Perú/19 enero 2017/Fuente: La República
Valerie Aguilar es una adolescente de 15 años que por su alto coeficiente intelectual ha podido aprender con facilidad seis idiomas: inglés, francés, alemán, italiano, chino y coreano, y el próximo año empezará a estudiar quechua.
Cuando tenía apenas 3 años aprendió a leer sus cuentos favoritos y solía contarlos de memoria; armaba rompecabezas de más de 50 piezas, lo que generaba sorpresa a sus padres. Tiempo después, al ingresar al nido, las maestras notaron que el ritmo de aprendizaje de la niña era acelerado en comparación con sus compañeras y que se aburría con facilidad.
Incluso le llegaron a decir a Liliana Dellisanti, madre de Valerie, que la niña no encajaba en el colegio y debían cambiarla.
Poco después, en el colegio Saco Oliveros se detectó que la niña tenía un coeficiente intelectual de 160 puntos (el promedio es 100). A través del sistema helicoidal de este plantel, Valerie pudo explotar sus potencialidades porque no llevaba un currículo convencional. Si ella podía más, hacía más.
Actualmente, Valerie cursa la secundaria en el colegio Peruano Alemán donde destaca por su rápido aprendizaje y sus altas notas sin realizar mucho esfuerzo. Sin embargo, tiene bajas notas en conducta.
«Yo no copio la clase en mis cuadernos, me aburre. Los profesores se fastidian porque distraigo a los demás. Entonces por eso me bajan en mi puntaje«, refiere risueña.
Para esta niña el mundo va lento; prefiere resolver los problemas de matemáticas en su cabeza y no en el cuaderno. También tiene dificultades en realizar trabajos grupales, prefiere hacer las tareas sola.
Características
Las personas superdotadas tienen un coeficiente igual o mayor a 132 y se estima que representan el 2% de la población mundial. En el Perú existirían unos 600 mil, pero muchos de ellos no lo saben, explica Pierrick Labbe, director de la Asociación de Superdotados del Perú.
A los superdotados por lo general les va mal en el colegio, porque el sistema educativo no está adaptado a ellos. Pueden pasar inadvertidos en el aula. Los maestros no están capacitados para identificarlos y confunden su condición con el trastorno de hiperactividad y déficit de atención.
«Una persona con un razonamiento promedio piensa en A, luego en B y luego en C, el superdotado tiene A, B, C y D directo en la mente. Tiene una capacidad de aprendizaje muy rápida, capta a la primera, entonces se aburre del ritmo de las clases regulares y no presta atención. Por ello, muchos se sienten inferiores al resto, porque no ven las cosas como los demás», explica Labbe.
Vanesa Caycho (38) es una arquitecta superdotada que fue detectada a temprana edad en el Programa de Atención Educativa para Niños con Facultades Talentosas Sobresalientes (PAENFTS) de la UGEL 07.
Con la ayuda del programa recibió una educación adaptada a sus diferencias y ahora es una empresaria exitosa. Sabe cuatro idiomas y tiene potencialidad para la creatividad. Cuando era niña recibía clases regulares, pero en las tardes asistía al PAENFTS donde desarrollaba clases no escolarizadas para explotar su lado musical, deportivo y artístico.
«En el colegio causaba envidia, celos en mis compañeros porque sacaba buenas notas sin estudiar», recuerda.
En el Perú no existe un centro para superdotados. Los Colegios de Alto Rendimiento (COAR) son un buen intento.
Paola Portocarrero, madre de una niña superdotada de 9 años, prefiere que su hija estudie a través de un programa a distancia del colegio Liceo Naval y ayudarla en casa con sus actividades. «En el Perú no hay una especialización para maestros y psicólogos en superdotación. No hay colegios para niños gifted (superdotados)«, señala.
Diferencias con los ‘chancones’
¿Qué diferencia a un superdotado de un talentoso? Para el psicólogo Walter Ruiz, los chicos que ocupan los primeros puestos y son popularmente llamados ‘chancones’ son considerados muy inteligentes cuando no necesariamente tienen esa condición. «Destacan en la escuela porque son perseverantes y les gusta estudiar«. En cambio, un superdotado tiene un funcionamiento intelectual bastante alto, pero pasa inadvertido en el aula porque el sistema educativo no se adecúa a ellos. «Entre los 5 o 6 años un niño pueda pasar por una prueba de coeficiente intelectual que sirve mucho».
Fuente: http://larepublica.pe/impresa/sociedad/839899-los-superdotados-y-sus-dificultades-en-el-sistema-educativo