Por Matías Loja
Educación será una secretaría dentro del Ministerio de Capital Humano conducido por Sandra Pettovello. El voucher mencionado en campaña no se va a implementar en el corto plazo.
“Ministerio de Educación: adoctrinamiento, ¡Afuera!”, decía el presidente electo Javier Milei en uno de los videos más viralizados de la campaña que llevó al candidato liberal a la Casa Rosada. Después se encargó de explicar que Educación será degradada a secretaría dentro uno de los ocho ministerios que tendrá su gabinete: el Ministerio de Capital Humano, donde también estarán Trabajo, Salud y Desarrollo Social. Al frente de este megaministerio estaría Sandra Pettovello y el secretario de Educación sería el profesor en economía Martín Krause, cuestionado hasta por Patricia Bullrich cuando semanas atrás dijo que “si la Gestapo hubiera sido argentina, habrían muerto menos judíos”. En su momento, también comparó al rol de las supervisoras escolares con el accionar de la policía secreta del nazismo.
Conocido el resultado de las urnas, resta esperar confirmar qué Milei asume el cargo. Si el que en el último debate habló de la campaña del miedo y dijo que en su gobierno “la salud y la educación van a seguir siendo públicas”, o el que en plena campaña del “plan motosierra” aseguraba que “el mejor sistema educativo posible es uno donde cada argentino pague por su servicio, esto es así, no es debatible”.
Este lunes por la mañana, ya como presidente electo, a Milei le preguntaron si iba a privatizar la educación. Su respuesta fue: “No, eso es falso. La educación y la salud son dependencias de las provincias”. Y sobre los vouchers dijo que “no es algo que está en la agenda hoy, estamos hablando de cosas que no se van a implementar en el corto plazo”. En la previa a las elecciones hablaba también de reformas de primera, segunda y tercera generación.
Nueve puntos educativos de La Libertad Avanza
En la página 9 de su plataforma electoral, La Libertad Avanza describió su propuesta en materia educativa en nueve puntos:
+ crear un sistema de vouchers o cheque educativo
+ descentralizar la educación entregando el presupuesto a los padres, en lugar de dárselo al Ministerio, financiando la demanda
+ generar competencia entre las instituciones educativas desde lo curricular en todos los niveles de educación, incorporado más horas de materias como matemática, lengua, ciencias y TIC, o por la orientación y/o la infraestructura
+ transformar curricular donde se promueva un enfoque pedagógico por habilidades, que va más allá de la simple transmisión del conocimiento
+ crear la carrera docente de nivel universitario y la carrera de directivos y supervisores
+ eliminar la obligatoriedad de la ESI (educación sexual integral) en todos los niveles de enseñanza
+ modificar el estatuto docente
+ reveer la posibilidad de eliminar licencias injustificadas (posibilidad de despido)
+ modificar el diseño curricular aplicado a las intervenciones necesarias en función de los profesionales que necesita el país (ingenieros, informáticos, etcétera).
Quién es Sandra Pettovello
Si bien este lunes por la tarde el presidente electo dijo que no iba a confirmar los nombres de su gabinete hasta el 10 de diciembre, esa misma mañana trascendió que Sandra Pettovello será quien esté a cargo de ese megaministerio. “Es una especialista en temas sociales y de familia, y es quien coordina todos los equipos de capital humano”, la presentó Milei en junio, cuando Pettovello era candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires.
Licenciada en Ciencias de la Familia por la Universidad Austral (UA) y licenciada en periodismo por la Universidad de Belgrano (UB), fue vicepresidenta del histórico partido liberal Ucedé de Capital Federal. En sus redes sociales también se presenta como neuropsicoeducadora y consultora psicológica. También fue columnista en Radio El Mundo, gerenta comercial en DK Group y productora periodística en La Cornisa, el programa de Luis Majul.
En julio de este año escribió en Infobae una nota titulada “El sistema educativo argentino necesita ser reformulado”. Allí propuso “evaluaciones regulares e independientes de las instituciones e involucrar en el proceso a padres”, y modificar el artículo 97 de la ley nacional de educación, que prohíbe la difusión de evaluaciones de las instituciones educativas. “Los padres —escribió— deben conocer el nivel educativo de la institución a la que concurren sus hijos” y que la publicación de los resultados “promueve la competencia, estimulando la elevación en el nivel de contenidos y docentes”. También planteó “evaluaciones regulares e independientes de las instituciones e involucrar en el proceso a padres, asociaciones y empresas”.
También instó a “incrementar la libertad de contenidos y revisar la estructura curricular de los programas educativos” y que la educación sea declarada como “servicio esencial”, para que “los sindicatos docentes que han copado el sistema educativo detrás de sus propios intereses dejen de dañar la experiencia educativa, dejando a niños y jóvenes sin oportunidad de un desarrollo que les permita en el futuro acceder al mercado laboral y obtener un empleo de calidad”. Sin embargo, la vigente ley de educación nacional sostiene, en su artículo 2°, que “la educación y el conocimiento son un bien público y un derecho personal y social garantizados por el estado”. La diferencia no es solo semántica sino conceptual. Para la ley actual la educación no es un servicio sino un derecho. Y para modificarla será necesaria una reforma que pase por el Congreso.
Quién es Martín Krause
“La secretaría de Educación va a quedar en manos de un gigante como Martín Krause”, dijo Milei la noche que en LN+ comenzó a tachar los ministerios del organigrama actual, ante la claque de Jonatan Viale, que celebraba a su lado el achicamiento de ministerios como Salud y Educación, o la desaparición del de Ciencia.
Martín Krause, quien sería el futuro secretario de Educación, es un firme propulsor de los vouchers. Graduado en administración por la Universidad Católica de La Plata (1978), se desempeñó como profesor titular de economía de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y también fue profesor en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). También es docente en la Universidad del Cema, entidad fundada por lo exfuncionario menemistas Roque Fernández y Carlos Rodríguez, hoy integrantes del equipo económico de Milei. Krause además es académico asociado del Cato Institute de Estados Unidos, un «laboratorio de ideas» que promueve la libertad individual y el libre mercado, según se desprende de su sitio oficial. También es autor de libros como El cuento de la economía, En defensa de los más necesitados y Proyectos por una sociedad abierta, junto Alberto Benegas Lynch (h). Un dato curioso es que el futuro secretario de Educación, que ejercerá un cargo público de relevancia, no cree en el Estado y aboga por su desaparición. «Yo, personalmente, estoy dispuesto a llegar hasta el final. A cuestionar incluso el monopolio mismo y la existencia del Estado», dijo hace pocos años en una entrevista en Chile.
En enero de 2022 escribió para La Nación una nota donde aseguró: “Lo que propone (Javier) Milei son vouchers privados, es decir, financiados con aportes voluntarios particulares. La idea tampoco es tan extraña y la conocemos aquí y en todo el mundo como becas, que otorgan personas o empresas para que otros puedan estudiar. (…) Claro, quedan varios temas a discutir. Por ejemplo, si el dinero alcanzaría para cubrir los gastos, que claramente serían menores porque ahora todos los establecimientos educativos, públicos y privados, estarían sometidos a la competencia, y recibirían sus fondos no del ministerio, sino de su capacidad para convencer a padres y estudiantes sobre las ventajas de ese establecimiento en particular. Maestros y directivos podrían fijarse sus propios salarios, sin depender de un funcionario o un sindicato”. En junio de 2023, Sandra Pettovello dio una entrevista a Eduardo Feinamann en LN+, donde adelantó: “Nosotros lo que queremos es cambiar la ecuación de a dónde va el dinero, que en lugar de ir a la oferta va a ir a la demanda, que es llevarlo a la gente, para que la gente elija. (…) El voucher lo que hace es darle a la gente el dinero para que elija dónde quiere educar a sus hijos”.
La idea en teoría es que el Estado, en lugar de transferir dinero a las escuelas para pagar salarios y otros servicios, les daría a las familias un voucher, que se llamaría EduCard, y que, según anticiparon, funcionaría «como la Sube» del colectivo. Cada familia elige la escuela (pública o privada) a la que quiere ir con ese dinero que le da el Estado, lo que genera en las escuelas una competencia entre ellas para atraer a la mayor cantidad de alumnos. Las que no puedan hacerlo deberán cerrar. «Vos podés y a una institución de gestión estatal o a una de gestión privada. (…) Para fomentar la competencia, porque quizás yo no tengo plata y no tengo por qué estar cayendo en una institución que me adoctrine con la basura marxista«, decía Milei hace pocos meses en LN+.
Varios interrogantes esperan respuesta. Por ejemplo, cómo avanzar en esa implementación si las escuelas dependen de las provincias. Habría que realizar una reforma constitucional, algo en principio difícil con un oficialismo débil en el Congreso. Un camino intermedio sería un plan piloto en acuerdo con algunas provincias. O qué hace una escuela rural de 10 o 12 alumnos en un multigrado, que no tiene más demanda que esa porque esa es su población. ¿Deberá cerrar porque no puede captar más alumnos?
Al igual que Milei, Krause también es un opositor de la educación obligatoria: “Nuestra Constitución, que viene de 1853, decía que entre los derechos de los individuos está el derecho de enseñar y aprender. Pero ¿dónde decía que había una obligación? Ahora la única forma que ellos ven que se tiene que ejercer ese derecho es imponiendo la obligación de educarse, en un formato y contenido determinado”, dijo en una nota que también se viralizó por las redes sociales.
La Gestapo de Krause
Después de las Paso, donde Milei quedó como el candidato más votado, Martín Krause brindó una entrevista de poco más de 19 minutos que está en YouTube de la Fundación Atlas para una Sociedad Libre. Allí, Martín Krause afirmó que “el principal problema que tiene el sistema educativo es que se ha convertido en un sistema de adoctrinamiento”, que es “una estructura para controlar lo que se enseña en las aulas, con un claro sesgo ideológico nefasto” y que en materias de ciencias sociales “busca imponerle (al estudiante) un contenido bien posmarxista o populista de izquierda”. Y advirtió: “Lo digo sin exagerar, porque estoy estudiando todo eso ahora”.
En esa entrevista, Krause propuso que en la educación se abra “el mayor grado de competencia posible” y a “todo tipo de experiencia, emprendimiento e iniciativa que busque ofrecer mejores servicios de educación, adaptados a las preferencias de los alumnos y los padres”, con “libertad de contenidos y libertad de proveedores”. Una educación a la carta donde “cualquiera pueda desarrollar distintos métodos o formas de educación y que después las pueda validar en alguna instancia, que veremos cuál será”.
En la charla, Krause apuntó también contra los docentes. Dijo que “el sistema está cooptado por diferentes sindicatos que chantajean a los alumnos, padres y gobiernos” y respecto de los paros se preguntó: “No sé cómo pueden ser maestros o profesores, porque no tienen la más mínima creatividad que no sea no dar clases”. Respecto lo que se da en el aula, contó que en una visita a un colegio privado le dijeron que solo el 2 por ciento de los contenidos curriculares los decide el docente, y que el resto son contenidos que “impone el Ministerio, porque vienen las inspectoras (supervisoras) y tenemos que mostrarles lo que estuvimos dando”. Un control que dijo “se parece al de la KGB o la Gestapo”. Sí, comparó el trabajo de las supervisoras escolares con el de la policía secreta soviética y con la del nazismo.
Pero no fue la única vez que Krause trazó comparaciones entre la educación argentina y la Gestapo. A fines de septiembre, en una charla de referentes educativos de los distintos candidatos presidenciales en la Universidad Di Tella, Krause habló del incumplimiento de los NAP (Núcleos de Aprendizajes Prioritarios) y dijo: “Imagínense si la Gestapo hubiera sido argentina, ¿no hubiera sido mucho mejor? Porque en vez de matar 6 millones de judíos, hubieran sido menos. Porque hubiera habido coimas, ineficiencias, se hubieran quedado dormidos… pero eran alemanes. Ese fue el problema que hubo”. Las expresiones le valieron el repudio de dirigentes políticos y de la Daia por “banalizar el Holocausto”. Hasta Patricia Bullrich cuestionó a Krause y dijo: “Javier Milei no puede proponer alguien así al frente de la educación de nuestros niños. Como decía Sarmiento: civilización o barbarie. Este es un bárbaro”. De ese reproche pasaron menos de dos meses.
https://www.lacapital.com.ar/educacion/que-se-sabe-ahora-del-proyecto-educativo-que-propone-el-presidente-electo-javier-milei-n10102799.html