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Entrevista a Elsa Punset: “Los hijos nos invitan, o más bien nos obligan, a revivir nuestra propia infancia”

Entrevista/Autora: Carolina García/Fuente: El país

La escritora estrena ‘BOBIBLU’, una colección de libros dirigidos a niños entre dos y cinco años. Para ella, la alegría es el faro de la niñez

Elsa Punset (Londres, 1964) se estrena con el público más joven. Su última colección BOBIBLU está dirigida a los niños de entre dos y cinco años. “He querido que sea un pequeño homenaje a todo lo que he aprendido con la infancia de mis hijos”, subraya la escritora. De esta manera, Punset ha pasado de indagar durante años cómo los adultos pueden vivir y convivir mejor, a adentrarse en el mundo de los más pequeños, de la niñez: “Es una etapa maravillosa, en la que crees que todo lo das tú, que estás siendo súper generoso, y con el paso de los años miras atrás y ves todo lo que ellos, tus hijos, te han enseñado a ti”. Punset explica cómo ha sido la experiencia de crear y convivir con esta entrañable colección.

PREGUNTA. ¿Qué tiene que tener, en su opinión, un libro dirigido a ellos?

RESPUESTA. En este caso, hablamos de niños entre dos y cinco años, más o menos. Y a esas edades, sabes que van a compartir sus lecturas con De Mamas & De Papas, y por tanto escribes pensando en toda la familia. ¡Yo le doy mucha importancia a ese aprendizaje conjunto! Y algo que padres e hijos pueden compartir fácilmente es el sentido del humor. Así que buscamos, cual aguja en un pajar, a un ilustrador capaz de arrancarle sonrisas y risas a mayores y pequeños, ¡y creo que nuestro ilustrador, el señor Sánchez, lo consigue! Así que recapitulando: BOBIBLU se dirige a la familia entera, porque esta es nuestra primera escuela de inteligencia emocional, y los hijos nos invitan, ¡o más bien nos obligan!, a revivir nuestra propia infancia, a plantearnos qué cosas quisiéramos mantener o cambiar, y a superarnos cada día para ser esos padres que todos merecemos.

P. ¿Qué le ha resultado lo más difícil y lo más gratificante de hacer esta colección?

R. ¡Disfruto tanto escribiendo para niños!… que me resulta difícil ponerles pegas o hablar de esfuerzo. He tenido la suerte, inmensa y por la que me siento muy agradecida, de vivir la infancia de mis peques con mucha alegría. Tuve una escuela maravillosa, la escuela Waldorf, que me ayudó a vivir los años de crianza como la aventura fértil que son. Y he intentado transmitir una parte de lo que aprendí: la importancia de la alegría, de dejar en la medida de lo posible las prisas y el estrés adulto a un lado, de mantener muy bajas nuestras expectativas adultas, y muy alta la confianza en que el niño tiene una sabiduría interior que le guía.

P. ¿Qué quiere que aprenda o reciba el lector?

R. Quisiera que la familia entera recuerde con BOBIBLU que la alegría es el faro y guía de una buena infancia. Y esa alegría la encontramos en cosas muy sencillas. Por ejemplo, en darnos un abrazo de seis segundos al despertar, en compartir un cuento cada noche, en ayudarnos con cariño, en hablar de lo que nos da miedo o nos duele, en pedir perdón cuando nos equivocamos… en sentirnos seguros y queridos en casa. ¡No hay nada más importante para una familia con niños pequeños! Claro que dedicamos mucho tiempo a la supervivencia física de nuestros hijos, pero no podemos abandonarlos en lo emocional. Somos los entrenadores emocionales de nuestros hijos, y que eso significa que aprenden no por lo que decimos, sino por lo que hacemos… así que tener hijos te obliga a ser mejor persona, a gestionar mejor cada reto cotidiano.

P. ¿Por qué las aventuras de un niño junto a un perro?

R. Yo siempre me inspiro en la realidad que me rodea, y en este caso, BOBIBLU está inspirado en Blu, un perro que necesitaba un hogar y que adoptamos, un poco a regañadientes al principio porque me preocupaba el tiempo que iba a requerir, y llegaba un poco traumado y sobreexcitado… pero me enterneció cómo se adaptó a vivir en casa y la amistad que tiene hoy en día con mi hija pequeña. Están siempre pegados el uno al otro, y de allí surgió la idea de tener a un niño Bobi con su querido perro Blu, al que todos llaman, por inseparables, Bobiblú.

P. ¿Las rutinas elegidas son comunes, tal vez quería enfocarse en ellas por esa relación entre los padres y los hijos que se da cuando las realizan?

R. Una de las pistas más sólidas que encontrará el lector en BOBIBLU es que los niños adoran tener sus pequeños rituales cotidianos para ir celebrando y aprendiendo a vivir y convivir. Se trata de acompañar las etapas del día con canciones y juegos, gestos divertidos que te ayudan a comprender y gestionar actos cotidianos como levantarse, lavarse, comer, jugar, celebrar, ir a dormir…

¡Los niños aprenden mejor buenos hábitos jugando! Y cada familia, (lo explico en la última página de pistas de cada libro), inventa sus propios rituales o hábitos en función de sus preferencias y creencias: canciones, oraciones, encender una luz especial, momentos de silencio, lecturas, etcétera… Aunque nuestros juegos, rituales o hábitos cotidianos puedan parecer pequeños, en realidad forman parte del tejido emocional de una familia, la unen y generan recuerdos imborrables.

Cuando tenemos estos hábitos, la convivencia es más sólida, todo se hace y se celebra mejor, y cuando las familias tienen momentos de estrés o dificultades, nuestros pequeños rituales siguen allí, manteniéndonos unidos y estables.

P. ¿Cómo pueden estas aventuras ayudar a los niños?

R. Si con BOBIBLU los padres y madres recuerdan -porque en el fondo, solo estoy recordando algo que todos sabemos, pero tal vez hemos olvidado o apartado- la importancia de la alegría en casa, y cómo podemos aprender buenos hábitos con nuestros pequeños rituales cotidianos… creo que estaremos ayudando mucho a nuestros niños y niñas.

P. ¿Y a los padres?

R. Lo mejor de una familia es que lo que hace felices a los unos debería servir también y hacer felices a los otros. Una familia es una unidad física y emocional, y es difícil que unos estén bien y otros mal. Por ello siempre recuerdo a los padres y madres que todos necesitamos encontrar nuestra parcela de felicidad en casa, que nadie debe sentirse sacrificado o infeliz por ayudar a los demás.

P. ¿Le gustaría añadir algo más?

R. Tal vez lo que decía mi admirada psiquiatra Elizabeth Kubler Ross: “tenemos que enseñar a nuestros hijos cada día a elegir entre el amor y el miedo. Y podemos hacerlo aprendiendo tanto a su lado, y disfrutando de esta aventura que es formar una familia y ayudarnos a vivir cada día”.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/11/06/mamas_papas/1573035579_552259.html

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Juan Naranjo, el docente de Secundaria que enseña Historia con ayuda de WhatsApp

Por: Educación 3.0.

Juan Naranjo (@JuanitoLibritos) es docente de Historia de España en el IES Las Lagunas de Mijas (Málaga) y recientemente su método para enseñar la Edad Media a sus estudiantes de Secundaria se ha vuelto viral: utilizar un grupo de WhatsApp. Con él hemos hablado de esta iniciativa, pero también de lo que supone (y significa) llevar las TIC al aula y de innovación educativa.

¿Cómo se le ocurrió la idea de crear un grupo de WhatsApp para enseñar a sus alumnos la Edad Media en España? 

Docente Juan Naranjo
Juan Naranjo, docente de Historia de España en el IES Las Lagunas de Mijas (Málaga)

Creo que es esencial para un docente estar al día de las tecnologías que usan sus estudiantes. Aunque esta es la primera vez que he utilizado WhatsApp como herramienta para repasar los contenidos de la asignatura de Historia de 2º de ESO, este alumnado ya está acostumbrado al empleo de las nuevas tecnologías con un fin académico. Hemos hecho concursos de fotografía sobre el paisaje mediterráneo, analizado la iconografía del arte egipcio a través del videoclip Dark Horse de Katy Perry, repasado los contenidos de la Prehistoria usando el gameplay de un videojuego (Far Cry Primal)… A ellos les encanta hacer actividades diversas y a mí me encanta diversificar los métodos.

¿Por qué este periodo de la Historia y no otro?

La iniciativa surgió en la propia clase. Se nos vino a la mente la idea de que en aquella época la Península Ibérica era constantemente invadida por pueblos que se convertían “en los nuevos administradores”. La imagen que relacionaba Historia Medieval con un grupo de WhatsApp me pareció muy poderosa y les propuse crear conversaciones ficticias en forma de guión que después pasamos a un grupo real de WhatsApp. Les apasiona todo lo que tenga que ver con las nuevas tecnologías y a mí me sirve para engancharles a mis asignaturas.

La imagen que relacionaba Historia Medieval con un grupo de WhatsApp me pareció muy poderosa y les propuse crear conversaciones ficticias en forma de guión

¿Utilizasteis alguna fuente más de información adicional?

Sí. En YouTube hay mucho material muy bien elaborado. El año pasado en 3º de ESO nos sirvió, por ejemplo, para trabajar la historia del feminismo o la historia del colectivo LGBT en la asignatura de Educación para la Ciudadanía. También el curso pasado utilizamos esta página para buscar canciones en las que pudiésemos encontrar rasgos machistas en letras de canciones o videoclips.

¿Cómo se desarrolló el proyecto?

Grupo de WhastApp Historia de España Juan NaranjoSe llevó a cabo a lo largo de dos clases y siempre durante el horario escolar. Primero repasando el temario, pues cada uno hizo su propia propuesta de guión para el grupo. Después se pusieron todas en común y seleccionamos cuales eran las frases que mejor podrían representar a cada reino. Tras esto, fue sólo cuestión de trasladarlo a un grupo de WhatsApp real, creado entre nosotros, e ir organizando cuando entraba y salía cada uno, como si de un teatro se tratase.

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar utilizando este método? ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención?

Lo mejor de esta actividad es cómo implica al alumnado: observar cómo los chicos aprenden sin darse cuenta, como si estuvieran jugando o haciendo algo fuera de las paredes del instituto. ¿Lo peor? Los fallos inherentes a la tecnología: siempre hay baterías que se acaban, señales de Wi-Fi que no llegan bien…

¿Por qué es importante apostar por la innovación?

Para mantener el espíritu innovador hay que estar siempre estudiando, investigando, estar al día de las nuevas tendencias y de las cosas que investigan otros docentes. Las técnicas que uso con mi alumnado siempre se están renovando según lo que voy descubriendo del campo de la pedagogía (una ciencia social extremadamente exhaustiva y compleja) y de ellos mismos. Una actividad sólo sorprende la primera vez: si la repites, se convierte en una tarea rutinaria. Ahora me estoy rompiendo la cabeza para ver la próxima innovación educativa que llevo a cabo en el aula con este grupo: los tiros van a ir por los juegos de rol.

Aprendo mucho por mi cuenta, en Internet, de las experiencias de otros profesores con intereses similares a los míos

Somos miles los docentes preocupados por la innovación y la calidad educativa. En mi centro todo el claustro se implica constantemente en proyectos que tratan de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje, la convivencia y el bienestar del alumnado. Además, nos estamos formando en los cursos ofrecidos por los CEP. Y también está el bagaje personal de cada uno (yo, por ejemplo, además de Licenciado en Historia del Arte, soy Maestro de Audición y Lenguaje, y Licenciado en Pedagogía, además de Máster en Teoría e Historia de la Educación) que intentamos verter en nuestra práctica cotidiana. Y también aprendo mucho por mi cuenta, en Internet, de las experiencias de otros profesores con intereses similares a los míos.

¿Han cambiado las necesidades de los estudiantes de ahora respecto a los de hace unos años?

Creo que hoy necesitan básicamente lo mismo que los de cualquier época: que se les escuche, que se les respete, que se les trate con cariño, que se trabaje codo con codo con ellos y que se esté atento a sus necesidades. La tecnología y la innovación educativa son sólo medios para conseguir eso.Juan Naranjo enseña movil

Aunque esta noticia haya saltado a la palestra, hay miles de profesores en centros de toda España que se estrujan el cerebro para intentar innovar, para hacer interesantes sus materias y para enganchar a su alumnado a la ciencia, el arte, las letras… Mi ejercicio de repaso mediante WhatsApp es sólo un ejemplo más de las miles de cosas que profesores de todo el país llevan a cabo cada día, a pesar de lo rígido del currículum, de la pérdida de poder adquisitivo y de la inestabilidad laboral (yo he llegado a trabajar en tres institutos en un mismo curso).

¿Y en el caso de los padres?

Hay que hacer un poco de labor pedagógica porque les choca que usemos el móvil en clase, mientras ellos intentan que sus hijos dependan menos de la tecnología. Siempre les intento explicar que los móviles son una realidad y que ya que están en los bolsillos de cada adolescente podemos luchar contra ellos o educarles para usarlos para cosas positivas.

Fuente de la entrevista: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/juan-naranjo-historia-espana-whatsapp/60340.html

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OVE Entrevista a Abdiel Rodríguez Reyes: » Lo que hay hoy en Panamá es una hibridez de jóvenes de capas medias y sectores populares protestando por distintos motivos»

Entrevista realizada a cargo de Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina, en exclusiva para el portal de los y las maestras “Otras Voces en Educación” (OVE)

Hoy le traemos la conversación que sostuvimos Abdiel Rodríguez Reyes, quien es profesor de la Universidad de Panamá, activista en el Polo Ciudadano y esta vinculado institucionalmente al Centro de Investigaciones de la Facultad de Humanidades.

  1. Abdiel, Panamá vive un momento de especial turbulencia con las propuestas de reforma constitucional. Explícanos que implicaciones tienen estas propuestas en la dinámica universitaria.

Se quiso reformar la Constitución en detrimento de la autonomía universitaria y su gestión pública. La comunidad universitaria viendo sus intereses inmediatos afectados protestó contra esas reformas, logrando que se derogaran los artículos referentes a la Universidad. Sin embargo, la comunidad universitaria no se debe limitar a esos artículos. Debe apostar por una nueva Constitución en la que participen todos y todas, desde abajo.  Sin duda estas reformas buscan un nuevo pacto social, en el mejor de los casos para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Pero estos cambios no van más allá de una matriz neoliberal. La postura política crítica del Polo Ciudadano, por ejemplo, es: ¡NO a las reformas por su carácter inconsulto e impopular!

 

  1. Y ¿Cuál es el nivel de organización de las resistencias a esta ofensiva neoliberal?

No podemos idealizar las protestas coyunturales. Lo que hay hoy es una hibridez de jóvenes de capas medias y sectores populares protestando por distintos motivos. El objetivo común es el rechazo a las reformas electorales. Los más visibles actores colectivos son los jóvenes. Pero eso puede cambiar si otros actores como los profesores, obreros o indígenas entran en la arena política. Los grupos estudiantiles de la Universidad de Panamá son una minoría en resistencia contra la ofensiva neoliberal y de hecho son los que se oponen a las reformas en ese sentido, los sectores de las capas medias no hacen énfasis en ese tipo de problemas, y otro tercer sector de estudiantes más allegados al Gobierno son más bien legitimadores, o como diría Marx (en el 18 Brumario…)“aventureros…y de equivoca procedencia”. Otros sectores como los aglutinados en el SUNTRACS y FRENADESO son quienes tienen un discurso más fuerte contra el neoliberalismo. Trataron de incursionar en los procesos electores pero sin ningún éxito.  En la coyuntura se manifiestan de forma intermitente.

 

  1. ¿Existe movimiento social en Panamá? ¿Cómo están organizados? ¿Qué expresa esta realidad?

El movimiento social en Panamá está diezmado, de hecho no tiene ningún partido político que exprese sus intereses en la Asamblea Nacional y eso es una gran debilidad del movimiento, tiene que ser autocrítico en ese sentido. Otros podrán decir que su arena política es la calle y no la Asamblea, eso también es válido. El movimiento social en Panamá no tiene la capacidad de articularse como movimiento potente, ni pasar de movimiento a partido. Lo que existe es cada vez más un número plural de pequeñas organizaciones que no se ponen de acuerdo entre sí. Los sectores con mayor potencia de movilización se caracterizan por el sectarismo y el liderazgo abyecto, cuando se rompa esa dominación de un sector sobre los otros, podremos empezar hablar propiamente de unidad del movimiento social.

 

  1. Abdiel, tú también eres un joven cientista social. ¿Cuál es el estado actual de las ciencias sociales panameñas?

Panamá está pasando por un momento interesante en cuanto a la gestión del conocimiento, eso incluye por supuesto a las ciencias sociales y a las humanidades también. Es interesante también cierto fetichismo de las instituciones a las ciencias naturales y al positivismo. En las ciencias sociales veo un sesgo hacia el positivista y el estructural funcionalismo, un poco al margen también vetas del pensamiento crítico que se abren espacios. Tenemos instituciones como la SENACYT que apenas empiezan abrir espacios para las ciencias sociales y menos aún para las humanidades. El Sistema Nacional de Investigación tiene un número muy limitados de científicos sociales y humanistas que no llega a los veinte, eso indica la primacía de las ciencias naturales, a eso nos referimos como el fetichismo. Hay un cierto mito en el cual toda investigación científica (de las ciencias naturales) nos lleva al progreso, pero si no lo pasamos por un prisma crítico y humanista no llegaremos a buen puerto.

 

  1. Desde tu perspectiva ¿cuál es el impacto de la revolución científico tecnológica en las ciencias sociales?

En nuestro contexto inmediato es muy ínfimo. No está impactando porque no comprendemos sus lógicas. Al menos no en mi campo de acción inmediato. Creo que deberíamos usar más las herramientas que nos brinda la cuarta revolución industrial, en particular la Big Data. Mi visión de la 4T es muy limitada, vinculada a mi campo inmediato de investigación y reflexión. Hay herramientas básicas como Trends o Ngram que nos brinda Google que no incorporamos en nuestros análisis, al menos no en lo habitual, estas nos podrían ayudar a tener una visión prospectiva y eso en el siglo XXI es fundamental. El acceso abierto a la información científica apenas es consultada, se está iniciando con las plataformas de revistas científicas e indexadas en OJS. Lo hacemos de forma artesanal.

Un aspecto importante sería pensar en una universidad (Universidad de Panamá) inteligente y autosostenible. Creo que existe el conocimiento para hacerlo, pero siempre es difícil su aplicación. Otro tema es la voluntad, pero si empezamos a discutir el tema por lo menos empezaría a estar en el ambiente. La 4T es un medio, tiene un aspecto comercial, pero podemos darle un giro y que el fin sea para el desarrollo pleno de la vida.

 

  1. Para culminar, nos gustaría que le dirigieras un mensaje a los y las jóvenes cientistas sociales de América Latina y el Caribe.

Estamos en una época de transición. Si hacemos un breve recuento de nuestros principales pensadores nos daremos cuenta que muchos están muertos, para mencionar a algunos y algunas: Rodolfo Stavenhagen, Immanuel Wallerstein y Marta Harnecker. Esa es una señal de cambio generacional y es un vacio que están dejando muy difícil de llenar.

Ante tanto bullicio debemos poner los pies sobre la tierra y hacernos cargo de nuestra realidad. Tanto desde el punto de vista práctico como teórico. Ya no podemos seguir reproduciendo la antinomia. Una cosa se complemente con la otra en un movimiento que da luces para un pensamiento crítico emancipador. Si no bregamos en esa dirección no somos la solución, más bien seríamos parte del problema.

Muchas gracias a Otras Voces en Educación

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Entrevista a Andrea Alliaud

Por: Andrea Alliaud.

Antes del lanzamiento del la 4ª edición de DECEDUCANDO, tuvimos las posibilidad de conversar con Andrea Alliaud acerca de las transformaciones en el oficio y la formación docente. 

Javier Lamónica: Tal vez uno de los conceptos pedagógicos más importantes en la obra de Kant, sea aquel que propone que el hombre es el único ser susceptible de educación, y que esa educación no puede ser recibida si no es a través de otros hombres. En este sentido, ¿cuál cree usted que es actualmente el sentido de educar?

Andrea Alliaud: Yo creo que tiene que ver fundamentalmente con una responsabilidad adulta que consiste en inscribir a las nuevas generaciones en una herencia y en un corpus cultural. Esta fue y es la tarea de educar y la de los educadores. Por otro lado, es una oportunidad que tenemos quienes educamos, y fundamentalmente quienes enseñamos, es decir, quienes lo hacemos de manera sistemática, de asegurar la formación de las nuevas generaciones. Esto quiere decir, abrir las múltiples e infinitas posibilidades para que los niños, los jóvenes y aún los adultos, se formen en un sentido trascendente respecto de sus orígenes, tanto familiares, como sociales y culturales. Esta tarea de trascendencia guarda para mí una importancia fundamental porque tiene una función emancipadora y liberadora. Así entendida, la tarea de educar tiene una doble responsabilidad, la de legar lo heredado para inscribir a los nuevos en la cultura y, a la vez, abrir la posibilidad para que las nuevas generaciones atraviesen este proceso formativo que implica, cuando acontece, una emancipación y liberación que permita hacer con lo heredado lo que uno decida.

J.L: ¿Y cuál cree que es la tarea de la escuela en estos dos procesos que describe?

A.A: En el caso de las escuelas estos procesos se dan de manera normada, sistemática y masiva. Si tomamos la primera de las dimensiones de las que hablamos antes, las escuela,  y los sistemas educativos en términos más amplios, decide qué porciones de la cultura transmitir de acuerdo a ciertas edades y ciclos de vida. No es lo que cada uno hace particularmente sino que la escuela tiene la pretensión de llegar a todos y todas a través de un legado “común”. En cuanto al carácter emancipador de la educación, creo que la escuela tiene mucho para aportar, porque si bien la formación y el aprendizaje dependen, en parte, de una decisión individual, no podemos dejar a los niños y a los jóvenes solos, sino que como adultos tenemos la responsabilidad de guiarlos e interesarlos, no sólo para que estén ahí, sino para que deseen tomar aquello que tenemos para ofrecerles. Creo que la enseñanza (nuestras enseñanzas) tendría que poder convocarlos, seducirlos y acompañarlos en este proceso de acceder a lo nuevo, que nunca es un recorrido fácil. Me parece que este es el desafío fundamental que tenemos como adultos.

J.L: En su investigación sobre las biografías escolares en el desempeño profesional de los docentes noveles (2004) plantea, entre otras cuestiones, que la tarea docente es percibida como una actividad que requiere grandeza y para la cual no se sienten suficientemente preparados. A pesar de ello, los docentes novatos parecen asumir individualmente la responsabilidad por la educación de los alumnos. Son ellos, desamparados por el Estado, quienes se harían cargo de este gran proyecto educativo, asumiendo como propios los éxitos y los fracasos. Oponiéndose al desinterés que atribuyen a los docentes más experimentados, los noveles docentes parecen dispuestos a aceptar el gran desafío. Trece años después de aquel estudio, ¿cree que los jóvenes docentes siguen aceptando este desafío?

A.A: Yo creo que en los noveles, esto que llamamos grandeza, se da de manera desproporcionada. La tarea de educar se asume como algo muy importante, aunque confían bastante poco en sí mismos y en las herramientas con las cuentan para hacerse cargo de ese mandato. Sobra responsabilidad a la vez que falta confianza, todo lo cual va en desmedro del sentido educador de su tarea. Intuyo que esto es algo que sigue ocurriendo. La tarea de educar, más allá del nivel y el sector sociodemográfico en donde uno se desempeñe, se presenta como una actividad compleja. Hoy tenemos que ver cómo hacemos para que los niños/as y jóvenes entren en un vínculo pedagógico mediado por los conocimientos y el saber. Cómo hago con todo ese saber disciplinar disponible para afrontar una situación de enseñanza. El desafío es pensar y desarrollar la educación teniendo como referencia es saber, pero ya no como se concebía antes, es decir, que yo voy a aplicar ese conocimiento que aprendí en mi formación dentro de la clase. A partir de eses saber, yo tengo que poder crear, experimentar, probar y volver a empezar. Hay todo un proceso de producción, que si bien siempre estuvo presente, hoy aparece como condición. Esta es la idea fundamental que trabajo en “Los artesanos de la enseñanza”. Ya no basta con formar al docente como aplicador de un método y de un conocimiento. Si yo quiero enseñar un contenido como me enseñaron que se enseñaba, es muy probable que en esa clase y con ese grupo no me pueda encontrar con esos otros. Ahí es en donde, por ejemplo, podemos tomar experiencias como las que se narran en la serie “Merlí”; porque este profesor vuelve a su saber filosófico con las preguntas que en ese momento están circulando entre ese grupo de adolescentes. Él hace una lectura del contenido disciplinar, va a la clase y lo desarrolla en función de los interrogantes de ese colectivo de estudiantes. En este sentido, la enseñanza se convierte en un acto creativo. El saber cobra protagonismo, no porque lo diga un plan de enseñanza, sino porque permite interpelar la realidad de esos sujetos que están aprendiendo. No es que ahora hay que hacer o dejar de hacer siguiendo a Merlí. El valor de ciertas figuras o representaciones está en que, a partir de ellas, podamos interpelar nuestra propia experiencia. Me parece que inspirarse y practicar formas alternativas que permitan enriquecer nuestra práctica es necesario, no solo para los docentes que recién se inician la docencia sino también para los más experimentados.

J.L: En el momento en que escribió su tesis de doctorado los docentes con más experiencia todavía podían dar cuenta de una escuela en la que Estado, y por tanto los docentes, cumplía un rol diferente. En este sentido, el relato sobre la escuela de antes, como un tiempo añorado y sin retorno, aparecía con fuerza en el encuentro con los docentes noveles, que debían enfrentarse a una nueva realidad. Hoy en día, “aquellos tiempos felices”, si es que en algún momento lo fueron, parecen haber quedado muy atrás, y tanto los docentes experimentados como los que recién comienzan su trayectoria profesional tuvieron y tiene que enfrentarse a problemas similares. Siguiendo este análisis, ¿cómo le parece que se da hoy ese encuentro?

A.A: Es interesante pensar esta relación porque durante mucho tiempo se mantuvo un discurso nostálgico e idealizado sobre la escuela de antes que, como dice Dubet (2006), no es que fuera tan buena, sino que contaba con marcos institucionales sólidos que, de algún modo, respaldaban y legitimaban el quehacer de los docentes. Hoy por hoy, en marcos mucho menos regulados, la enseñanza y la acción pedagógica requiere de nuevas estrategias y capacidades. Esto significa que el hecho de ser docente ya no alcanza para desempeñar y legitimar la tarea. No hay algo prescripto que uno desarrolla, sino que hay una posición que uno va habitando y construyendo. En este recorrido, un elemento fundamental para mejorar lo que hacemos es la dimensión colectiva de nuestro oficio. En estos marcos debilitados, el docente individualmente posicionado ya no puede con la situación. El trabajo con otros aparece entonces como una respuesta posible para manejarnos en este terreno incierto y complejo en el que se desarrolla la enseñanza de hoy. Si pensamos que lo de antes era mejor que lo de ahora se obtura cualquier posibilidad de apertura. Sería interesante rastrear cómo conviven experiencias menos reguladas, que sabemos existen en muchas escuelas, con otras que tiene más que ver con la prevalencia y el predominio de lo que algunos autores llaman “la forma escolar”. Si yo pienso en una escuela en la que predominan este tipo de experiencias, pienso en un formato dividido en aulas, en donde se divide el saber y en donde cada docente está solo. Lo que necesitamos es pensar, reflexionar y experimentar no desde la individualidad sino desde el colectivo que se comparte con otros. Ahí es donde ocupa un lugar importantísimo y fundamental la dirección escolar.

J.L: Cree que la formación docente ha acompañado estos cambios que ha sufrido el oficio en las últimas décadas?

A.A: Creo que la formación docente se enriqueció con nuevos marcos conceptuales, no sólo en cuanto a los contenidos sino también en cuanto a la incorporación de nuevos abordajes vinculados a los cambios culturales y a la concepción de los sujetos, entre otros. Un segundo aspecto sobre el que se ha avanzado mucho es en la incorporación de las prácticas profesionales desde el comienzo de la formación, pero aún cuesta romper con la idea de que hay un lugar en donde se piensa y un lugar en donde se acciona. Para mí el oficio de enseñar tendría que estar atravesando la totalidad del proceso formativo, y todos los formadores, más allá del lugar que estén ocupando, tendrían que estar atravesados por los temas, interrogantes y situaciones propias del oficio de enseñar hoy. En una clase de filosofía o sociología de la educación, por ejemplo, es importante que un estudiante pueda pensar cómo las decisiones pedagógicas tienen que ver con temas como la igualdad y la justicia social, por señalar algunos. La formación tendría que permitirnos pensar la realidad del aula a partir esos marcos conceptuales aparentemente teóricos y abstractos. Si la formación no liga los distintos campos del saber con la práctica, se dificulta enormemente formar docentes que sepan y puedan enseñar hoy.

J.L: Retomando una pregunta que se hacen con Antelo en los gajes del oficio (2011), ¿qué podemos entender hoy por educación de calidad?

A.A: Desde la concepción de oficio defiendo y hasta propongo, cosa que en general no ocurre, que el trabajo docente contemple la práctica de la evaluación. El docente es el que tendría que poder dar cuenta de ese proceso de “constatación”. Hoy la fragilidad institucional hace que nosotros tengamos que mostrar y comunicar lo que hacemos como un medio de legitimar nuestro trabajo. Por eso me parece importante que la escuela, y de manera particular los docentes, puedan apropiarse de ese acto de “poner fuera” lo que hicieron como producto de su propio trabajo. Hay algo de esto que hoy requiere de cierta comunicación y publicidad como medio de legitimación, que si no se hace, se produce en otro lugar y termina deslegitimando lo que sucede dentro de las escuelas. Me parece que una vez más hay que posicionarse desde ese colectivo profesional. Si uno se asume como productor de la totalidad del proceso, también tiene que decidir lo que muestra y cómo lo muestra. Creo que es sumamente importante poder hacer visible cada uno de los pequeños logros y manifestaciones que ocurren en las escuelas, que son los verdaderos resultados del aprendizaje. Hay que estar alertas y atentos, primero para producir, y luego para captar esos productos y dar cuenta de lo que los docentes y la escuela son capaces de hacer, que en muchos casos queda invisibilizado detrás de resultados numéricos duros, impesonales, que suelen apuntar hacia el fracaso.

Bibliografía

Alliaud, A. (2004); La biografía escolar en el desempeño profesional de docentes noveles; Buenos Aires: Mimeo (Tesis de Doctorado en Educación. Facultad de Filosofía y Letras, UBA).

Alliaud, A. (2017); Los artesanos de la enseñanza. Acerca de la formación de maestros con oficio; Buenos Aires: Paidós.

Alliaud, A. y Antelo, E. (2011); Los gajes del oficio. Enseñanza, pedagogía y formación; Buenos Aires: Aique.

Dubet, F. (2006); El declive de la institución. Profesiones, sujetos e individuos en la modernidad; Barcelona: Gedisa.


(1) Andrea Alliaud es Doctora en Educación (UBA). Docente investigadora del Departamento de Ciencias de la Educación en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Autora de «Los artesanos de la enseñanza», editado por Paidós en 2017, entre otras publicaciones.

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Pedro Mañas: “Si queremos fomentar la lectura, los libros no pueden ser un castigo”

Para que los estudiantes sientan que leer es una actividad atractiva, es necesario fomentar la lectura en casa y que vean que sus familias también disfrutan leyendo. Así opina Pedro Mañas, escritor de Literatura Infantil y Juvenil.

El escritor Pedro Mañas (Madrid, 1981) se ha hecho un hueco entre los autores más representativos de la Literatura Infantil y Juvenil de nuestro país. El público lo conoció en el año 2008 gracias a su obra ‘Klaus Nowak, limpiador de alcantarillas’, y desde entonces su trayectoria profesional ha sido reconocida con diferentes galardones por parte de la crítica; entre ellos se encuentra el XV Premio Anaya por su trabajo ‘Apestoso tío Muffin’.

Entrevista a Pedro Mañas

Reconoce que ya desde pequeño cogía lápiz y papel para dejar volar a la imaginación, pero que la idea de convertirse en escritor llegaría más tarde. “Según dicen mis padres, quería ser taxista o jardinero. Luego, hasta mi juventud, fantaseé con un buen número de profesiones como actor o actor de doblaje, periodista, profesor, médico… “, afirma. De hecho, realizó el primer curso de la carrera de Medicina hasta que se dio cuenta que aquello no era lo suyo. “Supongo que lo importante es que, aunque nunca me lo planteé como una profesión, durante todos esos años no dejé de inventar ni de escribir historias”, añade.

En su opinión, ¿cuál es el estado de la literatura infantil en nuestro país?

Hay magníficos autores e ilustradores en España que trabajan duramente para intentar vivir de esta profesión. También creo, por otro lado, que se publica tanto y a tal velocidad que habrá que esperar bastante para que el tiempo vaya poniendo cada cosa en su sitio. Lamentablemente, muchas de nuestras obras se olvidarán pronto, pero lo que importa es que la calidad sobreviva y permanezca para nuevas generaciones como ocurre con la literatura para adultos.

¿Cree que se fomentan lo suficiente los planes de lectura en los colegios?

Mi relación con la escuela es esporádica y en esas visitas ocasionales para charlar con los lectores me encuentro con panoramas muy diversos. En general, tengo la sensación de que hay buenas intenciones, pero para que un plan lector funcione debe haber un compromiso de todos los sectores implicados, desde la dirección del colegio a las editoriales, pasando por la familia y los profesores. A menudo falla la coordinación o el grado de implicación entre estas partes.

” Para diseñar un plan lector, reduciría la presión o el número de libros que los niños deben leer e intentaría despertar su interés por otros medios “

¿Cómo diseñaría un plan lector? ¿Qué actividades y ejercicios sugeriría?

Sería pretencioso por mi parte intentar siquiera esbozar algo parecido a un plan lector, pues no tengo ni la formación ni la experiencia para ello. Cualquier cosa que dijera ya la habrían dicho antes y mejor muchos pedagogos. Como autor sí que puedo decir que seguiría fomentando los encuentros con escritores e ilustradores en el colegio, que son tremendamente productivos para ambas partes. Tal vez también reduciría la presión o el número de libros que los niños deben leer, e intentaría despertar su interés por otros medios.

He intentado responder muchas veces a esta pregunta y también a la cuestión de ‘¿qué se puede hacer para que un niño no lector se aficione a la lectura?’. Todas las respuestas que he dado han demostrado no ser válidas para todos los casos. Supongo que, de entrada y desde muy pequeños, nuestras aficiones se diversifican. Hay niños a los que, sencillamente, nunca les ha seducido leer, tal vez porque se les ha obligado a ello; porque conviven con un entorno en el que la lectura está desprestigiada; o porque tienen otras formas de ocio más inmediatas a su alcance. Lo importante es no rendirse y seguir intentándolo sin convertir nunca el fomento de la lectura en una guerra ni los libros en un castigo.

Pedro Mañas

¿Cómo fomentaría ese interés para que les resulte una actividad atractiva?

Ante todo, y hablo desde la experiencia con mis sobrinos (que son los únicos niños sobre los que me veo capaz de ejercer una influencia continuada), creo que todo comienza por ensalzar la lectura en casa. Para eso, deben vernos leer y disfrutar con los libros, que para eso somos sus principales referentes. Aunque en última instancia la lectura es solitaria, da pie a muchas actividades compartidas que podemos explorar: visitar juntos la biblioteca, hablar de lo que hemos leído cada uno, escuchar sus gustos, jugar a transformar las historias… Por último, debemos hacerles entender que la lectura es un premio y no un castigo. Por ejemplo, celebrando un día de fiesta acudiendo juntos a la librería.

Es difícil recordarlo, porque fui un lector bastante precoz y de algunas de las obras no tengo en mi memoria ni el título, solo algunas imágenes y esa sensación de haberse quedado prendado de la historia. Aunque hubo libros anteriores que me encantaron, por elegir alguno mencionaré ‘La leyenda de Boni Martín’ de José Luis Olaizola. Cuenta la aventura de un niño rico y caprichoso cuyos padres, fingiendo que se han arruinado, se mudan a un pueblo miserable en el que Boni tendrá que aprender a apañárselas sin dinero.

¿Dónde busca la inspiración al escribir?

” La inspiración funciona mejor cuando se recibe y no se busca “

Bueno, aunque se puede forzar un poco la inspiración, creo que en general funciona mejor cuando se recibe y no cuando se busca. Uno lee a otros autores, ve películas, ojea noticias, escucha historias o camina por la calle sin ninguna intención especial. Luego, de un modo casi mágico, la imaginación junta y revuelve para presentar una historia completamente nueva pero que bebe de todo aquello que ha conocido.

Por último, un pequeño test. ¿Qué le sugieren las siguientes palabras?

  • Literatura: Viaje.
  • Escritor: Regalo.
  • Imaginación: Juguete.
  • Libro: Puerta.

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/pedro-manas-fomentar-lectura/93767.html

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Bernice McCarthy: “Ser profesor exige adaptar la enseñanza a los cuatro tipos de alumnos que existen en un aula”

Así era…

Bernice McCarthy

Profesora de inglés, consultora, creadora de la metodología 4MAT.

Con apenas 6 años ya enseñaba a sus vecinos más pequeños a leer en una pequeña aula que montó por su propia cuenta en el sótano de su casa. Cuando mira hacia atrás, recuerda lo divertido que fue y lo orgullosa que se sentía de ella misma cuando los niños y niñas entendían el significado de un símbolo o aprendían a leer una palabra entera. Ese amor por aprender y por enseñar no le ha cesado nunca.

El modelo 4MAT define cuatro estilos de aprendizaje y los relaciona según el hemisferio cerebral al que pertenecen. El modelo es una réplica del ciclo de aprendizaje natural en el que intervienen cuatro cuadrantes; los parámetros de sentir y pensar y los de reflejar y actuar. Lo hemos desarrollado desde una perspectiva holística y está basado en diferencias humanas esenciales que tienen relación con cómo percibimos, procesamos, entendemos y transmitimos información.

¿Qué metodologías se pueden utilizar en cada uno de los cuatro estilos de aprendizaje propuestos?
Los estudiantes del primer cuadrante destacan en sentir y reflexionar, tienen muchas discusiones, intercambian conversaciones y comparan distintas percepciones. El segundo tipo de alumnos destacan en pensar y reflexionar, por lo que realizan tareas de lectura dirigidas por el maestro. Los del tercer cuadrante sobresalen en pensar y actuar, es por ello que su aprendizaje debe ser práctico y es necesario que realicen tareas experimentales. Por último, el sentir es una cualidad que resalta en el cuarto tipo de estudiantes, por lo que deben crear proyectos que sean beneficiosos para la comunidad.

¿Puede un estudiante pertenecer a más de un estilo?  
Durante el aprendizaje continuamente surgen situaciones que requieren tener habilidades en los cuatro cuadrantes. En general, todos los estudiantes que aprenden con 4MAT recorren de principio a fin todo el ciclo, desde sentir y experimentar hasta reflexionar, pensar, actuar y adaptar el aprendizaje a sus propias vidas. 

¿Qué similitudes tiene este modelo con las inteligencias múltiples que propone Gardner o la evaluación de competencias que se desarrolla en países como España?
El trabajo de Gardner se basa principalmente en las diferencias sensoriales y en las nueve inteligencias. 4MAT trata solamente el acto de aprendizaje y las posibles combinaciones de los cuatro estilos. No estoy familiarizada con la evaluación de competencias en España, pero comparto lo que defiende el movimiento “Common Core” americano, el cual promueve que las competencias se conviertan en el enfoque de toda escolarización.

¿Cuál ha sido el motor para realizar todas sus investigaciones?
El objetivo de nuestras investigaciones ha sido siempre avanzar y mejorar mediante el análisis de datos recopilados por nuestro propio equipo, que está compuesto por graduados en capacitación avanzada y por especialistas que ponen a prueba 4MAT dentro de sus organizaciones.

Hablando de alumnos… ¿Sufren discriminación por parte del sistema escolar actual?
Definitivamente sí. La mayoría de las aulas tienen cuatro tipos de alumnos, y existen investigaciones que confirman que algunos maestros tienden a enseñar el estilo que a ellos les parece más adecuado, olvidándose de cuál es el más conveniente para cada estudiante. Tal y como apuntaba Einstein, si juzgas a un pez por su capacidad de trepar árboles, pensaremos siempre que es un inútil…. Por desgracia, este juicio ocurre a menudo en la escolarización actual. Ser profesor exige adaptar la enseñanza a los cuatro tipos de alumnos que existen en un aula.

Su modelo no habla de calificaciones. ¿Qué método debería utilizarse para medir el aprendizaje y la inteligencia de un alumno?
Hay que medir el aprendizaje de los alumnos para que ellos mismos puedan ser conscientes de su progreso y para que los maestros puedan implementar las modificaciones oportunas para cada estudiante. Además, evaluar a un alumno implica también hacerlo con el maestro. Por otro lado, hay que olvidarse de cualquier método que mida la inteligencia del alumno, a menos que todos hayan tenido acceso a la misma buena educación. Hasta que esto no suceda, tales medidas son clasistas, racistas y sexistas.

¿Los docentes tienen las herramientas suficientes para responder a la diversidad de alumnos en el aula?
Los docentes no responden a la diversidad de los alumnos de su aula. A muchos ni siquiera se les ha enseñado cómo funciona realmente el aprendizaje de un alumno, así como la esencia de las disciplinas que se les pide que enseñen. Si no somos capaces de responder a estas necesidades, estamos contribuyendo al fracaso escolar, del cual somos culpables todos nosotros.

Si los actuales alumnos se siguen formando en un tipo  de educación totalmente “anticuado”, ¿qué aportaran a la educación de las futuras generaciones?
Los actuales estudiantes y futuros profesores tienen la obligación de saber cómo funciona el aprendizaje, para mejorarlo y potenciar a sus alumnos, y hacerles sentir cómodos en cualquiera de los cuatro estilos de nuestro modelo en el que se esté trabajando.

… ¿Y cómo pueden ayudar los padres?
Los padres son quienes mejor conocen a sus hijos y cuentan con un instinto natural.  Es conveniente que profundicen en conocer cómo funciona el aprendizaje, lo que les ayudará a desarrollar la mente, el corazón y las aptitudes de sus hijos.

¿Qué repercusiones puede tener para un adulto que se ha sentido inferior a otro durante toda su escolarización?
Dependerá de cómo se ayude a estas personas en el futuro. Lo más probable es que no sea suficiente para reparar los fallos de la etapa escolar. Además, tenemos que tener en cuenta  que el estado no tiene capacidad para rectificar los errores cometidos durante esta etapa.

Fuente: http://blog.tiching.com/bernice-mccarthy/

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Entrevista a Silvia Álava y Ruth Castillo: «Si a los niños se les enseñan habilidades para gestionar correctamente sus emociones se pueden evitar problemas físicos y mentales de por vida»

Entrevista/07 Noviembre 2019/El diario la educación

Las emociones tienen un papel fundamental en nuestras vidas, pero muchas veces se lo negamos o lo ignoramos. Entrevistamos a Silvia Álava y Ruth Castillo sobre el papel que tienen y cómo familias y docentes pueden aprender de ellas para mejorar la inteligencia emocional de niñas y niños.

Hablamos con Silvia Álava, doctora en Psicología Clínica, y Ruth Castillo, doctora en Psicología de la Educación, sobre la importancia de las emociones en la vida de niñas y niños, de adultos también. Qué podemos aprender de ellas, cómo gestionarlas y mejorar nuestra relación con los demás. Ambas han colaborado con el proyecto Aprendemos juntos del BBVA en su reto ‘Hechos de emociones‘ que quiere dar herramientas y conocimiento a familias y profesorado sobre inteligencia emocional para que puedan desarrollarla junto a niñas y niños.

¿Vivimos en un mundo que prima lo racional, que castiga la vertiente emocional de las personas?

Silvia Álava: Vivimos en mundo en el que la formación ha ido dirigida a la parte racional, a generar contenidos y a memorizar datos. Desde pequeños en las escuelas a los niños se les enseña a leer y a escribir, pero las emociones tradicionalmente han quedado fuera de las aulas. Cuando llegamos al mundo adulto, tratamos a los trabajadores como si fueran máquinas, sin pararnos a valorar su parte emocional, sin percatarnos de que esta nos acompaña en cada día de nuestra vida, y que la mayor parte de los conflictos laborales suelen ocurrir por temas emocionales. Si no aprendemos a relacionarnos de forma sana con nuestras emociones, podemos enfermar e, incluso, perder el equilibrio físico y emocional. Por eso es importante que cada vez la educación emocional esté más presente en todas las esferas de la sociedad.

Ruth Castillo Gualda: Más que castigar el ámbito emocional, yo diría más bien que los adultos tenemos todavía muy arraigada la idea de que las emociones nos hacen vulnerables. ¿Cuántas veces nos han aconsejado que deben esconderse determinadas emociones para no mostrar debilidad? Esa mentalidad está compuesta por las pautas educativas, las ideas que nos han inculcado, nuestro autodiálogo a la hora de tomar decisiones, la sociedad o la cultura en la que hemos vivido. Todas estas ideas las llevamos grabadas a fuego muchos de los adultos (papás o maestros) que somos responsables actualmente de la educación emocional de los niños. Por eso, la educación emocional invita a romper esa creencia, a transformar la opinión que tenemos acerca de que las emociones como aspectos que pueden entorpecer o hacernos más vulnerables. En cambio, debemos verlas como mensajes, como una información más a la que debemos atender cuando queremos dar una respuesta efectiva. La inteligencia emocional nos ayuda a entender que mostrar las emociones puede ser un símbolo de valentía y de coraje y que escuchar las de los demás nos hace más efectivos y más empáticos.

Hoy día la neurociencia nos da algunas claves sobre la importancia de las emociones a la hora de, por ejemplo, guiar nuestro aprendizaje, cómo se fija el conocimiento que adquirimos…

Silvia Álava: Así es. Las emociones forman parte de nuestra vida, podemos utilizarlas a nuestro favor para facilitar el aprendizaje o ignorarlas y entorpecer los procesos de aprendizaje. Hoy en día tenemos ya superado el refrán “la letra con sangre entra”, de hecho, sabemos que cuando los alumnos sienten emociones desagradables como el miedo, su aprendizaje se ve afectado. El miedo no va a favorecer procesos claves del aprendizaje como son la atención a los que dice el profesor, el razonamiento lógico, la capacidad de memorización… Más bien todo lo contrario, nos bloquea y no nos deja pensar con claridad. Otro ejemplo con el que seguro que casi todos nos hemos visto reflejados es la ansiedad. Cuando los alumnos están muy estresados merma su capacidad de aprendizaje y fallan en los exámenes. Sin embargo, emociones como la curiosidad, favorecen el aprendizaje porque incitan a que al niño le apetezca aprender. Las emociones mantienen la curiosidad y favorecen el interés por descubrir lo nuevo.

Nadie nunca recibió demasiada información sobre cómo funcionan las emociones. Familias y docentes tampoco. Esto complica mucho romper con la sensación de que hay cosas que es mejor no sentir, ¿no?

Silvia Álava: Es importante que tanto las familias como los docentes estén formados en inteligencia emocional. Lo primero, porque ellos serán el modelo que sus hijos y alumnos seguirán. Si no regulan bien sus emociones será complicado que pidan a los menores que lo hagan. Tenemos que perder el miedo a sentir, a sentir todas las emociones, tanto las agradables como las desagradables. Porque las emociones son información y nos dicen lo que nos está pasando. Cuando no escuchamos nuestras emociones no tomamos bien las decisiones. Y cuando las negamos, estas vuelven con más fuerza e, incluso, si lo hacemos durante un periodo largo de tiempo, puede desembocar en enfermedades somáticas. Es decir, el dolor es el mismo, pero la causa no es orgánica sino emocional. Por ejemplo, molestias gástricas que no están causadas por una intoxicación o un virus, sino por los nervios; al igual que los dolores de cabeza, las erupciones en la piel…

Ruth Castillo Gualda: El problema de esta idea es que nos encontramos con gente adulta que tiende a reprimir o negar sus emociones. Las emociones que se bloquean pueden conllevar a importantes problemas de salud mental, como la ansiedad o la depresión. Es precisamente esa discrepancia entre lo que se siente y lo que se muestra, la principal fuente de estrés y consumo de recursos en una persona. Además, esto no atañe solo a la población adulta. Según informes recientes realizados por la OMS, los trastornos emocionales como la depresión, están siendo la principal causa de discapacidad entre niños de 10 a 19 años. Por ello, la educación emocional se convierte en una herramientas preventiva en la que el centro educativo, los iguales y los adultos con los que se relaciona el niño, representan un elemento clave. Si a los niños, desde pequeños, se les enseñan habilidades para gestionar correctamente sus emociones se pueden evitar problemas físicos y mentales de por vida, y en psicología, como en otras disciplinas, prevenir siempre es más efectivo que solucionar.

Siempre se dice que hay emociones buenas y malas. ¿Cómo lo veis desde vuestro conocimiento?

Silvia Álava: No existen emociones buenas ni malas. Todas las emociones son buenas porque nos dan información. Sin embargo, hay emociones que llamamos agradables o positivas que a todos nos gusta experimentar, como puede ser la alegría, la calma, la tranquilidad… Y otras son emociones desagradables o negativas porque no nos gusta sentirlas, como puede ser el miedo, el enfado, el asco, la frustración… pero que son igualmente necesarias porque nos dan información sobre lo que nos ha pasado y podemos utilizarlas para resolver la situación. Por ejemplo, si me he enfadado por la conducta que un compañero de trabajo ha tenido conmigo, puedo utilizar la energía de la emoción del enfado para decirle de forma asertiva, que cuando hizo algo en concreto yo me sentí decepcionada, o enfadada porque no me ha gustado y me gustaría que para otra vez me pidiese o hiciese lo que en ese momento me hubiese gustado recibir.

Ruth Castillo Gualda: Una persona con inteligencia emocional no es aquella que vive en un mundo happy, entusiasmado o relajado todo el tiempo. Eso es una idea irreal y poco acertada desde de mi punto de vista. La paternidad no es lo que nos contaron, en la que todo sale como esperamos, en la que nos sentimos pacientes todo el tiempo. Tampoco los alumnos en clase están siempre dispuestos a aprender y motivados con las tareas. Pero en ambos casos, como educadores, sí podemos contagiar emociones, es más, las emociones son muy contagiosas y tanto en casa como en clase, estamos continuamenteo co-regulando emociones con los demás. Lo que yo haga y cómo lo haga va a influir en el comportamiento y las emociones del otro, y viceversa. Por ello, nuestra labor es fundamentalmente emocional. Y desde lo emocional podemos activar y despertar muchos procesos cognitivos complejos. Es decir, la educación emocional promueve las habilidades para gestionar o generar las emociones más útiles con el objetivo de dar una respuesta adecuada a la tarea que estamos realizando o al objetivo que perseguimos. Por eso, implica reconocer la utilidad de todas las emociones. La frustración, la decepción o la preocupación pueden ser experiencias muy acertadas en determinadas ocasiones.

¿Por qué las emociones negativas, las que nos resultan desagradables, son más fáciles de recordar?

Silvia Álava: Cuando sentimos una emoción se activa una parte del cerebro que se llama el sistema límbico o cerebro emocional, y los acontecimientos se fijan más en la memoria cuando esa parte está activada. Por eso decimos que el aprendizaje asociado a las emociones es más difícil de olvidar, sobre todo cuando se activa el hipocampo, que es donde se registra la memoria de lo percibido y aprendido. Tradicionalmente, por la forma en la que nos han educado y por nuestras vivencias, ponemos mucho más el foco en lo que nos pasa negativo que en lo positivo. Algunas investigaciones sugieren la activación o el choque de una emoción desagradable, la cual puede igualar o superar el de tres de emociones agradables. Por ello, sería conveniente esforzarnos en tener el triple de experiencias positivas que negativas, y lo ideal sería que las quintuplicasen.

¿Cómo pueden las familias y el profesorado atender a las emociones de niñas y niños?

Ruth Castillo Gualda: ¿Cuántas veces pedimos a nuestros hijos que manejen o controlen su rabia o sus celos, cuando ni siquiera saben que se sienten así, cuáles son sus pensamientos o qué detonantes han provocado esa emoción? Les pedimos “empezar la casa por el tejado”. Actualmente, existe mucha conciencia de la importancia de la educación emocional pero poca estructura sobre cómo trabajarlo. A través del reto ‘Hechos de emociones’ del programa educativo ‘Aprendemos juntos’ de BBVA, se proporciona organización sobre cómo abordar y trabajar cada una de las habilidades relacionadas con la inteligencia emocional. En primer lugar, proponemos y diseñamos ejercicios para trabajar la percepción e identificación de las emociones, posteriormente la comprensión y el vocabulario para describir las emociones, y por último, la regulación efectiva de las mismas. Todo esto tanto a nivel personal como a nivel social. Por tanto, con este reto ofrecemos pautas prácticas y estructuradas para trabajar con los niños de manera progresiva y/o adaptada a su nivel de desarrollo madurativo, desde la etapa de primaria hasta la adolescencia, y en dos ámbitos sumamente relevantes, como son eleducativo y el familiar.

¿Por qué es importante que chicas y chicos conozcan sus emociones, sepan identificarlas y gestionarlas?

Ruth Castillo Gualda: Mi carrera investigadora ha estado fundamentalmente centrada en demostrar la efectividad de la educación emocional. Cuando aplicamos programas de educación emocional estructurados y correctamente implementados, las resultados muestran que los alumnos tienen mayor salud mental, es decir, reportan menos problemas de estrés, ansiedad, somatizaciones o depresión. La calidad de las relaciones entre los alumnos mejora, la respuestas agresivas disminuyen y tienen más conductas empáticas, en comparación con clases que no reciben educación emocional. Además, el impacto de la educación emocional no se limita únicamente al alumnado, los adultos pueden beneficiarse de muchas maneras. Los profesores, tienen mayor capacidad para responder a las demandas del alumnado, saben cómo conectar con sus emociones, validarlas y atenderlas, siendo un buen modelo de gestión emocional. Los profesores que integran herramientas de educación emocional en su pedagogía para enseñar poseen mayores niveles de motivación, manejan mejor el estrés, así como mayor satisfacción y compromiso en su labor docente. En definitiva, la manera en que los educadores gestionen sus propias emociones, así como la forma en la que se relacionen con las emociones de los niños, será el elemento clave y diferenciador para promover en ellos un desarrollo óptimo y saludable.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/extraeducacion/2019/11/07/si-a-los-ninos-se-les-ensenan-habilidades-para-gestionar-correctamente-sus-emociones-se-pueden-evitar-problemas-fisicos-y-mentales-de-por-vida/

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