Con motivo del Día Internacional de la Mujer 2017 (8 de marzo), el Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS, por sus siglas en inglés), presenta una nueva edición del Atlas electrónico sobre desigualdad de género en la educación, para poner de manifiesto dónde las niñas y las mujeres realizan progresos y dónde se quedan rezagadas en los distintos niveles educativos. Un conjunto de mapas y gráficos interactivos da vida a un extraordinario volumen de datos sobre unos 200 países, elaborados por el UIS, que es la fuente oficial de estadísticas para los objetivos mundiales de la educación.
América del Norte/Estados Unidos/04.04.2017/Autor y Fuente: http://es.unesco.org
“El Atlas electrónico es un recurso indispensable para los esfuerzos encaminados a suprimir las desigualdades de género de aquí a 2030, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, declaró Silvia Montoya, Directora del Instituto de Estadística de la UNESCO. “Proporcionamos datos a los encargados de formular políticas, los activistas y los ciudadanos comprometidos que tratan de eliminar los obstáculos que impiden a las niñas y las mujeres aprovechar la capacidad de transformación de la educación”.
Las estadísticas indican que hay progreso, pero también obstáculos tenaces
A pesar de todos los esfuerzos realizados y los progresos logrados en los dos últimos decenios, sigue siendo más probable que las niñas queden totalmente marginadas de la educación, en comparación con los niños. Según datos del UIS, si se mantienen las tendencias actuales, unos 15 millones de niñas de edades comprendidas entre los 6 y los 10 años nunca asistirán a la escuela, en comparación con unos 10 millones de niños marginados.
En el Atlas electrónico figuran los puntos álgidos, donde las niñas afrontan dificultades para iniciar los estudios. En Sudán y Afganistán, apenas hay 70 niñas matriculadas en primaria por cada 100 niños, mientras que también persisten brechas importantes en países como el Chad (77 niñas por cada 100 niños), Yemen (84 niñas por 100 niños) y Pakistán (85 niñas por 100 niños). Además, en muchos países la brecha tiende a ampliarse a medida que aumenta el nivel de enseñanza.
La buena noticia es que las niñas que logran ingresar en la escuela tienden a persistir en los estudios, incluso cuando tienen que repetir curso. En 2014, aproximadamente el mismo número de niñas y niños repitieron curso en la educación primaria (unos 14 millones), según el Atlas electrónico. Pero en ese año 20 millones de niños abandonaron los estudios, en comparación con unos 17 millones de niñas que también lo hicieron.
Al examinar las tendencias regionales a lo largo del tiempo, se percibe un notable progreso en Asia meridional, donde una niña que comience hoy la escuela tiene la perspectiva de recibir instrucción durante 11 años, en comparación con los 6 años de 1990. En contraste, una niña del África subsahariana sólo puede esperar unos 9 años de escolaridad, mientras que los niños pueden esperar 10 años (comprendido el tiempo que pasan repitiendo cursos).
Conectar los datos con las políticas
Numerosos estudios apuntan a los efectos positivos que ejercen las maestras sobre el aprendizaje de las niñas. Pero la región que afronta mayores problemas, -el África subsahariana- es la única que tiene un profesorado predominantemente masculino. En países como Liberia, apenas el 13 por ciento de los docentes de nivel primario son mujeres, mientras que más de la mitad de las niñas se encuentran sin escolarizar.
Las estadísticas subrayan también la necesidad de alentar a las niñas y las mujeres a que prosigan los estudios hasta los niveles superiores del sistema educativo. Se han logrado progresos considerables y el balance se inclina a favor de las jóvenes en numerosos países de ingresos medios y altos. Pero estas tendencias han de examinarse con más detalle. Aunque actualmente hay en el mundo más mujeres que hombres cursando estudios de Licenciatura, los datos indican la persistencia de los obstáculos de género en los niveles académicos superiores, lo que se traduce en que las mujeres representan menos del 30 por ciento de los investigadores del mundo.
El Atlas electrónico de desigualdad de género de la UNESCO pone estos datos al alcance de los promotores de la educación y los encargados de formular políticas, con el fin de asegurar que las niñas y las mujeres perciban todos los beneficios que prometen los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/new_eatlas_of_gender_inequality_in_education_shows_progress/
Imagen: http://www.unesco.org/new/typo3temp/pics/87568041e5.jpg