EE.UU Texas/Arnoby Betancourt /28/04/2016/ Fuente El Hispano
He tomado una de las metas de la exitosa Fundación “Parents Step Ahead” para titular esta columna dada la magnitud y la profundidad contenida en ella, y porque allí esta uno de los desafíos más encomiables que tenemos los padres de hijos que se están formando en esta gran nación. De acuerdo a las proyecciones demográficas para el 2025 un cuarto de la población estadounidense será de origen latino. Este indicador advierte del liderazgo que podrían asumir nuestros hijos en los campos educativo, político, deportivo, empresarial, científico, comercial, industrial, etc.
Este enorme cambio demográfico que nos convierte en la minoría más importante, implica no solo novedades para los EE.UU., sino también un cambio para el futuro de los demás países de América en donde yacen las raíces de las familias hispanas estadounidenses, puesto que nuestros hijos tendrán en sus manos la oportunidad de reforzar los lazos de unión con EE.UU. Tan trascendentales cambios, ameritan también un cambio de actitud en nuestro actuar ahora, agregándole a nuestros derechos, nuestros deberes humanos; y para ello, es fundamental asumir el papel de maestros en la primera escuela que es el hogar y tomar con determinación la responsabilidad que tenemos en los Distritos y Juntas Escolares ya que Padres y Maestros son socios para el éxito del estudiante.
Uno de los peligros latentes para la niñez, son las estructuras familiares enfermas en las que pululan los problemas. En la medida que los niños van creciendo vemos niños díscolos, indisciplinados, formados en ausencia de limites, de valores, y esto porque los mismos padres no saben disciplinarse, ni responsabilizarse, y por ende, están brindando una crianza equivocada. Se esta creando una grave distorsión en el alma de los seres en formación, de allí que seres normales, alegres, tranquilos y amorosos se estén convirtiendo en seres ansiosos, tristes, caprichosos, insensibles, desconsiderados e irrespetuosos.
Son esos hijos desagradecidos, atenidos, quienes se convierten en irresponsables, avivatos o mediocres. La consecuencia más lamentable es la distorsión de los valores que los lleva a una incapacidad creciente para distinguir entre el bien y el mal, lo cual prepara el camino para las conductas antisociales. En la medida en que los niños estén creciendo en entornos más conflictivos y de vulnerabilidad, la sociedad del mañana va a estar menos bien. Es bueno recordar qué es en el hogar, la primera escuela, en donde los maestros somos los padres, y que el ejemplo es el método más efectivo.
Allí es donde enseñamos al hijo a saludar, a dar las gracias, a ser limpio, a ser honesto, a ser puntual, a ser correcto, a hablar bien, a no decir groserías, a respetar a los semejantes y a los no tan semejantes, a ser solidario, a comer con la boca cerrada, a no robar, a no mentir, a cuidar la propiedad y la propiedad ajena, a ser organizado. Ahora bien, La Agencia de Educación de Texas ha puesto gran énfasis en la importancia de la participación de los padres y la familia en la educación publica “Derechos y Responsabilidades de la participación de los Padres”, y es así como se ha delegado mucha de la responsabilidad de la educación en la Junta Escolar Local.
La Corte Suprema de EE.UU. ha expresado que la educación quizás sea la función más importante de los gobiernos estatales y locales. Los Distritos Escolares y Las Juntas Escolares Locales constituyen la forma de gobierno representativo y participativo, en donde personas elegidas por sus comunidades toman decisiones sobre programas educativos basándose en las necesidades, valores y expectativas de sus comunidades. Finalmente, lo que nos debe quedar bien claro es que el “Éxito no es un fin, es una consecuencia”.
Fuente: http://elhispanonews.com/news/2016/apr/28/aumentar-la-conciencia-y-la-responsabilidad-de-los/
Imagen: http://elhispanonews.com/news/2016/apr/28/aumentar-la-conciencia-y-la-responsabilidad-de-los/