África

Esta decisión se produce pocos días después de la organización a finales de enero del Congreso de Marrakech sobre los derechos de las minorías religiosas en los países musulmanes, evento que reunió a varios cientos de dignatarios y académicos musulmanes de todo el mundo, y que dio lugar a la publicación de la «Declaración de Marrakech» .

Este texto firmado por los participantes insta, entre otros aspectos, a que las instituciones educativas y las autoridades musulmanas lleven a cabo «un examen valiente de los planes de estudio, para retirar de manera honesta y eficaz todo material que incite al extremismo religioso, que conduce a la guerra y el caos, y que nos conduzca a la destrucción de nuestras sociedades inclusivas «. En otras palabras, se espera iniciar una revision de todos los libros de texto en aras de eliminar la incitación a la discriminación contra otras religiones o minorías religiosas.

En consonancia a lo abordado en ese importante encuentro,  el Rey Mohammed VI de Marruecos, llamó a revisar los planes de estudio tanto en centros públicos como en las escuelas o instituciones de educación privada tradicional con el fin de enfocar los mismos a una educación que enfatice los valores de un Islam tolerante, en el rito sunita Maliki, abogando por un equilibrio, la moderación, la tolerancia y la convivencia con las diferentes culturas y civilizaciones humanas.  Estos programas deben basarse en «los auténticos valores del pueblo marroquí y sus tradiciones basadas en el compromiso con los fundamentos de la identidad nacional unificada (…) y en la interacción positiva y la apertura de la sociedad el conocimiento y las últimas noticias «.

Por ahora, no hay detalles de los cambios que han sido solicitados sobre los programas educativos, sin embargo una fuente del Ministerio de Educación  indicó que «Va ser necesario que los dos Ministerios trabajen juntos para desarrollar un plan de acción y una hoja de ruta a seguir».

Reforma «imprescindible y urgente»

Para los fervientes defensores de la libertad de conciencia, la iniciativa es un paso adelante que es celebrada. Al respecto Fattah Bennani, presidente de la asociación que promueve las libertades individuales Bayt Al-Hikma, considera que «los libros de texto en general, y los de la educación religiosa en particular, están cubiertas de referencias y ejemplos de intolerancia e incitación al racismo y el odio, bajo un trasfondo religioso, que indigna. Por eso es que la reforma es, por tanto, imprescindible y urgente». Para este activista, también es necesaria la formación de docentes, para que enseñen a un Islam que no sea diferente al practicado por la abrumadora mayoría de los marroquíes y promovido por las autoridades religiosas: «Requeriría que los maestros se manejen con una estricta neutralidad, no para enseñar a sus propias creencias, sino para enseñar el programa que se establezca para la Educación Nacional» agrega el Sr. Bennani.

Por su parte en Europa se ha emprendido el debate sobre  la  lucha contra la radicalización religiosa a través de la educación a raíz de lo que se ha denominado eventos terroristas,  por lo que la Comisión Europea asignó en noviembre pasado 10 millones de euros para proyectos nacionales que , por lo que consideran que en los países musulmanes, Marruecos podría servir como punta de lanza del movimiento en la revisión de los programas de educación religiosa.

De igual manera el debate ha llegado a medios de comunicacion por lo que en una editorial publicado el lunes 8 de febrero de Al Arabiya , el ex director del canal de noticias saudí, Abdulrahman al-Rashed, cree que esta decisión podría tener un impacto positivo en el mundo si se recuerda que la educación no es la única fuente de formación para el extremismo religioso, aunque si la reconoce como uno de los principales contextos en donde se originan los pensamientos religiosos, por lo que indica que si se enseña el extremismo, origina a extremistas. «Si los marroquíes son capaces de escribir nuevos programas que transmiten las grandes enseñanzas del Islam humanitarias (…), entonces deben servir como ejemplo para otros países islámicos que sufren el problema de cómo y por qué Islam debe ser enseñado a los estudiantes musulmanes «, escribe el columnista.

Al respecto, desde Otras Voces en Educación, manteniendo el respeto por lo cultural-religioso, reivindicamos todas las acciones necesarias para evitar que diferentes estructuras de biopoder, que bajo el discurso religioso se incite al odio y al racismo y a la exclusión con el fin de privar las minorías religiosas de sus derechos, no solo en los países musulmanes, sino en todo el mundo. Sin embargo, a sabiendas tambièn de lo en nombre de la neutralidad se ha hecho, estaremos atentos hacerle seguimiento a los resultados de esta interesante iniciativa.