wwwhat´sNew/28 de abril de 2016
El robot OceanOne no fue diseñado inicialmente para realizar misiones arqueológicas y sí para monitorizar corales. El proyecto nació en la Universidad Rey Abdullah de Ciencia y Tecnología en Arabia Saudita para analizar el coral de profundidad en el Mar Rojo, ya que OceanOne consigue bajar 2.000 metros sin rechistar, pero acabaron contactando con la Universidad de Stanford para que, basándose en la idea, se diseñase un nuevo sistema de interfaz robótica.
Se trata de un robot submarino del tamaño aproximado de un humano, capaz de controlarse remotamente de forma bastante intuitiva, ya que cuenta con dos brazos, así como con visión 3D. OceanOne está diseñado para maniobrar con precisión en espacios reducidos utilizando ocho propulsores, y de forma autónoma puede mantenerse estable en corrientes.
Las muñecas tienen sensores de fuerza, y ahora pretenden poner sensores táctiles en cada dedo. El objetivo final es permitir que pueda analizar sin destruir nada, ser fuerte y delicado al mismo tiempo, y la forma humana ayuda en ese tema, mucho más que una enorme caja con dos brazos.
La primera misión de OceanOne ha sido La Lune, un barco de la época de Luis XIV que se encuentra a 100 metros de profundidad en el sur de Francia. Los humanos no han tenido mucho éxito con la exploración de La Lune, y OceanOne ha podido ayudar mucho.
En ieee.org tenéis un reportaje completo hablando sobre OceanOne y sus posibilidades, una nueva forma de conocer mejor lo que existe en la profundidad de los océanos. Aún así es importante tener en cuenta que de momento solo es un prototipo.
Texto escrito en wwwhatsnew.com