Paraguay ante el desafío de una Ley de IA: visión, estrategia y acción

El Nacional / OVE 2025

Un estudio destaca la falta de conciencia sobre la ética de la investigación entre los estudiantes universitarios chinos tras los intentos de acabar con la mala conducta.

El Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA 2024) ubica a Paraguay en el puesto 14 de 17 países de la región, con un puntaje de 31,05 sobre 100, muy por debajo del promedio regional de 42,08 puntos.

Lilian Demattei
junho 2025
Lilian Demattei.
Lilian Demattei. Foto: Gentileza.

La presentación del Proyecto de Ley que promueve el uso de la inteligencia artificial (IA) en favor del desarrollo económico y social del país marca un hito para Paraguay, por primera vez, se propone un marco legal que busca impulsar el uso de esta tecnología con potencial transformador,  sin embargo, más allá de la importancia simbólica de este paso, es crucial preguntarnos: ¿estamos preparados como país para que esta ley se convierta en una verdadera política de Estado que logre impacto y transformación?

Un diagnóstico que nos interpela

El Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA 2024) ubica a Paraguay en el puesto 14 de 17 países de la región, con un puntaje de 31,05 sobre 100, muy por debajo del promedio regional de 42,08 puntos. Este diagnóstico expone carencias profundas y desafíos urgentes:

Cero puntos en visión e institucionalidad: Paraguay carece de una estrategia nacional de IA y de un organismo rector que articule los esfuerzos públicos y privados. Esto nos deja sin una hoja de ruta clara para el desarrollo y uso responsable de la inteligencia artificial. 

Desarrollo del Talento humano IA en situación crítica: El país no cuenta con programas de posgrado acreditados en IA y ostenta el nivel más bajo de la región en talento humano avanzado. Apenas 0,16% del PIB se destina a I+D, lo que limita la creación de capacidades nacionales en ciencia y tecnología. La fuga de talento y la baja producción científica en IA agravan esta situación.

Brechas en infraestructura y datos: Aunque Paraguay tiene un buen nivel de cobertura de redes móviles (98,4 %), carece de infraestructura clave como redes 5G, centros de datos certificados o supercomputación. En datos, los puntajes en disponibilidad y capacidades están por debajo del promedio, lo que limita el desarrollo de aplicaciones de IA basadas en datos locales. Pero tenemos cobertura de pequeñas infraestructuras por los fondos FEEI-Programa TIC con servidores con un ecosistema TIC (2500 escuelas) que se puede desarrollar un plan intencionado de IA en las escuelas públicas.

Debilidades regulatorias: Paraguay no cuenta aún con un marco normativo que regule los riesgos asociados a la IA, ni estándares de ética o gobernanza que garanticen el uso justo, inclusivo y seguro de estas tecnologías.

El Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA 2024) ubica a Paraguay en el puesto 14 de 17 países de la región, con un puntaje de 31,05 sobre 100, muy por debajo del promedio regional de 42,08 puntos. 

Este diagnóstico expone carencias profundas y desafíos urgentes: cero puntos en visión e institucionalidad: Paraguay carece de una estrategia nacional de IA y de un organismo rector que articule los esfuerzos públicos y privados; talento humano en IA en situación crítica: El país no cuenta con programas de posgrado acreditados en IA y ostenta el nivel más bajo de la región en talento humano avanzado; inversión marginal en I+D: apenas 0,16% del PIB se destina a I+D, lo que limita la creación de capacidades nacionales; y brechas regulatorias: No existe una regulación ética o de mitigación de riesgos asociada a la IA.     

UNA LEY NECESARIA PERO INSUFICIENTE

El proyecto de ley es una oportunidad histórica. Pero si no se acompaña de una visión integral y de políticas públicas complementarias, corre el riesgo de quedarse en un marco declarativo. La IA no es un fin en sí mismo, sino una herramienta que debe integrarse a una estrategia de desarrollo sostenible y equitativo.

Para que la ley tenga un impacto real y positivo, proponemos:

  • Una Estrategia Nacional de IA con horizonte 2040, que defina metas concretas, indicadores de seguimiento y recursos asignados. Esta estrategia debe ser construida con la participación de actores públicos, privados, académicos y de la sociedad civil, y alinearse con una visión estratégica.

  • La creación de un Consejo Nacional de IA, como órgano multisectorial y técnico que supervise la implementación de la ley, genere recomendaciones, y elabore informes públicos anuales sobre avances y desafíos.

  • La implementación de un fondo de fomento a la innovación en IA, que financie investigaciones, startups, programas de formación y proyectos piloto en sectores prioritarios como educación, salud, agricultura e industria.

  • Un capítulo robusto de ética y derechos digitales, que establezca principios de transparencia algorítmica, supervisión humana, protección de datos, no discriminación y sostenibilidad ambiental.

  • La articulación con la política educativa, incorporando el pensamiento computacional y la alfabetización en IA en los programas escolares desde la educación básica, y fortaleciendo la formación técnica y superior en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).

Infraestructura, datos, talento y gobernanza: los pilares que debemos fortalecer

Hoy, Paraguay está rezagado en los cuatro pilares claves que permitirían un desarrollo sostenible de la IA:

Infraestructura: El puntaje en esta dimensión es de 40,39, tres puntos debajo del promedio regional. No contamos con redes 5G, ni supercomputadoras, y los hogares con conexión a banda ancha fija están 10 puntos por debajo del promedio latinoamericano.

Datos: Con un puntaje de 32,55, Paraguay enfrenta dificultades en la disponibilidad y calidad de los datos necesarios para desarrollar aplicaciones de IA con valor local y regional.

Talento humano: Con apenas 28,05 puntos, Paraguay está 11 puntos debajo del promedio regional. La falta de programas avanzados y la escasa formación en STEM limitan la capacidad del país para crear soluciones propias.

Gobernanza: Nuestro puntaje en esta dimensión es de 20,12, casi la mitad del promedio regional. La ausencia de una estrategia, un marco ético y regulaciones claras nos deja expuestos a riesgos y limita la confianza pública en el desarrollo de la IA.

Política de Estado para el desarrollo inclusivo: desafío de los laboratorios de IA y la democratización del acceso

La inteligencia artificial no debe ser un privilegio de unos pocos ni un recurso destinado exclusivamente a grandes empresas o corporaciones globales. Si Paraguay quiere un futuro de desarrollo inclusivo, la IA debe concebirse como un bien público estratégico: un habilitador de oportunidades para los ciudadanos, las pymes, las cooperativas, los estudiantes y los emprendedores de todo el país. Esto implica algo más profundo que solo regular o fomentar su uso: implica democratizar su acceso y crear capacidades nacionales propias

Los laboratorios de IA como motor de inclusión «seguros» con soberanía tecnológica distribuidos en el territorio es una propuesta que debe formar parte del corazón de la política de Estado. Estos espacios no deben ser meros centros tecnológicos concentrados en la capital; deben ser:

Centros abiertos de experimentación y aprendizaje, donde estudiantes, docentes, técnicos y emprendedores puedan acceder a infraestructura, datos, herramientas y acompañamiento.

Nodos de innovación social y productiva, que trabajen con sectores como la agricultura familiar, el comercio, la salud pública, el medio ambiente y la educación, para generar soluciones adaptadas al contexto paraguayo.

Puentes con el mundo, articulando con universidades, redes científicas y empresas tecnológicas internacionales, pero con soberanía, para que el conocimiento se genere, use y reinvierta en el país.

Pasaportes al futuro, porque en ellos los niños, jóvenes y adultos del Paraguay podrán desarrollar las habilidades y competencias que abrirán las puertas a las economías del conocimiento, el empleo digno y la participación activa en un mundo cada vez más digitalizado y automatizado.

Estos laboratorios serían verdaderas puertas de entrada al siglo XXI, espacios donde la creatividad y el talento paraguayo puedan florecer sin importar el lugar de origen ni la condición social, podrían operar en alianza entre el Estado, la academia y el sector privado, bajo un modelo de gobernanza colaborativa y transparente. 

La democratización de la IA: del discurso a la acción

Hablar de inclusión en IA significa garantizar:

Infraestructura de acceso: conectividad de calidad, acceso a plataformas de desarrollo de IA, y disponibilidad de datos abiertos para la creación de modelos locales.

Formación desde la base: que la alfabetización digital y el pensamiento computacional sean parte de la educación desde la escuela primaria. Que la juventud rural y urbana tenga oportunidades equivalentes de aprender, crear y liderar en el campo tecnológico.

Financiamiento y apoyo a pequeños innovadores: sin incentivos específicos, la IA será capturada por grandes grupos y no se desarrollarán soluciones para los problemas reales de las comunidades paraguayas.

El desafío histórico  

Estamos ante una decisión clave: ¿seremos un país que genera inteligencia artificial con propósito local e inclusivo, o simplemente consumidores de soluciones externas que no responden a nuestras necesidades y realidad?

Que esta ley no sea solo el primer paso, sino el compromiso firme de convertir a la IA en un recurso de desarrollo humano, que potencie a todos los ciudadanos de Paraguay, sin dejar a nadie atrás, la verdadera política de Estado será la que logre que un niño en el Chaco o en el interior Planchada del departamento de Guairá, o una compañía de San Pedro, de Ñeembucú o Itapúa pueda soñar con diseñar algoritmos que transformen su comunidad, y que cuente con los medios para hacerlo.

(*) La autora de este artículo es investigadora, especialista en Tecnología y Educación; directora ejecutiva de REDIE Paraguay; socia de SoPaIA; CEO de AcademIA STEAM PY.

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