La cifra aprobada por el ejecutivo para ese fin reforzará el programa de alimentación escolar en numerosas instituciones docentes del país que sufren por la falta de víveres a causa de ese flagelo.
El secretario del gabinete de Educación Fred Matiangi instó a funcionarios del sector y a directores de los centros docentes a monitorear la situación para afrontar de forma adecuada los efectos de la sequía.
Los maestros no deben enviar a los niños a casa y los alimentos destinados al socorro se distribuirán en colaboración con el Servicio Nacional de la Juventud, orientó el funcionario.
Según la ONU, la falta de lluvias y sus secuelas en la escasez de alimentos ponen en riesgo a unas 17 millones de personas en el este de África.