Entrevista a Laura Moyano: “En el último tiempo la identidad de género tomó una forma mucho más política”

Entrevista a Laura Moyano

“En el último tiempo la identidad de género tomó una forma mucho más política”

«Cuando me preguntan cómo me defino, digo yo soy Laura y punto, ahora cuando tengo que asumir una identidad política, soy una mujer trans», asegura Laura Moyano, activista trans, defensora de los derechos por las identidades sexuales y de género, y estudiante universitaria en la carrera de Comunicación con orientación en Planificación. También es maquilladora y trabajadora de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.

Por Silvina Perugino: abogada, especialista en género y comunicación, Facultad de Periodismo y Comunicación Social UNLP (en etapa de tesis).



¿Qué es la identidad trans, travesti?

Una persona trans cuestiona el binomio de género, esta dicotomía de hombre y mujer, y como una cuestión performativa la identidad surge de un modo no tradicional, sin reproducir el orden social, es decir, esto de tener que ser lo que la sociedad quiere que seas. A través de estas cuestiones identitarias una se va construyendo la identidad a medida que va viviendo.

En el último tiempo la identidad de género tomó una forma mucho más política; a mí cuando me preguntan cómo me defino, digo yo soy Laura y punto, ahora cuando tengo que asumir una identidad política, soy una mujer trans.

También la cuestión identitaria tiene que ver con cómo podemos aportar en diferentes campos con otra mirada y que no todo sea tener que adaptarnos a aquel bonimio.


¿Trans y travestis son conceptos contrapuestos?

Las identidades políticas se asumen desde distintos puntos de vista, yo asumo la identidad trans y no el término travesti, creo que trans es una palabra que no engloba conceptos peyorativos, me siento más cómoda con ese término, por eso no asumo la palabra travesti, para mí no es una palabra que pueda resignificar, pero hay personas que sí la resignificaron, y por eso lo performativo del lenguaje.

Judith Butler habla mucho de eso, y claramente hay personas que tienen la posibilidad de apropiarse de ese insulto, o esa, una palabra que tenía esa carga negativa y transformarlo. Me parece que la palabra trans no carga con eso y nombra a un conjunto de identidades, también creo que no es tan importante ponerle una categoría a cada cosa.


El concepto trans, para vos genera otra mirada…

Sí, el término también viene más de lo académico, y permitió romper el perjuicio que se había instalado desde los medios de comunicación en el imaginario social donde se veía nuestras identidades como peligrosas, personas escandalosas, metidas en la droga, y eso recaía sobre nosotras entonces cualquier persona que te veía asumía que tu vida era de determinada manera, en algún punto es algo que sigue pasando.


Hubo avances que permitieron revisar esas miradas…

Claro, tenemos una ley de identidad de género, una ley de cupo laboral trans y un montón de avances en materias de leyes pero no así en lo social, eso lleva mucho más tiempo, quizá mirando un poco hacia atrás era impensado que una persona que no es trans se enterase sobre una dificultad que cualquiera de nosotras tuviéramos y nos diera una mano; ahora tenemos gente, organizaciones, desde lo político y lo social, familiares, amistades que apoyan nuestro esfuerzo, pero porque se pudieron visibilizar cuales eran nuestras problemáticas. Antes no te podían ver ni siquiera caminando no podías existir no eras sujeta de derechos. No te veían en contextos laborales, yo nunca pensé que iba a estar trabajando en la secretaria legislativa por ejemplo. Sí tenía en claro que quería trabajar, pero no podía imaginarlo.


Hablamos de derechos consolidados…

Sin embargo, siempre hay que mirar para atrás y también ver que todo lo conseguido se puede revertir, que todo puede volver para atrás. Esto lo vemos mucho en lo discursivo, vienen otros tipos de discursos, por ejemplo los discursos que hablan de ideología de género de manera peyorativa queriendo deshistorizarla, descontextualizarla, quitar el contenido para decir todo lo contrario.


¿Los cambios legales generaron cambios desde lo subjetivo?

Han cambiado los contextos en que transitamos distintos ámbitos, hoy veo que suceden cosas que antes eran impensadas, no digo que no las soñemos, de cambiarte y salir a la facultad a estudiar y poder tener una vida común, sin que sea un sobresalto para el otro.


¿Y los cambios en ustedes?

A nosotros se nos había anulado lo que era el deseo, ese deseo fue coartado porque vos sabías que si deseabas estudiar tenías una sociedad en la que no tenías identidad, no tenías un derecho; sabías que ibas a tener un problema, estabas en permanente estado de alerta, sabías que alguien podía reaccionar, que podían remarcar que vos no eras mujer, como algo trascendental, como si eso le cambiara algo en su vida.

Ahora debemos ver cómo trabajar el deseo, y tratar de pensarnos también en cuanto analizar cómo fue nuestra educación, cómo fue el acceso a esa educación porqué nos sentíamos expulsadas en los sistemas de salud y de educación. En los sistemas de salud por ejemplo te desgasta tanto el sistema que terminás no yendo, o pululando de médico en médico.


¿Qué cuestiones siguen sin solución?

Una dificultad que vemos es que a las personas migrantes que no han tramitado sus documentos, no les respetan la identidad de género, cuando por ley deberían respetar la autopercepción y eso no depende del cambio de DNI, deberían respetarlo igual.

Otro problema es la formación por ejemplo de los médicos, que son formados sin perspectivas de género.

Es muy importante la perspectiva de género en la medicina. Por ejemplo las instituciones de salud y este tema de pensar la terapia hormonal, y tiene que ver que el cuerpo a través de ese reemplazo da un giro, la medicina debe saber cuáles son los procesos por los cuales pasa el cuerpo y los cambios y cómo se pueden sostener a través de esos procesos hormonales, incluso cuando preguntamos por orquiectomía .

Esta es una lucha que debemos darnos, este tratamiento actúa sobre un canal por donde circula la testosterona, cortando ese canal, para evitar que tengas que estar todo el tiempo tomando estrógenos. Esto por la ley de identidad de género se debe cumplir, son cirugías totales o parciales. Estos pedidos son burocráticos, pero debe comenzarse el camino, porque las obras sociales no pueden pasar por sobre una ley nacional. También la ley de identidad de género te permite la cirugía de feminización facial, sólo hay tres médicos en argentina que puede hacer eso, la especialidad es osteo craneal.


¿Y en el terreno de la justicia?

Creo que para la justicia nuestras identidades no importan, no hay investigaciones, peritajes, hay un sesgo claramente machista y patriarcal en determinadas situaciones.

Por ejemplo se han armado causas a las chicas trans para sacarlas de las zona roja, y puntualmente noto que la causa avanza más rápido para juzgarlas y encarcelarlas que lo que pueden avanzar cuando ellas son víctimas de un intento de asesinato. No hay coherencia en el sistema judicial, el poder judicial también debe modificar algunas cuestiones con respecto también a la situación de las víctimas.


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