La educación para el desarrollo sostenible.

Por: Ramiro Campos

América está en medio de uno de los cambios sociales más profundos y rápidos de la historia. La generación actual de niños es la primera en crecer en el interior. Sus vidas conectadas están en gran medida desprovistas de explorar el mundo natural y estamos empezando a comprender las ramificaciones de su mundo virtual.

Los futuros líderes necesitan estar preparados para los retos del mañana, debemos preparar adecuadamente a nuestros hijos para ese futuro que heredarán.

Eso requiere un compromiso para proveer educación ambiental a los niños. Para hacer crecer a la próxima generación de líderes en conservación, se requiere trabajar con decenas de miles de educadores cada año, dándoles un currículo de educación ambiental premiado y premiado.

En una era donde cada vez más niños están desconectados de la naturaleza, debemos reconocer la importancia de hacer una inversión real en educación ambiental y aprendizaje al aire libre. Los estudios han demostrado que la educación ambiental involucra a los estudiantes en el aprendizaje, aumentando los resultados de las pruebas y alentando a los jóvenes a seguir su carrera en los recursos ambientales y naturales.

Si los niños están separados de la naturaleza, ¿cómo aprenderán, entenderán y valorarán la naturaleza? ¿Cómo se preocupará la próxima generación por la Tierra y será mayordomo de sus recursos?

Desde que las Naciones Unidas declararon 2005-2014 como el Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible, el tema ha sido uno candente en las escuelas.

Significa adoptar un enfoque más holístico de la educación, con el objetivo de ‘crear un mundo mejor para esta generación y futuras generaciones de todos los seres vivos del planeta Tierra’. Esto permite que cada niño adquiera los conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios para dar forma a un futuro sostenible.

Los seres humanos tienden a considerar el desarrollo como un proceso necesario y normal, pero cuando este proceso se vuelve cada vez más dependiente de la sobreexplotación de nuestros recursos naturales, la reposición de estas reservas y suministros se ve afectada; y la gestión de este desequilibrio exige asumir una escuela de pensamiento ligeramente diferente.

Una manera de cultivar esta mentalidad en nuestros jóvenes es alentando estilos de vida sostenibles a través de la Educación para el Desarrollo Sostenible. Vivir de manera sostenible es cambiar nuestras actitudes de una manera que ayude a transformar nuestras vidas en algo que no influye demasiado en nuestras rutinas actuales, mientras que usa los recursos del planeta con moderación.

La Educación para el Desarrollo Sostenible incorpora desafíos ambientales clave como el cambio climático en materias básicas como las matemáticas, la ciencia y el arte, e implica la modificación del proceso de enseñanza-aprendizaje a un enfoque más amplio. Así, los estudiantes pueden relacionar lo que aprenden en el aula con sus acciones de la vida real y estarán cada vez más en una posición mejor para tomar la iniciativa en el cambio de comportamientos y la adopción de estilos de vida sostenibles, más este tipo de educación se adopta.

‘Dado que las escuelas ya no funcionan de forma aislada, su integración con el mundo exterior ha puesto al descubierto a los estudiantes de diferentes culturas y personas’, dándoles la oportunidad de apreciar lo que el planeta ofrece, respetando la necesidad de utilizar los recursos de manera eficiente y responsable.

Nuestras escuelas necesitan más estímulo, recursos y tiempo para dedicar la atención a la educación ambiental. Necesitan financiamiento y otro tipo de apoyo para capacitar a los maestros sobre cómo incorporar la educación ambiental en sus planes de lecciones diarias y desarrollar la confianza y habilidades para llevar a sus estudiantes al aire libre para aprender.

Fuente:http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/educacion-para-desarrollo-sostenible/23969828

Imagen:http://laestrella.com.pa/media/news/image/279570_800x600_crop_5821368389719.jpg