América de Sur/Colombia/ 28.10.2019/ Fuente: amp-elespectador-com.cdn.ampproject.org.
Los bogotanos escogieron por primera vez a una mujer como su gobernante. La nueva alcaldesa llega a regir el rumbo de una ciudad con enormes retos en materia de movilidad, seguridad e infraestructura, pero con la promesa de unir sectores que tuvieron profundas diferencias durante la actual administración.
Claudia López Hernández rompió la historia electoral en Bogotá. Por primera vez, una mujer regirá el rumbo de la capital colombiana, tras conseguir una votación de 1’097.728. Desde el Gran Salón de Compensar, la candidata del Partido Verde y el Polo Democrático recibió los resultados que desde el primer boletín la dieron como ganadora de las elecciones, con el 35,2 % de los votos.
De esta forma, López se convierte en la primera alcaldesa electa en la historia de la capital. Llega a regir el rumbo de una ciudad con enormes retos en materia de movilidad, seguridad e infraestructura, pero con la promesa de unir sectores que tuvieron profundas diferencias durante la actual administración, como los ambientalistas y otros grupos activistas.
La nueva alcaldesa de Bogotá se superpuso a las candidaturas de Carlos Fernando Galán (Bogotá para la gente), Hollman Morris (Colombia Humana – Unión Patrótica) y Miguel Uribe Turbay (Avancemos – partidos Liberal, Conservador, Centro Democrático, MIRA y Justa Libres); también a las encuestas, que desde hace un mes la daban como segunda en las elecciones, y a las predicciones de expertos que consideraban que una mujer homosexual no sería electa en Bogotá, ciudad que una vez más demostró la vanguardia e impredictibilidad de su electorado.
La campaña de López fue acompañada por un grupo político diverso, que a la larga le garantizó la unión de varios sectores que han tenido una votación importante en Bogotá. Por ejemplo, contó con el apoyo del exalcalde y senador verde, Antanas Mockus; el excandidato a la Presidencia que obtuvo la mayor votación en Bogotá, Sergio Fajardo; el senador más representativo del Polo, Jorge Robledo; y otras figuras políticas como Ángela María Robledo, Antonio Navarro Wolff, Luis Ernesto Gómez, Manuel Sarmiento, Luis Eduardo Garzón, María Mercedes Maldonado, entre otros.
«Nos unimos e hicimos historia. ¡Ganó el cambio!»
El discurso de la nueva alcaldesa fue conciliador y en él agradeció a sus contendores por la carerra electoral que adelantaron. También agradeció a Mockus, Navarro, Fajardo, Robledo, y en general a quienes respaldaron su proyecto.
A Carlos Fernando Galán y su electorado les expresó que ha honrado y honrará siempre el legado de su padre, Luis Carlos Galán. A Miguel Uribe le dijo que piensa que es un hombre con gran tenacidad, pero que su futuro está alejado de los partidos que lo respaldaron. Finalmente, a Holman y sus electores les manifestó que es más lo que los une y que, con ella en el cargo, sus causas están salvaguardadas.
«Bogotá no queda hoy herida ni polarizada ni dividida. Más que entre profundas diferencias ideológicas, Bogotá escogió una historia de vida, una trayectoria, un tipo de liderazgo para gobernar para bien de todos y todas. Escogió el liderazgo de una mujer luego de centurias de gobierno de hombres, casas y cunas políticas», dijo la mandataria electa.
En su discurso, la nueva alcaldesa de la capital recordó lo histórico de elegir por primera vez a una mujer, hija de una maestra y un boyacense, que creció en La Granja, en Engativá, vivió su adolescencia en Ciudad Bolívar y terminó sus estudios universitarios gracias a un crédito del Icetex. Afirmó que es es la hija de una familia que, como la mayoría en el país, salen adelante con su trabajo.
«Soy consciente de la enorme responsabilidad que hoy asumimos, honrar el voto libre de los millones de ciudadanos y ciudadanas que hoy nos han confiado no sólo su voto sino sobre todo su confianza, sus ilusiones, los sueños de sus hijos y sus familias. Vamos a honrar esa confianza cada día. Vamos a tener el mejor equipo de gobierno. Un gobierno abierto, ciudadano, que escucha, concierta, que no abusa, que cuida cada vida y cada peso como sagrado», reiteró.
A continuación, se dirigió a los ciudadanos para indicar que no es un alcalde el que cambia una ciudad, sino que son ellos, desde su individualidad, los que verdaderamente pueden hacer que las cosas sean diferentes. La alocución finalizó como empezó, con agradecimientos a quienes estuvieron a su lado a lo largo de su camino hacia el Palacio de Liévano. De manera jocosa agradeció a las «Nayibes», a su mascota Lucky, a los de Polo, a los Verdes, a los Activistas y hasta a sus detractores, pero, muy especialmente, a su familia y a su pareja la senadora, Angélica Lozano.
Su historia
López es la mayor de seis hermanos de una familia de clase media bogotana. Su padre, Reyes Elías López, es un comerciante boyacense y galanista. Su madre, María del Carmen Hernández, es una maestra de escuela. Cuando Claudia López tenía 10 años vivió junto a su familia en la escuela pública La Granja, en Engativá. Estudió el bachillerato en el colegio Policarpa Salavarrieta. Al graduarse de la secundaria, se presentó tres veces en la Universidad Nacional, una en la Universidad del Rosario y tras la caída del Muro de Berlín se le fue de las manos la oportunidad de ganarse una beca para estudiar medicina.
Su mamá, profesora y de izquierda, compró un apartamento en Ciudad Bolívar, lugar al que se mudaron. López decidió estudiar una carrera afín con medicina, se matriculó en biología en la Universidad Distrital. Acorde con sus ideales, se unió al Movimiento Estudiantil que agrupaba universidades públicas y privadas que salían a marchar a las calles contra la violencia. Además, participó en el movimiento Séptima Papeleta, que impulsó, con un acto simbólico, la convocatoria a la Asamblea Constituyente de 1991.
López desistió de medicina y se pasó a gobierno y administración pública en la Universidad Externado. En 1993, se unió a la campaña de la Peñalosa por la Alcaldía de Bogotá, como uno de los tantos trabajos (mesera, recreacionista, bibliotecaria, entre otros) que tuvo para pagar el Icetex.
Claudia estudió inglés en Delaware, Estados Unidos con un crédito de Colfuturo. Luego estudió Administración Pública y Política Urbana en la Universidad de Columbia, en Nueva York con dos becas: de la OEA y del BID. Tras su graduación, empezó a trabajar con Naciones Unidas durante seis años, en los que viajó por América Latina.
En 2004, López regresó al país y empezó su carrera política, en la que fue protagonista debido a las denuncias que hizo sobre corrupción. El caso más recordado es el de la parapolítica, con sus denuncias sobre irregularidades en las elecciones presidenciales de 2010; también fue una gran contradictora del manejo político en La Guajira, acusando a alias Marquitos y a los exgobernadores Kiko Gómez y Oneida Pinto.
Es la primera mujer electa en llegar a la Alcaldía de Bogotá, se declaró lesbiana públicamente y tiene una relación con Angélica Lozano, senadora del Partido Verde, quien la describe como “una mujer tranquila y sensible. Su vida es de placeres modestos: la naturaleza, los perros, cocinarle a la gente que quiere, conversar y estar con los suyos. El plan es estar con sus primos, tíos y sobrinos para tomar un chocolate o hacernos una cena a los amigos de la vida y estar con su perro Lucky».
«Bogotá tiene a una mujer preparada y rigurosa. Claudia tiene un doctorado que le permiten entender desafíos de la sociedad para luego buscar y formular soluciones. Tiene una memoria impresionante y conoce la ciudad. Trabajó con los barrios y con la gente. Conoce lo popular. Es hecha a pulso y aguerrida», agregó Lozano.