17 noviembre 2016/Fuente: Unesco
Según el Instituto de Estadística de la UNESCO, unos 757 millones de personas adultas –dos tercios de las cuales son mujeres- carecen todavía de competencias básicas de lectoescritura. La disponibilidad de métodos de reconocimiento y convalidación podría ser una estrategia fundamental para volver a vincularlos al aprendizaje y alcanzar las metas del ODS 4.
¿Cómo es posible velar por que los jóvenes y adultos no dejen de ejercer su derecho a la educación básica y vuelvan a vincularse a la enseñanza, con el fin de mejorar sus perspectivas vitales? En una reunión que tuvo lugar en la Sede de la UNESCO los días 3 y 4 de noviembre, un grupo de expertos debatió acerca de las conclusiones de un estudio y un conjunto de mensajes claves en materia de políticas, orientados a fomentar la investigación relativa al reconocimiento, la validación y la acreditación (RVA) de competencias básicas, cualquiera que sea la manera en que éstas se hayan adquirido.
La UNESCO, a través de sus divisiones e institutos especializados, tales como el Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida (IUAL), promueve el RVA de los resultados del aprendizaje no formal e informal, como elemento integral de la construcción de políticas y sistemas de aprendizaje a lo largo de toda la vida. Como contribución al desarrollo de estos programas, la UNESCO ha elaborado unas Directrices para el reconocimiento, validación y acreditación de los resultados del aprendizaje no formal e informal
La atención que le prestan al tema los encargados de formular políticas ha aumentado con la reciente notoriedad del aprendizaje a lo largo de toda la vida, que ha recibido un nuevo impulso de la Agenda de Educación 2030. Este es el eje de un proyecto conjunto de investigación UNESCO-IUAL, que cuenta con el apoyo de un grupo internacional de expertos en el RVA de los resultados del aprendizaje no formal e informal. En el proyecto, que comenzó en 2015, se examinaron tendencias, retos y prácticas promisorias en materia de RVA, con especial atención a la educación básica no formal para jóvenes y adultos desfavorecidos.
Prácticas idóneas
En el marco de la tradición humanista de la UNESCO, este proyecto se basa en un enfoque integrador que valora el aprendizaje previo y proporciona a los estudiantes una nueva oportunidad de adquirir un diploma de enseñanza básica. Este certificado puede ser un peldaño para alcanzar niveles más altos de educación y formación; pero, en muchos países en los que los jóvenes y adultos han participado en programas de alfabetización, los alumnos suelen encontrarse con que carecen de oportunidades para proseguir los estudios, con miras a completar la enseñanza básica o seguir aprendiendo.
Sin embargo, existen numerosas prácticas promisorias en este ámbito. Por ejemplo, en Sudáfrica en el decenio pasado, millones de estudiantes se beneficiaron de programas orientados a reconocer los conocimientos previamente adquiridos, mediante la elaboración de un expediente en los centros de aprendizaje comunitarios, con la orientación de trabajadores voluntarios. En otros países, como Benin, Malí y Senegal, se validan competencias basadas en esquemas duales de pasantía, que combinan la alfabetización con la formación profesional. Incluso en otros se ha tratado de vincular el RVA con el desarrollo de marcos nacionales de cualificaciones, como en el caso de Indonesia, donde se ofrecen trayectorias de aprendizaje alternativas de tipo formal, no formal o informal.
Tras analizar una amplia gama de experiencias diversas, como el inventario europeo sobre validación del aprendizaje no formal e informal, las experiencias del Instituto Nacional de Educación Abierta de la India o los programas de RVA de Chile, México y Brasil, los expertos llegaron a la conclusión de que este ámbito de investigación será cada vez más importante para los Estados Miembros, que han pedido ya más orientaciones, con el fin de abordar las crecientes desigualdades de sus sistemas de educación. Lo que ahora necesitan los responsables nacionales de formulación de políticas educativas es un asesoramiento nítido en la materia, basado en experiencias empíricas. Esto sólo puede lograrse mediante el aumento de la investigación, que los expertos se comprometieron a proseguir.
Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/promoting_lifelong_learning_through_the_recognition_of_the_o/