América del sur/Argentina/11 Julio 2019/Fuente: Prensa Latina
Con la mira en aprobar un convenio sobre el reconocimiento de estudios y títulos de educación superior en la región, arrancó hoy aquí una Conferencia de países miembros de la Unesco de América Latina y el Caribe.
Varias delegaciones toman parte de la cita, con sede en la cancillería argentina, entre ellas Cuba, cuyo representante del ministerio de Educación Superior de esa isla, Yorki Mayor, fue elegido en la jornada como Relator General de la Conferencia para la adopción del nuevo Convenio Regional de Reconocimiento de Estudios.
Además de Mayor, actual rector de la Universidad de la provincia de Pinar del Río, integran la delegación cubana el embajador de esa isla en Argentina Orestes Pérez y el funcionario de la Oficina cubana de la Unesco en La Habana, Alexis Aruca.
Al dejar abierta las sesiones de trabajo, presidida por el canciller argentino Jorge Faurie, el ministro del ramo en esta nación austral, Alejandro Finocchiaro, resaltó los esfuerzos de este país ‘para que el debate educativo sea jerarquizado y alcanzar los compromisos y metas debatidos y acordados por más de 130 países en el Foro Mundial de Educación’.
Asimismo, invitó a las delegaciones presentes a ‘dialogar y consensuar en particular sobre la importancia del derecho a la educación, reafirmando el postulado de la Educación Superior como un bien público social, un derecho humano y universal, y un deber del Estado’.
De otra parte, el canciller argentino encomió la importancia del encuentro, que, dijo, busca orientar los criterios de una forma más clara de reconocimiento de títulos y de estudios, instrumento que permitirá incrementar oportunidades de aprendizaje, asegurar mayor movilidad de estudiantes, profesores e investigadores.
Los desafíos para la movilidad en la educación superior en este continente, incluyendo el aseguramiento de la calidad, además de la discusión sobre lo que contiene el nuevo convenio, coparán los debates del encuentro hasta el venidero sábado.
El nuevo documento que se rubricará en la cita recoge los consensos acumulados en reuniones previas realizadas desde el año 2016 por el grupo de trabajo encargado de la revisión del anterior Convenio Regional de 1974, rubricado por 18 estados miembros de la Unesco.
En esta ocasión, se incorporarán conceptos adecuados a los desafíos que plantea el siglo XXI.
América del sur/Chile/11 Julio 2019/Fuente: Prensa Latina
El Gobierno del presidente chileno, Sebastián Piñera, sufrió un serio traspié en uno de sus programas en el campo de la educación al rechazar por mayoría la Cámara de Diputados el proyecto denominado de Admisión Justa.
En una intensa sesión caracterizada por duros debates entre el oficialismo y la oposición, anoche los diputados dijeron no por 79 votos en contra y 69 a favor a un proyecto muy criticado en sectores sociales y académicos y que pretendía cambiar la actual legislación.
La iniciativa, que llegó al plenario con un informe negativo de la Comisión de Educación, establecía la posibilidad de seleccionar por la direcciones de los colegios el ingreso de los alumnos a partir del rendimiento académico.
Pero sus detractores lo consideraban discriminatorio y regresivo, en tanto restaba posibilidades a los estudiantes de familias de menores recursos, bajo un concepto de que existen alumnos de primera y segunda calidad, por lo que algunos merecen buenos colegios y otros no.
Al término de la sesión la ministra de Educación, Marcela Cubillos, expresó su molestia por la votación al señalar en un tuit que ese resultado era ‘un portazo’ a las familias de clase media.
En tanto, la diputada socialista Maia Fernandez destacó como un éxito la votación al puntualizar que lo que se requiere es avanzar en inclusión y no en segregación, y fortalecer la educación pública para que todos los niños y jóvenes tengan la oportunidad de una buena enseñanza
Tras este rechazo el Gobierno no podrá presentarlo nuevamente hasta dentro de un año como mínimo, según indica la legislación.
Los hijos de los refugiados deben tener la posibilidad de estudiar, señaló el dalái lama, líder espiritual del budismo tibetano, en la conferencia internacional ‘La educación humana en el tercer milenio’.
«En la Tierra hoy día viven 7.000 millones de personas, es un mundo global de dependencias mutuas, uno de sus problemas son los refugiados que llegan a Europa y otras regiones. Si les cierran el camino será un acto inmoral, es necesario darles techo y comida, pero lo esencial estriba en garantizarles la asistencia médica y los estudios para sus hijos», dijo.
También indicó que es importante inculcar a la gente joven la idea de que después de recibir la instrucción deben regresar a su patria para reconstruirla.
La conferencia ‘La educación humana en el tercer milenio’ se celebró el 8 de julio en Dharamsala, India, donde se encuentra la residencia del dalái lama.
Es la primera etapa de un ambicioso proyecto del mismo nombre calculado para tres años y apoyado por este líder religioso.
Como su punto culminante se planea convocar en 2021 un foro con participación de centenares de expertos de diversos países y aprobar la Declaración de la Educación Humana en el Tercer Milenio, así como elaborar las respectivas recomendaciones para los pedagogos.
En la conferencia tomaron parte unos 20 destacados especialistas en materia de enseñanza procedentes de Rusia, India, Bangladés, Alemania, el Reino Unido, Finlandia, EEUU, Brasil, México y Australia.
Ellos dijeron compartir la opinión del dalái lama de que es necesario cambiar el enfoque materialista de la educación, dominante hoy día, e inculcar a los niños desde la más tierna edad «la higiene de las emociones», la compasión y el altruismo.
Dos noticias muy perturbadoras sobre mujeres en el ámbito laboral y la menstruación han llamado la atención en India en meses recientes.
Desde hace mucho tiempo, el tema de la regla ha sido tabú en ese país, donde se cree que las mujeres que menstrúan son impuras y siguen siendo excluidas de eventos sociales y religiosos. Estas ideas arcaicas han sido desafiadas recientemente, especialmente por mujeres educadas que viven en centros urbanos.
Pero no hace tanto, dos reportajes demostraron que la problemática relación de India con la menstruación continúa.
Una gran mayoría de mujeres, particularmente las de familias pobres, sin representación ni educación, se han visto forzadas a optar por medidas que tienen impactos de largo plazo y son irreversibles para su salud y sus vidas.
La primera noticia provenía del estado occidental de Maharashtra, donde la prensa reveló que miles de jóvenes mujeres se han sometido a procedimientos quirúrgicos para extirparse el útero en los últimos tres años. En un buen número de casos lo han hecho para poder ser empleadas como recolectoras de caña de azúcar.
Cada año, los miembros de decenas de miles de familias pobres de los distritos de Beed, Osmanabad, Sangli y Solapur emigran a los distritos más prósperos en el occidente del estado -conocidos como el «cinturón de azúcar»- para trabajar durante seis meses como «cortadores» de caña.
Una vez allí, quedan a merced de contratistas codiciosos que aprovechan cualquier oportunidad para explotarlos.
Para empezar, son reacios a contratar mujeres porque cortar caña es un trabajo arduo y las mujeres podrán ausentarse uno o dos días durante la regla. Si pierden un día de trabajo, tienen que pagar una multa.
Las condiciones de vida en el lugar de trabajo están lejos de ser ideales. Las familias deben vivir en chozas o carpas cerca de los cultivos, no hay servicios sanitarios y algunas veces se cosecha hasta de noche, así que no hay tiempos definidos para dormir o estar despierto. Cuando las mujeres tienen la regla, las condiciones se vuelven aun más duras.
Debido a las pobres condiciones higiénicas, muchas mujeres adquieren infecciones y, según los activistas en la región, doctores inescrupulosos las animan a que se sometan a cirugías innecesarias por problemas ginecológicos menores que podrían ser tratados con medicamentos.
Como la mayoría de mujeres en esta región se casan jóvenes, muchas ya tienen dos o tres hijos a mediados de los 20 y como los médicos no les informan sobre las complicaciones que podrían tener con una histerectomía, muchas creen que está bien deshacerse del útero.
La práctica ha convertido varios pueblos de la región en «aldeas de mujeres sin útero».
Después de que el asunto fuera abordado el mes pasado en la asamblea estatal por la legisladora Neelam Gorhe, el ministro de Salud de Maharashta, Eknath Shinde, reconoció que había habido 4.605 histerectomías solamente en el distrito de Beed en tres años.
Pero, según dijo, no todas fueron practicadas a mujeres que trabajaban como recolectoras de caña. El ministro dijo que se había establecido un comité para investigar varios de los casos.
Mi colega Prajakta Dhulap, del Servicio Maratí de la BBC, que visitó la aldea de Vanjarwadi en el distrito de Beed, dice que de octubre a marzo de cada año, 80% de los aldeanos migran para trabajar en los cultivos de caña de azúcar.
Asegura que la mitad de las mujeres en la aldea se han sometido a histerectomías, siendo muchas menores de 40 años.
Muchas de las mujeres que conoció le contaron que su salud se había deteriorado desde la cirugía.
Una habló de «un dolor persistente en la espalda, cuello y rodilla» y de cómo se despertaba en la mañana con «las manos, cara y pies hinchados». Otra se quejó de «mareo constante» y de cómo era incapaz de caminar distancias cortas. El resultado es que ninguna pudo regresar a trabajar en los cultivos.
La segunda noticia, que se produjo en el sureño estado de Tamil Nadu, es igualmente nefasta.
Las mujeres que trabajan en la multimillonaria industria de la confección denuncian que les han dado fármacos sin marca en el lugar de trabajo -en lugar de un día de baja- cuando se han quejado de dolores menstruales.
De acuerdo a un reportaje de investigación de la Fundación Thomson Reuters, basado en entrevistas con unas 100 mujeres, los fármacos pocas veces fueron administrados por profesionales de la salud y las modistas, la mayoría de familias pobres y desposeídas, dijeron que no podían darse el lujo de perder el salario de un día de trabajo debido a los dolores menstruales.
Las 100 mujeres que fueron entrevistadas dijeron haber recibido fármacos y más de la mitad contaron que, como resultado, su salud se había visto afectada.
La mayoría contó que no les habían dado el nombre de los fármacos ni les advirtieron de los posibles efectos secundarios.
Muchas de ellas culpan a estos fármacos de sus problemas de salud, que van desde ldepresión y ansiedad, hasta infecciones urinarias, fibromas y abortos.
Los reportes han forzado a las autoridades a actuar. La Comisión Nacional de la Mujer ha descrito las condiciones de las mujeres en Maharashtra como «patética y miserable» y pidió al gobierno estatal prevenir este tipo de «atrocidades» en el futuro.
En Tamil Nadu, el gobierno aseguró que monitoreará la salud de las confeccionadoras.
La información llega en un momento en el que, en todas partes del mundo, se hacen intentos para incrementar la participación de la mujer en la fuerza laborar mediante políticas de la igualdad de género.
Lo preocupante es que la participación de la fuerza laboral femenina en India cayó de 36% en 2005-06 a 25,8% en 2015-16 y no es difícil entender por qué, si le echamos un vistazo a las condiciones en las que las mujeres se ven forzadas a trabajar.
En Indonesia, Japón, Corea del Sur y otros países, a las mujeres se les permite tomar un día libre durante sus reglas. Muchas empresas privadas también ofrecen esa misma asistencia.
«En India también, el gobierno de estado de Bihar ha estado permitiendo a las mujeres trabajadoras tomar dos días extra de descanso cada mes desde 1992, y parece que ha funcionando bien», explica Urvashi Prasad, una especialista en políticas públicas del centro de investigación indio Niti Aayog.
Y el año pasado, una parlamentaria presentó un proyecto de ley de Beneficios Menstruales en el Parlamento, que pide dos días al mes libres para cada mujer trabajadora en el país.
Derechos de autor de la imagenPiyush NagpalImage caption La industria de la confección en Tamil Nadu emplea 300.000 mujeres.
La señora Prasad dice que hay obstáculos para implementación de cualquier política en un país tan grande como India, especialmente en el sector informal donde se necesita mucho más monitoreo. Agrega, sin embargo, que si se empezara en el sector formal, sería una señal de cambio de mentalidad y ayudaría a acabar con el estigma que rodea a la menstruación en India.
«Lo que necesitamos es que el poderoso y organizado sector privado y el gobierno asuman una postura, necesitamos que la gente que manda envíe las señales correctas», asegura. «Tenemos que empezar en algún lugar y así finalmente podremos ver algún cambio en el sector informal también».
El proyecto de ley de Beneficios Menstruales es una propuesta privada de un miembro del Parlamento, así que es poco probable que llegue muy lejos, aunque, si se promulgara, posiblemente beneficiaría a las mujeres que trabajan en las fábricas de confección de Tamil Nadu.
Este tipo de medidas pocas veces benefician a las mujeres que están empleadas en el vasto sector informal de India, lo que significa que las que trabajan en los cultivos de caña de azúcar en Maharashtra continuarán estando a merced de sus contratistas.
El proyecto educativo quiere concienciar, detectar y frenar el ‘bullying’ con la fuerza de la ficción y las redes sociales
Uno de cada cuatro casos de acoso escolar se produce en forma de ciberbullying, según datos publicados el año pasado por un estudio realizado por la Fundación ANAR. «Antes el niño llegaba a casa y se sentía seguro, pero ahora con las redes sociales el acoso se produce 24 horas», manifiesta la actriz Anna Martín. Esta problemática es lo que quiere mostrar el director de cine Víctor Antolí en la película Nada será igual.
Este proyecto cinematográfico nace en Castellón como un trabajo final de curso con alumnos de interpretación en 2014 y desde entonces cuenta con más apoyos y seguidores. Se divide en tres partes, dos mediometrajes, Nadie hace nada y El pacto, y ahora termina con Nada será igual, la película, donde el hilo conductor es el ciberbullying. Además, contiene su pieza clave, la campaña #Ypunto, un movimiento social que consiste en mandar un punto ortográfico a través de las redes sociales para decirles a las víctimas de acoso que no están solas.
Los 19 actores y actrices que figuran en el reparto de la película actúan como referentes para el público joven, dentro y fuera de la pantalla. A través de la proyección de la película en distintos centros escolares, los estudiantes han podido reflexionar sobre el acoso con los actores, que han sido formados como agentes antibullying por el Colegio Oficial de Psicología de la Comunidad Valenciana.
El pasado 2 de mayo, coincidiendo con el Día Internacional contra el Acoso Escolar, el equipo junto a Totto diseñaron una mochila con el lema Dilo todo, no te calles nada, donde los estudiantes debían escribir una carta sobre su perspectiva del acoso escolar. «Es muy impresionante cuando un niño se levanta en medio del coloquio y nos dice delante de sus compañeros que ha sufrido bullying«, cuenta el actor José Farnós.
El proyecto ha contado con la fuerza y el apoyo de varios colaboradores como el Villarreal Club de Fútbol, la Diputación de Castellón, la Universidad Jaume I de Castellón o el Colegio Oficial de Psicología de la Comunidad Valenciana.
Imagen tomada de: https://ep02.epimg.net/sociedad/imagenes/2019/06/28/actualidad/1561723072_350994_1561724211_noticia_fotograma.jpg
América del sur/Argentina/11 Julio 2019/Fuente: El país
Cada día nacen en Argentina unos 250 niños de madres menores de 20 años. Siete de cada diez embarazos no son planeados. Los adolescentes piden mejor acceso a anticonceptivos y hablar de sexualidad de manera más abierta
Florencia Sáez Benito recibió algo de educación sexual en el colegio católico que frecuentó en Buenos Aires, pero no toda la que le hubiera gustado, admite. Los profesores le explicaron cómo poner un condón, le mencionaron la existencia de un par de métodos anticonceptivos, hablaron de menstruación solo con las alumnas y de masturbación solo con los chicos.
Sus padres tampoco se mostraron muy abiertos sobre el tema, revela esta estudiante de derecho de 24 años. “Cuando te presentan un tema rodeado de secretismo, sientes vergüenza y te limitas a la hora de preguntar. Es un círculo”, dice. No le quedó más remedio que buscar por su cuenta información en internet y en los libros. “Pero otros no buscan. Los embarazos tempranos son algo muy frecuente, incluso en mi entorno, en una escuela de clase medio-alta”.
En 2017, el 13% (alrededor de 94.000 sobre un total de más de 704.000) de los nacidos vivos en Argentina vinieron al mundo de mujeres menores de 20 años, según los últimos datos de la Dirección de estadísticas e información de salud (DEIS). Pese a un leve descenso en los últimos años, el promedio es aún elevado: 258 por día. Aunque la mayoría de las madres tuvieran entre 15 y 19 años, cerca de 2.500 bebés nacieron de menores de 15 años. Entre las menores de 14 años, los nacimientos fueron 506. Fue la única franja de edad en presentar un ligero incremento en valores absolutos (en 2016, fueron 468). Siete de cada diez embarazos adolescentes no son planeados.
Sáez Benito lleva unos meses en la Red nacional de jóvenes y adolescentes para la salud sexual y reproductiva, una plataforma integrada por personas de distintas zonas del país, para ayudar a sus coetáneos a estar más informados sobre sus derechos. “Pese a que Argentina cuente con una Ley de Educación Sexual Integral muy avanzada, no se aplica y hay muchos padres y profesores que se resisten. Lo mismo ocurre con los médicos, que a veces se muestran reacios a dar información. Se sigue demonizando a la mujer que quiere disfrutar libremente de su sexualidad, pero al mismo tiempo se le achacan todas las responsabilidades de tomar precauciones, porque si se queda embarazada, es un problema suyo”.
La simple experiencia de comprar condones puede ser muy diferente para chicos y chicas. “En cuanto varón, cis, hetero, me sonríen. Es la típica visión impuesta por el patriarcado: si eres un hombre, eres un ganador; mientras que una mujer es una fresca”, cuenta Santiago Rodríguez, otro voluntario de la red, de 19 años. “En varias ocasiones mis amigas me han pedido que fuera a comprar preservativos por ellas, por vergüenza o por miedo a ser juzgadas”.
Rodríguez vive en Buenos Aires, donde estudia ingeniería del sonido. Él también recibió clases de educación sexual cuando cursaba la escuela secundaria, pero lamenta que fueran enfocadas meramente al aspecto biológico de la reproducción. “No se habló de consentimiento, de diversidad de género, ni de violencia…”, se queja.
Hablar de sexo en su casa nunca fue un problema, pero sabe que no todos sus coetáneos tienen la misma suerte. “Entre mis amigos, hay algunos que no han revelado a sus padres su orientación, otros están muy desinformados. Es cierto que todos tenemos acceso a internet, pero circula por ahí mucha información errónea. Y en los centros de salud a veces te miran mal o te piden que vayas acompañado de un adulto. Lo más importante para revertir esta situación es que se cumpla la Ley de Educación sexual y facilitar el acceso a métodos anticonceptivos”.
“El embarazo adolescente es uno de los grandes indicadores de inequidad. Cuanto más pobre es un lugar, más embarazos tempranos y todos los riesgos asociados: mortalidad materna, vulnerabilidad, reproducción del ciclo de pobreza, fracaso escolar”, señala Fernando Zingman, especialista de salud de Unicef Argentina. Los embarazos tempranos, según el experto, afectan la trayectoria educativa en doble sentido: por un lado, las chicas que no cursan estudios secundarios están expuestas a un mayor riesgo y, por el otro, la gestación incide en la decisión de abandonar los pupitres.
No existe un perfil único de madre adolescente, según Zingman. “Las más pobres son las más vulnerables. Las que dejan de asistir a la escuela. No es una cuestión vinculada con convicciones culturales o ancestrales. Se trata más bien de falta de acceso a recursos de salud”, dice. “También existe asimetría de poder en las relaciones entre chicos y chicas, sobre todo entre las menores de 15 años, por falta de información o porque no accedieron a educación sexual integral. Estas circunstancias se dan especialmente en parejas con mucha diferencia de edad”. Sin embargo, el especialista en salud reconoce que en los últimos años se ha avanzado en facilitar el acceso a métodos anticonceptivos y han caído algunos tabúes a la hora de hablar de sexualidad juvenil, con el apoyo de iniciativas lanzadas desde el Gobierno.
En 2017, los Ministerios de Salud, Educación y Desarrollo Social pusieron en marcha el Plan nacional de prevención del embarazo no intencional en la adolescencia (Plan ENIA) en 12 provincias de las 24 que componen el país. Entre otros objetivos, el programa se plantea hacer efectiva la implementación de la educación sexual integral en las escuelas; facilitar información sobre métodos anticonceptivos; detectar posibles abusos sexuales; así como ofrecer asesoramiento en los servicios de salud y en las escuelas secundarias.
“Las metas son muy ambiciosas, pero hemos tenido una muy buena respuesta”, según Gabriel Castelli, de la Secretaría nacional de niñez, adolescencia y familia. Unos 39.000 chicos y chicas, estima, ya han pasado por las asesorías organizadas en las escuelas. “El desafío que tenemos por delante es que todo este esfuerzo se plasme en una política pública. En la práctica, el Plan se hace realidad solo cuando la provincia lo asume como propio. No se trata solo de poner una firma para poner en marcha el programa, sino que estamos hablando de decisiones concretas y de destinar fondos”, continúa. “Pase lo que pase en las próximas elecciones presidenciales —que se celebrarán a finales de este año—, espero que se mantenga el Plan. Habrá que ver si con la crisis económica se dará seguimiento a las actividades de formación y sensibilización”.
Derribando mitos
“Desde hace años trabajamos en programas de prevención de embarazos no intencionales. Pero para hacerlo hay que desmitificar algunas ideas. Tener un hijo en la adolescencia es un compromiso que limita de manera real las posibilidades de un adolescente”, sostiene Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM). “Nos preocupan en especial los embarazos no planificados entre menores de 15 años, porque las chicas de esta edad no deciden. Tienen relaciones porque son manipuladas y abusadas, no tienen capacidad de consentimiento”.
La médica asegura que ha habido avances en los últimos años, pero aún existen numerosos obstáculos. Uno de ellos es la resistencia por parte de personales médicos en promover anticonceptivos como implantes y DIU a adolescentes o a practicar el aborto en casos de violación. La experta denuncia también el incumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral en las escuelas en algunas provincias del país.
El reciente debate sobre el aborto ha vuelto a traer encima de la mesa el tema de la formación. “Todos coinciden en la importancia de la educación sexual integral, pero no estamos hablando de lo mismo. Algunos la idealizan y hay movimientos en contra como Con mis hijos no te metas que arremeten en toda la región. Este ruido no tiene la capacidad de frenar los avances. La mayoría de personas reclama su derecho a informarse”.
La segunda región en el mundo por embarazos adolescentes
La tasa de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe se mantiene como la segunda más alta del mundo, superada únicamente por la de África subsahariana. Aunque el índice de fecundidad general de las mujeres de la región ha bajado en las últimas décadas, los embarazos de aquellas entre 15 y 19 años han ido en aumento, así como entre menores de 15 años. En total, dos millones de niños nacen de madres adolescentes en América Latina y el Caribe, el 15% de todos los embarazos registrados.
“Las cifras ocultan las desigualdades”, explica desde Panamá Alejandra Trossero, especialista regional en adolescentes y VIH/Sida para América Latina y el Caribe de Unicef. “Hay que derribar las barreras de acceso a la sanidad, mejorar la prevención de los embarazos no deseados y conseguir que las madres adolescentes no abandonen los estudios”.
Uno de los puntos cruciales que abordar es, según la experta, el de las uniones tempranas. “A veces reflejan el deseo de ser autónomas y una salida del contexto en el que están sumidas. Además de fomentar la educación, sobre todo de las niñas en las zonas marginales, se necesitan sistemas legales que limiten estos matrimonios. Estos cambios necesitan tiempo para cambiar normas sociales y culturales muy instaladas. Hay que desmitificar, por ejemplo, que las uniones tempranas pueden traer beneficios a las familias.
Europa/España/11 Julio 2019/Fuente: El diario la educación
La Plataforma por una escuela extraordinaria comienza una recogida de firmas para pedir a la ministra de Educación, Isabel Celaá, una apuesta decidida por la escuela inclusiva.
La Plataforma por una escuela extraordinaria comienza una recogida de firmas para pedir a la ministra de Educación, Isabel Celáa, una apuesta decidida por la escuela inclusiva.
La petición, en change.org, que espera recoger 5.000 firmas y ya se encuentra en las 3.400, tiene por objetivo que el Ministerio de Educación se comprometa a que ningún alumno sea escolarizado en centros especiales o aulas específicas dentro de los centros ordinarios y a que inste a que las comunidades autónomas hagan lo propio.
Segúnn la petición, las administraciones fomentan la segregación del alumnado por vía directa, es decir, mediante dictámenes que justifican esta segregación al hablar de los déficits o discapacidades que tienen. Pero no solo, también lo hacen de forma indirecta al no proporcionar los apoyos necesarios en las aulas ordinarias y defendiendo la necesidad de que se matriculen en centros especiales o aulas específicas para que estén bien atendidos.
La plataforma impulsora de la petición defiende que se trata de evitar el sufrimiento de las familias que no pueden elegir el centro educativo para sus hijos «porque presentan una diversidad funcional»; para que no tengan que acudir a la justicia para que haga valer su derecho a la educación iclusiva, como hemos ido viendo en los últimos meses y para enriquecer y beneficiar a todo el alumnado aumentando la diversidad en las aulas. Una situación, según dicen, que fomenta las «capacidades y actitudes cooperativas, de ayuda mutua y tolerancia».
La Plataforma justifica esta petición en el hecho de que el derecho a la educación inclusiva es un derecho fundamental recogido en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España en 2008, así como en el informe del Comité de la ONU para los Derechos de las Personas con Discapacidad que instaba hace dos años al Estado a acabar con la segregación de este alumnado.
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