México: Educación en pandemia. Inicia regreso forzado a clases presenciales

Por:  Arturo Méndez

Este lunes, 30 de agosto, el gobierno de la 4T pega un salto en la política irresponsable que ha mantenido durante la pandemia de Covid-19. Más de 30 millones de niñas, niños y adolescentes, junto con sus respectivas maestras, maestros y el resto del personal escolar, inician el ciclo escolar con clases presenciales, en medio del pico de contagios de la tercera ola en México.

Hasta el día de hoy, en su mañanera, López Obrador repite que las clases presenciales son voluntarias, pero lo cierto es que en las escuelas, por instrucciones de la SEP, se ha establecido que no habrá clases a distancia, lo que significa una presión para que madres y padres envíen a sus hijos a la escuela. Las opciones, entonces, son el rezago educativo o el riesgo de contagio.

Para el personal escolar, la supuesta voluntariedad de la que hablaron no hace mucho tanto AMLO como Delfina Gómez, no fue más que una mentira.

 

Otra mentira, o promesa incumplida, es que regresaríamos con semáforo verde. Sin embargo, con la declaración de la educación como sector esencial, ya no importa el color del semáforo epidemiológico y las clases presenciales se mantienen a toda costa. En el mismo sentido, la SEP modificó sus protocolos para que, cuando haya contagios en las escuelas, estas no suspendan clases presenciales.

Como es sabido, la variante delta del virus ataca con mayor frecuencia a niñas, niños, adolescentes y jóvenes, justamente el sector de la población (menores de 18 años) que no ha sido vacunado y que por lo tanto es más vulnerable en caso de contagio. Sin embargo, no está en los planes del gobierno la vacunación de este sector, así como no lo está tampoco aplicar el refuerzo –recomendado por la farmacéutica- de la vacuna Cansino para el magisterio. Por otra parte, este regreso a clases presenciales, que implica la movilidad y concentraciones en el transporte de más de 40 millones de personas, se da mientras que sólo alrededor del 40% de la población tiene ya el esquema completo de vacunación.

En cuanto a las escuelas, muchas no cuentan siquiera con agua, o les falta mantenimiento, mientras que el Estado no garantiza tampoco personal para atención médica y psicológica, ni los insumos necesarios para la limpieza y el cuidado de la salud de la comunidad escolar, ni transporte seguro. Por el contrario, de manera perversa, se deja en manos de docentes la tarea de pedir insumos a nuestras alumnas y alumnos, en medio de la crisis económica que atravesamos, acelerada por la pandemia, y que de conjunto han significado en muchos casos pérdidas del empleo, pauperización y la muerte de quienes jugaban un papel de sostén del hogar.

En estas condiciones, la responsabilidad de organizar la vida escolar recae también en las y los docentes, pero además en el marco de rígidos lineamientos. Aunque al parecer la dureza con que se aplican las disposiciones de la SEP varía según el estado, en la CDMX se imponen con el mayor rigor y sólo existe la posibilidad de dividir en diferentes días la asistencia del alumnado, pero con jornadas completas, incluso en escuelas de tiempo completo, lo que significa que niñas, niños y adolescentes tendrán que pasar hasta nueve horas en la escuela.

 

Unámonos frente a la imposición

Luego de mantener la incertidumbre y la confusión, lo cual abonó a mantener desorganizada a la comunidad escolar, ahora el gobierno impone el regreso a clases presenciales en las peores condiciones, todo avalado por los charros del SNTE.

Esta situación ha generado diversas expresiones de rechazo, por distintas vías, tanto por parte de madres y padres de familia como por parte del magisterio. En el caso de la CNTE, en estados como Oaxaca, Chiapas y Michoacán anunciaron que iniciarían el ciclo escolar a distancia, lo que muestra el potencial de la organización de las y los trabajadores de la educación.

Sin embargo, frente a la imposición actual y las consecuencias que se vienen, es necesario que la organización desde las escuelas, la unidad del magisterio con madres y padres de familia y la movilización unitaria se extiendan y se coordinen a nivel nacional, exigiendo durante este proceso que se abra la posibilidad de la educación a distancia, con medios como internet y equipos de cómputo garantizados por el Estado, y que de incrementarse los contagios se suspendan las clases presenciales. Esto en la perspectiva de sumar las suficientes fuerzas para un paro educativo nacional, que imponga las condiciones para un regreso presencial seguro, como la vacunación de toda la población con esquemas completos, semanas consecutivas con semáforo verde, condiciones dignas en las escuelas, con todos los servicios, transporte e insumos sanitarios garantizados por el Estado, entre otras.

Desde la agrupación Nuestra Clase consideramos que la CNTE, como principal referente de lucha del magisterio nacional y mientras enfrenta una campaña de linchamiento mediático y por parte del gobierno (la cual rechazamos), debe romper con la confianza en López Obrador y ponerse al frente de impulsar esta perspectiva independiente.

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx/Inicia-regreso-forzado-a-clases-presenciales

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