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Educando en casa, una controversia cristiana

Saltillo, Coahuila.- A pesar de enfrentar críticas y reclamos, familias de la Iglesia cristiana optan por no llevar a sus hijos a las escuelas públicas y los educan en casa a fin de seguir con sus preceptos: vivir en comunión y temerosos de Dios.

A 40 kilómetros de Saltillo se ubica el ejido Providencia; en este lugar, desde hace dos años, cinco familias practican esta modalidad; Nora Guerrero Gaytán, mujer cristiana que sigue el modelo Educando en Casa con Editorial El Águila, defiende las bondades de esta educación al asegurar que los hijos crecen en la palabra de Dios.

Situación que, explicó, permite que los jóvenes tengan una vida lejos de las adicciones y cuando “salgan al mundo” sean unas personas de bien para la sociedad.

“Nosotros nos bautizamos en una Iglesia bautista cristiana, por medio de la palabra de Dios nos ha dado la habilidad de crear a nuestros hijos; nosotros queremos que ellos crezcan en la palabra y temerosos de Dios”, explicó la madre de familia y abogada de profesión. Relató que en su familia sus tres hijas estudiaban en la escuela, pero fue hace dos años cuando sus hijas mayores cursaban el quinto grado que optaron por entrar a este modelo que se lleva en casa.

EL PROGRAMA

Es un programa en donde la educación preescolar, primaria y secundaria es impartida por los padres en casa, se abarcan materias de ciencias naturales, sociales, español y matemáticas, “todo normal como en la escuela secular, pero con un enfoque cristiano”, agregó. Y a pesar de que critican que las jovencitas no salgan de la casa y se insinué que coarta los derechos de los estudiantes, Nora aseguró que ellas salen a sus reuniones y conviven con otros jóvenes de su iglesia y salen a pasear.

“Ellas tienen sus compañeras en la iglesia, los llevan a campamento, a museos, los beneficios son que tienen más confianza conmigo y no se pierde tan rápidamente la relación entre papás e hijos, es una bendición tener a sus hijos cerca.

“En las escuelas públicas yo no tuve problemas, pero de la escuela lo que no nos agrada es que hay de 40 o 45 niños para una sola persona. Es muy diferente una persona para un niño y mucho más si es la mamá, que queremos lo mejor para nuestros hijos”. Durante la semana siguen sus estudios en horas determinadas, preferentemente por la mañana, y los lunes el pastor les ayuda a calificar lo avanzado, llevan sus dudas para que las orienten y tienen que presentar 10 exámenes a la semana.

“Si alguien tiene una calificación menor a 8, no pasa su examen y tiene que presentar nuevamente. Es una educación muy estricta y nos apoyamos con unos libros que los papás nos cooperamos para adquirir y de ahí lo contestamos”. De las tres niñas, dijo Nora, dos cursan primero de secundaria y están por recibir el certificado de primaria que les entregará el IEEA, y la más pequeña de la familia cursa el primer grado de primaria y agregó con orgullo que ya sabe leer y escribir.

REGRESAN A LO TRADICIONAL

De las familias que iniciaron con esta modalidad el ciclo anterior, dos declinaron continuar y decidieron regresar a la escuela regular a dos niñas, una de tercero y otra de cuarto grado, quienes tuvieron que repetir el año que cursaban antes de iniciar el modelo Educando en Casa, pues la Secretaría de Educación atiende a los mayores de 12 años en el Instituto de Enseñanza Abierta.
Según las versiones de los vecinos del ejido, los padres de familia no pudieron compaginar las actividades laborales con los estudios, además batallaban para explicar a sus hijos los quehaceres educativos, ya que en esta modalidad cada padre se hace responsable de su hijo y sólo los lunes el pastor los retroalimenta.

DESDE 1997

En Saltillo este modelo inició desde el año 1997 con un ciclo de conferencias, según lo relata una madre de familia en el sitio Aprende con Alas.

Judith Herver de Solís expone en esta página que educar en casa a sus hijos fue una decisión que tomaron después de asistir a la segunda conferencia de El Hogar Educador, impartida en Saltillo en 1997.

Además dijo, escuchó una conferencia impartida por Darío Clingan de El Hogar Educador, quien presentó los resultados de una investigación que realizó en el estado de Coahuila.

Por el momento no existen estadísticas de cuántas familias usan el aprendizaje en casa en México, pero la asociación Homeschooling México cuenta con un registro de mil 500 familias en todo el país.

EN EL IEEA HASTA LOS 15

Sin embargo, para obtener sus certificados los menores que son instruidos en el modelo Educando en Casa tienen que esperar a cumplir sus 15 años para que se validen sus estudios, pues el Instituto Estatal de Educación para Adultos no atiende a menores de esta edad ya que existe un programa escolarizado para ellos.

La directora general del IEEA, María del Carmen Ruiz Esparza, explicó que existe un programa 10-14 pero éste sólo atiende a jóvenes en situación vulnerable, es decir, a aquellos niños de la calle o los que están internos en los Centros de Readaptación Infantil.

Fuente de la noticia: http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/educando-en-casa-una-controversia-cristiana-1460959582

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Dulmar Pérez. Candidata al Doctorado Pedagogía, Magister en Docencia Universitaria, Especialista en Docencia para la Educación Inicial. Ha publicado artículos internacionales y nacionales PEII-A Investigadora adscrita al CIM. Coordinadora CNIE en Barinas

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