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Ove entrevista a Marco Rául Mejía: «El maestro educando también está luchando»

Por: Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina entrevistan en exclusiva para OVE

La primera vez que supimos de Marco Raúl Mejía fue por sugerencia de Fals Borda, quien nos dijo que deberíamos conocerlo y trabajar juntos. Es la tentación y práctica permanente de los grandes maestros de intentar juntar a quienes les seguimos las huellas, intentando recoger las gotas de sabiduría que dejan en su transitar.

Fue hasta el año 2005 cuando Marco nos invito a un encuentro de “Planeta Paz”; no pudimos conversar mucho, pero nos quedó claro que la sabiduría sintipensante había hecho una sugerencia adecuada. Libros de un lado para otro de la frontera, nos fuimos enterando de las cosas que hacíamos cada uno y tejiendo lazos.

Seguimos de cerca el trabajo de la Expedición Pedagógica Nacional en la cuál Marco Raúl está muy comprometido. La compañera Mirna Sojo, integrante de este movimiento siempre nos mantenía al tanto de las andanzas de Marco. Años después el amigo y compañero de ruta Sergio Quiroz del Instituto McLaren de Pedagogía Críticas, decidió juntarnos en los seminarios doctorales del verano en La Ensenada, Baja California Sur, México. Allí, como si los años no hubiesen pasado comenzamos a hacer planes de largo aliento, para fortalecer el movimiento pedagógico nuestroamericano. Luego los debates se hicieron intensos, a veces solo soportables por el calor de la amistad; discusiones iban y venían respecto al impacto de la cuarta revolución industrial en la educación. Al final nos dimos cuenta que nos andábamos moviendo por las ramas, porque las coincidencias eran enormes.

En el año 2018 el equipo de OVE impulso una candidatura desde abajo a la Secretaría General de CLACSO y, cuando nos correspondió ir a Bogotá “sin medio en el bolsillo”, la casa de Marco Raúl fue el cobijo del sueño en marcha. Con risas y los afectos que siempre le brotan de manera espontánea a Marco Raúl, convertimos su vivienda en el casco histórico de Bogotá, en nuestro “centro de operaciones”. Marco Raúl nos mostró con hechos que la solidaridad es la esencia de la militancia popular.

Recientemente Marco Raúl publicó un  texto muy provocador sobre las miradas de las educaciones populares sobre el tránsito entre la tercera y cuarta revolución industrial. Actualmente Marco Raúl forma parte del espacio que hemos denominado Grupo de Contacto Internacional, promovido desde el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y políticas Docentes (OIREPOD); allí nuevamente la sabiduría de Marco Raul ayuda a tejer rebeldías pedagógicas. Por ello, nos pareció importante que los lectores de OVE conocieran su visión actual sobre lo educativo.

 

Marco, Cuéntanos de tu historia de vida como educador popular. Balance de esa militancia.

Reconocerme hoy como educador popular haciendo parte de una propuesta educativa que en su versión nuestraamericana se remonta a la comprensión que le dio Simón Rodríguez, maestro de Simón Bolívar, y que transitó diferentes elaboraciones y fundamentaciones en estos 200 años por hacer de la educación y la escuela un lugar para dar ser a las repúblicas donde la democracia fuera para todas y todos y no solo al servicio de unas élites, y por ello, como elemento central formar personas que transformen esas condiciones que producen desigualdad, opresión, y que en la segunda mitad del siglo XX nos legó uno de los latinoamericanos más universales, Paulo Freire, cabeza visible de un pensamiento que algunos señalan como el cuarto paradigma educativo de la modernidad, el latinoamericano, al lado del alemán, el francés y el anglosajón.

En esa historia inscribo mi periplo vital en cuanto al terminar mi bachillerato debíamos realizar un servicio social, el cual lo presté en la ciudad de Medellín, en una zona de tugurios llamada La Iguaná, con la suerte de que el profesor encargado nos formó en la metodología de alfabetización de la pedagogía liberadora que otros llamaban “el método Freire”, el cual conocí en unas hojas mimeografiadas publicadas por el IICA-FIIRA.

Posteriormente con mi vinculación al centro de investigación y educación popular CINEP, de la compañía de Jesús en Colombia, me permitió iniciar trabajos con personas que se reconocían como educadores populares, lo cual me llevó a participar en los procesos de formación social y política de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia (ANUC), con los líderes adultos, a la vez que en el desarrollo de escuelas de educación formal para los niños y niñas de esta organización en la costa Caribe de Colombia.

En esta experiencia se construyó una propuesta metodológica basada en la investigación, que luego fue retomada por organizaciones sociales indígenas y magisteriales y más tarde construyó una propuesta investigativa para niñas, niños, jóvenes y los maestros y maestras que trabajaban con ellos en el sistema de ciencia y tecnología colombiana, basada en los principios de la educación popular, y que se llamó la Investigación como Estrategia Pedagógica IEP, en el Programa Ondas, que tuvo también dinámicas de formación en el sistema educativo boliviano y en algunos lugares de México y Brasil.

Estas experiencias permitieron, desde finales de los años 70 del siglo pasado, comenzar a construir redes de educación popular en el movimiento social, en las cuales se participó con otros grupos de instituciones, organizaciones sociales y políticas al interior del magisterio colombiano, haciendo parte de uno de los grupos que participa en la configuración y organización del movimiento pedagógico en Colombia, como respuesta al intento de reforma curricular en el marco del plan Atcon.

El movimiento pedagógico colombiano se organiza desde la Federación Colombiana de Educadores FECODE, en el año 1982, el cual fue aprobado en uno de sus congresos nacionales. Allí los educadores populares realizamos una confluencia junto a otras experiencias de otras concepciones de grupos universitarios, de ONGs de intelectualidad crítica y de militantes políticos, que reconocíamos en la pedagogía un espacio específico de los educadores para luchar por las transformaciones más amplias de la sociedad.

Estos planteamientos no estuvieron exentos de polémica, ya que debieron enfrentar a posiciones que señalaban este trabajo como “reformista” y “pedagogicista”, lo que llevó a configurar la consigna de “el maestro educando también está luchando”. Este debate llega a nuestros días y ha acompañado en forma permanente el devenir del movimiento pedagógico colombiano. En estos casi cuarenta años, los aprendizajes pedagógicos allí trabajados permitieron también una dinámica de construcción del proyecto colombiano del movimiento de educación popular integral de Fe y Alegría.

Estas dinámicas ligadas al movimiento sindical nos permitieron también trabajar procesos de educación popular en estos sectores, lo cual permitió construir una confluencia de fuerzas que se denominó: “Alianza obrero-campesina y popular” con trabajo sistemático de formación social y política que permitió jalonar una propuesta de educadores populares para la formación de escuelas a su interior, dinámicas que permitirían con el tiempo colocar esos aprendizajes en la consolidación de la Central Unitaria de Trabajadores CUT, de Colombia.

De igual manera, en un país como el nuestro, signado por la guerra y al trabajar con lo sectores sociales populares nos llevó a incursionar en las pedagogías para la tramitación y regulación de conflictos, y la búsqueda de la paz con justicia social. Ello dio un auge especial al reconocimiento de los saberes populares de esos sectores sobre sus territorios y los conflictos que allí se daban. Esto nos permitió realizar procesos de educación popular con doce sectores sociales populares, desde el proyecto de apoyo llamado Planeta Paz, artífice en comienzos del nuevo siglo, entre otros, de la consolidación del movimiento LGBTIQ en Colombia.

También en un cuestionamiento a las políticas multilaterales y a la homogeneización de la escuela, se ha venido desarrollando a lo largo de este siglo la Expedición Pedagógica Colombiana, la cual ha buscado visibilizar las múltiples maneras de hacer escuela y ser maestra y maestro en un contexto como el colombiano, haciendo posible a través de una propuesta metodológica fundada en el viaje, hacer real la producción de saber  y conocimiento a través de la sistematización, convirtiendo a las maestras y a los maestros en sujetos constructores y productores de política pública. Esto muestra cómo la escuela de estos tiempos más que de copias de modelos pedagógicos o la transposición mecánica de innovaciones internacionales, se está haciendo ya en muchos lugares dándole respuesta a sus realidades, territorios y la manera cómo allí se manifiesta el cambio de época propio de la tercera y cuarta revolución industrial bajo forma escolar.

Para cerrar esta apretada síntesis, es importante reconocer cómo desde el cuestionamiento a la titulometría y a la bibliometría de la industria del conocimiento presente en muchos de mis textos, me llenó de argumentos para no concluir mi tesis de estudios de doctorado y no aceptar dos propuestas de doctorados honoris causa, que se habían realizado desde universidades extranjeras. Al final, terminé accediendo a la que me propuso la Universidad Pedagógica de Colombia, como un homenaje a la educación popular en mi nombre, y como reconocimiento a la importancia de la educación pública.

 

¿Cuáles son los elementos más significativos de la actual crisis de la educación en Colombia?

Podemos afirmar que a nivel planetario estamos frente a un momento de ajuste del proyecto educativo, necesario para dar respuesta a las nuevas realidades que vive el sistema dominante. Proceso de ajuste donde se produce una ambigüedad porque, a la vez que muestra sus nuevas formas desde la ciencia y el conocimiento, y el control que ejerce transformándolas en fuerza productiva fundamental, pese a ello no acaba de constituir la institucionalidad que le corresponde, generando dinámicas permanentes de modificación en los procesos educativos. Además, al interior del proyecto mismo está el dilema por cómo asumir educativamente el tránsito entre la tercera y la cuarta revolución industrial.

Para el caso colombiano, esto es muy visible en la infinidad de decretos del Ministerio de Educación Nacional (MEN), que tocan aspectos específicos del quehacer educativo o las leyes de contrarreforma educativa en el continente, con bastantes similitudes a la 715 nuestra, leyes que enfrentan actualmente las maestras y maestros latinoamericanos y que algunos han llamado “reformas laborales y administrativas”, y un caso significativo son las luchas por su derogación o abrogación o su reformulación en países con signos progresistas, como acaba de acontecer en México.

Por ello podemos decir que la educación en sus múltiples formas, y la escuela desde el jardín de infantes hasta el PhD, es un campo en reconfiguración y en disputa, y en ese sentido no hay respuestas claras. Quienes lo intentan desde ministerios u organismos multilaterales, proceden más apoyados en un discurso desde el poder político y económico que poseen, así como caminos transitados al momento de resolver enigmas presentados, y resueltos, a propósito de la tercera revolución industrial. De igual manera, el pensamiento crítico y emancipador ensaya respuestas desde la impugnación a las nuevas formas de control en educación. De alguna manera, el viejo análisis de la Escuela de Frankfurt viene a recordarnos que no hay acción humana sin intereses87, como nos señala Habermas, en Conocimiento e interés, ese hermoso texto  publicado en 1989 por elCINEP.

Esta situación de tránsito entre un mundo que ya no es y una institucionalidad oficial y crítica, inadecuada para las nuevas realidades, genera en algunos casos confusión, propiciando que sectores críticos se sumen en coro a la modernización de la escuela capitalista como si fuera parte del proyecto transformador. Personas ayer muy radicales e impugnadoras de la escuela capitalista se suman hoy a su realización en forma acrítica, a nombre de un nuevo discurso técnico fundado en la “titulometría” y en la “bibliometría”88. De hecho, La importancia del trabajo inmaterial en la sociedad actual exige la necesidad de acreditarlo para incorporar a su organización social y el lugar más visible son los títulos y la escritura, transformando estos dos elementos como centrales a la nueva industria del conocimiento, pruebas, calidad, ranking, etc

Realidad que nos recuerda que el debate del cambio educativo es una constante de todos los actores, realidad que coloca de nuevo y como central, y de forma urgente, la discusión hoy abierta por doquier, así como la necesaria por encarar sobre la innovación y la transformación en los asuntos educativos escolares y pedagógicos.

En medio de los múltiples cambios, el capital se apropia de la educación y construye una industria del conocimiento, la cual se generaliza con la democratización como discurso impuesto después de la II Guerra Mundial, concomitante con el de la sociedad de la medición. La escuela fue objeto, en las dos décadas siguientes a la terminación de la guerra, de diferentes estudios, realizados con el fin de evaluar sus resultados. La tesis central de los estudios, entre muchos otros (Coleman, Plowden e Inse) consistía en conocer el nivel del rendimiento del capital invertido por los Estados, lo cual no era otra cosa distinta a saber si efectivamente existía una correlación entre inversión y los resultados escolares esperados.

Es allí donde nace el conocimiento como mercancía, cuya tesis afirma que este es la materia prima más importante; la medición del resultado escolar produjo el famoso discurso de la sociedad y la economía del conocimiento89, como lo indica Zambrano, en su libro “La educación, el vacío, la frivolidad, la pesadumbre del presente”. Surgía así un modelo con el cual la gestión del conocimiento se hacía de manera empírica y natural; práctica convertida en experiencia-conocimiento a través de la investigación que siguió procesando y ampliando el conocimiento, el cual ahora necesitaba ser administrado de acuerdo con las regulaciones del capital. Surge con ello la industria del conocimiento.

Industria que recogerá los desarrollos de la primera y segunda revolución científica, y que luego debió replantear y agregar elementos a la luz de la tercera revolución científica (…), la cual trae con urgencia la reflexión sobre las redes sociales, el hardware, el software, y en la cuarta revolución, la inteligencia artificial, los algoritmos como una realidad en los procesos educativos que ahora debían administrarse a través de sus resultados mediante las pruebas.

En Colombia, desde las directivas de la educación, se organiza una reforma a través de decretos y resoluciones para dar respuesta a los requerimientos de la Ocde. No solo hay decretos, se inicia un proceso de transferencia de modelos educativos de corte instruccionista, por ejemplo, las matemáticas de Shanghái, o el de educación de excelencia de Belo Horizonte, sin ninguna contextualización, mostrando que el síndrome de transferencia tecnológica es una realidad acrítica en educación. Valdría la pena preguntarnos ¿por qué se mira a estos lugares y no a otros? ¿Por qué la influencia de la geopolítica es tan fuerte en educación? Como pista para ello, recomiendo ver el video “El éxito educativo de Finlandia”, del realizador norteamericano Michael Moore. (Pág. 110).

Es esta situación la que genera en las organizaciones sociales de la educación dificultad para comprender el nuevo tiempo que vivimos y reestructurar, de acuerdo a los retos que depara, sus formas de lucha como actor social, así como la apropiación/comprensión de estas nuevas realidades por parte de los educadores, para así poder dar lugar a las nuevas maneras de la protesta y de las reivindicaciones, generando un momento histórico en el cual se requieren propuestas que acompañen las protestas.

 

Desde la educación popular, ¿cuáles problemas atraviesa la formación docente?

 

Es el marco hasta acá explicado, uno de los elementos centrales para la reconfiguración de la educación y la escuela, y uno de los lugares donde emerge en las últimas décadas del siglo anterior, será en las discusiones curriculares en el mundo norteamericano y que con su “asesoría técnica” se implementaban en algunos de los países parte integral de su bloque hegemónico90; recordemos cómo el movimiento pedagógico colombiano une a los trabajadores de la educación y a la intelectualidad crítica de los más variados matices con el sindicato para enfrentar la reforma curricular que se proponía en ese marco . La Comisión nacional de excelencia en educación, organizada en el año 81 del siglo pasado para pensar el lugar de la educación, a propósito de señalada por entonces crisis del desarrollo en los EE.UU. como potencia y el mundo de la tercera revolución industrial, veía con preocupación la pérdida de importancia frente a Japón, lo cual prende las alarmas y muestra cómo la educación que se desarrollaba en esos momentos no daba cuenta de los cambios en curso y no se abría ante las nuevas realidades del conocimiento y las tecnologías.

En el informe publicado en 1983 por el Departamento de Educación de los Estados Unidos con el nombre de A Nation at Risk91[1] (Una nación en riesgo), resaltaba: “Una mediocridad amenaza nuestro futuro como nación y pueblo, lo que era inimaginable está sucediendo, otros países igualan e incluso superan nuestros niveles académicos […] si una potencia extranjera hostil hubiera intentado imponer a Estados Unidos el mediocre rendimiento educativo que impera en la actualidad, es muy posible que lo hubiéramos considerado un acto de guerra. Hoy por hoy, lo hemos permitido sin que nadie de fuera haya intervenido en ello”.

El informe alerta sobre el futuro de la Unión como potencia y de su economía para garantizar en el largo plazo el bienestar del que habían disfrutado sus habitantes, y se plantea la necesidad de proveer educación con calidad y el fortalecimiento del aprendizaje para toda la vida.

En este contexto, la Comisión de educación de calidad de la Secretaría Nacional de Educación de los Estados Unidos de Norteamérica, tomando como base lo planteado, realiza su replanteamiento y traza el derrotero de lo realmente importante: el aprendizaje básico de contenidos (mínimos educativos y formativos) de lo cual deben ocuparse las escuelas para formar el ciudadano de este tiempo, e indica que las prioridades son las tres “R” del inglés: Reading, Writing, and Arithmetic (lectura, escritura y aritmética), y privilegian las disciplinas que se necesitan bajo el nombre del Stem: Science, Technology, Engineering, and Mathematics (ciencias naturales, tecnología, ingeniería y matemáticas). Sobre ellos debe ejercerse un control de su nivel académico. De igual manera, ellas deben garantizar el acceso a la universidad.

Estos elementos son considerados bajo el horizonte de formar una fuerza laboral que permita enfrentar a la competencia extranjera, así como construir la nueva economía basada en el conocimiento para la reconfiguración posfordista de la fuerza de trabajo, consumando la reforma reaganista de la educación, de trabajadores flexibles con habilidades básicas para vivir y laborar en contextos de trabajo flexibles y precarios, dando paso al control del trabajo docente y de las comunidades educativas. Para ello se inician en 1986 procesos de experimentación e innovación en el sistema descentralizado de la educación norteamericana, que tiene entre algunos de sus hitos –año 1992–, una organización centrada en estándares y competencias y el acuerdo para elaborar la nueva ley de educación es aprobada en el año 1995 en el gobierno del presidente Clinton, la cual fija los objetivos sobre qué enseñar y cuáles disciplinas son esenciales.

Estos criterios de la importancia de la educación en la globalización son recogidos por el Banco Mundial, el mismo que en la década del 70 del siglo pasado había promovido la revolución verde como el gran factor de movilidad social en el mundo, destinando para ello parte importante de sus recursos al campo y a la agricultura; ahora realiza el giro hacia la educación como el factor central para darle forma a estos nuevos tiempos signados por el conocimiento, la tecnología, los nuevos lenguajes, la información, la comunicación, la innovación, la investigación, y en el lapso de una década gran parte de sus dineros van a educación92[2] para promover las nuevas leyes educativas guiadas por el Stem y las tres R, las cuales son colocadas en las diversas naciones del mundo bajo su asesoría y financiamiento, dando forma a un control multilateral de esas políticas; son las mismas líneas que la Ocde ajustaría como política central en su acción global.

Es así como la Ocde fundamentará las pruebas Pisa, determinando la influencia de la política neoconservadora (Reagan) en las políticas educativas mundiales, convirtiendo esos contenidos básicos instrumentales del Stem que adquieren unidad en los sistemas nacionales a través de las pruebas estandarizadas mundiales, soportadas en una visión de multilateralismo a la que concurren como nuevos agentes diferentes grupos empresariales, algunos con cara de filantropía –como la fundación Bill y Melinda Gates.

Por ello, el Banco Mundial93 en el “Informe sobre el desarrollo Mundial. Aprender para hacer realidad la promesa de la educación” de 2018, insiste en que no basta con educar si no se aprenden y adquieren las competencias que permitirán crear capital humano, es decir, que se manifiesten después como posibilidad en el mercado de trabajo, generando una confrontación visible, como antípodas, entre comunidad y mercado, en las siguientes leyes de educación en los Estados Unidos, la cual ni siquiera es trabajada como tensión, situación que vivimos los participantes en discusiones de las nuevas leyes de educación en los últimos años del siglo anterior y los corridos de este, que han estado y siguen influidas por esas políticas neoconservadoras de la tercera revolución industrial.

Este perfil educativo se va convirtiendo en hegemónico y es perfeccionado paulatinamente a medida que el discurso oficial sobre él es acogido por políticos y economistas, en lo que algunos han denominado “una educación dirigida por banqueros”, lo que llevó a la relatora de educación de Naciones Unidas a afirmar: “La experiencia de la relatora especial indica que en ninguna escuela de economía se enseña ni la normativa internacional de derechos humanos ni las razones económicas que la sustentan, y que los economistas que elaboran las estrategias de educación o de desarrollo en general, no reciben formación en materia de derechos humanos”94 como afirma Tomasevski, en el “Sexto informe sobre el derecho a la educación. Consejo Económico y Social de Naciones Unidas. Realidad que ha generado preocupantes consecuencias sobre el funcionamiento de la educación, introduciendo modificaciones en los procesos educativos a nivel mundial y orienta la formación de docentes para garantizar la continuidad del proyecto de control, cuyas principales características están resumidas en el siguiente decálogo:

  1. Jerarquización del conocimiento que se imparte en las escuelas a partir del Stem y las disciplinas asociadas a él con la exclusión paulatina de las otras.
  2. Un conocimiento objetivo, lo que ha devenido en su organización y transmisión de manera instruccional generando una despedagogización del oficio de maestra/o.
  3. Un currículo de mínimos para insertarse en la globalización, expresado educativamente en estándares y competencias bajo la idea de derechos básicos de aprendizaje, constituyendo una educación centrada en el homo faber, humanos que saben hacer para el desempeño laboral.
  4. Verificabilidad de aprendizajes a través de un sistema de pruebas estandarizadas, en un comienzo las Timss y luego las Pisa, desechando todo tipo de valoración que no sea cuantificable.
  5. Valoración del trabajo docente e institucional de acuerdo con los resultados de niñas, niños y jóvenes, verificado en las pruebas, estableciendo una serie de incentivos económicos y de exigencias para el ascenso en los escalafones docentes, instaurando una competencia que ha terminado distorsionando la formación en aras de buscar los resultados positivos en la prueba.
  6. Incorporación de las tecnologías (TIC) como soporte fundamental del proceso educativo, tanto en sus aspectos académicos de gestión, de evaluación y de control, lo cual ha terminado con un uso instrumental de ellas (ferretería) sin lenguaje digital ni realidad virtual y menos como parte de la cultura de la época, que vive un tránsito de lo mediático a lo digital.
  7. Recambio de los directivos docentes para dar respuesta al cambio, construyendo su gestión en torno a un control administrativo de las instituciones, dando paso a un grupo de rectores gerentes con gran desconocimiento de lo pedagógico.
  8. Para dar forma a la sociedad del conocimiento, se promueve la ampliación de la cobertura universitaria (Bolonia), lo cual ha terminado en una titulometría con infinidad de profesionales sobre educados, desempleados, y fortaleciendo una nueva industria del conocimiento centrada en la universidad.
  9. Construye un sistema de calidad en paralelo y en coordinación con los otros grupos de la Ocde, basado en una estandarización de corte empresarial y administrativo, convirtiendo los criterios de excelencia de cada disciplina en estándares; realidad fundida hoy con claridad en las instituciones para impulso de la ciencia en nuestros países, como diría Kant hace mucho tiempo, “comerciantes de la ciencia”.
  10. Privatización. Inéditos discursos de la sociedad civil y su responsabilidad generaron un nuevo pacto empresarios-gobiernos, asumiendo la educación en forma concertada, ya que sus recursos y sentidos eran definidos por el futuro laboral de sus miembros, apareciendo nuevas formas de escuelas públicas: concertadas, libres, chárter, que bien analizadas han dado lugar a las formas iniciales de la industria del conocimiento, la cual mueve billones de dólares en el mundo a través de textos escolares, pruebas estandarizadas, contenidos digitales, gestión de centros y muchas otras.

A medida que se evaluaba la oleada de nuevas leyes de educación se fue recomponiendo la escuela desde patrones centralizados, abriendo el espacio para una tercera generación de reformas educativas más ajustada a los criterios de la economía, el mercado y la administración, parte de lo cual es la ley 715 del 2001 en nuestro país (y su doble vinculación, lo que da origen a los dos estatutos profesionales) y su correspondiente en EE.UU. (No child left behind –Ningún niño dejado atrás), con lo cual se impusieron estándares nacionales, evaluaciones sistemáticas que, en estos momentos y en más de la mitad de los EE.UU., por ejemplo, son realizadas por un grupo privado, Pearson, que también diseñó las pruebas PISA que se aplican actualmente.

Un discurso de “aseguramiento de la calidad” se tomó la administración y la gestión escolar, y trasladó los procedimientos de la industria de servicios a las escuelas, en las cuales se ocupó el tiempo de docentes llenando formularios, recogiendo evidencias, escribiendo reportes e informes, para cumplir con la patronización de calidad; formularios que luego solo sirven como evidencia frente a niveles superiores de que se cumplió la tarea, pero nunca son recogidos para un real mejoramiento del proceso formativo y escolar. Esto es visible en las pruebas estandarizadas que se aplican en todos los países. Por ello, rápidamente los simulacros en la escuela coparán el tiempo cada vez menor que tiene la pedagogía en esta escuela de la despedagogización y del apagón pedagógico global.

Como síntesis del giro educativo, basta con ver la nueva secretaria de educación de Trump, Betsy DeVos, empresaria promotora de las escuelas Charter e impulsora del consorcio Amway, en alianza con Neurocore, dedicados a la estimulación cerebral y a la programación neurolingüística centrada en películas. Su elección por primera vez en mucho tiempo requirió de una medida que desempatara el 50-50 que se había producido en el Senado.

El proyecto del capitalismo global con argumentos “técnico-objetivos” sigue profundizando la promoción de las reformas basadas en los modelos de gestión del sector empresarial, en muchos casos haciendo una transposición mecánica, sin diferenciar ni hacer explícitas las especificidades educativas. Curiosamente, algunos de esos elementos que se comienzan a legislar en nuestro país, y columna vertebral de nuestra ley 715 de 2001 y su reglamentación, así como de la reforma educativa mexicana de Peña Nieto, ya había sido cuestionada por una de las arquitectas de este movimiento de nuevas leyes educativas en Estados Unidos, después de trabajar para ellas en su formulación y apoyar su implementación durante 24 años, Diana Ravitch, (…) en “Vida e morte do grande sistema escolar americano. Como os Testes Padronizados o Modelo de Mercado Ameaçam a Educação”.

¿Qué ha significado la crisis del COVID-19 y de qué manera estas medidas afectan el derecho a la educación?

El coronavirus ha llegado para construir un tiempo maravilloso de cambio, solo que signado por las presiones del miedo y el pánico con el cual se presenta en los medios masivos y redes sociales para viralizar la muerte como alternativa de futuro. Y allí el pensamiento y la acción crítica viene para recordarnos la manera cómo nos colocan los escenarios modelados por el poder, en el cual buscan con el dicho que se le atribuye a la cultura alemana, de que: “los árboles no dejan ver el bosque”.

Esta situación en educación ha dado paso al afán de los modernizadores para decir que el problema es que no habíamos accedido a la virtualidad y colocar allí y en sus tecnologías las soluciones, olvidando, según Unesco, que de esos 1,600 millones de niños, niñas y jóvenes de 191 países que fueron enviados a sus casas, junto con los 63 millones de maestros y maestras, 826 millones de los estudiantes no tienen acceso a computadores, y el 43% no tiene internet en casa. Esto de nuevo vuelve a ocultar una crisis estructural de la escuela y obviar la reflexión sobre la crisis profunda del sistema educativo como correlato de la manera cómo los cimientos estructurales del capitalismo son tocados, y a la manera del traje del rey desnudo de Andersen, hoy el virus nos exige comprender estos asuntos si queremos apostarle a esas nuevas construcciones desde los territorios que habitamos tienen que ser reformulados y reinventados.

Permítanme en lo corto de este escrito señalar algunos de esos asuntos a los que obliga la agenda para reinventarnos como sociedad y educadores y educadoras populares en ella. La primera enseñanza es explicarnos cómo una crisis sanitaria devino en económica, política, social y educativa, lo cual exige explicar integralmente los problemas y los asuntos de la sociedad, así como los elementos correspondientes a la ciencia y la tecnología, los cuales no se dan sin las relaciones sociales que los constituyen. Allí se pone en evidencia la crisis del modelo de civilización planteado por la globalización, en el cual el mundo entró para colocarse en la órbita de la tercera revolución industrial que contribuyó al colapso del socialismo real y a un modelo económico y político basado en los principios neoliberales abanderados por Reagan, la señora Thatcher y el mismo papa Juan Pablo II.

Allí surgió el discurso del fin de la historia, en lo que ellos consideraban la irreversibilidad del capitalismo como un sistema imperfecto, pero era el que más propiciaba la democracia y el ascenso social, gestando unas clases medias que se harían defensoras de sus conquistas de consumo, lo cual les permitiría asumir también los sentidos del fin de las ideologías para vivir en un mundo técnico objetivo. De igual manera, esto daba paso al tiempo del fin de las utopías.

La manifestación más clara de ello para estos tiempos se da políticamente en un mundo multilateral con una pugna interburguesa del capitalismo, visible en el mundo a través de los nacionalismos tipo los promovidos por Trump, Bolsonaro, y el capitalismo transnacionalizado que se alineó al lado de los Clinton, los Bush, Obama, y que convirtieron al resto del mundo en veleta de un mundo organizado desde las agencias multilaterales, en donde pareciera, con sus argumentos, que era lo que más le convenía al mundo y se abrogaban el derecho de recoger todos los intereses políticos, aun los que desarrollaron los gobiernos de signo progresista y que fueron colocados en el escenario del desarrollo y de las políticas de estabilidad en el mundo, que dieron un marco explicativo para que el coronavirus se expandiera con las características que se ha manifestado.

En esta perspectiva, la crisis sanitaria fue tomándose todos los campos, haciendo visible cómo el capitalismo que había abandonado muchas de las políticas de su Estado de Bienestar para entregarlas al mercado y a los consorcios privados, establecieron un sistema de salud que en su desmantelamiento dejaba desprotegida a la parte mayoritaria de esa población que le había servido durante toda su vida, siendo los primeros damnificados los mayores de 70 años, que tuvieron atención si contaban con medicina privada, mientras que las redes públicas se congestionaban y sacudían la ética médica de salvar vidas decidiendo como en las guerras, quién debía morir y a quién se optaba por intentar salvar.

Y allí nos dimos cuenta de que esa pandemia golpearía con más fuerza a los más pobres, a los desprotegidos de salud y con empleos informales que en el caso latinoamericanos cubre para todos los países entre el 50% y el 70% de la población. Pero, además, con un sistema médico manejado desde las farmacéuticas para curar, no para prevenir, y un sistema financiero que era alimentado por las políticas que se constituían para supuestamente “enfrentar la pandemia”.

También el virus permitió comprender que muchos que soñaban con igualdad social a través de la educación, que este tipo de capitalismo que debilitó lo público y lo común, la escuela también era profundamente frágil, como la salud y la sobrevivencia de los mas pobres; y nos enseñó que una escuela hecha para las competencias en función del proceso productivo. Esta escuela había abandonado otras miradas más integrales sobre lo humano, y ella estaba tomada por el individualismo, el “exitismo”, y los resultados de pruebas desde una homogeneización que se le proponía desde el STEM, el cual había sido regado por el mundo a través de los organismos multilaterales estableciendo una competencia entre países para medir rendimientos a través de pruebas hechas en el país, pero controladas internacionalmente desde la mirada de PISA. Esto permitió encontrar que la diferencia de las escuelas estaba gestada en las clases sociales que atendía.

Cuando el virus colocó la casa, el hogar como espacio para continuar la actividad educativa, también la reina de la igualdad a través del discurso meritocrático, la escuela, quedó al desnudo e hizo visible la fragilidad del derecho a la educación, que se había construido en el discurso liberal. En esa desnudez encontramos que en nuestros países la desigualdad digital es más profunda que la económica. Invito a los lectores a buscar cifras de sus países sobre índices GINI digitales y contrastarlos con los económicos. Busquen datos sobre el tipo de cobertura en redes de banda ancha y satelital, que son los lugares donde pueden ser alojadas muchas de las propuestas de plataformas para el trabajo de educación en casa (home schooling).

Nos encontramos también que los cacareados “nativos digitales” solo lo eran de redes sociales, y que su consumo era el propiciado por el mercado y las redes que los tienen para generar la información como materia prima, y nos encontramos con un uso pasivo, solo para entretenimiento y comunicación con los pares, lo cual ha servido a los políticos de la supervivencia de este escandaloso sistema para alimentar la distorsión de la realidad con los “fake news”, la manipulación de elecciones, la polarización a las sociedades frente a cualquier atisbo de cambio, y establecer un capitalismo de vigilancia y manipulación a través de ella.

Encontramos que las personas estaban al servicio de la tecnología, y que no podíamos pasar simplemente a ser “ferreteros” de una educación que convierte los aparatos en lo digital sin comprender sus lenguajes, sus lógicas, y las maneras como construyen sociedad con sus mediaciones, y nos dimos cuenta que mientras el mundo se derrumbaba y se preguntaba cosas como: ¿cómo preservar la vida? ¿Cómo construir nexos de solidaridad con los sectores pobres más afectados? ¿Por qué y cómo hemos llegado a este momento en la historia de la humanidad? La escuela ahora por internet y aparatos que no son la virtualidad se volvió a llenar con el lenguaje de: “dar”, “dictar”, “tomar clase”, solo que ahora estaba dirigido por el mundo de las transnacionales como Youtube, webinar, classroom, Microsoft, Google educativo y muchos otros, porque ni siquiera los más críticos entendíamos que en este tránsito entre tercera y cuarta revolución industrial se tejían otras resistencias desde el software libre.

Entonces comprendimos que debíamos aprovechar el cuarto de hora que nos daba el virus para propiciar una desintoxicación de los procesos educativos y escolares, haciendo visible la crisis de una educación que ya estaba en estado terminal y pedía cambios urgentes antes de la pandemia. Y allí la crisis nos comenzó a mostrar otros caminos diferentes cuando la escuela lo único que hacía por las directrices de los ministerios, era enviar los mismos contenidos con los mismos procedimientos y metodologías para seguir trabajando el mismo currículo.

Y se nos apareció otra presencialidad, que nos mostró que no era posible la educación sin educar todo el cuerpo, y ella se hizo visible en la casa, que invitaba relaciones de solidaridad, de convivencia, de reconocimiento de la diversidad, de un tiempo interior al que no le habíamos dado mucha atención, de la preocupación del cuidado de los otros y las otras, y las maneras como nos relacionamos hombres y mujeres, y nos dimos cuenta que las lecciones de nuevas masculinidades la pandemia nos las exigía y ya ahora en nuestros hogares.

Esta realidad comenzaba a mostrarnos la necesidad de reinventarnos como seres humanos y la construcción de valores compartidos más allá de la carrera loca de las competencias, los estándares, el índice sintético de calidad, los derechos básicos de aprendizaje, las evaluaciones de contenidos, el ganar y perder, y como golpe más fuerte, nos hizo la pregunta de que somos parte del planeta, no sus reyes, y a comprender que también éramos naturaleza. También nos invitó a entender a esos otros, maestros y maestras, que vienen recreando su mundo con propuestas en los territorios y que ellos pueden constituirse en la semilla para que florezca la escuela de las nuevas comunidades que construirán la tensión entre ser ciudadanas y ciudadanas del mundo e hijos e hijas de la aldea, no de la de las agencias multilaterales, y reconocemos que será una construcción colectiva que dará forma a los nuevos movimientos pedagógicos de este tiempo.

¿Cuáles tareas y alternativas son más importantes para salir del atasco de lo pedagógico en el siglo XXI?

Es urgente una crítica al hecho educativo de la globalización capitalista y neoliberal, que soporta su fundamentación en unas competencias limitadas a un saber hacer de corte productivista, en función del mundo laboral y el mercado, que reduce la mirada de lo humano a los intereses específicos que desde el control y el poder intentan convertir su visión particular en la rectora de la sociedad.

Desde nuestro entender, no es que no existan las competencias, sino que en esta mirada del control imponen una visión recortada y limitada, que desconoce que, en su base, están las capacidades (individuación) y las habilidades (subjetividad), capacidades desde donde es posible plantear una formación que construye lo humano con dignidad y sin exclusiones. Por ello pudiéramos afirmar que, en el sentido de Nussbaum128, cuando en su libro de 2013 “Sin fines de lucro. Por qué la democracia necesita de las humanidades” quien nos señala que la democracia está en peligro porque la manera de entender las competencias en el sistema educativo transnacionalizado ha reducido lo humano a un saber hacer limitado que subsume en una estandarización homogeneizante la diversidad, la complejidad, y la integralidad, a partir y a través de las cuales se ha constituido lo humano a lo largo de la historia, y a lo cual la educación debe dar curso en estos tiempos para hacer posible el aquí y el ahora de los por qué y para qué de lo humano en el planeta.

En este marco, hablar de capacidades en la perspectiva de la educación popular significa dar cuenta de la manera como nos hacemos humanos y de cómo la historia de la especie me coloca frente a un acumulado que dé forma en su constitución y también explica y está a la base de las desigualdades. En esta perspectiva, existen una serie de atributos que nos pertenecen por ser miembros de este grupo vivo, lo cual me da la posibilidad en cada momento y contexto de desarrollar esas posibilidades (potencias) que pueden cultural y socialmente ser dinamizadas. Desde esta mirada, estas capacidades no son solo innatas, vienen conmigo, pero deben ser trabajadas para que emerjan, de allí la importancia de la formación y la educación que van a ser las encargadas de darle forma a las mismas a partir de la cultura.

El acumulado, que hoy nos permite ser educadores populares en este tiempo, lo podríamos

sintetizar en los siguientes aspectos:

  1. Su punto de partida es la realidad, su lectura, para reconocer los intereses presentes en el actuar y en la producción de los diferentes actores;
  2. Implica una opción básica de transformación de las condiciones que producen la injusticia, la explotación, dominación y exclusión de la sociedad;
  3. Exige una opción ético-política en, desde y para los intereses de los grupos excluidos y dominados, para la pervivencia de la madre tierra;
  4. Construye el empoderamiento de excluidos y desiguales, y propicia su organización para transformar la actual sociedad en una más igualitaria y que reconozca las diferencias;
  5. Construye mediaciones educativas con una propuesta pedagógica basada en procesos de negociación cultural, confrontación y diálogo de saberes;
  6. Considera la cultura de los participantes como el escenario en el cual se dan las dinámicas de intraculturalidad, interculturalidad y transculturalidad de los diferentes grupos humanos;
  7. Propicia procesos de autoafirmación y construcción de subjetividades críticas:
  8. Se comprende como un proceso, un saber práctico-teórico, que se construye desde las resistencias y la búsqueda de alternativas a las diferentes dinámicas de control en estas sociedades;
  9. Genera procesos de producción de conocimientos, saberes y de vida con sentido para la emancipación humana y social;
  10. Reconoce dimensiones diferentes en la producción de conocimientos y saberes, en coherencia con las particularidades de los actores y la luchas en las cuales se inscriben
  11. Plantea la necesidad de trabajar desde los derechos, las resistencias y darle forma a las reexistencias como identidad
  12. Reconoce que la transformación es un ejercicio permanente y continuo que implica cambios en la vida ya, aquí y ahora

Decir que hacemos estas reflexiones desde la educación popular significa plantear las preguntas por los elementos que están a la base de la construcción de desigualdad e injusticia, y la manera como se perpetúa una condición humana que, vivida en las realidades de nuestros países, denigra de la misma y exige preguntas fundamentales sobre las democracias reales que tenemos y los regímenes políticos que las sustentan. Ello va a exigir, desde una opción de transformación y emancipación, la necesidad de leer cómo esa política pública y especialmente en educación, aunque hablen de derechos, construyen cada vez más sociedades segmentadas, fragmentadas, basadas en la inequidad, negadoras de la diversidad, la diferencia y una humanidad que cada vez más se reconoce parte de la naturaleza.

Nos dimos cuenta que era necesario que la escuela y sus actores entendieran que debía participar en los debates que se abrían por el futuro de la humanidad y de la sociedad, y en específico sobre el futuro de la democracia, que se perfilaba sobre modelos autoritarios de los grupos que habían triunfado en la globalización y que quieren salir ganando de la crisis, o las comunidades educativas apostábamos por la reinvención de la democracia, la cual comenzaba a mostrar sus agendas por los caminos de la redistribución y la reducción del consumo, que jalonen una renta básica universal por una agricultura desde los campesinos, que den fundamento a la biodiversidad, y establecer condonación de deudas que con la vieja mirada cristiana inaugure los años sabáticos de este tiempo. Es decir, darnos cuenta de que es posible otro mundo, regido por otros principios diferentes a creer que el crecimiento del Producto Interno Bruto es el único destino de la humanidad, y que la crisis nos pone de frente, ante esta gran oportunidad, de otras construcciones.

Cuando cruzamos estas reflexiones intentando pensar las capacidades desde la educación popular, significa recoger para estos tiempos las enseñanzas del buen vivir/vivir bien de nuestros grupos originarios, que nos invitan desde esta perspectiva a refundar la democracia y replantear el desarrollo que en su aparente discurso humanitario han sido los fundamentos de la desigualdad, ya que asentadas sobre la idea de crecimiento y progreso –entendida como posesión de bienes y riqueza individual–, han colocado un horizonte de intereses privados e individualistas a las políticas públicas. Por ello, hablar de capacidades significa preguntarnos por la manera como se constituye y se mantiene social e históricamente la integralidad de lo humano y su dignidad, también en estos tiempos de cambios sociometabólicos y de las emergencias de lo que se comienza a llamar lo transhumano y lo posthumano.

En coherencia con lo anterior, es necesario recuperar el sentido que otorga Gadamer, leyendo a Herder, en “un acercamiento al concepto de formación en Gadamer”, cuando respecto a la formación afirma: “El término formación designa de manera fundamental, como el modo específicamente humano de dar forma a las disposiciones y capacidades del hombre, el proceso de formación de una persona lleva implícito el desarrollo de sus potencialidades”. Acogiendo esta cita, nos encontramos que pasar de las potencias a las capacidades es el asunto central y el fundamento de cualquier proceso formativo y de socialización.

También la crisis ha ido mostrando elementos de una agenda que nos permite avizorar caminos para reinventar la educación, la escuela y la pedagogía, y también la condición humana a construir, colocándonos en las grietas del sistema que se hacen más visibles en estos momentos, y allí la necesidad de volver a resolver desde los territorios las preguntas de la pertinencia de la escuela en estos tiempos: ¿por qué escuela? ¿para qué escuela? ¿en dónde la escuela? ¿escuela para quiénes? ¿Qué escuela?, y los ¿cómo?, de la escuela.

Esto nos exigirá también llenar de nuevos contenidos el derecho liberal a la educación y ampliarlos, y construir las comunidades que elaborarán y tramitarán las nuevas mediaciones pedagógicas desde los lenguajes mosaico, que siguiendo a Jesús Martín-Barbero sean capaces de integrar los lenguajes: el oral, el escrito y el digital, y formular las capacidades y habilidades de un tiempo en el cual el cuerpo se hace central para reconocer que los autoaprendizajes pasan por la especificidad de cada una y cada uno de nosotros, y una educación que construye no solo cabezas sino la corporeidad y los lenguajes de ella en un mundo en donde ya nadie aprende por nadie. De allí la urgencia de repensar los sentidos de la educación y los proyectos educativos y pedagógicos alternativos que den forma a la reinvención de la educación y la escuela orientados por el espíritu de educación popular de Paulo Freire cuando nos decía: “la educación por sí sola no cambia la sociedad, pero sí forma a las personas que la van a transformar”.

[1] 91 Departamento de Educación de EE.UU. “A Nation at Risk. The Imperative for Educational Reform”, 1983.

[2] 92 Para más información al respecto ver Mejía, M. R., Educación(es) y globalización(es). Entre el pensamiento único y la nueva crítica, Bogotá, Ediciones desde abajo, Capítulo 2, 2006, pp. 117-130.

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OVE entrevista a Zuleika Matamoros: “La brecha social, dejará por fuera del sistema virtual de educación a millones de estudiantes de las clases más bajas”

Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina entrevistan para Otras Voces en Educación

 

El 23 de enero es referencia de las resistencias anticapitalistas y las luchas populares en Venezuela. Todo lo que se mueve en la patria de Bolívar tiene un vínculo con la populosa parroquia caraqueña. Cuando se entra a esta comunidad, los grafitis y murales compiten con los sonidos musicales que salen de muchas de las casas y apartamentos. La salsa sigue siendo el ritmo predilecto, aunque el regueton intenta competir, sobre todo entre los más jóvenes. Zuleika es de allí, una maestra combativa, líder del emergente movimiento magisterial de base y una rebelde militante revolucionaria.

Con Zuleika compartimos los avatares de la resistencia al silenciamiento a la crítica dentro del proceso bolivariano que intentaba imponerse en el año 2007 y 2008. Zuleika fue protagonista del movimiento desde abajo, de crítica pública a los errores y desviaciones que comenzaban a asomarse en el proceso bolivariano. Y ha seguido esa senda, es una convencida de la necesidad de un cambio radical de la sociedad venezolana.

En la última etapa hemos compartido con ella en el Foro Venezolano por el Derecho a la Educación, instancia vinculada a la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE). Podemos coincidir o tener discrepancias con una u otra posición de Zuleika, pero su verticalidad y humildad militante forma parte de lo que denominamos la corriente histórico-social por el cambio radical.  Por ello, nos pareció importante entrevistarla para los lectores de Otras Voces en Educación

 

Zuleika, cuéntanos un poco tu historia de vida, ¿Cómo llegaste a la educación crítica y contestataria, a la lucha gremial?

Después de haber vivido el “Caracazo” estando en el bachillerato, en la década de los 90 que fue de muchos acontecimientos, pero sobre todo de mucha lucha en la calle, de protestas ante la situación vivida. Fue hermosa la disposición de cambio que se había instalado en el imaginario de la gente a partir de ese acontecimiento y los que ocurrieron posteriormente. Este proceso de lucha, de rompimiento y derrota del bipartidismo permeaba hacia un sector importante el de les más jóvenes, que en ese contexto nos volvimos muy contestatarios y críticos.

Ya en los primeros años del siglo XXI, la generación de nuevos docentes comenzamos nuestro ejercicio de la profesión en un escenario complejo y contradictorio. Por un lado, mientras se alababa el favorecimiento de les docentes a través de los contratos colectivos en el marco de la dirección de Chávez en el Poder, nosotres teníamos que completar la jornada laboral en la mayoría de los casos en el sector privado para completar un ingreso que fuese suficiente para cubrir nuestras necesidades. Mientras se hablaba con vehemencia de la transformación educativa o del Estado Docente, la base magisterial se quedaba por fuera de los debates formales.

Esta situación en la que ejercí la docencia influenció  a un importante sector de quienes comenzábamos en el siglo XXI nuestra praxis educativa. Marcó un rechazo hacia la actuación de las direcciones sindicales, por el abandono que sentíamos que éramos objeto. Así fuimos llegando a la lucha desde lejos, entrando por las hendijas, sorteando obstáculos y, sobre todo muy desamparados de la dirigencia sindical.

Ante el incuria de la praxis sindical que actuaba sin ningún método de comunicación con la base magisterial, nosotres nos atrincheramos en las aulas, gente como yo practicábamos una educación contestaria en un espacio muy pequeño, el aula y la escuela. Mientras los gremios solo se dedicaban a aplaudir las bondades del gobierno de Chávez por un lado, o por el otro,  a oponerse de tal forma que algunos participaron de manera activa en el antidemocrático golpe de Estado que pretendía imponer a la cámara empresarial al frente del país en el año 2002, los docentes más jóvenes creábamos solos en nuestros espacios educativos lo que pensábamos que era nuestra propia transformación educativa, nos peleábamos con directores conservadores, defendíamos con vehemencia nuestras convicciones, pero sin un espacio orgánico o de articulación.

Pienso que esas pequeñas luchas, que para mí eran prioritarias, fueron llevándome por aproximaciones sucesivas a “entrar sin tocar la puerta” en un espacio de lucha de trabajadores de todos los sectores que fue la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE). Eran tiempos que una vanguardia de los trabajadores echaba mano de una conquista muy importante alcanzada en el desarrollo de lo que fue el proceso revolucionario que era la democracia participativa y protagónica que trascendía las propias burocracias sindicales.

Aun la influencia de la actuación de la clase trabajadora en el desarrollo de lo que fue el paro patronal, conocido como paro petrolero se sentía y permitía la participación de la base en algún modo. La UNETE en su momento fue el espacio que parió esta etapa fértil del proceso revolucionario, conformada por sectores en el que también participaba un sector crítico, contestatario que defendía la autonomía de la clase trabajadora, pero que fue desmantelada paulatinamente y, una de las formas que utilizaron fue la creación de sindicatos paralelos; mecanismo disfrazado de participación que sentó las bases de un movimiento sindical sin autonomía, burocratizado, obediente. Así la división fue entre los burócratas sindicales de la derecha obedientes a Fedecámaras y los burócratas sindicales “revolucionarios” obedientes al gobierno.

En esta lucha, por supuesto que hemos coincidido en algunos espacios con direcciones sindicales que nos han demostrado que siempre actúan por sus intereses y que la base magisterial les importa solo para decir que tienen una cantidad de afiliados a los que no toman en cuenta. Orgullosamente pertenezco al movimiento magisterial de base, a quienes hemos enfrentado no solo las políticas que nos han llevado a la miseria, sino también a los burócratas sindicales que aún siguen atornillados en sus puestos.

En los últimos años he participado con mucha fuerza en el conflicto docente que lucha por mejoras salariales, beneficios contractuales y en defensa de la educación. A lo interno del movimiento he dado una pelea porque las direcciones sindicales de la derecha no se apropien de nuestra lucha y las conviertan en plataforma a favor de la política que se aglutina alrededor de la figura de Juan Guaidó. Ha sido duro por el ataque que se recibe de las cúpulas del PSUV, la burocracia institucional y de las expresiones sindicales de los partidos de la derecha tradicional que están en las federaciones y sindicatos. En eso actúan como un solo cuerpo, en mantener la polarización que tantos réditos les ha rendido de lado y lado. La pelea del sector de izquierda no polarizada es la determinación a existir, a estar y a influir en el movimiento docente de base.

 

Zuleika ¿Cuáles son los elementos relevantes de la crisis del sistema educativo venezolano?

 

 

Uno de los aspectos más importantes es la desarticulación y el abandono de las direcciones gremiales a la base docente, esa ausencia de praxis sindical y gremial deja abandonados a su suerte a centenas de miles de docentes que luchan solos y sin apoyo contra un sistema que los aplasta. La otra cara de este aspecto es la ausencia de un espacio tipo movimiento que sea autónomo e independiente y que actúe frente al desmantelamiento de la educación venezolana.

Otro elemento son las propias condiciones materiales de existencia de los docentes. Un gremio maltratado a tal punto de tener salarios que alcanzan la pírrica suma de 8 dólares mensuales como promedio, a esa situación se suma en el incumplimiento de las convenciones colectivas desestimulando aún más a los educadores, que además de ganar salarios insuficientes ven cada día perder beneficios contractuales en el que destaca la pérdida de las prestaciones sociales y la garantía de la atención de la salud. Evidentemente estas condiciones deplorables son un punto importante en la crisis educativa que ha ocasionado que miles de docentes emigren hacia el sector informal de la economía e incluso a otros países, muchas veces lumpen-proletarizados para poder subsistir. Es el equivalente al despido indirecto y masivo de miles de docentes. Este es un punto álgido de la crisis educativa actual en Venezuela.

El ausentismo escolar y la reducción de la matricula han sido una de las consecuencias de la crisis económica y social que se atraviesa en el país. Estudiantes cuyos padres no pueden garantizarle el desayuno antes de la hora de entrada al colegio (7:00 a.m) simplemente no asisten a la escuela. Existe un ausentismo regular y semipermanente que origina una reducción de la matrícula escolar en los hechos, aunada a la que tiene su génesis en la emigración de venezolanos a causa de la profunda crisis económica, social y política. En Venezuela el ausentismo escolar de docentes y estudiantes está transversalizado por Las fallas en los servicios públicos, la falta de comida y transporte, que dificultan la rutina escolar.

Desinversión en el sostenimiento de la infraestructura educativa y una distribución de los recursos que no redunda en el mejoramiento y mantenimiento de los centros educativos, de recursos pedagógicos y materiales, sostenimiento de un Programa de Alimentación Escolar que cubra las necesidades proteicas de estudiantes, docentes excluidos del PAE. El sostenimiento de la educación es subsidiada con el trabajo casi gratuito de docentes, pero además también con la “colaboración” de ellos y de padres y madres en lo que se refiere a materiales de limpieza o complemento de los alimentos para garantizar que haya almuerzos en las escuelas donde se cumple el programa.

La formación docente, cada vez más divorciada de la realidad. No solo porque la educación está pensada y planificada para la primera y segunda revolución industrial y que la cuarta revolución industrial ni siquiera sea tema de debate en los centros educativos, sino que la formación docente está vacía de pedagogía. En los últimos años han convertido a los docentes en meros repetidores de contenidos, se ha profundizado el carácter conservador del gremio docente y una educación positivista y conductista. La escuela hoy más que nunca se ha convertido en un depósito de niños al cuidado de maestras, que se les pretende controlar hasta la forma cómo comunicarse con sus estudiantes.

Otro de los elementos es la pérdida de la autonomía y la ausencia de espacios de intercambio y debate que sirvan de sistematización del ejercicio de la profesión docente y que sean espacios de verdadera construcción pedagógica. Hoy prevalece la  imposición de contenidos, los lineamientos bajados como órdenes. Esta práctica se deriva de la imposición de aspectos tan abstractos y hasta antipedagógicos como lo es la denominada e inaprensible “pedagogía del amor”  en los que existe una especie de dogmatismo mediocre de quienes han fungido de los pensadores de la educación venezolana actual.

Quisiera detenerme en un punto importante y que en mi concepto tiene relevancia suprema. En las escuelas y liceos venezolanos prevalece una ausencia de  democracia. Pasamos de ser un gremio en el que se ha impuesto una forma de supervisión que no tiene nada que ver con un acompañamiento pedagógico del quehacer educativo. Les supervisores se han convertido en una especie de policías del pensamiento. La diversidad de opiniones es mal vista y, lo que es peor aún, no importa la ideología política siempre y cuando sea silente y obediente.  Esta actuación también se ha impuesto en la práctica en los liceos a través de la Organización Bolivariana de Estudiantes (OBE) que se ha convertido en la forma de imponer mecanismos de captación de jóvenes al partido de gobierno PSUV que es el único partido que tiene permitido entrar de manera abierta en los liceos y escuelas. La confiscación de la participación también a través de la Organización Bolivariana de Familia y que ha servido para que las expresiones del partido y del gobierno de la base actúen en contra de docentes que levanten la voz ante las condiciones deplorables en las que viven. Es la imposición de hecho de un pensamiento único, disfrazado de liberación, de transformación. Este es un tema que no se aborda con la seriedad que requiere y que merece que lo analicemos pero que también actuemos en contra de que la escuela se convierta en la forma de implementación de pensamiento único y de partido único en les estudiantes y por ende en la juventud.

 

¿La relación entre el gobierno y los gremios en Venezuela es fluida? ¿Por qué?

 

Como aquella vieja canción de Rubén Blades que dice que “todo es según el color del cristal con que se mida”. Si la mirada es desde un sindicato nacional como lo es SINAFUM y que es correa de transmisión de las políticas que en contra de los maestros se imponen, la relación entre gremios y gobierno es excelente, bueno y fluido.

Si la mirada es desde las federaciones que se dicen opositoras al gobierno pero no tiene miramientos para acordar a espaldas de maestros y maestras y que son corresponsables de la miseria en la que está subsumido el gremio docente, ellos dirán que es una relación que se convierte en fluida en tanto ellos presionan y que “gracias a su gestión han logrado beneficios para los docentes”. Pero esta “buena”  relación entre las burocracias sindicales ha sido nefasta para la base magisterial.

Pero si hablamos de la relación del gobierno con la base magisterial, no solo ha sido nula, sino que es una relación que divide al gremio. La relación con los que apoyan la gestión ministerial es de jefes a subordinados. Su relación se centra en “bajar lineamientos y defender su ejecución con mano dura” en que sus afectos se conviertan en un ejército de soldados que coadyuven a “hacer entender con autoridad la llamada pedagogía del amor”. Ni tan siquiera con sus afectos de base tienen un nivel de comunicación, es la lógica de la obediencia, hablando en sus propios términos sería la “pedagogía de la obediencia”.

Con el resto del gremio que está en desacuerdo con los lineamientos emanados desde la cúpula, la relación también es nula, pero con quienes guardan silencio y no promueven pensamiento crítico. Para el sector contestatario, la relación del gobierno y el gremio es de persecución, hostigamiento y abuso de poder a través de lo que es la expresión de la ampliación del Estado burgués en la base:  sus ejes circuitales, de lo que llaman “fuerzas vivas de la comunidad” o el “Poder Popular” en la que participan UBCH (del PSUV), miembros del CLAP (También del PSUV), integrantes de llamados Colectivos (integrantes o aliados del PSUV), maestros “camaradas” afectos al gobierno y que en ocasiones actúan por encima de la propia dirección en los centros educativos y los propios cuerpos directivos.  En ese caso la relación pasa de ser nula a ser de maltrato institucional.

 

¿Consideras que la formación de los y las futuras maestras(os) se corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI?

Alrededor de la formación docente hay mucho debate. Evidentemente que la formación de los docentes en Venezuela no corresponde ni a las necesidades del país ni mucho menos a los desafíos pedagógicos del siglo XXI. En primer lugar porque como veníamos advirtiendo la carrera docente ha sido tan desvalorizada que no existe una demanda en los sectores de jóvenes que entra a las universidades para estudiar la carrera docente, que además en los últimos años se dedicó a graduar una gran cantidad de docentes en educación integral para el nivel de primaria, olvidándose de las carreras de educación con especialidades, lo que ha traído como resultado que haya áreas verdaderamente críticas en relación al número de docentes como es el caso de las ciencias exactas o de idiomas.

Pero además los programas de formación que han acogido en sus aulas a los aspirantes a docentes no tienen una praxis pedagógica en la que se alimente el debate, las formas de aportar ante el desafío que se presenta  sino que más bien pareciera que responde a la necesidad de llenar el vacío que ha dejado el déficit de docentes, graduaciones exprés en la que los contenidos se basan en entelequias como la pedagogía del amor.

No se forma para brindar herramientas de aprendizaje, para enseñar a aprender y mucho menos para tener una educación como continuo humano. Se educa para repetir contenidos, se cree que lo transformador es hablar de manera superficial de temas como el de  la resistencia indígena, creen que es muy revolucionario celebrar el aniversario de Alí Primera de manera descontextualizada. Es la repetición de contenidos bajados como lienamientos escolares desde la burocracia ministerial con una visión trágicamente divorciada de la realidad de les estudiantes

 

¿Qué ha significado el Coronavirus en lo educativo? ¿Consideras que las medidas educativas tomadas en el marco de la pandemia afectan al derecho a la educación?

El coronavirus ha estremecido al Mundo y la educación no escapa a ello. Al plan cocinado a fuego lento de sustituir a los docentes por herramientas tecnológicos y además recortar presupuestos de educación, el coronavirus le ha llegado como un acelerador. Sin embargo el sistema educativo de los distintos países no estaba listo ni preparado para llevar a cabo la virtualización intempestiva impuesta por el coronavirus.

Evidentemente la brecha social, dejará por fuera del sistema virtual de educación a millones de estudiantes de las clases más bajas. Los hijos de trabajadores y de los sectores empobrecidos difícilmente podrán acceder a una virtualización de la educación, además de tener el riesgo de hegemonizar todo el pensamiento a través de los contenidos totalmente impersonales que se les brindará a los niños y jóvenes.

Es así como el derecho a la educación quedará relegado al poder adquisitivo y la prestación de un servicio de internet. Por mucho que estemos en nuevos tiempos en la cuarta revolución industrial y que la tecnología ocupe los espacios, actualmente resulta inviable las clases virtuales por dejar por fuera a millones de estudiantes.

Por otro lado, en el caso de Venezuela, las clases que se ofrecen por la televisión estatal están contextualizadas en una mera repetición de contenidos, en una visión de la escuela conductista y positivista, sino que además se transmiten contenidos falsos y equivocados. Recientemente se hizo viral la clase que se transmitió desde el canal del Estado en el que la persona que fungía de docente decía que la Represa Hidroeléctrica del Guri es la que distribuye el agua a los hogares del país que una vez llegada a nuestras casas nosotres la convertíamos en potable, lo cual es absolutamente falso, o contenidos del área de matemática totalmente equivocados y con serios errores en los conceptos y procedimientos. Esto da cuenta de la pobreza educativa con la que se mueve el Ministerio de Educación y de la deficiente y mediocre formación docente en el contexto educativo actual.

 

¿Cuáles consideras que son las propuestas más importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

El primer paso para iniciar una transformación radical de la educación consiste en crear y facilitar mecanismos de debates y aportes entre todes les involucrades en el quehacer educativo para generar un debate profundo al respecto. Una suerte de constituyente democrática y amplia educativa en la podamos hacer aportes desde todos los sectores de la educación. Por supuesto, que el primer paso debe ser mejorar sustancialmente las condiciones materiales de existencia de los docentes, eso requiere de salarios que como mínimo cubra la canasta básica.

Lo otro es hacerse sentir desde las bases, desde quienes estamos al día a día en el aula y que los académicos de la educación muchas veces se olvidan que somos víctimas de la decadencia del sistema, no los causantes, sino la consecuencia directa de una educación que no está adecuada a los nuevos tiempos y que deja por fuera a quienes diariamente se ven las caras con les niñes y jóvenes. Entrar en un gran debate mundial sobre el tema de la educación en el momento de lo que algunes denominan la cuarta revolución industrial ¿Qué pensamos? ¿Qué aportamos para la transformación educativa? ¿Qué enseñanzas nos deja el Covid-19 en el contexto educativo? ¿Para qué educamos? ¿Cómo aportamos desde una perspectiva de clase y anticapitalista a la transformación radical de la educación? ¿Qué debates atraviesan a les juventudes actualmente? ¿Qué decimos ante la privatización de la educación?

Pienso que se debe tejer una relación mundial que comience por interconectar luchas concretas: salarios para les docentes que cubran las necesidades materiales, intelectuales y sociales de les docentes a nivel internacional. La creación de un espacio de les docentes que sea internacional desde una perspectiva de clase y anticapitalista, es un debate mundial que nos debemos y que tenemos que llevar adelante con resoluciones que podamos cumplir desde nuestra autonomía, que está seriamente amenazada con la virtualización. Hacer un gran movimiento pedagógico global es el desafío que debemos afrontar hoy.

 

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Joan Subirats: «Hasta que no seamos inmunes al virus no recuperaremos el uso del espacio público»

Por

Joan Subirats, catedrático de ciencias políticas en la UAB, comisionado de Cultura en el Ayuntamiento de Barcelona y sexto teniente de alcalde, ​​plantea la crisis del coronavirus como una antesala que abre un escenario de riesgos y posibilidades. El peligro de ceder nuestra intimidad en pro del bien común y acabar cediendo a lógicas controladoras y totalitarias se contrapone a la oportunidad de implementar las redes de solidaridad.

Sea como sea, sin embargo, la salida de la crisis, Subirats asegura que «no es tan fácil volver a la normalidad» y, es más, considera que «quizás tampoco queramos volver a ella». ¿Cómo serán las ciudades cuando podamos salir de casa en la nueva normalidad? ¿Tendremos miedo unos de otros y primará el miedo al contagio antes que el contacto? Si no se pueden retomar los espacios públicos y no se pueden hacer manifestaciones, ¿cómo será la protesta? Hablamos de cómo será, al fin y al cabo, nuestro trato con la ciudad, con el otro, después de la pandemia

Hace unas semanas publicó un artículo en Ctxt en que citaba a Boaventura de Sousa Santos, quien decía que la normalidad era una crisis permanente. ¿Cómo cree que esta pandemia ha evidenciado que nuestra normalidad era, precisamente, una excepcionalidad?

Boaventura dice que llevamos mucho tiempo en crisis, pero el concepto crisis tiene un problema y es que da la sensación de ser coyuntural. Una crisis es como si tuvieras, nunca mejor dicho, una gripe: la tienes durante un tiempo y luego la superas. Pero la organización mundial que impera actualmente fue gestada en 2008, desde el discurso de que la superación de la crisis lo justificaba todo. Justificó los recortes en sanidad pública, la precariedad laboral o los problemas de vivienda. Ya lo dice Naomi Klein en La doctrina del shock: normalizamos cosas que de normal no tienen nada.

Es ahora, que sufrimos una crisis de otra magnitud, que hablamos de emergencia y de peligro vital. Esto lo encontramos excepcional, pero no ha sido hasta esta excepcionalidad que hemos redescubierto cosas que habíamos perdido durante la ‘normalidad’ anterior. Hemos redescubierto el tiempo, la importancia de servicios y actividades en el hogar, la salud y la vida en relación al trabajo. La normalidad debería ser más segura, pero ahora nos damos cuenta de que estábamos rodeados de riesgos. Hoy, en esta excepcionalidad, aparentemente deberíamos estar inseguros, pero resulta que hemos recuperado seguridades que habíamos perdido.

El hecho de recuperar seguridades, que entiendo que excluye a las personas enfermas, depende mucho de las condiciones en que se viva esta excepcionalidad.

Evidentemente, las desigualdades siguen existiendo.

Darnos cuenta de ello, no significa necesariamente remediarlo. En 2008 se tiró de soluciones cortoplacistas. ¿Cree que habremos aprendido algo?

La crisis del 2008 no tuvo el nivel de esta. Fue muy grande y tuvo muchos efectos, pero no tuvo tanto impacto sobre la cotidianidad. Esto nos está haciendo redescubrir, más que entonces, el poder de la articulación comunitaria. Repensamos cosas que no tuvimos tiempo de repensar en 2008, porque impacta mucho más en los hábitos y modos de vivir y relacionarnos.

Existe el riesgo de hacer como en 2008 y volver al business as usual, reafirmando las desigualdades de los que más sufrieron la crisis, rescatando a los bancos y recuperando el sistema económico de la manera más ortodoxa posible. Pero creo que no pasará. De aquella crisis surgieron movimientos globales como el 15M o el Occupy Wall Street, de los que extrajimos aprendizajes que quizás nos permitan resolver esta crisis de manera diferente.

De 2008 surgieron movimientos globales como el 15M o el Occupy Wall Street, de los que extrajimos aprendizajes que quizás nos permitan resolver esta diferente

La crisis ayuda a evidenciar desigualdades e inseguridades, como la precariedad laboral, la crisis habitacional o la violencia de género. Pero, para un cierto estrato social, este confinamiento no ha supuesto sólo ponerlas de relieve, sino convivir con ellas 24 horas al día, 7 días a la semana.

Es evidente que la desigualdad juega un papel en los efectos de esta crisis. Se ve, no sólo en las condiciones físicas o materiales con las que la gente es capaz de subsistir, sino también en la distribución de los contagios. No es verdad que el virus sea democrático.

Por eso no será tan fácil volver a la normalidad y, además, la pandemia nos deja la reflexión de que no queremos volver a la normalidad. Después de las grandes crisis nunca se vuelve a lo que había antes: después del 11S vimos un cambio brutal en la seguridad del mundo y, ahora, es posible que se incorporen medidas de control tecnológico de la población. Se nos plantean peligros y oportunidades y que la salida sea mejor o peor dependerá de la atención que prestemos a los más perjudicados. Podemos acabar en un escenario con un control brutal de la conducta o en otro en que se haya recuperado la importancia de la red.

¿Corremos el riesgo de ceder los datos sobre nuestra intimidad de manera voluntaria, en pro del bien común?

Es una posibilidad. Las aplicaciones móviles que han creado la Generalitat y el Gobierno son apps en las que, de manera voluntaria, explicas cómo te encuentras. Puede parecer evidente que ahora hay que hacerlo, ya que contribuye sólo a tener más controlada la salud pública. Pero, a la vez, no sabemos si estos datos pueden ser usados de manera negativa.

En China, por ejemplo, cuando una persona en un vagón de tren tiene unos niveles de temperatura altos, que se detectan a través de un sensor, se avisa a los teléfonos de todos los pasajeros. Esto se puede ver como una intromisión brutal, pero también es una garantía para la salud pública. Es lo que Focault denominaba biopolítica, la capacidad de control. Normalmente no cederíamos tan fácilmente nuestra intimidad, pero cuando hablamos de salud, la cosa cambia.

Lo que no podemos hacer es dejar de politizar el debate, es un error pensar que estamos ante un problema estrictamente técnico o científico. Y cuando digo politizar no quiero decir hablar sobre si lo hace mejor Junts per Catalunya, el PP o el PSOE. Quiero decir discutir sobre quién gana y quién pierde con cada decisión, cuáles son los costes y los beneficios y cómo se distribuyen. Que no hay nada neutral.

No podemos dejar de politizar el debate, es un error pensar que estamos ante un problema estrictamente técnico o científico

¿Cómo cree que nos relacionaremos, una vez acabe el contagio? Ahora que hablaba del vagón en China, ¿cree que mandará el miedo al contagio? Y si es así,¿ esto podría aumentar las desigualdades y discriminaciones sociales?

Históricamente esto ya ha pasado: el barrio judío de Barcelona se destruyó en el siglo XIV porque corrió la voz de que la peste se había originado allí. En la India existe el rumor de que una buena parte de la pandemia nació en una mezquita y, con todo el conflicto que hay entre hindúes y musulmanes, esto es un barril de pólvora. En estas situaciones, buscar un culpable es sencillo y eso se notará a la larga. Nos costará volver a salir al espacio público para celebraciones multitudinarias. Hasta que no seamos inmunes al virus o haya una buena parte de la población con inmunidad adquirida, no recuperaremos la normalidad del uso de los espacios.

Es un aspecto del desconfinamiento que deberá ser regulado, sobre todo teniendo en cuenta las ganas que tenemos de recuperar el contacto. Será una decisión científica, médica y política, que deberá buscar la manera en que no acabe repercutiendo más sobre unos que sobre otros. Y aquí, la vuelta a la escuela también tendrá un papel importantísimo.

¿Las diferencias en el acceso a la tecnología y el tiempo y capacidad que tienen las familias para acompañar a los niños en el estudio durante el confinamiento generarán desigualdades que perdurarán en la vida académica de los niños y niñas?

Sabemos que el grado de éxito educativo depende de la formación de las familias. Es una variable importante, así como la disponibilidad de aparatos tecnológicos. Y habrá que continuar con estos debates en el futuro, ya que se deberá reforzar el equipamiento tecnológico de la sociedad cuando salgamos de esta pandemia. Al igual que en el siglo XIX se hicieron redes de saneamiento y alcantarillado, mañana se requerirá una red abierta para la ciudadanía, democrática, y no controlada de manera privativa.

En cuanto a los efectos que tendrá la pandemia en los niños, dependerán de nuestra capacidad de trabajar durante los meses posteriores. El verano será un escenario importantísimo: las colonias y los centros recreativos pueden ser una gran herramienta para eliminar los efectos de la pandemia y las dificultades que se hayan adquirido estos meses. Ahora bien, habrá que garantizar un acceso democrático de la mano de ayudas públicas. El ocio será un elemento central para reducir los efectos de la pandemia.

Los centros recreativos y el ocio durante el verano serán importantes para eliminar los efectos de la pandemia sobre los niños

Durante estos meses, parece que la situación ha cambiado pero los contenidos y la manera de estudiar se ha mantenido. ¿Cree que es momento para replantear metodologías pedagógicas?

La crisis actual pone más de relieve esta necesidad, pero ya hace tiempo que tenemos un problema en el sistema educativo. Hay que introducir más elementos artísticos, experimentales, propios de una lógica que no se base en la reproducción del conocimiento. Hay un gran desajuste entre el cambio de época que vivimos, llena de incertidumbres, y los currículos escolares. Necesitamos incorporar estas palabras mágicas, como la creatividad, la innovación o la emprendeduría para educar personas que sean flexibles en épocas cambiantes, como la nuestra. Y eso, la Covid-19 nos lo demuestra.

Habla de la necesidad de introducir más arte y cultura a la educación. Precisamente la cultura tiene un papel relevante durante este confinamiento. Estamos acostumbrados a consumir cultura gratis y estos días se está demostrando cuán vulnerable es el sector. ¿Es momento para dar más voz a la cultura?

La situación lo requiere. La cultura es determinante en el momento que vivimos, pero a la vez vive en una precariedad crónica. Hemos asumido una cultura de acceso libre que no tiene en cuenta la supervivencia de los creadores. Hay que poner de relieve la importancia de la subsistencia económica de la cultura, no sólo en términos de presupuestos: debemos asumir que vale un precio que hay que pagar.

Pero lo que está claro es que es un sector que saldrá muy tocado de esta crisis. Todavía ahora no tenemos claro cuál es el futuro de grandes eventos como festivales o fiestas. Tenemos Sant Jordi aplazado hasta junio. Y se nos viene la duda acerca de cómo celebrar grandes fiestas como el Grec, la Mercè o, incluso, fin de año. Somos muy conscientes de que los efectos del coronavirus se prolongarán en el tiempo y tenemos que encontrar el equilibrio entre la necesidad de recuperar el pulso de ciudad y los requerimientos sanitarios: entre la salud y el disfrute.

La cultura es determinante en el momento que vivimos, pero a la vez vive en una precariedad crónica: debemos asumir que vale un precio que se debe pagar

Recuperar los espacios públicos es recuperar la soberanía como ciudadanía. Al principio de la entrevista hablaba de los aprendizajes de la crisis del 2008, a través del 15M o el Occupy Wall Street. Ambos basados en la movilización. Si en un futuro cercano se imposibilitan las manifestaciones o la movilización, ¿cómo será la protesta?

En todo el mundo padecemos la misma excepcionalidad y creo que se generarán procesos de cooperación y aprendizajes globales cruzados. Esto se dio en 2008 con el Ocuppy y creo que se volverá a dar, aunque no de forma física. Las redes serán un elemento importantísimo, pero la movilización en la calle se seguirá dando y tendremos que valorar los riesgos. Volvemos a lo que hablábamos antes: en momentos de incertidumbre existe el riesgo de que se valore la seguridad y la salud pública por encima de todo; puede que las lógicas autoritarias aprovechen esta incertidumbre para delimitar las posibilidades de la protesta.

Estos días se da el debate sobre la presencia del ejército en las calles. Por un lado la imagen violenta y de gasto público asociado a los militares y por otra las tareas de desinfección de la UME. ¿Qué pesa más?

Hay que pensar en la capacidad de aprovechamiento político que unos y otros puedan hacer de este debate. Pero creo que ahora lo que corresponde es aprovechar todos los recursos disponibles para hacer frente a una situación excepcional que puede superarnos. En este sentido, me sorprende la politización de este debate, que nos distrae de los verdaderos objetivos de estos días.

Esto, sin embargo, no significa ser naif y que nos dé igual de dónde venga la ayuda y quién nos la ofrezca. No comparto la retórica militarista a las ruedas de prensa y no simpatizo con cómo la monarquía se aprovecha de la situación para intentar salir de la situación patética en la que está. Pero son detalles relativamente pequeños en relación a la dimensión del problema. Es absurdo que haya buques hospital militares o dispositivos de desinfección y que no los usemos. Y eso no justifica la existencia del ejército.

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Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/04/17/hasta-que-no-seamos-inmunes-al-virus-no-recuperaremos-el-uso-del-espacio-publico/

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Clara Grima, investigadora y divulgadora científica española: «Soy doctora en matemáticas y no sé dividir con tres cifras ni sé calcular a mano una raíz cuadrada»

Por BBC

Clara Grima recuerda el momento exacto en que decidió ya no solo investigar y ser docente universitaria de matemáticas, sino también hacer divulgación científica.

Era 2011 y su hijo pequeño, Ventura, que entonces tenía 6 años, le preguntó qué era el símbolo que tenía en su camiseta: «¿Eso es una mesa o una portería de fútbol?».

No era ni una cosa ni la otra. Se trataba de un número: pi.

La conversación terminó con Ventura concluyendo que «el infinito es un invento de los matemáticos para cuando se cansan de contar».

Desde aquel entonces, la española no solo se dedica a escribir investigaciones, sino también libros de divulgación para niños y adultos.

Su último libro, «¡Que las matemáticas te acompañen!» (Ariel, 2018), muestra una variedad de situaciones cotidianas donde es posible encontrar las matemáticas, desde las vacunas hasta Facebook.

Antes del Hay Festival Cartagena 2020, Grima habló con BBC Mundo sobre las matemáticas como un juego cuyas reglas a veces se inventan y a veces aparecen en los lugares más inesperados.

En «¡Qué las matemáticas te acompañen!» dices (y demuestras) que las matemáticas son un juego, que solo hay que «aprender las reglas y jugar». ¿Por qué crees que esta noción lúdica no es la más extendida?

Por mucho que me duela, debo admitir que la matemática sigue teniendo esa leyenda negra o esa mala fama que no le corresponde.

Soy investigadora y profesora universitaria desde 1995 y empecé a divulgar a partir de 2011, cuando por culpa o gracias a mis hijos -depende de cuán cansada esté, cuál expresión uso- empecé a hablar de matemáticas con niños.

Así conocí niños de 5 o 6 años que me decían: «A mí no me gusta la matemática». Y yo siempre respondo lo mismo digo: «¿Tú qué sabes si no lo has probado?».

Entonces me di cuenta que los niños aprenden a odiar las matemáticas antes de estudiar matemáticas, porque está en el ambiente, en la sociedad. Es simpático o guay jactarse o presumir de que no se dominan las matemáticas. Lo hacen algunos famosos en la televisión o algunos youtubers. Y esto va calando.

Pero este no es tu caso: a ti siempre te gustaron las matemáticas y hasta dices que te han «moldeado»

Pues sí, las matemáticas me encantan desde pequeñita. Para mí eran un juego, eran como un misterio. Me acuerdo perfectamente de la primera vez que resolví una ecuación del tipo x+2=4. Recuerdo estar dando gritos en la clase: «¡Qué chulo! ¡He descubierto algo!».

Pero la verdad es que quería ser filósofa porque también me gusta escribir. Y fue precisamente mi profesor de filosofía el que me dijo que estudiara matemáticas porque lo hacía bien y porque conseguiría trabajo antes. Y desgraciadamente tenía toda la razón.

Lo primero que me dieron las matemáticas fueron una cura de humildad: mi orgullo y mi ego fueron arrastrados por el fango de una manera cruel, porque no era tan buena como creía.

Luego descubrí la belleza de las matemáticas y aprendí una forma diferente de ver el mundo que me apasionó.

Ya a nivel personal, haciendo mi tesis doctoral, descubrí los grafos y al cabo de poco tiempo me casé con mi director de tesis. Luego nacieron mis hijos y ellos mismos, con su conversación, volvieron a darle un vuelco a mi vida y empecé la divulgación.

Ahora doy charlas y tengo libros, con lo cual aquello de ser escritora a lo que en algún sentido renuncié por ser matemática ha vuelto de otra manera. No escribo novelas ni ensayos filosóficos, pero escribo sobre matemáticas.

Como investigadora trabajas en teoría de grafos, algo que recién mencionabas y que aparece en muchos capítulos de «¡Qué las matemáticas te acompañen!». ¿Podrías explicar de forma simple qué es un grafo?

Un grafo es un objeto matemático que está formado por dos conjuntos de elementos: un conjunto son unos puntitos, que pueden representar personas u objetos, y el otro conjunto son rayitas o líneas, que unen a estos puntitos de dos en dos.

Podemos poner como ejemplo Facebook. Pues cada uno de los usuarios seríamos un puntito y dos usuarios que somos amigos en Facebook apareceríamos unidos con una rayita. Eso nos daría un dibujo: eso es un grafo.

En este caso es un grafo muy grande, porque Facebook tiene en el orden de 1.600 millones de usuarios.

Pero hay grafos más chicos. Por ejemplo, en la charla en (el Hay de) Cartagena, pues cada punto sería cada una de las personas que asisten y unimos con aristas, o sea con rayitas, a dos de ellos si se conocían de antes. Esto te da una imagen de las relaciones sociales en ese lugar.

Derechos de autor de la imagen Andrew Beveridge y Jie Shan
Image caption El grafo de las relaciones entre los personajes de «Tormenta de espadas», uno de los libros que componen la saga en que se basó la exitosa serie de TV «Game of Thrones».

En el libro usas los grafos para explicar desde la serie Game of Thrones hasta campañas de vacunación. ¿Por qué, si es una teoría tan útil, no se suele enseñar en la educación básica?

Yo me llegué a hacer licenciada en matemáticas sin haber visto un grafo.

Pero cuando empecé a divulgar, muy rápidamente empecé a hablar de grafos un poco por defecto profesional. Y me di cuenta que es una herramienta muy útil, que permite modelar problemas de matemáticas de una forma muy eficiente y resolverlos sin los tediosos cálculos a los que obligan a los niños a hacer todo el rato.

Lo que prima en la resolución de problemas usando grafos es el instinto y la lógica, no la capacidad para hacer cálculos que, francamente, es aburrido y no sirve para nada. Lo hace mejor la máquina.

Para mí, la lavadora lava mejor, un coche va a una velocidad que yo no voy a conseguir nunca y una calculadora, calcula mucho más rápido que yo.

Soy doctora en matemáticas y no sé dividir con tres cifras ni sé calcular a mano una raíz cuadrada.

Lo bonito de la matemática es pensar, es hacer una cosa que las máquinas no saben hacer.

También sueles usar el concepto de persona«anumérica«. ¿Qué significa y qué peligros conlleva?

El término «anumerismo» lo acuñó Douglas Hofstadter y lo popularizó John Allen Paulos con su libro «El hombre anumérico»

Lo que viene a significar es un analfabetismo de conceptos básicos en matemáticas -no saber calcular un tanto por ciento, no entender una gráfica-, lo que tiene varios niveles de peligro.

Por ejemplo, en España es tradición comprar la Lotería de Navidad. Hay gente que hace colas para comprar en una determinado lugar porque creen que tienen más probabilidad de ganar ahí. Ese es un claro caso de anumerismo que se da todos los años en este país. Pero bueno, solo pierdes tu tiempo, no afecta tu vida.

Pero si te engañan en el banco con algún producto financiero o para acceder a algún puesto de trabajo, la cosa ya empieza a ser más grave.

¿Y qué hay del «espejismo de la mayoría» y cómo esto se ha agravado con las redes sociales?

Es una forma un poco más compleja de ser anumérico.

Es lo que llaman «la burbuja», que sucede cuando estás en un cierto grupo social, que puede ser real o virtual. Lo que pasa es que ahora las redes sociales tienen una potencia de transmisión de noticias falsas o de bulos muy grande.

El problema es que es muy difícil salir de este anumerismo y nos afecta a todos. Salir de tu burbuja de información es un esfuerzo personal que tenemos que hacer cada uno.

Y luego, por otra parte, lo que nos enseña es que tenemos que ser empáticos. Es muy fácil decir que un grupo al que tú no pertenece toma decisiones estúpidas. Pero es que a lo mejor no lo ven porque están afectados por ese espejismo.

Por eso la mejor forma de conseguir que una persona salga de su burbuja es con datos y con la empatía.

¿Cuál es la pregunta matemática que más te hacen los niños?

Cuando digo que soy investigadora de matemáticas, me dicen: «Pero, ¿qué tienes que descubrir? Si ya se sabe que 2+2 es 4». Pues, muchas cosas, porque la matemática va más allá de la aritmética.

De hecho, falta cada vez más porque cada descubrimiento que se hace es como una puerta que se abre y lo que hay detrás de la puerta es un pasillo enorme, casi infinito, lleno de puertas cerradas, que hay que volver a abrir, porque el conocimiento se expande.

Raquel García Ulldemolins
Cuando digo que soy investigadora de matemáticas, me dicen: ‘Pero, ¿qué tienes que descubrir? Si ya se sabe que 2+2 es 4’. Pues, muchas cosas»
 

¿Eso quiere decir que, en el debate de si las matemáticas se descubren o se inventan, apoyas la primera opción?

Yo creo que mitad y mitad.

Hay una parte de la matemática que evidentemente es fruto de la abstracción de la mente humana y que es inventada.

Por ejemplo, cogemos unos números, unos grafos o unas funciones, que son los objetos con los que vamos a jugar, y nos inventamos las reglas del juego, que puede ser cómo se forman, cómo se multiplican, cómo se dividen… Luego, a partir de esas reglas y jugando, descubrimos qué propiedades tiene.

Y luego hay una parte de las matemáticas que las descubrimos mirando a la naturaleza.

Antes se pensaba que la única geometría que existía era la geometría euclídea, la que vemos todos, donde dos rectas paralelas no se van a cortar nunca. Pues un día alguien pensó: «Vamos a inventar una geometría que no sea así, donde las rectas paralelas, al final, se encuentran».

Lo que parecía en aquel momento una abstracción de la mente y una matemática inventada, luego llega (Albert) Einstein y nos explica el espacio tiempo, y resulta ser que el universo viene a dar la razón: era una matemática que estaba escondida.

De hecho, en 2018 fui parte de un grupo de investigación que descubrimos una forma geométrica que no se había visto, que se llama escutoide, y que tuvo un impacto brutal.

Fue una colaboración con biólogos celulares, que nos llamaron porque querían saber cómo describir la forma que tenían las células de los epitelios, que son los tejidos que recubren todos nuestros órganos. Cuando empezamos a describir la forma geométrica, nos dimos cuenta que era una forma que no existía.

Yo me puedo inventar una forma geométrica, pero esta no lo hemos inventado sino que, mirando a las células epiteliales, hemos descubierto que era una forma que se repite en todas ellas.

Así que muchas veces nos inventamos las matemáticas y otras veces las descubrimos mirando el universo. O, en este caso particular, mirando las glándulas salivares de la mosca de la fruta, que es menos romántico.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-51221504

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Entrevista a Silvio Schachter: «En esta pandemia, con la gente alejada forzosamente del consumismo desenfrenado, se descubre cuál es la esencia del sistema»

Entrevista/23 Abril 2020/Autor: Mario Hernández/rebelion.org

M.H.: ¿Qué nos podés decir de George Orwell y su obra 1984 escrita en 1947 y publicada en 1949?

S.S.: Podemos hablar tanto de su obra como de su vida. Participó en  la Guerra civil española, a la cual le dedico su libro Homenaje a Cataluña.  Fue permanente su actividad contra la guerra, y a favor de la paz. Escribió 10 libros entre ficción, poemas, crónicas y  ensayos,  los más conocidos son Rebelión en la Granja y 1984. Además escribió numerosos artículos, fue un excelente periodista, y quizás menos  conocida su producción poética.

George Orwell es un seudónimo, su verdadero nombre era Arthur Blair, lo cambió en 1933 cuando empezó a incursionar en el  periodismo, su padre era funcionario británico y no quería  traerle complicaciones con el contenido de sus notas.

Rescato mucho su coherencia, entre lo que pensaba y hacía. Su decisión a poner el cuerpo. En España recibió un balazo en el cuello. Muere muy joven, antes de los 50 años producto de una tuberculosis que comenzó en París, cuando escribe un libro que se llama Sin Blanca entre París y Londres, que cuenta cómo es la vida de los pobres en esas ciudades

M.H.: Algunas frases de él han perdurado  en el tiempo. Dicen que cuando su amigo Henry Miller, le pregunta ¿qué vas a hacer a España?, le responde “voy a matar fascistas porque alguien debe hacerlo”. Orwell había defendido a Miller tras la salida de Trópico de Cáncer, novela que fue censurada por el gobierno estadounidense.

Militó en el POUM ¿verdad?

S.S.: En España se incorpora a las milicias del POUM cuando llegó con una recomendación de un dirigente inglés. Después señalo que si hubiese conocido un poco más de la situación de España se hubiese sentido más cómodo militando en la CNT de posiciones anarquistas.

Desde allí se crea una dualidad de sus posiciones políticas, porque a Orwell lo reivindican los trotskistas y, al mismo tiempo, lo referencian los anarquistas. Formalmente no era ni un militante  trotskista, de hecho cuestionaba la forma orgánica de partido, ni tampoco era un anarquista en su percepción del pasado. Se acercó al trotskismo en su cuestionamiento hacia lo que pasaba en la URSS y, sobre todo, hacia el estalinismo. En España confrontó mucho con el Partido Comunista español y la posición soviética frente al conflicto en España.

M.H.: Leyendo un artículo de Le Monde Diplomatique lo califican de anarquista “tori”.

S.S.: Es una interpretación amañada de su posición de rescate de ciertos valores humanistas  que consideraba perdidos.

En 1984 cuándo Winston y Julia están por ser detenidos, porque el Gran Hermano los identifica como transgresores de las normas y subversivos, minutos antes de ser detenidos, lo intuyen y en la conversación surge la famosa frase “lo importante no es mantenerse vivo, sino mantenerse humano”.

Sobre 1984, esta novela distópica que describe  apocalípticamente el mundo después de una catástrofe, se ha escrito mucho y se le han dado muchas interpretaciones. La escribe en la inmediata posguerra, en plena Guerra fría. Según dicen fue Orwell quien usó por primera vez el término “Guerra fría”, así como la figura del “Gran Hermano” que sigue vigente, aunque ya no exista  formalmente el contexto para el cual lo pensó. Sus detractores de izquierda señalan,   lo cual es cierto, que el libro fue utilizado por sectores de derecha para hacer macartismo, para hacer una lectura maniquea, un anticomunismo ramplón, pues el texto es una crítica a la figura donde el Partido y el Estado son un todo que controla la voluntad y la vida de las personas.

Rebelión en la granja es claramente una crítica al estalinismo, aunque él dijo taxativamente que no quería el fin de la URRS, sino esclarecer lo que allí estaba sucediendo para favorecer a un cambio sustancial de esa realidad. Sobre 1984, justamente en 1984 se estrenó la película dirigida por Michael Radford  donde actúan John Hurt en el personaje central de Winston Smith y Richard Burton en el papel de O´Brien. Si bien el film es una síntesis de la trama de la novela, logra crear el clima opresivo que construyó Orwell en su obra.

Está muy bien que cada uno se cuide, pero no es suficiente, hay que tener una solidaridad colectiva

M.H.: Hoy en día esta crítica de Orwell al totalitarismo está más ligada a internet, el control de las masas, la inteligencia política. Ha cambiado el enfoque.

S.S.: Cuando escribe el libro estaba muy lejos de pensar hasta donde llegaría el capitalismo, los mecanismos de dominación cultural e ideológicos, de las nuevas formas vigilancia y control, pero la esencia del planteo, es de un súper poder que puede controlar las vidas, hoy a través de otros métodos.

En la novela es el cine y también la radio, los medios de masa en ese momento, los que se usan para disciplinar y generar consensos, para la represión incluida. Ahora con los mismos objetivos se agregan el consumismo, el individualismo, el hedonismo, la falta de solidaridad, la acumulación desmedida  de riqueza frente a millones que sufren hambre y que en estos días son los más vulnerables frente a la pandemia.

Estamos ante una situación que como en el cuento “El rey  desnudo”, de Hans Christian Andersen si algo ha demostrado esta pandemia es que la gente alejada forzosamente del efecto narcótico del consumismo desenfrenado, el  supuesto traje invisible para los tontos, se  descubre cuál es la esencia del sistema. Lo cual no significa que eso vaya a devenir ni en la destrucción del capitalismo ni en el advenimiento de una sociedad superadora.

Hay un debate muy intenso sobre el “día después” a pesar de que muchos lo consideran extemporáneo porque la pandemia está en pleno desarrollo y no se sabe cuándo va a terminar ni qué consecuencias traerá. Me parece pertinente dar esa discusión, porque cómo se actúe frente a la pandemia va a condicionar lo que pasará cuando se termine.

M.H.: Justamente ayer, entrevistando a César Hazaki, uno de los directores de la Revista y Editorial Topía, hacia el final se dio la situación donde César plantea que la salida de esta pandemia va a generar un mundo más ciborg, que es uno de sus temas. Y le pedí armar un intercambio de ideas para la próxima porque yo no estoy de acuerdo con eso.

Evidentemente hay muchas discusiones que se cruzan, por ejemplo, lo que tiene que ver con el fracaso de la Unión Europea. Un tema que se ha instalado muy fuertemente porque cada país hizo un sálvese quien pueda y a Italia lo terminan ayudando los chinos y los cubanos.

S.S.: Así es, también podemos utilizar lo que se denomina pensamiento “orwelliano”, un término que se utiliza para cuestionar el uso autoritario del poder político y del Estado para decidir sobre nuestras vidas, y para repudiar a personajes como Bolsonaro,  Trump o Boris Johnson; o incluso en referencia a quienes toman decisiones más acertadas pero  a las cuales se les sigue transfiriendo la decisión unidireccional para hacer y resolver.

En realidad ese tipo de confianza teológica, en un salvador, un infalible, sea cual fuere su capacidad y posición, es parte de una cultura política que también es responsable del actual cuadro de situación que no solo afecta a la humanidad sino a toda la naturaleza.

M.H.: Ahora se aclararon las aguas de Venecia, aparecieron patos, cisnes y peces.

S.S.: Sí. Eso muestra cierta capacidad resiliente de una parte de la naturaleza frente a la agresión. Todos esos temas que están dando vueltas, demuestran que no solamente han fracasado los partidos políticos y los Parlamentos para actuar y generar defensas ante este tipo de situaciones de catástrofe humana internacional, sino que los organismos internacionales   se han mostrado ineficaces y burocráticos para abordar estas situaciones. La propia OMS se ha transformado simplemente en un ente que da consejos, que no tiene capacidad de intervenir ni incidir. Lo mismo que otros organismos de las Naciones Unidas y entes regionales.

A pesar de la gravedad de la crisis humanitaria, los únicos que muestran actividad son las entidades financieras, más preocupadas por salvar al capital que a las personas. Quienes tendrían que actuar ante la contingencia a nivel mundial están paralizados. No solamente está en crisis la Unión Europea, hay muchas otras formas de pensar, actuar y ordenar el mundo que son puestas en crisis.

M.H.: Pero lo de la U.E. es impactante porque siempre nos vendieron esa idea y de pronto Francia se arregla como puede, Alemania y España también, cada uno hace su juego. No hay Unión Europea que valga. Ahí se demuestra que es fundamentalmente un proyecto financiero.

S.S.: Funciona dentro de la lógica de las finanzas, eficaces para hacer negocios. La mayoría de los gobiernos europeos tomaron tarde las medidas necesarias, a pesar de la experiencia china, porque en sus cabezas, como gobiernos de una clase social, estaba primero mantener el funcionamiento de la economía.

No hay ningún gobierno europeo que haya roto con ese esquema. El caso más brutal es el de Italia, de hecho hoy sigue siendo así, se calcula que en Italia hay 12 millones de trabajadores involucrados en la producción de cosas que no son imperiosas a pesar de lo cual siguen en sus puestos. Hoy hubo un paro en Airbus de España porque los están haciendo fabricar aviones, prevalece eso.

M.H.: Y acá tenemos las empresas de call center que dicen que son empresas de emergencia. Y hoy me llamaron de Visa para ofrecerme un plan nuevo.

S.S.: Mercado Libre sigue funcionando. Son los argumentos de Bolsonaro. El problema no es que piensan en la economía, sino que piensan en un tipo de economía que no debe seguir.

M.H.: O como Trump que decía que quería todo funcionando después de Semana Santa.

S.S.: Hay un fuerte  debate. Hay una parte del intercambio que se concentra, como debe ser, en el hoy, en el sistema de prevención y acción frente a la pandemia, que involucra a los trabajadores de la salud, a los sectores de la investigación que están en esta batalla contra el tiempo buscando la vacuna y medicamentos antivirales; y hay una parte del universo del pensamiento, de los intelectuales que reflexionan sobre el día después.

Algunos lo descalifican, diciendo que no es este el momento para hablar de estos temas, porque no sabemos aún cuándo y cómo va a terminar la pandemia. Pero insisto en que si bien no es perentorio, sí me parece pertinente porque ese debate debe orientar como actuar hoy porque conforme a qué queremos y cómo lo materializamos se condiciona lo que viene.

En ese cruce más que interesante  aparecen intelectuales como Agamben, que ve con preocupación y alerta acerca de cómo se usa la pandemia para dar forma a una nueva etapa de control político-social en el estado de excepción.

La posición de Slavo Zizek que dice que esto se va al demonio, que el capitalismo no podrá superar indemne esta crisis y en función de esa situación surge la posibilidad de un nuevo sistema pos-capitalista y un nuevo tipo de socialismo.

O la del surcoreano Chul Han, para quien no existe ninguna fuerza contraria al capitalismo, madura y con capacidad para dar una salida no reaccionaria, menos aún cuando la gente está encerrada respondiendo a un mecanismo de cuarentena medieval.

Hay muchos textos  interesantes, lo cual es positivo pues se ha puesto en cuestión lo dado y se vuelve pensar sobre el futuro. Lo principal ha vuelto a estar en el centro de la discusión y su devenir no está cerrado.

M.H.: Volvamos a Orwell. 1984 tuvo un éxito rápido.

S.S.: Rebelión en la granja estuvo prohibida durante un tiempo en Inglaterra, en EE UU fue difundida, pero también temían que se leyera  no solo como crítica al estalinismo sino a todas las formas de poder que se estaban dando en ese momento, durante la Guerra Fría.

Hace unos años atrás, apareció un informe de la inteligencia inglesa que dio a conocer que fue perseguido por los servicios de inteligencia británico durante 12 años hasta su muerte, por sus ideas y vínculos con organizaciones de izquierda.

Su vida no fue fácil. Pasó hambre, estuvo en la guerra, lo balearon, fue perseguido, censurado y vigilado estrechamente por los servicios de su país. A partir de eso rescato mucho su entereza, esa idea que aparece en 1984 que ser minoría o incluso ser una sola persona que piensa de manera diferente, no significa estar loco. Él reivindica ese derecho.

Ciertamente 1984 ha sido una novela exitosa a pesar que la interpretación más lineal la ve como la historia de un fracaso; porque la rebelión fracasa, Orwell incluso describe que la principal fuerza rebelde es inventada por el poder para tener una excusa para reprimir y controlar a la sociedad.

Pero lo que poca gente vio que lo que fracasa es la rebelión individual, por mas heroica, justa y apasionada que sea, no sirve. En estos tiempos, está muy bien que cada uno se cuide, pero no es suficiente, hay que tener una solidaridad colectiva, particularmente  con aquellos que son más vulnerables, no alcanza con quedarse en la casa, portarse bien y no salir. Ese mensaje de Orwell yo lo rescato para el día de hoy. Los grandes cambios y las grandes luchas se libran colectivamente, el romanticismo individualista, que puede ser una respuesta desesperada, no sirve.

Fuente: https://rebelion.org/en-esta-pandemia-con-la-gente-alejada-forzosamente-del-consumismo-desenfrenado-se-descubre-cual-es-la-esencia-del-sistema/

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Entrevista a Edna Bonilla la Secretaria de Educación de Bogotá : «Me preocupa la deserción escolar por la cuarentena»

Entrevista/23 Abril 2020/Autor y fuente: Semana.com

SEMANA Educación habló con la secretaria de Educación de Bogotá, Edna Bonilla, sobre lo que ha pasado y lo que viene con el estudio virtual en casa.

En Colombia, el número de jóvenes que no tienen clases presenciales a causa del coronavirus es de alrededor de 11 millones y según el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE), de la Pontificia Universidad Javeriana, el 96 % de los municipios del país no cuentan con herramientas para poder implementar lecciones virtuales.

Debido a este panorama, la implementación de la educación en casa ha sido todo un reto en las diferentes regiones del país. En el caso de Bogotá, no interrumpir el calendario escolar de más de 780 mil estudiantes de colegios públicos ha sido un reto para la alcaldía, dado que cada joven tiene un contexto completamente diferente, y algunos no tienen acceso a computador o internet.

Además, se debía buscar una estrategia para seguir dando la alimentación escolar, ya que muchos estudiantes y familias cuentan con que recibirán esta comida.

En diálogo con SEMANA Educación, la secretaria de Educación Edna Bonilla dio un balance de la implementación de la educación en casa y de lo que se avecina para los estudiantes de la capital.

SEMANA EDUCACIÓN (S.E.): ¿Por qué en Bogotá decidieron darle continuidad al calendario escolar a diferencia de todo el país que salió a vacaciones?

EDNA BONILLA (E.B.): En Bogotá actuamos muy rápido. Cuando el virus comenzó a llegar, en el país decidimos empezar a prepararnos junto con los maestros para una eventual cancelación de las clases presenciales. Al momento, gracias a la estrategia que adoptamos el 93 por ciento de los estudiantes no ha visto interrumpido su proceso pedagógico. Sin embargo, y a pesar de las estrategias que adoptamos, la calidad se va a ver afectada, pero es una decisión en la que prima la salud pública y se mantiene la jornada pedagógica utilizando los diferentes medios que tenemos, ya sea con el portal y los recursos que dispusimos en internet, franjas en televisión y radio, así como las guías físicas. Decidimos que lo mejor era mantener el calendario académico, aunque eso trajera consigo retos importantes como mantener la alimentación escolar y el hecho de que en las zonas rurales llevar a cabo la estrategia es más complicado.

S.E.: Ya cumplimos más de un mes sin clases presenciales, ¿cuál es el balance de la educación en casa y qué problemáticas han afrontado en materia de conectividad?

E.B.: Con la estrategia «Aprende en casa», que se complemente con radio, televisión e internet, hemos podido llegar a los estudiantes, a pesar de que algunos no tengan acceso a internet. Además, se ha hecho entrega de las guías físicas en los casos que ha sido necesario. Tenemos en este momento un reporte de 305 colegios vinculados a la estrategia. Más o menos el 37 por ciento de los niños no tiene acceso a internet en Bogotá y por eso se complementó con los diferentes canales. Esto no es educación virtual, aunque es un paso que estamos dando en ese camino.

S.E.: ¿Cómo será el calendario escolar en Bogotá por el resto del año?

E.B.: A diferencia de otras regiones, nosotros mantuvimos el mismo calendario escolar; por el momento seguiremos con la estrategia de clases no presenciales hasta el 31 de mayo y se evaluará dependiendo de cómo evolucione la situación.

S.E.: ¿Qué hacer para que esta situación no afecte de manera tan grave la calidad?

E.B.: Por esta situación habrá un impacto en calidad y en evaluación. La evaluación tiene que estar, pero tiene que cambiar y nos tenemos que preparar. Cuando regresemos a clases presenciales no podemos llegar como si aquí no hubiese pasado nada. Durante estas semanas los niños, niñas y jóvenes han hecho un gran esfuerzo por seguir con la jornada escolar. Se han presentado todas las situaciones. Algunos padres dicen que no les han dejado tareas, otros que les dejan en exceso. Tendremos que hacer un balance para que no repitamos contenidos que ya han hecho en casa con el modelo de tutoría. Sin embargo, en estos momentos, más allá de los retos en calidad, mi mayor preocupación es la deserción escolar que pueda generar la cuarentena. Tenemos que enfocarnos en que no nos abandonen los cursos.

S.E.: ¿Cómo ha sido la entrega de la alimentación escolar? Hace algunos días hubo quejas de aglomeraciones para redimir los bonos…

E.B.: Durante la primera semana de clases no presenciales se entregaron 646.832 complementos alimenticios a 187 mil estudiantes. Con el inicio de la cuarentena, definimos la entrega de bonos por 50 mil pesos para redimir únicamente en alimentos. Inicialmente definimos 93 establecimientos donde podían redimirlos. Cada persona tuvo asignada una hora para acercarse al supermercado. El problema fue que muchos no respetaron ese horario, lo que generó las aglomeraciones que vimos en redes sociales. En estos momentos ya hay 400 establecimientos donde las personas pueden cambiar el bono y la situación se ha normalizado.

S.E.: Es partidaria de que en las excepciones de la cuarentena se incluya una que permita que los niños salgan en algún momento del día, tal y como sucede en algunos países de Europa.

E.B.: La situación para los niños sin duda ha sido difícil. Aquí lo que toca es aceptar lo que las autoridades médicas reconocen y es que los niños también se enferman. Por eso debemos tomar las medidas preventivas necesarias. Cuando los expertos nos digan que los niños pueden ir saliendo, seremos los primeros en facilitarlo.

S.E.: ¿Qué tareas deja al sistema educativo esta pandemia?

E.B.: Tenemos que tener claro que esta situación a futuro va a dejar cosas positivas. La virtualización la veíamos como algo lejano, como algo a lo que en algún momento iba a llegar la educación. Ahora es una realidad. Con ello debemos mirar el rol de maestros, directivos y familias. Yo he insistido en que el colegio aporta entre el 30 y el 35 por ciento en la formación de un niño. El resto depende de las familias, que son a las que tenemos que acompañar el proceso formativo.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.semana.com/educacion/articulo/me-preocupa-la-desercion-escolar-que-pueda-generar-la-cuarentena/664762

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Rosa Cañadell: No se debe tampoco agobiar a los chicos y chicas ni a sus familias con demasiadas obligaciones escolares

Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina entrevistan en exclusiva para OV

Rosa Cañadell es Licenciada en Psicología y Magisterio. Profesora de secundaria durante más de veinte años y cuatro como directora de Instituto; además ha sido delegada sindical y Portavoz del sindicato USTEC•STEs (IAC) durante 8 años.

Ha publicación artículos en varios medios, tanto nacionales como internacionales: entre ellos, Cuadernos de Pedagogía, Perspectiva escolar, El Viejo Topo, Público, El Periódico, eldebat.cat, eldiario.es, El diario de la educación, Docencia, Rebelion.org, Universidade y Sociedade (Brasil), Latin American Perspective (EEUU), y otras. Autora del libro "Qué pasa con la educación?" (Ed. Viejo Topo 2013) y coautora de varios libros, el último de ellos "Educación pública: de tod@s para tod@s". Coautora del documental

"Educar es la mejor forma de luchar&quot sobre la educación en el MST de Brasil. Colabora en el Máster "Cooperación y Desarrollo" de la UB. Cofundadora del SIEC (Seminario Itaca de Educación crítica). Además de todo es una incansable activista social en defensa de la educación pública y, está vinculada a varios movimientos sociales. Forma parte de Socialimo21, del Comité de apoyo al MST de Barcelona, del Grupo Promotor de la #ilpeducacio, del SIEC.(Seminari Ítaca d'Educació crítica).

El amigo Marc Casanova había insistido en que sería muy bueno que conociéramos a Rosa. Nos acercó algunos de sus textos, los cuales leímos entre compromisos y reuniones. Leer a Rosa es como dialogar con alguien a quien hemos conocido toda la vida; las coincidencias de perspectiva son enormes. Pero las tareas habían hecho esquivo el encuentro. Un proyecto editorial con los compañeros de Viento Sur y de la editorial Sylone hizo posible trabajar juntos, lo cual agradezco especialmente. Ahora, en el marco de construcción de un espacio de diálogo y encuentros entre dirigentes sindicales del magisterio, pedagogos críticos y educadores populares de nuestramérica + Cataluña ha hecho posible el que trabajemos juntes. Esta entrevista coloca de manifiesto el pensamiento contestatario de Rosa y estamos seguro que será de mucha utilidad para los lectores del portal OVE

 

Rosa, cuéntanos un poco tu historia de vida, ¿Cómo llegaste a la educación crítica, a la lucha gremial, a las pedagogías críticas?

Yo estudié Magisterio y después me licencié en Psicología, la Universidad de Barcelona. Los primeros 5 años trabajé en un Hospital psiquiátrico. Más tarde colaboré en una guardería y trabajé dos años en una escuela especial de minusválidos físicos (parálisis cerebral). Finalmente, hice oposiciones y entré como Profesora de Secundaria en un Instituto público de Formación Profesional, en el que trabajé más de 20 años y fui directora 4 de ellos.

El Instituto en el que trabajé estaba situado en un barrio popular con alumnado bastante marginal. Mi asignatura era Formación Humanística y ética.

Allí, junto a otros compañeros y compañeras tomamos conciencia de lo importante que era para aquel alumnado que comprendieran el funcionamiento económico y político en el que estaban viviendo y las causas de la desigualdad social. Y empezamos a enfocar las clases de historia y de ética desde una perspectiva crítica y emancipadora.

Trabajamos el tema de la economía, nociones de marxismo, anarquismo, el capitalismo y el neoliberalismo, las relaciones desiguales norte-sur, el imperialismo, las luchas obreras, los derechos laborales y sociales, la desigualdad de género, el racismo, el nazismo… Así como tratamos que el alumnado se auto-organizara con los Delegados de clase y las asambleas, tanto para tratar temas que a ellos les interesaba como para decidir cuestiones como las huelgas y protestas que se convocaban. Fue una experiencia muy enriquecedora y que me aportó muchas razones para defender una educación pública crítica y transformadora.

Posteriormente pasé a trabajar en el sindicato de enseñantes de Cataluña USTEC (Unión sindical de trabajadores/as de la educación de Cataluña), de la que era afiliada desde hacía más de 20 años. Este sindicato era, y continúa siendo, mayoritario en la educación pública en Cataluña y tiene como principio básico la defensa de la educación pública y de sus trabajadores y trabajadoras.

Al cabo unos años fui nombrada portavoz del sindicato, por lo que mi trabajo consistía en hablar con los medios de comunicación, ir a debates televisivos y radiofónicos, escribir artículos, hacer declaraciones, etc. Fueron unos años de mucha lucha, pues en Cataluña se discutió una nueva Ley de Educación (LEC), que se aprobó en 2009 con la oposición de la mayoría de la comunidad educativa. Tuvieron lugar cuatro huelgas generales de educación y grandes manifestaciones en contra de esta ley, que consolidaba los principios más neoliberales en educación: privatización, direcciones empresariales, precariedad laboral, destrucción de la gestión democrática de los centros, autonomía de centros y competitividad entre ellos… todo ello unido a los posteriores recortes (con la excusa de la crisis), fue uno de los ataques más virulentos contra la educación pública en Cataluña.

En estos años, participé también, en dos Foros Sociales de Porto Alegre y en los Foros Sociales Europeos de Atenas, París, Londres y Turquía. En ellos organizamos un grupo de personas vinculadas con la educación de diversos países de Europa con los que discutíamos y publicábamos artículos sobre como el neoliberalismo iba penetrando en la educación (entre ellos estaba Nico Hirtt, Richard Hatcher y otros).

Finalmente, mi vinculación con MST del Brasil, me dio la posibilidad de conocer sus prácticas educativas en acampamentos, asentamientos, así como en la Escuela Nacional Florestan Fernandez, con lo que aprendí mucho de los compañeros y compañeras del MST, de sus luchas y de su filosofía y práctica educativa (En 2011 realicé un documental sobre ello: https://www.youtube.com/watch?v=eoinvZ0X9yg  “Educar es la mejor forma de luchar”)

 

Para ti ¿Cuáles son los elementos relevantes de la crisis del sistema educativo español en general y el de Cataluña en particular? 

Primero, hablemos de la Escuela neoliberal: desde finales de los años 90 la política educativa a nivel internacional se ha redefinido en virtud de las necesidades del capitalismo en su versión neoliberal. En muchos países de la UE, incluyendo el nuestro, la política educativa oficial se ha modificado con el objetivo de responder a la sociedad de mercado y a las necesidades del mundo financiero. La educación, así entendida, pasa a estar al servicio de la economía en su doble vertiente: por un lado, debe ser “adaptada” a las necesidades de las empresas y del mundo laboral y, por otro, debe ser “rentable”, o sea gestionada con criterios empresariales y ser susceptible de negocio privado

Segundo, está el tema de la privatización y la doble red educativa:  la privatización es uno de los objetivos de este asalto neoliberal a la educación. Su objetivo es doble: por un lado, disminuir el presupuesto público y por otro abrir el mercado educativo. Nuestro país es un buen alumno en los dos aspectos. La disminución de los presupuestos dedicados a educación ha llegado a límites de vergüenza: España es el sexto país de la UE con el menor gasto público destinado a Educación del conjunto de la UE, un 4% del PIB (un 3,2 % en Cataluña), frente al 5 % de media europea, a años luz de Dinamarca (6,9 %), Suecia (6,6 %), Finlandia (6,2%) o Portugal (6%).

Junto a la disminución del presupuesto público avanza la privatización. En nuestro país, ello se concreta con el aumento de los centros privados subvencionados con dinero público, con la progresiva externalización de los servicios (educación infantil, comedor, transporte, limpieza, evaluación, nuevas tecnologías, etc.) que están ya en manos de empresas privadas, con el aumento de las tasas en las Universidades públicas y con la creación de las Universidades privadas.

En España, la escuela concertada acoge a cerca de un millón de alumnos y alumnas y emplea a 130.000 profesores en 3.500 centros, con un presupuesto de dinero público destinado en 2017 de 6.179 millones de euros, distribuidos de manera desigual en los distintos territorios. La mayoría de los centros están situados en comunidades de renta alta o tradición “ideológica” de escuela privada. En cifras globales, estos centros acogen a uno de cada cuatro estudiantes en la enseñanza obligatoria (el 30% del alumnado en todo el Estado, 40 % en Cataluña y 58 % en la ciudad de Barcelona), cifras superadas únicamente por Bélgica en el número de alumnos matriculados.

Es de destacar que el 64% de las escuelas concertadas son directamente propiedad de la Iglesia o instituciones ligadas a ella y que algunas de ellas segregan por sexo, argumentando, además, que su labor es de verdadera ayuda al Estado.

La subvención de centros privados con dinero público (conciertos educativos) tiene efectos negativos parael conjunto del sistema educativo. Son socialmente segregadores, en tanto estratifican los centros educativos según el nivel económico de las familias y según el origen cultural creando una gran “fractura social”. Son económicamente injustos, ya que con el dinero de todos y todas se pagan los privilegios de los más privilegiados. Son pedagógicamente negativos, ya que educar en la pluralidad, tanto ideológica como social,  está demostrado que aumenta la capacidad de aprendizaje y ayuda a socializar en valores comunes. Son también ideológicamente peligrosos, ya que dejamos la educación de casi la mitad de nuestros jóvenes, en manos de patronales religiosas, con valores conservadores y algunas claramente reaccionarias (como pueden ser las del Opus Dei).

Tercero está el tema del currículum: porque no se trata sólo privatizar, el modelo neoliberal necesita, además, controlar aquello que se enseña en las escuelas, y poner el currículum, la metodología y los valores al servicio de las necesidades del mundo financiero y empresarial.

Educación por competencias. Entre finales de 2007 y principios de 2008 comienza una reflexión sobre los «nuevos empleos» y las habilidades apropiadas para estos puestos de trabajo. Se trata de definir las «competencias» que los empresarios necesitan de sus trabajadores. Así aparecieron lo que se denomina «competencias básicas», que ya se están imponiendo como la «mejor forma de educar» dejando de lado los contenidos humanísticos, artísticos y filosóficos. Aparcando, de este modo, todo aprendizaje que vaya en el sentido de ampliar la cultura, estimular el espíritu crítico, fomentar la creatividad, el pensamiento libre, la capacidad de análisis de la realidad, la capacidad de transformar la sociedad…

Cuarto, las evaluaciones y el control: para imponer todo ello, han inventado otro mecanismo: la evaluación externa. Se trata de valorar el rendimiento educativo y comprobar los resultados de los alumnos en la adquisición de las Competencias básicas en diversos estudios y pruebas externas y, en especial, en los llamados informes PISA. Cuanto más se impone este sistema de medición, más se estrecha el cerco de lo que debe ser enseñado y aprendido, y más autonomía pierden los maestros. La libertad de cátedra es un fenómeno en peligro de extinción. Y la ideología que se transmite es la que conviene a los que detentan el poder.

Quinto, la gestión empresarial: otro de los mecanismos para poder implementar esta nueva tendencia neoliberal dentro de los centros educativos es la gestión de los centros públicos que cada vez es más autoritaria. Se debe reforzar la autoridad y las funciones de las direcciones para que puedan tomar decisiones en la gestión de los centros al margen del profesorado, de las asociaciones de padres y de los Consejos escolares. Es evidente que una gestión en la que las direcciones desempeñan funciones propias de la patronal (eligiendo al profesorado), supone avanzar hacia un modelo de gestión autoritaria que elimina la participación y la capacidad de decisión de la comunidad educativa y dificulta el trabajo en equipo que es, precisamente, la mejor garantía del buen funcionamiento de un centro educativo.

Sexto, todo el tema de la autonomía de los centros y los proyectos singulares: la autonomía de centro es otro de los nuevos «mantras» de la educación neoliberal con la que se pretende solucionar todos los problemas. De hecho, los centros educativos públicos siempre han gozado de una cierta autonomía, pero lo que ahora proponen nuestras administraciones educativas es muy distinto de lo que los centros necesitan e implica una nueva concepción de la educación pública, con consecuencias muy negativas. La más importante es el desmantelamiento del “sistema público” entendido como un todo, al pasar a considerar a cada uno de los centros educativos como una entidad independiente, con proyectos propios y bien diferenciados y en competencia unos con otros, lo cual implica la creación de centros públicos de distinta categoría. Un proceso que está aumentando la fragmentación social entre los centros públicos y que se suma a la ya existente entre públicos y privados concertados, imposibilitando, cada vez más, la igualdad de oportunidades que todo servicio público tiene la obligación de ofrecer.

Séptimo, la nueva innovación educativa: en realidad, la innovación (entendida como renovación pedagógica) dentro de los centros educativos ha existido siempre, entre otras cosas, porque constantemente hay cambios: el perfil del alumnado, el equipo directivo, las normativas, las nuevas tecnologías, los nuevos problemas, etcétera. Por lo tanto, siempre se ha de adaptar la tarea educativa a la realidad del aula. Pero el debate y las propuestas últimamente ya no salen de las aulas sino de organizaciones privadas, bancos y empresas, y se difunden en los medios de comunicación, en las charlas y las jornadas de formación.

La pregunta clave es: ¿estamos asistiendo a una verdadera “renovación pedagógica” que intenta mejorar la educación (pública) de nuestro país, o estamos disfrazando la innovación para implementar todo el decálogo neoliberal en educación?  ¿Estamos tratando de mejorar nuestras metodologías para dar una mejor, más global y más equitativa formación a nuestro alumnado, o estamos cambiando la educación actual para pasar a formar “futuros emprendedores de sí mismos “, para que todos nuestros jóvenes interioricen los principios de la sociedad neoliberal: individualismo, competitividad, libre mercado, con sus subsiguientes consecuencias: desigualdad, precariedad y pobreza?

Rosa ¿Cómo es la relación entre el gobierno y los gremios, especialmente con la USTEC-IAC?

Existe una relación administrativa, como manda la ley, en la que los asuntos relativos al profesorado deben discutirse con los sindicatos de la educación. Los resultados dependen, básicamente, de la correlación de fuerzas. Si hay mucha movilización es más fácil conseguir lo que propone nuestro sindicato, sino, normalmente no se logran los objetivos que USTEC se propone.

 

¿Consideras que la formación de los y las futuras maestras(os) se corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI? 

Según cual sea la concepción y los objetivos de la educación, la formación de los futuros maestros y maestras será de una forma u otra. Para mí, las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo 21 están íntimamente ligados a un cambio de rumbo en la sociedad. La educación, en tiempos de crisis, económica, social y ecológica, y con una sociedad cada vez más desigual e insolidaria, lo que se necesitaría es que la escuela tuviera una función emancipadora y de compensación de desigualdades. Esto implicaría que la formación del futuro profesorado se basara en contenidos, estrategias y metodologías encaminadas tanto a la emancipación personal de todos y cada uno de los alumnos y alumnas (cultura, valores, preparación intelectual y profesional) como a la mejora de sociedad (capacidad de analizar la sociedad y herramientas para mejorarla). Ello implicaría maestros y maestras bien formados desde la perspectiva intelectual, pedagógica, social y política, con capacidad de análisis y crítica, y con implicación social

Evidentemente no es ésta la dirección en la que se está formando a los futuros maestros y maestras.

 

¿Qué ha significado el Coronavirus en lo educativo? ¿Consideras que las medidas educativas tomadas en el marco de la pandemia afectan al derecho a la educación? 

La primera consecuencia ha sido el cierre de todos los centros educativos, desde el 14 de marzo. Ello ha significado un replanteamiento de lo que se debería hacer con la educación. Como no ha habido normas claras, cada centro y cada profesor/profesora ha desarrollado estrategias diferentes. Des de clase on-line, hasta sólo conversar y mantener el contacto con el alumnado. Una de las grandes dificultades es que un 30 % del alumnado no está en condiciones de seguir una educación on-line, o bien porque no tiene acceso a internet, no tiene los instrumentos para conectarse o no tiene unas condiciones de hábitat y familiares que se lo permitan. Esto ha hecho saltar todas las alarmas, ya que significaba aumentar la desigualdad educativa que existía antes de la pandemia.

En general, y nuestro sindicato así lo ha recomendado, la tesis más extendida es que no hay que dar contenidos nuevos, no se debe tampoco agobiar a los chicos y chicas ni a sus familias con demasiadas obligaciones escolares, y lo que sí es imprescindible es mantener el contacto (por teléfono, Tablet, video-conferencia, etc.) con todo el alumnado y dar soporte emocional, así como proponer actividades que refuercen sus conocimientos culturales, artísticos e intelectuales.

 

¿Cuáles consideras que son las propuestas más importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Si queremos revertir esta situación y volver a conquistar el derecho a una educación que haga posible la equidad social y una formación humana, técnica y profesional para todos los futuros ciudadanos y ciudadanas, debemos actuar en diferentes frentes:

La lucha por los recursos y los presupuestos. Se trata de recuperar unos presupuestos que hagan posible un buen funcionamiento de los centros públicos y unas condiciones dignas para el trabajo docente, así como la revalorización de la escuela pública por encima la privada, con la desaparición progresiva de los conciertos educativos y la segregación que esta doble red implica.

La lucha por el cambio de las leyes y la orientación del sistema educativo. Es fundamental situar la reivindicación de un determinado modelo de educación pública dentro de las reivindicaciones más globales. Hay que dejar bien claro que no se trata solamente de la defensa de más recursos, sino también de la defensa de un modelo de educación que se aleje del paradigma neoliberal. No es suficiente con ganar la batalla de los recursos, es necesario también ganar la batalla de las ideas.

La lucha y organización dentro de los centros educativos. Dentro del centro es importante recuperar el funcionamiento democrático y participativo, con decisiones conjuntas, tanto a nivel pedagógico, organizativo como reivindicativo

Nunca debemos olvidar que la escuela es tanto un espacio de transmisión de la ideología dominante, como un espacio de resistencia y confrontación, y que este espacio permite al profesorado dejar de ser fieles servidores de los grupos dominantes y trabajar por valores, contenidos y objetivos alternativos.

La denuncia del discurso dominante y la concienciación de las consecuencias futuras. Es imprescindible extender un discurso contra hegemónico que desvele los objetivos ocultos detrás de las nuevas innovaciones. Hace falta mucha pedagogía y mucho debate en torno a las nuevas propuestas, tanto entre el profesorado, como en la comunidad educativa en general. Es preciso denunciar el papel de las empresas y los bancos en la educación, denunciar las consecuencias negativas de la privatización.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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