Madrid / 16 de noviembre de 2016 / Fuente: http://ecoaula.eleconomista.es/
Fundación ONCE clausuró este viernes la III edición del Congreso Internacional ‘Universidad y Discapacidad’, un encuentro que durante dos días ha reunido en Madrid a más de 350 expertos de 19 países para abordar el reto de la educación inclusiva. El evento concluyó con la lectura de un Manifiesto en el que las universidades piden que se desarrollen planes estratégicos de inclusión y servicios de atención a la discapacidad, y con un objetivo común expresado por la directora del Real Patronato sobre Discapacidad, Mercedes Jaraba, y el director general de Fundación ONCE, José Luis Martínez Donoso, «que la inclusión educativa lleve al empleo».
La petición de planes estratégicos de inclusión y de servicios de atención a la discapacidad se enmarca en el manifiesto leído este viernes al final del encuentro para dar a conocer las principales demandas de los expertos en formación reunidos en el III Congreso Internacional ‘Universidad y Discapacidad’, que concluyó con la entrega de premios a la mejor comunicación y al mejor poster presentados en cada uno de los grupos de trabajo.
Además de esa propuesta, el manifiesto considera «relevante y urgente» incorporar o reforzar, si ya existen, los principios de accesibilidad y diseño para todas las personas en la formación curricular de las enseñanzas universitarias.
Igualmente, apuesta por que se garantice la accesibilidad, física y tecnológica, en todos los campus universitarios con el fin de evitar el ensanchamiento de las brechas digitales que ya existen en algunos casos y que provocan discriminación hacia las personas con discapacidad.
Desde esta perspectiva, las conclusiones del congreso señalan que la educación debe emplear materiales, técnicas y formas de comunicación adecuadas y desarrolladas bajo los principios del diseño universal. «Cada persona es única y la educación requiere formas de enseñar y evaluar ricas, diversificadas, variadas, que faciliten el ajuste a las necesidades educativas de cualquier estudiante, sean comunes a todos ellos o específicas en cada caso», apunta el manifiesto.
Junto a los materiales, los expertos reunidos en este congreso internacional aluden a la importancia de «avanzar en la formación del profesorado en todos los niveles educativos» y de contar con métodos de evaluación y seguimiento del progreso de los estudiantes con discapacidad, teniendo en cuenta la existencia o no de apoyos en el entorno.
Consideran, asimismo, que el papel de las universidades no es meramente formativo, sino también de orientación al empleo. «La inclusión educativa cobra pleno sentido cuando contribuye y facilita finalmente la inclusión social y laboral», indica el texto.
Y para dar ejemplo, los especialistas entienden que las mismas universidades deben promover medidas de acción positiva para facilitar el acceso de personas con discapacidad a personal docente e investigador, con las adaptaciones necesarias para asegurar su carrera. «Sólo así se conseguirá una auténtica igualdad de oportunidades en el acceso a Personal Docente e Investigador (PDI)», sostiene el manifiesto.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, los expertos reunidos en el III Congreso Internacional ‘Universidad y discapacidad’ abogan por que la inclusión sea un valor en los procesos de acreditación y evaluación de las instituciones y docencia universitarias. En la misma línea, son partidarios de que se considere en las escalas internacionales de calidad de las universidades y en los baremos de evaluación de campus de excelencia de las universidades.
CLAUSURA Y ENTREGA DE PREMIOS
Al término de la jornada Isabel Martínez Lozano, comisionada para Universidad, Juventud y Planes Especiales de Fundación ONCE, fue la encargada de entregar los reconocimientos a las mejores comunicaciones y posters. Así, el premio a la Mejor Comunicación recayó en el trabajo titulado ‘El acceso de las personas con discapacidad como personal docente-investigador universitario’, del profesor Francisco Javier Durán de la Universidad de Granada. Por su parte, el Mejor Poster fue para el proyecto Exchange Ability, una iniciativa de Erasmus Student Network (ESN) para fomentar la movilidad internacional.
Mercedes Jaraba, directora del Real Patronato sobre Discapacidad, y José Luis Martínez Donoso, director general de Fundación ONCE, fueron los encargados de clausurar el congreso. Ambos destacaron «el éxito» de participación y agradecieron el trabajo en común de las diversas entidades que han participado en su organización.
Para Jaraba, la educación no puede ser otra cosa que «inclusiva por definición». Una educación inclusiva, añadió, que lleva a la vida normalizada. «Lo elemental ahora es que esa inclusión educativa lleve al empleo» de las personas con discapacidad.
En su intervención, el director general de Fundación ONCE aseguró que el éxito de participación de este encuentro pone de manifiesto el interés creciente de las universidades, profesionales de la educación, investigadores, entidades sociales y el tercer sector «por seguir avanzando en universidades inclusivas».
Recalcó cómo la inclusión social de las personas con discapacidad es ya una realidad que ha cambiado radicalmente en los últimos veinte años. «Ha sido gracias a ese tesón y convicción en que el talento no tiene límites lo que nos ha conducido hasta aquí», aseveró. Por todo ello, pidió «seguir avanzando juntos» en un objetivo «imprescindible en el siglo XXI, como es el acceso de los jóvenes con discapacidad a la educación superior».
El mayor factor de exclusión es la falta de educación y los retos son todavía muchos: mejorar el acceso, garantizar los apoyos necesarios, mejorar la formación y concienciación del profesorado, promover la movilidad internacional, lograr buenos itinerarios de transición hacia empleos altamente cualificados y, sobre todo, seguir potenciando la investigación en el ámbito de la discapacidad.
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