América del Norte/EEUU/cba24n
Una deuda para toda la vida. Esto es a lo que se enfrentarán en los próximos meses más de dos millones de estudiantes en Estados Unidos, que esperan ansiosos las cartas de admisión de las facultades universitarias donde pretenden adquirir una educación superior. Pero la cuantía de las deudas de todos ellos y de los que llegaron a la universidad antes que ellos es apabullante: 1.3 billones de dólares, una cifra que supera, por ejemplo, el Producto Interior Bruto (PIB) de Rusia.
Por hacerlo aún más gráfico, reflejemos la cifra íntegra: 1.300.000.000.000 dólares, lo que implica el triple de la deuda pública de Colombia o superar el endeudamiento de todo México.
Las grandes cifras muestran que la deuda universitaria en Estados Unidos tiene más peso que la economía de 180 de los 191 países que recoge el Fondo Monetario Internacional, o que suma más valor que la producción anual de Argentina, Colombia, Chile, Perú y Ecuador juntas. Pero si se acude a los pequeños datos, se plasma un verdadero drama.
Por cada año, una formación de 4 años en una universidad pública acaba costando al bolsillo del estudiante una media de 20.090 dólares si acude a un centro del estado en el que reside, y de 35.370 dólares si lo hace fuera de su estado, ambos incluyendo alojamiento, según College Board. Si el estudiante es aceptado en una de las grandes universidades privadas, las de la llamada ‘Ivy League’, puede alcanzar los 64.566 dólares que cuesta el curso (alojamiento incluido) en la Universidad de Brown.
Aunque en un reciente informe la Casa Blanca considera que la deuda universitaria supone «una excelente inversión» que permitirá al endeudado ganar un millón de dólares más a lo largo de su vida, el gráfico superior refleja cómo la deuda es cada vez mayor, incrementándose especialmente en las franjas de mayor edad.
Según datos de la Reserva Federal de Nueva York, las personas con más de 50 años aún acumulan una deuda universitaria por valor de 215.000 millones de dólares., cuando en 2004 era de 37.000 millones. Mientras, la deuda global se ha multiplicado por 3,5 entre 2004 y 2015, en la franja de edad mencionada casi se ha sextuplicado.
En porcentaje, la diferencia es más abultada. Mientras que en 2004 los más jóvenes – menores de 30 años – asumían el 42% de la deuda y los mayores de 50 años lo hacían con el 10,7%, en las cifras del pasado año los jóvenes han caído hasta el 30,5%, pero los mayores de 50 acumulan ya el 17,5% del total de la deuda universitaria, lo que habla de cómo las generaciones que cursaron sus estudios superiores hace tres o cuatro décadas han sido cada vez más incapaces de abonar sus obligaciones.
La crisis económica surgida en 2007 también se ha convertido en un lastre para las economías domésticas en este aspecto. En el informe, la Casa Blanca señala que, pese a seguir siendo una buena inversión, «particularmente durante la recesión, muchos estudiantes no recibieron una educación que les permita gestionar la deuda en la que han incurrido».
Eso sí, aunque «el ascenso en la deuda de préstamos estudiantiles ha supuesto un desafío para algunos prestatarios con bajos ingresos, no ha sido un factor significativo en la macroeconomía», puesto que el aumento de la deuda universitaria «está asociada con ingresos adicionales, lo que pone a muchos hogares en una mejor posición para comprar casas o iniciar un negocio».
Fuente: El Economista.
http://www.cba24n.com.ar/content/eeuu-la-deuda-universitaria-se-hace-impagable