www.laizquierdadiario.com/15-04-2016/Por: Revolution Permanente
La Plaza de la República en París se convirtió en una virtual zona de guerra con la salvaje represión de la policía sobre los estudiantes que marchaban contra la reforma laboral de Hollande.
Los estudiantes de París tomaron nuevamente las calles este jueves 14 de abril en contra de Ley de Trabajo impulsada por el gobierno de Hollande.
Decenas de miles de estudiantes se dirigían en la mañana del jueves hacia la bastilla atravesando la Plaza de la República, que se hizo famosa en las últimas semanas por acoger al movimiento “Nuit Debout” (la noche de pie), cuando las fuerzas de seguridad y la policía antimotines empezó al lanzar gases lacrimógenos contra los jóvenes. Fueron primero tres o cuatro gases, como una forma de provocación hacia los manifestantes. Al igual que en las últimas manifestaciones la policía se hizo presente para amedrentar y detener manifestantes, pero esta vez terminó convirtiendo el centro de la ciudad en una vitual zona de guerra, desatando una represión sin precedentes.
Antes de llegar a la Plaza de la República los estudiantes empezaron a ver la saturación policial y corrían rumores sobre la posibilidad de que se desate una represión a pesar de que el recorrido de la marcha había sido aprobado por el propio departamento de policía.
Una vez en la República, la policía antidisturbios lanzó gases lacrimógenos contra las columnas de universitarios y secundarios, en un acto de provocación con el objetivo de disolver la movilización y amedrentar a los manifestantes. Los estudiantes hicieron todo lo posible por permanecer juntos, pero la policía avanzó sobre ellos tirando más gases, tornando el ambiente irrespirable y haciendo que muchos estudiantes terminen sofocados o cegados por el gas.
Según contaba uno de los manifestantes al diario Revolutión Permanente había tantos policías como manifestantes y una mujer que pasaba por el lugar preguntó si no se trataba en realidad de una marcha de la policía.
Con la acción de este jueves el gobierno y sus fuerzas represivas marcaron un nuevo récord en la represión al movimiento contra la Ley de Trabajo después de haber fingido ser conciliador, a principios de esta semana, en las charlas con la dirección de la UNEF (Sindicato de Estudiantes).
Este nuevo episodio muestra una continuidad con la política del gobierno de reprimir a los estudiantes, que vienen siendo la vanguardia de la lucha contra la reforma laboral. Las numerosas provocaciones y la represión de la policía durante la semana pasada terminaron con un saldo de 130 estudiantes detenidos en una de las movilizaciones en París. Con esta política el gobierno apunta a aislar a los estudiantes y debilitarlos, algo que por el momento no han logrado.
Muchos estudiantes secundarios, como los del liceo Bregson (que sufrieron la represión en carne propia hace una semana) no pudieron llegar debido a la presencia policial en toda el área metropolitana.
La universidad Paris 1 (Tolbiac) había amanecido bloqueada con mesas y sillas, que habían colocados los miembros del Comité de Movilización.
En la Asamblea General los trabajadores de la facultad votaron marchar junto con los estudiantes contra la Ley de Trabajo y por la liberación de los detenidos.
Muchos de ellos se encontraban entre los manifestantes que fueron reprimidos. Otro grupo marchó hasta la comisaría del barrio 12 para pedir por la libertad de Baptiste, lo que finalmente se logró el jueves por la noche. Baptiste es un estudiante de la universidad que fue detenido el martes durante una acción de solidaridad de los universitarios con la lucha de los trabajadores ferroviarios en San Lázaro. Tras su detención, el mismo martes los estudiantes fueron a participar de la asamblea de la Plaza de la República, donde estaba reunido el movimiento Nuit Debout, que resolvió marchar con unos 800 manifestantes hacia la comisaría para reclamar la libertad de Baptiste esa misma noche.
A pesar de la represión de este jueves, varios cientos de estudiantes se encontraban aún en el centro de la Plaza de la República. Junto a otros han empezado a discutir qué respuesta debe darse frente a una nueva agresión de parte de las fuerzas de seguridad y del gobierno, al mismo tiempo que preparan una nueva marcha para el 20 de abril.