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¿Cómo será el regreso de las escuelas particulares el 30 de agosto?

Por: Luis Medina Gual

Aunque la pretensión federal es el regreso a las clases presenciales, en realidad las escuelas de sostenimiento particular no prevén una única manera de iniciar el ciclo escolar 2021-2022. Lo anterior fue una de las tónicas de la conferencia de prensa del pasado 19 de agosto convocada por la Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP): https://bit.ly/PosturaNOM237yRegresoaClasesCNEP .

Y esto es lógico si ponemos en perspectiva la diversidad de los centros educativos de sostenimiento particular que existen. Los particulares abarcan desde escuelas en zonas rurales de la sierra de Chihuahua, hasta centros en el corazón de San Pedro Garza García en Nuevo León o en zonas urbano marginadas de diferentes ciudades del país.

Así pues, pensar que existen las posibilidades y condiciones de que todas las escuelas particulares regresen a la presencialidad el 30 de agosto es simplemente romántico. En la realidad, la presidenta de la confederación, la Lic. María de Jesús Zamarripa, recuerda que los centros deben considerar, además de las prescripciones de la SEP Federal, las recomendaciones y lineamientos de las secretarías estatales (que no siempre son coherentes con la federación).

Dicho lo anterior, se mencionan varias posibles acciones de los centros educativos de sostenimiento particular:

  1. Modalidad presencial: donde se plantea que todos(as) los(as) estudiantes regresen de manera simultánea a los centros educativos. Las implicaciones de esta modalidad son la dificultad de bajar la densidad de estudiantes por salón, de facilitar la ventilación, el seguimiento de salud de la comunidad educativa, entre otros retos. Sin duda se plantea la de mayores retos sanitarios. En la práctica, la presencialidad en realidad se plantea en un tipo de esquema mixto con asistencia alternada y escalonada de estudiantes.
  2. Modalidad mixta: donde los estudiantes asistirán algunos días al centro escolar (se rotan con su generación o con otras generaciones) y algunos otros trabajarán a distancia. Esta modalidad tiene la finalidad de evitar una mayor densidad por salones o espacios escolares. La dificultad que se prevé es para con las familias (logística) y con el seguimiento de los(as) estudiantes que estén en sus casas a través de clases a distancia durante los días que les sean asignados.
  3. Modalidad a distancia: que ya conocemos y se encuentra mediado por diferentes tecnologías. Es importante mencionar que muchos colegios particulares plantean la posibilidad de iniciar a distancia este nuevo ciclo escolar por 3-4 semanas con la finalidad de valorar las condiciones para el regreso presencial. A esto le denominan un “arco de salud”.
  4. Modalidad híbrida: que se refiere al trabajo sincrónico de estudiantes presenciales y a distancia. Por su complejidad pedagógica y costos, parece que sólo algunas de las instituciones particulares habrán de optar por esta opción. En particular el reto de formación docente es uno de los principales obstáculos. Aunado a lo anterior requiere una inversión alta de infraestructura y conectividad que no se vería de gran utilidad a mediano o largo plazo si no se va a conservar esta modalidad para otros ciclos escolares. Además, hay que considerar que el ciclo escolar pasado fue el que mayores pérdidas de alumnado ha traído para las instituciones particulares. Sin duda, esta modalidad es de la que más se habla en los centros de sostenimientos particulares pero casi con certeza va a ser la menos operada.

En síntesis, el regreso para las escuelas particulares será tan heterogéneo como son los contextos, tamaños, nivel de consolidación y niveles educativos que se ofertan. Incluso, dentro de un mismo centro, se plantea, en muchas ocasiones, la posibilidad de que se opere más de una modalidad dependiendo del nivel educativo. Por ejemplo, algo común en algunos centros particulares urbanos es que los preescolares y la primaria baja regresen de manera presencial, mientras que primaria alta y secundaria regresen en un esquema mixto y la media superior regrese en modalidad a distancia o híbrida. Esto es lógico si se piensa que cada modalidad también es más fácil de operar dependiendo del nivel educativo de los(as) estudiantes.

Así pues, al menos desde los centros de sostenimiento particular, cobrará gran importancia el que cada familia pueda corroborar la modalidad que habrá de operar durante este nuevo regreso a clases. Para quienes regresen a través de la presencialidad, la preservación salud física y emocional va a ser el mayor reto, mientras que para quienes regresen en un esquema híbrido, tanto la salud como lo pedagógico y tecnológico brindarán un interesante bricolaje de retos.

Fuente de la información: https://www.educacionfutura.org

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México: Acompañamiento docente y el modelo híbrido.

Acompañamiento docente y el modelo híbrido.

Publicado por Pluma Invitda

María Teresa Galicia Cordero

“Hay que aprender a vivir en la incertidumbre; es decir,

tener el coraje de afrontar, estar preparados para

resistir las fuerzas negativas que puedan llegar…”

Edgar Morín

 

Inicia para la mayor parte de los docentes en México un nuevo periodo de aprendizaje, lo llamo así porque sin duda, esta etapa así lo requiere. Para buena parte de los docentes el tiempo pasado fue de descubrimiento permanente ante la presencialidad negada, donde se fue apostando por nuevas maneras de enseñar, enmarcadas en procesos de reflexión continuos sobre aquellas fortalezas y debilidades construidas en el caminar sinuoso por la enseñanza a distancia, no siempre apreciado por la sociedad, sus autoridades y los padres de familia.

Ahora, en todo el país se habla de un modelo híbrido, que representa nuevos retos porque la metodología de abordaje y el sustento teórico específico son diferentes, en donde además la planeación y la evaluación no pueden ser las mismas, especialmente cuando el contexto de incertidumbre que rodea el próximo regreso a clases, está permeado de riesgos importantes relacionados con la salud de toda la comunidad educativa.

Las preguntas necesarias fluyen en muchas mentes ¿Cuán preparados estamos, estudiantes y docentes, para sumergirnos en una educación con un modelo híbrido? ¿Será que las experiencias ante la no presencialidad pueden ser la base para este nuevo escenario? ¿Qué estrategias ya utilizadas o que nuevas estrategias permitirán que esta modalidad logre mejores resultados de los obtenidos hasta ahora?

Para quienes no tienen relación con algún docente en su círculo social, tal vez piense que los maestros no han hecho hasta ahora lo necesario, pero para quienes estamos rodeados tanto profesional como familiarmente con ellos, sabemos que el esfuerzo ha sido enorme y no siempre bien reconocido.

¿Saben acaso de la continua búsqueda de formación continua que han tenido los docentes de todos los niveles, modalidades educativas públicas y privadas? Esa formación no siempre ha sido proporcionada en sus entornos laborales,  muchos asistieron a una diversidad de webinars, seminarios, cursos, talleres o bien, en procesos de auto aprendizaje buscando en redes sociales o en plataformas virtuales  tutoriales con el fin de contar con las  competencias docentes necesarias en tiempo récord,  que les permitieran aplicarlas de manera inmediata y cumplir con lo que se les exige:  1) que posea el dominio o conocimiento suficiente sobre la materia; 2) que actúe de forma didáctica, ya que no se trata sólo de conocer el contenido, sino de seleccionarlo, secuenciarlo y proponer las actividades pertinentes, y 3) que posea la formación y disposición para mejorar profesionalmente mediante la autoformación, la reflexión crítica sobre su práctica y la realización de proyectos de innovación ( de la Torre y Violant, 2002).

Datos de estudios realizados durante esta pandemia, como la Encuesta Nacional a Docentes ante el COVID-19 (2020) plantea una agenda necesaria, tomando en cuenta aspectos nodales que no deberían de pasar desapercibidos en el inicio del ciclo escolar. Por ejemplo, la necesidad de asegurar equidad en el acceso a las herramientas digitales y a la conectividad para todas las escuelas, tarea que hasta donde podemos apreciar, aún tiene pendiente el estado mexicano.

Lo mismo podemos decir sobre la infraestructura física de las escuelas, problema mayúsculo cuando lo asociamos con la resistencia de los padres de familia de contribuir al mantenimiento de las escuelas, bajo la consigna de que cómo no se han utilizado las instalaciones no deben de pagar esas cuotas. ¿Acaso saben que el agua, la electricidad, el teléfono, la impermeabilización, el corte de las áreas verdes etc. se deben de pagar? porque, aunque se difunde que no deben de obligarlos a dar esas cuotas, lo cierto es que cada escuela tiene que afrontar esos costos. En este momento tienen que ver la forma de solventar los gastos derivados de los materiales necesarios para llevar a cabo las acciones relacionadas con el regreso a las escuelas.

En la encuesta referida, si bien se plantea la necesidad de un modelo pedagógico a distancia, se fundamenta que debe de existir la necesaria preparación para ello, donde se toma en cuenta lo tecnológico, pero con mayor importancia, el modelo pedagógico a implementar, que debe de contar con una visión clara sobre el tipo de docente y el perfil del alumno que permitan lograr   los aprendizajes.

El modelo híbrido, es un modelo de instrucción que contempla la integración de las actividades a distancia y las presenciales, que deberán estar plenamente vinculadas en el curso del aprendizaje para que funcione. Tiene que adecuarse a las condiciones de acceso a conectividad y dispositivos en particular para que los estudiantes más vulnerables, puedan tener la posibilidad de una educación personalizada a sus necesidades e intereses.

Entra en juego también, el concepto de aula o clase invertida (en inglés, flipped classroom), un modelo de enseñanza que se emplea ya desde hace años y que siempre fue pensada como una combinación online y presencial de estrategias de enseñanza, donde es crucial que el alumno tenga el control sobre su propio proceso de aprendizaje, es decir, que pueda autorregularse (Cheng et al, 2014).

Los resultados de la encuesta muestran también, la necesidad de un modelo en donde la casa y la escuela sean espacios para el aprendizaje, pero también destaca que nuestro sistema educativo no está preparado para este tipo de educación porque los alumnos no tienen la suficiente autonomía y responsabilidad en su propio aprendizaje, además de que los docentes se mueven en un margen acotado por la elección de los contenidos.

Muchos docentes han hecho lo que pueden hasta ahora, pero la implementación del modelo híbrido necesariamente tiene que generar cambios en la forma de enseñar y aprender en todas las figuras educativas, donde los padres de familias tienen un rol protagónico, que aún no acaban de asumir como corresponsables de la educación de sus hijos. En este modelo a implementar, ellos deben de dar continuidad a las actividades promovidas por los profesores, dado que en este modelo de semipresencialidad, acerca aún más los procesos educativos a los hogares.

Retomo las palabras de Edgar Morin que motiva a que todos tenemos que seguir aprendiendo   a vivir en la incertidumbre; pero en especial los  docentes deberán de tener el coraje de afrontar y  estar preparados para resistir, pero no solos como han estado  hasta ahora,  porque  requieren de un acompañamiento docente continuo y sistemático,  paralelo al proceso educativo que desarrollarán, desde la facilitación de recursos digitales y no digitales, la construcción de planeaciones curriculares pertinentes a los diversos contextos socioeducativos , con capacitación continua para guiar el aprendizaje dentro y fuera de la escuela, donde de aprendiz competente se convierta  en un líder pedagógico, capaz de recrear actividades centradas en los estudiantes así como  promover  habilidades de pensamiento y ambientes de colaboración.

Nada está escrito, serán necesario cortes y momentos de adecuación a la realidad que se vaya presentando, resignificando los modelos educativos, adaptándolos, flexibilizándolos, en donde la construcción del conocimiento se realice dentro de un proceso situado y continuo en un contexto donde el relajamiento social es una constante y en donde los maestros requieren de nuevos entornos de acompañamiento.

Referencias

Baptista Lucio, P., Almazán Zimerman, A., y Loeza Altamirano, C. A. (2020). Encuesta Nacional a Docentes ante el COVID-19. Retos para la educación a distancia. Revista Latinoamericana De Estudios Educativos50 (ESPECIAL), 41-88. https://doi.org/10.48102/rlee.2020.50.ESPECIAL.96

de la Torre, S. y  Violant, V. (2002). Estrategias didácticas en la enseñanza universitaria. Una investigación con metodología de desarrollo. Creatividad y Sociedad, 1, 21-38. Recuperado de: http://creatividadysociedad.com/wp-content/uploads/2019/10/revista-CS-3.pdf

Cheng, L., Ritzhaupt, A.D., & Antonenko, P. (2014). Effects of the flipped classroom instructional strategy on students’ learning outcomes: a metaanalysis. Education Tech Research Dev 67, 793-824. https://doi.org/10.1007/s11423-018-9633-7

Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/acompanamiento-docente-y-el-modelo-hibrido/

 

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México – La Universidad Nacional: un espacio de libertad

La Universidad Nacional: un espacio de libertad

Alfonso Pérez Daza

Debemos atravesar las adversidades, con un espíritu crítico, libre y solidario

Esta semana la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) inició el ciclo escolar 2021-2022 en la modalidad de educación a distancia. Las clases a través de las plataformas de videoconferencia han resultado un medio eficaz para reunir a los estudiantes y sus maestros de forma virtual. Como profesor de la Facultad de Derecho doy cuenta de la extraordinaria organización administrativa, la excelencia y vocación del claustro académico de esta facultad. Gracias a ello, la pandemia no ha sido un obstáculo para continuar con la educación superior de miles de jóvenes universitarios. Sin embargo, he advertido el agotamiento, desánimo y desinterés de muchos estudiantes de Derecho que, por desgracia, han sufrido la pérdida de algún ser querido consecuencia del virus Sars-Cov2, el desempleo de algún familiar o las restricciones de su propia libertad por las diversas medidas de contingencia establecidas ante la crisis sanitaria que se vive en México y el mundo.

En la comunidad universitaria la solidaridad debe ser una constante, estamos obligados a apoyarnos entre nosotros para sobrevivir. El filósofo Adolfo Sanchez Vazquez sentenció: “la vida de la universidad tiene que ser, sustancialmente, ejercicio del pensamiento, pero de un pensamiento que no se conciba a sí mismo como un fin en sí, sino como pensamiento para la comunidad en sus diversos niveles, estatal, nacional y universal”. Esto significa que la educación no puede soslayar los grandes problemas a los que nos enfrentamos: la pandemia, el calentamiento global, la desigualdad económica, el uso indebido de nuestros datos personales y los ataques a la vida privada, entre otros. Necesitamos que los jóvenes universitarios reflexionen con base en un pensamiento racional, pues es nuestro comportamiento irracional con la naturaleza lo que ha llevado a desastres ecológicos, a relaciones violentas entre sociedades, a políticas militaristas que derivan en dictaduras que violan sistemáticamente los derechos humanos, entre otros ejemplos.

El racionalismo permite una relación natural, y por tanto humana, ante el escenario adverso. Afortunadamente, contamos con una Universidad Nacional como espacio donde prevalece la libertad de cátedra y de investigación, fruto, entre otros, de la filosofía de Antonio Caso, quien se opuso a Vicente Lombardo quien proponía que la UNAM adoptara el materialismo histórico como orientación de sus tareas docentes, científicas y culturales. Recientemente, en su columna, el Dr. Raúl Contreras nos recordaba “solo al educar en libertad y sin ataduras es posible conseguir el máximo potencial de las ideas, aquellas que han sido el motor de progreso en nuestro país”.

Hoy, como hace décadas, la comunidad universitaria debe asumir el mensaje de aliento que, en su momento, pronunció el arqueólogo Alfonso Caso al señalar que el águila y el nopal siguen en nuestro escudo como una inspiración: “seguimos creyendo, como el azteca, que es fundamental un ideal que inspire nuestra vida y ese ideal no puede ser otro que el de poner nuestras fuerzas en conjunción, para conseguir el triunfo del bien. Así el viejo símbolo que movió a los aztecas a través de los desiertos y las planicies del norte, hasta fundar la Ciudad del Sol en medio del lago de la Luna, sigue siendo actual; sigue inspirando nuestro deseo de crear una gran patria que tenga su centro, allí donde por primera vez se posó el águila sobre el nopal”. En este nuevo inicio de ciclo escolar, los universitarios del país debemos reflexionar e inspirar a las nuevas generaciones de estudiantes para atravesar las adversidades, siempre con un espíritu crítico, libre y solidario.

Académico de la UNAM

Fuente de la Información: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/alfonso-perez-daza/la-universidad-nacional-un-espacio-de-libertad

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Pobreza, desigualdad y cambio climático definen nuestra era

Pobreza, desigualdad y cambio climático definen nuestra era

David Malpassplumas invitadas

La pandemia de covid-19 ha afectado mucho más a los pobres y vulnerables, agravando la desigualdad, la insuficiencia de sistemas de salud, el déficit de aprendizaje, el estancamiento de los ingresos, el aumento de los conflictos y la violencia, y el cambio climático. Desafortunadamente, las demoras en la vacunación profundizan dicha desigualdad y dejan en riesgo a millones de personas vulnerables.

Además de los daños inmediatos, la pandemia está dejando secuelas duraderas: los niños han perdido acceso a instrucción vital y a programas de nutrición y vacunación; las empresas han colapsado; los ahorros y los activos se han agotado y el sobreendeudamiento está reduciendo la inversión y el gasto social.

El Banco Mundial ha actuado para ayudar a los países mediante programas de salud de emergencia en más de cien países; evaluaciones de preparación para la vacunación en más de 140 países; y financiamiento para vacunas en casi 50 países. Por su parte, la Corporación Financiera Internacional, nuestra entidad dedicada al sector privado, ayuda a aumentar el suministro de vacunas y de equipos sanitarios esenciales.

La disponibilidad de vacunas es la mejor inversión para fortalecer la recuperación y he instado a los países que tienen suficiente suministro que lo liberen lo antes posible para los países en desarrollo con programas de vacunación en marcha.
También focalizamos nuestro financiamiento y conocimiento en programas que salven vidas y medios de subsistencia y que al mismo tiempo apoyen un desarrollo verde, resiliente e inclusivo.

Para ayudar con el tema climático, el Grupo Banco Mundial comprometerá al menos el 35% de su financiamiento en los próximos cinco años —USD100 mil millones— en inversiones climáticas. En “mitigación” buscaremos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), en particular de los principales emisores. En “adaptación”, nuestro enfoque reconoce que el cambio climático afecta más a los países más pobres, aunque su contribución a las emisiones de GEI es mínima. Una de nuestras medidas es ayudar a los países a implementar sus contribuciones determinadas a nivel nacional, acordadas bajo el Acuerdo de París.

Además de la desigualdad, muchos países pobres enfrentan altas tasas de interés, mientras que siguen siendo cercanas a cero en las economías avanzadas. Cuando se produjo la pandemia, pedí que se suspendiera el servicio de la deuda de los países más pobres. La Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda del G-20 proporcionó alivio temporal, postergando más de USD13 mil millones en pagos. El alivio ha sido menor de lo previsto porque algunos acreedores no participaron y siguieron recaudando pagos —y porque los países deudores deberán pagos suspendidos, más intereses, cuando finalice el período de suspensión en diciembre de 2021.

El desequilibrio de las políticas en estímulo fiscal y monetarias es otro factor que contribuye a la desigualdad. Vemos un alza en los precios —impulsada por la demanda en las economías avanzadas—, mientras la inseguridad alimentaria afecta a muchos de los pobres del mundo. La política monetaria mundial sufre un desequilibrio aún mayor porque la compra de bonos de los bancos centrales y la regulación del crédito dirigen los recursos a las instituciones más seguras y sofisticadas, desplazando a otros.

Nuestras respuestas a la pobreza, la desigualdad y el cambio climático serán las decisiones que definirán nuestra era. Los desafíos son enormes y requieren nuevos enfoques. El Grupo Banco Mundial ayuda a los países a lograr un desarrollo sostenible mientras trabaja con los sectores público y privado para cumplir su misión de aliviar la pobreza y promover la prosperidad compartida.

*Presidente del Grupo Banco Mundial

Fuente de la Información: https://www.prensalibre.com/opinion/plumas-invitadas/pobreza-desigualdad-y-cambio-climatico-definen-nuestra-era/

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Universidad Autónoma de Querétaro: Pandemia y financiamiento

Por: Pluma invitada

Regresamos a clases (virtuales) en la Universidad Autónoma de Querétaro. Desafortunadamente, no todos los jóvenes de los 31,509 que iniciaron el segundo semestre de 2019 podrán continuar con sus estudios. El porcentaje de personas que abandonaron nuestra universidad es de 35 por ciento, según datos ofrecidos por nuestra rectora, la doctora Teresa García Gasca (El Universal Querétaro, 05/07/21 nota de Zulema López).

La causa, expone García Gasca, es primordialmente la pandemia. Las bajas “voluntarias” se duplicaron en comparación con los dos semestres de 2020. Esto es preocupante debido a que la UAQ había hecho un esfuerzo notable por ampliar la cobertura de primer ingreso cuya tasa en 2017 fue de 38 por ciento y en 2020 de 41 (Tercer Informe). Es decir, la creación de más oportunidades de estudio se vio seriamente afectada por la contingencia sanitaria. Pero en la UAQ no nos arredramos.

Ante este escenario, la rectora ha planteado esquemas de “reinserción”. Para ello, seguramente las oficinas de planeación van a desarrollar y difundir datos precisos sobre en qué campi se registró el mayor número de jóvenes excluidos, cuál es su perfil sociodemográfico, qué nivel y programas académicos cursaban, cuál fue su desempeño académico, cómo está conformado su hogar y con qué apoyos contaban antes de irse. Esto último es necesario porque supongo que los modelos para la reinserción tendrán que ser más amplios que otorgar descuentos, tabletas y becas. En estos rubros, la UAQ destinó un poco más de 34 millones de recursos propios en 2020, que a pesar de ser importantes, fueron limitados para contener el duro golpe de la pandemia sobre la vida y el hogar del joven estudiante.

Al estar discutiendo estos asuntos, apareció el reporte intitulado “Educación Superior y Covid 19 en América Latina y el Caribe. Financiamiento para los estudiantes” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esta Nota Técnica fue elaborada por un grupo de especialistas con el propósito de entender las medidas que “los principales actores del financiamiento” tomaron en 2020 para apoyar al estudiante. Para ello, condujeron encuestas y entrevistas con representantes gubernamentales, institutos de créditos educativo e instituciones de educación superior en 11 países de la región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Honduras, México, Perú, República Dominicana y Uruguay).

Como buen banco, el BID apuesta por la promoción de líneas de crédito y préstamos para financiar las trayectorias académicas de los jóvenes, tema que en países como Estados Unidos es cuestionado por la onerosa deuda que representa para los egresados. Además, ante el empobrecimiento de los hogares en países como México a raíz de la pandemia, contratar un crédito parece inviable. Creo que por ahí no va la solución. Pero aparte de lo cuestionable de las propuestas del BID, hay otras valiosas. Por ejemplo, repensar el papel de los egresados –y sus sociedades, aún inexistentes en la UAQ– para poner en marcha apoyos “solidarios”. También sugiere, muy tímidamente, nuevas formas de organización escolar que tampoco en la UAQ hemos experimentado para formar a más jóvenes y mejor. Es tiempo de innovar.

*Investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (FCPyS)

Fuente: http://www.educacionfutura.org/universidad-autonoma-de-queretaro-pandemia-y-financiamiento/

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La soledad de las y los profesionales de la educación en el retorno al aula

Por: Marcelo Trivelli

Una de las profesiones que ha debido enfrentar los mayores desafíos de adaptación a las condiciones generadas por la pandemia de Covid-19 son las y los profesionales de la educación. Han sido dieciocho meses difíciles para los que nadie estaba preparado, sin embargo, al regresar a las aulas nadie se está haciendo cargo del daño socioemocional que hanexperimentado. Las y los profesionales de la educación se encuentran en soledad al retornar a las aulas.

Niñas, niños y jóvenes también han sido dañados psicológicamente por las condiciones de la pandemia, pero su salud mental no es prioridad. Se continúa privilegiando los aprendizajes tradicionales que se miden en las pruebas estandarizadas, como por ejemplo el SIMCE, a pesar que la evidencia científica señala que mientras mayor es el bienestar socioemocional de una comunidad, mejor es el aprendizaje de las materias señaladas.

El Ministerio de Educación de Chile ha destinado $25.000 millones adicionales, poco menos de $2,5 millones por establecimiento, para apoyar el retorno a clases presenciales en todos los colegios y jardines que reciben recursos públicos en el país para implementar medidas sanitarias, pero nada se dice de apoyo socioemocional para docentes y estudiantado.

La crisis sanitaria ha causado estragos en la educación, pero no lograremos recuperar lo perdido haciendo lo mismo de siempre. Hemos tenido un año y medio para cuestionar las bases del sistema educacional y en Fundación Semilla asumimos el desafío de encontrar las oportunidades que nos ofrecía la crisis para mejorar la educación de niñas, niños y jóvenes.

Durante el año 2020, elaboramos el Decálogo del Retorno a Clases en el que se destaca, en primer lugar, que se puede lograr más aprendizajes con menos contenidos. Para ello proponemos mantener la flexibilidad curricular, autorizada excepcionalmente por el Ministerio de Educación, priorizando aquellos objetivos imprescindibles para avanzar en nuevos aprendizajes y aquellos integradores y significativos que permitan aprendizajes para integrarse como sujetos activos frente a los desafíos sociales.

El segundo punto del Decálogo da cuenta de la importancia de las emociones y los vínculos que se establecen en las comunidades educativas. Hasta antes de la pandemia las dábamos por aseguradas por el solo hecho de la presencialidad en la escuela sin trabajarlas ni apoyar a quienes se iban quedando rezagados. La calidad de la convivencia escolar y la adquisición de habilidades sociales, emocionales y ciudadanas, deben mantener una alta relevancia pedagógica.

Hacer realidad estas oportunidades no será tarea fácil. El sistema educacional necesita hacer suyo esta nueva mirada ofreciendo apoyo socioemocional y capacitación a las y los profesionales de la educación, así como nuevas herramientas pedagógicas que apoyen la labor docente.

La educación se comporta como un gran buque de carga que tiene grandes dificultades para cambiar de rumbo. Lamentablemente, mientras el retorno a clases avanza, vemos la soledad en que se encuentran las y los profesionales de la educación.

Fuente de la información e imagen:  https://www.pressenza.com

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México: Una brújula para la convivencia escolar en el regreso a clases

Una brújula para la convivencia escolar en el regreso a clases

 28 julio, 2021

María Cecilia Fierro Evans *

Para situar la discusión…

Las políticas públicas en México alrededor de la convivencia y la prevención de violencia –del Programa Escuela Segura (PES 2007) a la fecha– han estado orientadas bajo un enfoque de seguridad pública. Esto es, centradas en el combate al crimen organizado y la delincuencia, en imponer el orden y el control y focalizando los comportamientos disruptivos de los estudiantes. Esta impronta inicial del PES ha permanecido, si bien en periodos de gobierno subsiguientes se incorporaron otro tipo de estrategias. Por ejemplo, el Programa Nacional de Convivencia Escolar (PNCE 2017), representa una amalgama de medidas con diversas lógicas e integra tanto medidas punitivas como estrategias formativas orientadas al desarrollo socio-emocional de los estudiantes.

En la vida diaria de las escuelas, estas directrices se expresan en un conjunto de protocolos y  reglamentos que definen las acciones a seguir en casos de delitos, faltas graves y faltas leves. En cada escuela de nivel básico opera un “órgano de convivencia”, que es el responsable de definir, en situaciones específicas, si una situación se cataloga como “conflicto o violencia”. La falta de criterios para analizar situaciones y ponderar los posibles cursos de acción más conducentes para resolver en lo inmediato, es uno de los problemas que enfrentan estos equipos.  Hay tensión e incertidumbre alrededor de las decisiones que se toman, ya que éstas tienen consecuencias tanto para los estudiantes involucrados, –suspensiones, expulsiones–, como para directivos y docentes quienes pueden enfrentar consecuencias laborales por omisión.

Un diálogo necesario…

En este contexto, la solicitud recibimos la solicitud para elaborar un Modelo teórico para Atender, Prevenir y Erradicar la Violencia Escolar, ofreció un espacio para el diálogo entre las políticas públicas y los aportes de la investigación en convivencia.

La primera toma de posición fue ratificar la importancia de mover el centro de atención desde un enfoque de seguridad pública, hacia uno de seguridad humana, el cual se propone crear condiciones para establecer una convivencia escolar democrática y respetuosa de los derechos de los miembros de la comunidad educativa, cuestionando la visión de que la violencia es principalmente un fenómeno interpersonal, para asumirla como un problema estructural que contempla a la institución escolar en su totalidad. Así, propusimos un Modelo de Convivencia que contemple la prevención de la violencia.

Tres niveles de actuación para construir la Convivencia

Atendiendo los niveles propuestos de Atención, Prevención y Erradicación de la violencia escolar, los renombramos con el énfasis de construir la convivencia: El primer nivel de Contención, conocido en los documentos de política pública como Atender la violencia escolar, refiere a la respuesta inmediata de parte de la autoridad, ante las situaciones que alteran la convivencia.

El segundo llamado Resolución de los Conflictos, corresponde al de Prevenir la violencia en las escuelas. Se orienta a promover el desarrollo de capacidades y de habilidades para enfrentar de manera constructiva los conflictos inherentes a la vida escolar.

El tercero corresponde al de Transformar las Prácticas Pedagógicas y de Gestión, el cual sienta las bases para la construcción de una paz duradera en las escuelas; de ahí que equivale a Erradicar la violencia en el espacio escolar mediante la aplicación de prácticas de inclusión, de equidad y de participación.

Los espacios o ámbitos de intervención que contempla el Modelo son:  (a) Pedagógico-curricular referido a las prácticas docentes con el grupo de clase.  (b) Organizativo-administrativo, que alude a las prácticas de gestión institucional, y (c) Socio-comunitario,  relativo a la participación de padres y madres de familia, como de otros miembros e instancias de apoyo a la escuela. Se reconoce  así que construir la convivencia involucra a la comunidad escolar en su conjunto.

Una brújula para orientar las prácticas pedagógicas y de gestión

El Modelo se basa en un concepto de convivencia entendida como los procesos y resultados de los esfuerzos por construir una paz duradera entre los miembros de la comunidad escolar, a partir de prácticas pedagógicas y de gestión: inclusivas, equitativas y participativas que aborden de manera constructiva el conflicto.

¿Qué implica tener presente?

  1. Reconocer que la violencia directa que se experimenta en las escuelas, es la manifestación visible de violencias de orden estructural y cultural, como lo señala el “triángulo de las violencias” de Galtung.
  2. Saber que hay dos conceptos muy valiosos para orientar la actuación al interior de la escuela:  paz negativa o efímera y paz positiva o duradera. La paz efímera alude a los esfuerzos por promover la ausencia de violencia directa, pero sin atender las causas que la generan. En cambio, la paz duradera implica además de contener la violencia directa, atenuar en lo posible las consecuencias de la violencia estructural, así como cuestionar y erradicar la violencia cultural, es decir, las creencias que justifican la violencia estructural y la violencia directa.
  3. Requerimos tener presente que construir la paz duradera no significa que desaparecen los conflictos en la escuela, ya éstos son inherentes a la vida social en general, pero  es posible abordarlos de una manera constructiva.
  4. Es indispensable hacer la distinción entre conflicto y violencia. Atender de manera oportuna y adecuada los conflictos hace posible llegar a una resolución no violenta de los mismos. Sin embargo, cuando se enfrentan de una forma inadecuada, tarde o temprano darán lugar a formas de violencia directa.
  5. La paz duradera en las escuelas implica, en última instancia, trabajar en favor de una mayor justicia social en nuestras escuelas. Fraser propone un modelo para la justicia social en sociedades contemporáneas, el cual es adaptado, desde la pedagogía,  como inclusión (reconocimiento), equidad (redistribución) y participación (representación).
  6. Un Modelo de Convivencia se ocupa  de revisar las prácticas pedagógicas y de gestión en función de atender  necesidades y valorar las diversas identidades de nuestros estudiantes (inclusión). Reconocer sus esfuerzos y propiciar dinámicas de colaboración que reduzcan las brechas de desempeño entre estudiantes (equidad). Darles voz para que expresen necesidades, propuestas y aprendan a resolver en conjunto situaciones que les afectan (participación). Apoyar además el desarrollo de capacidades para mediar los conflictos. Y atender, además de lo reglamentado, a través de medidas formativas, las faltas leves y graves que se cometan en la escuela:

Crédito: Carbajal y Fierro 2020

 

¿Qué estamos haciendo para construir la convivencia?

Iniciamos comentando los grandes desafíos humanos que nos aguardan en el regreso a clases. Responder qué hacemos por la convivencia implica revisar desde la base de la pirámide cuáles son las acciones pedagógicas que llevamos a cabo para reconocer en qué circunstancia personal llegan nuestros estudiantes, haciendo del grupo una red solidaria de apoyo mutuo. Identificar las situaciones de rezago académico, para atenderlas sea vía tutorías entre pares u otras estrategias colaborativas. Crear espacios de participación orientados a recuperar los intereses e ideas que alimenten el gusto por aprender entre nuestros alumnos.

Allí está el trabajo de fondo. La educación socioemocional desarrolla capacidades que ayudan en la comunicación y el manejo de conflictos. Y sí, cuando haga falta, acudir a reglamentos y protocolos cuando sea necesario. La experiencia de docentes y escuelas mexicanas en entornos de violencia, indica que este es un camino posible y satisfactorio.

……….

https://www.muxed.mx/post/una-br%C3%BAjula-para-la-convivencia-escolar-en-el-regreso-a-clases

 

María Cecilia Fierro Evans. Integrante de MUxEd, es académica numeraria de la Universidad Iberoamericana León. Se interesa por las prácticas docentes, la gestión directiva, y el estudio de comunidades escolares comprometidas con el aprendizaje y la convivencia democrática en entornos vulnerables. Redes sociales:

Linkedin: linkedin.com/in/maria-cecilia-fierro-evans-42ab7649

Referencias:

Carbajal, P. y Fierro, C. (2020). Modelo de Convivencia para Atender, Prevenir y Erradicar la Violencia Escolar. México: Universidad Iberoamericana León-Secretaría de Educación de Guanajuato.

Carbajal, P. (2016). Educación para una convivencia democrática en las aulas. Tres dimensiones pedagógicas para su análisis. En N. Tello y A. Furlán (eds.). Violencia Escolar: aportes para la comprensión de su complejidad. México: UNAM/SUIVE, pp. 52-81.

Carbajal, P. (2018). Building democratic convivencia (peaceful coexistence) in classrooms. Case studies of teaching in Mexican public schools surrounded by violence. Tesis doctoral. Ontario Institute for Studies in Education, Universidad de Toronto. Recuperado de http://hdl.handle.net/1807/89835

Fierro-Evans, C., y Carbajal-Padilla, P. (2019). Convivencia Escolar: Una revisión del concepto. Psicoperspectivas, 18(1), 1-14. https://www.psicoperspectivas.cl/index.php/psicoperspectivas/article/view/1486

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Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/una-brujula-para-la-convivencia-escolar-en-el-regreso-a-clases/

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