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Solitario regreso a las escuelas

Por: María Teresa Galicia Cordero 

Toda la polarización que vemos emerger con respecto al regreso a clases está desgastando, aun antes de empezar, un proceso escolar que se ha fracturado, trastocado no solo por un virus, sino por las enormes desigualdades que se han acrecentado. Cuando se pensaba que estábamos próximos a salir de la pandemia, el virus SAR COV- 2 se sigue encargando de tensar aún más los endebles hilos en los que se apoya el discurso generador de progreso económico, social y político.

En este momento sabemos ya sobre el impacto diferenciado de la inasistencia a la escuela en poblaciones de niñas, niños y adolescentes, porque las variables como la edad, la etapa del desarrollo, las necesidades particulares, el ámbito familiar, el número de personas con las que interrelacionan en sus actividades de su vida cotidiana, la calidad de la convivencia y el acceso de recursos para el aprendizaje y el juego son significativamente diversas.

El ejercicio participativo motivado por la consulta #CaminitodelaEscuela (CDHCM, 2021) da cuenta de la voz de las y los niños respecto del regreso a clases y va en sentido opuesto a la voz del mundo adulto, mientras los primeros se pronuncian por regresar a las aulas (70%), en la misma proporción los segundos se oponen a ello, lo que conduce a afirmar que aquello considerado como prioritario para unos y otros es distinto.

Para niñas, niños y adolescentes es primordial e incuestionable la función social de la escuela, pero para la mayoría de las personas adultas no lo es porque, a decir de ellos mismos, es necesario privilegiar la salud, la cual se cree desproporcionadamente amenazada con el retorno a las clases presenciales.

Lo anterior es consecuencia de la constante desinformación sobre la pandemia y sus consecuencias. La información disponible para la opinión pública es insuficiente y muchas veces manipulada, no se toma en cuenta que lo que ahora se conoce del virus en comparación que lo que se sabía de él al iniciar la emergencia sanitaria es mucho más completa, además de que no se reconoce a niñas, niños y adolescencias como actores sociales con capacidad de opinar y tomar decisiones respecto de sus propios intereses.

 En lugar de conducir el debate respeto de si deberían abrirse o no los centros escolares, lo ideal sería concretar la ruta que debería de tomarse para limitar la difusión del virus y centrarse   en los factores que permitan abrir   las escuelas de manera segura. Existen evidencias de que es menos riesgoso estar en la escuela que en otros espacios comunitarios y, sin embargo, las autoridades han privilegiado la apertura de lugares de esparcimiento para personas adultas por encima de las escuelas, lo que ha tenido un impacto directo en el bienestar infantil. La apertura segura de las escuelas reviste de una serie de cuestionamientos que siguen un hilo conductor: la soledad de los maestros.

Se han publicado 10 recomendaciones para el regreso a clases: https://www.unicef.org/chile/comunicados-prensa/10-recomendaciones-para-el-retorno-clases-en-2021 Después de leerlas y compararlas podemos observar que las condiciones actuales de las escuelas no son las adecuadas. Es un hecho de que los maestros  no deberían de enfrentar solos este regreso, se requiere incorporar en la toma de decisiones a todos los actores de la comunidad educativa, considerado las necesidades, experiencias y realidades locales, regionales y de cada establecimiento; también se requieren de una red de apoyo relacionada con la salud que  monitoree  el bienestar emocional de estudiantes y profesores además de que  a estas alturas,  ya debería de haberse   dotado   de un dispositivo y de una conexión que asegure la posibilidad de involucrarse en el proceso de enseñanza a cada estudiante y docente.

  1. No se está apoyando a los docentes en las escuelas para un regreso seguro, las condiciones de infraestructura física y materiales de buena parte de las escuelas requieren de poner a su disposición fondos adecuados para la reapertura segura, al menos, instalaciones en donde haya agua, drenaje adecuado, saneamiento, higiene, luz. Antes de terminar esta reflexión escuchaba datos en los que se asegura que solo el treinta por ciento de las escuelas en Puebla capital tienen las condiciones necesarias para un regreso seguro y muchas escuelas, ante la ausencia de las cuotas escolares, no han podido adquirir los materiales propuestos para el protocolo sanitario propuesto por la SEP.
  2. Los docentes, especialmente en educación obligatoria son multitareas y en este regreso se triplican las tareas docentes. En escuelas en donde su organización escolar les prevé de apoyos a la educación, las tareas podrán ser repartidas, pero en otras, los docentes y algunos padres de familia, porque así lo ha dispuesto la autoridad, asistirán todos los días y toda la jornada. Los docentes de preescolar y primaria cumplirán su horario de clases, pero ¿qué pasa con quienes son de asignatura y tienen trabajo en otros centros educativos? Además de atender su carga horaria, deberán participar en el comité de salud, vigilar ingreso y distancias de los alumnos, la entrada y salida de los baños, de las aulas, cuidar que no se comparta nada, atender a alumnos y a padres de familia y atender especialmente, todo lo relacionado con el aprendizaje de sus alumnos, tanto de manera presencial como las actividades que efectúen en casa.
  3.  Muchos docentes en las escuelas están viendo llegar el 30 de agosto sin que se cumplan las condiciones mínimas para un acceso seguro, porque poco se están involucrando los padres de familia, los sindicatos están ausentes en esta responsabilidad además de que las decisiones verticales siguen fluyendo. Existe una profunda desconfianza a los docentes, todo se centra en el que hay que hacer priorizando la obsesiva necesidad de igualar y normalizar, de un regreso a la “nueva normalidad” homogénea, porque no se hace admite ni por asomo la autonomía escolar, pareciera que la consigna fuera vigilar y castigar.
  4. En cuanto a la acción pedagógica, las indicaciones no varían en mucho a lo que se venía haciendo, es decir, se intenta regresar a un modelo de escuela que más o menos funcionaba antes del confinamiento, suponiendo que no se ha aprendido nada y que hay que recuperar los aprendizajes, ¿dónde quedan entonces los aprendizajes cotidianos, lo que cada alumno y maestro construyó enfrentándose a las múltiples problemáticas producto de este tiempo incierto? Parece ser que los aprendizajes para la vida seguirán ausentes en los escenarios escolares.
  5. Se responsabiliza totalmente a los docentes de lo que ocurra a partir del 30, incluyendo posibles contagios, además de responsabilizarlos unilateralmente para la  construcción de una institución en la que se realice un encuentro educativo, donde sus saberes pedagógicos les permitan lograr la integración de proyectos para analizar la realidad en lugar de segmentarla,  acompañada de planes que faciliten la adaptación de la comunidad estudiantil al nuevo contexto después haber estudiado a distancia, que ha sido considerado por los propios alumnos como algo difícil y poco atractivo, resultado de mecanismos educativos poco consistentes en términos de aprendizaje como las clases por televisión, carentes de atractivo y con poca vinculación con los contextos y realidades.

En conclusión, los docentes saben que no pueden regresar a lo mismo, a dictar clases sin tomar en cuenta que las expectativas de los alumnos son muy grandes con respecto al regreso a la escuela, están conscientes de que se priorizan la reapertura de las escuelas para las y los niños y adolescentes  que corren el mayor riesgo de no regresar, abandonar o no poder continuar aprendiendo a través de medios remotos,  aquellos que podrían no tener el apoyo de sus madres, padres o tutores en casa durante el día escolar y en donde ante la importancia de la socialización, tendrán que fomentar el juego y la recreación para el desarrollo emocional y cognitivo de niñas, niños y adolescentes.

En pocas palabras, saben que pueden asegurar el derecho a la educación, pero requieren de apoyo para que esa educación sea de calidad. No podemos dejar de reconocer, que también se exponen y ponen en riesgo su salud, por lo que se vuelve imperante la necesidad de comunicar y valorar de forma efectiva el papel del personal docente como agente de cambio para el respeto, garantía, protección y promoción de los derechos en el ámbito escolar.

No los dejemos solos, de nada sirven los argumentos a favor o en contra de quienes nunca han pisado un salón de clases, requieren de la confianza y colaboración de la comunidad escolar – estudiantes, personal de apoyo, madres, padres y cuidadores – y de las medidas de mitigación de riesgo de contagios porque  la reapertura debe guiarse por un equilibrio entre los riesgos para la salud y los beneficios para el bienestar y el aprendizaje, de ahí que  las decisiones y los enfoques para la reapertura deben ser específicos del contexto, flexibles y sensibles a las  situaciones cambiantes que todos seguiremos enfrentando.

Referencias : https://cdhcm.org.mx/consulta-caminito-de-la-escuela/

Fuente de la información: https://www.educacionfutura.org

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La posteducación y cómo prepararse para un futuro que ya está aquí

Por: José Negrón Valera

Cada dimensión de nuestra vida ha sido trastocada por la pandemia de COVID-19. Eso es un hecho. Tendencias que ya venían anunciándose como probables hace unos diez años, se aceleraron de una forma impensable.

El teletrabajo, la educación a distancia, son uno de los pocos ejemplos. La intersección de las tecnologías de comunicación e información y el distanciamiento obligado por la enfermedad, impusieron un formato educativo que quizá, en otras circunstancias, habría tardado algunos años más en asentarse.

Sin embargo, no se trata solo el debate de la virtualidad versus la presencia de los seres humanos en los salones de clase, lo que estamos viviendo nos impulsa a un cambio completo en cuanto a la concepción del proceso de aprendizaje y enseñanza.

La singularidad del pensamiento

En 2016, el experto en tecnología disruptiva David Roberts ya afirmaba que «la mayoría de universidades del mundo» iban a desaparecer. Desde su concepción, la educación iba a moverse hacia un modelo como el que proponía la “Universidad de la Singularidad”. Una experiencia educativa creada en Silicon Valley con el apoyo de gigantes de la industria tecnológica y la innovación como Google, Apple y la Nasa.

Dicha Universidad no tiene una estructura convencional y tampoco posee un pensum de estudios tradicional. Su meta es apalancar ideas creativas e innovadoras con el uso de tecnologías, para resolver lo que llaman los Doce grandes desafíos de la humanidad:

  • Energía: amplia, accesible y sostenible para las necesidades de la humanidad,
  • Medio Ambiente: administración sostenible y equitativa de los ecosistemas de la Tierra para un funcionamiento óptimo tanto a nivel mundial como local,
  • Comida: consumo de alimentos suficientes, inocuos y nutritivos para mantener una vida sana y activa para todas las personas en todo momento,
  • Refugio: seguro y sostenible para residencia, recreación e industria para todas las personas en todo momento,
  • Espacio: uso y administración seguros y equitativos de los recursos y tecnologías espaciales en beneficio de la humanidad y de nuestro futuro como especie interplanetaria,
  • Agua: abundante y segura para consumo, saneamiento, industria y recreación,
  • Resiliencia ante desastres: reducción del riesgo de desastres, respuesta a emergencias y rehabilitación efectivas y eficientes que salvan vidas y medios de subsistencia,
  • Gobernanza: participación equitativa de todas las personas en una gobernanza formal y social que esté de acuerdo con los principios de justicia y derechos individuales,
  • Salud: física y mental óptima, incluido el acceso a prevención rentable, diagnóstico temprano y terapia personalizada para individuos y sociedades,
  • Aprendiendo: acceso a información y experiencias que construyen conocimientos y habilidades para todas las personas en todas las etapas de su vida,
  • Prosperidad: acceso equitativo a oportunidades económicas y de otro tipo para la realización personal donde todas las personas estén libres de pobreza y puedan prosperar,
  • Seguridad: seguridad de todas las personas frente a daños físicos y psicológicos, incluso en los mundos virtuales; y protección de sistemas físicos, financieros y digitales.

Dichos desafíos, que se encuentran «interrelacionados y son interdependientes», están inscritos en tres grandes perspectivas: asegurar que se satisfagan las necesidades básicas de todas las personas, mantener y mejorar la calidad de vida y mitigar los riesgos futuros.

Ideas desde Venezuela

Tal y como lo expresa Myriam Anzola, doctora con estudios de posgrado sobre informática educativa y tecnología, «si la educación tradicional no se replantea en una estructura afín a los tiempos, que entienda las necesidades cognitivas de los estudiantes y las posibilidades técnicas de otros modos pedagógicos quedará a la deriva», afirma.

Anzola, quien ha dedicado su carrera a repensar los modelos pedagógicos y la influencia de las nuevas tecnologías sobre ellos y plasmó sus conclusiones en el libro Los estudios abiertos: una ruta hacia la posteducación, aprovecha esta entrevista a Sputnik para reflexionar sobre este campo de pensamiento.

— ¿Cómo definiría la posteducación?

El sistema educativo tal como ha sido concebido resulta anacrónico y paralítico. No ha podido crear mecanismos de transformación ni de adaptación para convertirse en un sistema pertinente a las necesidades epocales, ni mucho menos a las expectativas de los estudiantes. Ha emergido un escenario espontáneo que genera situaciones en que las nuevas generaciones se informan y se educan al margen de la escolaridad.

En este contexto es imperativo crear una estructura coherente y organizada que represente un paradigma educativo diferente y es lo que llamo posteducación.

— Informes demuestran que las universidades tales como las conocíamos van a desaparecer o cambiar drásticamente. Un ejemplo de esto es la Singularity University , donde no se expiden certificados, ni titulaciones. ¿Cómo ve usted la universidad del futuro? ¿Puede hablarnos de alguna experiencia en particular?

Hay tendencias nuevas que han aparecido desde los 70. Por ejemplo, el concepto de Multiversidad que intentó la universidad de California reconociendo los saberes diversos, no sólo académicos. En 1989, se reproduce en Suramérica con la Universidad Franciscana que implicaba un compromiso ético con la vida y las emociones y no solo con el conocimiento. En 1999, Edgar Morín recrea esta idea con la Multiversidad Mundo Real que asume las Teorías de la Complejidad poliforma para derribar el positivismo.

En Venezuela surgió CEPAP en la UNESR con la acreditación de experiencias en educación. Hace ya 10 años surge el Programa de Estudios Abiertos desde la Universidad Politécnica de Mérida, que ahora administramos desde la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Cuenta en toda Venezuela con comunidades de aprendizaje en cualquier área del conocimiento, con un currículo flexible y adaptado al quehacer de los grupos que se conforman. Pero hace falta ir más allá, hay que entender la nueva universidad desde múltiples perspectivas, no sólo con programas circunscritos a una unidad académica sino con una concepción emancipadora del conocimiento echando mano a los recursos que ofrece la tecnología, pero más importante: reconociendo los nuevos modos de pensamiento de las generaciones actuales para aprovechar su talento en toda su dimensión humana.

— La omnipresencia de los aparatos electrónicos también ha generado una nueva realidad para las nuevas formas de aprendizaje. ¿Qué es lo positivo y lo negativo de esta situación? ¿Qué nos dicen las investigaciones de psicología cognitiva?

Lo interesante es que han surgido nuevas destrezas de pensamiento, nuevas velocidades de captación de información multisensorial que potencia las posibilidades creativas, lo negativo es la adicción a los dispositivos y la manipulación mental que hacen las redes de los sujetos cuando no hay interlocutores atentos para hacerlos reflexionar sobre el volumen exacerbado de información simultánea y permanente que reciben.

— Usted rescata a autores como Simón Rodríguez, Luis Beltrán Prieto Figueroa y Paulo Freire. ¿Cómo podemos conectar sus aportes con la nueva realidad?

Simón Rodríguez fue un adelantado a los tiempos que dijo cosas clarísimas que tienen plena vigencia sobre el aprendizaje a partir de la praxis y el fomento de la heurística. De Prieto rescato su concepción de la dignidad del docente y de la ética de la profesión. De Freire la Educación Popular para todos, entender que la educación es para todos y siempre, sin apellidos ni límites.

— En Venezuela se están viviendo debates muy interesantes desde el punto de vista de la lucha por la descolonización y también para superar un modelo económico basado en la dependencia del petróleo. Este nuevo modelo educativo que plantea, ¿cómo se conectaría con la necesidad de poner la riqueza de Venezuela en su gente y no en sus recursos minerales?

Siguiendo ideas como las de Dussel o Zemelman, entendiendo que no sólo Venezuela sino América Latina es un emporio de recursos intelectuales, de grandes pensadores, de talentos genuinos, que no necesitan exportar respuestas a sus problemas en modelos foráneos pensados para otras mentes, para otros espíritus.

— Para nadie es un misterio que la situación económica en Venezuela ha golpeado al sector educativo en todos los niveles. ¿Qué medidas creativas e innovadoras podría usted aportar para fortalecer el sector educativo en estas circunstancias tan adversas?

Tal como lo expreso en el artículo de la posteducación:

  • Un ambiente armonioso de libertad para la creación que respeta la iniciativa personal y la del grupo como instancia que orienta en el aprendizaje.
  • Un acompañante del aprendizaje, que está dispuesto a sortear obstáculos, a encontrar atajos, a reconocer escollos, con una bitácora dinámica y no con una ruta prefigurada.
  • Un tópico de interés sobre el cual investigar, hacerse preguntas, intercambiar, hacer bromas, disentir y argumentar.
  • Un sujeto que se siente protagónico, centro del interés del proyecto, para quien el aprendizaje no tiene tinte de requisito, sino de bien personal, aquilatado con los avances y proyectado en el tiempo como necesidad de vida.

Fuente de la información e imagen: https://portalalba.org

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¿Cómo será el regreso de las escuelas particulares el 30 de agosto?

Por: Luis Medina Gual

Aunque la pretensión federal es el regreso a las clases presenciales, en realidad las escuelas de sostenimiento particular no prevén una única manera de iniciar el ciclo escolar 2021-2022. Lo anterior fue una de las tónicas de la conferencia de prensa del pasado 19 de agosto convocada por la Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP): https://bit.ly/PosturaNOM237yRegresoaClasesCNEP .

Y esto es lógico si ponemos en perspectiva la diversidad de los centros educativos de sostenimiento particular que existen. Los particulares abarcan desde escuelas en zonas rurales de la sierra de Chihuahua, hasta centros en el corazón de San Pedro Garza García en Nuevo León o en zonas urbano marginadas de diferentes ciudades del país.

Así pues, pensar que existen las posibilidades y condiciones de que todas las escuelas particulares regresen a la presencialidad el 30 de agosto es simplemente romántico. En la realidad, la presidenta de la confederación, la Lic. María de Jesús Zamarripa, recuerda que los centros deben considerar, además de las prescripciones de la SEP Federal, las recomendaciones y lineamientos de las secretarías estatales (que no siempre son coherentes con la federación).

Dicho lo anterior, se mencionan varias posibles acciones de los centros educativos de sostenimiento particular:

  1. Modalidad presencial: donde se plantea que todos(as) los(as) estudiantes regresen de manera simultánea a los centros educativos. Las implicaciones de esta modalidad son la dificultad de bajar la densidad de estudiantes por salón, de facilitar la ventilación, el seguimiento de salud de la comunidad educativa, entre otros retos. Sin duda se plantea la de mayores retos sanitarios. En la práctica, la presencialidad en realidad se plantea en un tipo de esquema mixto con asistencia alternada y escalonada de estudiantes.
  2. Modalidad mixta: donde los estudiantes asistirán algunos días al centro escolar (se rotan con su generación o con otras generaciones) y algunos otros trabajarán a distancia. Esta modalidad tiene la finalidad de evitar una mayor densidad por salones o espacios escolares. La dificultad que se prevé es para con las familias (logística) y con el seguimiento de los(as) estudiantes que estén en sus casas a través de clases a distancia durante los días que les sean asignados.
  3. Modalidad a distancia: que ya conocemos y se encuentra mediado por diferentes tecnologías. Es importante mencionar que muchos colegios particulares plantean la posibilidad de iniciar a distancia este nuevo ciclo escolar por 3-4 semanas con la finalidad de valorar las condiciones para el regreso presencial. A esto le denominan un “arco de salud”.
  4. Modalidad híbrida: que se refiere al trabajo sincrónico de estudiantes presenciales y a distancia. Por su complejidad pedagógica y costos, parece que sólo algunas de las instituciones particulares habrán de optar por esta opción. En particular el reto de formación docente es uno de los principales obstáculos. Aunado a lo anterior requiere una inversión alta de infraestructura y conectividad que no se vería de gran utilidad a mediano o largo plazo si no se va a conservar esta modalidad para otros ciclos escolares. Además, hay que considerar que el ciclo escolar pasado fue el que mayores pérdidas de alumnado ha traído para las instituciones particulares. Sin duda, esta modalidad es de la que más se habla en los centros de sostenimientos particulares pero casi con certeza va a ser la menos operada.

En síntesis, el regreso para las escuelas particulares será tan heterogéneo como son los contextos, tamaños, nivel de consolidación y niveles educativos que se ofertan. Incluso, dentro de un mismo centro, se plantea, en muchas ocasiones, la posibilidad de que se opere más de una modalidad dependiendo del nivel educativo. Por ejemplo, algo común en algunos centros particulares urbanos es que los preescolares y la primaria baja regresen de manera presencial, mientras que primaria alta y secundaria regresen en un esquema mixto y la media superior regrese en modalidad a distancia o híbrida. Esto es lógico si se piensa que cada modalidad también es más fácil de operar dependiendo del nivel educativo de los(as) estudiantes.

Así pues, al menos desde los centros de sostenimiento particular, cobrará gran importancia el que cada familia pueda corroborar la modalidad que habrá de operar durante este nuevo regreso a clases. Para quienes regresen a través de la presencialidad, la preservación salud física y emocional va a ser el mayor reto, mientras que para quienes regresen en un esquema híbrido, tanto la salud como lo pedagógico y tecnológico brindarán un interesante bricolaje de retos.

Fuente de la información: https://www.educacionfutura.org

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México: Acompañamiento docente y el modelo híbrido.

Acompañamiento docente y el modelo híbrido.

Publicado por Pluma Invitda

María Teresa Galicia Cordero

“Hay que aprender a vivir en la incertidumbre; es decir,

tener el coraje de afrontar, estar preparados para

resistir las fuerzas negativas que puedan llegar…”

Edgar Morín

 

Inicia para la mayor parte de los docentes en México un nuevo periodo de aprendizaje, lo llamo así porque sin duda, esta etapa así lo requiere. Para buena parte de los docentes el tiempo pasado fue de descubrimiento permanente ante la presencialidad negada, donde se fue apostando por nuevas maneras de enseñar, enmarcadas en procesos de reflexión continuos sobre aquellas fortalezas y debilidades construidas en el caminar sinuoso por la enseñanza a distancia, no siempre apreciado por la sociedad, sus autoridades y los padres de familia.

Ahora, en todo el país se habla de un modelo híbrido, que representa nuevos retos porque la metodología de abordaje y el sustento teórico específico son diferentes, en donde además la planeación y la evaluación no pueden ser las mismas, especialmente cuando el contexto de incertidumbre que rodea el próximo regreso a clases, está permeado de riesgos importantes relacionados con la salud de toda la comunidad educativa.

Las preguntas necesarias fluyen en muchas mentes ¿Cuán preparados estamos, estudiantes y docentes, para sumergirnos en una educación con un modelo híbrido? ¿Será que las experiencias ante la no presencialidad pueden ser la base para este nuevo escenario? ¿Qué estrategias ya utilizadas o que nuevas estrategias permitirán que esta modalidad logre mejores resultados de los obtenidos hasta ahora?

Para quienes no tienen relación con algún docente en su círculo social, tal vez piense que los maestros no han hecho hasta ahora lo necesario, pero para quienes estamos rodeados tanto profesional como familiarmente con ellos, sabemos que el esfuerzo ha sido enorme y no siempre bien reconocido.

¿Saben acaso de la continua búsqueda de formación continua que han tenido los docentes de todos los niveles, modalidades educativas públicas y privadas? Esa formación no siempre ha sido proporcionada en sus entornos laborales,  muchos asistieron a una diversidad de webinars, seminarios, cursos, talleres o bien, en procesos de auto aprendizaje buscando en redes sociales o en plataformas virtuales  tutoriales con el fin de contar con las  competencias docentes necesarias en tiempo récord,  que les permitieran aplicarlas de manera inmediata y cumplir con lo que se les exige:  1) que posea el dominio o conocimiento suficiente sobre la materia; 2) que actúe de forma didáctica, ya que no se trata sólo de conocer el contenido, sino de seleccionarlo, secuenciarlo y proponer las actividades pertinentes, y 3) que posea la formación y disposición para mejorar profesionalmente mediante la autoformación, la reflexión crítica sobre su práctica y la realización de proyectos de innovación ( de la Torre y Violant, 2002).

Datos de estudios realizados durante esta pandemia, como la Encuesta Nacional a Docentes ante el COVID-19 (2020) plantea una agenda necesaria, tomando en cuenta aspectos nodales que no deberían de pasar desapercibidos en el inicio del ciclo escolar. Por ejemplo, la necesidad de asegurar equidad en el acceso a las herramientas digitales y a la conectividad para todas las escuelas, tarea que hasta donde podemos apreciar, aún tiene pendiente el estado mexicano.

Lo mismo podemos decir sobre la infraestructura física de las escuelas, problema mayúsculo cuando lo asociamos con la resistencia de los padres de familia de contribuir al mantenimiento de las escuelas, bajo la consigna de que cómo no se han utilizado las instalaciones no deben de pagar esas cuotas. ¿Acaso saben que el agua, la electricidad, el teléfono, la impermeabilización, el corte de las áreas verdes etc. se deben de pagar? porque, aunque se difunde que no deben de obligarlos a dar esas cuotas, lo cierto es que cada escuela tiene que afrontar esos costos. En este momento tienen que ver la forma de solventar los gastos derivados de los materiales necesarios para llevar a cabo las acciones relacionadas con el regreso a las escuelas.

En la encuesta referida, si bien se plantea la necesidad de un modelo pedagógico a distancia, se fundamenta que debe de existir la necesaria preparación para ello, donde se toma en cuenta lo tecnológico, pero con mayor importancia, el modelo pedagógico a implementar, que debe de contar con una visión clara sobre el tipo de docente y el perfil del alumno que permitan lograr   los aprendizajes.

El modelo híbrido, es un modelo de instrucción que contempla la integración de las actividades a distancia y las presenciales, que deberán estar plenamente vinculadas en el curso del aprendizaje para que funcione. Tiene que adecuarse a las condiciones de acceso a conectividad y dispositivos en particular para que los estudiantes más vulnerables, puedan tener la posibilidad de una educación personalizada a sus necesidades e intereses.

Entra en juego también, el concepto de aula o clase invertida (en inglés, flipped classroom), un modelo de enseñanza que se emplea ya desde hace años y que siempre fue pensada como una combinación online y presencial de estrategias de enseñanza, donde es crucial que el alumno tenga el control sobre su propio proceso de aprendizaje, es decir, que pueda autorregularse (Cheng et al, 2014).

Los resultados de la encuesta muestran también, la necesidad de un modelo en donde la casa y la escuela sean espacios para el aprendizaje, pero también destaca que nuestro sistema educativo no está preparado para este tipo de educación porque los alumnos no tienen la suficiente autonomía y responsabilidad en su propio aprendizaje, además de que los docentes se mueven en un margen acotado por la elección de los contenidos.

Muchos docentes han hecho lo que pueden hasta ahora, pero la implementación del modelo híbrido necesariamente tiene que generar cambios en la forma de enseñar y aprender en todas las figuras educativas, donde los padres de familias tienen un rol protagónico, que aún no acaban de asumir como corresponsables de la educación de sus hijos. En este modelo a implementar, ellos deben de dar continuidad a las actividades promovidas por los profesores, dado que en este modelo de semipresencialidad, acerca aún más los procesos educativos a los hogares.

Retomo las palabras de Edgar Morin que motiva a que todos tenemos que seguir aprendiendo   a vivir en la incertidumbre; pero en especial los  docentes deberán de tener el coraje de afrontar y  estar preparados para resistir, pero no solos como han estado  hasta ahora,  porque  requieren de un acompañamiento docente continuo y sistemático,  paralelo al proceso educativo que desarrollarán, desde la facilitación de recursos digitales y no digitales, la construcción de planeaciones curriculares pertinentes a los diversos contextos socioeducativos , con capacitación continua para guiar el aprendizaje dentro y fuera de la escuela, donde de aprendiz competente se convierta  en un líder pedagógico, capaz de recrear actividades centradas en los estudiantes así como  promover  habilidades de pensamiento y ambientes de colaboración.

Nada está escrito, serán necesario cortes y momentos de adecuación a la realidad que se vaya presentando, resignificando los modelos educativos, adaptándolos, flexibilizándolos, en donde la construcción del conocimiento se realice dentro de un proceso situado y continuo en un contexto donde el relajamiento social es una constante y en donde los maestros requieren de nuevos entornos de acompañamiento.

Referencias

Baptista Lucio, P., Almazán Zimerman, A., y Loeza Altamirano, C. A. (2020). Encuesta Nacional a Docentes ante el COVID-19. Retos para la educación a distancia. Revista Latinoamericana De Estudios Educativos50 (ESPECIAL), 41-88. https://doi.org/10.48102/rlee.2020.50.ESPECIAL.96

de la Torre, S. y  Violant, V. (2002). Estrategias didácticas en la enseñanza universitaria. Una investigación con metodología de desarrollo. Creatividad y Sociedad, 1, 21-38. Recuperado de: http://creatividadysociedad.com/wp-content/uploads/2019/10/revista-CS-3.pdf

Cheng, L., Ritzhaupt, A.D., & Antonenko, P. (2014). Effects of the flipped classroom instructional strategy on students’ learning outcomes: a metaanalysis. Education Tech Research Dev 67, 793-824. https://doi.org/10.1007/s11423-018-9633-7

Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/acompanamiento-docente-y-el-modelo-hibrido/

 

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México – La Universidad Nacional: un espacio de libertad

La Universidad Nacional: un espacio de libertad

Alfonso Pérez Daza

Debemos atravesar las adversidades, con un espíritu crítico, libre y solidario

Esta semana la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) inició el ciclo escolar 2021-2022 en la modalidad de educación a distancia. Las clases a través de las plataformas de videoconferencia han resultado un medio eficaz para reunir a los estudiantes y sus maestros de forma virtual. Como profesor de la Facultad de Derecho doy cuenta de la extraordinaria organización administrativa, la excelencia y vocación del claustro académico de esta facultad. Gracias a ello, la pandemia no ha sido un obstáculo para continuar con la educación superior de miles de jóvenes universitarios. Sin embargo, he advertido el agotamiento, desánimo y desinterés de muchos estudiantes de Derecho que, por desgracia, han sufrido la pérdida de algún ser querido consecuencia del virus Sars-Cov2, el desempleo de algún familiar o las restricciones de su propia libertad por las diversas medidas de contingencia establecidas ante la crisis sanitaria que se vive en México y el mundo.

En la comunidad universitaria la solidaridad debe ser una constante, estamos obligados a apoyarnos entre nosotros para sobrevivir. El filósofo Adolfo Sanchez Vazquez sentenció: “la vida de la universidad tiene que ser, sustancialmente, ejercicio del pensamiento, pero de un pensamiento que no se conciba a sí mismo como un fin en sí, sino como pensamiento para la comunidad en sus diversos niveles, estatal, nacional y universal”. Esto significa que la educación no puede soslayar los grandes problemas a los que nos enfrentamos: la pandemia, el calentamiento global, la desigualdad económica, el uso indebido de nuestros datos personales y los ataques a la vida privada, entre otros. Necesitamos que los jóvenes universitarios reflexionen con base en un pensamiento racional, pues es nuestro comportamiento irracional con la naturaleza lo que ha llevado a desastres ecológicos, a relaciones violentas entre sociedades, a políticas militaristas que derivan en dictaduras que violan sistemáticamente los derechos humanos, entre otros ejemplos.

El racionalismo permite una relación natural, y por tanto humana, ante el escenario adverso. Afortunadamente, contamos con una Universidad Nacional como espacio donde prevalece la libertad de cátedra y de investigación, fruto, entre otros, de la filosofía de Antonio Caso, quien se opuso a Vicente Lombardo quien proponía que la UNAM adoptara el materialismo histórico como orientación de sus tareas docentes, científicas y culturales. Recientemente, en su columna, el Dr. Raúl Contreras nos recordaba “solo al educar en libertad y sin ataduras es posible conseguir el máximo potencial de las ideas, aquellas que han sido el motor de progreso en nuestro país”.

Hoy, como hace décadas, la comunidad universitaria debe asumir el mensaje de aliento que, en su momento, pronunció el arqueólogo Alfonso Caso al señalar que el águila y el nopal siguen en nuestro escudo como una inspiración: “seguimos creyendo, como el azteca, que es fundamental un ideal que inspire nuestra vida y ese ideal no puede ser otro que el de poner nuestras fuerzas en conjunción, para conseguir el triunfo del bien. Así el viejo símbolo que movió a los aztecas a través de los desiertos y las planicies del norte, hasta fundar la Ciudad del Sol en medio del lago de la Luna, sigue siendo actual; sigue inspirando nuestro deseo de crear una gran patria que tenga su centro, allí donde por primera vez se posó el águila sobre el nopal”. En este nuevo inicio de ciclo escolar, los universitarios del país debemos reflexionar e inspirar a las nuevas generaciones de estudiantes para atravesar las adversidades, siempre con un espíritu crítico, libre y solidario.

Académico de la UNAM

Fuente de la Información: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/alfonso-perez-daza/la-universidad-nacional-un-espacio-de-libertad

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