Por: Víctor Romero
A principios de esta semana, la Secretaría de Salud de México reportó una tendencia en el aumento de contagios de COVID-19 a nivel nacional y que tienen como protagonista a nuevas sub variantes del virus.
Si bien es sabido que la pandemia por Covid 19 no ha terminado, los gobiernos de prácticamente todos los países del mundo tratan de reiniciar las actividades sociales y económicas con toda normalidad. Esto contraviene, en buena medida, a los señalamientos de expertos que coinciden que no se debe baja la guardia y seguir con las medidas de seguridad e higiene.
Según el médico y experto de la facultad de medicina de la UNAM, Alfonso Vallejo Paras, se han detectado, al menos, tres nuevas variantes del virus las cuales fueron denominadas como BA.12.1, BA.4 y BA.5 y son responsables de la llamada “quinta ola”.
Las subvariantes se han observado fundamentalmente en personas no vacunadas. Afirmó que “Este aumento de casos se debe a las subvariantes de ómicron a medida que el virus muta” lo que, explicó, “lo hace más contagioso” mientras todavía hay personas “susceptibles”… Es cierto que hay un aumento de casos, pero no ha llegado a los niveles de olas anteriores. Se espera que el número de muertes sea menor debido al avance de la vacunación”.
Recomendó retomar las medidas conocidas por todo, como volver a usar cubre bocas, lavarnos las manos con frecuencia, distanciarnos socialmente, usar espacios ventilados y continuar con la vacunación para evitar mutaciones.
Ganancia empresarial vs. salud pública
Como se ha argumentado desde el inicio de la pandemia por la izquierda diario, el control del Covid sigue pasando por la liberación total de las patentes de las vacunas, porque el surgimiento de nuevas variantes tiene mucho que ver en que hay poblaciones enteras —de los países más pobres— que no han sido vacunada por el simple hecho de que el acceso a los biológicos es muy costoso. Esta situación reveló que la ganancia empresaria —protegida por sus gobiernos— está por encima de las necesidades de salud de la población. Solamente liberando el conocimiento y la producción de medicamento de las trabas empresariales es que es posible detener por completo a la enfermedad.
Otra situación que ha quedado al descubierto es que los Estados nacionales están privilegiando el reinició total de las actividades económicas en lugar de la salud de sus pueblos, pues al declarar implícitamente o explícitamente el fin de la emergencia sanitaria ofrecen una sensación de falsa seguridad a las personas, en lugar de procurar una verdadera vigilancia epidemiológica y preventiva.