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Hambre, ciencia y ecología política

En la Historia de la humanidad, jamás se había llegado al nivel actual de evolución tecnológica como para darle solución a todas, absolutamente todas las carencias materiales que padece el ser humano.

1- Introducción

En la Historia de la humanidad, jamás se había llegado al nivel actual de evolución tecnológica como para darle solución a todas, absolutamente todas las carencias materiales que padece el ser humano.

Las soluciones tecnocráticas, evidentemente, no constituyen las esperadas porqué, y en palabras de Heidegger, la Ciencia no piensa y nunca llegará al estadio de la con-ciencia.

En virtud de ellas, se aprecian racional e intuitivamente largas coyunturas que avergüenzan al más indiferente: el modelo global de desarrollo, al vuelo de la gacela, avanza hacia otros mundos, donde la tecnología va camino a convertirse en entidad autónoma mientras el hombre regresa sobre sus pasos, habida cuenta de la insatisfacción de sus necesidades vitales.

Entendiendo al mismo como la forma histórica que va adquiriendo el sistema capitalista en la extensa secuencia de extracción-producción-distribución-consumo y desecho, se corroboran cotidianamente, desde el saber lego como del saber experto, las consecuencias multidimensionales de su dinámica implacable; harto conocidas y fugazmente metabolizadas por el cuerpo social global, se provocan guerras, se decide el hambre, se diseña la contaminación, se inducen los fenómenos naturales extremos y sobre todo, se ha logrado instalar, aunque pírricamente, el engranaje central del sistema: la pandemia del consumismo.

He aquí la gran paradoja: mientras más específicas y efectivas son las investigaciones científicas, más vedado se encuentra el acceso a la satisfacciones de las necesidades básicas, porque la Ciencia, en sus corrientes dominantes, está orientada a la solución de cuestiones materiales antes que promover las medicinas más escasas, esto es, resituar al Hombre.

Y una de las condiciones esenciales es satisfacer sus necesidades y derechos básicos como el derecho a la alimentación, al agua, a la energía, derechos humanos tan elementales como postergados, a pesar de estar sustentados y legitimados en la Declaración Universal de Derechos Humanos de ONU y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de su Asamblea General: por tanto, asistimos a una crisis de civilizatoria de valores, que nos restringe el acceso a aquellos derechos humanos básicos y atentan contra nuestro hogar planetario, y más aún, cuestionando la supervivencia del mismísimo ser humano.

De todas las negaciones que denotan la condición humana más miserable es la indolencia del hambre, empíricamente cuantificado por la Ciencia y visceralmente padecido por casi 900 mil millones, que resulta ligeramente penoso para la mayoría y revulsivo para pocos. El modelo global de desarrollo puede ser tan eficiente como perverso.

Entonces, ¿existe alguna situación problemática más perversa que aquella que ostente todas las condiciones de posibilidad de solución y no se efectivice?

¿Existe algún abordaje científico que delimite un objeto de estudio que se denomine hambre?

¿Cuál es el sentido de abordarlo científicamente si la misma Ciencia omite aviesamente promover su solución? Como diría Chalmers (2000), ¿Qué esa cosa llamada ciencia que no logra explicitar las soluciones a ese “objeto de estudio”? ¿No quiere, no puede, no le permiten? ¿Quiénes? ¿Desde cuáles epistemologías se lo deberá abordar para exterminarlo? ¿Es el campo de la Ciencia normal, el apropiado para abordarlo de manera efectiva? ¿Desde el denominado diálogo de saberes? ¿O es el campo desde la epistemología ambiental en el marco de la ecología política latinoamericana, por ejemplo?

Y la Ciencia, ¿de que manera actúa para contribuir con la eliminación del flagelo?

Por tanto el objetivo del trabajo intenta abordar la Ciencia desde la noción de campo científico entendido “como un sistema de relaciones objetivas entre posiciones adquiridas (en las luchas anteriores), es el lugar (es decir, el espacio de juego) de una lucha competitiva que tiene por desafío específico el monopolio de la autoridad científica inseparablemente definida como capacidad técnica y como poder social, o, si se prefiere, el monopolio de la competencia científica que es socialmente reconocida a a un agente determinado, entendida en el sentido de capacidad de hablar e intervenir legítimamente(es decir de manera autorizada y con autoridad) en materia de ciencia” (Bourdieu, 2012, 12) ; esta conceptualización daría lugar a la comprensión de porqué no se resuelve el problema del hambre en el mundo, al menos desde la ciencia.

En virtud de buscar genuinas alternativas al problema en cuestión, presentaremos a la epistemología ambiental latinoamericana como posible marco teórico desde donde comenzar a solucionar el problema al menos, partiendo de su visibilización y su discusión “científica”.

Vamos por el desafío epistemológico de darle sustento a la ignominia del hambre.

2- Estadísticas que revelan y rebelan

Estos son algunos de los datos, compilados por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, que contribuyen a configurar el cuadro de situación. Aclárese que según la fuente citada, hoy día hay suficientes alimentos en el mundo para que cada ser humano lleve una vida sana y productiva, lo que torna aún más urgente la necesidad de interpelar a la Ciencia para que pueda dar respuestas a lo que se presenta a continuación.

A saber:

– Alrededor de 805 millones de personas en el mundo no tienen suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa. Eso es alrededor de uno de cada nueve personas en la tierra.

– La gran mayoría de personas que padecen hambre en el mundo viven en países en desarrollo, donde el 13.5% de la población presenta desnutrición.

– Asia es el continente con la mayor cantidad de personas del mundo que padecen hambre – dos tercios del total. El porcentaje en el sur de Asia se ha reducido en los últimos años, pero en Asia occidental ha aumentado ligeramente.

– África subsahariana es la región con mayor prevalencia (porcentaje de la población) con hambre. Una persona de cada cuatro presenta desnutrición.

– La nutrición deficiente es la causa de casi la mitad (45%) de las muertes en niños menores de cinco – 3,1 millones de niños cada año.

– Uno de cada seis niños, aproximadamente 100 millones, en los países en desarrollo presentan peso inferior al normal.

– Uno de cada cuatro de los niños del mundo padecen de retraso en el crecimiento. En los países en desarrollo la proporción puede elevarse a uno de cada tres.

– Si las mujeres agricultoras tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos, el número de personas con hambre del mundo podría reducirse hasta en 150 millones.

– 66 millones de niños en edad escolar primaria asisten a clases con hambre en los países en desarrollo. Sólo en África hay 23 millones.

3- La Ciencia realmente existente

Para comenzar a intentar comprender las respuestas ostensiblemente insuficientes de la Ciencia respecto a la problemática planteada, abrimos la reflexión señalando que “la Ciencia goza de una alta valoración. Aparentemente existe la creencia generalizada de que hay algo especial en la ciencia y en los métodos que utiliza. Cuando a alguna afirmación, razonamiento o investigación se le da el calificativo de «científico», se pretende dar a entender que tiene algún tipo de mérito o una clase especial de fiabilidad. Pero, ¿qué hay de especial en la ciencia, si es que hay algo? ¿Cuál es este «método científico» que, según se afirma, conduce a resultados especialmente meritorios o fiables?” (Chalmers, 2000, Introducción).

A priori, vamos señalando que en virtud de los resultados obtenidos en la decisión de erradicar el hambre, la Ciencia “oficial” ha fracasado en su intento de generar genuinas herramientas orientadas al humillante propósito en cuestión.

El sueño de la Ciencia objetiva, neutral y a-valorativa se desvanece rápidamente (al menos en el intento de comprometerse en la lucha contra el hambre global) ya que resulta de la puja entre distintos agentes con intereses encontrados donde el objetivo se remite a lograr las posiciones de poder necesarias para definir qué es la Ciencia, cuáles son sus métodos y la legitimación de todos los dispositivos sociales para ser reconocida como tal. Por tanto, cuando desde esta perspectiva se está hablando, debemos comprender que “los conflictos epistemológicos son siempre, inseparablemente, conflictos políticos” (Bordieu, 2012, 15).

En relación a la problemática analizada, podemos señalar que las investigaciones referidas a la erradicación del hambre en el mundo proliferan por los circuitos de la Ciencia “no oficial”, ya que si hablamos de Agroecología, por ejemplo, lo hacemos desde una perspectiva superadora tanto a nivel científico como a nivel sociopolítico, tal como revela la investigación de Maria Monique Robin (2013), acerca de la viabilidad de que la Agroecología puede alimentar al mundo.

La galvanización de las prácticas de esos intereses es llevado a cabo por el rol fundamental de los discursos, de la palabra, en fin, del logos, que se constituye como instancia legitimadora de todo el edificio científico construido por Occidente, monolítico, intransigente, a la hora de iniciar “algún” diálogo de saberes.

La estrategia deliberada de negar aquello que no es científico según la Ciencia normal, se incluiría en lo que De Souza Santos denomina epistemología de la ceguera que, concatenada con la sociología de las ausencias, se aspira a que otra Ciencia sea posible, que otros conocimientos sean reconocidos, que otras epistemologías emerjan, y cuando situamos históricamente esta decisión, que como señalaba Bordieu no deja de serpolítica, el espacio geográfico-cultural es el Sur Global; acerca del maridaje entre Ciencia y política: en nombre de este programa científico de conocimiento, convertido en programa político de acción, se cumple un inmenso trabajo político (negado porque es, en apariencia, puramente negativo) que busca crear las condiciones de realización y de funcionamiento de la «teoría».(Bordieu, 2004)

Por tanto, la problemática del hambre resulta ajena a la concepción cientificista neoliberal cuya lógica es constitutivamente mercantilista; lo que resulte más allá de la ecuación costo-beneficio crematístico será considerado como como consecuencias indeseadas

Digresión: ¿cómo no coincidir con Bourdieu cuando plantea que los problemas epistemológicos son problemas políticos? Parafraseando a Weber, el científico debe ser más político que nunca.

Complementando, podríamos decir que el hambre en el mundo, ignominia de la condición humana, que debería avergonzar a todo aquel que se precie de ser humano y …científico; por tanto, los clivajes a explorar entre la ciencia pura y la ciencia servil podrán ser policromáticos, más su esencia debería estar orientada por una Ciencia humana destinada a satisfacer las necesidades viscerales del hombre, como el básico acceso a la alimentación.

4- Nuevas epistemologías emergen desde el Sur

Y llegamos aquí, no por la aventura del pensamiento mismo, lo que sería un acto morboso y de perversión disgregar sobre la más visceral de las necesidades humanas, sino por contribuir desde nuestro lugar académico, campo epistemológico y político, a tan urgente objetivo.

Por tanto, ¿es imposible pensar en avanzar hacia la erradicación del hambre en las condiciones del capitalismo, ya que según el autor el conocimiento científico tiene límites intrínsecos en relación con los tipos de intervención del mundo real que hace posible?

Epistemológicamente, “todos los conocimientos tienen límites internos y externos. Los límites inter-nos están relacionados con las restricciones en las intervenciones del mundo real impuestas por cada forma de conocimiento, mientras que los límites externos resultan del reconocimiento de intervenciones alternativas posibilitadas por otras formas de conocimiento. Por definición, las formas de conocimiento hegemónicas solo reconocen límites inter-nos; por lo tanto, la exploración de ambos, de los límites internos y externos de la ciencia moderna tan solo pueden ser alcanzados como parte de una concepción contrahegemónica de la ciencia. Esto es por lo que el uso contrahegemónico de la ciencia no puede ser restringido solo a la ciencia. Solo tiene sentido dentro de una ecología de saberes” (De Souza Santos, 2010, 53)

Y podríamos agregar que quedaría al descubierto el uso social de la Ciencia como dispositivo que oculta o cuanto menos soslaya, evita y es indiferente a las necesidades de intervención y transformación de la realidad, sobre todo, tratándose del acceso más básico a los alimentos, con lo que deviene una inquietud ineluctable: ¿para qué sirve la Ciencia si no contribuye a la resolución de las necesidades sociales? ¿cuál tipología de problemas jerarquiza por encima de las necesidades viscerales del ser humano? Como diría el poeta popular. “que ves, que ves cuando me ves, cuando la mentira es la verdad”

Retomamos y profundizamos el rol de la Ciencia e inquirimos, ¿cuál es su sentido de existencia sino emancipa al hombre en perspectiva de ayudarlo a satisfacer su instinto de supervivencia basado en la alimentación? Diría Marx que todo lo sólido se desvanece en el aire, diría nuevamente Bourdieu, todo problema epistemológico es un problema político. Y por tanto, absolutamente ético. La Ciencia decía Heidegger no piensa. Ni siente, como los casi 1000 millones que cada noche se acuestan con chillidos de violencia que emergen de sus fauces, deliberadamente silenciadas, “producidamente” silenciadas.

Parafraseando al juego que hacíamos los niños de ayer que hacía referencia al lobo feroz, desde este lugar de reflexión pretendidamente interpelador, decimos: ¿Ciencia está? La oficial, seguro que no.

5- ¿Puede el pensamiento ambiental latinoamericano?

Comenzamos este apartado reproduciendo la pregunta que lo introduce y más aún: ¿puede el pensamiento ambiental latinoamericano aportar conocimientos para erradicar el hambre?

¿Pueden, la racionalidad y la complejidad ambiental, la construcción del conocimiento situado, la reapropiación de la naturaleza, la descolonización del saber, iniciar un genuino diálogo entre ellos, edificar un conocimiento sintético que recupere lo mejor de las tradiciones críticas e interpele a la Ciencia normal que ha dado sobradas muestras de haber sido burocratizada a la hora de solucionar el más visceral de los derechos humanos, el derecho-obligación de la alimentación diaria?

La respuesta no pasaría por la posibilidad de construir epistemología desde el voluntarismo, sino hacerlo para, efectivamente, presentar una alternativa que involucre a todos los saberes y arribe a la erradicación. ¿Es posible? Es posible en el marco de la premisa bourdieuana que sostiene que todo conflicto epistemológico (o como construir conocimientos para abordar el hambre) es un conflicto político (o como distribuir los recursos para mitigar el flagelo)

Y en la empresa de eliminar el hambre se encarna una ética por la vida, con lo que ciencia/epistemologías/saberes deben permitirse dejarse atravesar por ésa ética, ya que para que la Ciencia porte su condición con dignidad debe ser ética y dirigir sus investigaciones a lo más preciado: la vida. O al menos, priorizar las temáticas a abordar.

Porqué antes que nada, es una cuestión de ética. De ética de la vida.

Y para que todo esto puede pensarse resulta imprescindible, tener satisfechas las necesidades más vitales como lo es la alimentación.

La pregunta a responder sería la siguiente: ¿Porque el pensamiento ambiental latinoamericano podría convertirse en respuesta viable?

Veamos: “empero, la solución no radica en una ética de la frugalidad y el tiempo libre, sino en una reorientación del deseo para generar nuevos procesos emancipatorios y la construcción de un nuevo paradigma productivo fundado en la productividad ecológica, los valores culturales, los significados subjetivos y la creatividad humana. La construcción de un nuevo paradigma productivo fundado en principios y bases de racionalidad ambiental implica una estrategia de desconstrucción de la racionalidad económica a través de actores sociales capaces de movilizar procesos políticos que conduzcan hacia las transformaciones productivas y del saber para alcanzar los propósitos de la sustentabilidad, más que a través de normas que puedan imponerse al capital y a los consumidores para reformar la economía” (Leff, 2004, 191)

Y aquí se fundamentaría la respuesta: la construcción de nuevas racionalidades que incorporen lo que naturalmente debe ser, esto es, aquella racionalidad que tenga por primer propósito la satisfacción de las necesidades alimentarias básicas. La racionalidad instrumental, hegemónica en los menesteres de la crematística y del productivismo soslaya deliberadamente la solución del hambre, y por el contrario, cautiva mercados para seguir “maximizando los beneficios”. Perverso.

Y todo aquel paradigma que surja de la de-construcción del paradigma dominante no podrá tener fin superior que la emancipación inicial del ser humano, esto es, la satisfacción de sus necesidades viscerales.

Como los primeros hombres se servían simétrica y armónicamente de la madre naturaleza, ella será nuevamente y redefiniendo el tipo de relación, la que permita tomar sus frutos para re-apropiarnos del ser, en términos de construcción cultural y subjetiva a partir de las pulsiones alimentarias.

La problemática del hambre es el emergente de la crisis civilizatoria, ambiental y epistemológica, dinamizada por la mencionada relación asimétrica con la naturaleza; el otro, los otros, la indolente razón logocéntrica, los saberes invisibilizados, todos, dialogando para llegar a la esencia del ser: sus estómagos satisfechos. Esto es emancipación.

6- Para comezar a re-epistemologizar

Porque asistimos a una crisis ambiental, síntesis perfecta de la crisis del modo de producción capitalista, se soslayan intencionalmente los conocimientos que podrían dar solución a las más variadas problemáticas, por lo que se concluye transitoriamente que lo que se conoce no es la realidad o al menos, es una parte de ella, que no incluye las problemáticas ignominiosas como la del hambre.

“La crisis ambiental es una crisis de civilización producida por el desconocimiento del conocimiento. El conocimiento ya no representa la realidad; por el contrario, construye una hiperrealidad en la que se ve reflejado. (Leff, 2006, 59); entonces, ¿cómo “incluir” el conocimiento en la realidad? ¿De qué manera? Aceptando que los intereses que sustentan a la Ciencia no son los intereses de las mayorías sino de corporaciones que la utilizan para potenciar su voracidad de nuevos mercados. Nuevamente, recordamos la máxima bourdieuana de que los problemas epistemológicos son políticos; el ambiente, lejos de entenderse como el oikos, se convierte en el campo político donde se dirimen los intereses en conflictos que constituyen el modo de producción dominante.

“El saber ambiental revive la cuestión de las luchas sociales por la apropiación de la naturaleza y la gestión de sus modos de vida; del ser en el tiempo y el conocer en la historia; del poder en el saber y la voluntad de poder que es un querer saber”. (Leff, 2006, 62)

Y los caminos alternativos podrían llegar a darse desde el pensamiento ambiental latinoamericano como desde cualquiera de las epistemologías del sur ya que el hambre constituye la impronta más miserable de la dialéctica relación Norte-Sur; claro está que su condición de pensamiento situado

permite identificar al Sur como colectivo geocultural que puja por lograr la construcción epistemológica como parte de la secuencia de su emancipación alimentaria.

La sustentabilidad sino empieza por silenciar los chillidos que provoca el hambre, no tendría razón de ser, como la Ciencia que al empeñarse en prolongar la esperanza de vida omite consolidar la satisfacción básica en los tiernos y olvidados inicios de la misma, acá por las geografías de sur; geografías con epistemologías y vocación transformadoras y con las voces dispuestas a gritar tan fuerte como para ser oídas.

Bibliografía
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—————————(2004) La escencia del neoliberalismo, Rebelión [En línea],Publicado el 01 marzo de 2004, consultado el 05 mayo 2015. URL: http://www.rebelion.org/hemeroteca/economia/040301boudieu.htm
– CHALMERS, Alan (2000) ¿Qué esa cosa llamada Ciencia? Tercera edición corregida y aumentada, Madrid, Siglo XXI de España Editores.
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– DÍAZ, Cristina y SPIAGGI, Eduardo (2011) Desarrollo rural, soberanía y seguridad alimentaria, 1º ed. Rosario, UNR Editora. Editorial de la Universidad Nacional de Rosario; FODEPAL – Núcleo de capacitación en Políticas Públicas FAO/RALC – Observatorio del Sur – UNR.
– FEINMANN, José Pablo (2004) La filosofía y el barro de la historia, 4º edición, Buenos Aires, Editorial Planeta. República Argentina.
– GALEANO, Eduardo (2012) Los hijos de los días, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, República Argentina.
– LEFF, Enrique (2010) Discursos Sustentables, 2º edición revisada y aumentada, México DF, Siglo XXI de México, Editores.
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————————(2004) Racionalidad Ambiental, México DF, Siglo XXI de México Editores.
– PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS DE NACIONES UNIDAS https://es.wfp.org/hambre/datos-del-hambre
– ROBIN, Marie Monique (2013) Las cosechas del futuro, 1º edición en castellano, Barcelona, Península Editores, España.
– TOMAS, Claudio Luis (2011) Sur, cielo al revés, en II Anales de la Red de Universidades Ibero-americanas para el fortalecimiento de las relaciones económicas, políticas y sociales regionales. 1° Ed. Buenos Aires: UAI 2011.CD-ROM. ISBN 978-987-1550-21-0

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Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Politica/Hambre-ciencia-y-ecologia-politica

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Vivimos en la Tierra como si tuviéramos otra a la que ir

Por ecoportal.

La activista y enfermera norteamericana Terri Swearingen dice con total acierto que los humanos “vivimos en la tierra como si tuviéramos otra a la que ir”. Cuidar del medio ambiente es una obligación de todos, un interés de todos porque de que lo hagamos o no depende nuestra propia supervivencia como especie.

has imaginado alguna vez dónde podría vivir el ser humano fuera de la Tierra? Aunque hoy se conocen miles de planetas, lo cierto es que ninguno de ellos presenta las condiciones tan idóneas que presenta la tierra para nuestras características fisiológicas.

Yendo más allá de la propia supervivencia, hablamos de calidad de vida. Una calidad de vida en la que tiene mucho que ver el medio que nos envuelve y nos da cobijo, la tierra. Son sus niveles de oxígeno, su temperatura o los recursos que nos ofrece lo que permiten nuestra existencia.

Preocupaciones históricas por el medio ambiente

Aunque pueda resultar curioso, la preocupación humana por la protección del medio ambiente no es un fenómeno que se ha puesto de moda en los últimos años. Si nos remontamos a los inicios de la civilización, encontraremos ya los primeros intentos de concienciación.

Ya 400 años antes de Cristo encontramos la obra de Hipócrates “Aires, aguas y lugares” en la que se acentúa la importancia del medio ambiente para el cuidado de las enfermedades y los beneficios que podía tener este para nuestra salud.

Según avanza la historia del hombre en la Tierra, encontramos otros autores como Thomas Sydenham, Giovanni Maria Lancisi, William Farr o John Snow que también escribieron interesantes postulados sobre la necesidad de un medio ambiente adecuado para garantizar nuestra existencia. Ya no de las personas que ahora pisamos la Tierra, sino de los generaciones futuras: nosotros somos responsables del planeta que les dejamos.

Efectos del medio ambiente sobre la salud

Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), mueren aproximadamente 1,3 millones de personas en todo el mundo por los efectos de la contaminación atmosférica urbana. La mitad proceden de países en vías de desarrollo.

Las afecciones y falta de higiene en el medio ambiente afectan de diferentes formas a la salud de los habitantes. Problemas respiratorios, cardíacos, cánceres, etc., son los efectos más habituales. Estos se revelan con mayor virulencia en aquellas personas que ya están aquejadas de algún tipo de enfermedad.

Si vivimos en una sociedad con un medio ambiente sucio capaz de provocar un gran número de enfermedades, es evidente que nuestro cuerpo jamás gozará de una buena salud. Este hecho redunda negativamente en nuestra mente.

Como es bien sabido, el sistema endocrino y nervioso regulan las funciones corporales. Emociones y pensamientos tienen una fuerte dependencia de la salud. Hemos de vernos como seres integrales en cuyos organismos todo está relacionado.

La interacción de nuestro cuerpo en un medio ambiente viciado y de baja calidad atmosférica y orgánica redundará directamente en nuestra mente. Pensamientos negativos, emociones y sentimientos de dolor pueden estar afectadas directamente por nuestra fisionomía.

Qué beneficios hay en el cuidado del medio ambiente

El cuidado del medio ambiente aporta una serie importante de beneficios que todos tenemos que tener claros. En este sentido, las ventajas son muy numerosas tanto a nivel individual como colectivas:

• La reducción de la contaminación del aire aporta una mayor calidad del mismo, por lo que el efecto es tan beneficioso para nuestro organismo como para nuestra propia mente.

• La reducción del consumo de combustibles fósiles ayudará a la detención de la deforestación del planeta, lo que mejorará el ambiente, el aire que respiramos y nuestro propia salud.

• La posibilidad de vivir en un ambiente más sano y limpio afecta directamente a nuestra psique. La unión del todo que es nuestra fisionomía y mente vivirá un efecto muy positivo.

• El proyecto común de mejora del medio ambiente ayuda en un sentido positivo a nuestra forma de pensar. Al ser algo colectivo, aumenta nuestra asertividad y nuestra solidaridad.

• El hecho de saber que estamos haciendo algo bueno, tanto a nivel individual como colectivo, es un acicate para ser más positivos en nuestra forma de pensar.

• Por supuesto, mientras no tengamos una forma viable de salir de este planeta, aunque sea por un mezquino sentido egoísta y no por agradecerle a la naturaleza aquello que nos brinda, es misión de todos cuidar de nuestro planeta, de nuestra madre Tierra.

El cuidado del medio ambiente no es un capricho. La falta de tacto con nuestro mundo tiene unos efectos tanto directos como indirectos y colaterales que afectan a cada una de las personas que habitamos la tierra. Es misión de todos protegerlo si de verdad queremos seguir teniendo la oportunidad de vivir.

Ecoportal.net

La Mente es Maravillosa

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La estafa de los Cereales: ¿qué hay realmente en el desayuno de nuestros niños?

08 junio 2016/ Fuente : Ecoportal

Por Ecoportal.- “Cuando pensamos en el desayuno de los niños y nos influye el marketing, lo asociamos de inmediato a la presencia de cereales, un producto que nos han vendido como “sanísimo”, pero que si miramos sus componentes no siempre resulta así.”

¿Sabemos qué comemos?

Es importante saber qué se esconde exactamente detrás de los componentes de los cereales que les damos a nuestros hijos y los que muchos de nosotros consumimos asiduamente en el desayuno, creyendo erróneamente a veces, que estamos tomando una comida saludable.

Estos son los componentes que debemos cerciorarnos que no estén presentes en los cereales que compramos, por más naturales que nos digan que son. Debemos tomarnos un momento y revisar las etiquetas para saber qué estamos consumiendo.

Muchos cereales tienen un alto contenido de azúcares (de hecho los “inflan” con esta sustancia) y en general cuando en las etiquetas dice “azúcares” el de maíz o fructosa está casi siempre presente. Pero lo que no aclaran es el origen de estos endulzantes ni que muchos de ellos están hechos con maíz  transgénico u OMG; así que a menos que se especifique lo contrario, no hay más remedio que dudar.

Aceites hidrogenados

Este tipo de aceites contienen grasas trans, que están relacionadas con el cáncer, las enfermedades del corazón y los problemas inmunológicos. Los aceites hidrogenados están llenos de grasas saturadas.

Además, algunas empresas etiquetan simplemente «aceites hidrogenados», por lo que no se puede estar seguro de si hay grasas trans en el producto y en general si hay menos de 0.5 gramos de grasas trans por porción, las empresas pueden escribir «0 gramos de grasas trans».

BHA

Este aditivo se ha relacionado con el cáncer en algunos estudios. Los Institutos Nacionales y los Programas Nacionales de Toxicología de la Salud de EEUU han llegado a la conclusión de que «es razonable predecir que el BHA es un carcinógeno humano».

Lecitina de soja

En general es un derivado de la soja transgénica y de acuerdo con el Instituto Cornucopia este aditivo a menudo contiene toxinas. El procesamiento de la lecitina de soja muchas veces implica el uso de hexano del que es posible que queden trazas o residuos y es un elemento que está registrado por la OMS como un carcinógeno potencial y neurotóxico.

Achiote

Este saborizante natural está resultando bastante polémico ya que la WebMD alerta de que puede afectar los niveles de azúcar en la sangre, por lo que no debería ser consumido por personas con diabetes y menos aun si son niños. También se lo ha relacionado con las alergias, la intolerancia, los dolores de cabeza y la irritabilidad.

Procesamiento

La mayoría de los cereales se fabrican utilizando un proceso llamado “de extrusión” que expone a los granos a altos niveles de calor y presión, lo que cambia la naturaleza química de los mismo, convirtiéndolos en alimentos procesados y destruyendo la mayor parte de los nutrientes naturales de los granos. Por esta razón, muchos cereales se fortifican con vitaminas y minerales, aunque la extrusión puede destruir los nutrientes añadidos también.

Alimentos fortificados

Algunos fabricantes de cereales tratan de encubrir su alto contenido de azúcar con la fortificación, es decir la adición de nuevos nutrientes después de hechos, ya que la extrusión puede eliminar estos agregados también.

Otro de los problemas con los alimentos enriquecidos es que algunos pueden contener demasiados nutrientes y acabar siendo tóxicos. Un Grupo de Trabajo Ambiental hizo un estudio de los principales cereales infantiles y encontró que en una porción normal el contenido de cinc, niacina y Vitamina A era mucho mayor que la DDR (dosis diaria recomendada) para un niño.

Colorantes

Muchos cereales utilizan colorantes artificiales de los que a veces solo mencionan una cantidad de números y letras que en realidad es la codificación del mismo, pero en la etiqueta en realidad no dan información fiable de qué es lo que realmente están poniéndole al desayuno de nuestros hijos.

Saborizantes

Con los saborizantes pasa igual que con los colorantes o los aromatizantes (éstos últimos también pueden contener ftalatos y las empresas no están obligadas a mencionar este “detalle” en las etiquetas), solo se pone un código, pero no sabemos los componentes ni el grado de toxicidad que éstos puedan tener.

Una reflexión final

No hay dudas que el desayuno es la comida principal y que debe ser sano, abundante y nutritivo, pero ¿tiene que tener cereales de coloridas cajas y prestigio televisivo? Un desayuno de frutas de temporada, pan integral, mermeladas naturales, jamón o embutidos ecológicos y/o verduras orgánicas, puede contener todos los nutrientes necesarios y ninguno de los elementos que mencionamos antes.

Debemos comenzar a ser conscientes de que no todo lo que sale en la TV es sano porque sus anunciantes lo digan y que como consumidores y compradores tenemos derecho a decidir qué es lo que comemos y qué no. Al fin y al cabo somos nosotros los que pagamos lo que llevamos a nuestra mesa, elijámoslo bien.Ecoportal.net

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La muerte del agua, elemento imprescindible para la vida y el desarrollo

Por. ECOPORTAL

Catas de agua, jornadas de puertas abiertas, lanzamiento de una plataforma interactiva relacionada con el recurso hídrico y otras actividades recuerdan en el Día Mundial del Medio Ambiente (DMMA) que el H2O es un elemento imprescindible no sólo para la vida sino para el desarrollo económico y social.

El consumo responsable de agua ya fue uno de los elementos destacados en la celebración del DMMA de 2015 por iniciativa de la propia ONU, que en sus informes más recientes advierte de que, de continuar los actuales patrones de consumo y producción así como de crecimiento demográfico, para el año 2030 el mundo demandará un 30 % más de agua respecto a la que empleamos en la actualidad.

Elemento básico para el control de este consumo es la medición de la huella hídrica, que cuantifica el volumen total de agua dulce consumida, evaporada o contaminada y puede ser averiguada respecto a individuos, empresas o comunidades.

Empresas especializadas en tecnologías sostenibles de agua como Dow Water & Process Solutions calculan la huella hídrica media de un ciudadano español en 6.700 litros diarios, muy por encima de la media global de 3.794, lo que incluye no sólo la empleada para beber, cocinar o lavar sino la que se ha utilizado para la generación de bienes.

Se calcula que para producir cada taza de café hacen falta unos 140 litros de agua, 1.800 litros para una tortilla de patatas y en torno a 20.000 para confeccionar un ordenador.

De hecho, la economía está tan vinculada al agua que la consejera de Economía, Empleo y Hacienda de la Comunidad de Madrid Engracia Hidalgo recordaba en el XI Foro del Agua celebrado en la Fundación Canal esta misma semana que “tres de cada cuatro empleos dependen en mayor o menor medida” del acceso a este recurso.

Situación en España

En España, el uso del agua y su espacio asociado como bienes de dominio público está controlado por las autorizaciones y concesiones otorgadas por la administración.

Un reciente informe publicado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) advierte de que un sistema de gestión del agua propio del siglo XXI no sólo debe ser eficaz para asegurar el suministro sino que debe ser sostenible para garantizar “el progreso económico, el desarrollo social y la conservación de nuestros hábitats y ecosistemas”.

Según este documento, el sistema de gobernanza del agua en nuestro país es “un ejemplo de éxito” por su capacidad de adaptación al medio “a partir de un sistema de gobierno basado en la planificación, en la participación pública y en el desarrollo tecnológico y la innovación” para afrontar tanto el desafío de la escasez como el de las inundaciones.

Respecto al estado y calidad del líquido elemento, la Directiva Marco del Agua es la encargada de fijar y conservar este recurso que los datos del MAGRAMA estiman alcanza los 111.000 hectómetros cúbicos anuales en España.

Para el control del agua, son especialmente importantes los Planes Hidrológicos de Cuenca: por ello el Gobierno aprobó a primeros de enero de este mismo año un Real Decreto de revisión de las 12 demarcaciones hidrográficas intercomunitarias (incluido el del Cantábrico Oriental) y otro de 4 demarcaciones hidrográficas intracomunitarias (3 de competencia autonómica andaluza y la de Galicia Costa).

Diversas actividades

Entre las iniciativas relacionadas con el agua diseñadas para festejar el DMMA, la Fundación Aquae ha puesto en marcha  varias propuestas: desde el lanzamiento de Aquae Hub -una nueva plataforma interactiva para dispositivos móviles que puede descargarse gratuitamente en iTunes y Google Play a partir de este domingo-, hasta la convocatoria de los premios INNOVA así como de un nuevo programa de becas.

Barcelona acogerá el 13 y el 14 de junio las jornadas sobre reutilización de agua en Europa dentro del proyecto DEMOWARE, el más grande de este tipo en la actualidad, ya que participan 27 instituciones de 10 países europeos incluido España donde se presentarán las novedades tecnológicas en el sector.

En la Comunidad Valenciana, Aigües de Cullera organizaba esta semana en colaboración con el Ayuntamiento de esta localidad costera y con Interlab -un laboratorio dedicado al análisis de las aguas para consumo humano- una cata a ciegas de aguas para aprender a distinguir entre las embotelladas, las captadas en pozos o las generadas por desaladoras, entre otras.

En Jerez, la empresa gestora del servicio municipal Aquajerez diseñaba una jornada de puertas abiertas para mostrar a los medios de comunicación cómo funciona el telecontrol de la depuradora El Portal, responsable de la red de abastecimiento y alcantarillado de la ciudad.

Sobreexplotación

Éstas y otras actividades organizadas estos días buscan concienciar tanto a ciudadanos como a administraciones y empresas ante el riesgo cierto del agotamiento del recurso por sobreexplotación o contaminación, como demuestran los casos del mar de Aral o el lago Poopó, verdaderas catástrofes ecológicas recientes.

En el mar de Aral, ubicado en Asia Central entre Kazajistán y Uzbekistán, las políticas soviéticas de reaprovechamiento de agua para irrigación desde los años 60 del siglo XX redujeron progresiva y dramáticamente lo que fue uno de los cuatro lagos más grandes del mundo con una superficie de 68.000 kilómetros cuadrados: en la actualidad, el 95 % de sus embalses y humedales son desiertos y más de 50 lagos de sus deltas están secos.

Peor es lo sucedido con el Poopó, hasta hace muy poco tiempo el segundo lago más grande de Bolivia después del Titicaca, donde la combinación de fenómenos meteorológicos como El Niño con la contaminación minera y la agricultura intensiva ha desecado  la zona por completo: una fotografía tomada por la NASA en abril de 2013 lo mostraba lleno de agua y una segunda imagen capturada en enero de 2016 confirmaba que hoy está completamente seco.

En España, un ejemplo de los problemas generados por la mala gestión que conduce a la sobreexplotación de recursos hídricos sucedió en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real), donde a finales de agosto de 2009 se detectó un incendio subterráneo ante el déficit de agua, extraída en exceso para su empleo en cultivos.

Para noviembre de aquel año, la situación fue oficialmente definida como “muy grave” pese a las medidas de urgencia tomadas por las administraciones, si bien finalmente el problema pudo ser controlado y eliminado gracias a las abundantes lluvias del invierno de 2009/2010, que inundaron de nuevo la zona.Ecoportal.net

Efeverde

http://www.efeverde.com/

Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Agua/La-muerte-del-agua-elemento-imprescindible-para-la-vida-y-el-desarrollo

Imagen: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Agua/La-muerte-del-agua-elemento-imprescindible-para-la-vida-y-el-desarrollo

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Lo que podemos aprender del inemuri, la costumbre japonesa

Lo que podemos aprender del inemuri, la costumbre japonesa de quedarse dormido en cualquier parte

Por. Eco portal.

Los japoneses no duermen. Eso es lo que todos -especialmente los japoneses- dicen.
No es cierto, por supuesto. Pero como declaración cultural y sociológica es muy interesante.
Mi encuentro con esa intrigante actitud se produjo durante mi primera estancia en Japón a finales de la década de 1980.
En ese momento el país estaba en la cima de lo que se conoce como la economía de la burbuja, una fase de extraordinario auge especulativo.

vida cotidiana era agitada. La gente llenaba sus calendarios con citas de trabajo y ocio y apenas tenía tiempo para dormir.

Sin embargo, al mismo tiempo, observé a un sinnúmero de personas que dormitaba en los trenes subterráneos. Algunos incluso dormían mientras estaban de pie, y a nadie parecía sorprenderle.

Me pareció contradictorio.

La imagen positiva de la abeja obrera, que reduce el sueño por la noche a su mínima expresión y desdeña dormir hasta tarde en las mañanas parecía estar acompañada de una amplia tolerancia a la llamada ‘inemuri’: siestas en el transporte público y durante las reuniones de trabajo, clases y conferencias. Hombres, mujeres y niños aparentemente tenían poca inhibición para quedarse dormidos cuando y dondequiera se sentían con ganas de hacerlo. Si dormir en una cama o un futón era considerado un signo de pereza, ¿entonces por qué dormir durante un evento o incluso en el trabajo no es considerado como una expresión aún mayor de indolencia?

«Colecho«

Esas contradicciones aparentes me llevaron a involucrarme más intensamente en el tema del sueño para mi proyecto de doctorado varios años más tarde.

Las horas de sueño nunca han sido un asunto sencillo, ya sea en Japón o en otro lugar.

Incluso antes de la invención de la luz eléctrica, la evidencia documental muestra que las personas eran regañadas por quedarse hasta tarde en la noche para charlar, beber y otras actividades placenteras. Sin embargo, los estudiosos -sobre todo los samuráis jóvenes- se consideraban altamente virtuosos si interrumpían su sueño para estudiar, a pesar de que esta práctica no puede haber sido muy eficiente, ya que requerían de aceite para sus lámparas y a menudo se dormían durante las clases.

Otra cuestión interesante es el «colecho«.

Hay países en que a los padres se les recomienda que los bebés duerman en una habitación separada para que puedan aprender a ser independientes, estableciendo así un horario regular de sueño.

En Japón, por el contrario, los padres y médicos insisten en que el hecho de que los niños duerman con los padres hasta que tengan por lo menos la edad escolar va a tranquilizarlos y ayudarles a convertirse en adultos independientes y socialmente estables. Tal vez esta norma cultural ayuda a los japoneses a dormir en presencia de los demás, incluso cuando son adultos: muchos dicen que a menudo duermen mejor en compañía que solos.

Tal efecto se pudo observar en la primavera de 2011, después de la catástrofe del tsunami que destruyó varias ciudades costeras.

Los sobrevivientes tuvieron que permanecer en los refugios, donde decenas o incluso cientos de personas compartieron el mismo espacio de vida y sueño.

A pesar de los diversos conflictos y problemas, los sobrevivientes describieron cómo compartir un espacio comunitario para dormir les proporcionó cierta comodidad y les ayudó a relajarse y recuperar su ritmo de sueño.

No es siesta

Sin embargo, esta experiencia de dormir en la presencia de otros no es suficiente por sí misma para explicar la tolerancia generalizada al inemuri, especialmente en la escuela y en el trabajo. Después de algunos años de investigación, finalmente me di cuenta de que en un cierto nivel, el inemuri no se considera en absoluto sueño. No sólo es visto como diferente del sueño nocturno en la cama, sino que también se ve como algo diferente a tomar una siesta.

¿Cómo podemos entender esto?

La clave reside en el propio término, que se compone de dos caracteres. «I», que significa «estar presente» en una situación en la que se está alerta, no dormido y «nemuri», que significa» sueño». A pesar de que la persona que hace inemuri podría estar mentalmente alejada, tiene que ser capaz de volver a la situación social cuando se requiere. También tiene que mantener la impresión de que encaja socialmente por medio de la postura, el lenguaje corporal y el código de vestir.

Señal de trabajo duro

Hacer inemuri en el centro laboral también se ve como el resultado del agotamiento. Puede ser justificado porque las reuniones son generalmente largas y con frecuencia involucran simplemente escuchar informes. Y el esfuerzo realizado para asistir a menudo se valora más que lo que se consigue. Como me dijo alguien: «Nosotros, los japoneses tenemos el espíritu olímpico: la participación es lo que cuenta».

Cumplir largas jornadas laborales y darlo todo en el trabajo es muy apreciado como un rasgo positivo moral en Japón.

              Se ve como una señal de que una persona ha estado trabajando duro, pero aún tiene la fuerza y la virtud moral necesaria para mantenerse a sí mismo y sus sentimientos bajo control»

Valerie Henderson, portavoz del Pentágono

Alguien que hace el esfuerzo de participar en una reunión a pesar de estar agotado o enfermo demuestra un sentido de la responsabilidad y voluntad de hacer sacrificio.

Por otra parte, la modestia es también una virtud muy valorada.

Por lo tanto, no es posible presumir del esfuerzo. Esto crea la necesidad de métodos sutiles para lograr el reconocimiento social. Dado que el cansancio y la enfermedad a menudo son vistos como el resultado de los esfuerzos laborales, inemuri -o incluso simular inemuri cerrando los ojos- se ve como una señal de que una persona ha estado trabajando duro, pero aún tiene la fuerza y la virtud moral necesaria para mantenerse a sí mismo y sus sentimientos bajo control. Por lo tanto, la costumbre japonesa de inemuri no necesariamente revela una tendencia a la pereza.

En cambio, es una característica informal de la vida social japonesa destinada a garantizar el ejercicio de sus funciones regulares, ofreciendo una forma de estar temporalmente alejado dentro de estas funciones. Y para que quede claro: los japoneses no duermen. Ellos no toman la siesta. Hacen inemuri. No podría ser más diferente.

Ecoportal.net

Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Salud/Lo-que-podemos-aprender-del-inemuri-la-costumbre-japonesa-de-quedarse-dormido-en-cualquier-parte

Imagen: http://3.bp.blogspot.com/-kBV6o4CFELE/UJ5RYw-rolI/AAAAAAAAAX4/xnHz21dx7Do/s1600/dormir_y_aprender.jpeg

 

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Mundo: Atlas muestra cerca de 2.000 conflictos medioambientales en el mundo

España/26 mayo 2016/Autor: ECO

«No son casos aislados, en todas partes cuecen habas”, ha afirmado Joan Martínez Alier. Alier es el coordinador del Atlas de Justicia Ambiental, un proyecto que nació en la Universidad Autónoma de Barcelona con el que se pretende visualizar los diferentes conflictos sociales desarrollados en torno al medio ambiente en todo el mundo.

Un “work in progress”, según ha señalado Alier, en el que se han recopilado hasta ahora 1.729 conflictos repartidos por todo el mundo y que en los próximos cinco años esperan que reúna hasta 3.000 casos gracias a una subvención de 2 millones de euros del Consejo de Investigación Europeo.

Extracción de minerales, de gas, de petróleo. Pero también en relación con el transporte, el derecho al territorio, las plantaciones de soja, la gestión de los residuos o las fumigaciones con glifosato. “Hemos visto también las expresiones y vocabularios que utilizan los movimientos, como la ‘sand mafia’ en India.

El atlas permite, por el momento, búsquedas de conflictos por países, por la mercancía o tema objeto del conflicto –el derecho al territorio es el tema con más conflictos relacionados por todo el mundo, con 495 casos mostrados en este mapa, seguido por el agua, con 300 casos–, o por empresas –Shell, Nigerian Petroleum Corporation y Chevronson las que aparecen con más conflictos relacionados–.

“En los tiempos que corren parece que no hay salida, pero este mapa muestra el empoderamiento de la sociedad y el papel que la sociedad civil toma”, ha señalado Samuel Martín-Sosa, responsable del área internacional de Ecologistas en Acción, una de las organizaciones que ha colaborado en la recopilación de casos que recoge este atlas.

Martín Sosa ha recordado también a la activista medioambiental Berta Cáceres, asesinada hace dos meses a raíz de su lucha contra la construcción de una presa en Honduras. “Casos como éste pasan a diario”, ha lamentado el activista.

España en el atlas

“En España, el movimiento ecologista eclosionó, sobre todo, a partir de la transición”, explica Amaranta Herrero, coordinadora de los casos españoles. En este momento, el atlas muestra 59 conflictos en el Estado español.

“Son conflictos que cuentan historias, muestran a la sociedad civil como un motor de cambio social y ambiental que contrarresta con tener un gobierno anclado en concepciones anacrónicas”, señala Herrero, quien explica que los casos recogidos en el atlas son un “botón de muestra”.

Dos de los casos españoles mostrados en España, ambos en la Comunidad de Madrid, son el del desdoblamiento de la carretera 501 y el de la incineradora de Morata de Tajuña.

“El desdoblamiento de la carretera 501 en una de las zonas más valiosas a nivel medioambiental es uno de los casos más emblemáticos de la lucha ecologista”, explica Ángeles Nieto, de Ecologistas en Acción. Nieto señala que el conflicto se remonta al año 1996, cuando la Comunidad de Madrid decide desdoblar esta vía. Aunque el proyecto fue bloqueado a nivel legal, en 2006.

“En esos años, estábamos en pleno boom de la economía española. Las infraestructuras se construían fueran necesarias o no”, recuerda Nieto, quien apunta que las personas que se opusieron al proyecto fueron tachadas hasta de “asesinos”. “La presidenta de la Comunidad de Madrid nos recriminó que nos importaran más los pajaritos que las vidas de las personas, aportando datos falsos sobre accidentes en esa carretera”.

Cuando en 2008, desde Ecologistas en Acción solicitaron la paralización de las obras, el Tribunal Superior de Justicia les pidió una fianza de cerca de 500.000 euros. “Hicimos una recogida de dinero, pero la Comunidad de Madrid aceleró las obras y éstas terminaron antes de que reuniéramos el medio millón de euros. Nos encontramos en una situación de victoria moral: la carretera está construida y pedimos que se desmantele, que se aplique la sentencia”.

El de la incineradora de Morata de Tajuña es el otro caso expuesto durante la presentación del atlas. “La cementera ya llevaba algún tiempo, pero desde 2002 aumentó la lucha vecinal porque con el boom de la construcción las emisiones habían aumentado. También se supo de la intención de instalar una central térmica”, explica Nieto.

Cuando en 2013 cayó la construcción, la central de Portland Valderribas (FCC) bajó su producción de cemento. Para reducir su gasto en combustible, lo sustituyó por la quema de residuos. “Es como los famosos neumáticos de Seseña, Cospedal dice que durante su gobierno se sacaron de ahí, pero porque fueron llevados a la cementera”.

A pesar de que informes, como el Atlas de la Mortalidad, muestra cómo en este municipio, las muertes relacionadas con problemas respiratorios son mucho mayores que la media española, no se ha puesto freno a la quema de residuos de todo tipo. “La sensación es de un total abandono”, lamenta Nieto.

Fuente:

http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/Mundo-Atlas-muestra-cerca-de-2.000-conflictos-medioambientales-en-el-mundo

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Transgénicos: el ocaso de un imperio

26 mayo 2016/ Autor: Eco Portal

La bola de nieve que nunca parecía detenerse y que venía a arrasar con todo, paulatinamente se está frenando, o al menos esos son los primeros indicios de que el modelo basado en transgénicos está en un franco descenso.

Esto lo certificó un informe de una ONG denominada ISAA (International Service for the Acquisition of Agribiotech applications), a pesar de ser una organización con una tendencia a favor de la biotecnología.

Desde que comenzaron los cultivos transgénicos -hace 20 años- siempre tuvieron un crecimiento sostenido, excepto en 2015 que –según ISAA- retrocedió en un 1%. Esta cifra no parece significativa, sin embargo considerando que en los últimos años en el mundo este tipo de cultivos alcanzó las 2.000 millares de hectáreas, sí lo es.

Todo parece indicar que el apogeo de estos paquetes biotecnológicos se terminó y que la resistencia de millones de personas está teniendo efecto…

Según ISAA, esta reducción “marginal” es coyuntural y se explicaría por el hundimiento de ciertas materias primas agrícolas como el maíz (-4% en superficies) o el algodón (-5%). También esta disminución “es susceptible de invertirse cuando el nivel de los precios se invierta”.

En Estados Unidos, líder con el 39% del total mundial, las superficies de cultivos manipulados genéticamente o transgénicos (OMG)  retrocedieron en 2,2 millones de hectáreas, mientras que en Canadá, quinto productor mundial, también se redujeron en 0,6 millones de hectáreas, según indicó el informe.

La disminución más fuerte fue en el territorio sudafricano, en este caso en un 23% debido a las severas sequías.

Sin ir más lejos, en la provincia de Santa Fe (Argentina) se perdieron millones de hectáreas de soja a causa de las recientes inundaciones. Aunque nadie desea que el agua sea una amenaza en vez de un recurso esencial, en este caso la Madre Tierra se hizo escuchar.

Por otro lado, el país de Burkina Faso, único de África occidental convertido a la agricultura biotecnológica desde los años 2000, renunció totalmente al algodón transgénico, evocando su falta de rentabilidad.

Otro de los motivos por el que las grandes trasnacionales como Monsanto están retrocediendo sus inversiones en los países en desarrollo es la “reglamentación costosa, lo que sigue siendo el principal impedimento para su adopción, según indico el informe.

También, por supuesto, aunque el informe no lo mencionó está la resistencia de los ciudadanos comunes que se niegan a la implementación de las plantas, como el caso de Malvinas Argentinas, provincia de Córdoba, en donde durante más de dos años los asambleístas sostuvieron un bloqueo en la planta de Monsanto de dicha localidad en rechazo a la habilitación de la misma.

No obstante la resistencia, hay cinco países en desarrollo –Brasil, Argentina, India, China y Sudáfrica en donde se cultivan casi la mitad (48%) de los OGM del mundo.

Patentamiento de las semillas: otra pulseada pérdida.

Quizás no lo vio en los principales medios de comunicación pero la trasnacional Monsanto no podrá patentar semillas en Argentina –como era su pretensión- porque no son una invención de la multinacional, sino de la naturaleza.

Un fallo inédito de de la Sala III de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal –con fecha 26 de noviembre de 2015- detiene la intención de Monsanto de cobrar canon extra por sus “desarrollos” transgénicos.

“La molécula de ADN recombinante y las células modificadas no constituyen una invención (de Monsanto) porque son materia viva y preexistente en la naturaleza [..]”.

“La molécula de ADN recombinante y las células modificadas no constituyen una invención (de Monsanto) porque son materia viva y preexistente en la naturaleza. Ese material genético tiene la aptitud de generar una planta completa y los países tienen la facultad de declarar no patentables a las plantas”, sentenció el dictamen firmado por los jueces Guillermo Alberto Antelo y Ricardo Gustavo Recondo.

 “Es discutible que pueda patentar todo el material por el sólo hecho de haberlo modificado; como indiscutible que el autor de una obra literaria no deviene en propietario del lenguaje empleado en ella por haberla registrado”, fundamentó la sentencia en su rechazo a Monsanto.

Aunque la decisión final depende de la Corte Suprema de Justicia, sin duda es un duro golpe contra las empresas biotecnológicas que pretenden patentar las semillas, cual fuera una invención suya.

Monsanto obtiene dinero cada vez que vende una semilla. Pero, al intentar patentar, también quiere cobrar sobre el grano producido (sobre las cosechas) y cada vez que el mismo se utilice como semilla mientras dure la patente, lo cual está prohibido por la legislación argentina.

Por tal motivo la trasnacional solicitó declarar “inconstitucional” el artículo 6 de la Ley de Patentes (decreto 260/96): “No se considerarán invenciones toda clase de materia viva y sustancias preexistentes en la naturaleza”.

Afortunadamente, la sentencia judicial rechazó el pedido de la empresa y confirmó la validez de la normativa.

¿Por qué se producen «alimentos» transgénicos?.

Según sus defensores, esta tecnología tiene como fin aumentar el rendimiento de cultivos, ayudar a resolver el problema del hambre y mejorar la rentabilidad. Sin embargo, hay estudios que demuestran que los transgénicos no rinden más que los cultivos naturales y a su vez tampoco se utilizan principalmente como alimentos sino que se exportan a otros países para engordar ganado o elaborar biocombustibles. Además, introducen contaminantes al medio ambiente y nuevos riesgos  para el hombre, los cuales se siguen sumando.

El interés y razón de ser de cualquier compañía es obtener ganancias, considerando el lugar donde esta se desempeña, la sociedad y el medio ambiente. Sin embargo, estas corporaciones pretenden obtener ingresos por las patentes sobre los transgénicos y a la vez ejercer un control sobre el sistema agro-alimentario mundial para controlar el insumo fundamental: las semillas.

En Argentina la mayor parte de la superficie agrícola depende -en alguna medida- de los transgénicos y los agroquímicos. Sin embargo, decenas de asambleas ambientales surgieron a lo largo del país para tomar conciencia y resistir a este modelo productivo.

Fuente:

http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Transgenicos/Transgenicos-el-ocaso-de-un-imperio

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