Centroamérica/ Cuba/ 12 Diciembre 2016/ Fuente: Noticias 24.
Cristian Garcés destacó las conquistas sociales en la Isla de Cuba, entre ellas los avances en el tema de la salud. Asegura que esa nación dispone del doble de médicos por habitante que Estados Unidos.
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Cuando se piensa en los mejores indicadores en salud, educación, equidad de género y cultura, rara vez se piensa en primer lugar en una pequeña Isla del Caribe. Y si a eso sumamos que la pequeña islita tiene un PIB incomparablemente menor que el de Japón, o que el de Suecia, es muy difícil creer que esa nación pueda equiparárseles o aventajarles.
Cuba, la pequeña Isla del Caribe, con algo más de 11 millones de habitantes, subdesarrollada y enfrentada por más de cinco décadas al país más poderoso del mundo, desafía los pronósticos que para ella suele tener el mundo occidental.
Los cubanos han alcanzado cifras récord en cuanto a sus conquistas sociales, y no lo dicen ellos, sino las organizaciones creadas para medir el bienestar humano. Cuba no es Japón, pero según Save the children, la organización no gubernamental para la defensa y promoción de los derechos de la infancia, es superior a la nación nipona para el desarrollo de las niñas. De hecho, Cuba es, según la misma organización, el primer país de Latinoamérica en mejores oportunidades para ellas.
La UNICEF sumó otra alabanza para Cuba durante este año. En su informe, la organización reconoce el liderazgo regional de Cuba en materia de desarrollo para la primera infancia.
Y quien se asombra de estos anuncios es porque no conoce que Cuba, según la UNESCO, es el único país que logró cumplir los objetivos para 2015 establecidos por el Foro Mundial de Educación de Dakar en el año 2000. O quizás, de quien prefirió ver a unos pocos desde Miami decir que la vida en Cuba es insostenible, mientras la Organización Mundial de la Salud lo reconocía como el primer país del planeta en eliminar la transmisión materno-infantil de VIH-Sida y sífilis congénita.
Libertades, derechos, oportunidades piden para Cuba sus detractores, todo porque se resisten a adoptar fórmulas impuestas de determinados modelos de democracia, cuando han encontrado la vía para ver satisfechas las aspiraciones de su población, en un sistema que pondera al ser humano sobre el afán desmedido de obtener ganancias. Los que hablan de “dictadura” no reconocen la inversión del 13% de su PIB en educación- según el Banco Mundial, Cuba es el país del mundo que invierte más en educación- la erradicación del analfabetismo y mucho menos que la Isla posee los niveles más altos de esperanza de vida en el continente.
Qué contradictorio que un “régimen totalitario” haya logrado erradicar muchas de las enfermedades prevenibles que aún golpean a América Latina o que fuera bandera en la eliminación de la desnutrición infantil.
La Unión Europea –el mismo bloque que apostó hace 20 años por una posición común contra la Isla por la “falta de libertades civiles”- reconoce que las cifras alcanzadas en materia de educación en Cuba “son excepcionales entre los países en desarrollo”.
Parece ser que no pudieron hacer oídos sordos a ese informe de la UNESCO que grita más que dice: “Cuba dispone de la tasa de analfabetismo más baja y de la tasa de escolarización más alta del continente.” Según este organismo, “un alumno cubano tiene el doble de conocimientos que un niño latinoamericano y agrega: “Cuba, aunque es uno de los países más pobres de América Latina, dispone de los mejores resultados en cuanto a la educación básica”porque “la educación ha sido la prioridad más importante”.
Cuba ha vivido sitiada por el Imperialismo estadounidense durante más de medio siglo. El Imperio del norte la ha castigado a ella y a quien haya osado ayudarla. El bloqueo se recrudece para el pueblo cubano y aún amenaza a quien quiere apoyar a ese pequeño país con logros enormes. En esta coyuntura, los esfuerzos de la Isla cobran mayor trascendencia y resalta que hayan alcanzado índices de ensueño a pesar del cerco.
Con tal amenaza sostenida en el tiempo, ¿cómo pudieron lograr entonces la tasa de mortalidad infantil más baja del continente? En el reporte del New England Journal of Medicine, la más prestigiosa revista médica del mundo, se revelan las sorpresas ante los beneficios que disfrutan los cubanos. “El sistema de salud cubano parece irreal. Hay demasiados doctores. Todo el mundo tiene un médico de familia. Todo es gratis, totalmente gratis […]. A pesar de que Cuba dispone de recursos limitados, su sistema de salud ha resuelto problemas que el nuestro [el de Estados Unidos] todavía no ha logrado resolver”.
La revista agrega que “Cuba dispone del doble de médicos por habitante que Estados Unidos”.
Todavía repiten los trasnochados del capitalismo, que la Isla poseía ventaja en esto o en aquello antes del triunfo revolucionario, vociferan por un país donde se pueda “vivir decorosamente”, mientras el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, ejemplifica que, durante la última década, Cuba es el único país de América Latina y del Tercer Mundo que se encuentra entre las primeras diez naciones con el mejor índice de desarrollo humano sobre los tres criterios “esperanza de vida, educación y nivel de vida”.
Cuba ha demostrado al mundo que ser pequeño, pobre y estar sitiado no impide velar por los derechos fundamentales que se requieren para la vida humana. No lo hubiera logrado, sin embargo, si no hubiera existido la voluntad política y la vocación humanista de sus líderes, unido al compromiso de todo un pueblo en el mantenimiento de estas grandes conquistas y en la transformación de la sociedad.
En un mundo donde todo se compra y se vende, donde lo más valioso como la educación y la salud se vuelven mercancías, Cuba ha dado una lección aún más grande. Ahí están, para demostrar la fuerza de su altruismo, los profesores que, en extraños confines del mundo enseñan a leer, los ingenieros que ayudan a construir y los médicos que, retando a la muerte ajena y a la propia, salvan miles de vidas en numerosos países del mundo.
Cuba produce y exporta vida, qué más cabría esperar de una nación cuya premisa fundamental es la construcción de un socialismo más justo y equitativo.
Fuente: http://www.noticias24.com/internacionales/noticia/120163/los-derechos-humanos-en-la-isla-bloqueada-por-cristian-garces/