España: El Consejo Escolar pide más confidencialidad en los cuestionarios anexos a la prueba de 6º de Primaria

España/20 de Abril de 2016/El Mundo

El Consejo Escolar del Estado ha instado a reforzar las garantías de anonimato en los cuestionarios de contexto que acompañan a las preguntas de la evaluación de sexto de Primaria, que deberán responder los alumnos, y que buscan obtener información sobre las condiciones socioeconómicas y culturales de los centros.

«En opinión de este Consejo, las garantías de anonimato deberían ser reforzadas«, señala en su informe de la ponencia sobre el proyecto de orden que regula la realización de la evaluación final de Primaria en el ámbito de gestión del Ministerio de Educación (Ceuta y Melilla). En dichas ciudades autonómicas la prueba de sexto de Primaria se realizará los días 11 y 12 de mayo.

El Consejo Escolar, máximo órgano consultivo en materia educativa, ha recordado que el real decreto sobre estas pruebas ya explicaba que «de forma simultánea» a la celebración de la evaluación final de Primaria se aplicarán cuestionarios de contexto, que elaborará Educación.

Esos cuestionarios -tres, dirigidos al centro, los padres y los alumnos-, «permitirán obtener información sobre las condiciones socieconómicas y culturales de los centros para la contextualización de los resultados obtenidos».

En el proyecto ahora examinado por el Consejo para Ceuta y Melilla «parece introducirse un enfoque diferente y se corre el riesgo, pese al mencionado anonimato que consta en la redacción, de que el centro pueda relacionar los cuestionarios de contexto con el alumnado afectado«.

El texto del proyecto dice en concreto: «Las pruebas y cuestionarios de contexto serán en todo caso anónimos y vendrán identificados por un código que solo el centro podrá relacionar con el alumno/a».

El Consejo entiende que las condiciones socioeconómicas y culturales de los centros se obtiene sumando las situaciones individualizadas del alumnado pero «las garantías de anonimato deberían ser reforzadas», por ejemplo, asegurando que «únicamente la Administración esté en condiciones de relacionar el código del cuestionario con el alumno correspondiente».

Poca fiabilidad en las respuestas de los alumnos

Además, ve «un claro inconveniente» en la «fiabilidad» de la información resultante de la encuesta entre estos estudiantes de 11 y 12 años respecto a preguntas sobre circunstancias socioeconómicas y culturales.

El Consejo se refiere a una «eventual carencia del suficiente conocimiento de los alumnos respecto a la problemática de tales entornos» dada su edad.

Asimismo, «al no garantizarse plenamente el anonimato», los alumnos en sus respuestas podrían mostrar «resistencias» a poner en evidencia la existencia de entornos desfavorecidos o problemáticos de carácter personal.

Todo ello podría «disminuir el valor y la fiabilidad informativa» de estos cuestionarios y, a su vez, afectar a su «idoneidad» para servir de instrumento para contextualizar los resultados de las evaluaciones, según este órgano consultivo.

La prueba de sexto de Primaria tiene carácter diagnóstico y la fija la Lomce desde este curso.

Junto a las pruebas para comprobar las competencias básicas en Ciencia y Tecnología, Matemáticas y Comunicación lingüística en español y en la primera lengua extranjera, se incluyen cuestionarios de contexto a responder por los alumnos y también otros a contestar por los padres y las direcciones de los centros

Críticas de los profesores

Los sindicatos de profesores ANPE y FETE-UGT también han puesto en duda la pertinencia de algunas de las preguntas de los cuestionarios complementarios, publicados el pasado 15 de abril en el BOE y que incluyen preguntas al alumnado sobre su percepción acerca del colegio, de sus compañeros y su acceso a herramientas digitales así como tiempo invertido en deberes; preguntas a los padres sobre su nivel cultural y educativo y el apoyo educativo a sus hijos; y preguntas al centro sobre los principales problemas que enfrenta.

Para estos sindicatos, algunas de estas preguntas «no son muy acertadas» y no responden al objetivo diagnóstico con que inicialmente se plantearon las evaluaciones externas de la LOMCE, según ha defendido en declaraciones a Europa Press Nicolás Fernández Gutiérrez, presidente de ANPE. «El objetivo de las pruebas no era ese, lo esencial es lo otro y estas cuestiones son lo añadido –ha manifestado–. Dudo incluso que los padres tengan la obligación de responder».

Para el presidente de ANPE, aunque cree positivo que se realice una prueba externa en sexto de Primaria, siempre que no tenga una función más allá de diagnosticar e informar sobre las competencias del alumno, dirigir un cuestionario hacia el entorno socioeconómico del estudiante es «una distracción».

Por su parte, el secretario general de la Federación de Trabajadores de Enseñanza de UGT (FETE-UGT), Carlos López Cortiñas, se ha mostrado contrario a la LOMCE, pero, además, cree que hay preguntas en los cuestionarios que son «innecesarias» porque «el profesorado tiene la información suficiente» para saber la situación socioeconómica de sus alumnos.

«Preguntas dirigidas al conocimiento de la familia, si tienen medios o no tienen medios para comprarles cosas… Yo creo que el profesorado tiene la información suficiente, conoce la situación de los chicos y creo que ponerlo por escrito para quede en un documento no añade nada», añade López Cortiñas.

Riesgo para la confidencialidad

En este sentido, tanto el representante de ANPE como el de FETE-UGT se han mostrado temerosos de que, más allá de las cuestiones académicas, realizar pruebas externas sobre determinadas cuestiones, que luego se verán reflejadas en los resultados «puede poner en riesgo la confidencialidad» para los alumnos y sus familias.

«Nos siguen insistiendo en que son datos confidenciales pero son datos que estarán ahí y que dependerá de cómo se quieran utilizar desde los centros y las comunidades educativas. Yo creo que hay preguntas muy sensibles y que no se deben hacer a los alumnos», ha expresado López Cortiñas.

Además, tanto UGT como ANPE han criticado que «no se ha tenido en cuenta a la comunidad educativa» (padres, profesores y alumnos) a la hora de elaborar los cuestionarios y consideran que, pese a no ser «técnicos», sí deberían haber tenido la oportunidad de revisar los cuestionarios y «cribar» algunas preguntas.

La educación, en ‘alarma permanente’

Por el contrario, el presidente del área de Enseñanza de CSIF, Mario Gutiérrez, ha indicado que esperarán a ver los resultados de las pruebas y su utilidad para realizar una valoración. «Es una parte más del estudio del entorno, ya veremos el tratamiento que se hace», ha indicado.

Además, ha desechado la necesidad de que las pruebas incluyeran también un cuestionario para el profesorado de los centros (solo contempla cuestiones para los centros, los alumnos y los padres) porque considera que el colectivo «ya se expresa de manera detallada» sobre su percepción acerca de los problemas de los centros y del alumnado, en instancias como el Consejo Escolar, las reuniones de departamento y los informes del claustro. «Lo que queremos es que se nos escuche donde se nos tiene que escuchar», ha indicado.

En todo caso, ha criticado las reacciones a las evaluaciones de la LOMCE tanto por parte de sus impulsores como de sus detractores y ha incidido en que «no se puede estar en alerta permanente» hacia cualquier propuesta que se haga en materia de educación.

«Es asombroso que todavía tengamos estos vaivenes y se esté jugando con los niños de esta forma tan vomitiva. Lo hacen todos, no se salva ninguno. Es una verdadera vergüenza que en 2016 no tengamos un pacto educativo», ha subrayado.

Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/04/20/571776b2e2704eeb248b45b6.html

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