Por: Fernando Bossi
Muchas veces, cuando se acusa al imperialismo y sus agentes de ser los responsables directos o intelectuales de diferentes hechos repudiables por la sociedad, ya sea masacres, asesinatos, despojos o agresiones de distinto tipo, algunos piensan que se está exagerando, o que son denuncias “ideologizadas” o que solamente responden a los intereses de grupos de izquierda minoritarios.
Sin embargo la realidad indica que, tras estos hechos lamentables, como el caso de los asesinatos de maestros y gente vinculada a la comunidad educativa en México, está la mano criminal del imperialismo y sus socios dilectos.
Podemos afirmar, con total responsabilidad, que los culpables de la represión de los estudiantes, maestros y miembros de la comunidad educativa mexicanos, que fueron asesinados, heridos y desaparecidos en estos últimos años, son: el presidente Peña Nieto y su gobierno; Emilio Azcárraga Jean, dueño de Televisa; Claudio X. González Guajardo, presidente de la Fundación Mexicanos Primero y Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE; más allá de otros personajes de menor talla vinculados a éstos.
La firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), entre Estados Unidos, Canadá y México, que entró en vigor el 1 de enero de 1994, dio inicio a un proceso de entrega y degradación de la sociedad mexicana como nunca antes se había verificado. No es intención de estas líneas analizar las nefastas consecuencias para el pueblo mexicano que ha traído la firma de ese tratado, pero sí cabe destacar, que junto a la devastación del campo, la proliferación de la delincuencia organizada y el narcotráfico, el festín de las trasnacionales y el remate del patrimonio nacional, están los avances en la escalada de privatizaciones que incluye, con todo descaro, el de la educación. A ese intento de privatización es al que nos vamos a referir en este breve artículo.
La llamada reforma educativa en México es una reforma constitucional presentada por el presidente Enrique Peña Nieto, dentro del marco de los acuerdos y compromisos establecidos en el Pacto por México, acuerdo político nacional firmado el 2 de diciembre de 2012 por el Partido Acción Nacional, el Partido Revolucionario Institucional, el Partido de la Revolución Democrática, al que luego se sumó Partido Verde Ecologista de México.
El 10 de septiembre de 2013, Peña Nieto promulgó la reforma a la Ley General de Educación, la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Ley General del Servicio Profesional Docente. Todas estas leyes están más referidas al orden laboral que al tema educativo. Tienen como objeto presionar a los maestros y sometiéndolos a un sistema de evaluación poco trasparente y en manos de tecnócratas que responden a los dictados del Banco Mundial y la OCDE. Estas leyes también abren las puertas al proceso privatizador, con figuras como la “autonomía de gestión”, que pretende que las instituciones, maestros, directivos y padres se involucren en la resolución de los retos de cada escuela, sean éstos de tipo material, de infraestructura, de alimentación, etc. Esta “ingenua” figura, resulta fundamental para abrir paso a un sistema periférico de privatización de la educación.
¿Quiénes han incidido directamente en esta llamada reforma educativa? Todo México sabe que uno de los principales “orientadores” de esta reforma es la Fundación Mexicanos Primero, creada en 2005 por Emilio Azcárraga Jean, dueño de Televisa y hombre denunciado por sus presuntas vinculaciones con el Cartel de Sinaloa. El presidente de dicha fundación es el empresario Claudio X. González Guajardo, integrante de la lista de los 33 multimillonarios mexicanos, según la famosa lista de Forbes.
Este personaje ha estado relacionado directamente con el Grupo Carso, América Móvil, Alfa, Televisa, General Electric, Unilever, Grupo México, Home Depot, Kelloggs Company, JP Morgan Internacional y Kimberly Clark, entre otros grupos y empresas “nacionales” e internacionales. También preside o ha presidido al Consejo Mexicano de Negocios (CMN), antes Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN) y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Claudio X. González Guajardo recibió en 2006 la Medalla Anáhuac en Educación y el Premio Impulsa 2012, por parte de la congregación Legionarios de Cristo, dirigida por el sacerdote pederasta Marcial Maciel y es consejero de diversas asociaciones educativas de claro corte conservador, como la Fundación Carolina, formada por el Partido Popular español y dedicada a formar a las élites de la derecha de América Latina.
Pero a su vez, Claudio X. participa en el Consejo Ciudadano Autónomo por la Educación (CODUC), la Unión de Empresarios para la Tecnología en la Educación (UNETE), la Red Latinoamericana por la Educación (REDUCA), la Red por la Rendición de Cuentas (RRC), y, a través de los programas “Fundación Televisa”, “Bécalos”. Espacios todos que le permiten trasladar recursos públicos a sus ya henchidos bolsillos. En julio de 2014, la Lotería Nacional realizo un donativo a la Unión de Empresarios para la Tecnología (UNETE), por 44.7 millones de pesos, cantidad importante de dinero de la cual se desconoce su ejecución. También participa en los concejos de World Education and Development Fund (México-Nueva York), y de Inter-American Dialogue (Washington, D.C.).
Este caballero, Claudio X. González Guajardo, ha sido uno de los instigadores principales de la mano dura a los maestros disconformes con la reforma educativa. A la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación CNTE, la ha calificado como “minoría de delincuentes”, “mafia”, “monstruo”, “delincuentes con permiso”, “criminales”, “organización terrorista”, y sobre el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, ha manifestado que es un “gobernador débil, que no aplica la ley, que cede a chantajes”.
En 2012 se estrenó la película documental “De Panzazos”, sobre el estado de la educación en México. El principal impulsor del filme fue Claudio X. González Guajardo de Mexicanos Primero, y junto a él, por supuesto, Televisa y Kimberly Clark. El documental fue parte de la campaña mediática que los empresarios lanzaron para desprestigiar al magisterio y justificar así el ataque contra sus derechos y conquistas laborales. Esta película fue dirigida por Juan Carlos Rulfo y coproducida por Carlos Loret de Mola. Este último, durante el filme, habla de las escuelas normales (donde se forma al magisterio), calificándolas de que “son todo menos normales”. También ataca al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y su máxima dirigente, “La Maestra” Gorillo, hoy presa por corrupción y que ha llevado adelante un gremio netamente de corte gansteril, pero fundamentalmente ataca a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, organización sindical combativa, que hoy encabeza las luchas contra la “reforma educativa”. “De Panzazos” fue una vulgar campaña contra los maestros y preámbulo para imponer la propuesta educativa de Peña Nieto.
Otro personaje responsable de la reforma educativa que ha llevado a la represión sangrienta es Ángel Gurría, Secretario General de la OCDE.
En 1994, en el marco del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (NAFTA), México estrechó relaciones con la OCDE, sometiéndose a una primera evaluación por parte de este organismo, cuya propuesta central se dirige a la mercantilización de la educación. La Organización ha remitido recomendaciones muy específicas y de cumplimiento obligatorio.
En 2009, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en un documento llamado “Análisis de las políticas para maestros de educación básica en México” señalaba: “Las normales rurales, por su parte, con frecuencia son bastiones de grupos radicales, presentan un alto grado de conflictividad y tienen un potencial de movilización muy importante; en su mayor parte, se trata de instituciones anacrónicas, que ya no responden a las necesidades actuales de formación de cuadros magisteriales….”. Una clara “recomendación” para suprimir los colegios normales y satanizar a los maestros y estudiantes que se forman en esas instituciones que datan de la Revolución Mexicana.
De lo que se trata es de llevar a cabo un reordenamiento de la educación mexicana, para beneficio de algunas empresas privadas y para adaptar la formación de las nuevas generaciones a las necesidades de las multinacionales imperialistas. Se pretende así que la educación laica, libre y gratuita pase al olvido y que los actuales maestros se disciplinen o que sean despedidos de sus trabajos. Así de simple es la “reforma educativa” de Peña Nieto, Televisa, la OCDE y sus secuaces.
La “reforma educativa” mexicana pretende ser impuesta a sangre y fuego. La orden fue emanada desde Washington y la están llevando a cabo el gobierno de Peña Nieto y la oligarquía que lo rodea. Podrá entenderse así por qué afirmamos que es el imperialismo y sus fieles aliados los responsables de las últimas matanzas y desapariciones como las de Ayotzinapa y Nochixtlán, entre otras.