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Cambiar actitudes hacia los derechos humanos requiere debatir tema por tema

www.amnesty.org/25-08-2016/ Por: Saanya Gulati

Los debates favorecen un diálogo constructivo sobre los asuntos de derechos humanos. Es un valioso medio de impartir educación en derechos humanos, ya que pueden cambiar de manera esencial la manera de enfocar un asunto. Consulta nuestra guía para educadores sobre cómo organizar un debate de derechos humanos en cinco pasos, basado en la colección de debates nacionales de Kenia.

Participar en un debate requiere conocer en profundidad los distintos argumentos sobre un asunto. Pero además, un debate afecta personalmente a quienes participan en el proceso. “Ganar el debate me cambió profundamente”, nos cuenta Nyambura Karumba, participante en el Debate Interuniversitario sobre Derechos Humanos organizado en 2014 por Amnistía Internacional Kenia y el Consorcio de Estudiantes por la Defensa de los Derechos Humanos (SCOHRA, por sus siglas en inglés). Uno de los puntos de inflexión para Nyambura fue darse cuenta, mientras presentaba sus argumentos en contra de la legalización de la tortura, de que estaba hablando de vidas humanas. “Cuando se empieza a hablar de los seres humanos como si fueran animales, sabes que algo no funciona.”

Ganar el debate me cambió profundamente.
Nyambura Karumba, participante en el Debate Interuniversitario sobre Derechos Humanos organizado en Kenia en 2014.

Desde la perspectiva del organizador, el reto está en organizar un acto atrayente y accesible, para que tenga un impacto significativo e inclusivo. “Cuando invitas a alguien a asistir a un debate normalmente creen que es un proceso intelectual”, afirma Charles Nyukuri, responsable de Crecimiento y Educación en Derechos Humanos de Amnistía Internacional Kenia, quien participa en la organización de debates en la región. Una de las metodologías más creativas, el llamado “teatro debate”, combina ambas cosas, lo cual es eficaz para conseguir una participación más amplia.

Respecto al Debate Interuniversitario sobre Derechos Humanos que celebran anualmente las universidades kenianas, hay cinco pasos básicos que garantizan su éxito:

1. Promover la participación

El primer paso es convocar la presentación de solicitudes en todas las universidades y escuelas universitarias de la región en la que ustedes van a organizar el debate. Esta fase conlleva publicitar el evento usando diversos canales de comunicación, incluidos carteles, radio y televisión y medios sociales. “Hay tantas universidades en Kenia que lo difícil es llegar a todas”, dice Charles.

En la convocatoria de presentación de solicitudes se anima a los estudiantes a expresar su interés por debatir, o a participar en calidad de otra cosa, como representantes regionales, jefes de equipo o jueces. Los estudiantes tienen que redactar un documento sobre el tema de debate, lo que, aparte de ayudarles a centrar sus argumentos, garantiza su buena preparación.

2. Preparar a educadores regionales

En Kenia las universidades se dividen en distintas categorías basadas en su región geográfica. Cada región tiene asignado un facilitador, que se encarga de fomentar la capacidad de los participantes y familiarizarlos con las modalidades y el formato del debate. Si los facilitadores regionales reciben la preparación adecuada, ellos a su vez podrán preparar a otros estudiantes en su región.

3. Preparar a los estudiantes en el campus universitario

Tras su preparación, los facilitadores regionales organizan talleres universitarios para que los estudiantes se familiaricen con el proceso de debate. En Kenia, el torneo interuniversitario de debate sigue el modelo del sistema parlamentario británico y del sistema de debate keniano(Mjadala). Por tanto, en los talleres se instruye a los estudiantes en los roles y el esquema del debate, lo que incluye conceptos como la oposición oficial, moción de orden, refutaciones, contrainterrogatorio y mociones de información, para que todos los participantes lleguen al día final en condiciones de igualdad.

4. Debates regionales

El cuarto paso es celebrar un debate regional en el que todas las personas interesadas en participar puedan competir. Estos actos constituyen una fase clasificatoria de los participantes de la región, y en ellos se decide quién llegará a las finales del debate.

5. La final del debate y música para concluir

La final del debate se desarrolla a lo largo de dos días. El primer día tiene lugar la fase preliminar, en el que a los participantes se les asigna un equipo de jueces y un tema concreto de debate. A los participantes no se les comunica el tema específico hasta que entran en la sala, aunque siempre está relacionado con el tema general de debate. Algunos de los temas debatidos en el pasado fueron: derechos de las personas refugiadas, la tortura y la seguridad nacional, la pobreza y el derecho a la vivienda.

Los ganadores son proclamados al día siguiente, y a última hora de la tarde se celebra un concierto llamado Jamnesty , en el que se anima a los participantes a relajarse e “improvisar con Amnistía” (Jam With Amnesty). Las actuaciones combinan las expresiones creativas y el talento artístico de los estudiantes con los de los artistas locales, a los que se anima a comprometerse con el tema de debate.

El día en que son anunciados los nombres de los ganadores, el acto culmina en un encendido debate con la participación de distinguidas personalidades y organizaciones invitadas. El año pasado participaron miembros de la Red Keniana de Refugiados, la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y otras organizaciones que trabajan sobre derechos de los refugiados.

“Traer a alguien con autoridad para hablar del tema ayuda a los alumnos a comprenderlo desde un punto de vista profesional”, comenta Charles. También les permite tener ocasión de oír el relato de casos particulares. Por ejemplo, en el debate interuniversitario de 2016, tres sobrevivientes de tortura compartieron su experiencia con la audiencia.

El concurso de debates sobre derechos humanos, que ya ha entrado en su cuarto año, ha visto crecer su participación, de 300 estudiantes procedentes de 15 universidades hasta más de 1.000 estudiantes de 21 universidades de Kenia. También se organizan debates regionales, celebrados con mayor asiduidad en el año. De hecho, Charles asistió a un debate regional sobre brutalidad policial en Kenia a los pocos días de haber hablado con nosotros. El formato incluía representaciones habladas y recitales de poesía, ambos relacionados con el tema de debate “para que, cuando lleguemos al debate, el público ya esté implicado”, explica Charles.

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Brasil: Legado desastroso de los JJ.OO. de Río, sin que cesen los homicidios policiales

www.amnesty.org/25-08-2016/

El legado de los Juegos Olímpicos de Río 2016, con al menos ocho personas muertas en operaciones policiales realizadas en la ciudad durante los Juegos y una represión feroz de las manifestaciones pacíficas, ha quedado hecho trizas, según Amnistía Internacional.

“Brasil ha perdido la medalla más importante que se disputaba en Río 2016: la oportunidad de convertirse en abanderado de los derechos humanos”, ha afirmado Atila Roque, director ejecutivo de Amnistía Internacional Brasil.

“Las autoridades brasileñas han desaprovechado una oportunidad de oro para hacer realidad sus promesas de aplicar en Río unas políticas de seguridad pública que harían de la ciudad un lugar seguro para todas las personas. La única manera de rectificar algunos de los numerosos errores cometidos durante los Juegos es garantizar la investigación eficaz de todos los homicidios y otras violaciones de derechos humanos cometidas por la policía, y la rendición de cuentas de los responsables ante la justicia.”

Aumentan los homicidios cometidos por la policía

En 2016, mientras Río se preparaba para saludar al mundo, los homicidios policiales fueron aumentando mes a mes en la ciudad.

Según el Instituto de Seguridad Pública del estado de Río de Janeiro, la policía desplegada en la ciudad mató a 35 personas en abril, 40 en mayo y 49 en junio: un promedio de más de una persona al día.

Durante la celebración de los Juegos (del 5 al 21 de agosto), la policía llevó a cabo constantes y violentas operaciones en varias zonas de Río de Janeiro, entre ellas, Acari, Cidade de Deus, Borel, Manguinhos, Alemão, Maré, Del Castilho y Cantagalo. En esas operaciones resultaron muertas al menos ocho personas (tres en Del Castilho, cuatro en Maré y una en Cantagalo). El índice de muertes podría aumentar, ya que aún no se han confirmado los datos sobre víctimas mortales en otras dos favelas: Acari y Manguinhos.

Los habitantes de estas zonas han informado asimismo de otras violaciones de derechos humanos, como invasiones de domicilios, amenazas directas e insultos y agresiones por parte de la policía.

La “guerra a las drogas” que libra Brasil, así como el enfoque de las operaciones de seguridad con agentes fuertemente armados, también ponen en peligro a la policía. Al menos dos agentes resultaron muertos en los 10 primeros días de los Juegos.

En la primera semana de los Juegos Olímpicos (5-12 de agosto) se registraron 59 tiroteos en el área metropolitana de Río de Janeiro, con un escalofriante promedio de 8,4 al día (casi el doble que la semana anterior, que había habido 32 tiroteos, una media de 4,5 tiroteos al día). En el mismo periodo, al menos 14 personas perdieron la vida y otras 32 resultaron heridas debido a la violencia armada, según los datos recopilados mediante Cross-Fire, una aplicación informática lanzada en julio por Amnistía Internacional para rastrear la violencia armada en las favelas.

Represión de las manifestaciones

La policía ha reprimido ferozmente a los manifestantes, tanto dentro como fuera de los espacios deportivos. Las manifestaciones públicas y pacíficas celebradas en Río de Janeiro los días 5 y 12 de agosto fueron contestadas con violencia policial, incluido el uso de armas menos letales, como el gas lacrimógeno o las granadas paralizantes; varias personas fueron detenidas. Varias más fueron expulsadas de las zonas de competición por exhibir pancartas o llevar camisetas con mensajes de protesta, lo que vulneró su derecho a la libertad de expresión.

En São Paulo, la policía reprimió con dureza una manifestación el 5 de agosto y practicó más de un centenar de detenciones, incluidas las de al menos 15 menores de edad.

De nuevo, el legado de un gran evento deportivo en Brasil se ha visto empañado por los homicidios y abusos cometidos por la policía contra manifestantes pacíficos.
Atila Roque

“Terminamos los Juegos Olímpicos con unas políticas de seguridad pública todavía más militarizadas, centradas en una represión muy selectiva, en el uso excesivo de la fuerza y en actuaciones policiales equiparables a operaciones de combate en las favelas. El resultado no deja lugar a dudas: Un índice de muertes en aumento y otras violaciones de los derechos humanos de los residentes, sobre todo los varones jóvenes negros”, ha afirmado Atila Roque.

“De nuevo, el legado de un gran evento deportivo en Brasil se ha visto empañado por los homicidios y abusos cometidos por la policía contra manifestantes pacíficos. El Comité Olímpico Internacional y otros organismos encargados de organizar actos deportivos no deben permitir que estos eventos se celebren a costa de los derechos humanos de la población.”

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Tras huir de la guerra, ¿qué espera a los niños y niñas sirios en Europa?

De: Gauri van Gulik

Ante la terrible situación que afrontan los menores de edad en Siria, representada de manera muy gráfica en la desoladora imagen del niño de cinco años Omran Daqneesh sentado al fondo de una ambulancia, ensangrentado y conmocionado, tras ser rescatado de los escombros de su casa, se comprende fácilmente por qué padres y deciden llevarse a sus hijos en un viaje desesperado y difícil hacia Europa.

Pero, aunque un niño como Omran lograra sobrevivir a ese viaje y alcanzar las costas europeas, aún le faltaría mucho para llegar al final de su terrible experiencia.

En una visita a la isla griega de Lesbos, pude ver de primera mano lo que les espera.

La terrible situación que afrontan los menores de edad en Siria quedó representada de manera muy gráfica en la desoladora imagen del niño de cinco años Omran Daqneesh sentado al fondo de una ambulancia, ensangrentado y conmocionado.

En un centro de detención de Lesbos conocí a Ahmed, un bebé de un año de edad que llevaba la mayor parte de su breve existencia enfermo de lo que su madre calificaba de ataque químico. La mujer me contó que una bomba había destruido su casa al poco tiempo de nacer Ahmed, y que la metralla había impactado en el cuello del bebé. Poco después había enfermado gravemente de asma y presentaba otros síntomas compatibles con inhalación de gas de cloro. Cuando yo lo conocí, casi un año después del ataque, pude ver sus cicatrices y las dificultades de su cuerpecito para respirar.

Sus familiares son de los primeros palestinos de Siria que huyeron de los horrores del asedio y el hambre en el campo de Yarmouk, a las afueras de Damasco. Pero la guerra les fue siguiendo los pasos cuando huyeron de Idlib hacia el norte del país. Después de que una bomba impactara en su casa, la madre de Ahmed madre cruzó con su familia la frontera hasta Turquía, donde pagaron a traficantes para que los transportaran a bordo de un bote sobrecargado por aguas peligrosas hasta las islas griegas.

Al llegar a tierra, la familia de Ahmed no tuvo precisamente una cálida bienvenida. Llegaron después del 20 de marzo, fecha de entrada en vigor del acuerdo de la UE con Turquía, que en la práctica transformó las islas en centros de detención.

La familia de Ahmed quedó atrapada junto a más de 3.000 personas en el centro de detención de Moria, aislado del mundo exterior por alambradas de espino. Cuando yo los vi, no tenían intimidad ni sabían lo que iba a ser de ellos. Ahmed no fue atendido rápidamente para recibir la asistencia médica que necesitaba con urgencia; primero un médico les entregó una caja de paracetamol.

Ahora ya no están detenidos pero continúan atrapados en Grecia, como casi 60.000 refugiados y migrantes más. Las rutas de acceso a Europa están cerradas en su mayor parte. Si dependiera de algunos líderes europeos, la mayoría de estas personas serían expulsadas sin más a Turquía.

Esta situación desesperada se da en toda Europa: Hungría, Serbia, Grecia, Calais y otros lugares.

Omran me recuerda a otros muchos niños que hemos visto por todo el continente, y las atroces situaciones que viven.

Llevamos 423 días aquí, sin esperanza, sin educación, sin escuelas. Necesito que me den la oportunidad de acabar mis estudios.
Niño refugiado de 16 años

Casi un tercio de las personas refugiadas y migrantes que cruzan el mar Mediterráneo hacia Europa son menores de edad. Muchos viajan solos, expuestos a la explotación, o por el camino son separados de sus familias, a veces por las propias autoridades.

Para los que han sufrido el trauma de la guerra casi no hay apoyo psicosocial disponible.

Apenas hay espacios para que jueguen, y menos aún para que aprendan o asistan a clase.

Algunos llevan tanto tiempo sin ir a la escuela que ya no saben leer ni escribir.

El desgarro y la indignación no son suficientes. Estos niños y niñas necesitan seguridad, atención especial, educación y un techo sobre sus cabezas.
Gauri van Gulik

Un chico de 16 años de Siria que había estado en un campo en territorio continental griego nos contó: “Llevamos 423 días aquí, sin esperanza, sin educación, sin escuelas. Necesito que me den la oportunidad de acabar mis estudios.”

Estos niños y niñas necesitan seguridad, atención especial, educación y un techo sobre sus cabezas. Necesitan gobiernos que permitan y faciliten la reagrupación familiar. Necesitan países que se atengan a sus compromisos de reasentar y reubicar familias como la de Ahmed. Los gobiernos europeos están vergonzosamente atrasados en ambos frentes. Por ejemplo, los dirigentes de la Unión Europea sólo han reubicado el cinco por ciento de los refugiados que prometieron admitir el pasado mes de junio.

Aunque Omran, como antes pasó con Alan Kurda, haya atrapado la atención del mundo, el desgarro y la indignación no son suficientes. Las imágenes han conmovido al mundo, pero no a los dirigentes. Mientras no actúen, miles de niños y niñas correrán la misma suerte que Omran, Alan y Ahmed.

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Irán: Activistas de los derechos de las mujeres, tratadas como “enemigas del Estado” tras reanudarse la campaña represiva

www.amnesty.org/17-08-2016/

Las autoridades iraníes han intensificado su campaña de represión contra activistas de los derechos de las mujeres en el país en la primera mitad del año, llevando a cabo duros interrogatorios y haciendo cada vez más comparaciones entre la delincuencia y toda iniciativa colectiva relacionada con los derechos de las mujeres; así lo ha afirmado hoy Amnistía Internacional.

La investigación de la organización revela que, desde enero de 2016, más de una decena de activistas de los derechos de las mujeres en Teherán han sido citadas para ser sometidas a largos e intensivos interrogatorios de la Guardia Revolucionaria, y amenazadas con la cárcel por cargos relacionados con la seguridad nacional. Muchas habían participado en una campaña lanzada en octubre de 2015 que abogaba por una mayor representación de las mujeres en las elecciones parlamentarias de Irán de febrero de 2016.

“Es una vergüenza absoluta que las autoridades iraníes traten como enemigos del Estado a activistas pacíficas que defienden la participación de las mujeres en pie de igualdad en los órganos decisorios. Defender la igualdad de las mujeres no es un delito. Pedimos que termine de inmediato este aumento del hostigamiento y la intimidación, que no es sino otro revés para los derechos de las mujeres en Irán”, ha afirmado Magdalena Mughrabi, directora adjunta provisional del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.

“En lugar de abordar el alarmante historial de Irán en materia de derechos de las mujeres, las autoridades han vuelto a optar por la represión, acusando a activistas de los derechos de las mujeres de colusión en tramas conspirativas orquestadas desde Occidente, en un intento de mantener sus prácticas discriminatorias con las mujeres.”

Defender la igualdad de las mujeres no es un delito. Pedimos que termine de inmediato este aumento del hostigamiento y la intimidación, que no es sino otro revés para los derechos de las mujeres en Irán.
Magdalena Mughrabi, directora adjunta provisional del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.

Las mujeres citadas para ser interrogadas no recibieron explicación ninguna del motivo de su citación pero, una vez dentro de la sala de interrogatorio, fueron bombardeadas con acusaciones de espionaje y colusión con “movimientos radicados en el extranjero que pretenden derrocar el sistema de la República Islámica”. Amnistía Internacional ha tenido conocimiento de que los miembros de la Guardia Revolucionaria profirieron insultos contra las mujeres, incluidos insultos asociados al género. No se permitió a las activistas estar acompañadas de sus abogados durante los interrogatorios, que, en algunos casos, duraron hasta ocho horas.

Según ha podido saber Amnistía Internacional, los interrogatorios se centraron concretamente en dos iniciativas locales: un sitio web llamado “Escuela Feminista”, que publica artículos y otra información sobre teorías y prácticas feministas y sobre el estado de los derechos de las mujeres en Irán y en todo el mundo, y la “campaña para cambiar el rostro masculino del Parlamento”, lanzada con antelación a las elecciones parlamentarias de febrero de 2016 en Irán para promover una mayor presencia de defensoras de los derechos de las mujeres en el Parlamento.

Miembros de ambas iniciativas han recibido presiones para cerrar o suspender sus actividades y practicar más la autocensura. En la declaración final de la “campaña para cambiar el rostro masculino del Parlamento” se explicaba que los logros de esta campaña –conseguir que se multiplique por cinco el número de mujeres aspirantes a una candidatura, dar resonancia a las reivindicaciones de igualdad de las mujeres, nombrar y poner en evidencia a los candidatos con un historial de comentarios sexistas– han hecho montar en cólera a los cuerpos de seguridad, con consecuencias como citaciones judiciales reiteradas, amenazas, largos interrogatorios y la apertura de nuevos casos relacionados con la seguridad nacional contra miembros activos de la campaña. El sitio web de la escuela feminista no ha vuelto a ser actualizado desde mediados de febrero de 2016.

El objetivo más reciente de estas medidas intensificadas de represión es la reconocida revista sobre derechos de las mujeres Zanan-e Emrooz (Mujeres de Hoy), que el 26 de julio anunció la suspensión de sus actividades.

“Que no sueñen las autoridades iraníes con que el hostigamiento de activistas de los derechos de las mujeres practicando interrogatorios y obligándolas a cerrar sus publicaciones sigilosamente va a pasar inadvertido. Deberían apoyar a las activistas de los derechos de las mujeres, no perseguirlas”, ha afirmado Magdalena Mughrabi.

Las autoridades iraníes deberían apoyar a las activistas de los derechos de las mujeres, no perseguirlas.
Magdalena Mughrabi, directora adjunta provisional del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.

La peor manifestación del renovado asalto contra quienes trabajan en favor de los derechos de las mujeres ha sido la detención y reclusión arbitraria de la doctora Homa Hoodfar desde el 6 de junio; con la doble nacionalidad canadiense e iraní, Homa Hoodfar es una prominente catedrática de antropología que ha centrado su labor académica durante varias décadas en asuntos que afectan a las mujeres. Exceptuando una breve reunión con su abogado, la doctora Homa Hoodfar ha permanecido la mayor parte del tiempo recluida en régimen de incomunicación desde su detención, y actualmente está en la prisión de Evín, en Teherán.

Había trabajado con la red feminista internacional WLUM (Mujeres que viven sometidas a leyes musulmanas), cuyo fin declarado es fortalecer la lucha de las mujeres por la igualdad y sus derechos en contextos musulmanes.

El fiscal general de Teherán manifestó, en una entrevista concedida a los medios de comunicación el 24 de junio, que la causa penal de la doctora Homa Hoodfar está relacionada con “su entrada en ámbitos relativos al feminismo y delitos contra la seguridad nacional”. Días antes, varios medios de comunicación vinculados a la Guardia Revolucionaria publicaron artículos en los que se afirmaba que

la doctora Homa Hoodfar era “la responsable en Irán de una operación de establecimiento de redes feministas” y que la Campaña para cambiar el rostro masculino del Parlamento era “su proyecto más reciente”.

En esos artículos también se afirmaba que su trabajo con la red WLUM para promover el feminismo y la igualdad de las mujeres en los países musulmanes y para reforzar la autonomía corporal de las mujeres tenía como fin “alterar el orden público” y “promover cambios socioculturales que en definitiva allanan el camino […] a un derrocamiento blando”.

“Es indignante que las autoridades iraníes equiparen a delitos contra la seguridad nacional la valiosa labor de la doctora Homa Hoodfar relacionada con el feminismo y los derechos de las mujeres en contextos musulmanes. Esta desalentadora evolución pone de relieve los extremos escalofriantes y absurdos a los que están dispuestas a llegar las autoridades iraníes para reprimir a quienes desafían la discriminación autorizada por el Estado”, ha afirmado Magdalena Mughrabi.

“Las autoridades iraníes deben liberar de inmediato y sin condiciones a la doctora Homa Hoodfar y poner fin al acoso incesante de todas las activistas de los derechos de las mujeres en el país.”

Es indignante que las autoridades iraníes equiparen a delitos contra la seguridad nacional la valiosa labor de la doctora Homa Hoodfar relacionada con el feminismo y los derechos de las mujeres en contextos musulmanes.
Magdalena Mughrabi, directora adjunta provisional del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.

Decenas de miles de miembros y simpatizantes de Amnistía Internacional han pedido su liberación inmediata e incondicional por tratarse de una presa de conciencia que ha sido encarcelada exclusivamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de expresión.

Información complementaria

En Irán, las mujeres sufren discriminación generalizada tanto en la legislación como en la práctica, incluidos los ámbitos del matrimonio, el divorcio, la custodia de los hijos, la libertad de circulación, el empleo y el acceso a cargos políticos. Mujeres y niñas no reciben protección adecuada frente a la violencia intrafamiliar y de otra índole, incluidos el matrimonio precoz y forzado y la violación conyugal. La legislación sobre el uso obligatorio del velo (hiyab) autoriza a las fuerzas policiales y paramilitares a actuar de manera selectiva y regular contra las mujeres mediante hostigamiento, violencia y prisión.
Documento público

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Brasil: Los tiroteos a diario y el alarmante aumento de los homicidios policiales ponen en peligro el legado olímpico

www.amnesty.org/03-08-2016/

El impactante aumento del 103 % en el índice de homicidios policiales cometidos en Río de Janeiro entre abril y junio de 2015 y de 2016 ha malogrado toda posibilidad de un legado positivo de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, ha afirmado Amnistía Internacional cuando faltan tres días para la ceremonia de inauguración.

Según el Instituto de Seguridad Pública del estado de Río de Janeiro, la policía desplegada en la ciudad mató a 49 personas en junio, a 40 en mayo y a 35 en abril: más de una persona al día.

Desde 2009, cuando triunfó la candidatura de Río para organizar los Juegos Olímpicos, la policía ha matado a más de
2.600 personas en la ciudad.

“Justo cuando pensábamos que los índices de brutalidad policial no podían ser más alarmantes, vemos que lo son. Brasil ya ha perdido los Juegos Olímpicos antes de empezar. El aumento de los homicidios cometidos por la policía, aparentemente imparable, pone en serio compromiso cualquier posibilidad de un legado olímpico positivo en materia de seguridad pública”, ha afirmado Atila Roque, director ejecutivo de Amnistía Internacional Brasil.

El aumento de los homicidios cometidos por la policía, aparentemente imparable, pone en serio compromiso cualquier posibilidad de un legado olímpico positivo en materia de seguridad pública.
Atila Roque, director ejecutivo de Amnistía Internacional Brasil

“Una sombra de muerte se ha instalado sobre Río de Janeiro, pero a las autoridades sólo parece preocuparles el buen aspecto del Parque Olímpico. Se ha acabado el tiempo para las promesas y los discursos huecos. Las autoridades brasileñas deben adoptar con urgencia medidas significativas que impidan cometer nuevas violaciones de derechos humanos y permitan llevar ante la justicia a los causantes de tanto dolor.”

“La ausencia de protocolos inequívocos de control del uso de los medios letales por la policía, sumada a unos planteamientos erróneos sobre la seguridad pública, están llevando a Brasil a repetir los fallos cometidos en la Copa Mundial de Fútbol de 2014. Los homicidios policiales aumentaron entonces un 40% sólo en el estado de Río de Janeiro, y las autoridades apenas han tomado medidas para cambiar de rumbo. La fiscalía estatal, encargada de controlar la actividad policial y de presentar cargos en los homicidios cometidos por la policía, tiene su parte de responsabilidad.”

Brasil ya ha perdido los Juegos Olímpicos antes de empezar.Una sombra de muerte se ha instalado sobre Río de Janeiro, pero a las autoridades sólo parece preocuparles el buen aspecto del Parque Olímpico.
Atila Roque

Amnistía Internacional ha publicado hoy también el primer informe mensual de la aplicación colaborativa CrossFire. Lanzada el 5 de julio, esta aplicación recopila la información facilitada por personas que viven en la ciudad de Río de Janeiro sobre tiroteos y violencia armada.

Sólo en julio se denunciaron 756 tiroteos con 51 víctimas mortales a través de la aplicación. Las notificaciones aparecen señaladas en un mapa colaborativo en www.fogocruzado.org.br. La aplicación lleva ya más de 35.000 descargas.

Desde el lanzamiento de la aplicación, en algunos sitios –como Complexo do Alemão y Caxias (Baixada Fluminense)– ha habido notificaciones casi a diario. En Complexo da Maré hubo asimismo numerosos informes de violencia armada. Estas comunidades están situadas entre el aeropuerto internacional de Río de Janeiro y las sedes olímpicas.

Ya es hora de que las autoridades brasileñas tomen medidas efectivas para dejar de centrarse en operaciones con agentes fuertemente armados y en su lugar promuevan políticas de seguridad pública concebidas para proteger a todas las personas.
Renata Neder, asesora en derechos humanos de Amnistía Internacional.

“La aplicación CrossFire sitúa en un mapa lo que miles de personas sufren todos los días en comunidades de todo Rio de Janeiro. Ya es hora de que las autoridades brasileñas tomen medidas efectivas para dejar de centrarse en operaciones con agentes fuertemente armados y, en su lugar, promuevan políticas de seguridad pública concebidas para proteger a todas las personas”, ha afirmado Renata Neder, asesora en derechos humanos de Amnistía Internacional.

“La aplicación demuestra también que las autoridades brasileñas, así como los organizadores olímpicos, están incumpliendo claramente su promesa de un legado de seguridad pública y una ciudad segura para todas las personas.

A principios de junio, Amnistía Internacional publicó el informe La violencia no es parte de estos Juegos, en el que se explicaba con detalle de qué manera un gran evento deportivo como los Juegos Olímpicos eleva el riesgo de violaciones de derechos humanos. La organización hizo un llamamiento global a los organismos organizadores de las Olimpiadas y a las autoridades brasileñas para que se adopten medidas preventivas destinadas a impedir que las fuerzas de seguridad cometan más violaciones de derechos humanos. La semana pasada se presentaron más de 120.000 firmas procedentes de más de 15 países al Comité Organizador de Río 2016 para reclamar una política de seguridad pública que respete y proteja los derechos humanos.

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Irán: Presa de conciencia pone fin a huelga de hambre

www.amnesty.org/03-08-2016/Informe 

La defensora iraní de los derechos humanos Narges Mohammadi, presa de conciencia, puso fin a su huelga de hambre el 16 de julio, al cabo de 20 días, cuando se le permitió hablar por teléfono con sus hijos durante 30 minutos. El fiscal asociado le ha entregado un documento por el que se compromete a permitirle llamar a sus hijos una vez a la semana.

Estaba en huelga de hambre desde el 27 de junio como protesta por la negativa de las autoridades a permitirle hablar con sus hijos. Los gemelos se fueron a vivir con su padre al extranjero el 17 de julio de 2015, pues no había nadie que pudiera cuidar de ellos en Irán tras la detención de su madre.

Narges Mohammadi padece varios problemas graves de salud, entre ellos un trastorno neurológico, y necesita medicación diaria, así como atención médica especializada constante, que no pueden prestarle en la prisión. Su estado físico empeoró aún más durante la huelga de hambre. El 9 de julio la sacaron de la prisión de Evin para llevarla a un centro médico de Teherán, porque sufría palpitaciones y una bajada de tensión.

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Senegal: Estrechar los lazos entre las comunidades para proteger los derechos de las mujeres con discapacidad.

www.amnesty.org/03-08-2016/Por:  Camille Roch, Tale Longva

Las sesiones de diálogo sobre derechos humanos con las comunidades locales están encontrando soluciones para poner fin a la doble discriminación que sufren las mujeres que viven con discapacidad física en Senegal.

Una decena de mujeres están sentadas frente a la Asociación Nacional de Personas con Discapacidad Motora de Senegal (ANHMS) en Thies, Senegal, después de una sesión de diálogo sobre la discriminación.

“Cada día encontramos dificultades”, dice Absa Seye, una joven que ha participado en la sesión. “Las mujeres embarazadas que viven con una discapacidad hacen frente al estigma, y muchas dudan antes de salir de casa durante el embarazo.”

En Senegal, las mujeres que viven con discapacidad se enfrentan a menudo a una doble discriminación, por ser mujer y por su discapacidad. Debido a los prejuicios negativos, corren un riesgo especial de ser estigmatizadas y hacen frente a desventajas desproporcionadas en comparación con el resto de la población.

Las dificultades que comporta su condición física hacen que sean especialmente vulnerables a todas las formas de violencia sexual y de género. En 2014, un estudio de HELITE y Handicap International reveló que el 9,3 por ciento de las mujeres senegalesas que viven con discapacidad denunciaron sexo bajo coacción durante su primera experiencia sexual.

Casi nunca se habla de los derechos sexuales y reproductivos de estas mujeres, como sus necesidades específicas durante el embarazo. El acceso a los servicios de atención de la salud es a menudo complicado, y la falta de personal médico cualificado impide que reciban la atención adaptada que por su condición necesitan.

Las mujeres embarazadas que viven con una discapacidad hacen frente al estigma, y muchas dudan antes de salir de casa durante el embarazo.
Absa Seye, que participó en la sesión de diálogo sobre derechos humanos

Para responder a estos desafíos, la ANHMS y Amnistía Internacional Senegal están reuniendo a mujeres con discapacidad física para celebrar sesiones de diálogo con el fin de identificar la discriminación y desarrollar soluciones para abordarla.

Basado en debates participativos en los que intervienen miembros de la comunidad local, este enfoque basado en derechos contribuye a reforzar su conocimiento de los derechos sexuales y reproductivos y a impulsar la participación de las autoridades y los centros de salud en la prevención del trato discriminatorio.

“Estas sesiones ayudan a abordar cuestiones relativas a la accesibilidad a la atención de la salud para las mujeres embarazadas, las dificultades que encuentran en su papel de madres, y cuestiones relacionadas con la sexualidad, que para muchas es algo de lo que nunca hablan”, explica Aminata Dieye, coordinadora de educación en derechos humanos de Amnistía Internacional Senegal.

“He aprendido mucho sobre los derechos sexuales y reproductivos. Gracias a la formación, comprendemos la importancia de asistir a los controles de salud, ya que las mujeres con discapacidad tienen necesidades especiales que deben ser vigiladas durante el embarazo. La formación también fue reveladora en el sentido de que ahora puedo imaginar una vida de mujer casada como cualquier otra mujer”, dice Absa.

Doscientas mujeres han participado en las sesiones de diálogo y actúan como defensoras para informar a otras mujeres en el seno de su comunidad.

“Durante la formación sobre los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres con discapacidad aprendimos algunas cosas que no me gustaría explicar aquí delante de hombres”, dice Absa Seye (en primer plano), haciendo reír a la audiencia. Thies, Senegal, marzo de 2015. © Amnesty International

Llegar a comunidades de todo el país

Partiendo de este enfoque para poner en marcha un cambio de actitud, el proyecto se combina con programas de radio interactivos para llegar a una audiencia más amplia más allá de la región de Thies.

En los programas de radio de una hora de duración en Sud FM y Best FM han intervenido expertos médicos y especialistas de organizaciones internacionales para concienciar sobre los derechos de las mujeres que viven con discapacidad.

Las entrevistas con expertos jurídicos sobre la ratificación por Senegal en 2010 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad se centró también en el marco jurídico que rodea su derecho a denunciar el clima de discriminación que aún prevalece.

“Este proyecto ha fomentado los conocimientos sobre la situación de las personas que viven con discapacidad, desde la sensibilización que hemos llevado a cabo en el seno de nuestras familias hasta la comunidad en general, a la que se ha llegado a través de los programas de radio. Incluso ha habido personas que me han parado en la calle para decirme que han escuchado el programa de radio y que no eran conscientes de todas las dificultades a las que se enfrentan las personas que viven con discapacidad”, dice Diobe Ndiaye, una joven que participó en la sesión de diálogo.

Los mismos derechos para todas las mujeres

Los esfuerzos sostenidos para proteger los derechos de las mujeres con discapacidad han dado lugar a mejoras. Las reuniones con miembros de la comunidad local y la formación del personal médico han resultado eficientes para difundir información, mejorar la accesibilidad a las instalaciones de atención de la salud y abordar las barreras específicas para la discapacidad.

En el centro maternal de Thies, por ejemplo, pequeñas modificaciones están cambiando las cosas, observa Aby Cisse, que trabaja en la ANHMS. Se ha instalado una nueva rampa para mejorar el acceso, y se ha trasladado la sala de obstetricia a la planta baja para que a las mujeres les resulte más fácil la consulta con el personal.

La mayor visibilidad generada por los programas de radio también ha dado lugar a la distribución de muletas por el socio principal de la asociación, a disposición de las personas de la asociación.

El proyecto liderado por la ANHMS y Amnistía Internacional Senegal se hace eco de la implementación de nuevas medidas sociales en todo el país para apoyar a las personas con discapacidad, como la distribución de la tarjeta de igualdad de oportunidades (carte d’égalité des chances), que da derecho a su titular a ventajas económicas, como la contribución total o parcial al costo de la atención médica que necesite.

Pero todavía queda un largo camino por recorrer para que las mujeres con discapacidad disfruten de los mismos derechos que las demás mujeres.

“Se necesitan nuevas medidas como la carte d’égalité des chances para las personas que viven en la pobreza extrema ya que les permite acceder a atención y servicios médicos. Pero aún queda mucho por hacer en todos los ámbitos para que estas medidas sean plenamente efectivas. Por ejemplo, sensibilizar a los centros de salud para que garanticen que las personas titulares de la tarjeta se benefician realmente de las ventajas a las que tienen derecho.”

“Este proyecto también está creciendo, y es importante hacer participar a personas jóvenes y organizar sesiones de diálogo con asociaciones juveniles, para prevenir la discriminación y cambiar las mentalidades”,dice Aminata Dieye.

En Senegal, la formación de mujeres que viven con discapacidad forma parte del programa Educación – Empoderamiento – Justicia (EEJ), que tiene como objetivo reforzar los derechos humanos y contribuir a una mayor justicia a través de la educación en derechos humanos e iniciativas de empoderamiento, con especial atención a la igualdad de género y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas.

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