Finlandia/05 junio 2017/Fuente: Página Siete
El objetivo de la forma de enseñanza del Phenomenon-Based Learning es equipar a los niños con las habilidades que necesitan para desarrollarse en el siglo XXI.
Finlandia, el país reconocido por la calidad de su educación, está reformulando la forma en que enseña en la era digital: en vez de centrarse en materias, está poniendo el énfasis en habilidades. Pero no todo el mundo está feliz con los cambios y existen temores de que pueda bajar la calidad de la enseñanza.
Hace casi dos décadas que Finlandia disfruta de la reputación de tener uno de los mejores sistemas educativos del mundo. Sus estudiantes de 15 años suelen colocarse en los primeros lugares en las tablas de medición PISA, que evalúan la lectura, las matemáticas y las ciencias.
La habilidad del país para producir resultados académicos sobresalientes resulta fascinante para muchos, ya que allí los niños empiezan la educación formal recién a los siete años. Además, tienen jornadas escolares más cortas, vacaciones más largas, muy poca tarea y no rinden exámenes.
Pero a pesar de este éxito, Finlandia está reformando su sistema, algo que considera vital en una era digital en la que los niños ya no dependen de los libros y de las aulas para adquirir conocimientos.
El objetivo de esta forma de enseñanza -conocida en inglés como Project or Phenomenon-Based Learning (PBL) (el aprendizaje basado en problemas)- es equipar a los niños con las habilidades que necesitan para desarrollarse en el siglo XXI.
Así lo explica Kirsti Lonka, profesora de psicología educativa en la Universidad de Helsinki. Entre las habilidades que resalta está el pensamiento crítico, necesario para identificar las noticias falsas y evitar el ciberbullying (acoso online). También la habilidad técnica para poder instalar software antivirus y conectar la computadora con una impresora.
«Tradicionalmente la enseñanza se ha definido como una lista de materias y datos que uno debe adquirir -por ejemplo la aritmética o la gramática- con un poco de decoración alrededor, como clases de cívica”, dice Lonka.
«Pero en la vida real nuestro cerebro no está dividido en disciplinas; pensamos de manera muy holística”, explica.
«Y cuando piensas en los problemas del mundo: crisis globales, migración, la economía, la era de la posverdad, realmente no hemos dado a nuestros niños las herramientas para lidiar con este mundo intercultural”, opina.
«Aprender a pensar, aprender a entender, éstas son las habilidades que importan y además hacen que aprender sea mucho más divertido, lo que promueve el bienestar”, concluye.
En agosto de 2016 se hizo obligatorio para todas las escuelas finlandesas enseñar de manera más colaborativa. Desde entonces, los alumnos pueden elegir un tema que les sea relevante y basar su materias en esa elección. Una de las claves de los cambios ha sido hacer un uso innovador de la tecnología y de fuentes fuera de la escuela.
Dejar atrás las tradiciones
La Escuela Secundaria Hauho está en una zona de bosques y lagos, a unos 40 minutos en auto de la ciudad de Hameenlinna. Con solo 230 alumnos de entre siete y 15 años, tiene un ambiente hogareño.
Los alumnos dejan sus zapatos en la entrada. En algunas clases, en vez de sillas usan pelotas para hacer ejercicio y hay barras en las puertas para hacer flexiones de brazos.
Los docentes son relajados con el tema de los celulares en el aula, consideran que es bueno que los niños aprecien su valor como herramienta de investigación y no solo para comunicarse con sus amigos.
En este día frío los alumnos más grandes se apiñan alrededor de sus teléfonos en la hora de almuerzo, mientras que algunos de los más chicos le hacen frente a los copos de nieve que caen para usar la pista de skate o las canchas de fútbol y baloncesto.
El director Pekka Paappanen es un ferviente creyente en el sistema PBL, y busca una variedad de maneras de integrarlo al currículo escolar.
«Discutimos ideas con los maestros y después me aseguro de que tengan el tiempo y el espacio para desarrollarlas”, afirma.
«Estamos dejando atrás algunas de las viejas tradiciones, pero lo hacemos de forma lenta. El trabajo de enseñar a nuestros niños es demasiado importante y no podemos equivocarnos”, sostiene Paappanen.
Pero ¿funciona?
El concepto de PBL tiene sus detractores.
Algunos, como el maestro de física Jussi Tanhuanpaa, temen que no les da a los niños suficiente profundidad de conocimiento sobre un tema como para permitir que lo estudien a un nivel superior.
Él enseña en Lieto, en las afueras de la ciudad sudoccidental de Turku, y cuenta que conoce a un grupo de chicos que estaban aprendiendo un nivel avanzado de matemáticas para mayores de 16 años, y el 30% debió bajar a un nivel menos avanzado.
También teme que esté ampliando la brecha entre los estudiantes más y menos capaces, que históricamente ha sido pequeña en Finlandia.
«Esta manera de enseñar es genial para los chicos más brillantes que entienden qué conocimientos se deben llevar de un experimento”, opina.
«Les da la libertad de aprender a su propio ritmo y de tomar el siguiente paso cuando están listos”, señaló. «Pero esto no es así para los niños que tienen menos capacidad de entender y que necesitan más asistencia”, continúa.
A otros les preocupa que esto agregue más a la carga laboral de los docentes y que ponga en situación de desventaja a los maestros de mayor edad que quizás no tengan tantos conocimientos digitales como sus pares más jóvenes.
Jari Salminen, de la facultad de Educación de la Universidad de Helsinki, afirma que estilos de enseñanza similares se probaron en el pasado -incluso hace 100 años- pero fallaron.
«Muchas visitas internacionales me preguntan, ¿por qué están cambiando este sistema cuando obtienen tan buenos resultados?”, cuenta.
«Y para mí es un misterio porque no tenemos ninguna información a nivel de los colegios de que el PBL esté mejorando los resultados”, dice Salminen. Anneli Rautiainen de la Agencia Nacional para la Educación de Finlandia acepta que hay preocupación y afirma que están introduciendo los cambios de manera gradual.
Por ahora, a los colegios solo se les requiere que incorporen un proyecto PBL para sus alumnos cada año.
Y, aunque no todos estén convencidos con esta revolución de la enseñanza finlandesa, la mayoría de los alumnos y padres de Hauho le dan su visto bueno.
Fuente: http://paginasiete.bo/miradas/2017/6/4/finlandia-adapta-sistema-educativo-digital-139946.html