En la Universidad de Rosario Argentina: Facultad de Medicina realiza un curso de posgrado con chamanes

Es en la Universidad Nacional de Rosario y está dirigido a profesionales de la salud y ciencias sociales en la búsqueda de articular el saber ancestral y el mundo académico

AméricadelSur/Argentina/La Capital

La ciudad de Rosario ( Provincia de Santa Fé ) es desde el 18 de marzo sede de un curso de posgrado único en el país. Se trata de Medicina Tradicional Indoamericana, que comenzó a dictarse ayer en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). La iniciativa corresponde a la Fundación Mesa Verde cuyos docentes en psiquiatría, psicología, medicina y antropología compartirán las clases junto a chamanes (médicos tradicionales) que legarán su conocimiento sobre el poder terapéutico de la naturaleza. Está dirigido a profesionales de la salud, ciencias sociales, abierto al público y, en la articulación entre saber ancestral y mundo académico, tiene su marca registrada.

En la certeza de que existe más de una lógica y cosmovisión en la vastedad cultural, la propuesta de Mesa Verde es a la vez un recurso y un puente: conocer nuevos paradigmas y desandar la distancia entre los saberes milenarios de los pueblos americanos y la medicina occidental. ¿El objetivo? Una nueva percepción en la relación salud y enfermedad, ni más ni menos que el bienestar.

El curso que es anual tiene clases mensuales donde la reflexión, información y vivencias permiten desacoplar el sentido común y los prejuicios. Un verdadero trabajo de deconstrucción de los cánones de conocimiento, un corrimiento de paradigmas para acceder a otras lógicas. Para abismarse en la atávica relación de los médicos tradicionales indígenas con la naturaleza y el potencial terapéutico que deviene de este vínculo, donde cada ser vivo es un todo consciente interrelacionado con su entorno.

Las clases son mensuales, los cupos limitados y las expectativas altas, la edición del año pasado dejó frutos y abrió camino. Claro que no fue fácil llegar a esta instancia. A escuchar en los claustros de la Facultad de Medicina la inquietante melodía de los cantos ceremoniales y la fina cascada de sonidos de los palos de lluvia. O los relatos, de primera mano, sobre los estados ampliados de conciencia.

¿Cómo es posible este escenario de empiria y academia? «Hubo un cambio y el mejor ejemplo es este curso», explicaron a La Capital los integrantes de Mesa Verde y docentes del posgrado: Néstor Berlanda, Diego Viegas, Ariel Roldán e Iván Turchetti, psiquiatra, antropólogo, médico psicoterapeuta y psicólogo, respectivamente.

Invitados

El saber tradicional lo aportarán los chamanes invitados: Héctor Sarmiento de la comunidad Yacuy (Tartagal), Wilder Muñoz de la comunidad Shipibo (Amazonia Perú), Carina López Regnal (Jujuy) y Hugo Medina de la comunidad Qom (Rosario). Ellos guiarán el asombro a través de una cosmovisión que habla de mundo emocional, espíritus, energía y diagnósticos que llegan a través de estados no ordinarios de conciencia. Además de vivencias que se pierden en la noche de los tiempos, cuando el hombre comenzaba a percibirse como ser doliente.

«La medicina tradicional indígena (MTI) se sustenta en un cuerpo de conocimientos existente a lo largo de milenios, que permanece actualmente vigente en algunas culturas y regiones, y que ha demostrado ser eficiente, aunque la medicina occidental lo haya ignorado hasta la fecha», dijeron los especialistas.

Además, explicaron que desde 1977, la Organización Mundial de la Salud (OMS), llama a sus Estados miembros a que estudien, conserven y protejan «toda la sabiduría encerrada en lo que se llama medicina tradicional indoamericana, como patrimonio intangible, inmaterial de la humanidad y que en muchos lugares funciona articulando con la atención primaria de la salud». Pero precisamente esa vigencia juega a dos aguas. «No somos un grupo new age ni un lugar alternativo con respecto a los espacios académicos», explicaron los investigadores para diferenciar la rigurosidad de sus trabajos objetivados en protocolos, de las propuestas de poca o ninguna enjundia científica, aunque utilicen categorías similares.

«Hay un gran mercado para estos temas, usan los mismos conceptos pero con salidas individuales», advirtieron los profesionales. «Los pueblos indígenas trabajan desde lo social, una persona podía enfermar porque rompía tabúes de la comunidad, la MIT tiene sus reglas, es otra lógica pero el abordaje también es riguroso, no es una moda o una búsqueda en el vacío», aclararon.

¿Quiénes participan del curso? Personas de distintas edades y profesiones además de médicos, psicólogos, trabajadores sociales y estudiantes avanzados en carreras afines. «Tienen algo en común, no alcanzan a explicarse un montón de cosas. Cuando eso ocurre, el paradigma occidental hace agua y comienzan a investigar otras cosmovisiones», argumentaron. Claro que esta búsqueda requiere «pararse en un marco referencial distinto al que forma nuestro sentido común, porque de lo contrario se corre el riesgo de integrarlos como actos de magia», aseguraron.

Otros saberes, otras conciencias

¿Hay un solo paradigma para pensar la relación salud y enfermedad? ¿Una antinomia entre sustancias sutiles y biologicismo? ¿Una sola manera de legitimar saberes? «Por supuesto que no», enfatizaron los integrantes de Mesa Verde. Desde esa convicción, vienen trabajando en los últimos veinte años con tres programas de investigación, en un ir y venir epistemológico entre los emergentes del presente y los saberes atávicos. Todo parece estar ahí en alguna dimensión, sólo hay que afinar percepciones, más allá del racionalismo que imprimió un sentido único al mundo. Tañer otras cuerdas.

Y eso es lo que hacen. Es su carta de presentación. «La investigación es uno de nuestros principales objetivos, que apunta a desentrañar los misterios de los estados ampliados de conciencia, el chamanismo y la medicina tradicional de las culturas ancestrales», aseguraron. Y dijeron que sus programas de trabajo Archaic, Aleph y Abya-Yala, indagan el papel de los mitos, incluso contemporáneos, en la construcción de la realidad, los nuevos paradigmas holísticos de la ciencia y los fenómenos culturales del paso al nuevo milenio, entre otras incumbencias.

De sus dos décadas de trabajo, Mesa Verde dedicó 16 años a un núcleo duro: el chamanismo amazónico y la ayahuasca. El trabajo incluyó viajes a distintos lugares de América, sesiones con más de 3.500 voluntarios y hasta sus propias vivencias. La investigación fue «rigurosa» y quedó sistematizada en el libro «Ayahuasca medicina del alma», que recoge la indagación sobre los efectos concretos del compuesto milenario.

¿Cuál fue la respuesta? «Bien utilizada la ayahuasca tiene un enorme potencial terapéutico porque abre muchos contenidos inconscientes», explicaron, y dijeron que el trabajo fue presentado en el congreso anual de la Asociación Argentina de Psiquiatría. Otro objetivo del análisis fue «desmitificar una investigación previa que, por desconocimiento o prejuicio, equiparaba un proceso de ayahuasca como modelo para replicar la psicosis y, en función de esto, ensayar tratamientos que partían de un criterio erróneo», aseguraron. Y fundamentaron: «Un chaman no es un psicótico, al contrario, es una persona adapta a su realidad a la que conoce muy bien, es un emergente de su grupo social».

Según los investigadores, es importante dejar sentado que ya no realizan sesiones con ayahuasca, sobre todo para evitar confusiones con quienes hacen estas prácticas sin contención profesional ni rigor científico.

Entre otras actividades, anotan el Centro de Estudios en Antropología del Conocimiento en la Facultad de Humanidades (UNR), donde Viegas, que también es abogado, dicta el seminario de contenido variable Antropología de la Conciencia.

Por Silvia Carafa

Fuente:
La Capital
http://www.lacapital.com.ar/la-facultad-medicina-realiza-un-curso-posgrado-chamanes-n1360151.html
Fecha: 21/3/2017

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