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Nigeria: Mons. Kaigama: “La inseguridad amenaza la supervivencia de las universidades”

“Los ataques de los bandidos y otros elementos criminales en el sector de la educación no sólo afectan a la seguridad de los estudiantes y del personal de las escuelas, sino que también afectan directa o indirectamente a la supervivencia de las universidades privadas”, ha dicho Su Exc. Mons. Ignatius Ayau Kaigama, Arzobispo de Abuja, durante una ceremonia en la Universidad Veritas de Bwari, Abuja.
El arzobispo Kaigama ha pedido al gobierno que mejore la seguridad en los campus universitarios para proteger la vida de los estudiantes: “Por lo tanto, deseo aprovechar esta oportunidad para pedir al gobierno que tome medidas drásticas para mejorar la seguridad de las vidas y las propiedades en los campus universitarios y sus alrededores de toda Nigeria”.
El llamamiento del arzobispo de Abuja se suma a los lanzados por asociaciones de profesores y estudiantes nigerianos en los últimos meses. En noviembre de 2021, el Sindicato de Personal Académico de las Universidades (ASUU) denunció lo que ha descrito como “una incontrolable ola de inseguridad” en Nigeria, que también ha afectado a las instituciones educativas del país, desde el nivel primario hasta el universitario.
El sindicato ha reprochado al gobierno su incapacidad para proteger las escuelas, colegios y universidades.
El sector escolar y universitario nigeriano ya está en tensión por las huelgas y las reivindicaciones salariales, con frecuentes interrupciones en los calendarios académicos. A esto se suma la inseguridad, con el aumento de los casos de secuestro de escolares y el temor a una tercera oleada de la pandemia de COVID-19; como consecuencia, las actividades educativas se han visto interrumpidas, aumentando el número de niños sin escolarizar.
Casi 1.000 estudiantes de secundaria y universitarios han sido secuestrados en ataques coordinados por terroristas y bandidos en los últimos 10 meses, principalmente en la región norte del país.
En el noreste, donde operan las facciones surgidas de la escisión de Boko Hamra, más de 800 escuelas permanecen cerradas debido a la inseguridad, mientras que aumentan los secuestros y los ataques violentos contra escuelas en las regiones del suroeste. En el sureste, el sistema educativo está siendo puesto a prueba ya que el grupo separatista IPOB (Pueblo Indígena de Biafra) ha impuesto la prohibición de todas las actividades, incluida la educación, todos los lunes hasta que su líder, Nnamdi Kanu, sea liberado. La prohibición impuesta el 30 de julio del año pasado se suspendió el 14 de agosto, pero en cualquier caso las actividades se ven paralizadas cada lunes en estas zonas.

Fuente: http://www.fides.org/es/news/71567-AFRICA_NIGERIA_Mons_Kaigama_La_inseguridad_amenaza_la_supervivencia_de_las_universidades

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Liberan a 30 personas secuestradas de una escuela en Nigeria

«Fueron liberados 29 estudiantes y 1 profesor secuestrados por parte de hombres armados del Colegio Federal para Niñas en la región de Burnin Yauri del estado» declara el portavoz del gobernador de Kebbi

Fueron liberados después de 7 meses, 29 estudiantes y 1 profesor secuestrados en el estado de Kebbi de Nigeria, el país de África Occidental.

El portavoz del gobernador de Kebbi, Yahaya Sarki, en la declaración escrita afirmó que el 17 de junio fueron liberados 29 estudiantes y 1 profesor secuestrados por parte de hombres armados del Colegio Federal para Niñas en la región de Burnin Yauri del estado.

Mientras Sarki no concedió detalles sobre cómo fueron liberados los estudiantes, afirmó que estas personas serían entregadas a sus familias después del control de salud.

En el asalto realizado el 17 de junio contra el Colegio Federal de Niñas en la región de Burnin Yauri de la provincia de Kebbi, murieron 2 policías y 4 profesores.

Después del ataque, se suspendió la educación en 7 escuelas del estado por problemas de seguridad.

En los estados de Nigeria como Benue, Plateau, Katsina y Zamfara, muchas veces fuıeron secuestrados estudiantes en las escuelas.

La educación fue suspendida en algunos estados a causa de los ataques contra escuelas.

Fuente: https://www.trt.net.tr/espanol/mundo/2022/01/11/liberan-a-30-personas-secuestradas-de-una-escuela-en-nigeria-1760629

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Nigeria: La intensificación de los ataques contra niños y niñas hace peligrar el derecho a la educación

Por: Amnistia Internacional 

  • Más de 61 niños y niñas siguen cautivos meses después de un secuestro masivo a manos de bandidos
  • Más de 780 niños y niñas han sido secuestrados en 2021 para pedir rescate
  • Muchas escuelas cierran de forma indefinida ante la inseguridad creciente

Las autoridades de Nigeria están fallando a los niños y niñas, pues al menos 61 siguen cautivos en el norte del país meses después de que unos bandidos los secuestrasen durante ataques masivos a escuelas que también interrumpieron la educación de miles de escolares, y los sometiesen a un trato horrible y degradante durante su cautiverio, manifestó hoy Amnistía Internacional Nigeria.

Con frecuencia se secuestra a niños y niñas en orfanatos, escuelas y lugares de culto y se los mantiene cautivos durante semanas, —que a veces se convierten en meses en función de si se satisfacen —o de cuando se satisfacen— las demandas de sus secuestradores. A veces se les tienden emboscadas durante su trayecto a la escuela en autobús o a pie, y se los secuestra para pedir rescate.

Ningún menor debería pasa por lo que estos niños y niñas están pasando ahora en Nigeria. La educación no debe ser algo que pueda costarle la vida a nadie. Nigeria está fallando de nuevo a estos niños y niñas de un modo horrible.

Osai Ojigho, directora de Amnistía Internacional Nigeria.

En algunas zonas del norte de Nigeria, la población escolar corre peligro de muerte o secuestro de forma permanente. Desde febrero de 2021 han sido secuestrados más de 780 niños y niñas para pedir rescate en ataques en masa a escuelas o instituciones religiosas en los que algunos han muerto. A veces se obliga a los padres o madres de los menores secuestrados o a las autoridades escolares a suministrar alimentos y ropa para los menores cautivos”, aseguró Osai Ojigho.

El futuro de miles de escolares del norte de Nigeria continúa siendo desolador, pues en algunos Estados centenares de escuelas han cerrado indefinidamente a causa del aumento de la inseguridad. Muchos niños y niñas han abandonado la educación debido al trauma psicológico de presenciar ataques violentos o vivir en cautividad.

Un maestro de la comunidad en la que el 26 de febrero de 2017 fueron secuestrados 317 escolares en la zona de gobierno local de Jangebe (estado de Zamfara) contó a Amnistía Internacional que la inseguridad había reducido drásticamente la asistencia al colegio, pues los niños y niñas tienen miedo a ir aunque los obliguen sus padres.

Un niño de 15 años que sufrió lesiones cuando escapaba de un secuestro masivo en su escuela contó a Amnistía Internacional que no regresaría a la escuela tras su reapertura.

“Si la escuela vuelve a abrir, no volveré al internado. Prefiero matricularme como alumno externo en otro centro. Cada vez que recuerdo lo que pasa me entra miedo; es perturbador. Quiero que se rescate a todos los niños y niñas, especialmente a mis primos”.

“Cuando se atacan instituciones educativas, los daños y las consecuencias pueden ser importantes y de gran alcance. Es esencial proteger la vida de los niños y niñas, y las autoridades de Nigeria tienen el deber de garantizar que el sector educativo del país no se ve de nuevo amenazado por los secuestros, la intimidación y los homicidios de escolares.”

La sección 27 de la Ley de Derechos de la Infancia prohíbe el secuestro de niños y niñas. Nigeria, que ha ratificado la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño y la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño, tiene la obligación de tomar las medidas apropiadas para impedir el secuestro de niños y niñas y garantizar su derecho a la educación.

Muerte bajo cautiverio o durante un ataque 

Dos niñas y un niño secuestrados en el Instituto Público Federal de Birnin Yauri (estado de Kebbi) el 17 de junio de 2021 fueron hallados muertos unos días después del secuestro. A dos de ellos les habían disparado en las piernas, y se sospechaba que el tercero había muerto a causa de su mal estado de salud.

El 6 de junio de 2021, se encontró a unos pocos kilómetros de Tegina (estado de Níger) el cuerpo de un niño de tres años secuestrado en la Escuela Islámica Salihu Tanko; otros cinco niños y niñas secuestrados durante el asalto también murieron bajo cautiverio. Al menos 136 niños y niñas de entre 3 y 15 años fueron secuestrados durante el asalto y liberados el 26 de agosto después de pasar meses cautivos.

El 17 de febrero, Benjamin Doma murió cuando intentaba escapar de un asalto a su centro escolar, el Instituto Público de Ciencias de Kagara (estado de Níger), durante el que se secuestró a 27 escolares.

El 19 de septiembre, Edeh Donald, alumno de la Academia General Marista de Uturu (estado de Abia) murió cuando unos hombres armados atacaron su autobús escolar en la carretera de Ihube, en la zona de gobierno local de Okigwe, cuando regresaba de una excursión con sus compañeros.

Los grupos armados están atacando deliberadamente a niños y niñas. El uso de menores como escudo o baza para la negociación es inaceptable y debe cesar. El gobierno de Nigeria debe investigar estos ataques como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.

Osa Ojigho

Niños y niñas cautivos

Muchos niños y niñas secuestrados han sido liberados tras negociaciones, pero aún hay más de 61 menores cautivos meses después de su secuestro. El menos 56 niños y niñas del Instituto Público Federal de Birnin Yauri (estado de Kebbi) continúan cautivos cuando han transcurrido 167 días desde su secuestro el 17 de junio de 2021. Durante el asalto se secuestró también a 102 personas entre las que, además de escolares, había ocho miembros del personal académico y no académico.

En Kaduna, tres estudiantes secuestrados en el Instituto Baptista Bethel el 5 de julio de 2021 llevan 149 días cautivos. Al menos 121 niños y niñas de entre 10 y 15 años fueron secuestrados durante el asalto en la zona de gobierno local de Chikun.

Entre las 66 personas que permanecen cautivas tras su secuestro el 31 de octubre de 2021 en la Iglesia Baptista Emmanuel, en la zona de gobierno local de Chikun (estado de Kaduna), hay niños y niñas, incluido un bebé. “Los ataques a escuelas, los secuestros y los homicidios de escolares demuestran un desprecio absoluto por el derecho a la vida y el derecho a la educación. Las autoridades de Nigeria deben ofrecer protección a las escuelas y a los niños y niñas. Los ataques a escuelas violan el derecho internacional, y las autoridades deben garantizar que se investigan adecuadamente y se lleva a los presuntos responsables ante la justicia en juicios con las debidas garantías en los que no se recurra a la pena de muerte”, expresó Osai Ojigho.

Nigeria: La intensificación de los ataques contra niños y niñas hace peligrar el derecho a la educación

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Un millón de niños nigerianos dejarán de ir a la escuela debido a los secuestros masivos, dice Unicef

Al menos un millón de niños nigerianos podrían dejar de ir a la escuela este año cuando comience el nuevo período en medio de un aumento en los secuestros escolares masivos y la inseguridad, dijo el miércoles la agencia de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef).

Vista previa(abre en una nueva pestaña)Las escuelas se han convertido en blanco de secuestros masivos para pedir rescate en el norte de Nigeria por parte de grupos armados. Tales secuestros en Nigeria fueron llevados a cabo primero por el grupo yihadista Boko Haram y luego por su rama del Estado Islámico de la Provincia de África Occidental, pero la táctica ahora ha sido adoptada por bandas criminales.

Hasta ahora, ha habido 20 ataques a escuelas en Nigeria este año, con más de 1.400 niños secuestrados y 16 muertos, dijo Unicef, que añadió que más de 200 niños siguen desaparecidos.

Nigeria

Aula vacía de la Escuela de Ciencias del Gobierno donde hombres armados secuestraron a decenas de estudiantes y personal, en Kagara, gobierno local de Rafi, estado de Níger, Nigeria, el 18 de febrero de 2021.

«Los estudiantes se ven privados de su educación … mientras que las familias y las comunidades siguen temiendo enviar a los niños a sus aulas debido a la serie de ataques escolares y secuestros de estudiantes en Nigeria», dijo Peter Hawkins, representante de Unicef en Nigeria.

Más de 37 millones de niños nigerianos deben comenzar el nuevo año escolar este mes, dijo Unicef.

La inseguridad también provocó el cierre de escuelas en Nigeria. Varios estados del noroeste han intentado frenar la avalancha de secuestros prohibiendo la venta de combustible en bidones y el transporte de leña en camiones con el fin de disolver a las pandillas que viajan en motocicleta y acampan en lugares remotos.

Se ordenó a los proveedores de redes móviles en el estado de Zamfara que cerraran las comunicaciones durante dos semanas «para permitir que las agencias de seguridad relevantes lleven a cabo las actividades requeridas para abordar el desafío de seguridad en el estado», dijo el Comité de Comunicaciones de Nigeria en una carta.

La directiva se produjo después de que al menos 73 estudiantes fueran secuestrados de una escuela secundaria estatal en el distrito de Maradun de Zamfara. Todos esos estudiantes han sido liberados.

Las autoridades militares llevaron a cabo redadas selectivas en los escondites de secuestradores y otras bandas criminales en el estado, a quienes se conoce localmente como ‘bandidos’.

Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2021/09/16/nigeria-ninos-estudiantes-secuestros-unicef-trax/
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«Los niños no le hicieron mal a nadie»: padres en Nigeria sufren tras secuestros en escuelas

El pasado 5 de julio un grupo armado llegó por la noche a una escuela de Nigeria  raptó a al menos 100 alumnos; los padres exigen apoyo del gobierno, quien permanece renuente a entregar dinero para evitar más secuestros.

Hace doce días, en el noroeste de Nigeria secuestraron a alrededor de cien estudiantes.

La madre de Judith, una niña de 14 años, sigue esperando noticias de su hija y no encuentra consuelo en nada.

«Yo soy una madre y no quisiera que nadie se lleve a mi niña, ni siquiera por un día. Imagínese el trauma», dijo la madre de Judith, Hassana Ayuba. «Los niños no tienen cómo defenderse, no le hicieron mal a nadie».

Judith canta en el coro de la iglesia y sueña con ser abogada. En su tiempo libre, le gusta arreglarle el cabello a sus vecinas, recuerda la madre.

Hace casi dos semanas que Judith fue secuestrada junto a otras 119 de sus compañeras en un colegio en el noroeste de Nigeria.

El pasado 5 de julio, hombres armados invadieron de noche los dormitorios del liceo Bethel, en el estado de Kaduna, donde secuestraron a los internos de entre 10 y 19 años.

Se trata del último ataque de una serie de secuestros masivos de menores y estudiantes cometidos en el noroeste de Nigeria por grupos criminales armados.

Los secuestros de viajeros en carreteras o de personalidades influyentes para exigir rescate son frecuentes en el país más poblado de África, pero los secuestros de estudiantes se han multiplicado este año, en el que casi mil jóvenes fueron capturados desde diciembre.

La mayoría fueron liberados luego de negociaciones, pero muchos de ellos quedan en manos de sus captores. El ataque devastó a los padres de familia de este colegio católico, que aguardan desesperadamente el regreso de sus menores.

En el patio de la escuela, Wobia Jirbailu Ibrahim, padre de una de las menores secuestradas, pasa ahora la mayor parte de sus días.

«Cuando sonó mi teléfono esa noche a la 01:00 horas, creí que era broma», recordó Ibrahim.

«¿Cómo pueden esas personas llevar a nuestras hijas al medio de la nada?», reclamó.

Camino en la oscuridad.

La mayoría de las estudiantes dormían cuando los hombres fuertemente armados dominaron a los guardas de seguridad e ingresaron al colegio abriendo fuego.

Como en la mayoría de los últimos ataques, los asaltantes actuaron de noche y obligaron a las menores a caminar en la oscuridad hasta los bosques cercanos.

En las primeras horas del día, los padres corrieron a la escuela.

Las fuerzas de seguridad que participaron en la búsqueda pudieron rescatar a 25 alumnos y un profesor, según informes de la policía.

Pero más de 120 alumnos continúan retenidos por los asaltantes, que entraron en contacto con la comunidad para exigir el pago de un rescate, dijo el reverendo Joseph Hayaba.

«Es imposible que podamos recaudar una cifra así, ni en 50 años», dijo el reverendo sin detallar el monto exigido.

Su hijo, Sunday Hayaba, logró escapar pese a que se encontró de frente con un hombre armado en uno de los dormitorios.

«Imagínese el trauma. ¿Cómo van a querer los niños volver a la escuela?», preguntó.

Las autoridades de la escuela enviaron a los secuestradores arroz, frijoles y aceite para alimentar a los alumnos, que duermen entre matorrales.

«Cuando llueve, yo me imagino la lluvia cayendo sobre sus cabezas», comentó Ayuba, la madre de Judith.  «Míreme a mí, yo tengo frío y tengo una frazada para calentarme.  ¿Usted cree que mi hija tiene una?», cuestionó desesperada.

No a las negociaciones

El presidente nigeriano, MuhammaduBuhari, ordenó a las fuerzas de seguridad hacer lo posible para liberar a los menores, pero ha sido fuertemente cuestionado debido a que la situación de seguridad del país no para de degradarse.

Bandas criminales aterrorizan desde hace mucho tiempo ciertas partes del noroeste y el centro de Nigeria, donde saquean comunidades y roban ganado.

Algunos gobernadores locales han intentado negociar con esos grupos, ofreciendo una amnistía a cambio de sus armas, pero la mayoría de los acuerdos de paz han fracasado.

El gobernador del estado de Kaduna, Nasir Ahmad El Rufai, se ha negado a pagar los rescates para no incitar a las bandas a cometer aún más secuestros.

Su posición ha provocado enojo e incomprensión entre las familias del colegio Bethel.

«El gobierno prometió proteger nuestras vidas y nuestros bienes, tal vez podemos decir que nos ha dejado caer», declaró Ibrahim en el patio de la escuela.

«Yo no he vuelto a la casa, si debo volver, lo haré con mi hija», afirmó.

Fuente: https://www.milenio.com/internacional/padres-nigeria-sufren-secuestro-hijos-escuelas

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Nigeria: más de 100 estudiantes están desaparecidos, tras ataque de un grupo armado a una escuela

Un grupo de hombres armados irrumpió en un internado del estado de Kaduna, en el noroeste de Nigeria y secuestró a decenas de estudiantes en madrugada de este lunes. Las autoridades atribuyen el hecho a bandas de delincuentes que generalmente operan bajo esa modalidad para luego pedir dinero por el rescate.

Ir a la escuela en Nigeria y permanecer a salvo es un acto de valentía y un desafío para cientos de estudiantes y sus padres que intentan que sus hijos tengan educación pese a las constantes amenazas a su seguridad.

Cerca de las 02:00 del lunes, cuando los estudiantes dormían, un grupo de hombres armados atacó a los guardias de seguridad del internado Bethel Baptist High School, en la localidad de Chikun, estado de Kaduna, en el noroeste del país.

Los atacantes irrumpieron con disparos, según confirmó el portavoz de la Policía, Mohammed Jalije. En el lugar se encontraban cerca de 180 jóvenes y decenas de ellos fueron secuestrados. Se cree que al rededor de 150 menores fueron raptados, aunque las autoridades no han dado aún una cifra oficial.

Un comunicado de la Policía dijo que 26 personas, incluida una maestra, habían sido rescatadas. La información coincide con la suministrada por el reverendo John Hayab, fundador de la escuela, quien dijo en una entrevista a la agencia de noticias Reuters que unos 25 estudiantes habían logrado huir.

Decenas de padres de estudiantes secuestrados en un camino que conduce a la escuela Bethel Baptist High School después de que cien estudiantes internados fueron secuestrados por hombres armados en el estado Kaduna, noroeste de Nigeria, el 5 de julio de 2021.
Decenas de padres de estudiantes secuestrados en un camino que conduce a la escuela Bethel Baptist High School después de que cien estudiantes internados fueron secuestrados por hombres armados en el estado Kaduna, noroeste de Nigeria, el 5 de julio de 2021. © AFP/Kehinde Gbenga

Docenas de padres angustiados llegaron hasta el recinto escolar en las primeras horas de la mañana, tras ser informados de lo ocurrido; algunos llorando y gritando, mientras esperaban noticias.

«Recién esta mañana, a eso de las 06:00, recibí una llamada telefónica que entraron a la escuela secuestradores, que se llevaron a todos nuestros hijos, incluida mi hija (…) Corrimos hasta aquí y lo confirmamos», dijo con la voz entrecortada, John Evans, uno de los padres.

Decenas de zapatos se encontraban esparcidos por el lugar y los dormitorios que se encontraban desiertos. «Que Dios les quite las lágrimas y el sufrimiento que enfrentarán a manos de los secuestradores», dijo una mujer señalando un agujero en el perímetro de la escuela por donde entraron los atacantes.

El secuestro, un flagelo en aumento contra los estudiantes en Nigeria

De acuerdo con las autoridades, este es el décimo secuestro masivo en una escuela en el noroeste de Nigeria desde diciembre.

La Policía atribuye este tipo de violencia a hombres armados, de bandas locales que han creado una industria del secuestro de estudiantes para luego pedir pagos por los rescates.

Archivo-Decenas de niñas que fueron secuestradas en un internado hacen una fila luego de ser liberadas, en el estado Zamfara, en el noroeste de Nigeria, el 2 de marzo de 2021.
Archivo-Decenas de niñas que fueron secuestradas en un internado hacen una fila luego de ser liberadas, en el estado Zamfara, en el noroeste de Nigeria, el 2 de marzo de 2021. © Reuters/Afolabi Sotunde

El noroeste del país y especialmente el estado de Kaduna es el más golpeado por este flagelo. Cerca de 1.000 estudiantes han sido raptados en centros educativos desde diciembre de 2020. Si bien, algunos han sido rescatados o han logrado escapar, se estima que más de 150 personas siguen desaparecidas.

Estos grupos criminales también han atacado carreteras, residencias privadas e incluso hospitales. De hecho, también este domingo hombres armados secuestraron a seis personas, incluido un niño de un año de edad, en un hospital de Kaduna.

El pasado febrero, el presidente del país, Muhammadu Buhari, instó a los gobiernos estatales a «revisar su política de recompensar a los bandidos con dinero y vehículos», y advirtió que caer en el juego de los delincuentes podría tener un efecto desastroso.

Los secuestros se han convertido también en un problema político para Buhari, un general retirado y exgobernante militar, que ha afrontado crecientes críticas por la continuidad de este tipo de ataques de las pandillas.

Fuente: https://www.france24.com/es/%C3%A1frica/20210705-nigeria-secuestro-estudiantes-kaduna-internado

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Nelson Olanipekun: La prohibición de Twitter en Nigeria es parte del gran ataque a su sociedad civil

Hace cuatro años Omoregie y sus amigos fueron arrestados sin motivo y puestos bajo custodia. Cuando llegaron a la comisaría, él observó cómo la policía empezaba a golpear a sus amigos. Atemorizado, comenzó a tuitear discretamente sobre las agresiones a medida que se producían.

Yo y otros muchos usuarios de Twitter pudimos leer sus temores mientras pedía ayuda a través de sus tuits. Actuando como abogado, pude conseguir su liberación en pocas horas con la ayuda de otros activistas a través de la unidad policial encargada de las denuncias ciudadanas.

Pensé en Omoregie (un nombre supuesto por seguridad) ahora, después que el gobierno de Nigeria prohibió el viernes 4 de junio el uso de Twitter en el país, convirtiendo su uso en un delito.

La prohibición se produjo después de que la plataforma de redes sociales borrara un tuit del presidente Muhammadu Buhari, en el que amenazaba con la violencia a los habitantes de una región del sureste del país en la que se habían producido ataques a infraestructuras públicas.

Aunque la prohibición de Twitter sorprendió a muchos, la actuación del gobierno contra las redes sociales ha sido amenazada desde hace tiempo y forma parte de una estrategia a largo plazo para doblegar a la sociedad civil y obligar a los ciudadanos nigerianos a obedecer al gobierno.

Twitter ha sido hasta ahora una importante fuente de activismo y noticias en Nigeria.

Los nigerianos pasan casi cuatro horas diarias en las redes sociales y Twitter es la segunda plataforma de medios sociales más grande después de Facebook.

La mayoría de los debates públicos comienzan en Twitter y la plataforma suele marcar el tono de las noticias nacionales que se transmiten en los medios de comunicación tradicionales. Se ha convertido en la plataforma para exigir responsabilidades al gobierno, a las instituciones y a los individuos poderosos.

También ha sido durante mucho tiempo un lugar para el activismo y la organización de movilizaciones, como las protestas del año pasado contra el SARS (síndrome respiratorio grave agudo), que condujeron a la erradicación de la Brigada Especial Antirrobo.

Aunque la prohibición de Twitter sorprendió a muchos, la actuación del gobierno contra las redes sociales ha sido amenazada desde hace tiempo y forma parte de una estrategia a largo plazo para doblegar a la sociedad civil y obligar a los ciudadanos nigerianos a obedecer al gobierno.

Noventa y nueve personas fueron asesinadas durante las protestas EndSARS en Nigeria y Twitter ayudó a exponer estos abusos. Esto fue más evidente durante un ataque de la policía y el ejército a los manifestantes en el puente de Lekki, en Lagos, la mayor ciudad de Nigeria y su antigua capital.

La documentación del ataque, incluida la retransmisión en directo de DJ Switch, una personalidad de los medios de comunicación, obligó a los altos cargos militares a intervenir y a reconocer posteriormente que el ataque había tenido lugar. Tras retransmitir ese ataque en directo, DJ Switch se vio obligada a solicitar asilo en Canadá por las amenazas contra su vida.

Esta eficacia del activismo ha llamado la atención del gobierno de este país de África occidental.

Hace unos dos años, el gobierno nigeriano presentó un proyecto de ley de medios sociales que pretendía regular el espacio de las redes sociales y criminalizar con multas y penas de cárcel los simples comentarios que las autoridades consideraran “falsos” o de incitación al odio.

Aprovecharon su oportunidad al finalizar la primera semana de junio. El sistema judicial de Nigeria ha estado en huelga durante los últimos dos meses, por lo que la prohibición de Twitter se aplicó sin la supervisión de los tribunales.

Además de la prohibición de Twitter, el gobierno ha exigido controlar la concesión de licencias a todas las plataformas de medios sociales, así como a los servicios que transmiten noticias y entretenimiento a través de Internet.

Todas estas restricciones pretenden controlar la libertad de expresión, un derecho garantizado por la Constitución de Nigeria, la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ambas ratificadas por Nigeria.

La prohibición de Twitter en el país también se produce cuando el gobierno nigeriano aumenta la represión de la acción ciudadana fuera de línea.

En repetidas ocasiones han pisoteado el derecho de los ciudadanos a reunirse y protestar en el espacio físico. La policía y el ejército han disparado contra activistas y muchos han sido detenidos mientras protestaban pacíficamente. También se ha utilizado Twitter para poner de manifiesto estas medidas represivas.

Desde que se anunció la prohibición de Twitter, el gobierno de Buhari, en el poder desde 2015, no ha perdido tiempo en aplicar castigos a los usuarios.

Inmediatamente después del anuncio, el Fiscal general de Nigeria ordenó la detención y el enjuiciamiento de cualquier persona que utilice la aplicación de Twitter.

En la práctica, esto significa que la policía estará facultada para registrar los teléfonos en busca de la aplicación. Los registros policiales de los teléfonos móviles y el descontento con esos registros no son nuevos para los nigerianos y fueron uno de los motivos de las protestas de EndSARS.

La prohibición draconiana también plantea la cuestión de  ¿qué seguridad hay para los medios de comunicación locales, los periodistas y los ciudadanos de Nigeria? si Twitter, una plataforma mundial que ayuda a poner de relieve los excesos del gobierno, puede cerrarse,

Con la prohibición de Twitter, Nigeria corre el riesgo de seguir hundiéndose hacia la dictadura y habrá menos formas de organizar desafíos a la misma.

Algunos argumentarán que Twitter tiene la culpa de su prohibición porque se excedió al borrar un tuit del presidente Buhari que, según Twitter, viola su política. Pero incluso si aceptamos que Twitter se equivocó al borrar ese tuit, la reacción del gobierno de prohibir una plataforma tan importante para el debate público y el activismo es mezquina y una extralimitación extrema.

Es hora de que las democracias del mundo tomen medidas concretas y eviten las violaciones de los derechos humanos en Nigeria. La censura de las voces independientes es a menudo un medio para impedir la rendición de cuentas y permitir un gobierno autocrático.

Permitir la prohibición de Twitter por parte de unos pocos políticos sin que se critique sería una señal de que el mundo respalda la autocracia. El silencio y la inacción del mundo suponen un respaldo a la prohibición de Twitter, una reducción de la capacidad de organización de la sociedad civil y una violación de los derechos de 200 millones de nigerianos.

Fuente: https://rebelion.org/la-prohibicion-de-twitter-en-nigeria-es-parte-de-gran-ataque-a-su-sociedad-civil/

 

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