La reforma educativa finlandesa en clave uruguaya

América del Sur/Uruguay/09 de Septiembre de 2016/Fuente: El Observador

El currículo como sostén de la calidad educativa: la experiencia finlandesa» fue el nombre de la conferencia que el lunes dictó en la Universidad Católica la líder del proceso de reforma curricular finlandesa (2012-2016), Irmeli Halinen, que llegó al país invitada por dicha institución y la Unesco.

La visita de Halinen, directora de Desarrollo Curricular y Consejera de Educación emérita por el Consejo Nacional de Educación de Finlandia, adquiere especial relevancia en momentos en que Uruguay discute la necesidad de una reforma educativa, que aún no se concretó.

En esta discusión, muchos suelen poner como ejemplo el caso de Finlandia, uno de los países que obtiene los mejores resultados educativos en las evaluaciones internacionales como PISA. El país nórdico también se caracteriza por tener salarios docentes acordes, maestros reconocidos socialmente y los mejores estudiantes de educación media con deseos de estudiar la carrera docente.

De hecho, Halinen comenzó su conferencia al destacar algunos de los logros educativos de su país. Entre ellos, mencionó que el 42% de la población tiene un nivel educativo terciario y en educación básica (desde los siete a los 16 años) el abandono ni siquiera llega al 1% (0,6%).

Sin embargo, la jerarca finlandesa dejó en claro que todos estos logros no serían posibles si en la base del sistema no existieran dos elementos, que suelen pasar desapercibidos por estas latitudes. Ellos son: la confianza y la participación de todos los actores, pero con roles definidos .

Claves de base

A la confianza la calificó como «el pilar del sistema educativo». «Nosotros no tenemos inspecciones o pruebas difíciles, tampoco tablas de comparaciones. En vez de tener un sistema restrictivo tenemos un entorno colaborativo ascendente y descendente», explicó la jerarca finlandesa. En este contexto, señaló, «la evaluación se utiliza como retroalimentación para la mejora».

A su vez, los finlandeses tienen claro cuál es el rol que desempeña cada uno en este juego. Las metas y principios rectores del sistema educativo son decretados por el Parlamento. El gobierno es quien especifica las metas. Por ejemplo, establece la cantidad de horas para cada asignatura según el nivel educativo. En tanto, la Oficina Nacional de Educación es quien ejecuta todo esto y, por lo tanto, a quien se le encomendó la reforma del currículo nacional.

En este proceso, la Oficina Nacional de Educación priorizó la participación y la transparencia. Para esto, Halinen manifestó que se crearon redes y se buscaron profesionales entendidos para trabajar en conjunto. A su vez, se crearon elementos (foros en internet) para dar participación a todos los actores de la sociedad.

«La coherencia es promovida por el liderazgo transparente y participativo. Para esto hay que crear los elementos de participación», indicó la experta finlandesa. En este sentido, mencionó que hasta se llegó a publicar en consulta abierta los primeros borradores de la reforma para que todos pudieran estar al tanto de los cambios pensados. De esta manera, indicó que los actores educativos «sabían de qué manera los cambios iban a ser beneficiosos para su vida y le daban un sentido a la reforma».

Sin embargo, Halinen fue enfática al destacar que para tener éxito en el proceso de reforma es necesaria «una fuerte coordinación». «Si las personas no están de acuerdo, van para un lado y para otro. Por ello hay que tener claro el enfoque de la reforma», afirmó.

Lo que falta en Uruguay

La confianza y el liderazgo fueron también dos de los aspectos que destacó Fernando Filgueira, ex subsecretario de Educación, sobre el proceso de reforma de Finlandia.

Filgueira, quien tuvo a cargo los comentarios sobre la conferencia de Halinen, señaló que en el proceso del país nórdico, «las responsabilidades están claramente asignadas». «El nivel político, las líneas, el gobierno las especifica, el consejo construye el marco curricular común y los centros lo aplican según sus necesidades», apuntó. Al respecto, puntualizó que el sistema finlandés «tiene mucha participación, pero a la vez las responsabilidades están claramente asignadas».

A su vez, Filgueira subrayó lo necesario que resulta la confianza a la hora de emprender grandes cambios en educación. «Cuando existe capital de confianza, todo es fácil, pero cuando los actores desconfían entre sí, todo es más difícil», señaló. Agregó que cuando el sistema es tan prescriptivo, como el uruguayo, la generación de confianza es más difícil.

Robert Silva, consejero del Codicen, que también comentó la conferencia de Halinen, destacó el trabajo colaborativo y guiado del proceso finlandés. «En el proceso hay mucho trabajo colaborativo y participación, pero es un participación guiada, que es distinto a una participación direccionada», mencionó.

Los debes de Uruguay, según Filgueira

DOCENTES VALORADOS

En Finlandia los docentes son respetados y el salario tiene relación directa con esta condición. A su vez, sus prácticas son creativas y libres, dijo el ex subsecretario de Educación. En este sentido, mencionó que en Uruguay los currículum son de contenidos prescriptivos y esto quita autonomía al trabajo docente. «El docente que tenemos que proponer es un profesional preparado para una de las cosas más complejas: transmitir conocimiento y aprendizaje», señaló.

MARCO CURRICULAR COMÚN

Para construir un marco curricular común se debe identificar el para qué y dar un sentido de progresión al pasaje del alumno por los diferentes niveles educativos, señaló Filgueira. «Los docentes deben trabajar sobre esa continuidad», afirmó. Destacó también que las asignaturas «nunca son un fin en sí mismas», como muchas veces pasa en el sistema educativo uruguayo. Muy por el contrario, «las asignaturas deben estar al servicio del marco curricular común», aseguró. Dentro de él, los maestros deben trabajar con creatividad.

RESPONSABILIDADES CLARAS

Filgueira también subrayó la claridad del sistema educativo finlandés en cuanto a responsabilidades. En él, el nivel político define las líneas de acción. El gobierno las especifica (define, por ejemplo, la cantidad de horas para cada asignatura) y el Consejo de Educación construye el marco curricular y lo ejecuta. A su vez, cada uno de los centros lo aplica según sus necesidades. «Es un sistema que tiene mucha participación, pero también responsabilidades claras asignadas», afirmó.

CONFIANZA

Halinen definió la confianza como «el pilar del sistema educativo», ya que sobre ella se sustenta todo lo demás. Al respecto, Filgueira señaló que «existe capital de confianza; todo es más fácil. En cambio, cuando los actores desconfían entre sí, todo es más difícil». Indicó además que en un sistema prescriptivo, como el uruguayo, la generación de confianza es más complicada aún. Por eso, postuló la necesidad de dar autonomía, aunque implique atenerse a equivocaciones, y luego ir ajustando en el camino.

DISCUSIÓN

El ex subsecretario de Educación expresó que en Uruguay todavía falta «una discusión antecedente» a todas las demás, que es el para qué de una reforma educativa. Acá debe conjugarse el trabajo de los técnicos con el de los políticos. La discusión tiene una base política que depende del Parlamento, pero luego el contenido depende de los técnicos, afirmó. «Por supuesto, que tiene que haber diálogo y se debe escuchar, pero hay papeles claros y responsabilidades», dijo.

Fuente: http://www.elobservador.com.uy/la-reforma-educativa-finlandesa-clave-uruguaya-n967954

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