Italia/06 octubre 2016/Fuente: El Mostrador
La llegada constante de migrantes a Italia y el cierre de las fronteras en el norte de Europa ha provocado una crisis en los centros de acogida de la península, los cuales están desbordados, en tanto han dejado de recibir fondos desde hace meses.
Desde el comienzo de este año, Italia ha recibido 132.000 migrantes, casi todos provenientes de África, un flujo comparable al total en cada uno de los dos años anteriores (138.000 en 2014, 129.500 en 2015).
Si bien en el pasado buena parte de ellos continuaba su ruta hacia el norte de Europa, la creación de centros para identificarlos y el aumento de controles en las fronteras con Francia, Suiza y Austria, terminaron por bloquear a una buena mayoría de ellos en la península.
Esta semana se llegó al récord de 160.000, cifra a la que hay que sumar más de 15.000 menores de edad no acompañados.
El ministro del Interior italiano, Angelino Alfano, va a presentar la próxima semana un nuevo plan de distribución de estos centros por todo el país, con el objetivo de alcanzar un promedio de 2,5 solicitudes de asilo por cada 1.000 habitantes.
Los centros existentes en su gran mayoría son administrados por cooperativas o asociaciones a las que el Estado se ha comprometido a pagar una media de 25 a 35 euros por día por persona, para cubrir los gastos de comida, alojamiento, ropa, asistencia jurídica y psicológica.
El problema que padecen ahora es que el Estado dejó de pagar.
Según Confcooperative, una red que agrupa a unas 200 instalaciones en todo el país, y que aloja a unos 35.000 migrantes, el retraso en los pagos es de unos 10 meses en Sicilia (Sur), de 4 a 6 meses en Lazio (centro) y de 4 meses en Lombardía (norte).
La Cruz Roja Italiana, que maneja cerca de 70 centros de alojamiento de varios tipos, reconoció que no recibe dinero desde hace meses.
«Estamos hablando de millones de euros. La situación es muy difícil», explicó a la AFP el presidente de la misma, Francesco Rocca.
«Si el retraso es un asunto administrativo, lo entendemos. Pero si es por razones políticas, la cuestión es grave», advierte.
El presupuesto para la recepción de migrantes, que superó los mil millones de euros en 2015, se renovó parcialmente para este año.
Según la prensa italiana, faltan 600 millones de euros para pagar las deudas existentes, y unos 400 millones para los gastos del año que está por terminar.
«El problema de los recursos es cierto. Hay que reponer las arcas para poder pagar a nuestros acreedores (…). Cuando el ministerio de Hacienda nos asigne el dinero, vamos a saldar» la deuda, prometió Alfano.
En su continua batalla con la Unión Europa (UE) por la estabilidad presupuestaria, el primer ministro, Matteo Renzi, a menudo evoca los altos gastos que Italia tiene para hacer frente al fenómeno de la migración y por ello exige una mayor flexibilidad.
«Europa tiene una enorme deuda con Italia. Nosotros gastamos todo lo necesario para hacer frente a ello», repitió de nuevo el martes.
Interrogado por la AFP sobre el tema, ni el ministerio de Hacienda ni la oficina de prensa de Renzi respondieron.
Si bien los retrasos en los pagos es un fenómeno crónico dentro de la administración italiana, la situación se vuelve crítica para muchas estructuras pequeñas.
Es el caso de Oasi Don Bosco, en Catania (sur), donde un hotel convertido en 2015 en centro de acogida para 112 personas está saturado.
A pedido de la prefectura, el director del centro, Francesco Magnano, amplió su capacidad, añadió camas en las habitaciones, y en mayo lo convirtió en centro para menores no acompañados, cuyo número crece constantemente.
Hoy en día garantiza alojamiento y sostén a 160 jóvenes de 15, 16 y 17 años y ofrece trabajo a 27 personas, entre profesores, maestros, enfermeras, cocinero, etc., sin que haya recibido fondos públicos desde marzo.
Fuente noticia: http://www.lainformacion.com/educacion/escuelas/centros-acogida-migrantes-Italia-implosion_0_958105405.html
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