América del Sur/Ecuador/12-01-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec
Es hora de clases, los niños ingresan al salón y se sientan alrededor de una mesa. Entre ellos está Francis, quien tiene Síndrome de Down grado uno. La tarea consiste en crear figuras con las manos sobre una cartulina.
La movilidad de Francis no es completa y necesita ayuda. Uno de los niños se acerca, toma su mano y la sumerge en un pequeño bote de pintura amarilla. Los dos empiezan a crear figuras y a sonreír.
Carlos recorre el patio en su silla de ruedas, en ocasiones son los niños quienes lo ayudan. Luego se detiene y observa a sus amigos que se divierten con las pelotas. Cuando se emociona, alguno de sus amigos viene y lo invita a jugar. Él tiene una discapacidad física y neurológica que no le permite caminar ni hablar.
Llega la hora del almuerzo, todos se apresuran a lavarse las manos y ayudan a los que no pueden hacerlo solos.
Apoyo institucional
De esta forma los niños con algún tipo de discapacidad cursan sus estudios en la Fundación Ángeles de Guadalupe, ubicada en Lumbisí.
El Dato
Los alumnos vienen de sectores como Tumbaco, Santa Inés, Cumbayá y Lumbisí.Los niños regulares, es decir, aquellos que no tienen ninguna discapacidad, cursan el inicial 1 durante el año académico. En el caso de los estudiantes con discapacidad, su permanencia depende del avance de cada uno. “El objetivo es que cuando los niños regulares salgan de aquí no les vean a ellos con temor, sino con amor”, señala María Dolores Sosa, asistente administrativa.
La prioridad son los niños con discapacidades físicas, neurológicas, parálisis cerebral y síndrome de down. Los niños que no tienen alguna discapacidad ayudan a sus compañeros cuando necesitan bajarse o subirse de las sillas, lavarse las manos o llegar a otro salón o en las actividades académicas y lúdicas.
“Los niños son mi ayuda para trabajar, se logra una capacidad integradora. Algunos pueden desarrollar su capacidad motriz visual o sensorial”, comenta María Belén, asistente de pedagogía de la fundación.
¿Cómo ayudar a la fundación?
El centro recibe donaciones económicas y materiales de dos organismos que les permite cubrir la alimentación de los estudiantes. Los rubros restantes se intentan obtener mediante la autogestión de quienes hoy están a cargo.
Los representantes de los niños abonan una cantidad económica mensual para la atención de sus hijos. Sin embargo, existen muchos casos en los que los padres de los niños están en condiciones de vulnerabilidad y no pueden hacerlo. “Cuando una familia no puede cubrir los rubros de atención, en la fundación buscamos encontrar padrinos”, explica María Dolores Sosa, asistente administrativa. Uno de sus objetivos es lograr acuerdos con organismos para ayudar a más niños y adolescentes en esta situación.
Como parte de su autogestión, ellos también organizan “mercados de pulgas” con las donaciones que reciben. Además, en ocasiones venden quimbolitos y empanadas para recaudar fondos. Las personas interesadas en ayudar a la fundación pueden donar ropa, zapatos y juguetes usados.
Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102297432/fundacion-usa-la-inclusion-como-metodo-pedagogico