España/16 de enero de 2017/Bez
La Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) presentó el informe «La lectura en España». En él, se destaca el estancamiento de la lectura y se critica al Gobierno por la reforma educativa.
Los españoles leen más que hace 17 años. Claro. Pero resulta que quienes lo hacen representan solo el 47,2% de la población. Los datos que recogen los editores señalan que desde 2000 a 2012, se registró un incremento de 11,2 puntos en la proporción de lectores frecuentes -aquellos que leen libros al menos una vez a la semana- y se alcanzó esa cota. Desde entonces, la cifra no ha disminuido.
En realidad, se refieren a que no leen libros. Ya que, según el mismo informe, el 92% de la población española es lectora, teniendo en cuenta que este término se le otorga a aquellos que leen periódicos, revistas, cómics, webs, blogs o foros. Es una manera de paliar el problema.
Observando los datos del barómetro que publicó el CIS en junio de 2016 -y a los que también hace referencia el informe de los editores-, el 39,4% de los españoles no abrió ni un solo libro en doce meses.
Según el estudio del CIS publicado en septiembre del pasado año, el 69,4% de los encuestados creen que en España se lee poco e, incluso, la mayoría (28,4%) se atrevieron a decir que, con respecto a hace diez años, la gente en España lee bastante menos. En lo último, el informe de la FGEE les corrige.
Aunque cada año ha ido aumentando el número de lectores, el sector sigue estancado. Como explica el presidente de la FGEE, Daniel Fernández, en la presentación del informe, la «crisis, en el caso del libro, ha implicado que los hábitos lectores de los españoles no hayan experimentado el fortalecimiento que desearíamos”.
Los editores encuentran un atisbo de esperanza en el futuro: afirman que los jóvenes (de 14 a 24 años), los universitarios y los estudiantes son los que más leen. Además, indican que los municipios de más de un millón de habitantes tienen a más gente lectora, y añaden que las mujeres leen más que los hombres -aunque la diferencia es mucho menor que en otros países-.
El Gobierno no ayuda
La FGEE deja claro que sus profesionales parten del convencimiento de que la lectura tiene una importancia trascendental en el desarrollo y progreso social de los países, por lo que su fomento debe formar parte de las políticas culturales de un país.
Por ello, los editores aprovechan para criticar la LOMCE, la reforma educativa aprobada por el PP en 2013. “En cuanto a la presencia de la lectura en el currículo de lengua castellana y literatura en los desarrollos curriculares de la LOE y la LOMCE, las diferencias son también obvias. En la LOE se ofrecía un detallado análisis de qué significan leer y comprensión lectora, así como una propuesta curricular coherente con ese marco teórico, mientras que la propuesta de la LOMCE es superficial y confusa”, indican en el informe. Además, aseguran que la anterior reforma fijaba un “tiempo diario de lectura no inferior a 30 minutos” en la Educación Primaria mientras que la nueva norma suprime la referencia a ese tiempo.
Ante esta situación, y aprovechando que al lado estaba el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, el presidente de la FGEE avisó en la presentación del informe de que había que «corregir rápidamente el rumbo». El representante del Gobierno indicó que próximamente se presentarán en el Congreso las medidas dentro del llamado Plan Cultura 2020.
Todas las iniciativas ministeriales incluidas en este plan, como la de una Fiscalía Antipiratería, tiene como fin el fomento de la lectura de la siguiente forma: impulsándola o recuperándola en los colegios (aunque no como asignatura) y reivindicándola «como actividad lúdica» y «desde la legalidad», explicó.
La crisis afectó a las bibliotecas
Respecto al sistema bibliotecario español, este creció desde 1990 a 2010, pero la llegada de la crisis hizo descender el número de bibliotecas, reduciendo también los horarios de apertura y produciendo un envejecimiento de las colecciones. Para tener una idea de lo que supuso la recesión en estos edificios, entre 2010 y 2014 se contabilizan 234 bibliotecas públicas menos.
Además, y aunque se ha incrementado el número de habitantes inscritos en las bibliotecas (del 28,72% al 34,49%), se ha dado un descenso de los préstamos, llegándose a reducir 8.349.307 de 2010 a 2014. Esto induce a pensar que aunque el préstamo sigue siendo relevante, el interés por la biblioteca se mantiene por otros servicios de carácter social, tecnológico, educativo o cultural.
Fuente: http://www.bez.es/294998229/La-lectura-asignatura-pendiente-en-Espana.html