Nicaragua / 18 de febrero de 2018 / Autor: Brayan Vasquez / Fuente: La Voz de Honduras
Además de los pocos días de clases que establece el calendario escolar, Nicaragua debe aumentar la fiscalización de cuánto tiempo efectivo de enseñanza invierten los docentes en las aulas de clases, alertó Rafael de Hoyos, economista principal del Banco Mundial y coautor del Informe sobre el Desarrollo Mundial 2018 “Aprender para hacer realidad la promesa de la educación”.
Nicaragua es el segundo país de Centroamérica con menos días lectivos (184 en total), superado por Guatemala (180 días) y en tercer puesto se encuentra Panamá (189 días). En el caso de El Salvador, Honduras y Costa Rica, de acuerdo con sus legislaciones, se contemplan doscientos días de clases, dato que a juicio de expertos en educación es lo más recomendable.
A criterio de Rafael de Hoyos reducir el calendario escolar por afectaciones de un fenómeno natural, por ejemplo, tiene un efecto negativo en el proceso de aprendizaje de los estudiantes, pero considera que lo que realmente debe preocupar a las autoridades educativas es “qué hacen los docentes con su tiempo” cuando están en las aulas.
“Nosotros llevamos a cabo un estudio en el marco de esta investigación global, donde vemos lo que hacen los docentes con tiempo efectivo de clase, cuánto de sus cuarenta minutos de clase lo utilizan para la enseñanza y el aprendizaje, y en América Latina estamos muy lejos de los estándares internacionales. Los niños pierden más horas efectivas de enseñanza-aprendizaje por docentes que están distraídos, que están tratando de controlar al grupo de estudiantes, que están haciendo actividades que no inciden necesariamente sobre el aprendizaje”, sostuvo.
También señaló que están en conversaciones con autoridades de Nicaragua para colaborar en mejorar dicho aspecto en el campo educativo, así como otras debilidades que deben superarse, expresó De Hoyos.
Con lo expuesto por el economista del Banco Mundial concuerda el presidente del Foro Eduquemos, Ernesto Medina, quien aseguró que no se sabe quién controla cuál es la duración efectiva de un período de clases, que debería de ser regulado porque tiene un impacto en el rendimiento académico de los estudiantes.
“Son las cosas que yo siempre he dicho que deberíamos de estar discutiendo, normando, regularizando para evitar pérdidas que al irse acumulando van a tener un efecto muy negativo en los rendimientos de los muchachos nuestros”, expresó.
Medina sostuvo que al referirse al bajo rendimiento académico en Nicaragua, entre otros elementos, tiene relación con el tiempo que se dedica efectivamente al aprendizaje y si a eso se le suman los planes de estudios obsoletos, maestros que no están bien preparados, condiciones no ideales en las escuelas, y posterior, un calendario escolar que se violenta en varios momentos y que no cumple los estándares internacionales, los resultados no pueden ser diferentes a los que se han obtenido, explicó.
Pero ante el problema de la eficacia del tiempo en clases, De Hoyos expresó que “lo que recomendamos es que hay técnicas para que nosotros formemos o las autoridades educativas formen a los directores para llevar a cabo ese tipo de tareas, para que salgan de sus oficinas, entren al aula, tengan técnicas para llevar a cabo observación sistemática del docente y lo puedan retroalimentar y entonces los niños de los sistemas públicos estén en igual de circunstancias con los que están en el sistema educativo privado” en cuanto al proceso de aprendizaje, refirió.
En Nicaragua, la jornada de clases ronda las cinco horas diarias, explicó Alex Bonilla, experto en educación, pero el problema es que existe una serie de actividades extracurriculares que afectan los días lectivos, entre estas la celebración de efemérides, reuniones de los docentes para la entrega de informes, además de las celebraciones que son primordiales para el Gobierno; todas estas afectan la calidad de la enseñanza.
Según Bonilla, la planificación por parte de los docentes va a carecer de ciertos rigores, estos van a planificar como un requisito de la jornada laboral, pero no con la especial atención en desarrollar aprendizajes significativos en los estudiantes.
“Estamos hablando de un vínculo entre la calidad del tiempo efectivo de clases con la calidad del aprendizaje y las competencias que se desarrolla en los estudiantes”, expresó.
De acuerdo con el estudio Eficacia Escolar y Calidad Educativa en Nicaragua (2016), del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas, una hora clase en el país es de 45 minutos, de los cuales 20 minutos, es decir un 44 por ciento del tiempo destinan los maestros para desarrollar el nuevo tema del día, mientras que otros 10 minutos los utilizan para revisar las tareas, y otros 10 minutos para atender visitas no esperadas en clases, según la muestra consultada por esa organización.
Fuente de la Noticia:
http://www.radiohrn.hn/l/noticias/ministerio-de-educaci%C3%B3n-en-nicaragua-no-fiscaliza-la-calidad-de-horas-clases