Por: Flavio de Jesús Castillo Silva
doctor.flaviocastillo@gmail.com
México
Resumen
En varias escuelas normales de México, donde forman al futuro Licenciado en Educación Básica, quienes en algún momento podrán estar frente a grupo de estudiantes de cualquier año de la educación primaria (ciclo básico), tienen en común los docentes como estrategia didáctica el hecho de tratar a sus estudiantes como si fueran los niños con los que éstos al egresar interactuarán en algún momento. Significa que existe un porcentaje considerable de infantilización de la formación del pedagogo.
Abstract
In several normal schools in Mexico, where they form the Graduate future in Basic Education, who at some point will be in front of group of students in any year of primary education (basic cycle), have in common teachers as a teaching strategy the fact treat students as if they were the children with whom they interact to graduate at some point. It means that there is a considerable percentage of childishness of teacher training.
Keywords
Pedagogy, Andragogy, training process, childishness.
Introducción
Los estudiantes de las Licenciaturas en Educación Preescolar y de Educación Primaria – a quienes denominaré en este artículo como pedagogos – en algunas escuelas normales de México ingresan prácticamente a los 18 años al igual que otros jóvenes en otras áreas de conocimiento a lo largo y ancho del país. la formación de estos futuros profesores consta de ocho semestres o cuatro años (ciclos), su campo de acción al término de su carrera será integrarse al sistema educativo frente a grupo, en el caso de los Licenciados en Educación Preescolar (o educadoras como las conocemos generalmente y generalmente son mujeres quien estudia en este nivel educativo) en cualquiera de los tres años en el nivel preescolar, en cualquier jardín de niños tanto públicos (la gran mayoría de los licenciados) como particulares en el país, para el caso de los Licenciados en Educación Primaria, estos se incorporarán a las escuelas primarias públicas y privadas del país.
Durante su formación, las actividades diseñadas por sus facilitadores tienden a hacerlos sentir como si ellos fueran los escolares con los que irán a tratar cuando egresen, bajo el argumento que deben contextualizarse a su futuro campo de acción, los ponen a realizar actividades didácticas simulando al niño que tendrán en el aula y entonces, el pedagogo llega en su momento a conocer por vivencias propias a sus estudiantes dejando en un segundo plano la preparación docente, por lo que al incorporarse al ejercicio docente repetirá las mismas prácticas vividas durante su formación profesional, denotando deficiencias por no tener sustentos teóricos que le dicten hacia dónde dirigir su práctica docente.
La Pedagogía conduce las acciones a desarrollar en preescolar y educación primaria, en donde el profesor se erige como un mediador entre la generación adulta y la nueva generación, el proceso educativo es vertical ya que el profesor sabe qué estudiar y qué hacer y los estudiantes reciben las indicaciones directas de él. El proceso de Enseñanza-Aprendizaje (PEA) sucede con énfasis más en el proceso de enseñanza que el de aprendizaje.
Los estudiantes se vuelven diestros en recibir órdenes y ejecutarlas, pocos promueven el desarrollo básico de las operaciones mentales como: observación, comparación, clasificar, definir, abstraer, análisis, síntesis, inducción y deducción, entre otras.
Ante este panorama, el pedagogo en formación aprenderá las actividades usadas por sus facilitadores, recreando en cada clase situaciones netamente pedagógicas, sin embargo, el pedagogo que está en proceso formativo es al final de cuentas un adulto en cualquier momento de su ciclo vital, ergo, sus cursos debiesen ser atendidos desde la Andragogía, llego a esa idea debido a que siendo la Pedagogía la ciencia que atiende a los niños en situación de aprendizaje, los pedagogos en formación debiesen utilizar la Pedagogía para las prácticas con poblaciones similares a las que atenderá cuando estén frente a grupo en una escuela primaria o preescolar de acuerdo a su licenciatura, pero lo que es indiscutible es que ellos, como adultos que son, su proceso debiese ser de manera andragógica.
Para Knowles citado por Adam (1977), “la diferencia fundamental entre el niño y el adulto está referida al concepto de sí mismo; la personalidad de aquél es un apéndice de éste y toda la conducta del niño gira alrededor de la vida del adulto” (p. 26), por lo que, si los estudiantes de Licenciatura en Educación Preescolar y de Educación Primaria son adultos jóvenes, la ciencia de educación para atenderlos es por consecuencia la Andragogía aunque los contenidos de sus asignaturas tengan que ver con Pedagogía, por lo que según Adam (1987), los principios andragógicos de horizontalidad y participación se aplican sin problema alguno.
En esta representación se aprecian los dos momentos que un pedagogo en su formación debiese tener, en la situación de su aprendizaje y en otro momento que pueden ser prácticas o ya su vida laboral, andragógico y pedagógico respectivamente, en otras palabras, “…el acto pedagógico está centrado en el maestro, por cuanto es el poseedor del conocimiento y experiencia, en cambio, el acto andragógico el centro de los aprendizajes es el educando o participante en cualquier nivel del sistema educativo” (Adam, 1987, p. 22).
¿Qué ventajas traería a las escuelas normales utilizar la Andragogía para formar a los futuros pedagogos?, en primer lugar, se reconocería en capacidades y cualidades al ser humano que está en formación, eso significa, que ya no serían válidos los tratos infantiloides al pedagogo en formación, por ello se considerarían cuatro factores importantes en el proceso de aprendizaje andragógico: (a) autenticidad, (b) respeto mutuo, (c) comportamiento ético y (d) factor empático (Adam, 1987).
Esto tendría como implicación en el resignificado del participante:
- Altos niveles de responsabilidad durante el proceso de aprendizaje.
- Énfasis en la creatividad y criticidad objetiva.
- Apertura sostenida hacia los procesos de innovación y cambios.
- Utilización de la auto-evaluación para estimular el crecimiento personal.
- Reconocimiento al crecimiento individual como vía para afianzar los logros personales.
- Aceptar la co-evaluación como un proceso de retroalimentación permanente y altamente participativo.
- Énfasis en la producción continua de trabajos de investigación significativa (Adam, 1987, p. 38).
El re-encuentro entre un andragogo facilitador con sus participantes – adultos jóvenes en su mayoría -, fortalecería definitivamente el proceso de aprendizaje de dichos participantes, en donde a éste le quedaría claro cuándo está presente la Andragogía y cuando haría uso de la Pedagogía.
Conclusiones
Aunque pareciera inicialmente un tanto atrevido hacer la reflexión si al pedagogo se le forma con Pedagogía o Andragogía, partiendo de un análisis desapegado a la situación y contenidos, queda claro que la Andragogía promovería mejores procesos de aprendizaje con los participantes por todo lo que conlleva el uso de ésta, en cambio, continuar formando a los pedagogos utilizando la Pedagogía sería continuar manteniendo una tradición de formación infantilizada del adulto, hecho que no debiese ser de peso específico para mantenerlo en el aula.
Referencias
Adam, F. (1987). Andragogía y docencia universitaria. Caracas: FIDEA.
Adam, F. (1977). Andragogía. Ciencia de la educación de adultos. Segunda edición. Caracas: Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez.
Artículo enviado por su autor a la redacción de OVE
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