China/14 septiembre 2017/Fuente: Spanish Xinhuanet
El pequeño de cinco años Peng Xiaoyi nunca se ha reunido con su profesor de inglés en persona. Mientras que él está sentado frente a su computadora en su casa de Beijing, capital de China, su profesor está a miles de kilómetros en Estados Unidos.
Peng, que está en su segundo año de guardería en el noroeste de Beijing, cursa clases en línea de inglés después de la escuela, que son impartidas por profesores en Estados Unidos o Canadá.
«Los profesores estadounidenses son divertidos», destaca. «Me gustan mucho», añade.
Incluso después de apenas haber recibido un puñado de clases, él tiene más confianza para hablar inglés y ha desarrollado el hábito de preparar y revisar las lecciones, según su madre Li Juan.
«Es bueno para él recibir clases al estilo estadounidense», asegura Li, una empleada pública. «Es una nueva experiencia para él y no necesita salir de China», explica.
Gracias al desarrollo de internet a lo largo de China, la educación en línea se ha popularizado en un país de 1.300 millones de personas.
VIPKID, la plataforma que gestiona las clases de Peng, tiene cerca de 200.000 estudiantes registrados en China y más de 24.000 profesores en la región de América del Norte.
Mi Wenjuan, fundadora de VIPKID, explicó a Xinhua que ella espera cambiar la forma que tienen los niños chinos de aprender inglés y ofrecerles la oportunidad de experimentar los estilos de enseñanza nativos de inglés, que son muy diferentes a cómo se enseña inglés en las escuelas chinas.
«Uno de los principales retos que afrontamos es que los padres acepten el concepto de enseñanza en línea», señala. «Tenemos que estar ofreciendo continuamente formación de alto nivel y soporte técnico», agrega.
Los datos del Centro de Información de la Red de Internet de China mostraron que 144 millones de chinos habían optado por la educación en línea hasta finales de junio, un 4,8 por ciento más que la cifra de finales de 2016.
«Comparado con las clases de después de la escuela, los cursos en línea son convenientes y eficientes», explica Li Juan. «Son menos caros porque no necesitan un lugar para celebrarse», asegura.
He Tingting, un profesor que trabaja en la plataforma de educación en línea «Qingqingjiajiao», apunta que un profesor en línea normalmente enseña en clases individuales o en grupo mientras que las clases tradicionales tras la escuela tienen un profesor por cada 30 a 40 alumnos.
«Los profesores en línea usan presentaciones para ayudar a su enseñanza», explica He. «Son más atractivas para los estudiantes, particularmente para los más pequeños», añade.
De todos modos, He destaca que los profesores en línea tienen que trabajar más duro para hacer que su voz y expresión facial sean más atractivas para retener la atención de los alumnos. «Las conexiones fiables de internet también son muy importantes para asegurar que los cursos discurran sin problemas», añade.
La educación en línea ha sido más conocida por el gran público chino en los últimos años, particularmente desde 2013 cuando los cursos en líneas masivos y abiertos, entraron en China en cooperación con universidades y sitios web.
En los últimos dos años, el capital entrante de los inversionistas ayudó a las empresas de educación en línea a desarrollarse más rápidamente.
Un informe divulgado por HSBC este año mostró que el 76 por ciento de los padres chinos consideraría cursos universitarios en línea para sus hijos.
«Con los niveles de consumo subiendo y la política del segundo hijo teniendo efecto, China podría convertirse en uno de los mercados de formación en línea más dinámicos del mundo en el futuro», concluye Mi.
Fuente noticia: http://spanish.xinhuanet.com/2017-09/07/c_136591897.htm
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