Argentina / 6 de mayo de 2018 / Autor: Osvaldo Olmo Gómez / Fuente: Diario de Cuyo
El periodista Fernando Aróstegui, en el diario La Nación, el 14 de abril, dice que el Ministro de Francia, Jean Michel Blanquer, ha comenzado con el rediseño de la educación francesa, donde se buscan dos ejes fundamentales. Por un lado la inclusión y por el otro, la verdadera revalorización del docente. Plantea la escolarización obligatoria a partir de los tres años, poner énfasis en el leguaje y la organización de las aulas con no más de doce alumnos en barrios pobres. También, el ministro de Educación Argentina, Alejandro Finocchiario, apoyó la idea de aumentar la inversión educativa selectiva en las escuelas como el funcionario francés. Los dos previeron que dicha inversión representará siempre un poco más en el PBI.
En Francia es parte de la solución ante el aumento del ingreso de hijos de inmigrantes que residen ahí, fenómeno multitudinario producido por personas en búsqueda de bienestar. En el 2015 se censaron casi 8.000.000 de inmigrantes, donde la mayoría son argelinos y marroquíes, habiendo un porcentaje mayor de mujeres que de hombres. Atento a esto, el funcionario francés afirmó que es fundamental acudir al mejoramiento del lenguaje, mediante técnicas lúdicas y la música en el nivel inicial que sirvan de integración. También dijo que es necesario volverles el prestigio perdido a los docentes. «Pero ese prestigio no se devuelve por un decreto de un ministro» (sic). Advirtiendo que los sueldos deben mejorar, pero que esto no les es fácil realizarlo en forma inmediata. Este prestigio se asienta en la confianza y que esa confianza se debe distribuir entre alumnos, docentes, padres y la institución porque la escuela debe ser el centro social de la racionalidad en este mundo irracional. En la educación media, en el ciclo superior, cada alumno expresará libremente su decisión de la materia a cursar, en un formato de confianza, mediante guías y de acuerdo al campo laboral donde se desarrollará.
Este es el cuadro que presenta el sistema educativo francés. Si lo contraponemos, podemos observar que no está muy alejada de nuestra realidad. En lo referente a procesos migratorios, la Argentina recibe un gran flujo de inmigrantes de países vecinos, donde no es el idioma el verdadero problema a superar, sino la cruel discriminación que los adultos ejercen sobre bolivianos, peruanos y chilenos que se estigma en niños escolarizados.
En la escuela, la maestra es la pieza fundamental en el sostén del parámetro antidiscriminatorio desde los 3 a los 11 años. Al realizar esto o a la par, se deben diseñar modos de inclusión en lo referente a lo pedagógico y con didácticas de grupales. Como vemos, no es una tarea fácil que sólo dura 6 horas al día y por 5 días a la semana. Si fuera fácil, todos podrían trabajar de maestros, es decir planear el trabajo, trabajar con más de 20 personas a la vez, intentando que durante 5 horas sostengan la atención en el proceso enseñanza – aprendizaje. Luego evaluar toda la labor individual y colectivamente, de lunes a viernes y, finalmente, el domingo pasarse más de 4 horas pensando y repensando como seguir la semana siguiente. Tamaño trabajo no es imposible sostener por otro actor que no sean los dignos y laboriosos docentes, porque las ideas sobre políticas educativas deben aplicarse y de eso se encargan ellos, a pesar de todo.
Fuente del Artículo:
https://www.diariodecuyo.com.ar/columnasdeopinion/Pautas-del-sistema-educativo-frances-20180416-0072.html