Los catedráticos fracasaron en educación

Panamá/12 mayo 2016/Autor:Félix Eduardo Sittón/Fuente: Crítica

Definitivamente que la educación en Panamá es de un “Tercer Mundo” y los orquestadores de la misma en los gobiernos no han hecho ni hacen nada por mejorar o remediar esta situación.

Aunado a que la participación de los catedráticos y “rectores” al frente del Ministerio de Educación, ha sido un abismal fracaso, desde que a algún político se le ocurrió la brillante idea, de proponerlos como salvadores de la patria.

Desde el inicio de la era democrática y, particularmente, durante la gestión del expresidente Martín Torrijos, los rectores de universidades han incursionado con mayor frecuencia en la política, lo que los ha facultado para aspirar al cargo de ministro.

Sin embargo, los catastróficos fracasos de Bosco Bernal, Miguel Ángel Cañizález, Salvador Rodríguez y ahora Marcela Paredes, demuestran que por allí y con ese tipo de personas, no está la solución al ineficiente sistema educativo de Panamá.

Al parecer, el traje de ministro les quedó grande a todos, a estos catedráticos atiborrados de mucho conocimiento y grandes contactos políticos, pero con poco sentido común y sin traje de fatiga.

Y qué decir de otros, que se sentaron en la silla, sin los méritos necesarios como Belgis Castro y Lucy Molinar, y que al final, se fueron por la puerta de atrás del ministerio, llevando a cuestas inolvidables escándalos que les generaron para sus currículos más penas que glorias.

Si revisamos los medios radiales, escritos y televisivos, descubrimos, pero ya sin sorpresas, que más son las cosas malas que se dicen sobre el sistema educativo panameño, que las buenas, sobre todo en la administración actual.

Mi apreciación se fundamenta en el hecho de que, la educación se ha politizado, y se ubican en posiciones de ministros a políticos que han incursionado en el sistema educativo, más que para aportar ideas y conceptos para su mejoramiento, a aprovecharse de las mieles del poder y otros beneficios, para beneficio personal.

Panamá posee un sistema de enseñanza con amplia cobertura en la educación primaria, pero con baja calidad en los aprendizajes, falta de equidad y oportunidades, especialmente en las áreas de pobreza, donde se concentran los estudiantes con menos recursos económicos.

Paralelamente, el sistema educativo nacional enfrenta marcadas desigualdades y es rico en ineficiencias, y los ministros políticos lo saben, pero es poco lo que aportaron en este renglón.

De acuerdo con informes del Banco Mundial, una de las principales deficiencias de la educación en Panamá, radica en que aunque los educadores están bien pagados y preparados, esta preparación no siempre se enfoca adecuadamente en relación a las tareas que tienen que cumplir dentro del sistema.

Con dotar al país de nuevas herramientas tecnológicas se puede contribuir a mejorar la calidad del sistema educativo panameño, pero si no toda la población estudiantil, y particularmente la de las zonas apartadas, tiene acceso a estos servicios, es poco lo que se avanzará.

Ya es tiempo que los políticos saquen sus manos de la educación y se enfoquen en otras cosas, para ver si con su ausencia el sector educativo panameño crece y se robustece y pasamos de un tercer mundo, a por lo menos el próximo escalón y cambia la condición económica de Panamá.

Fuente noticia:

http://www.critica.com.pa/opinion/los-catedraticos-fracasaron-en-educacion-433268

Fuente imagen:

www.nodaluniversidad.am

 

 

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