Europa/España/19 Julio 2018/Fuente: El país
El miércoles conocíamos la batería de medidas con las que el Ministerio de Educación quiere desactivar los elementos más controvertidos de la LOMCE. La Red Española de Filosofía (REF) ha estado movilizada, incesantemente desde su promulgación, contra dos de los aspectos de esta Ley: -la eliminación de la Historia de la Filosofía como asignatura obligatoria en 2º de Bachillerato y -el hecho de que el alumnado no tuviera acceso, en condiciones de igualdad, a la formación ética y cívica. Asimismo, hemos criticado, con determinación, que la LOMCE, en convergencia con recortes draconianos, abundaba en la inequidad y la segregación y erosionaba la escuela pública.
La ministra Celaá anunció en su comparecencia la introducción de una asignatura obligatoria para todo el alumnado con el nombre de “Valores cívicos y éticos” que recoge la aspiración de la comunidad filosófica española de una formación integral, igualitaria e inclusiva en ética y competencias ciudadanas. La REF, sin embargo, alerta de la necesidad de no incurrir en errores pasados, en cuanto a la implementación de la asignatura, para asegurar su carácter vertebrador tal y como recomiendan las directivas europeas y la UNESCO, en el currículo de Educación Secundaria. El profesorado de Filosofía es el más indicado, dada su cualificación, para abordar los contenidos y el desarrollo de las competencias de una asignatura que contemple núcleos temáticos relacionados con la ética individual y pública, con la igualdad, la equidad y la justicia social, así como con la enseñanza de los marcos normativos de los Derechos Humanos y la Constitución.
Sin embargo, al mismo tiempo, la preocupación se extendía en la comunidad filosófica española, y en gran parte de la ciudadanía que ha participado en las campañas de “Salvemos la Filosofía”, por no encontrar referencia a la restitución de la Historia de la Filosofía como asignatura obligatoria en el Bachillerato que, recordamos, contaba con el consenso de todas las fuerzas políticas en la mesa del malogrado Pacto Educativo. La REF mantiene que la vuelta a la situación anterior a la LOMCE es fundamental, y así lo defendió, en su momento, la misma ministra de Educación, en el Parlamento de Euskadi, al reaccionar con prontitud contra la LOMCE y defender una Proposición No de Ley que instaba a utilizar el margen autonómico para no abandonar aspectos fundamentales de la LOE. Asimismo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió públicamente a restituir a la Filosofía en el lugar que le corresponde cuando se le preguntó a este respecto en el contexto de la campaña de “Salvemos la Filosofía”. Desde la promulgación de la LOMCE la mayoría de las Comunidades Autónomas han utilizado su margen de actuación para garantizar la obligatoriedad de la Historia de la Filosofía en todas o casi todas las ramas del Bachillerato. El dato anterior evidencia la necesidad que estamos planteando y la REF ha sido un elemento activo en estos avances, a través de negociaciones en todos los territorios del Estado. El objetivo ineludible es restituir a la Historia de la Filosofía su carácter común y extender su obligatoriedad.
Queremos argumentar, en lo que sigue, a favor de por qué la vuelta a la Historia de la Filosofía, en el marco de un ciclo formativo que fuera de 4º de la ESO a 2º de Bachillerato, es urgente y necesaria como elemento ineludible de un sistema educativo de calidad que confronte los retos sociales del presente y el futuro.
La Historia de la Filosofía, en primer lugar, remite al legado de las corrientes de pensamiento que han construido nuestra idiosincrasia europea. Al eliminarla para una gran mayoría del alumnado es obvio que los orígenes griegos de nuestra civilización, el Renacimiento, las Revoluciones científicas o la misma Ilustración –origen de las democracias modernas- no serán referentes accesibles para los futuros profesionales ni servirán de marco inspirador para el ejercicio de la ciudadanía. Esta pérdida del hilo genealógico nos conduce a fomentar una anomia social, una desorientación, que, en el contexto de los retos de la era digital, no podemos seguir permitiéndonos. Sin el acervo filosófico y humanístico, además, difícilmente, una persona puede considerarse culta e instruida y esto lastra su acceso a los bienes culturales tal y como ha expresado con claridad el actual Ministro de Cultura José Guirao. No debemos desoír las advertencias del filósofo Emilio Lledó a este respecto y privar del Sapere Aude, del “Atrévete a saber”, a las jóvenes generaciones.
En segundo lugar, el ciclo formativo en Filosofía, que debe ser articulado en tres asignaturas y cursos consecutivos, es imprescindible para el desarrollo de competencias básicas de análisis lógico, argumentación y pensamiento crítico. En este sentido, la REF ha auspiciado la celebración exitosa de cinco ediciones de la Olimpiada Filosófica de España, la última en Extremadura y dedicada a pensar sobre Revolución y Utopía, que fomentan la Disertación, la dilucidación de Dilemas morales y que han incluido, además, el reto del embate de los medios audiovisuales en las modalidades de Fotografía y Video filosófico como muestra de innovación educativa. La Educación Secundaria no puede seguir viendo mermada su función central de ser Escuela de Pensamiento. Como reitera la UNESCO, la Filosofía es una Escuela de Libertad.
Hemos constatado, finalmente, que la apuesta por la especialización y la profesionalización temprana se ha estrellado estrepitosamente contra la realidad, como ya advertíamos. Ante la llamada Cuarta Revolución Industrial – que conjuga Inteligencia Artificial, Automatización y Robótica- el mercado de trabajo está sufriendo transformaciones decisivas que exigen una formación integral que fomente las capacidades para el aprendizaje permanente a lo largo de la vida. No hay disciplina que prepare mejor que la Filosofía para la renovación y el cambio consciente tanto en la vida personal como en la laboral y profesional y, más aún, en esta vertiginosa y frenética era digital. Asimismo, frente a la irrupción de la denominada posverdad en la esfera pública, el entrenamiento que se proporciona en las disciplinas filosóficas en el interrogar incisivo, la duda metódica y el escepticismo prudente-– desde Sócrates a Descartes y a Hume- son hoy un requisito ineludible si no queremos que la democracia sucumba ante los cantos de sirena de la manipulación mediática que reverbera en las redes sociales. Si hay que invocar a Kant, en este convulso siglo XXI, es, sobre todo, por su formulación de la Crítica del Juicio, del ejercicio del discernimiento, que debe ser el modus operandi de todo ser humano que aspira a pensar por sí mismo y a construir una sociedad decente y justa.
Solicitamos, por tanto, que se anuncie, cuanto antes, la vuelta de la Historia de la Filosofía al Bachillerato como asignatura obligatoria. Solo así se complementará el ciclo que tendrá como objetivo la formación integral de nuestras jóvenes generaciones con el fin de prepararlas para un siglo XXI que nos aguijonea con viejos y nuevos retos civilizatorios. No dejemos, por favor, otra vez, esta asignatura para septiembre.
Fuente: https://elpais.com/cultura/2018/07/13/actualidad/1531503590_595129.html