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Programación neurolingüística en el aprendizaje y la educación

Por: Paulette Delgado

La programación neurolingüística brinda a los educadores la ventaja de comprender qué motiva a los estudiantes y adaptar la forma en que enseñan a sus necesidades.

¿Qué es lo que hace que el cerebro humano procese y entienda el lenguaje? ¿En qué parte del cerebro se almacenan las palabras que aprendemos? ¿Por qué vienen a la mente palabras cuando a veces las olvidamos? Las personas que hablan más de un idioma, ¿qué es lo que evita que interfieran entre sí? Todo esto es gracias a la neurolingüística, es decir, al estudio de cómo se representa el lenguaje en el cerebro. Esta área investiga cómo y dónde el cerebro almacena el conocimiento del idioma en sus distintas presentaciones: oral, por señas o escrita. Aunque está entrelazada con la psicolingüística, que es el estudio de la comprensión y producción del lenguaje en sus formas hablada, escrita y por señas, la neurolingüística se enfoca en los mecanismos del cerebro.

El cerebro almacena información en redes neuronales que se conectan con las partes que controlan el movimiento, como el del habla, y las sensaciones internas y externas, como el sonido. El aprendizaje de información o una habilidad ocurre cuando se establecen nuevas conexiones y se fortalecen las que ya existen. En la década de los setentas,  Richard Bandler y John Grinder, investigadores de la Universidad de California en Santa Cruz, teorizaron que dentro de estas conexiones cerebrales existen patrones de pensamientos que explicaban los logros de personas exitosas. Por años, Bandler y Grinder analizaron la educación, los negocios, y cualquier terapia que las personas exitosas tuvieran en común, incluyendo hábitos de comunicación. Fue en este último punto que se dieron cuenta que la gente exitosa involucra el lenguaje corporal, fue así como los investigadores comenzaron a crear modelos de pensamiento para mejorar sus estados físicos y emocionales. A esto se le conoce como programación neurolingüística (PNL).

¿Qué es la programación neurolingüística? 

La programación neurolingüística es una forma de cambiar los pensamientos y hábitos de una persona para que sean exitosos por medio de técnicas de percepción, comportamiento y comunicación. Es un enfoque pseudocientífico basado en conexiones neuronales, específicamente, en cómo procesan el lenguaje. Se ha vuelto popular entre los enfoques alternativos para el desarrollo personal o la autoayuda. Según la página NPL Empowerment PartnershipPNL es “aprender el lenguaje de su propio cerebro» o “un manual de usuario”. Se basa en tres partes: “neuro” que es el sistema neurológico, “lingüística” que es el mensaje, tanto verbal como no verbal que se envía al cerebro y “programación” que es la manera en que la mente procesa estos mensajes.

Las personas aprenden a través de experiencias sensoriales por lo que las neuronas envían un mensaje al cerebro que interpretará la información basada en estas vivencias. La programación neurolingüística después intenta detectarlas y modificar las limitaciones inconscientes que tiene cada persona dentro de sus conexiones mentales. Por ejemplo, si una persona tiene asociado el brócoli como algo desagradable porque en su infancia sus papás lo obligaban a comerlo antes de ir a jugar, de adulto evitará comer cualquier cosa que contenga esta verdura. Aunque esta percepción no refleja su realidad actual o se basa en el sabor, mientras no altere la conexión mental que tiene sobre el brócoli, su disgusto persistirá. La programación neurolingüística lo que ayudará a modificar estas limitaciones.

Actualmente, existe un debate sobre si la programación neurolingüística es una pseudociencia o no debido a la falta de evidencia empírica, su éxito ha sido medido solo a través de testimonios de quienes lo experimentaron. Parte del debate surge de los primeros intentos de evaluar la PNL ya que los investigadores no encontraron un vínculo entre el procesamiento mental, el lenguaje y movimiento ocular. Este resultado dejó un estigma sobre la programación neurolingüística, dejando al campo con la necesidad de resolver este problema al participar más plenamente en la investigación.

La programación neurolingüística en el aprendizaje

Para los educadores, conocer sobre programación neurolingüística les da la ventaja de poder comprender qué motiva al alumno y adaptar la forma en que imparten el aprendizaje para que se adapte a ellos. Esta área ofrece estrategias de aprendizaje que ayudan a los estudiantes a desarrollar habilidades para tener un aprendizaje más óptimo y brinda a los docentes herramientas para lidiar con conductas difíciles.

Dos técnicas de programación neurolingüística, el posicionamiento perceptivo y la presuposición, se consideran útiles a la hora de resolver varios problemas encontrados en la educación. La primera se refiere a la habilidad de ver las cosas desde el punto de vista de otras personas. En el aula el docente puede realizar ejercicios donde estudiantes con distintas opiniones sean obligados a adoptar el punto de vista del otro cambiando de asiento. Este ejercicio genera participación activa y movimiento físico, lo que desencadena un cambio de pensamiento mucho más profundo que sólo pidiéndoles que vean el punto de vista de la otra persona.

La presuposición, la segunda técnica, se relaciona con significados tácitos en la conversación. Esto se ve en el aula cuando la maestra les da la oportunidad a sus alumnos de elegir entre terminar las preguntas ahora o después de hacer otra actividad, como una lluvia de ideas. Se sobreentiende que debe completarse ambas actividades pero darles la oportunidad de elegir resulta en que se concentren más en el trabajo y no desafíen las instrucciones.

Aunque parecen estrategias simples que el docente puede ya estar utilizando, una comprensión más profunda de la PNL les ayudará a obtener más habilidades para ayudar a sus estudiantes a aprender mejor. Aunque falta mucha investigación sobre la programación neurolingüística y la educación, en el 2003, dos investigadores presentaron un artículo titulado “Neuro-linguistic programming: its potential for learning and teaching in formal education”, en el que discuten cómo es útil para el aprendizaje.

Para Paul Tosey y Jane Mathison, los autores del estudio, la programación neurolingüística supone que todos los docentes influyen en la manera de aprender de los estudiantes debido a su uso del espacio y lenguaje, aunque no estén conscientes de ello.

Algunos de los puntos principales de la investigación son:

  • Para tener una buena relación entre profesor-alumno, se necesita retroalimentación mutua. Esta debe ser dinámica, no una transmisión de información de un individuo a otro sujeto separado.

  • Las personas, incluyendo los educadores, actúan según la forma en que perciben el mundo.

  • La representación y procesamiento de la información de un alumno se refleja de manera distinta en su lenguaje y comportamiento.

  • Las habilidades, creencias y comportamientos se aprenden. La enseñanza es un proceso mediante el cual se adquieren y modifican tales hábitos..

  • Toda comunicación influye potencialmente en el aprendizaje. El lenguaje y el comportamiento del docente afecta al alumno en dos maneras, su comprensión del tema en sí y sus creencias sobre el mundo.

Debido a que los padres de la programación neurolingüística, Bandler y Grinder, buscaban identificar lo que distingue a una persona exitosa, el área se convirtió en un medio para estudiar cómo las personas procesan la información, construyen conexiones neuronales y desarrollan habilidades para obtener resultados. Según los investigadores, aprender sobre el proceso de aprendizaje da como resultado cambios profundos en la habilidad de enseñar y ser instruido, resultando en estudiantes exitosos.

Para Paul Tosey y Jane Mathison estas variaciones “implican cambios en factores como las abstracciones que las personas han construido que forman sus creencias sobre el aprendizaje, su visión de su propio futuro, sus construcciones sobre sí mismos como aprendices, todo vinculado a las imágenes, sonidos, sensaciones corporales, sabores y olores que parecen ser una parte tan esencial del procesamiento de información humana”.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/programacion-neurolinguistica-aprendizaje

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Vídeo: La Educación como Vehículo a la Felicidad por Sylvia Ramírez

Por: TEDx Talks.

 

Resolverse a ejercer el derecho a ser feliz y a vivir al propio ritmo es una decisión que requiere carácter y una determinación especial. En eso se resume la trayectoria de Sylvia Ramírez, a quien LinkedIn ha catalogado como una de las 12 voces más influyentes de Latinoamérica, entre otras razones, por invitar a los jóvenes a pensar en la educación como un vehículo hacia la propia felicidad. Sylvia nos propone imaginar este mundo: “Supongamos que desde pequeños viéramos en el pizarrón un letrero que dijera: La felicidad es mi derecho; no mi obligación. Voy por la vida a mi propio ritmo”. -Con seguridad, de adultos, decidiríamos distinto, agrega. En síntesis, su idea es que el modelo educativo haría una gran contribución enseñándonos a usar el cerebro de forma distinta, ya no sólo en función de qué es lo que hay que hacer sino de cómo nos conviene aprender a pensar. Su conferencia se trata de cómo dejar atrás el ideal de ser máquinas productivas a cómo pensar en función de nuestra felicidad. Catalogada como una de las 12 voces más influyentes de América Latina por LinkedIn, Sylvia Ramírez es abogada y máster en Derecho Administrativo. Es máster practitioner en Programación Neurolingüística y coach ejecutivo certificada en España. Es profesora de posgrado en Felicidad, Liderazgo, Marca Personal y Psicología del Consumidor y sobre estos temas es colaboradora habitual en los principales medios de comunicación de Colombia. Más de 45.000 personas han asistido a sus seminarios a nivel internacional. Es la autora del best seller “Felicidad a prueba de oficinas” y Centrum (la primera escuela de negocios de Latinoamérica), la ha destacado como “Referente en Felicidad y Personal Branding en Latinoamérica”. This talk was given at a TEDx event using the TED conference format but independently organized by a local community. Learn more at https://www.ted.com/tedx

Fuente del documento: https://www.youtube.com/watch?v=MJFFWW-0eaI

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Pedagogía del egoísmo y neoliberalismo emocional (3/3)

Por Enrique Díez

En el primer artículo sobre Pedagogía del egoísmo y neoliberalismo emocionalanalizaba la actual revolución individualista que “normaliza” el egoísmo como una virtud incluso. En el segundo artículo sobre el tema explicaba cómo este trastorno “neuroliberal” se automedica con psicofármacos y “pensamiento positivo” para enseñarnos a vivir la servidumbre como si fuera una actividad liberadora. En este tercer y último artículo analizo el neosujeto que está creando esta ideología neoliberal, que en vez de llenar los sindicatos con trabajadores y trabajadoras que se unen para luchar por sus derechos, consigue que sean las consultas de psiquiatría las que están a rebosar de quienes se autoculpabilizan por su fracaso ante el paro y la precariedad.

La nueva moral neodarwinista de la competición constante, en donde el ganador se lo lleva todo y no hay lugar para los fracasados, establece la “obligación de elegir” como la única “regla lógica del juego” de la vida, regida por las pautas del mercado. De esta forma cada persona asume la necesidad de hacer un cálculo de interés individual, si quiere aumentar su capital personal en un universo donde la acumulación y el obtener ventajas sobre los demás, parece la ley generalizada de la existencia y de la posible empleabilidad y supervivencia. Se sustituye la equidad colectiva, por la elección individual. Por el hecho de ser una “libre decisión” personal, consentida, parece justificar la bondad y oportunidad del sistema.

Un ejemplo claro de esto lo vivimos cada día en el mundo educativo. Para buena parte de la sociedad ya no se trata de exigir que todos los niños y todas las niñas tengan garantizado el acceso a los mejores centros educativos públicos de la comunidad, aquellos que están en su entorno, cerca de su domicilio; sino que se exige que las familias puedan “elegir libremente”, es decir, seleccionar y demandar el mejor colegio para “los suyos”, aquel que les dé las mayores posibilidades de obtener las máximas ventajas en la competencia con los otros.

La ideología neoliberal se plasma así en el nuevo tipo de persona que estamos formando, una persona desarrollada en la lógica de la competición, cuyas relaciones y prácticas sociales se transforman en cálculos e intercambios.

Este “empresario de sí mismo” es un ser hecho para triunfar, para ganar. “We are the champions”, tal es el himno del nuevo sujeto emprendedor, con música de fondo de psicología positiva. Con una advertencia: en este nuevo mundo no hay lugar para los perdedores. El conformismo se vuelve sospechoso, porque este neosujeto empresarial está obligado a “trascenderse”, comprometido con ser un auténtico ‘doer’. El éxito se convierte en el valor supremo. La voluntad de triunfar, a pesar de los fracasos inevitables, y la satisfacción que proporciona haberlo logrado, al menos por un momento en la vida, tal es el sentido de la misma.

La gestión neoliberal de la incertidumbre y la brutalidad de la competición implica que los sujetos las soporten bajo la forma de fracaso personal, vergüenza y desvalorización. Una vez que se ha aceptado entrar en la lógica de este tipo de evaluación y responsabilización, ya no puede haber una verdadera protesta, ya que el sujeto ha llevado a cabo lo que de él se esperaba mediante una coacción autoimpuesta.

Una de las paradojas de este modelo, que exige este compromiso total de la subjetividad, es sin duda la deslegitimación del conflicto social, debido a que las exigencias autoimpuestas no tienen responsable ajeno, no tienen autores, ni fuentes identificables externas. El conflicto y la respuesta social están bloqueados porque las fuentes de poder se vuelven ilegibles desde este enfoque. Esto es, sin duda, lo que explica una parte de los nuevos síntomas de “sufrimiento psíquico”. Revela por qué, en épocas de crisis, en vez de llenarse los sindicatos con trabajadores y trabajadoras que se unen para luchar por sus derechos, son las consultas de los psiquiatras las que están a rebosar de personas con depresiones, ansiedad, insatisfacción y sentimientos de fracaso y desvalorización personal ante su situación de paro y precariedad.

El reverso del discurso de la “realización de sí” y del “éxito en la vida”, supone una estigmatización de los “fallidos”, de la gente infeliz, o sea, incapaz de acceder a la “norma social” de la prosperidad. El fracaso social es considerado como una patología.

El culto del rendimiento, del emprendimiento neoliberal, conduce a la mayoría a experimentar una sensación de inutilidad e insuficiencia y a que aparezcan formas de depresión a gran escala. La depresión, cuyo diagnóstico se ha multiplicado por 7 en las últimas décadas es, en realidad, el reverso de este modelo de rendimiento, una respuesta del sujeto a la obligación de realizarse y ser único responsable de sí mismo, de superarse cada vez más, como ‘doer’, en esa continua e inacabable “aventura” como emprendedor de sí.

Ante este desgaste provocado por la elección y el riesgo permanente, el remedio más extendido es un dopaje generalizado. El prozac toma el relevo, su consumo suple al Estado Social, con sus instituciones públicas debilitadas y la solidaridad social cuestionada.

Lo cual se traduce en el cuestionamiento de la generosidad, de las fidelidades, las lealtades, las solidaridades, de todo aquello que participa de la reciprocidad social y simbólica en los espacios comunes. La ideología del éxito, de la persona “que no le debe nada a nadie”, genera la desconfianza, incluso el odio, hacia los pobres “que son perezosos”, los viejos “que son improductivos y una carga” o los inmigrantes “que quitan el trabajo”. Pero también tiene efecto boomerang, dado que cada cual siente la amenaza de volverse algún día ineficaz e inútil, como “ellos”.

El deterioro de toda confianza en las virtudes cívicas tiene, sin lugar a dudas, efectos performativos sobre el modo en que los nuevos “ciudadanos-consumidores” consideran su contribución a las cargas colectivas y el “retorno” que obtienen a título individual. Ya no son llamados a valorar las instituciones y las políticas de acuerdo desde el punto de vista del interés de la comunidad social y política, sino en función tan sólo de su interés personal. La reestructuración neoliberal convierte a la ciudadanía en “consumidores” que nunca tienen que asumir a otra cosa más que su satisfacción egoísta. Lo que así resulta radicalmente transformado es la definición misma del sujeto político.

Por eso debemos plantearnos tomar al asalto y deconstruir este pernicioso y nefasto modelo educativo neoliberal que partidos como Ciudadanos y el Partido Popular, pero también otros partidos que se han dejado filtrar por ese discurso de la “calidad”, la “excelencia”, el “emprendimiento”, el “bilingüismo”, los “resultados PISA”, los “rankings”, están promocionando y exaltando. Debemos replantearnos cuáles son las finalidades fundamentales de la educación. Para qué queremos educar a las futuras generaciones. Si para que sean felices y construyan un mundo más justo y mejor y aprendan a convivir y respetar a la naturaleza o para que sean “triunfadores” en la especulación financiera y acumulen dividendos en paraísos fiscales. Estamos a tiempo de revertir esta masacre. Educación o barbarie, no hay neutralidad posible.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/10/16/pedagogia-del-egoismo-y-neoliberalismo-emocional-3-3/
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Pedagogía del egoísmo y neoliberalismo emocional (2/3)

Por: Enrique Díez

El objetivo del neoliberalismo emocional, que algunos denominan “neuroliberalismo”, es el refuerzo del yo, su mejor adaptación a la realidad competitiva. Mientras olvida lo que le ocurre al resto de las personas.

Analizaba en el anterior artículo Pedagogía del egoísmo y neoliberalismo emocional la actual revolución individualista que “normaliza”, naturaliza e, incluso, exalta las posiciones ideológicas del “egoísmo” como una virtud y quiebra, además, la posibilidad misma de una matriz comunitaria de solidaridad social.

Este neoliberalismo emocional no busca sólo la conversión de los espíritus; pretende también la transformación de las conductas. Esta es, en lo esencial, la función de los dispositivos de aprendizaje, sumisión y disciplina, tanto económicos, como culturales y sociales, que orienta a las personas a “vivir y gobernarse” bajo la presión de la competición, de acuerdo con los principios del cálculo del máximo interés individual.

De este modo se ordena al sujeto que se someta interiormente, que vigile constantemente sobre sí mismo, que trabaje sobre sí mismo con el fin de transformarse permanentemente, de conseguir una mejora de sí, de volverse cada vez más eficaz en conseguir resultados y rendimientos. La economía se convierte en disciplina personal. El sometimiento del deseo exige e instituye el deseo por el sometimiento.

Surge el ‘doer’. Ser ‘doer’ se convierte en tendencia. El ‘doer’ es una persona luchadora que consigue lo que quiere y no le importa sacrificarse hasta límites insospechados porque su meta es lo primero. Es la actual figura heroica de la nueva “clase trabajadora”, porque aguanta sin dormir y a base de cafeína para trabajar como si fuera dueño de la empresa, pero cobrando como un becario, o incluso pagando por trabajar y adquirir experiencia laboral. Una nueva forma de convertir la explotación y la pobreza en una manera de ser emprendedor y superarse a sí mismo.

El coaching, al pensamiento positivo, la programación neurolingüística (PNL), el análisis transaccional y múltiples procedimientos vinculados a una escuela o un gurú, son las medicinas y técnicas neuroemocionales que ayudan al emprendedor, al ‘doer’, a conseguir un mejor dominio de sí mismo, de las propias emociones, del estrés, de las relaciones con clientes o colaboradores, jefes o subordinados. El objetivo, por tanto, de este neoliberalismo emocional, que algunos expertos denominan “neuroliberalismo”, es el refuerzo del yo, su mejor adaptación a la realidad competitiva. Saberes psicológicos, con un léxico especial, autores y autoras de referencia, métodos particulares, modos de argumentación de aspecto empírico y racional y un ingente negocio pseudoeducativo que se introduce en todos los campos de la educación.

La fuente de la eficacia está en el interior de uno mismo, asegura el “pensamiento positivo”. Los problemas, las dificultades, se convierten de este modo en una auto-exigencia, pero también en una auto-culpabilización, ya que somos los únicos responsables de lo que nos sucede. De hecho, las “crisis” se convierten en auténticas oportunidades de demostrar la valía personal y la capacidad de recuperación, como en los reality shows tipo “El jefe infiltrado” o “Pesadilla en la cocina”, o en los spots publicitarios. Nos envuelve y nos enseña a vivir la servidumbre como si fuera una actividad liberadora. La misión de la vida se convierte en tener “éxito” y demostrar constantemente que se ha triunfado; nada puede impedir conseguir los sueños; no hay excusas.

En un panorama laboral y social fragmentado y competitivo, con una precariedad que mantiene a la mayor parte de la población al borde del precipicio, la ideología de la automotivación, junto con el consumo de psicofármacos (su consumo se ha triplicado desde que comenzó la crisis), hace hoy la función de lo que ayer era el capataz que vigilaba el destajo en la fábrica. Hoy es el propio deseo, acoplado al deseo del capital, que, junto con el miedo a quedarse atrás y solo, coloniza la mente colectiva. Son “los juegos del hambre” revestidos con lenguaje de coaching.

Se busca así crear ciudadanía “liberada” de cualquier obligación moral vinculada al sentimiento de solidaridad colectiva. Como en las nuevas reformas laborales, donde es el trabajador o la trabajadora individualmente quien tiene que negociar con su empleador las condiciones de su contrato, eliminando el respaldo colectivo que se consiguió hace años a través de los sindicatos. Se trata de darles “opciones individuales” para que elijan. No se pretende pensar en el bien común, sino en la ventaja de la elección personal que se puede conseguir.

Bajo el pretexto de las “opciones en libertad”, el funcionamiento del sistema lo que tiende a generar es cálculo y egoísmo. Ya no se trata de mejorar lo colectivo con el esfuerzo común pensando en el bienestar de la comunidad, sino en la capacidad y el talento individual de elegir con acierto la mejor oportunidad para cada persona. Se ha impuesto socialmente así el principio ‘neodarwinista’ en esta competición a la que nos empujan constantemente para conseguir la mejor elección, donde “el ganador se lo lleva todo”.

Esta deriva neoliberal está corroyendo efectivamente los fundamentos del proyecto de educación pública entendida como un derecho básico y esencial desde el nacimiento y a lo largo de toda la vida. Frente a la concepción de una educación pública como la garantía del derecho universal a la educación en condiciones de igualdad y democracia, dado que es la que más y mejor asegura la igualdad y la convivencia democrática de personas con distintas procedencias socio-culturales; y, por tanto, la que mejor contribuye a la equidad y la cohesión social. Se alza, ahora, un modelo educativo que, efectivamente, orienta a las personas a formarse bajo la presión de la competición, de acuerdo con los principios del cálculo del máximo interés individual: itinerarios, reválidas, rankings, selección, esfuerzo, excelencia, competitividad, rendimiento, etc., etc.

Así vemos, como un escaso contrato social, conseguido tras la segunda guerra mundial, con la lucha de la clase obrera, en una zona muy restringida de Europa, y durante un brevísimo período de tiempo, está siendo rescindido, sin siquiera preaviso. Están desapareciendo de forma fulgurante los mecanismos de protección colectiva, que denominamos Estado Social o de Bienestar, sin apenas alarma social o protestas colectivas significativas, dopados con el prozac y el fútbol televisado, asumiendo la precariedad y el saqueo como ritos habituales a los que hay que someterse para esperar un día quizá “prosperar” y enseñándonos de esta forma a asumir, incluso desear la servidumbre.

La corrosión del carácter se va instalando en nuestra conducta, al igual que se acomoda la impunidad en el imaginario colectivo, como línea inalterable de continuidad. Ya ni siquiera el horror del genocidio de los refugiados, o de la masacre continuada en Gaza, el Sáhara o Yemen, o la violación y asesinato constante de mujeres conmueven a una sociedad europea occidental, que vive para sí misma y sus deseos impulsados por la increíblemente lucrativa industria de la publicidad. Mientras la extrema derecha se asienta en los parlamentos de buena parte de la Unión Europea y se acuerda crear “guantánamos” como respuesta a la crisis de las personas refugiadas.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/07/17/pedagogia-del-egoismo-y-neoliberalismo-emocional-2-3/

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Óptimo aprendizaje…¿con estilo?

México / 19 de noviembre de 2017 / Autor: Luis Javier Plata / Fuente: Revista ¿Cómo ves?

Los padres de Francisco estaban muy contentos: acababan de inscribir a su hijo en una escuela que maximizaría la capacidad de aprender de su retoño. » Su hijo no está usando ni el 50% de sus capacidades naturales», había dicho la directora del plantel, un centro educativo que antes que imponerle una sola forma de enseñanza a todos sus alumnos, mediante un simple cuestionario determinaba a través de qué sentido (vista, oído o tacto) Paco aprovecharía al 1»% el nuevo ciclo escolar. «¿Son tus hijos visuales, auditivos o cinestésicos? a) ¿Aprende más cuando lo ve? Enséñale con videos y palabras escritas en un pizarrón. Le conviene tomar notas; b) ¿Aprende mejor escuchando? Entenderá mejor si lee en voz alta o si mueve los labios al leer; c) ¿Su aprendizaje es óptimo cuando toca las cosas? Viajes y juegos de roles le ayudarán a recordar. Necesita descansos frecuentes». «¡Las aplicaciones de la ciencia del cerebro en la educación son impresionantes!», concluyó el papá de Panchito.

Uno de los mitos del cerebro (los también llamados neuromitos) más extendido en el ámbito de la educación es el de los estilos de aprendizaje, según el cual preferimos usar diferentes sentidos para procesar la información que recibimos, por lo que aprendemos de manera más eficiente cuando la lección es diseñada para cada tipo de persona tomando en cuenta la vía sensorial que prefiere. Algunos promotores de los estilos de aprendizaje (y uno que otro despistado en revistas de divulgación como Publicaciones Didácticas de octubre de 2016) llegan incluso a asegurar sin mayor cuestionamiento y sin explicación ni evidencia alguna de por medio, cosas tan absurdas como que «el primogénito de una familia elige ser visual o auditivo», o que  «la persona táctil es muy emocional», pues «lleva el corazón a flor de piel».

Escuelas de todos los niveles (de kinder a universidad) gastan cada año cantidades masivas de dinero en cursos y talleres de «actualización» para enseñar con los imaginarios estilos de aprendizaje, por no hablar de los incontables padres que están convencidos de que si su hijo no recita al derecho y al revés la tabla del siete, es culpa de sus profesores, quienes aún no se enteran de que el estilo de aprendizaje de Paquito o Lupita es táctil y necesitan «sentir las cifras» con sus manos en vez de escuchar 100 veces durante cada recreo el disco: ¡Multipliquemos con Pepa Puerquita!

Y a pesar de que no hay ninguna evidencia sólida que respalde la teoría de los estilos de aprendizaje, y sin importar que haya sido refutada desde hace más de cuatro décadas por numerosos estudios (varios de ellos enlistados, entre otras partes, en Theory and Research in Education, 2015), tan errónea idea sigue siendo ampliamente conocida y aceptada hasta hoy. Investigaciones recientes en diferentes partes del mundo muestran que para un alto porcentaje de maestros, está más que comprobado (no es verdad) por la ciencia moderna del cerebro que sus alumnos visuales se verán (perdonando la redundancia) beneficiados con lecciones preparadas para ese estilo de aprendizaje, y que lo mismo ocurrirá si se enseña a cada uno de los tipos de alumnos con el estilo que le corresponda.

Maestros de míticos estilos

Dos estudios son ilustrativos de la adopción de los estilos de aprendizaje por los maestros: en el primero, en el que participaron 283 maestros de la parte francesa de Suiza, prácticamente todos (o para ser rigurosos 95% de ellos) estuvieron de acuerdo con la afirmación de que algunas personas eran visuales, mientras que otras eran auditivas, y casi todos los maestros (85%) creían que las investigaciones del cerebro apoyaban esto y que un enfoque pedagógico que tomase en cuenta las pregonadas diferencias favorecería el aprendizaje de sus alumnos (Mind, Brain and Education, 2015). En el segundo estudio, para casi el total (95%) de los 573 futuros maestros inscritos en el Departamento de Educación de la Universidad de Atenas, los estilos de aprendizaje fueron, entre varios neuromitos, el más conocido y aceptado. Por ello sería bastante deseable -tanto para los profesores como para sus alumnos- que quienes impartan clases algún día, griegos o de la nacionalidad que sean, incluyan en su currículo universitario un curso de neurociencias con el fin, no ya de convertirse en investigadores en esta área ni en neurocirujanos, sino tan solo de desechar mitos sobre el cerebro tan o más perniciosos que el que aquí nos compete.

La idea de clasificar a las personas por su supuesto estilo de aprender data de los años 40, cuando surgieron propuestas bastante discutidas y discutibles en psicología, como el test de personalidad de Myers-Briggs, aunque este llamado «modelo visual-auditivo-cinestésico» es fruto setentero de la pesudocientífica programación neurolingüística (la misma que cuenta, entre sus descubrimientos «científicos», que si los ojos de nuestra madre miran hacia la izquierda mientras nos dice que somos su hijo consentido, nos está diciendo una mentira piadosa).

Habilidades o hábitos

Como acertadamente señalan los psicólogos Doug Rohrer y Harold Pashler, aun suponiendo que en verdad existieran diferentes estilos de aprendizaje, una asignatura pendiente sería probar que los beneficios serían suficientes para considerar el gasto de dinero y tiempo en preparar múltiples versiones de cada curso dirigidas a estudiantes visuales/auditivos/táctiles (Medical Education, 2012). Y con «suficientes» se refieren a que estos beneficios por lo menos sean iguales o mayores que los de otras alternativas pedagógicas, como reducir el tamaño de los grupos de estudiantes o introducir y promover las tutorías personalizadas.

Si tuviesen razón los defensores de los estilos de aprendizaje (que no la tienen), sería interesante ver su propuesta de, digamos, una clase de música para estudiantes visuales, que supuestamente sacarían más jugo de ella viendo un piano en lugar de escucharlo o tocarlo. Rohrer y Pashler sugieren también que la popularidad de este neuromito puede deberse a una confusión entre estilos y habilidades de aprendizaje, ya que es verdad que, por ejemplo, las habilidades visual y verbal varían de una persona a otra, sin que esto signifique que alguien con gran habilidad verbal aprenda mejor oyendo un audiolibro que leyéndolo.

En definitiva, lo que Paco, sus padres y el resto de nosotros requerimos para aprovechar al máximo las lecciones de nuestros maestros no son estilos, sino hábitos de aprendizaje.

Fuente:

Tomado de la Edición Impresa de la Revista ¿cómo ves?, Revista de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México, Año 19, No. 228, Páginas 28 y 29.

Más información en:

http://www.comoves.unam.mx/

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María del Mar Saldaña: “La creatividad y el humor son imprescindibles para eliminar los miedos”

España/22 diciembre 2016/Fuente: Educacion Tres Punto Cero

Directora de la Escuela Literaria y de Educación Babilonia en Almería, escritora de literatura infantil y ganadora de varios concursos a nivel nacional e internacional, María del Mar Saldaña es la autora del libro ‘Hay un monstruo en la oscuridad’. Un cuento destinado a todos los niños de entre 0 y 7 años que no pueden dormir con la luz apagada a causa de ese ‘malvado y terrorífico’ monstruo que les acecha cada noche en la oscuridad. Pero realmente, ¿a qué tiene miedo María del Mar? En esta entrevista nos confiesa que teme “la falta de educación y de cultura de cualquier ser humano”.

¿Qué significa para ti la lectura y cuánto influye en tu vida tanto profesional como personal?

Para mí los libros lo son todo, ya que con ellos podemos aprender cualquier cosa, desde conocer otros países y costumbres hasta saber el funcionamiento del cerebro, los pasos para construir una casa, todas las clases de pájaros que existen o fomentar valores como la amistad y la empatía.

¿Son los libros una buena herramienta para trabajar la inteligencia emocional?

Por supuesto. En los libros nos encontramos con situaciones reales o imaginarias que nos preparan para la vida. Los cuentos tradicionales como ‘Caperucita Roja’ o ‘La tortuga y la liebre’ nos instruyen desde pequeños sobre los peligros y las consecuencias (moralejas) de las decisiones que vamos a tomar en la vida. Incluso de más mayores, las novelas nos ponen en tesituras, ayudándonos a reflexionar sobre situaciones que quizá vivamos, lo cual nos prepara emocionalmente de forma inconsciente. Está demostrado que, cuando leemos, el cerebro no distingue al 100% la ficción de la realidad, interpretándolo como algo que está sucediendo.

El cerebro no distingue al 100% la ficción de la realidad.

¿Cómo surge la idea de tu libro, ‘Hay un monstruo en la oscuridad’?

A través de un curso de Programación Neurolingüística descubrí este ejercicio y no dudé ni un instante en llevarlo a la práctica al comprobar su eficacia inmediata. Quería compartir esta información con todos esos pequeños que sufren terreros nocturnos.

Sabemos que has comprobado su efectividad con tu sobrino Francisco, de 5 años. ¿Cuál fue el resultado?

Hacía varias semanas que mi sobrino veía un monstruo en el pasillo de su casa cada vez que se apagaba la luz. Así que probé la eficacia de este método con él. Desde ese día, ha dejado de despertarse por la noche gritando y asustado. Es más, ya ni se acuerda de él.

Además de la valentía, ‘Hay un monstruo en la oscuridad’ fomenta la creatividad. ¿Cómo lo consigue?

La creatividad y el humor son imprescindibles para transformar y eliminar los miedos. A través del uso de dibujos o colores, los niños comprenden y cambian su percepción con más facilidad.

¿Qué papel juegan las TIC en el fomento de la lectura?

No creo que las TIC fomenten más o menos la lectura, aunque son una herramienta más con la que contamos para seguir trabajando en los procesos de lectura y escritura.

Cada vez son más las nuevas metodologías que están apareciendo para cambiar el modelo de educación tradicional, ¿cómo sería tu clase perfecta?

Soy una firme defensora de incluir en nuestra ley de educación una asignatura de inteligencia emocional y otra de filosofía aplicada. Es importante que nuestros niños aprendan a gestionar sus emociones y a pensar por ellos mismos.

Nuestra ley de educación debería incluir una asignatura de inteligencia emocional y otra de filosofía aplicada.

¿Qué libros has leído últimamente?

Como coordino varios clubes de lectura (adulto, juvenil e infantil), cada semana comentamos un libro. Últimamente he leído ‘¿Serías capaz de quedarte por mí?’ del escritor Miguel Vasserot, ‘El valle de los lobos’ de Laura Gallero, ‘El niño en la cima de la montaña’ de Jonh Boyne y ‘El león Kamikaze’ de Álvaro García. A nivel personal, me he leído ‘Cuenta Contigo’ de Patricia Ramírez porque me gusta estar al día sobre psicología y formas de crecer y evolucionar como persona.

Por último un pequeño test. ¿Qué te sugieren las siguientes palabras?:

Monstruo: Oportunidad de crecimiento
Oscuridad: Luz
Literatura: Conocimiento
Creatividad: Libertad
Inteligencia emocional: Conocimiento y crecimiento personal
Juego: Aprendizaje y diversión
Tecnología: Futuro
Deberes: (ver vídeo)

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/maria-del-mar-saldana-la-creatividad-humor-imprescindibles-eliminar-los-miedos/41933.html

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Florencia Salvarezza: «Las neurociencias están de moda, es hermoso que sea así»

07 Agosto 2016/Fuente:lacapital /Autor: Marcela Isaías

La directora del INE, Florencia Salvarezza, aseguró que este año «explotó» la demanda por este conocimiento

Florencia Salvarezza es la directora del Instituto de Neurociencias y Educación de la Fundación Ineco (Instituto de Neurología Cognitiva). Estuvo en Rosario la semana pasada para dictar una conferencia sobre «Mitos y verdades de las neurociencias en el aula y la educación del siglo XXI». «Las neurociencias están de moda, es hermoso que sea así. Este año explotó el interés, no damos abasto. Eso es bárbaro», se entusiasma sobre su especialización de trabajo que gana terreno en el sistema educativo argentino, de la mano del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación y el famoso neurólogo Facundo Manes.

La conferencia de Salvarezza estuvo organizada por Editorial Pearson y la Asociación Rosarina de Cultura Inglesa, en su 75º aniversario; contó con la adhesión de la Universidad Católica Argentina (UCA), la Asociación de Profesores de inglés de Rosario (Aprir) y el profesorado del inglés del Instituto Superior Olga Cossettini. Por casi dos horas y media de disertación, opinó de las Prueba Pisa que motoriza la Ocde y que ubican a la Argentina en serios problemas en lectura y cálculo, de los neuromitos, de los trastornos de aprendizaje que afectan a un buen porcentaje de la población escolar, en particular la dislexia. Al tiempo que criticó con énfasis al constructivismo cuestionó que el proceso de alfabetización en la escuela primaria se extienda a los tres primeros grados: «Hay que enseñar la correspondencia entre letra y sonido. Si lo hago bien en seis meses aprenden a leer».

Y también puntualizó sobre lo que en su visión son las claves de la educación del siglo XXI: centrarse en el cálculo y la lectura (tal una recomendación realizada por un experto del Banco Mundial que había considerado que «no había país que hubiese invertido más en educación y avanzado menos»); la innovación educativa, enseñar con perspectiva global, contar con aulas digitales (aquí sentenció que «la escuela que no tenga wi fi se murió»); una formación docente con conocimientos en neurociencias. También el manejo de los idiomas, preferentemente el inglés. Una escuela donde se resalten los conceptos de liderazgo, el trabajo en equipo y se enseñen las emociones; «todo con perserverancia, dedicación, esfuerzo y trabajo». En esta educación del siglo XXI que define Salvarezza figuran los deportes y los equipos de debates. Y también la «formación de emprendedores que puedan armarse su mundo laboral, que estén preparados para un mundo donde no todos van a tener trabajo». «La educación del siglo XXI es la que forma emprendedores», insistió.

Laboratorio

En mayo pasado el ministro de Educación y Deportes de la Nación, Esteban Bullrich, y el presidente de la Fundación Ineco, Facundo Manes, firmaron un convenio para la creación del primer Laboratorio de Neurociencias y Educación, «con el objetivo de potenciar los procesos de enseñanza y aprendizaje a partir del conocimiento acerca de cómo funciona el cerebro, cómo aprendemos y cómo enseñamos», según expresa un comunicado de prensa de ese momento.

Antes de la conferencia, la directora del INE, Florencia Salvarezza, conversó con LaCapital sobre los alcances de este acuerdo.

—¿Cuáles son los términos de ese convenio?

EM_DASHNo tiene un término de alcances. En realidad lo que nosotros firmamos es un acuerdo entre Fundación Ineco y el Ministerio para trabajar juntos en educación. Es decir, para aportar el conocimiento de todo lo que es el INE (Instituto de Neurociencias y Educación) al Ministerio de Educación. El alcance es todo lo que podamos hacer: proyectos de investigación, de asesoría ministerial, de formación docente, de revisión de currículas, todo lo que vaya surgiendo. Por suerte no es nada limitado, es sumamente amplio. Es un acuerdo macro dentro del cual tenemos como otros distintos acuerdos que vamos haciendo. Hay un proyecto para trabajar todo lo que es primaria, cómo ingresan los chicos; otro con los programas de alfabetización; otro con el desarrollo del cálculo en primer grado; otro para preparar material para los docentes de neurociencias aplicados a la educación, concreto, claro, conciso que tenga validez científica para evitar los mitos sobre el tema. Y más proyectos que se irán haciendo a medida que se puedan implementar. La ventaja de este convenio es que permite todo lo que el Ministerio y nosotros creamos que podamos hacer juntos.

EM_DASH¿El ministro Esteban Bullrich les dio alguna directiva puntual donde poner el acento?

EM_DASH Sí, mejorar la educación.

—Cuando se habla de «mejorar la educación» y neurociencias, también se suele poner el foco de trabajo en el cerebro. ¿Qué significa eso?

EM_DASHHacemos todo con el cerebro. Se pone el foco en el cerebro porque es lo que realmente sabemos que funciona, en vez de lo que pensamos. En el sistema educativo, en las universidades y en los lugares de formación docente hay mucha más idea de cómo aprender, de cómo enseñar, que de ciencia. Una cosa es lo que creo y otra lo que es. Por ejemplo, respecto de los horarios de clases Creo que a las 7.30 o a las 8 de la mañana el chico está más despierto para aprender. Y no es así, depende de la edad. Entonces una cosa es una creencia y otra un conocimiento. La ciencia avanza y la ciencia cambia. Eso es cierto, pero una cosa es opinión y otra es ciencia. Un poco la idea es usar los conocimientos, las investigaciones, lo que sabemos que funciona y lo que sabemos que no funciona para tener un camino educativo distinto. La realidad es que nuestro camino educativo de los últimos 20 años deja mucho que desear. Invertimos mucha plata y avanzamos muy poco.

EM_DASH¿Cómo entran lo colectivo, lo social en las neurociencias?

EM_DASHTiene el mismo peso lo individual que lo social. La comunidad intelectual científica, sobre todo la intelectual argentina, tiene como un sesgo bastante marcado contra lo biológico, piensa que si uno habla de biología está hablando de lo genético y dejando de lado lo social. Y una de las cosas que dicen las neurociencias es que somos animales sociales; así que la cognición, el trabajo grupal y las emociones son fundamentales. Lo social no queda de lado en absoluto, pero hay que separar las cosas. Un ejemplo es la alfabetización, que es enseñar a leer y a escribir. El proceso de incorporar a una cultura y a una sociedad es otra cosa. Cuando mezclamos las dos dejamos de hacer las dos cosas. Y nos estacamos en eso. Hay que poder separar los dominios, los problemas, hacer sin abandonar lo otro, ir incluyendo todo en el proceso.

—¿Cómo llegará este Laboratorio a las provincias, concretamente a Santa Fe?

EM_DASHNo sé todavía. Suponemos que llegará a través del Ministerio (nacional). Esto más allá de que podamos hacer trabajos de capacitación, de formación, que sé que están planteados para realizar en distintas zonas del país. Por lo que he conversado, la idea es que el sistema educativo sea más homogéneo. Somos un país, una sociedad, necesitamos formar a nuestros niños en un modo lo más homogéneo posible, en el buen sentido, no que todos sean soldaditos que marchen igual sino ciudadanos que puedan hacer todo en la vida.

—¿El Ministerio de Educación y Deportes de la Nación le paga a la Fundación Ineco por este laboratorio?

EM_DASHNo.

—¿Es un trabajo ad honórem?

EM_DASHNo. No es ni un trabajo ad honórem ni pago. Tenemos un acuerdo de cooperación. Después los distintos trabajos se presupuestarán de acuerdo a lo que tengan que presupuestarse.

—¿Por ejemplo, las capacitaciones docentes?

EM_DASHTodavía no se hizo nada. Hasta ahora lo que hemos tenido es un montón de reuniones de trabajo. Hicimos el evento en Tecnópolis («Mente, cerebro y educación») y hemos presentado un montón de proyectos que ellos nos han pedido. Cuando se canalice alguno de estos proyectos se presupuestarán las horas de trabajo. Pero el Ministerio no nos está pagando en este momento.

—¿Pero de acuerdo a lo que se haga sí?

EM_DASHSí, seguramente. Esto está en manos de la dirección ejecutiva de Fundación Ineco.

Fuente de la entrevista:http://www.lacapital.com.ar/las-neurociencias-estan-moda-es-hermoso-que-sea-asi-n1203215

Fuente de la imagen:  http://static.lacapital.com.ar/adjuntos/203/imagenes/017/694/0017694388.jpg

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