América Central/El Salvador/04-06-2021/Autor(a): Susana Joma/Fuente:
Entre lo positivo está la respuesta que la cartera de Estado dio para que los niños recibieron clases aún durante la pandemia.
Los docentes exponen que hay un retraso en la enseñanza. como resultado de las limitaciones que han ocurrido en el contexto de la pandemia y el déficit tecnológico que ha estado el país. Foto EDH / Archivo.
“Como toda gestión hay luces y sombras”. La frase del especialista Óscar Picardo con la que describe los dos últimos años de gestión educativa en el país, misma que, según insiste, está marcada por la falta de un plan de trabajo estratégico, pero a la que reconoce supo responder a la exigencia impuesta por la pandemia del COVID-19.
Picardo Joao, investigador que dirige el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), de la Universidad Francisco Gavidia, señala que es positivo el enfoque multimodal con el cual en esta gestión “se hizo un esfuerzo sobrehumano para intentar atender a toda la población escolar”, incluyendo el uso de la televisión educativa.
El también pedagogo destaca que ha sido innovador aplicar la prueba Avanzo, e igual ve acierto en el incremento del presupuesto para Educación, así como en la entrega de computadoras a los docentes y estudiantes.
Sin embargo, no considera como buena medida que las autoridades educativas no hayan presentado el plan estratégico, que pusieron reserva a las bases estadísticas de la prueba y que tampoco dan acceso a las estadísticas educativas básicas.
“No tenemos estadísticas de nada, deserción, eficiencia, promoción, las estadísticas clásicas no se conocen”, subraya.
Las gremiales docentes, Bases Magisteriales y Simeduco, coinciden con Picardo en que bajo la presión de la pandemia se hizo un esfuerzo por invertir para empezar a superar la brecha tecnológica con miras a poder seguir atendiendo a los escolares.
Paz Zetino Gutiérrez, secretario general de Bases Magisteriales, subraya como aspectos positivos el incremento al presupuesto en el área educativa, del que cita pasó del 3.4 % del PIB al 4.99, así como la mejora económica que hizo a los docentes sin que en esta ocasión hayan mediado protestas de calle, así como el hecho de mantener tanto el Programa de Paquetes escolares como el de alimentación escolar que vienen de la administración anterior.
“Si queremos destacar algunos aspectos negativos pues también hay que decirlo esta administración es muy poco dada a establecer diálogos con los distintos sectores de la población. Eso hay que dejarlo claro. Yo lo he dicho en reiteradas oportunidades”, asegura.
Zetino Gutiérrez sostiene que no se ha dado espacio para que las gremiales de educadores tengan participación, que se les tome en cuenta sus opiniones a la hora de tomar decisiones, pese a que la Ley de la Carrera Docente les da el derecho a ser consultados en todo aquello que competa a la educación.
“Los ministros y los distintos funcionarios deben mejorar la relación con los sectores de trabajadores, con los sectores a los que ellos se deben, en ese sentido abrirse más al diálogo, lograr un poco más la participación ciudadana y de trabajadores en aspectos relevantes. Es aparte me parece a mí que debe de revisarse y mejorarse, porque la experiencia que tenemos no solo en el Ministerio de Educación, así funciona en todos los ministerios”, detalla.
El docente hace ver que en este momento es muy difícil tener una apreciación de si ha habido mejoras en calidad y cantidad de la educación luego de un año de estar sufriendo por la pandemia, pero advierte que a estas alturas toda la gente comprende que el nivel de aprendizaje durante este evento, por más que se haya recurrido a medios digitales, no funciona igual.
Directores departamentales ad honorem
Daniel Rodríguez, secretario general del Simeduco, considera que en materia educativa en los dos años de gobierno “realmente vemos que no ha mejorado en gran medida”.
Rodríguez alude, por ejemplo, a que a estas alturas aún no se ha nombrado directores departamentales definitivos, mantiene en esos cargos a personal bajo la figura “ad honorem” que carecen de autonomía para tomar decisiones elementales, aspecto que retrasa procesos administrativos.
Además, advierte sobre el retraso que se ha dado en la parte de enseñanza como resultado de la pandemia y el déficit tecnológico con el que esta encontró al país.
Desde el sector de los Colegios Privados también surgen valoraciones en favor y en contra.
Javier Hernández Amaya, presidente de la Asociación de Colegios Privados de El Salvador (ACPES), manifiesta que algo positivo es que se haya dado continuidad a programas provenientes de anteriores administraciones, como el caso del Paquete Escolar y la alimentación.
Hernández Amaya subraya que se han hecho esfuerzos de avanzar en el tema de conectividad de alumnos y docentes, así como en su capacitación en el campo tecnológico.
“Obviamente tenemos que decir que si bien se han visto estas luces positivas, habría algunas otras estrategias que no se han podido visualizar como se pudiera haber esperado, por ejemplo el tema de la pensión de los docentes, la renovación de la planta docente pública”, expone.
Hernández Amaya afirmó que entre las deudas gubernamentales también está el que no se ha llevado a cabo una actualización de la infraestructura escolar que responda a las necesidades de renovación tecnológica.
Explica que “todavía existe un número de centros educativos en donde es sumamente complicado el acceso a la conectividad”.
En las deudas educativas también está el que todavía no se ha visto una evaluación que de una radiografía lo más aproximado posible del estado en que se encuentra el sistema educativo nacional ya que la Paes dejó de hacerlo.
El docente sostiene que si bien Educación aplico Avanzo para responder a la necesidad de evaluar en Educación Media, hasta el momento todavía no define tomar decisiones a partir de esos resultados, con miras a redireccionar el sistema educativo nacional.
Aunque el representante de la gremial de colegios hace notar que el gobierno habla de enfocar inversión en educación, también advierte que esta debe ser efectiva, porque a su criterio no se trata de invertir más en educación sino de invertir bien, lo cual implica que la inversión se haga sobre la base de medición de resultados.
Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/eldiariodehoy/coronavirus-mined-falta-trasparencia-acierto-pandemia/843673/2021/