Redacción: La Izquierda Diario
En el marco de la emergencia sanitaria por el coronavirus, se agravan las condiciones de inestabilidad y precariedad que sufren las y los docentes del Plan Fines, Reproducimos el testimonio de Ignacio, docente de La Plata.
El plan Fines se caracteriza tal vez por ser la antesala de la precariedad laboral que ya se ve en otros sectores.
Hace varios años, nacía la metodología del contrato, con la que hoy varios trabajadores estatales y privados se encuentran en la condición de rezar por no saber si tienen continuidad año a año, gobierno a gobierno.
Fines no escapa a esta lógica, pero es más precaria aún, ya que reina la incertidumbre de la continuidad de todo: de uno como docente, de los estudiantes del plan o de los espacios donde se realizan las clases.
Como muchas cosas que caracterizan estas intenciones del gobierno, el plan nació para llevar la educación secundaria donde no llegaba y en cierta medida lo consiguió. La problemática es que la continuidad y las condiciones de los espacios pedagógicos quedan más a las ganas de quienes lo formamos (referentes, profes, estudiantes) que al aporte del Estado, que es casi nulo.
Imagino (por la cantidad de estudiantes jóvenes que he tenido) que el plan contemplaba la deserción escolar en el nivel secundario tradicional. Pienso que esto se debe a que es el mismo sistema el que expulsa a los chicos que nunca tienen la tan mentada » igualdad de oportunidades» que todos los políticos tanto señalan en sus discursos.
Se puede ver a las claras también que de alguna manera el plan termina siendo una prueba piloto, donde la idea es ir por las condiciones laborales de los docentes y las condiciones mínimas del espacio escolar.
El gobierno no desconoce las condiciones de los espacios donde se cursan las clases ¿Será esta la razón por la que prefirieron ni empezar las clases dada la coyuntura de la pandemia? Muchas veces no hay ni baños, en otros no hay agua, mucho menos papel higiénico o alcohol en gel.
Las conducciones de gremios docentes (tan mentados por los medios de combativos) dejan pasar que damos clases en condiciones que no respetan el estatuto docente y ni siquiera parecería importarles.
Pero a esta realidad a la que todos los que formamos el plan le ponemos el cuerpo, hoy se suma la necesidad de saber: ¿se va a cumplir el primer cuatrimestre? ¿vamos a cobrar? Esas preguntas que hoy nos hacemos profes y estudiantes, no tienen al día de la fecha respuesta alguna, demostrando el poco interés y acompañamiento que nos dan.
A su vez, no son pocos los profesores que viven, pagan sus alquileres y comida con esta fuente de trabajo. En el funcionamiento normal del plan, el primer cuatrimestre se paga en mayo. Con esta situación que nos atraviesa, nadie tiene idea de cuándo vamos a tomar los cargos, ni cobrar el primer sueldo.
Fuente: http://laizquierdadiario.com/Plan-Fines-el-Rappi-de-la-docencia