visto como un imperativo, una obligación del Estado y un derecho que ciudadanas y ciudadanos deben ejercer, pero esta ha estado pautada por una enseñanza y un aprendizaje tradicionales, porque la lectura ha sido mecánica y la escritura repetitiva.

Las Naciones Unidas declararon el período 2003-2012 como la Década de la Alfabetización y se plantea como un largo proceso que abarca el desarrollo individual y está determinada por los cambios tecnológicos, científicos, políticos y culturales. Pero ese cambio resulta difícil, porque los docentes la enseñan como a ellos les enseñaron; tratan que niñas y niños  lleven el código escrito al código oral y transcriban lo ya escrito.

En la actualidad, la alfabetización comprende el desarrollo de saberes, capacidades, competencias para leer críticamente y escribir académicamente. Por tanto,  el cambio debe ser primero asimilado por los docentes, para después transmitirlo a sus estudiantes. La lectura crítica y la escritura académica van perfeccionándose a lo largo de la vida y su uso está determinado por la enseñanza y el aprendizaje.

La problemática de la lectura y la escritura viene siendo objeto de discusión en muchas partes del mundo. Pero donde más se ha adelantado con propuestas metodológicas ha sido en los países anglosajones, principalmente en Estados Unidos, Australia y Canadá. En los últimos años, también en Latinoamérica se han desarrollado propuestas en procura de mejorar el desempeño de los estudiantes en cada una de ellas.

Cabe señalar que en 1874, la Universidad de Harvard aplicó el primer examen de inglés escrito para ingresar a sus aulas. La mitad de los estudiantes falló, lo cual cuestionó los niveles educativos básicos y medios, y con la presión de las universidades  lograron una importante reforma educativa para que los estudiantes llegaran mejor preparados en lectura y escritura.

Después de la Segunda Guerra Mundial accedieron muchos soldados a las aulas universitarias, evidenciando la necesidad de desarrollar destrezas comunicativas escritas, pues una escritura pobre limitaba el desempeño laboral. Esto favoreció la creación de un movimiento para el mejoramiento de la calidad de la enseñanza de la escritura en la educación superior en ese país.

Estos dos procesos, lectura y escritura, constituyen la denominada alfabetización académica, entendida como el proceso mediante el cual los estudiantes adquieren las competencias necesarias para manejar con autonomía un determinado tema, expresándose con propiedad, propiciando el intercambio de ideas en el área en discusión y comunicándolo al entorno (Rosales Mora, 2016).

La alfabetización académica se plantea para afrontar la necesidad que tienen las instituciones educativas de desarrollar en los estudiantes habilidades para interpretar y/o producir textos científicos y académicos. Esto así, porque se observa que los alumnos tienen dificultades para configurar sentidos cuando escriben, y suelen producir numerosas interpretaciones erróneas cuando leen, se reporta en la literatura.

La medida para encarar esta situación ha sido desarrollar la lectura y la escritura en todas las disciplinas de cada carrera durante la educación superior. Sin embargo, como es notoria la ausencia de conocimientos básicos acerca del lenguaje y la cultura escrita de los estudiantes, algunos autores proponen extender el concepto de alfabetización académica al nivel secundario, porque es un mandato ético dotar al bachiller de recursos idóneos para enfrentar los textos disciplinares, afirma la profesora de Comunicación de la Escuela Superior Politécnica del Litoral de Guayaquil, Ecuador, Martha Espinoza.

Una alfabetización académica temprana proporcionaría al estudiantado: a) Acceso a las diferentes culturas escritas de las asignaturas; b) Amplía las lecturas y escrituras, al incluir los textos de estudio; c) Al implicar a todos los profesores, estos se harían más conscientes de que la lectura y la escritura son herramientas de aprendizaje.

Algunos docentes creen que una vez que el educando aprende a leer, la competencia está lograda y es posible aplicarla indistintamente a todo tipo de texto; “este concepto es errado, pues la lectura responde a una capacidad abierta como la inteligencia”. De ahí la importancia de capacitar a los docentes de todas las asignaturas para que cada uno, desde su disciplina/asignatura, proponga procesos de lectura y escritura, así como propiciar la escritura académica a través de blogs, periódicos escolares, presentaciones con apoyo de Power Point, entre otros, recomienda Martha Espinoza.

Con respecto a los textos de estudio es necesario que se apliquen estrategias específicas de interpretación, para que los estudiantes se familiaricen con el lenguaje propio de los temas abstractos, con los discursos explicativos y argumentativos, y con la retórica académica. También hay que abandonar la  concepción de que leer para aprender es extraer datos, y reemplazarla por la comprensión de que leer es interpretar relaciones y conceptos, afirman algunos especialistas.

En conclusión, nadie puede enseñar lo que no sabe, por tanto, los docentes actuales de la Educación Secundaria y la Educación Superior tendrían que recibir la formación previa necesaria para llevar a cabo la alfabetización académica en las distintas asignaturas que enseñan a sus estudiantes. El desarrollo de las competencias para lograr una auténtica formación en lectura crítica y escritura académica, es una vía importante hacia el mejoramiento de la calidad de la educación del país. ¡Mano a la obra!

Fuente: https://acento.com.do/opinion/alfabetizacion-academica-por-que-y-para-que-8948704.html

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El aprendizaje de la lectura comprensiva y crítica

Hacia un marco para la comprensión de qué es la lectura

Autoría: José Manuel Pérez Tornero

Indice
Nueve ideas para renovar el concepto de lectura
Ejes básicos para la enseñanza de una lectura crítica y profunda

Reseña: Leer es comprender, es razonar, es comunicarse. De aquí la importancia que tiene la promoción de la lectura en todo sistema educativo. Y de aquí la trascendencia de estimular un tipo de lectura profunda y crítica. Una buena parte de las actividades de aprendizaje y enseñanza en cualquier sistema escolar se basa en la utilización de documentos y en su lectura. Si el problema con que nos encontramos es de ausencia de una lectura comprensiva, el riesgo de colapso del sistema educativo es casi total: peligran el aprendizaje y la instrucción. De aquí la importancia que tiene la promoción de la lectura en todo sistema educativo. Y de aquí la trascendencia de estimular un tipo lectura profunda, crítica y que abra la posibilidad de imaginar mundos alternativos.

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España: Proponen cinematografía como método educativo

España / 2 de diciembre de 2017 / Autor: Jesús Gómez / Fuente: Punto Medio

Al confirmar que el interés por la lectura ha disminuido considerablemente entre los jóvenes de todo el
mundo, el doctor José López Yepes, catedrático de periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, consideró importante crear mecanismos, desde las aulas, para combinar la cinematografía con la enseñanza como nuevo método educativo.

Lo anterior tras impartir la conferencia magistral denominada “Lectura crítica como instrumento de formación”, como parte de las actividades del IV Coloquio UNAM en la Península el “Texto y el Discurso”.

En entrevista para Punto Medio explicó que actualmente las imágenes en movimiento son más atractivas para los jóvenes, y los no tan jóvenes, que la lectura reposada.

“Lo que hacemos con este experimento de la lectura crítica es elegir un tema y comparar los contenidos con diversos tipos de documentos. Esto hace que el alumno se vaya interesando más, que piense en ello, que se preocupe y que tenga criterio sobre lo que está leyendo”, explicó.

La falta de lectura, dijo, es un mal que no sólo afecta a México sino a todo el mundo, por lo que muchos gobiernos implantan planes de promoción de la lectura, –ahora los jóvenes le dedican mucho tiempo a la pantalla, celular, radio, televisión, lo que impide que formen un criterio respecto a un tema, pero también, hay documentos que no aportan nada –.

Al cuestionarle si con el uso de la cinematografía en la enseñanza se generaría un sesgo de la información, el catedrático comentó que en el caso del cine es el medio para que los alumnos se interesen.

“Cuando elegimos un tema les facilito la película, eso les atrae, y a partir de ahí empieza a la curiosidad y empiezan a leer los escritos”, añadió.

Consideró que esto no es nuevo, hay quienes a partir de un libro quieren conocer la versión del cine, y viceversa, lo que ayuda a la formación del criterio, caso contrario de los que se quedan con un sólo elemento o con ninguno.

López Yepes resaltó tres elementos importantes como instrumentos para la formación; la novela, la histórica y el cine, mismos que pueden reforzar el conocimiento de lo próximos profesionistas.

Al cuestionarle si existe estadísticas que detallen la situación actual de la población que lee, el doctor comentó no existir tales, pero hoy en día es más común señalarlo como un problema. “Con esto estamos intentando que los jóvenes puedan leer y en el caso de los universitarios es indispensable que lo hagan, porque esto no sólo sirve para conocer a fondo el contenido de algo, sino se usa para tener ideas científicas”, apuntó.

Fuente de la Noticia:

Proponen cinematografía como método educativo

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Elogio del papel (y de la palabra pausada)

Por: Jaume Carbonell

Los dispositivos electrónicos colonizan la escuela y dificultan, entre otras cosas, una lectura crítica y profunda.

“Los efectos positivos de los dispositivos electrónicos en el rendimiento escolar son, cuando menos, dudosos. Así pues no debemos llenar la escuela de dispositivos electrónicos para perseguir la ilusión de efectos pedagógicos en realidad inexistentes”. Lo sostiene Roberto Casati, en Elogio del papel. Contra el colonialismo cultural (Ariel, 2015) que amenaza ya con apoderase de la educación. Cabe decir que se trata de un reputado pensador nada alérgico a lo digital que utiliza las TIC con gran frecuencia y le resultan indispensables para muchas de sus actividades. Son diversos los estudios -aunque no abundan y también los hay de signo contrario- que confirman la tesis de Casati sobre las cuestionadas bondades tecnológicas en torno al aprendizaje, que incluso muestran que este decrece en la medida que aumenta el tiempo que ocupan de forma unidimensional.

Ello es perceptible, sobre todo, en la lectura. Patricia Alexander y Lauren Singer (Los nativos digitales también aprenden mejor con los libros de pepel, El País, 26-10-2017). Esta afirmación surge tras revisar docenas de estudios desde 1992 sobre las diferencias existentes entre la palabra escrita y digital, y que muestran que los resultados contradicen la creencia tan generalizada entre los estudiantes de que están aprendiendo mejor leyendo en la pantalla que con los textos impresos. Una cosa es que la lectura digital resulte más atractiva y otra muy distinta es que favorezca una mejor comprensión. Ello se aprecia cuando los textos superan cierta extensión -estos autores la fijan a partir de la página escrita- y se requiere cierto grado de profundidad.

Ahí está la clave. La cultura del zapping tiene enormes ventajas para localizar informaciones en un tiempo récord e incluso para hacerse una idea aproximada, aunque a menudo superficial,  del contenido de un texto: para captar la atención momentánea y satisfacer necesidades urgentes. Pero la atención hay que protegerla también de las distracciones, con la concentración y la pausa necesaria, con el objeto de ejercitar el análisis, el razonamiento, la crítica y la memoria. Es decir la comprensión lectora.

La escuela garantiza el aprendizaje mecánico de la lectura pero no siempre logra una que el alumnado adquiera una lectura en profundidad. Dicho de otro modo: al término de la escolaridad se gradúa un gran número de personas con una alfabetización básica pero otras muchas -desconozco las estadísticas- se convierten en analfabetas funcionales para toda la vida. Depende, claro está, del contexto sociocultural y de las oportunidades educativas postescolares.

En este como en otros ámbitos cabe preguntarse por las virtudes en sí del uso de las diversas tecnologías -que obviamente son diversas e inmensas- en función de los fines educativos, al margen de los crecientes intereses económicos y comerciales de las grandes multinacionales tecnológicas. Y no al revés, como suele ocurrir: primero se llena el centro de ordenadores, tabletas electrónicas, pizarras digitales y otros artefactos, calculando a cuántos tocas por aula y alumno, y posteriormente se discute su uso didáctico. Y a veces ni eso. En tales casos el imperio tecnológico sustituye o marca la agenda de institución educativa, una de las estrategias hoy más poderosas de las políticas neoliberales. De ahí la necesidad de ser cautos en las inversiones en aparatos que, con frecuencia,  además, pronto quedan obsoletos-hay administraciones educativas que de forma irresponsable firman contratos millonarios cautivados por el lustre y prestigio de la novedad-;  y de gestionar sus aplicaciones en función de las diversas necesidades educativas y de las posibilidades de evaluar sus resultados.

Sostiene Casati que el libro y la escuela son dos elementos clave de la resistencia a la colonización digital porque se sitúan en una zona todavía controvertida y disputada. Y porque el desarrollo moral e intelectual de los seres humanos no puede estar al albor de la cultura del zapping ni estar sometida a la carrera desenfrenada del cambio tecnológico. La escuela, en efecto, precisa protección de éstas y otras dinámicas sociales aceleradas. “Tal vez la fuerza de la escuela no sea saber adaptarse, sino poder crear zonas de tranquilidad a partir de las cuales se pueda observar pausadamente la evolución de la sociedad”. Un argumento que entronca con los discursos de la educación lenta y serena, que descarta los atajos que no conducen a ninguna parte (véase Elogio de la educación lenta, Domènech, J, 2009).

Una escuela de calidad que apuesta por un conocimiento sólido, por un aprendizaje situado y por un pensamiento crítico se sustenta en el triángulo formado por la lectura, la escritura y la oralidad. Una lectura más atenta, reflexiva y profunda, en las antípodas de la cultura del zapping. Una escritura sustanciosa y pausada que atienda la complejidad que no soporta un tuit de 140 caracteres. Y una oralidad forjada en la conversación democrática con argumentos, contraste respetuosa de puntos de vista, y con preguntas y más preguntas para ampliar el horizonte mental y experiencial, lejos del ruido mediático y tertuliano donde triunfa el que más grita y la dice más gorda. Un triángulo que enriquece la escuela democrática o, lo que es lo mismo: introduce otro modo de estar, hacer y pensar la educación.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2017/11/15/elogio-del-papel-y-de-la-palabra-pausada/

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La lectura crítica : propuestas para el aula derivadas de proyectos de investigación educativa

Colombia/12 junio 2017/Fuente: clacso

Este texto se enmarca en la línea de investigación “Educación, lenguaje y comunicación” de la Maestría en Docencia de la Universidad de la Salle y, de manera específica, en el campo de “la lectura crítica” en los niveles de la educación básica, media y superior. Acá se replantea la pregunta por la importancia de la formación de un lector critico en el aula de clase, para lo cual se cuestiona la enseñanza y se muestra la tensión generada entre las llamadas prácticas de lectura para la alfabetización académica y las de alfabetización crítica. También se señala la importancia de reconsiderar y reelaborar los conceptos que subyacen a la teoría critica como fuente de pensamiento en el marco de una pedagogía y didáctica crítica. Las reflexiones que aquí se presentan son fruto del interés por desvelar, en el marco de una investigación de carácter etnográfico y en perspectiva crítica, la enseñanza de la lectura crítica en el campo escolar y universitario, relacionada con unas concepciones, unas actividades, unos tipos de texto como los artículos de opinión, la internet, el anuncio publicitario, la ciudad, la novela urbana, el texto académico y el perfil del docente que orienta dicho proceso. El libro sugiere unas condiciones pedagógicas y didácticas que favorezcan la formación de un lector crítico en el aula de clase, atendiendo a unas características específicas. Se advierte la necesidad de un perfil docente como lector crítico formado, y la convergencia de prácticas de lectura académica y crítica en la perspectiva del sujeto, donde el autocuestionamiento sea el punto de partida para formar un lector crítico con una mirada razonada, ética y justa acerca de sí mismo y sobre los problemas de las realidad nacional e internacional.

Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/colecciones/saladelectura/index.php?novedad=si&c=co-060&d=12332

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